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Edici On de Letra Grande: Del 2 Al 29 de Septiembre de 2019
Edici On de Letra Grande: Del 2 Al 29 de Septiembre de 2019
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EDICI ÓN DE LETRA GRANDE
Preparémonos ahora
para la persecución
“Todos los que desean vivir con devoción piadosa en
asociación con Cristo Jesús también serán perseguidos”
(2 TIM. 3:12).
CANCIÓN 129
Servimos con aguante
AVANCE
Los siervos de Dios no queremos que la gente nos odie.
Pero tarde o temprano todos tendremos que enfrentarnos
a la persecución. Este artículo nos ayudará a hacerlo con
valentía.
2
LA NOCHE antes de morir, el Señor Jesús dijo que
el mundo odiaría a todos los que decidieran ser sus
discípulos (Juan 17:14). Desde entonces, los que se
oponen a la adoración verdadera han perseguido a
los cristianos fieles (2 Tim. 3:12). Y esperamos que
la oposición se intensifique al acercarnos al fin de
este mundo (Mat. 24:9).
2 ¿Cómo prepararnos ahora para la persecución?
No tenemos que imaginarnos todo lo que pueda su-
cedernos. Si lo hiciéramos, esos pensamientos po-
drían llevarnos a dejar de servir a Jehová incluso an-
tes de pasar por una prueba real, pues el temor y la
ansiedad podrían vencernos (Prov. 12:25; 17:22).
El temor es un arma poderosa que emplea contra
nosotros nuestro “adversario, el Diablo” (1 Ped. 5:
8, 9). Entonces, ¿qué debemos hacer ahora para for-
talecernos?
3 En este artículo, veremos cómo lograr que nues-
tra amistad con Jehová sea más sólida y por qué es
tan importante hacerlo ahora. También analizare-
mos qué hacer para tener más valor y cómo actuar
cuando somos víctimas del odio de la gente.
1. ¿Por qué tenemos que prepararnos para la persecución?
2, 3. a) ¿Por qué es peligroso el temor? b) ¿Qué veremos en este
artículo?
JULIO DE 2019 3
CÓMO FORTALECER
NUESTRA AMISTAD CON JEHOVÁ
4
Convenzámonos de que Jehová nos ama y de que
nunca nos abandonará (lea Hebreos 13:5, 6). Hace
muchos años, La Atalaya señaló: “La persona que
mejor conozca a Dios será la que más confiará en
él en tiempos de prueba”. Qué gran verdad. Para
aguantar la persecución, debemos amar a Jehová y
confiar en él con todo el corazón, sin dudar jamás
de que nos quiere (Mat. 22:36-38; Sant. 5:11).
5
Leamos la Biblia a diario con el objetivo de acer-
carnos más a Jehová (Sant. 4:8). Durante nuestra lec-
tura, centrémonos en sus tiernas cualidades. Perciba-
mos su amor en lo que dice y hace (Éx. 34:6).
A algunos tal vez les cueste creer que Dios los quiere
porque nadie les ha mostrado amor. Si ese es nuestro
caso, ¿por qué no probamos a hacer todos los días
una lista de cómo nos ha mostrado Jehová misericor-
dia y bondad? (Sal. 78:38, 39; Rom. 8:32). Es proba-
ble que podamos anotar muchas cosas si meditamos
en nuestras vivencias y en lo que hemos leído en la
Biblia. Cuanto más valoremos lo que Jehová hace,
más fuerte será nuestra amistad con él (Sal. 116:1, 2).
4. De acuerdo con Hebreos 13:5, 6, ¿de qué debemos convencer-
nos, y por qué es importante?
5. ¿Qué nos ayudará a percibir el amor de Jehová?
4 LA ATALAYA
6 Oremos a menudo. Imaginemos a un niño a quien
su padre abraza cariñosamente. Se siente tan segu-
ro que le cuenta a su padre todo lo que le ha pasado
durante el día, tanto lo bueno como lo malo. Noso-
tros tendremos esa misma relación con Jehová si le
oramos con sinceridad todos los días (lea Salmo 94:
17-19). Derramemos nuestro corazón “justamente
como agua” y contémosle a nuestro cariñoso Padre
nuestros temores e inquietudes (Lam. 2:19). El re-
sultado será que sentiremos lo que la Biblia llama “la
paz de Dios que supera a todo pensamiento” (Filip.
4:6, 7). Mientras más oremos así a Jehová, más cer-
ca estaremos de él (Rom. 8:38, 39).
7 Convenzámonos de que las bendiciones del Reino de
Dios se harán realidad (Núm. 23:19). Si nuestra fe en
esas promesas es débil, a Satanás y a sus partidarios
les será más fácil infundirnos miedo (Prov. 24:10;
Heb. 2:15). ¿Qué podemos hacer ahora para fortale-
cer nuestra confianza en el Reino de Dios? Dedique-
mos tiempo a estudiar las promesas de Jehová sobre
su Reino y los motivos por los que podemos estar se-
guros de que se cumplirán. Para entender lo impor-
tante que es esto, veamos el ejemplo de Stanley
6. De acuerdo con lo que dice Salmo 94:17-19, ¿cómo nos ayuda la
oración sincera?
7. ¿Por qué debemos convencernos de que se harán realidad las
promesas de Dios sobre su Reino?
JULIO DE 2019 5
Jones, que estuvo en prisión durante siete años por
sus creencias.1 Él dijo qué lo ayudó a mantenerse fiel:
“El conocimiento que tenía sobre el Reino, del cual
estaba seguro y del que no dudé ni un instante, me
dio fuerzas. No pudieron derrotarme”. Si nuestra fe
en las promesas de Dios es sólida, nos acercaremos
más a él y no nos vencerá el miedo (Prov. 3:25, 26).
8
No faltemos a las reuniones. Estas nos ayudan
a acercarnos más a Jehová. La actitud que tene-
mos hacia las reuniones indica si aguantaremos o
no cuando venga la persecución (Heb. 10:24, 25).
Veamos por qué. Si ahora dejamos que pequeños
obstáculos nos impidan ir a una reunión, ¿qué pasa-
rá cuando sea peligroso reunirse con los hermanos?
Por otro lado, si estamos decididos a no faltar a las
reuniones, los opositores no lograrán impedírnoslo.
De modo que este es el momento de cultivar amor a
las reuniones. Si lo hacemos, ni la oposición ni las
prohibiciones del gobierno nos impedirán obedecer
a Dios más bien que a los hombres (Hech. 5:29).
9 Memoricemos nuestros textos favoritos (Mat.
1 Vea La Atalaya del 15 de febrero de 1966, páginas 116 a 126.
6 LA ATALAYA
13:52). Es posible que no tengamos una memoria
perfecta, pero Jehová puede usar su poderoso espí-
ritu para que los recordemos (Juan 14:26). Un her-
mano que estuvo incomunicado en una cárcel de
Alemania oriental dijo: “Me vino muy bien haber
memorizado más de doscientos textos, pues pude
llenar aquellos días de inactividad meditando en di-
versos temas bíblicos”. Aquellos textos lo ayudaron
a permanecer cerca de Jehová y a mantenerse fiel.
