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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN

Carrera: Enfermería
Asignatura: Psicología General
Prof. Rodrigo Yáñez

EJERCICIO TEORÍAS HUMANISTAS.

INSTRUCCIONES: Lea cuidadosamente el texto que se presenta y responda la pregunta que se presenta al
final.

Los dos grandes expositores son Abraham Maslow y Carl Rogers. La teoría humanista no esta de acuerdo con
Freud porque considera que nuestra vida no es simplemente una crisis de conflictos y que tenemos que vivir
necesariamente nuestro pasado. Rogers no llama pacientes a quienes el trataba sino clientes para que
desapareciera el concepto de enfermedad. El hombre es un ser motivado para progresar. Lo mismo que la planta
y el animal tiene un enorme potencial y cuando él intenta hacer algo es que realmente puede hacerlo. Así
cuando el niño intenta bajarse de la cama, cantar, bailar, etc., es que tiene dichas capacidades para realizarlo. A
este impulso para realizar algo lo llamó “Tendencia a la Autorrealización”. Todo ser humano tiene una
autoimagen o concepto de sí mismo y cuando este concepto coincide con sus metas logradas diremos que es una
persona plena. Sin embargo muchas veces las personas más cercanas a nosotros como son nuestros padres nos
etiquetan negativamente y nuestro autoestima se devalúa y nos obliga a alcanzar un “afecto positivo
condicional”, esto quiere decir que si quieres que te quiera deberás portarte bien. De esta manera, la
autoimagen suele ser bastante negativa.

La capacidad que tiene el ser humano para progresar como persona forma parte de su bagaje natural, no es el
resultado de ninguna educación o aprendizaje. La terminología de Rogers denomina a esta capacidad "tendencia
a la actualización de sí mismo" y se traduce en la disposición innata a conservar y enriquecer el propio YO.

Pero el proceso de convertirse en persona la conquista de la identidad personal, constituye un largo aprendizaje
que depende, en gran medida, de lo que ocurra entre el niño y las personas encargadas de educarle.

La experiencia de sí y la autoimagen.

'La tendencia a la actualización de sí' desemboca muy pronto en la necesidad que el niño siente de valorar los
datos de la propia experiencia. En seguida empieza a conceder un valor positivo a las experiencias que percibe
como favorables a la conservación y expansión de sí, y un valor negativo a aquellas otras que percibe como
contrarias.

El conjunto de experiencias referidas a sí mismo le ayudan a comprenderse y constituyen la 'experiencia de sí' o


'autoimagen', a saber, la manera peculiar con que aprende a sentirse y percibirse.

Esta 'autoimagen' queda precozmente influenciada por la opinión que los demás manifiestan sobre él. La
original individualidad del niño queda amenazada por estos juicios, y, en lugar de percibirse tal como es,
empieza a colocarse la 'máscara' de lo que los demás piensan o dicen de su persona.

El niño construye su imagen o concepto de sí a partir de las palabras, los gestos y el trato que recibe de las
personas queridas, como los padres, familiares, maestros... Por pequeño que sea, es muy sensible a las
experiencias que recibe del ambiente. Sabe muy bien cuándo se le coge con cariño o con los brazos tensos por
el nerviosismo; es capaz de diferenciar muy bien la afabilidad de una sonrisa de la hostilidad de un ceño
fruncido; sabe también percibir la bondad de una mirada y el calor del tono de voz lo mismo que el enojo de un
grito...
De este modo aprende a referir a sí mismo el conjunto de mensajes verbales y no verbales que recibe de los
otros.

Sí te dicen 'eres muy malo', 'no haces nada bien', '¡qué inútil eres!', 'no hay quien te aguante'... y otras cosas por
el estilo, acabará adoptando una imagen de si negativa. Este conjunto de mensajes que el niño recibe sobre sí,
al que nosotros hemos llamado 'autoimagen', es lo que el niño denomina YO. Cuanto más pequeño sea el niño,
tanto mayor es la importancia que concede a las personas que le rodean. Para él son infalibles, y tal como le
juzguen, así se creerá que es.

La Necesidad de estima.

Con el desarrollo de la 'autoimagen' el niño experimenta también una creciente necesidad de estima. Sentirse
estimado es percibirse a sí mismo como causa de una experiencia positiva en personas distintas de él.

Una característica de esta necesidad de estima es la difusividad: sí el niño se siente estimado por un aspecto de
su conducta, se siente al mismo tiempo estimado por toda su persona, y lo mismo se diga cuando el niño se
siente rechazado o valorado negativamente.

Al principio, el niño interioriza todas las valoraciones que los demás hacen de él; pero, dado que hay
valoraciones satisfactorias junto a otras que son frustrantes, en seguida surge la necesidad de contar sólo con
valoraciones positivas de sí mismo.

Sentirse a gusto consigo mismo, saberse importante en la consideración de un ser querido, considerarse capaz
de logros valiosos, tener un alto nivel de competencia.... todos estos sentimientos constituyen, en conjunto, el
sentimiento básico de la AUTOESTIMA.

Aunque concepto de sí y autoestima no son equivalentes, sin embargo se encuentran estrechamente


relacionados. La autoestima aumenta cuando el niño realiza un determinado concepto de sí. Por ejemplo,
cuando se considera un buen deportista y logra el gol de la victoria, cuando cree que dibuja bien y le alaban un
dibujó, cuando le gustan las matemáticas y obtiene en ellas la calificación más alta.... entonces se refuerza su
autoestima.

De esta manera, la autoestima se va convirtiendo en el motor del comportamiento: Esforzándose en alcanzar


cada vez mayores satisfacciones y sentirse a gusto consigo mismo. Reforzando la propia imagen, tal como hace
un niño que, considerándose 'buen estudiante', tratará de no defraudarse a sí mismo estudiando con más ahínco.

Los niños con un buen nivel de autoestima se caracterizan en su conducta por la coherencia entre los
sentimientos positivos profundamente arraigados las acciones con que tratan de responder a ellos.

Pero también los niños con un concepto negativo de sí y un bajo nivel de autoestima lo reflejan en su
comportamiento ufanándose de sus rasgos negativos como si fueran algo valioso. Así sucede, por ejemplo, en
casos como el del 'payaso de la clase', el 'matón', el 'tonto' , el 'charlatán'... Lo peor es que los juicios que se
emiten sobre su conducta pueden reafirmarle en ella, al reforzar su autoimagen negativa.

En definitiva, de la necesidad de sentirse estimado nace la necesidad de estimarse, y de valorarse positivamente


nace la AUTOESTIMA.

En resumen : ¿Que es la Autoestima?

La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros,
del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Esta se aprende,
cambia y la podemos mejorar. Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo
nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etcétera y las experiencias que vamos
adquiriendo.

PREGUNTA PARA LA REFLEXIÓN:

¿Cuáles pueden ser las formas más importantes para reforzar la autoestima en las
personas?

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