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Quemadura
CIE-10 T20-T31
CIE-9 940-949
MedlinePlus 000030
MeSH D002056
Aviso médico
Una quemadura es un tipo de lesión de la piel u otros tejidos que puede ser provocada por
diversas causas. Las quemaduras no tan graves se producen por el contacto con llamas,
líquidos calientes, superficies calientes y otras fuentes de altas temperaturas, o con el
contacto con elementos a temperaturas extremadamente bajas. También existen
las quemaduras químicas y las quemaduras eléctricas.
El tratamiento inmediato como medida de primeros auxilios para las
quemaduras leves consiste en hacer correr agua a temperatura ambiente sobre el área
afectada, para tratar de normalizar la temperatura de los tejidos quemados y eliminar
contaminantes. Es preferible que el agua bañe la parte afectada en lugar de hacer inmersión,
siempre cuidando no utilizar agua fría debido a la posibilidad de generar una reacción térmica
que separará los estratos superiores de la piel, dificultando su curación.
Las quemaduras también se clasifican sobre la base de su extensión:
Índice
1Grados de quemaduras
o 1.1Primer grado
o 1.2Segundo grado
o 1.3Quemaduras de tercer grado
2Regla de los 9
3Choque del gran quemado
4Quemaduras químicas
5Tratamiento
o 5.1Biotecnología
o 5.2Clasificación de los compuestos químicos
6Anexo: Quemaduras por químicos
o 6.1Agentes casuales
6.1.1Ácido inorgánicos
6.1.2Sustancias inorgánicas
6.1.3Ácido orgánicos
6.1.4Álcalis
6.1.5Otros
7Quemaduras eléctricas
8Quemaduras solares
9Véase también
10Referencias
11Bibliografía
12Enlaces externos
Grados de quemaduras[editar]
Las quemaduras pueden ser categorizadas en tres grupos.2
Primer grado[editar]
Quemadura de primer grado.
Las quemaduras de primer grado se limitan a la capa superficial de la piel epidermis, se les
puede llamar eritema o epidérmicas.3 Este tipo de quemadura generalmente las causa una
larga exposición al sol o exposición instantánea a otra forma de calor (plancha, líquidos
calientes).
Signos clínicos:
Superficiales: Este tipo de quemadura implica la primera capa y parte de la segunda capa.
No se presentan daños en las capas más profundas, ni en las glándulas de sudor o las
glándulas productoras de grasa. Hay dolor, presencia de flictenas o ampollas.
Profunda: Este tipo de quemadura implica daños en la capa media y en las glándulas de
sudor o las glándulas productoras de grasa. Puede haber pérdida de piel, carbonización.
Causas:
Una quemadura de tercer grado penetra por todo el espesor de la piel; incluyendo
terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos, linfáticos, etc. Se destruyen los folículos
pilosebáceos y las glándulas sudoríparas, se compromete la capacidad de regeneración. Este
tipo de quemaduras no duele al contacto, debido a que las terminaciones nerviosas fueron
destruidas por la fuente térmica.
Signos:
Fuego.
Exposición prolongada a líquidos u objetos calientes.
Contacto con electricidad.
Explosiones.
Una manera rápida de estimar la superficie corporal quemada es la denominada Regla de los
9; fue ideada por Pulaski y Tennison en 1947 y publicada por Wallace en 1951. La regla de los
nueves puede ser aplicada en adultos (pacientes de más de 16 años de edad), siendo
imprecisa en niños debido a las diferentes proporciones corporales. En adultos la cabeza
corresponde a un 9 % de la superficie corporal total, cada extremidad superior, otro 9 %, el
tronco, un 36 % (dividido en pecho, 18 %, y abdomen, 18 %, o en frente, 18 %, y dorso, 18 %),
cada extremidad inferior, un 18 %, y los genitales externos, el 1 % restante. En niños y bebés,
en cambio, la cabeza es un 18 % de la superficie corporal total, cada extremidad superior un
9 %, cada inferior un 14 % y el tronco 18 % dorsal y 18 % frontal.