10Aprendamos de memoria canciones de alabanza a
Jehová y cantémoslas. Cuando Pablo y Silas estuvie-
ron encarcelados en Filipos, cantaron a Jehová can-
ciones que habían memorizado (Hech. 16:25). Nues-
tros hermanos de la antigua Unión Soviética que
10. ¿Por qué debemos aprender de memoria canciones de alaban-
za a Jehová?
8 LA ATALAYA
lor no depende de nuestro tamaño, fuerzas o capa-
cidades. Veamos el caso de David. Cuando era joven,
se enfrentó al gigante Goliat. David era más peque-
ño y débil que aquel filisteo. Además, no estaba pre-
parado para la lucha y ni siquiera tenía una espada.
Pero era muy valiente y corrió sin temor a luchar
contra aquel orgulloso gigante.
12 ¿Por qué fue David tan valiente? Porque estaba
totalmente seguro de que Jehová lo apoyaba (lea
1 Samuel 17:37, 45-47). No se concentró en lo insig-
nificante que era comparado con Goliat, sino en lo
insignificante que era Goliat comparado con Jeho-
vá. De este relato aprendemos una lección: seremos
valientes si confiamos en que Jehová nos apoya y si
estamos seguros de que nuestros opositores son
insignificantes comparados con nuestro todopode-
roso Dios (2 Crón. 20:15; Sal. 16:8). ¿Qué podemos
JULIO DE 2019 9
hacer ahora, antes de que venga la persecución,
para tener más valor?
13 Nos ayudará a ser más valientes predicar las
buenas noticias del Reino de Dios. ¿Por qué? Porque
hacerlo nos enseña a confiar en Jehová y a vencer el
temor a las personas (Prov. 29:25). Del mismo modo
que los músculos se fortalecen con el ejercicio, la va-
lentía se fortalece cuando predicamos de casa en
casa, en lugares públicos, de manera informal y en
los negocios. Si predicamos ahora con valor, estare-
13. ¿Qué podemos hacer para tener más valor? Explique.
Confiar en Jehová
y en su Reino nos dará valor.
(Vea los párrafos 7, 14 y 15).
JULIO DE 2019 11
Lo que tenemos que hacer es confiar en que Jeho-
vá nos apoya y que lucha por nosotros (Deut. 1:
29, 30; Zac. 4:6). Esta es la clave del auténtico valor.
CÓMO ACTUAR
CUANDO SOMOS VÍCTIMAS DEL ODIO
17 Nos gusta que los demás nos respeten, pero
no cometamos el error de pensar que no valemos
nada si no somos populares. Jesús dijo: “Felices son
ustedes cuando los hombres los odien, y cuando
los excluyan y los vituperen y desechen su nombre
como inicuo por causa del Hijo del hombre” (Luc.
6:22). ¿Qué significan estas palabras?
18 Jesús no quiso decir que a sus discípulos nos
gustaría que nos odiaran, sino que era realista. So-
mos víctimas del odio porque no somos parte del
mundo, vivimos en conformidad con las enseñanzas
de Jesús y predicamos su mensaje (lea Juan 15:18-
21). Deseamos agradar a Jehová. Si la gente nos odia
porque amamos a nuestro Padre, ese es su problema.
19
Nunca nos avergoncemos de ser testigos de
Jehová por lo que digan o hagan simples seres hu-
manos (Miq. 4:5). Algo que nos ayudará a hacer
17, 18. Como se indica en Juan 15:18-21, ¿qué dijo Jesús que nos
ocurriría, y por qué?
19. ¿Cómo imitaremos el ejemplo de los apóstoles?
12 LA ATALAYA
frente al temor al hombre es analizar el ejemplo que
pusieron los apóstoles en Jerusalén poco después
de que se diera muerte a Jesús. Sabían cuánto los
odiaban los líderes religiosos judíos (Hech. 5:17, 18,
27, 28). Aun así, todos los días iban al templo y se
presentaban ante la gente como discípulos de Jesús
(Hech. 5:42). No dejaron que el miedo los parali-
zara. Nosotros también derrotaremos al temor si
siempre nos identificamos como testigos de Jehová,
sea en el trabajo, en la escuela o en el vecindario
(Hech. 4:29; Rom. 1:16).
20 Los apóstoles estaban felices porque sabían la
razón por la que se les odiaba. Además, considera-
ban un honor sufrir maltrato por hacer la voluntad
de Jehová (Luc. 6:23; Hech. 5:41). Tiempo después,
el apóstol Pedro escribió: “Si sufrieran por causa de
la justicia, son felices” (1 Ped. 2:19-21; 3:14). Cuan-
do tenemos claro que las personas nos odian porque
hacemos lo correcto, su odio no nos impide seguir
sirviendo a Dios.
PREPARARNOS AHORA NOS BENEFICIA
21 No sabemos cuándo seremos perseguidos o
20. ¿Por qué estaban felices los apóstoles aunque eran víctimas
del odio?
21, 22. a) ¿Qué ha decidido hacer usted a fin de prepararse para
la persecución? b) ¿Qué analizaremos en el siguiente artículo?
JULIO DE 2019 13
cuándo los gobiernos prohibirán nuestra obra.
Lo que sí sabemos es que podemos prepararnos
ahora si hacemos más sólida nuestra amistad con
Jehová, si trabajamos por tener más valor y si
aprendemos a actuar cuando somos víctimas del
odio. Prepararnos ahora nos ayudará a mantener-
nos firmes en el futuro.
22
Pero ¿qué haremos si un día las autoridades
prohíben nuestra obra? En el siguiente artículo, ana-
lizaremos principios que nos ayudarán a seguir sir-
viendo a Jehová en medio de una proscripción.
_____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES. Página 8: Durante la adoración en
familia, unos padres utilizan tarjetas para ayudar a sus hijos a aprender
de memoria textos bíblicos. Página 9: Una familia practica las canciones
del Reino en el automóvil mientras van a la reunión.
CANCIÓN 118
“Danos más fe”
ARTÍCULO
DE ESTUDIO 28
Sigamos sirviendo
a Jehová en medio
de la proscripción
“No podemos dejar de hablar de las cosas
que hemos visto y oído” (HECH. 4:19, 20).
CANCIÓN 122
¡Mantengámonos firmes, inmovibles!
AVANCE
¿Qué haremos si el gobierno prohíbe nuestra obra? Este
artículo nos dará sugerencias sobre qué debemos hacer y
qué debemos evitar para nunca dejar de servir a nuestro
Dios.
15
EN EL año 2018, más de 223.000 publicadores vivían
en lugares donde nuestras actividades religiosas es-
taban proscritas o restringidas. Esto no nos sorpren-
de, pues como vimos en el artículo anterior los cris-
tianos verdaderos sabemos que se nos perseguirá
(2 Tim. 3:12). No importa dónde vivamos, las auto-
ridades pueden prohibirnos de repente y sin previo
aviso que adoremos a Jehová.
