Está en la página 1de 1

Carta a una madre

Madre, no existe en el mundo alguien como tú. Podría decirte mil


cosas sobre lo que siento por ti, de la conexión que tenemos cuando
con solo una mirada sabes lo que me pasa y lo que quiero, que con
solo una caricia puedes tranquilizar mil tormentas.

Lamento cuando no he seguido tus consejos y no he comprendido que


tú has luchado cada día por mi felicidad y que si me pides algo es
porque quieres mi bienestar. Sé que me he quejado muchas veces de
lo que no tengo, pero ahora me toca agradecer la enorme bendición
que es poder tenerte a mi lado.

Gracias por compartir conmigo tu conocimiento y experiencia, por tus


desvelos y lágrimas; gracias por haber estado conmigo en mis
momentos más oscuros y llenos de dolor. Tú fuiste la luz en mi camino
y siempre supe que podía contar contigo en cualquier momento.
Gracias, porque sé que no existe un amor tan profundo y tan
verdadero, que nunca nadie me va a transmitir esa paz y tranquilidad
como cuando tomas mi mano.

Gracias por la risa y los regaños, por tener esa paciencia para soportar
mis enojos; por enseñarme lo que son la fortaleza y el temple. Madre,
gracias por ser mi ejemplo, porque, aunque en muchas ocasiones te
has derrumbado por amor a mí te has levantado y has continuado
luchando, y eso me da la seguridad de que yo también puedo hacerlo.

Tu ejemplo ha sido todo para mí y sé que aunque no llegue a ser lo


que tú siempre soñaste, siempre te sentirás orgullosa de mí, porque
eres la persona que mejor me conoce y me acepta tal como soy. Sé
que si me has exigido algo ha sido para empujarme a crecer y ser
mejor cada día.

Te amo mama gracias

También podría gustarte