Choque del gran quemado[editar]
En los grandes quemados se producen una serie de acontecimientos (choque de los grandes
quemados) que siguen la siguiente secuencia:
Quemaduras químicas[editar]
En la vida doméstica, ya sea en el transporte, durante la recreación y en la actividad laboral, el
hombre está permanentemente expuesto al contacto con compuestos tóxicos,
irritantes, corrosivos, inflamables, cancerígenos o explosivos, cuyo efecto en el organismo
humano puede llegar a producir lesiones de grados variables, desde simples inflamaciones
tisulares, hasta lesiones tan graves que pueden llegar a producir la muerte. Los mecanismos
más frecuentes de lesiones cutáneas por agentes químicos son:
Tratamiento[editar]
Los objetivos del tratamiento son salvar la vida, conseguir la recuperación funcional, estética,
psicológica y la integración social. El tratamiento inicial debe incluir la valoración descrita en el
Advanced Trauma Life Support (ATLS) por el American College of Surgeons, y en el
Advanced Burn Life Support (ABLS) por la American Burn Association.4
Estas organizaciones sugieren manejar todo paciente traumatizado en dos etapas
consecutivas: Evaluación Primaria y Evaluación Secundaria. La Evaluación Primaria
comprende la secuencia nemotécnica ABCDE (vía Aérea, Buena ventilación, Circulación,
Déficit neurológico, evitar Exposición innecesaria para prevenir la hipotermia). La Evaluación
Secundaria por su parte comprende historia clínica y examen físico completo, así como el
tratamiento básico inicial.5
Las reglas básicas del examen inicial incluyen: Registrar todos los signos físicos medibles
(temperatura,, frecuencia cardiaca, tensión arterial, llenado capilar y datos de la Escala de
Glasgow); Realizar examen físico completo. Este primer examen es el más importante, porque
buena parte de las decisiones posteriores se derivan de los hallazgos iniciales;
Identificar trauma asociado y tratar las lesiones; Buscar signos de quemaduras por inhalación
y consignarlos en la historia clínica (tos y esputo carbónico, quemaduras en las coanas,
disnea, estridor laríngeo, antecedente de recinto cerrado, cambios en la voz). Calcular la
superficie y la profundidad y graficarla mediante la Regla de los Nueves o el esquema de
porcentaje según edad descrito por Lund y Browder.6 La reanimación hídrica se puede hacer
mediante el cálculo con la Fórmula de Parkland.
Biotecnología[editar]
Las nuevas técnicas para el tratamiento de las Quemaduras ha evolucionado, ya que ahora
existen gran variedad de injertos, parches y membranas, que facilitan y aceleran el proceso de
cicatrización y regeneración gracias a su composición, los queratinocitos vivos es una fuente
principal ya que estos se encargan de producir factores de crecimiento y estimulan la
proliferación de las células epiteliales de la zona lesionada del paciente.
Clasificación de los compuestos químicos[editar]
Los productos químicos peligrosos para piel, conjuntiva y mucosas, se clasifican en ácidos y
álcalis. Las soluciones o sólidos ácidos corrosivos peligrosos son aquellos con un pH igual o
menor de 3.5 y los álcalis líquidos o sólidos cáusticos son aquellos con un pH comprendido
entre 11.5 y 14.
Los compuestos inorgánicos más corrosivos son: ácido clorhídrico, ácido sulfúrico (se utiliza
principalmente para hacer fertilizantes, tanto superfosfato como sulfato de amonio, para
fabricar productos orgánicos, pinturas, pigmentos, rayón, para refinar petróleo, en laboratorio
clínico y sobre todo, se usa en gran escala en la producción hidrometalúrgica de la minería
de cobre), ácido fluorhídrico, ácido nítrico, ácido selénico y ácido crómico (agente oxidante).
Otras sustancias inorgánicas corrosivas son cloruro de aluminio, cloruro de calcio, bromuro y
cloruro de zinc, magnesio, litio y todas sus sales, todos los derivados del bromo, todas las
sales de antimonio, permanganato Los álcalis que con mayor frecuencia producen
quemaduras son el hidróxido de sodio (soda cáustica o sosa cáustica), hipoclorito de
sodio (lejía), hidróxido de calcio (cal apagada), óxido de calcio (cal viva), hidróxido de potasio,
aminopropanol y cemento (compuesto de pH 12 que al contacto prolongado produce abrasión
por corrosión). Otros productos que producen lesiones al contacto con la piel son asfalto,
combustibles hidrocarburos líquidos, hidrocarburos aromáticos como benceno, tolueno, gases
de amoníaco y lubricantes industriales.