2 Si el gobierno prohíbe nuestra obra, tal vez nos
hagamos preguntas como estas: “¿Significa la perse-
cución que hemos perdido la aprobación divina? ¿Se
pondrá fin a nuestra adoración a Jehová? ¿Debería
mudarme a un lugar donde pueda servir a Dios en li-
bertad?”. En este artículo, vamos a responder estas
preguntas. También veremos cómo podemos seguir
sirviendo a Jehová en medio de la proscripción y qué
trampas debemos evitar.
¿SIGNIFICA LA PERSECUCIÓN QUE HEMOS
PERDIDO LA APROBACIÓN DIVINA?
3 Si se proscriben nuestras actividades, podríamos
llegar a la conclusión de que ya no tenemos la apro-
bación de Dios. Pero eso no es verdad. Pensemos en
1, 2. a) ¿Por qué no debería sorprendernos que se prohíba nues-
tra obra? b) ¿Qué vamos a estudiar en este artículo?
3. Como dice 2 Corintios 11:23-27, ¿qué experimentó el fiel após-
tol Pablo, y qué nos enseña su ejemplo?
16 LA ATALAYA
el apóstol Pablo. No hay duda de que contaba con el
favor de Jehová. Tuvo el privilegio de escribir 14 car-
tas de las Escrituras Griegas Cristianas y fue apóstol
a las naciones. Aun así, sufrió intensa oposición (lea
2 Corintios 11:23-27). Su ejemplo nos enseña que
Jehová permite que sus siervos fieles sufran perse-
cución.
4 Jesús explicó por qué debemos esperar oposi-
ción. Dijo que seríamos víctimas del odio por no ser
parte del mundo (Juan 15:18, 19). La persecución
no significa que hayamos perdido la bendición divi-
na. Al contrario, indica que estamos haciendo lo
correcto.
JULIO DE 2019 17
nuestra obra, sino también los gobiernos de Austra-
lia, Canadá y otros países. A pesar de ello, sucedió
algo sorprendente gracias a la bendición de Jehová.
En 1939, cuando estalló la guerra, había 72.475 pu-
blicadores en todo el mundo. Los informes revelan
que al final del conflicto, en 1945, la cantidad de pu-
blicadores era más del doble: 156.299.
6 En lugar de intimidarnos, la oposición puede mo-
tivarnos a servir más a Jehová. Veamos el caso de un
matrimonio que tenía un hijo pequeño y vivía en un
país donde el gobierno prohibió nuestra obra. Estos
hermanos no dejaron que el miedo los paralizara,
sino que empezaron a servir de precursores regula-
res. Con ese fin, la esposa incluso dejó un empleo
bien pagado. El esposo dijo que como consecuencia
de la proscripción muchas personas sentían curiosi-
dad por los Testigos. Así que le resultaba mucho más
sencillo iniciar cursos bíblicos. La proscripción tuvo
un buen efecto también en otros. Un anciano de ese
mismo país dijo que muchos que habían dejado de
servir a Jehová comenzaron a ir de nuevo a las reu-
niones y a predicar.
7 Cuando nuestros enemigos prohíben la obra,
6. ¿Qué efectos positivos puede tener la persecución? Dé un ejem-
plo.
7. a) ¿Qué aprendemos de Levítico 26:36, 37? b) ¿Qué hará usted
en caso de una proscripción?
18 LA ATALAYA
quieren que nos dé miedo servir a Jehová. Es posi-
ble que difundan historias falsas, envíen agentes a
registrar nuestra casa, nos fuercen a ir a los tribuna-
les o hasta nos encarcelen a algunos de nosotros. Es-
peran que nos invada el temor al ver que encierran
en prisión a unos pocos hermanos. Si dejáramos que
sus acciones nos asustaran, sería como si nosotros
mismos nos estuviéramos imponiendo una proscrip-
ción. Pero no queremos ser como las personas a las
que describe Levítico 26:36, 37 (léalo). No permiti-
remos que el temor nos haga bajar el ritmo en el
servicio a Jehová o incluso abandonarlo. Confiamos
por completo en él y nos negamos a ser presa del pá-
nico (Is. 28:16). Le pedimos a Jehová que nos guíe.
Sabemos que con su apoyo ni los gobiernos más po-
derosos nos impedirán servir fielmente a nuestro
Dios (Heb. 13:6).
¿DEBERÍA MUDARME A OTRO LUGAR?
8 En caso de una proscripción, tal vez nos pregun-
temos si deberíamos mudarnos a un país donde haya
libertad para servir a Jehová. Esta es una decisión
que nadie puede tomar por nosotros. A algunos her-
manos quizás los ayude analizar lo que hicieron los
cristianos del siglo primero cuando se les persiguió.
8, 9. a) ¿Qué decisión debe tomar toda persona o cabeza de fami-
lia? b) ¿Qué nos ayudará a tomar una buena decisión?
JULIO DE 2019 19
Después de que los opositores apedrearon a Esteban,
los discípulos de Jerusalén se trasladaron a varios
lugares de Judea y Samaria, e incluso se fueron a Fe-
nicia, Chipre y Antioquía (Mat. 10:23; Hech. 8:1;
11:19). En cambio, otros siervos de Dios quizás se fi-
jen en que el apóstol Pablo decidió quedarse en la
zona donde se había desatado una oleada de perse-
cución. Se arriesgó a fin de predicar las buenas no-
ticias y fortalecer a los hermanos de las ciudades en
las que había intensa oposición (Hech. 14:19-23).
9 ¿Qué aprendemos de estos relatos? Que cada ca-
beza de familia debe tomar su propia decisión. Antes
de hacerlo, debe orar a Jehová y analizar con cuida-
do las circunstancias de su familia, así como los efec-
tos buenos y malos de mudarse. En este asunto, todo
cristiano tiene que llevar “su propia carga de respon-
sabilidad” (Gál. 6:5). No debemos juzgar a nadie por
lo que haga.
20 LA ATALAYA
¿Y si la sucursal no puede ponerse en contacto con
los ancianos? Entonces, estos nos darán instruccio-
nes basadas en la Biblia y en nuestras publicaciones
para que continuemos sirviendo a Dios (Mat. 28:
19, 20; Hech. 5:29; Heb. 10:24, 25).
11 Jehová ha prometido que sus siervos estarán
bien alimentados en sentido espiritual (Is. 65:13, 14;
Luc. 12:42-44). Así que podemos estar seguros de
que su organización hará todo lo posible a fin de dar-
nos lo que necesitamos para ser fieles. Pero nosotros
también podemos hacer algo. Cuando haya una pros-
cripción, busquemos un lugar seguro donde esconder
la Biblia y otras publicaciones. Tengamos cuidado de
no dejar nunca esa valiosa información, sea en papel
o en formato digital, donde sea fácil encontrarla. To-
dos debemos tomar medidas prácticas para permane-
cer fuertes en sentido espiritual.
