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DELITO A TRATAR:
LESIONES
DERECHO PENAL II
INTRODUCCIÓN
El capítulo II del Libro Segundo del Código Penal abarca la tipificación de todos los delitos
de lesiones.
Artículos:
Art 90: “Se impondrá reclusión o prisión de uno (1) a seis (6) años, si la lesión produjere una
debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una
dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le
hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una
deformación permanente del rostro.”
Art. 91: “Se impondrá reclusión o prisión de tres (3) a diez (10) años, si la lesión produjere
una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la inutilidad
permanente para el trabajo, la pérdida de un sentido, de un órgano, de un miembro, del
uso de un órgano o miembro, de la palabra o de la capacidad de engendrar o concebir”.
Art. 92: “Si concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en el artículo 80, la pena
será: en el caso del artículo 89, de seis meses a dos años; en el caso del artículo 90, de tres
a diez años; y en el caso del artículo 91, de tres a quince años.”
Art. 93: “Si concurriere la circunstancia enunciada en el inciso 1º letra a) del artículo 81, la
pena será: en el caso del artículo 89, de quince días a seis meses; en el caso del artículo 90,
de seis meses a tres años; y en el caso del artículo 91, de uno a cuatro años.”
Art. 94: “Se impondrá prisión de un (1) mes a tres (3) años o multa de mil (1.000) a quince
mil (15.000) pesos e inhabilitación especial por uno (1) a cuatro (4) años, el que por
imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión, o por inobservancia de los
reglamentos o deberes a su cargo, causare a otro un daño en el cuerpo o en la salud.
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Si las lesiones fueran de las descriptas en los artículos 90 o 91 y fueren más de una las
víctimas lesionadas, el mínimo de la pena prevista en el primer párrafo, será de seis (6)
meses o multa de tres mil (3.000) pesos e inhabilitación especial por dieciocho (18) meses.”
Art. 94 bis: “Será reprimido con prisión de uno (1) a tres (3) años e inhabilitación especial
por dos (2) a cuatro (4) años, si las lesiones de los artículos 90 o 91 fueran ocasionadas por
la conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo con motor.
La pena será de dos (2) a cuatro (4) años de prisión si se verificase alguna de las
circunstancias previstas en el párrafo anterior y el conductor se diese a la fuga, o no
intentaré socorrer a la víctima siempre y cuando no incurriera en la conducta prevista en el
artículo 106, o estuviese bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel de alcoholemia
igual o superior a quinientos (500) miligramos por litro de sangre en el caso de conductores
de transporte público o un (1) gramo por litro de sangre en los demás casos, o estuviese
conduciendo en exceso de velocidad de más de treinta (30) kilómetros por encima de la
máxima permitida en el lugar del hecho, o si condujese estando inhabilitado para hacerlo
por autoridad competente, o violare la señalización del semáforo o las señales de tránsito
que indican el sentido de circulación vehicular, o cuando se dieren las circunstancias
previstas en el artículo 193 bis, o con culpa temeraria, o cuando fueren más de una las
víctimas lesionadas.”
El bien jurídico protegido es, conforme señala tradicionalmente desde la dogmática el
profesor Sebastián Soler, la incolumidad de la persona. Es la integridad corporal y la salud
de la persona lo que se tutela, ya que no solo se protege el cuerpo sino la salud del
individuo. Esto implica una protección ampliada de los aspectos anatómicos y fisiológicos
del individuo, abarcando tanto la salud física como la psíquica.
Definición
Para la Real Academia Española, es un daño o detrimento corporal causado por una herida,
un golpe o una enfermedad, o bien, se refiere a la lesión como el delito consistente en
causar un daño físico o psíquico a alguien.
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LESIONES LEVES
El Art. 89 prevé: “Se impondrá prisión de un (1) mes a un (1) año, al que causare a otro, en
el cuerpo o en la salud, un daño que no esté previsto en otra disposición de este Código”.
El daño en el cuerpo es toda alteración en la estructura interna (afectación de órganos y
tejidos) o externa (cortaduras visibles, mutilaciones, contusiones, quemaduras, manchas,
pigmentación de la piel, etc.) del sujeto pasivo.
En cuanto al daño en la salud, es toda alteración funcional que afecta el equilibrio funcional
que opera en el organismo de cada individuo, puede ser general o parcial, pudiendo dañar
tanto el área de la salud fisica como psiquica del sujeto pasivo (p. ej. contagio de una
enfermedad, desmayos, vómitos, etc.).
