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¿Qué es la intensidad energética?

La intensidad energética es un indicador de la eficiencia energética de una economía. Se calcula


como la relación entre la demanda o consumo energético (E) y el producto interior bruto (PIB) de
un país:
𝐸
𝐼=
𝑃𝐼𝐵
Se interpreta como "se necesitan x unidades de energía para producir 1 unidad de riqueza". Así,

- Intensidad energética elevada: indica un coste alto en la "conversión" de energía en


riqueza (se trata de una economía energéticamente voraz). Se consume mucha energía
obteniendo un PIB bajo.
- Intensidad energética baja: indica un coste bajo. Se consume poca energía, obteniendo un
PIB alto.

El uso de energía es la base para el desarrollo social y económico de los países. No obstante, su
generación, basada predominantemente en el uso de los combustibles fósiles, genera impactos
ambientales como la contaminación atmosférica y la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
El uso de energía por cada peso del producto interno bruto (PIB), también conocido como intensidad
energética, vincula el consumo de energía con el desarrollo económico. Actualmente se considera
que desacoplar el desarrollo económico del uso de energía, y en particular de la que se obtiene a
partir de los combustibles fósiles, es esencial para alcanzar el desarrollo sustentable. El indicador
mide la energía requerida para producir un peso de producto interno bruto.
Elasticidad ingreso de la energía.

La elasticidad del consumo eléctrico.

La elasticidad precio demanda de la energía eléctrica corresponde a un índice que explica como
varía porcentualmente la demanda de electricidad frente a pequeñas variaciones porcentuales del
precio de ésta, antiguamente se ha considerado que los consumidores de energía eléctrica tienen
una relación inelástica frente al consumo, es decir, que no hay cambios de consumo al existir
cambios en el precio.

Otro índice corresponde a la elasticidad ingreso, la cual relaciona el porcentaje de consumo de


electricidad con cambios porcentuales del ingreso de los consumidores. Ambos índices nos permiten
modelar a los consumidores como entes sensibles al valor de la energía eléctrica, situación que ha
sido comprobada empíricamente en situaciones de largas crisis como la sucedida en Brasil.

Por esta razón la forma de ver a los consumidores ha cambiado desde un consumidor inelástico a
uno que responde a las variaciones de precio de la energía, debido a este cambio se han buscado
distintas formas y desarrollado métodos para medir la elasticidad y así predecir de alguna forma el
comportamiento de los consumidores frente a distintos escenarios, de modo de evitar que en
épocas de crisis, en donde falta la energía o potencia, se realice un racionamiento, que es la forma
más cara para la sociedad de enfrentar un desabastecimiento de energía eléctrica.

Donde σ corresponde a la elasticidad de sustitución, Qp es la cantidad de energía consumida en un


peack, Q0 es la cantidad consumida fuera del peack, Pp y P0 corresponden a los precios en peack y
fuera de los peack respectivamente.

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