12¿Qué ocurrirá con las reuniones semanales? Los
ancianos las organizarán de tal manera que no lla-
men demasiado la atención. Tal vez nos digan que
nos juntemos en grupos pequeños, y es probable que
cambien con frecuencia el lugar y la hora. ¿Qué po-
demos hacer nosotros para contribuir a la seguridad
11. ¿Por qué podemos estar seguros de que no nos faltará el ali-
mento espiritual, y qué podemos hacer para protegerlo?
12. ¿Cómo pueden organizar las reuniones los ancianos de modo
que no llamen la atención?
JULIO DE 2019 21
de todos los asistentes? Hablar en voz baja tanto al
llegar a la reunión como al irnos y quizás también
vestir de manera que no llame la atención.
13 ¿Y la predicación? Las circunstancias serán dife-
rentes en cada lugar. Pero, como amamos a Jehová
y nos encanta hablar de su Reino, encontraremos
maneras de predicar (Luc. 8:1; Hech. 4:29). La his-
toriadora Emily Baran dijo sobre la predicación de
los testigos de Jehová en la antigua Unión Soviética:
“Cuando el Estado les dijo a los creyentes que no po-
dían hablar de su fe a otros, los Testigos empezaron
13. ¿Qué podemos aprender de nuestros hermanos de la antigua
Unión Soviética?
JULIO DE 2019 23
No dejaremos de predicar
aunque se proscriba
nuestra obra.
(Vea el párrafo 13).
24 LA ATALAYA
concentración y sirvieron fieles a Jehová hasta el fi-
nal de su vida en la Tierra. Si nos esforzamos por su-
perar las diferencias con nuestros hermanos, evita-
remos la trampa de la desunión (Col. 3:13, 14).
17 No desobedezcamos las instrucciones. Si hace-
mos lo que nos dicen los hermanos responsables
y confiables, nos libraremos de problemas (1 Ped.
5:5). Veamos un ejemplo. En un país donde la obra
está proscrita, los hermanos recibieron la instrucción
de no dejar publicaciones en la predicación. Pero
un precursor creyó que sabía hacer las cosas mejor
y no hizo caso. ¿Qué sucedió? Un día, tras predi-
car informalmente, la policía los interrogó a él y a
17. ¿Por qué no debemos desobedecer las instrucciones?
JULIO DE 2019 25
otros hermanos. Al parecer, agentes del gobierno los
habían seguido y habían conseguido todas las publi-
caciones que habían dejado. ¿Qué aprendemos? Que
tenemos que obedecer las instrucciones aunque crea-
mos que sabemos hacer las cosas mejor. Jehová nos
bendecirá siempre si colaboramos con los hermanos
a los que ha nombrado para dirigirnos (Heb. 13:7, 17).
18 No pongamos normas innecesarias. Si los ancia-
nos hacen esto, impondrán una carga a los demás.
El hermano Juraj Kaminský explicó lo que ocurrió
durante la proscripción en la antigua Checoslova-
quia: “Cuando se detuvo a los hermanos responsa-
bles y a muchos ancianos, algunos que dirigían las
congregaciones y los circuitos empezaron a estable-
cer normas de conducta para los publicadores. Pre-
pararon listas de lo que debían hacer y lo que no”.
Jehová no nos ha dado autoridad para tomar deci-
siones por los demás. Quien pone normas innecesa-
rias no protege a los hermanos, sino que trata de ser
amo de su fe (2 Cor. 1:24).
26 LA ATALAYA
perseguir a los siervos fieles de Jehová (1 Ped. 5:8;
Rev. 2:10). Tanto él como los que lo apoyan tratarán
de prohibir nuestra obra. Pero no hay motivo para
que el miedo nos paralice (Deut. 7:21). Jehová está
con nosotros y seguirá apoyándonos aunque se pros-
criba nuestra obra (lea 2 Crónicas 32:7, 8).
20
Imitemos la actitud decidida de nuestros herma-
nos del siglo primero, que dijeron a los gobernantes:
“Si es justo a vista de Dios escucharles a ustedes más
bien que a Dios, júzguenlo ustedes mismos. Pero en
cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar de las
cosas que hemos visto y oído” (Hech. 4:19, 20).
20. ¿A qué está usted resuelto?
_____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES. Todas las imágenes representan a
Testigos que sirven en lugares donde nuestra obra tiene restricciones.
Página 22: Un grupo pequeño se reúne en el almacén de un hermano.
Página 24: Mientras conversa con una mujer, una hermana (a la iz-
quierda) busca la oportunidad de hablar de la verdad. Página 25: Un
hermano que está siendo interrogado por la policía no revela nada sobre
su congregación.
CANCIÓN 73
Danos fuerzas y valor
ARTÍCULO
DE ESTUDIO 29
CANCIÓN 60
Hay vidas en juego
AVANCE
La misión principal de la congregación cristiana es ayudar
a las personas a seguir a Cristo. Este artículo ofrece suge-
rencias que nos serán útiles para llevarla a cabo.
28
LOS apóstoles debían estar muy emocionados cuan-
do se reunieron en la ladera de una montaña. Jesús
les había pedido después de su resurrección que se
encontraran con él allí (Mat. 28:16). Quizás esa fue
la ocasión en la que “se apareció a más de quinientos
hermanos de una vez” (1 Cor. 15:6). ¿Por qué orga-
nizó Jesús esta reunión? Para darles a sus seguidores
este emocionante trabajo: “Vayan, por lo tanto, y ha-
gan discípulos de gente de todas las naciones” (lea
Mateo 28:18-20).
2 Quienes escucharon las palabras de Jesús llega-
ron a formar parte de la congregación cristiana del
siglo primero. Su misión principal era hacer más dis-
cípulos de Cristo.1 En nuestros días, por toda la
Tierra hay decenas de miles de congregaciones de
cristianos verdaderos. Y siguen realizando esa misma
labor fundamental. En este artículo, responderemos
cuatro preguntas: ¿Por qué es tan importante hacer
discípulos? ¿Qué implica esta obra? ¿Contribuyen to-
dos los cristianos de alguna manera a cumplir con
1 IDEA IMPORTANTE: Los discípulos de Cristo hacen más que solo
aprender lo que él enseñó. Lo ponen en práctica. Se esfuerzan por se-
guir sus pasos o ejemplo lo más fielmente posible (1 Ped. 2:21).
JULIO DE 2019 29
ella? Y ¿por qué debemos ser pacientes al llevarla a
cabo?
30 LA ATALAYA
vivía. Teníamos que viajar muchas horas en bicicleta
por caminos llenos de lodo. Cuando Érika vio los cam-
bios en la conducta y la actitud de Davier, empezó a
estudiar la Biblia también”. Con el tiempo, este joven
dejó las drogas, la bebida y el boxeo. También se casó
con su novia. Matilde dice: “Cuando Davier y Érika se
bautizaron, en el 2016, recordamos lo que él decía:
‘Me gustaría cambiar, pero no puedo’. No pudimos
contener las lágrimas”. Es evidente que sentimos una
inmensa felicidad cuando ayudamos a alguien a ser
seguidor de Cristo.