La doctrina requiere que la lesión se trate de una situación funcional de cierta duración ,
porque considera que una simple percepción desagradable no basta para menoscabar la
salud como estado de equilibrio (Soler), otros consideran que hasta la sensación pasajera
de malestar o molestia constituye lesión (Nuñez).
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LESIONES GRAVES
El art 90 establece: “Se impondrá reclusión o prisión de uno (1) a seis (6) años, si la lesión
produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un
miembro o una dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida
del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado
una deformación permanente del rostro.”
Los dos conceptos fundamentales que destacan en la figura son: el de debilitamiento y el de
permanencia. El debilitamiento alude a una disminución funcional, en relación al estado
anterior que gozaba esa persona, viéndose así disminuida la capacidad de acción o de
resistencia. La permanencia importa la imposibilidad de una rápida cura o restauración,
debiendo la misma persistir un tiempo considerable sin ser necesario que se trate de algo
perpetuo o definitivo.
1. Debilitación permanente de la salud: se la define como el estado de disminución de la
capacidad orgánica funcional del individuo, traducida en la pérdida de vigor o de
poder de resistencia.
2. Debilitación permanente de un sentido: consiste en la disminución de la capacidad
sensorial de un órgano. (Nuñez)
3. Debilitación permanente de un órgano: es la disminución de su capacidad funcional
activa o pasiva. Cabe aclarar, que cuando la ley habla de un órgano, lo hace no en
sentido funcional/anatómico sino estrictamente funcional.
4. Debilitación permanente de un miembro: cualquiera de las extremidades del ser
humano, articuladas con el tronco, es decir, los miembros superiores (brazos), y los
miembros inferiores (piernas), cuya debilitación consiste en la pérdida parcial de su
capacidad funcional debida al daño de su anatomía o de su capacidad de servicio.
5. Dificultad permanente de la palabra: son los inconvenientes (tanto de la
pronunciación como de la coordinación entre pensamientos y su expresión oral)
mentales o mecánicos para servirse de la palabra, derivados de la lesión de centros
cerebrales o del mecanismo de la palabra o de causa psíquica emocional.
6. Peligro para la vida del ofendido: consiste en la situación de efectivo e inminente
peligro de morir, que corre la víctima a causa de la lesión recibida, no se trata del
peligro potencial o posible, sino del peligro realmente corrido a consecuencia de
ello. (Núñez)
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7. Inutilidad para el trabajo por más de un mes: se refleja en la imposibilidad o inutilidad
sufrida por la víctima para realizar sus actividades laborales habituales o bien sea
cualquier otro trabajo.
8. Deformación permanente en el rostro: es la desfiguración, aunque no sea repugnante
o grosera del rostro o de una de las partes, en forma que llame la atención por el
sentido antiestético de la nueva fisonomía. (Núñez)
LESIONES GRAVÍSIMAS
El art. 91 prevé: “Se impondrá reclusión o prisión de tres (3) a diez (10) años, si la lesión
produjere una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la
inutilidad permanente para el trabajo, la pérdida de un sentido, de un órgano, de un
miembro, del uso de un órgano o miembro, de la palabra o de la capacidad de engendrar o
concebir”.
1. Enfermedad mental o corporal cierta o probablemente incurable: debe haber un
proceso patológico que no haya cesado, aunque pueda haber sido paralizado en
orden a su agravamiento. La enfermedad es cierta o probablemente incurable
cuando la víctima no podrá volver a gozar de salud (afectación irreversible)
exigiendo un pronóstico de incurabilidad de absoluta certeza o de probabilidad muy
grande.
2. Inutilidad permanente para el trabajo: debe ser de por vida, y debe existir un
diagnóstico que establezca que la víctima no podrá volver a trabajar. Núñez
sostiene que alcanza con que la inutilidad sea por tiempo duradero aunque no de
por vida.
3. Pérdida de un sentido, órgano o miembro: se la define como una privación funcional
absoluta, que se origina en una pérdida anatómica o se manifiesta en la ausencia de
toda efectividad funcional. La pérdida de un miembro, configura lesión gravísima
aunque la función siga siendo desempeñada por el otro.