Quemaduras eléctricas[editar]
Artículo principal: Riesgo eléctrico
Las quemaduras eléctricas, como su nombre lo indica, son provocadas por descargas
eléctricas como pueden ser: rayos, corrientes mayores de electricidad, también por un corto
circuito, al aplicar electro-choque sin un gel que conduzca la corriente, etc. Por lo general, si
una descarga es suficiente para provocar quemadura, hace que se produzca una quemadura
de tercer grado. Pero también depende la intensidad de la corriente para que pueda generar
daños en la dermis hasta poder causar la muerte por paro cardíaco. La supervivencia a
quemaduras graves es mejorada si el paciente es tratado en un centro especializado en
quemaduras que en un hospital.
Los factores que determinan la forma y la gravedad de las lesiones son las siguientes
Amperaje
Resistencia
Tipo de corriente
Magnitud del voltaje
Vía que recorre la corriente
Duración del contacto
Humedad
Otras
La resistencia de los tejidos corporales a la electricidad en orden decreciente son el
siguiente
Hueso
Grasa
Piel seca
Músculos
Vasos
Nervios
Las lesiones producidas por la corriente eléctrica tienen tres explicaciones principales
Lesión directa o quemadura eléctrica verdadera: causada por el paso de la corriente entre
dos puntos anatómicos, el cuerpo se convierte en parte del circuito eléctrico. El daño
fundamentalmente es térmico.
Quemadura por arco eléctrico: en una línea de alta tensión ocurren arcos eléctricos y
estos pueden atraer a la víctima si está lo suficientemente cerca produciéndole lesiones
muy graves.
Quemadura por llama: la corriente eléctrica puede producir una llama esta incendia la
ropas y los objetos cercanos, es una quemadura convencional por fuego.
Las lesiones producidas por la corriente eléctrica son las siguientes
Lesiones de la piel
Lesiones vasculares
Lesiones músculo esqueléticas
Lesiones cardíacas
Lesiones pulmonares
Lesiones renales
Lesiones neurológicas
Quemaduras solares[editar]
Quemadura solar.
Fracturacion de cráneo
Fracturas de Cráneo y Cara
Una fractura de cráneo y cara puede presentarse con lesiones en la cabeza. A pesar de que el
cráneo es fuerte, resistente y provee una excelente protección al cerebro, un golpe o un impacto
severo pueden ocasionar una fractura del cráneo que puede estar acompañada de lesión al
cerebro. Frente a una fractura craneal o de cara se debe acudir inmediatamente a un servicio
médico para recibir tratamiento.
Una fractura de Cráneo y Cara puede ser producida por un golpe o un impacto severo en esa
zona. Lo peligroso de este tipo de lesiones es que puede estar acompañada de lesión al cerebro.
Por ello, es muy importante el tratamiento a tiempo.
Este tipo de fracturas son causadas por el traumatismo en el cráneo o huesos de la cara. Las
causas más comunes de estas fracturas son:
Traumatismo craneal.
Fuertes caídas, sobre todo desde altura.
Accidentes automovilísticos.
Agresión física.
Deportes de alto impacto.
Fracturas de Cráneo
El daño cerebral traumático, (TBI, por sus siglas en inglés), es el primer causante
de muertes en Estados Unidos y, de acuerdo a los Centros para el Control y
Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), juega un factor
determinante en casi un tercio de las muertes por accidente.
Un daño cerebral puede ocurrir cuando existe presión o impacto en el cerebro. En
un traumatismo craneal cerrado, la rápida aceleración o desaceleración pueden
causar que el cerebro golpee el interior del cráneo. Este tipo de traumatismo de
cráneo puede ocurrir como resultado de un accidente automovilístico leve o el
“síndrome de niño sacudido.” Las conmociones cerebrales se manifiestan en
diversas formas: desde conmociones leves a daños cerebrales catastróficos que
resultan en discapacidad permanente o muerte.
A veces, el impacto sobre el cráneo, la cobertura protectora del cerebro, es lo
suficientemente fuerte como para fracturarlo o destrozarlo. Las fracturas de
cráneo pueden ser relativamente leves, requiriendo un tratamiento mínimo si no
hay trastorno neurológico, o pueden ser devastadoras si su severidad daña el
cerebro.