JULIO DE 2019 31
temas que probablemente llamen la atención de las
personas y pensemos en cómo presentarlos.
7 Por ejemplo, podríamos decir: “Me gustaría saber
su opinión sobre el siguiente tema. Hoy día, nos
enfrentamos en todas partes a muchos problemas.
¿Cree que hace falta un gobierno mundial para resol-
verlos?”. Después, podríamos leer y comentar Daniel
2:44. O quizás podríamos decir: “Me gustaría hacer-
le una pregunta. ¿Cuál cree que es la clave para tener
hijos bien educados?”. Entonces, podríamos analizar
Deuteronomio 6:6, 7. Sea cual sea el tema que esco-
jamos, pensemos en las personas con las que vamos a
hablar. Imaginemos cómo las beneficiará aprender lo
que la Biblia enseña de verdad. Cuando hablemos con
ellas, es importante que las escuchemos y que respe-
temos su opinión. De este modo, las comprenderemos
mejor y será más probable que nos escuchen.
8 Antes de que una persona decida estudiar la Bi-
blia, quizás tengamos que dedicar tiempo y esfuerzo
a volver a visitarla varias veces. ¿Por qué? En primer
lugar, porque es posible que no esté en casa cuando
volvamos o que no pueda atendernos. Además, tal
vez hagan falta varias visitas para que se sienta a gus-
7. a) ¿Cómo podríamos empezar una conversación? b) ¿Por qué
cree usted que es importante que escuchemos y que mostremos
respeto?
8. ¿Por qué no debemos cansarnos de hacer revisitas?
32 LA ATALAYA
to con nosotros y acepte el curso bíblico. Recorde-
mos que es más probable que una planta crezca si la
regamos a menudo. Del mismo modo, es más proba-
ble que crezca el amor de una persona por Jehová y
Cristo si hablamos con ella con frecuencia de la Pa-
labra de Dios.
JULIO DE 2019 33
quiera estudiar la Biblia, pero otros publicadores que
predican en el mismo territorio sí. Cuando un her-
mano encuentra a alguien que llega a ser discípulo de
Cristo, todos tenemos motivos para alegrarnos.
11 Aunque ahora mismo no dirijamos un curso bí-
blico, podemos contribuir de otras maneras a hacer
discípulos. Por ejemplo, cuando alguien nuevo viene
al Salón del Reino, podemos darle la bienvenida y ha-
11. Aunque no dirijamos un curso bíblico, ¿de qué otras maneras
podemos contribuir a hacer discípulos?
JULIO DE 2019 35
Aun así, sacan tiempo para dirigir cursos bíblicos,
una obra que les da mucha felicidad. Veamos el ejem-
plo de Melanie. Era una madre sola con una hija de
ocho años. Además, tenía un trabajo de jornada com-
pleta y ayudaba a cuidar a su padre, que padecía cán-
cer. Vivía en un pueblo apartado de Alaska, donde
era la única testigo de Jehová. Una y otra vez le pe-
día a Dios que le diera fuerzas para salir a predicar a
pesar del frío, pues deseaba encontrar a alguien a
quien enseñar lo que dice la Biblia. Finalmente, en-
contró a Sara, que se emocionó al ver que Dios tiene
un nombre. Pasado algún tiempo, esta mujer aceptó
un curso de la Biblia. Melanie explica: “Los viernes
por la tarde estaba agotada. Pero mi hija y yo íbamos
a darle las clases de la Biblia, y eso nos hacía mucho
bien. Nos encantaba buscar información para res-
ponder las preguntas de Sara, y nos hizo muy felices
verla hacerse amiga de Jehová”. Sara se enfrentó con
valor a la oposición, dejó su iglesia y se bautizó.
POR QU É DEBEMOS SER PACIENTES
AL HACER DISCÍPULOS
14Aunque parezca que nuestra predicación no da
fruto, no renunciemos a la esperanza de encontrar a
14. a) ¿En qué se parece la obra de hacer discípulos a la pesca?
b) ¿A qué nos motivan las palabras de Pablo que leemos en 2 Timo-
teo 4:1, 2?
36 LA ATALAYA
posibles discípulos. Recordemos que Jesús comparó
esta obra a la pesca. Los pescadores pueden estar
muchas horas trabajando sin capturar un solo pez.
A menudo trabajan durante la noche o de madruga-
da, y a veces tienen que navegar largas distancias
(Luc. 5:5). De manera similar, algunos Testigos pa-
san muchas horas “pescando” con paciencia a horas
y en lugares diferentes. Lo hacen para tener mayores
posibilidades de encontrar a más personas. Quienes
realizan este esfuerzo especial por lo general logran
hablar con personas que se interesan en nuestro
mensaje. ¿Podríamos predicar en un momento del
día o en un lugar en el que sea más probable encon-
trar a la gente? (Lea 2 Timoteo 4:1, 2).
15 ¿Por qué hace falta paciencia al dirigir cursos bí-
blicos? Una razón es que no solo tenemos que ayu-
dar al estudiante a conocer y amar las enseñanzas de
la Biblia. También debemos ayudarlo a conocer y
amar a su Autor, Jehová. Y, además de enseñarle qué
pide Jesús de sus discípulos, tenemos que ayudarlo a
saber cómo ser un cristiano verdadero. Debemos es-
tar a su lado mientras lucha por poner en práctica los
principios bíblicos. Algunos estudiantes logran cam-
biar su manera de pensar y sus hábitos en unos po-
cos meses, mientras que otros necesitan más tiempo.
15. ¿Por qué hace falta paciencia al dirigir cursos bíblicos?
JULIO DE 2019 37
Ayudemos con paciencia
a nuestros estudiantes a
progresar en sentido espiritual.
(Vea los párrafos 15 y 16).
38 LA ATALAYA
17
Jesús nos dijo que fuéramos e hiciéramos “discí-
pulos de gente de todas las naciones”. Para obedecer
este mandato, muchas veces tenemos que hablar con
personas que piensan de manera muy distinta a no-
sotros, incluso con aquellas que no tienen ninguna
religión o no creen en la existencia de Dios. En el si-
guiente artículo, analizaremos cómo presentarles el
mensaje del Reino.
17. ¿Qué analizaremos en el siguiente artículo?
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DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES. Página 34: En un aeropuerto, un
hombre que sale de vacaciones se lleva un tratado de uno de nuestros
carritos. Después, mientras hace turismo, ve a otros Testigos en la pre-
dicación pública. Cuando regresa a su casa, unos publicadores lo
visitan. Página 38: El mismo hombre acepta un curso bíblico. Con el
tiempo, llena los requisitos para el bautismo.
¿CUÁL ES SU RESPUESTA?
˛ ¿Por qué es impor- ˛ ¿Quiénes contri- ˛ ¿Por qué debe-
tante hacer discí- buyen a hacer dis- mos ser pacien-
pulos? cípulos? tes al hacer discí-
pulos?