4. Pérdida de la palabra: se trata de la pérdida absoluta de la posibilidad de darse a
entender por medio de la palabra siendo indiferente que se conserve la facultad de
emitir sonidos pero sin posibilidad de articular. (Nuñez)
5. Pérdida de la capacidad de engendrar o concebir: la ley hace alusión a los casos en
que la lesión produce, por cualquier medio, incapacidad a los fines reproductivos
(esterilidad).
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Caracteres comunes de los tres tipos dolosos de lesión (leve, grave, gravísima)
➔ Se trata de un delito de resultado material e instantáneo, por lo que debe existir una
relación de causalidad entre la acción de lesionar y el resultado dañoso obtenido,
pudiendo cometerse por acción o por omisión (impropia: en posición de garante
respecto de la evitación del resultado).
➔ El delito se consuma al producirse el efectivo daño en el cuerpo o en la salud de la
víctima, siendo admisible la tentativa.
➔ Al ser un tipo resultativo, el medio empleado por el agente para cometer el delito
será indiferente, pudiendo tratarse estos de medios físicos (como el uso de un
elemento contundente o del propio cuerpo) o medios morales (p. ej. mensajes
falsos).
➔ El tipo subjetivo en los delitos de lesiones de los arts. 89 al 93 requiere dolo en
cualquiera de sus formas (directo, indirecto o eventual), pudiendo presentar
singularidades que conlleven a situaciones particulares:
a) que el obrar esté encaminado a cometer lesiones graves o gravísimas, pero que el
resultado dañoso quede comprendido en la figura de lesiones leves. En tal
supuesto, el autor deberá responder por lesiones graves o gravísimas en grado de
tentativa;
b) que el autor quiera cometer lesiones leves no previendo la posibilidad de ocasionar
una lesión más grave, que se produce efectivamente, que se produce
efectivamente. Para algunos autores (Soler), este último caso se debe resolver por
medio del concurso ideal entre la figura de lesión leve dolosa y la lesión culposa,
mientras que para otra parte de la doctrina (Creus) dicha solución sería inaceptable
por cuanto, frente a una misma consecuencia, se estaría imputando por doble título
-dolo y culpa-. Para otros (Núñez), en tales supuestos deben aplicarse los principios
del dolo eventual, quedando la responsabilidad acotada a la propia lesión leve
dolosa.
➔ El sujeto activo de este delito puede ser cualquier persona, por lo que nos
encontramos frente a un tipo común. (Donna nos remarca que debe tratarse de un
ser humano distinto del que sufre la lesión, ya que la autolesión no es punible).
➔ El sujeto pasivo también puede ser cualquier persona, desde su nacimiento y
mientras tenga vida. Conforme lo sostienen la mayoría de los tratadista (Soler,
Núñez), el feto nunca puede ser sujeto pasivo de este delito, por lo que en caso de
producirsele lesiones estas no son típicas, pudiendo ser alcanzadas por la figura de
la tentativa de aborto. Otros autores (Creus), adoptan una postura contraria a la
expuesta.
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LESIONES CALIFICADAS
El art. 92 establece: “Si concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en el artículo
80, la pena será: en el caso del artículo 89, de seis meses a dos años; en el caso del artículo
90, de tres a diez años; y en el caso del artículo 91, de tres a quince años.”
Las causas que agravan este delito son las misma que en el caso de homicidio.
Art 80. Se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua, pudiendo aplicarse lo dispuesto
en el artículo 52, al que matare:
1. A su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien
mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia.
2. Con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso.
3. Por precio o promesa remuneratoria.
4. Por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual,
identidad de género o su expresión.
5. Por un medio idóneo para crear un peligro común.
6. Con el concurso premeditado de dos o más personas.
7. Para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus
resultados o procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin
propuesto al intentar otro delito.
8. A un miembro de las fuerzas de seguridad pública, policiales o penitenciarias, por
su función, cargo o condición.
9. Abusando de su función o cargo, cuando fuere miembro integrante de las fuerzas
de seguridad, policiales o del servicio penitenciario.
10. A su superior militar frente a enemigo o tropa formada con armas.
11. A una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de
género.
12. Con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha
mantenido una relación en los términos del inciso 1°.
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LESIONES ATENUADAS
El art. 93 establece: “Si concurriere la circunstancia enunciada en el inciso 1º letra a) del
artículo 81, la pena será: en el caso del artículo 89, de quince días a seis meses; en el caso
del artículo 90, de seis meses a tres años; y en el caso del artículo 91, de uno a cuatro
años.”