Causas de Fracturas de Cráneo
Las fracturas de cráneo pueden ser causadas por cualquier tipo de impacto en la
cabeza. Comúnmente resultan por caídas, accidentes automovilísticos, un golpe a
la cabeza, golpear la cabeza contra un objeto, asalto físico, y heridas deportivas o
de recreación.
En la infancia, los causas comunes incluyen abuso físico y daños durante el
nacimiento. Los recién nacidos pueden sufrir daño en el proceso de parto si se
usan fórceps o si la labor de parto es prolongada.
Las fracturas de cráneo en niños es típicamente causada por una caída,
incluyendo caídas en el parque de juegos, o de una bicicleta, patineta, patines o
cualquier otro tipo de equipo de juego. De acuerdo al CDC, más de la mitad de
todos las fracturas de cráneo en niños son causadas por caídas. Las caídas
también son causa de TBI en adultos mayores. El 81 por ciento -más de dos
tercios- de TBI en adultos mayores de 65 años son causados por caídas.
La segunda causa principal de TBI es una lesión no intencional -un elemento
contundente que golpea la cabeza. Pelotas de baseball, bates, palos de golf,
equipo de construcción que cae y escombros son algunos de los elementos que
causan un traumatismo cerebral involuntario.
Aunque comúnmente asociados con lesiones cerebrales serias, los accidentes
automovilísticos con solo la tercer causa principal de TBI. Sin embargo, el
traumatismo cerebral ocasionado por un accidente automovilístico es
generalmente severo. Los accidentes automovilísticos son la segunda causa
principal de muerte por TBI.
Fractura de cráneo
Definición
Una fractura de cráneo es una fractura o ruptura en los huesos craneales (del cráneo).
Nombres alternativos
Fractura basal del cráneo; Fractura lineal del cráneo; Fractura con hundimiento del cráneo
Consideraciones
La fractura de cráneo puede presentarse con lesiones en la cabeza. El cráneo brinda una excelente
protección al cerebro. Sin embargo, un golpe o un impacto fuerte pueden hacer que el cráneo se rompa. Esto
puede estar acompañado de concusión u otra lesión al cerebro.
El cerebro puede resultar afectado directamente por el daño al tejido del sistema nervioso y por el sangrado.
El cerebro también puede estar afectado por el sangrado debajo del cráneo. Esto puede comprimir el tejido
cerebral subyacente (hematoma subdural o epidural).
Una fractura lineal del cráneo es una rotura en un hueso craneal que se asemeja a una línea delgada, sin
astillamiento, depresión ni distorsión del hueso.
Una fractura con hundimiento en el cráneo es una rotura en un hueso craneal (o "aplastamiento" de una
porción del cráneo) con depresión del hueso hacia el cerebro.
Una fractura compuesta involucra una rotura o pérdida de piel y astillamiento del hueso.
Causas
Síntomas
En algunos casos, el único síntoma puede ser una protuberancia en la cabeza. Una protuberancia o un
hematoma puede tardar hasta 24 horas en desarrollarse.
Primeros auxilios
Tome los siguientes pasos si cree que alguien tiene una fractura en el cráneo:
No se debe
Prevención
No todas las lesiones en la cabeza se pueden prevenir. Las siguientes medidas sencillas pueden ayudar a
que usted y su hijo estén a salvo:
1. Utilice siempre equipos de seguridad durante las actividades que podrían causar una herida en la
cabeza. Estos incluyen cinturones de seguridad, cascos de moto o de bicicleta y protectores para la
cabeza
2. Aprenda y acate las recomendaciones de seguridad en la bicicleta.
3. No tome si va a conducir. No permita que lo transporte alguien que puede haber estado bebiendo
alcohol o que experimente algún otro tipo de alteración.
Tifoidea
Descripción general
La mayoría de las personas con fiebre tifoidea se sienten mejor a los pocos días
de comenzar el tratamiento con antibióticos, aunque una pequeña cantidad de
ellas puede morir debido a complicaciones. Existen vacunas contra la fiebre
tifoidea, pero solo son parcialmente efectivas. Las vacunas generalmente se
reservan para aquellos que pueden estar expuestos a la enfermedad o que viajan
a zonas donde la fiebre tifoidea es común.