CANCIÓN 68
Sembremos semillas del Reino
ARTÍCULO
DE ESTUDIO 30
Cómo llegar
al corazón de quienes
no son religiosos
“Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que
de todos modos salve a algunos” (1 COR. 9:22).
CANCIÓN 82
Hagamos que brille nuestra luz
AVANCE
Nunca ha habido tantas personas no religiosas como hoy
día. Este artículo analiza cómo hablarles de la verdad y
cómo ayudarlas a creer en la Biblia y a tener fe en Jehová.
40
POR miles de años, la mayor parte de la humanidad tenía
una religión. Pero en décadas recientes ha ocurrido un
gran cambio. Cada vez hay más personas que no se con-
sideran religiosas.1 De hecho, en algunos países, la mayo-
ría de la gente afirma que no pertenece a ninguna reli-
gión2 (Mat. 24:12).
2 ¿Por qué hay cada vez más personas que no se consi-
deran religiosas? Algunas quizás solo se ocupen de disfru-
tar de la vida o de atender sus problemas (Luc. 8:14).
Otras se han hecho ateas. También hay quienes creen en
Dios, pero piensan que la religión es algo pasado de moda,
de poca importancia y que no está de acuerdo con la cien-
cia y la lógica. Tal vez oigan decir a quienes aparecen en
los medios de comunicación que la vida surgió por evolu-
ción, y también se lo oyen a sus maestros y a sus amigos.
Pero pocas veces escuchan razones lógicas para creer en
Dios. A otros les molesta ver que los líderes religiosos
JULIO DE 2019 41
tienen ansias de poder y dinero. Y, en algunos lugares, los
gobiernos imponen límites a las actividades religiosas.
3 Jesús nos mandó hacer “discípulos de gente de todas
las naciones” (Mat. 28:19). ¿Cómo podemos ayudar a
quienes no son religiosos a amar a Dios y ser discípulos de
Cristo? Debemos tener claro que la reacción de las perso-
nas a nuestro mensaje puede depender del lugar donde
crecieron. Por ejemplo, quienes se criaron en Europa qui-
zás no reaccionen como lo haría alguien de Asia. En Euro-
pa, muchas personas saben algo de la Biblia y han oído que
Dios creó todas las cosas. En cambio, en Asia, la mayoría
de las personas no saben nada o casi nada de la Biblia y
tal vez no acepten la idea de un Creador. El objetivo de
este artículo es ayudarnos a llegar al corazón de aquellos
a quienes predicamos, sin importar su origen o sus creen-
cias.
42 LA ATALAYA
5 Seamos amables y tengamos tacto. Muchas veces, las
personas responden bien a nuestro mensaje no por lo que
decimos, sino por cómo lo decimos. Les gusta que seamos
amables, que tengamos tacto y que demostremos interés
sincero. No las obligamos a escucharnos. Por el contra-
rio, tratamos de entender su opinión sobre la religión y
por qué piensan así. A algunos no les agrada hablar de re-
ligión con desconocidos. Hay quienes creen que es de
mala educación preguntarle a alguien lo que piensa acer-
ca de Dios. Y otros sienten vergüenza de que los vean le-
yendo la Biblia, sobre todo con un testigo de Jehová.
En cualquier caso, queremos respetar sus sentimientos
(2 Tim. 2:24, nota).
6 ¿Qué podemos hacer si nos parece que a alguien le de-
sagrada oírnos hablar de la Biblia, la creación, Dios o la
religión? Adaptemos nuestra conversación igual que hizo
el apóstol Pablo. Cuando predicó a los judíos, usó las Es-
crituras para razonar con ellos. Pero, cuando habló con
unos filósofos griegos en el Areópago, no hizo ninguna
referencia directa a ellas (Hech. 17:2, 3, 22-31). ¿Cómo
podemos copiar su ejemplo? Si hablamos con alguien que
no cree en la Biblia, quizás sea apropiado evitar cualquier
referencia directa a ella. Si pensamos que la persona
no quiere que la vean leyendo la Biblia con nosotros,
JULIO DE 2019 43
Adaptemos nuestra manera de
predicar cuando hablemos con
quienes no creen en la Biblia.
(Vea los párrafos 5 y 6).
44 LA ATALAYA
8 Nuestra meta es encontrar a las personas que mere-
cen escuchar nuestro mensaje (Mat. 10:11). Para lograr-
lo, debemos invitarlas a expresarse y escucharlas con
atención. Un hermano de Inglaterra les pregunta a las
personas qué piensan que hay que hacer para tener un
matrimonio feliz, educar a los hijos o hacer frente a las
injusticias. Después que la persona responde, él le pre-
gunta: “¿Qué le parece este consejo que se escribió hace
casi dos mil años?”. Entonces, sin mencionar la Biblia, le
muestra en su teléfono algunos textos apropiados.
JULIO DE 2019 45
de quién están aprendiendo. Me pareció muy interesante
que un poeta de la antigüedad preguntara si no puede oír
el que creó el oído y si no puede ver el que hizo el ojo. Lue-
go, el poeta añadió que quien hizo estas cosas es quien
imparte conocimiento al ser humano. Algunos científicos
han llegado a la misma conclusión” (Sal. 94:9, 10). Enton-
ces, podríamos enseñarle a la persona un video de jw.org˙
de la serie “Opiniones sobre el origen de la vida”, bajo la
sección “Entrevistas y experiencias” (vaya a PUBLICA-
CIONES ˛ VIDEOS). O tal vez podríamos ofrecerle el fo-
lleto ¿Es la vida obra de un Creador? o el folleto El origen de
la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis.
10 La mayoría de las personas desean que la vida en el
futuro sea mejor. Pero muchas temen que la Tierra sea
destruida o se vuelva inhabitable. Un superintendente
viajante de Noruega dice que quienes no quieren hablar
de Dios a menudo están dispuestos a conversar sobre las
condiciones mundiales. Después de saludar a una perso-
na, le pregunta: “¿Le parece que las cosas mejorarán en el
futuro? ¿De quién cree que depende? ¿De los políticos, de
los científicos o de alguien más?”. Tras escuchar con aten-
ción, lee o cita algún texto que hable de un futuro mara-
villoso. A algunos les llama la atención la promesa bíblica
de que la Tierra no será destruida y de que los buenos vi-
virán para siempre en ella (Sal. 37:29; Ecl. 1:4).
10. ¿De qué otra manera podemos iniciar una conversación con al-
guien que no quiere hablar de Dios?
46 LA ATALAYA
11 Hacemos bien en utilizar diferentes enfoques para
iniciar nuestras conversaciones. Cada persona es un mun-
do. Lo que atrae a una pudiera alejar a otra. Hay quienes
están dispuestos a conversar sobre Dios o la Biblia, pero
otros responden mejor si hablamos primero de otros te-
mas. Sea como sea, debemos aprovechar la oportunidad
para hablar a todo tipo de personas (lea Romanos 1:14-
16). Y nunca debemos perder de vista que es Jehová quien
hace crecer la verdad en el corazón de los que aman la jus-
ticia (1 Cor. 3:6, 7).