LESIONES CULPOSAS
Si las lesiones fueran de las descriptas en los artículos 90 o 91 y fueren más de una las
víctimas lesionadas, el mínimo de la pena prevista en el primer párrafo, será de seis (6)
meses o multa de tres mil (3.000) pesos e inhabilitación especial por dieciocho (18) meses.”
La conducta desplegada será culposa si el autor por imprudencia, negligencia, por
impericia, o por inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo, causare a otro un
daño en el cuerpo o en la salud, cualquiera sea su gravedad.
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FALLO DE JURISPRUDENCIA
S. 95 - "LEMOS, Claudio Marcelo p.s.a. Lesiones gravísimas, etc. -Recurso de Casación-" – TSJ
DE CORDOBA – SALA PENAL - 28/09/2004
DATOS
S. 95 - "LEMOS, Claudio Marcelo p.s.a. Lesiones gravísimas, etc. -Recurso de Casación-" – TSJ
DE CORDOBA – SALA PENAL - 28/09/2004
SUMARIOS
LESIONES GRAVÍSIMAS (art. 91 C.P.). Pérdida anatómica de un órgano: EXTIRPACIÓN DEL
BAZO.-
2. Con respecto a la figura de "lesiones gravísimas" (art. 91 C.P.), la extensión del concepto
legal de órgano atrapa tanto a la pieza anatómica que realiza autónomamente una función,
como al conjunto de órganos que la cumplen. Este último supuesto debe entenderse sólo
para los casos de funciones que son cumplidas por órganos compuestos, que no son
únicos. Contrariamente, en aquellos órganos anatómicamente únicos, como el bazo, que
contribuye a una función común con otros distintos, la extirpación de esa pieza anatómica
da lugar a la lesión gravísima.
TEXTO COMPLETO
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con asistencia de los señores Vocales doctores Aída Tarditti y Luis Enrique Rubio, a los fines
de dictar sentencia en los autos "LEMOS, Claudio Marcelo p.s.a. Lesiones gravísimas, etc.
-Recurso de Casación-" (Expte. "L", 2/03); con motivo del recurso de casación interpuesto
por el doctor Diego Alberto Albornoz en favor del imputado Claudio Marcelo Lemos, en
contra de la sentencia número cincuenta, dictada el cinco de diciembre de dos mil dos por
la Cámara Sexta en lo Criminal de esta ciudad.-
Abierto el acto por la Sra. Presidente, se informa que las cuestiones a resolver son las
siguientes:
A LA PRIMER CUESTIÓN:
I. Por sentencia nº 50, del 5 de diciembre de 2002, la Cámara en lo Criminal de Segunda
Nominación de esta ciudad de Córdoba, ha resuelto: declarar que Claudio Marcelo Lemos,
es autor de lesiones gravísimas agravadas por uso de arma de fuego en los términos de los
arts. 91 y 41 bis del C.P., e imponer la pena de cuatro años de prisión, con trabajo
obligatorio, adicionales de ley y costas (arts. 9, 12, 40 y 41 del C.P., 550/551 C.P.P.).-
II. El Dr. Diego Alberto Albornoz, interpone el presente recurso de casación en contra de la
mencionada sentencia, y a favor de Claudio Marcelo Lemos, con invocación del inciso
primero del art. 468 C.P.P., por inobservancia o errónea aplicación del art. 90 del C.P. Para
el recurrente, la plataforma fáctica fijada por el a quo no configura el delito de lesiones
gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego (art. 91 y 41 bis del C.P.) que se le
enrostra y sí el lesiones graves agravadas en el mismo tenor (art. 90 y 41 bis del C.P.).-
11
doctrina, el concepto de órgano, en el sentido de la ley, no es anatómico sino funcional, y
según el recurrente, el tribunal a quo lo ha interpretado en el primer sentido.-
El bazo es una víscera abdominal integrante del sistema linfático, cuya función principal, al
igual que los demás órganos linfoides, es la de producir glóbulos blancos, rojos,
destrucción de ellos cuando llegan a su vida útil, reservorio de sangre, cierta incidencia en
la eliminación de células tumorales, pero esto último no es sólo función de él como lo
sostiene el voto de la Sala, también la realizan los otros componentes del sistema.
