Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DFGHFDHF
DFGHFDHF
Como consecuencia de las interminables guerras que se vivieron a mediados del año 2000,
donde en distintitas zonas del país se vivían de una manera diferente, en esta época cuando en el
municipio de la Italia Choco, no paraba el cese al juego, Luz Delia, como muchos de sus
habitantes vivían con la zozobra de imaginar que en cualquier momento de la nada empezarían a
disparar sin piedad , donde tenía que buscar refugio para proteger la vida de sus hijos, esposos,
incluso amigos, en estos días llenos de misterio, sin saber que va a suceder, las tardes llenas de
miedo y clamando al todo poderoso que se tuviera calma , conciliar el sueño, rogar al cielo
porque amanecieran juntos, unidos como una familia. Cada que se escuchaban estos disparos
muchas veces a lo lejos otras veces tan cerca que tenían que buscar refugio debajo de sus
colchones y dar fortaleza a sus seres amados para soportar esta tormenta, mi esposo Ricardo,
“manifestaba marcharnos a otras ciudades cuando todo lo construidos esta acá” años de trabajo,
una vida junta con amigos y familiares que muchos de ellos ya no estaban, por la dura y cruda
realidad de la guerra, finalmente tuvimos que dejar todo atrás , por nuestros hijos, Andrea,
Katerine, Richard , era lo único que quedaba para luchar, salimos con nuestro corazón
destrozado pero con la esperanza de estar juntos y continuar en algún lugar , donde
empezaríamos de nuevo.
En este mismo año, una familia que habitaba en el municipio de Chía (Cundinamarca) como
la de muchos sus hijos, fueron reclutados para combatirla, cuando Andrés se encontraba en
aquella tarde en la zona rural de San Vicente del Caguán, en un día normal, desplazándose por
estas zonas y obedeciendo las órdenes del Coronel Murillo. Cuando de Repente sintió un
impacto de una bala en su pecho, esta impacto su pecho al costado derecho, el cual golpeo su
armamento teniendo una oportunidad más de vivir , sin embargo cuando intentó proteger mi
integridad física, lo impacto nuevamente una bala en la parte inferior de su brazo izquierdo,
causando una lección de por vida, esta se sitúa en su cuerpo sin la posibilidad de ser retirada,
dejando sin movimiento sus piernas, la vida de su familia cambio, lo recuerdan como si hubiera
sido ayer.
Muchos años después sentado en mi silla, en mi casa ubicada en el municipio de Chía, cuando
llega a mi mente todo aquello que viví, no puedo dejar de pensar que por una sola decisión mi
vida cambio, solo me pregunto ¿para dejar un país en paz? ¿o mas bien con secuelas en todo el
territorio?
Estando en el municipio del Salado del departamento de Bolívar, una tarde normal, en medio
de toda la violencia que se vivía, La masacre más cruel que podemos recordar, solo vi como
mataron a mi padre Camilo, con la impotencia de no decir nada, de no poder derramar una sola
lagrima, con el dolor que me dejaba sin aliento, es imposible que pasaban las horas y nadie llego
auxiliarnos, ¡ver como nos reunían para adivinar a quien matar! Dios no puede ser “cuando
terminarían estas horas de angustia y dolor” ¿es posible vivir y sentir todo este sentimiento sin
poder gritar al viento todo mi dolor? ¿Me preguntaba al cielo cuando será mi turno? ¿Será que
mi nombre está en aquella lista que cuidaban con tanto recelo? ¿Será que de esta saldré vivo? En
realidad, ya no importaba mi destino, todos mis amigos, mis seres queridos estaban muertos, mi
padre que para mí era lo más valioso, mi madre Claudina no sabía dónde estaba, es posible que
ya no este respirando todo es posible, ¿me preguntaba vale la pena vivir? O es mejor terminar
acá, lo que mas me impacto fue ver como los cerdos empezaron a comerse a las personas y aún
la fuerza pública no llegaba y mi dolor se hacía cada vez más fuerte, la angustia me consumía.
“Yo Manuel” Solo puedo agradecer al cielo por una oportunidad más, pero con unas imágenes en
estaba llorando la muerte de mi tío Camilo, es imposible ver como estos acontecimientos solo
pasaron para dejar una huella en nuestra familia, que finalmente me pregunto es justo esto, será
que es posible soportar tanto dolor por una causa que ha dejado incalculables perdidas.
En el año 2001, cuando compartía con mi familia en la finca Buenos Aires del Municipio de
Ansermanuevo Valle, en un día tranquilo y normal llega la noticia que lograría desintegrar una
con un nudo en la garganta, ¡solo grito no puede ser!, solo era una hipotesis del
acontecimiento, tendrían que viajar a esta zona Roja como todos los medios de comunicación lo
divulgaban a realizar un reconocimiento de un cuerpo sin vida, que podría ser su hijo, mi
hermano, solo puedo recordar que viajo mi hermana mayor Esther, es desgarrador el dolor que
ella tuvo que soportar este 25 de Octubre del 2001, donde de aquel hombre que formo con tanto
amor y sacrificio solo quedo un cuerpo irreconocible, lo único que hizo posible saber que era
Ribeiro, fue una manilla que había grabado con su nombre cuando decidió entregar su vida por
que con su vida pago como muchos en ese momento la ideología de pocos, cuando mi madre
regreso nuestras vidas cambiaron, fue un dolor que cargo por muchos años, aun lo recuerdo.
Ella solo pudo manifestar que fue un campo minado, que acabo con la vida de muchos entre
ellos mi hermano, cuantas madres de este país tuvieron que hacer la misma labor reconocer a un
ser amado.