JULIO DE 2019 47
persona y luego, en un momento conveniente, contarle
cómo les benefició poner en práctica un principio bíblico
concreto.
13 Lo primero que atrae a muchas personas son los sa-
bios consejos de la Biblia (Ecl. 7:12). En Nueva York, una
hermana que visita a los que hablan chino mandarín cuen-
ta: “Me esfuerzo por interesarme en la gente y escuchar-
la. Si me entero de que acaban de llegar al país, les pre-
gunto cosas como qué tal les va, si ya han encontrado
trabajo y cómo los están tratando”. A veces, esto le abre la
puerta para tener una conversación bíblica. Cuando lo ve
apropiado, la hermana añade: “¿Cuál diría que es la clave
para que todos nos llevemos bien? ¿Me permite mostrarle
un proverbio de la Biblia? Dice: ‘El principio de la contien-
da es como alguien que da curso libre a las aguas; por eso,
antes que haya estallado la riña, retírate’. ¿Cree que este
consejo puede ayudarnos a llevarnos bien con otros?”
(Prov. 17:14). Este tipo de conversaciones pueden ayudar-
nos a saber quiénes nos recibirán con gusto una vez más.
14 ¿Qué podemos decirles a los que afirman que
no creen en Dios? Un hermano del Lejano Oriente
que tiene mucha experiencia predicando a personas que
no son religiosas explica: “Por lo general, cuando alguien
aquí dice que no cree en Dios quiere decir que no cree que
48 LA ATALAYA
haya que adorar a los dioses tradicionales. Normalmente
le digo que estoy de acuerdo con que la mayoría de los
dioses no son reales, sino que los ha hecho el hombre.
Suelo leerle Jeremías 16:20, que dice: ‘¿Puede el hombre
terrestre hacerse dioses cuando ellos no son dioses?’.
Luego, le pregunto cómo podemos distinguir a un dios
verdadero de los dioses que ha hecho el hombre. Escucho
con atención su respuesta y leo Isaías 41:23: ‘Informen
acerca de las cosas que han de venir después, para que se-
pamos que ustedes son dioses’. Después, le muestro algo
que predijo Jehová para el futuro”.
15 Veamos lo que hace un hermano del este de Asia
cuando vuelve a visitar a las personas. Él explica: “Les
muestro ejemplos de la sabiduría de la Biblia, de profecías
que se han cumplido y de leyes que rigen el universo. Des-
pués, los ayudo a ver cómo todo esto demuestra que hay
un Creador vivo e inteligente. Cuando la persona acepta
la posibilidad de que Dios exista, entonces empiezo a
mostrarle lo que la Biblia dice sobre Jehová”.
16 Cuando dirigimos cursos bíblicos con personas que
no son religiosas, debemos seguir fortaleciendo su fe en
que Dios existe (lea Hebreos 11:6). También tenemos que
ayudarlas a confiar en la Biblia. Para ello, tal vez sea ne-
cesario repetir ciertas enseñanzas muchas veces. En cada
sesión de estudio, quizás tengamos que examinar pruebas
JULIO DE 2019 49
de que la Biblia es la Palabra de Dios. Por ejemplo, pode-
mos analizar algunas profecías que se han cumplido, la
exactitud científica e histórica de la Biblia o sus sabios
consejos.
17
Cuando demostramos amor a las personas, sean reli-
giosas o no, las ayudamos a seguir a Cristo (1 Cor. 13:1).
Nuestra meta al enseñarles la verdad de la Biblia es que en-
tiendan que Dios nos ama y que desea que lo amemos. To-
dos los años, se bautizan miles de personas que antes no se
interesaban nada o casi nada por la religión pero que han
llegado a amar a Dios. Así que seamos positivos y demos-
tremos amor e interés sincero en toda clase de personas.
Escuchémoslas y tratemos de comprenderlas. Enseñémos-
les con nuestro ejemplo a seguir los pasos de Cristo.
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DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES. Página 44: Un hermano que trabaja
en un hospital le predica a un compañero, que más tarde consulta nues-
tro sitio de Internet, jw.org.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
˛ ¿Qué nos ayuda- ˛ ¿Cómo podemos ˛ ¿Por qué debemos
rá a no tener una llegar al corazón hablar de la verdad
actitud negativa de las personas con toda clase de
en el ministerio? que no son religio- personas?
sas?
CANCIÓN 76
Cuéntame lo que sientes
BIOGRAFÍA
Jehová me ha bendecido
mucho más de lo que
esperaba
RELATADA POR MANFRED TONAK
JULIO DE 2019 53
le dediqué mi vida a Jehová y en 1956 me bauticé junto
con mi padre y mi hermana. Pero no tardé en tener que
tomar otra importante decisión.
Durante años, supe que lo mejor que podía hacer
en la vida era ser precursor. Pero seguía dejándolo para
más adelante. Decidí que primero estudiaría en Berlín
para ser comerciante mayorista e importar y exportar
mercancías. Después, pensé que debía trabajar algún
tiempo en mi profesión para ganar experiencia. Así que
en 1961 acepté un trabajo en Hamburgo, la mayor ciu-
dad portuaria de Alemania. Cuanto más me implicaba en
el trabajo, mayor era mi deseo de aplazar el servicio de
tiempo completo. ¿Qué haría?
Le agradezco a Jehová que me pusiera en el camino a
hermanos cariñosos que me ayudaron a comprender que
el servicio a Dios era lo primero. Varios de mis amigos
se habían hecho precursores y me pusieron un magnífi-
co ejemplo. Además, el hermano Erich Mundt, que había
estado en un campo de concentración, me animó a con-
fiar en Jehová. Me dijo que, en el campo, los hermanos
que confiaron en sus propias fuerzas se debilitaron con
el tiempo. En cambio, los que pusieron toda su confian-
za en Jehová se mantuvieron fieles y llegaron a ser co-
lumnas en la congregación.
Por otro lado, el hermano Martin Poetzinger, que llegó
a servir en el Cuerpo Gobernante, siempre animaba a
los hermanos y les decía: “Nuestra posesión más valiosa
54 LA ATALAYA
es la valentía”. Tras reflexionar en estas palabras, renun-
cié a mi trabajo y empecé el precursorado en junio
de 1963. Fue la mejor decisión de mi vida. Dos meses
después, incluso antes de que empezara a buscar un
nuevo empleo, me invitaron a servir de precursor espe-
cial. Y, unos años más tarde, recibí la invitación para
asistir a la clase 44 de la Escuela de Galaad. Jehová me
había dado más de lo que esperaba.
UN LUGAR EXCELENTE
DONDE FORMAR MISIONEROS
Tras llegar a Kinsasa, estudiamos francés durante tres
meses. Luego, volamos al sur del país, hasta Lubumba-
shi (antes Elisabethville), cerca de la frontera con Zam-
bia. Nos instalamos en un hogar misional en el centro de
la ciudad.