Productos y servicios
Boletín de noticias: Mayo Clinic Health Letter (Boletín de salud de Mayo Clinic)
Síntomas
Enfermedad temprana
Una vez que los signos y síntomas aparecen, es posible que experimentes lo
siguiente:
Fiebre que comienza baja y aumenta cada día, y puede llegar a ser tan alta
como 104.9 °F (40.5 °C)
Dolor de cabeza
Debilidad y cansancio
Dolores musculares
Sudoración
Tos seca
Dolor abdominal
Diarrea y estreñimiento
Sarpullido
Comenzar a delirar
Causas
La bacteria que causa la fiebre tifoidea se propaga por el agua o los alimentos
contaminados y, en ocasiones, a través del contacto directo con alguien infectado.
En los países en desarrollo, donde la fiebre tifoidea es endémica, la mayoría de
los casos se producen por el agua contaminada y las malas condiciones de
higiene. La mayoría de las personas de los países industrializados entran en
contacto con la bacteria tifoidea cuando viajan y la transmiten a otras personas a
través de la vía fecal-oral.
Esto significa que la bacteria Salmonella typhi se transmite por las heces y, en
ocasiones, por la orina de las personas infectadas. Puedes contraer la infección si
comes alimentos manipulados por alguien con fiebre tifoidea que no se haya
lavado bien las manos después de ir al baño. También puedes infectarte si bebes
agua contaminada con la bacteria.
Portadores de tifoidea
Factores de riesgo
Complicaciones
Sangrado u orificios intestinales
neumonía;
Prevención
Vacunas
Una se inyecta como una dosis única al menos una semana antes del viaje.
Y la otra se administra por vía oral en cuatro cápsulas, y una de ellas debe
tomarse cada dos días.
Dado que la vacuna no brindará una protección completa, sigue estas pautas
cuando viajes a zonas de alto riesgo:
Lávate las manos. Lavarse las manos de manera frecuente con agua
jabonosa caliente es la mejor manera de controlar la infección. Lávate las
manos antes de comer o de preparar los alimentos y después de ir al baño.
Lleva un desinfectante de manos a base de alcohol para cuando no haya
agua disponible.
Pide bebidas sin hielo. Usa agua embotellada para cepillarte los dientes e
intenta no tragar agua en la ducha.
Evita las frutas y los vegetales crudos. Debido a que los elementos crudos
pueden haberse lavado con agua que no es segura, evita las frutas y los
vegetales que no puedas pelar, en particular, la lechuga. Para estar
completamente a salvo, es recomendable que evites por completo los
alimentos crudos.
Lávate las manos con frecuencia. Esto es lo más importante que puedes
hacer para evitar propagar la infección a otras personas. Usa agua caliente
con jabón y frótate bien durante al menos 30 segundos, en especial antes de
comer y después de usar el baño.
Evita preparar comida. Evita preparar comida para otros hasta que el
médico te diga que ya no contagias. Si trabajas en la industria de servicios
alimenticios o en una instalación de atención de la salud, no se te permitirá
regresar al trabajo sino hasta que los exámenes muestren que ya no
desprendes bacteria tifoidea.
Fiebre tifoidea
Volver a Viajero (patología)
Qué es
La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa sistémica que se caracteriza por que el
paciente presenta fiebre elevada y síntomas abdominales causados por la infección de la
bacteria Salmonella typhi. “Puede afectar a cualquier persona que no esté inmunizada frente
a la infección”, explica a CuídatePlus José María Marimón, microbiólogo y miembro de la
junta directiva de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología
Clínica (Seimc), quien señala que la fiebre paratifoidea es similar a la tifoidea pero, en
general, tiene un curso más benigno y está causada por la infección de la
bacteria Salmonella paratyphi.
Incidencia
En la actualidad, la incidencia de la fiebre tifoidea en España es muy baja. Además, la
mayoría de los casos que se diagnostican suelen ser importados. Según las cifras que aporta
el Servicio de Vigilancia Epidemiológica del Centro Nacional de
Epidemiología (Instituto de Salud Carlos III), en el año 2013 se declararon en España
únicamente 64 casos de fiebre tifo-paratifoidea, lo que representa una incidencia de 0,15
casos por 100.000 habitantes. Respecto a las diferencias entre la fiebre tifoidea y la
paratifoidea, Marimón aclara que la fiebre tifoidea es, en general, bastante más prevalente.