Científicamente, es válido sostenerse que, aún en caso de extirpación, su función puede se
suplida por los demás órganos linfoides, razón por la cual no cabe hablar de “pérdida de
órgano en sentido funcional”, sino de un debilitamiento de la misma. Por esta cuestión se
define el tema: “la expresión órgano es empleada en sentido funcional y no puramente
anatómico en el código de fondo”. En abono de su postura cita doctrina médico legal, que
expresan que es erróneo sostener que el bazo cumple funciones excluyentes, ya que aún
extirpado, los otros órganos cumplen sustituyendo su principal función: la hemática,
produciendo así una disminución, pero no una pérdida de la función. Además -sostiene la
doctrina- que este órgano no es indispensable para la vida, ya que sus funciones, en su casi
totalidad, en caso de extirpación, son realizadas por el sistema reticuloendotelial, pero se
han observado serias deficiencias contra algunas infecciones después aquélla. Con lo cual
su pérdida produce una disminución de funciones en el sistema que integra.-
A su juicio, entiende que no es acertado el reproche que el Tribunal de mérito le hace, en
cuanto a que no ha interpretado correctamente a Núñez, y para su demostración
transcribe el fragmento pertinente de este autor.-
En definitiva, sostiene que la conducta de su asistido debió encuadrarse en las previsiones
del art. 90 y 41 bis del C.P., y en consecuencia solicita una reducción proporcional de la
pena impuesta.-
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III.1. El Tribunal de mérito al establecer la plataforma fáctica, estableció que con fecha 18
de enero de 2002, siendo aproximadamente las 12:30 hs., en circunstancias que Marcelo
Fabián Molina se encontraba junto a Jesús Alberto Novillo en la vereda del domicilio sito en
calle Gregorio Lemos nº 5019 de Bº Renacimiento, de esta ciudad, se hizo presente el
imputado Claudio Marcelo Lemos y se generó una discusión entre él y Molina por
cuestiones del momento, por lo que éste último decide retirarse del lugar a bordo de su
bicicleta. Ocasión que es seguido por el imputado Lemos, quien lo apuntó a Molina con un
revólver, probablemente calibre “22”, por lo que éste se baja de la bicicleta, y le agarra la
mano con la que Lemos sostenía el arma, comenzando un forcejeo entre ellos y Lemos le
efectuó dos disparos a Molina hiriéndole en el costado izquierdo a la altura de la cintura y
el encartado nuevamente efectuó otro tiro que le impactó en la pierna izquierda, siendo
separados por Novillo quien condujo a Molina al hospital, el que sufrió las siguientes
lesiones: herida de arma de fuego en región hemitórax inferior izquierdo, en región de
espalda, superficial. Herida de arma de fuego en muslo izquierdo, región posterior, sin
orificio de salida. Lesión diafragmática, lesión gástrica, lesión pancreática, lesión de vena
renal izquierda, lesión esplénica, heridas por las que se le debió extirpar el bazo,
asignándosele 45 días de curación e inhabilitación para el trabajo (fs. 85 y vta.).-
2. Conforme lo establece el artículo 91 del C. Penal, "se impondrá reclusión o prisión de
tres a diez años, si la lesión produjere una enfermedad mental o corporal, cierta o
probablemente incurable, la inutilidad permanente para el trabajo, la pérdida de un
sentido, de un órgano, de un miembro, del uso de un órgano o miembro, de la palabra o de
la capacidad de engendrar o concebir".-
Entrando al análisis del planteo formulado por el recurrente, el núcleo central radica en
cuestionar el alcance de la extirpación del bazo en los términos del dispositivo aplicado.-
3. Adelanto mi opinión y estimo que la calificación legal del hecho atribuido al imputado
como Lesiones Gravísimas, es correcta . Doy razones:
a. Según se expresara en el precedente "Montivero", S. nº 56, del 13 de agosto de 1998,
luego ratificada y ampliada en “Sampo”, S. nº 104, 27/11/00, dictada por este Sala, se
expuso los siguientes fundamentos:
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La ley penal castiga en el art. 91 con mayor severidad, entre otras situaciones, cuando la
lesión infringida produce la pérdida del órgano o de su uso.-
Si conforme se comenzará en estos considerandos, la ley indica como lesiones gravísimas
tanto la "pérdida" de un órgano, cuanto el "uso" de un órgano, se están indicando dos tipos
de afectación que no pueden superponerse. El uso es funcional, la pérdida es anatómica,
aunque la función del órgano sea sustituída por otros (En igual sentido, Cámara de
Acusación de Córdoba, 16/9/88, "Brandán"; Lucero Ofredi, "Estudios de las figuras
delictivas", dirigido por Daniel P. Carrera, Ed. Advocatus, Córdoba, 1994, págs. 128/129).-
En la jurisprudencia, la solución adoptada es seguida por: C.C. Concepción del Uruguay,
30/11/61, L.L. 102-488. S.T. Entre Ríos, 17/6/53, L.L. 71-429, J.A. 1953.IV.369, citados por
Rubianes, "Código Penal", t. 2, 595, Depalma, 1974; C.C. Cap. s. 21/12/78, "Lanitte", cit. por
Rubianes, ob. cit. 3º actualización, Ed. Depalma, 1980, p. 198; C.N.Cr. y Corr., sala IV,
diciembre 21-1978, "Lahitte", L.L. 1979-A-447; S.C. Buenos Aires, 24/8/82, "Suárez"; C.Cr.