Como en gran parte de Lubumbashi no se había predi-
cado nunca, nos emocionaba ser los primeros en llevar
la verdad a muchos de sus habitantes. En poco tiempo,
teníamos más cursos bíblicos de los que podíamos aten-
der. También predicamos a funcionarios del gobierno y
de la policía. Muchos mostraban un gran respeto por la
Palabra de Dios y por la predicación. Puesto que la gen-
te hablaba sobre todo suajili, Claude Lindsay y yo apren-
dimos también este idioma. Poco después, nos enviaron
a una congregación de habla suajili.
56 LA ATALAYA
Tuvimos experiencias maravillosas, pero también pa-
samos algunas dificultades. Muchas veces aguantamos
las acusaciones falsas de soldados armados que esta-
ban borrachos o de policías agresivos. En cierta ocasión,
un grupo de policías armados irrumpió en una reunión
que teníamos en el hogar misional y nos llevó a la co-
misaría. Allí, nos mantuvieron sentados en el suelo hasta
más o menos las diez de la noche y luego nos dejaron ir.
En 1969, me nombraron superintendente viajante.
En ese circuito descubrí lo que era la sabana africana
y me tocó caminar largas distancias a través de la male-
za por caminos llenos de barro. En una aldea, una galli-
na con sus pollitos dormía debajo de mi cama. Nunca
olvidaré el escandaloso cacareo con el que daba la bien-
venida a un nuevo día antes del amanecer. Por otro
lado, recuerdo con cariño las noches en las que me sen-
taba con los hermanos alrededor de una fogata para ha-
blar de las verdades de la Biblia.
Una de las situaciones más difíciles fue tratar con
los que apoyaban el movimiento Kitawala.1 Algunos
de estos falsos hermanos se habían infiltrado en las
JULIO DE 2019 57
A B C
MI SERVICIO EN KENIA
En 1974, me trasladaron a la sucursal de Nairobi
(Kenia). Había mucho que hacer, pues la sucursal
JULIO DE 2019 59
supervisaba la predicación en diez países cercanos, al-
gunos de los cuales habían prohibido nuestra obra.
Me enviaban a menudo a visitar estos países, sobre todo
Etiopía. Allí, nuestros hermanos sufrían persecución y
aguantaban pruebas duras. Muchos de ellos recibieron
tratos crueles y fueron encarcelados; a algunos incluso
los mataron. Pero se mantuvieron fieles porque tenían
una buena relación con Jehová y entre sí.
En 1980, ocurrió algo maravilloso en mi vida: me casé
con Gail Matheson, de Canadá. Estuvimos en la misma
clase de Galaad y mantuvimos el contacto por carta. Ella
era misionera en Bolivia. Después de doce años, nos en-
contramos en Nueva York, y al poco tiempo nos casamos
en Kenia. Le agradezco mucho a Gail que siempre vea
las cosas de manera espiritual y que esté satisfecha con
lo que tiene. Sigue siendo mi leal y querida compañera.
En 1986, empecé a servir de superintendente viajante
a la vez que era miembro del Comité de Sucursal. Gail y
yo visitábamos congregaciones de muchos de los países
que supervisaba la sucursal de Kenia.
Guardo muy buenos recuerdos de los preparativos
de una asamblea en Asmara (Eritrea) en 1992, cuando
nuestra obra no estaba proscrita en la zona. Lamenta-
blemente, solo encontramos un granero que estaba in-
cluso peor por dentro que por fuera. Pero el día de la
asamblea quedé sorprendido al ver que los hermanos lo
habían transformado en un lugar digno para adorar a
60 LA ATALAYA
Jehová. Muchas familias llevaron telas decorativas y con
mucha habilidad taparon todo lo que no tenía una buena
apariencia. Disfrutamos de una asamblea emocionante y
feliz, a la que asistieron 1.279 personas.
Cuando visitábamos las congregaciones, nos alojába-
mos en lugares muy diferentes, y esto presentaba algu-
nas dificultades. Podíamos estar en una lujosa zona
para huéspedes de una mansión al lado del mar y en
otra ocasión alojarnos en una choza de metal en un
campo de trabajadores con los baños a más de 100 me-
tros (300 pies) de distancia. Pero, sin importar dónde
sirviéramos, lo que más recordamos son los ajetreados
días que pasábamos predicando con los entusiastas
precursores y publicadores. Cuando recibimos un cam-
bio de asignación, tuvimos que decir adiós a un gran nú-
mero de amigos queridos a quienes extrañaríamos mu-
chísimo.
RECIBIMOS BENDICIONES
EN ETIOPÍA
Entre los años 1987 y 1992, nuestra obra recibió
reconocimiento legal en varios de los países que super-
visaba la sucursal de Kenia. Así que se abrieron oficinas
sucursales y de país. En 1993, nos destinaron a la ofici-
na de Adís Abeba (Etiopía). En este país, la obra se ha-
bía efectuado en secreto durante décadas, pero ahora
era legal.
JULIO DE 2019 61
Jehová ha bendecido la predicación en Etiopía. Mu-
chos hermanos se han hecho precursores. Desde el
2012, cada año, más del 20 % de todos los publicadores
han sido precursores regulares. Además, las escuelas
teocráticas han suministrado la capacitación que se ne-
cesitaba, y se han construido más de ciento veinte Sa-
lones del Reino. En el año 2004, la familia Betel se
trasladó a unas nuevas instalaciones. En esa misma pro-
piedad, hay un Salón de Asambleas que también ha be-
neficiado a todos los hermanos.
A lo largo de los años, Gail y yo hemos hecho amista-
des muy estrechas con los hermanos de Etiopía. Su cari-
ño y su amabilidad nos llegaron al corazón. Lamentable-
mente, hace poco nos enviaron a la sucursal de Europa
central debido a problemas de salud. Allí nos cuidan con
cariño, pero extrañamos mucho a nuestros queridos her-
manos de Etiopía.
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Art ículo de estudio 27 (del 2 al 8 de septiembre) 2
Preparémonos ahora para la persecución
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Art ículo de estudio 28 (del 9 al 15 de septiembre) 15
Sigamos sirviendo a Jehová en medio
de la proscripción
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Art ículo de estudio 29 (del 16 al 22 de septiembre) 28
“Vayan [...] y hagan discípulos”
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Art ículo de estudio 30 (del 23 al 29 de septiembre) 40
Cómo llegar al corazón
de quienes no son religiosos
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BIOGRAF ÍA 51
Jehová me ha bendecido mucho más
de lo que esperaba
s
The Watchtower (ISSN 0043-1087) July 2019 is published by Watch-
tower Bible and Tract Society of New York, Inc.; L . Weaver, Jr., President;
G. F. Simonis, Secretary-Treasurer; 1000 Red Mills Road, Wallkill, NY 12589-3299.
wlp19.07-S
´ ˜
La Atalaya ( julio de 2019) es una publicaci on editada en Espa na por
190401
´ ´
Testigos Cristianos de Jehova, Ctra. Torrejon-Ajalvir, km. 5, 28864 Ajalvir (Madrid).
˜
˘ 2019 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. Hecho en Espana.