Sta. Fe, sala I, 18/4/80, citados por L.L., Digesto, t. VI, p. 737/738, Bs. As., 1996).-
En tal entendimiento, agregó que, la privación puede originarse entonces, por dos causales:
a) pérdida anatómica y b) ausencia de toda efectividad funcional (pérdida del uso), las que
actúan en forma indistinta.-
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Ello es así, desde que según investigaciones médicas, se ha establecido que el bazo junto
con los ganglios linfáticos y la médula ósea, desempeña un papel trascendente en el
equilibrio del sistema inmunológico humano. En el momento actual se reconoce que el
bazo cumple las siguientes funciones: 1) control inicial de la bacteriemia; 2) favorece la
síntesis de inmunoglobulinas; 3) produce tuftsin; 4) colabora en la vía derivada del
complemento y 5) ayuda a la formación de "pocitos" (Cfr. RUBISTEIN SANTIAGO, "Código de
Tablas de Incapacidades Laborativas", 2da. Edición ampliada, Ed. Librería jurídica La Plata,
1990, pág. 269; FARRERAS/ROZMAN, Medicina Interna, Ed. en CD-ROM de la impresa
Mosby-Doyma Libros S.A., 1996; JAMES FRENCH, BRUCE M. CAMITTA, Nelson, "Tratado de
Pediatría", Vol. 2, Ed. Mc. Graw-Hill Interamericana, Méjico, 1998, pág. 1796).-
Así voto.-
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La señora Vocal Dra. María Esther Cafure de Battistelli, da, a mi juicio, las razones
necesarias que deciden correctamente la presente cuestión. Por ello adhiero a su voto,
expidiéndome en igual sentido.-
Estimo correcta la solución que da la señora Vocal Dra. María Esther Cafure de Battistelli,
por lo que, adhiero a la misma en un todo, votando, en consecuencia, de igual forma.-
LA SEGUNDA CUESTIÓN:
Conforme el resultado de la votación precedente, corresponde rechazar el recurso de
casación deducido en autos por el Dr. Diego Alberto Albornoz a favor del imputado Claudio
Marcelo Lemos. Con costas (C.P.P., 550/551).-
Así voto.-
La señora Vocal preopinante da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden
correctamente la tercera cuestión. Por ello adhiero a su voto, expidiéndome en igual
sentido.-
Estimo correcta la solución que da la señora Vocal Dra. María Esther Cafure de Battistelli ,
por lo que adhiero a la misma en un todo, votando, en consecuencia, de igual forma.-
RESUELVE: Rechazar el recurso de casación deducido en autos a favor de Claudio Marcelo
Lemos. Con costas (C.P.P., 550/551).-
Con lo que terminó el acto que, previa lectura y ratificación que se dio por la señora
Presidente en la Sala de Audiencia, firman ésta y los señores Vocales, todo por ante mí, el
Secretario, de lo que doy fe.-
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CONCLUSIÓN
Me pareció un trabajo interesante, aprendí muchísimo en el ir y venir buscando
información. Me gusto ver el derecho en aplicación con el fallo de jurisprudencia del
Tribunal Superior de Córdoba. Pude ver las diversas opiniones de la doctrina con respecto
al tema que desarrolle, y eso hizo que tuviera un pensamiento mas critico sobre el delito
que aborde.
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………………………………………………pág. 2
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