Sin embargo, se estima que se producen 22 millones de casos de fiebre tifoidea al año en
todo el mudno, que dan como resultado 200.000 muertes. De ahí la importancia de adoptar
medidas preventivas cuando se viaja a las zonas con mayor incidencia. "Los países donde
se produden más casos son los de sudeste asiático, subcontinente indio, África -sobre todo
central y occidental- y Susamérica", precisa Fernando de la Calle, facultativo especialista
en Medicina Tropical y del viajero del Hospital La Paz-Carlos III (Madrid).
Causas
La causa de la fiebre tifoidea es la infección por la bacteria Salmonella typhi, mientras
que la fiebre paratifoidea está causada por la infección por Salmonella paratyphi. Tal y
como indica José María Marimón, de la Seimc, la ruta de infección de ambas es por vía
oral. “El ser humano es el único reservorio de la enfermedad. Por lo tanto, la infección sólo
se adquiere al ingerir agua o alimentos contaminados por estas bacterias por las heces
(raramente por la orina) de enfermos o portadores de la infección (transmisión fecal-oral)”.
Las bebidas y los alimentos que con más frecuencia pueden estar contaminados por la
bacteria son la leche, el queso, los helados y otros derivados lácteos, los mariscos que
crecen en lugares cercanos a puntos de eliminación de las aguas residuales, las verduras
regadas con aguas fecales, los huevos, algunas carnes y el agua.
El contagio directo entre el enfermo y las personas de su entorno es posible, pero no
frecuente. Las moscas también pueden actuar como transmisoras.
Prevención
Según Marimón, existen dos maneras de prevenir la fiebre tifoidea: “Una es no ingerir
agua o alimentos contaminados con la bacteria. Para ello hay que beber agua potable y
alimentos libres de la bacteria o bien cocinados, ya que el calor las destruye. Esta medida,
además, puede ayudar a prevenir otras infecciones gastrointestinales”.
Así, el control de la manipulación de alimentos y la conservación de la comida y el
tratamiento adecuado de las aguas residuales, con el fin de evitar la contaminación de las
aguas de consumo, junto con la educación sanitaria de la población, pueden ser
herramientas eficaces para prevenir el contagio de la fiebre tifoidea. Las medidas
individuales son fundamentales:
Higiene básica, como lavarse las manos antes de comer.
No comer alimentos preparados en puestos callejeros.
No tomar bebidas con hielo de dudosa procedencia.
Abstenerse de tomar infusiones o té en lugares que no gocen de su confianza, a no ser que
se hayan tratado correctamente o se hayan preparado con agua mineral.
No ingerir productos lácteos, excepto si está completamente seguro de que han sido
pasteurizados.
Las verduras y hortalizas han de consumirse cocidas y cuando aún estén calientes. Si
prefiere consumirlas crudas, debe sumergirlas previamente, durante al menos cinco
minutos, en una solución de agua potable clorada con cuatro gotas de lejía de una
concentración de 50 gramos de cloro por litro.
La fruta debe ser lavada antes de pelarla.
Los pescados y mariscos no deben consumirse crudos; deben ser hervidos al menos durante
diez minutos antes de su consumo
La otra manera de prevenirlo es mediante la vacunación. “Hay dos tipos de vacunas frente
a la fiebre tifoidea, una oral y otra inyectable. La protección que confieren no es
permanente, por lo que se recomienda revacunarse a los tres años si se va a países donde la
enfermedad aún es endémica”, aconseja Marimón.
Amós José García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV),
recomienda ponerse la vacuna "con una antelación de, al menos, un mes antes de viajar a
países de riesgo, ya que la protección que confiere no es inmediata".
En viajes cortos de trabajo puede bastar con las medidas de higiene, mientras que la vacuna
se recomienda especialmente cuando se realizan estancias más prolongadas, cuando se va
de acampada o a viajes de aventura, en cooperación internacional (sobre todo sanitaria)...
"Un factor decisivo serán los viajes a sitios donde haya epidemias de fiebre tifoidea
notificadas", agrega Fernando de la Calle, del Hospital La Paz-Carlos III.
Tipos
Hay dos tipos:
Fiebre tifoidea
Este tipo se origina por la infección de la bacteria Salmonella typhi.
Fiebre paratifoidea
Esta segunda está causada por la bacteria Salmonella serotipos paratyphi A, B y C. El
cuadro clínico causado por estos tres serotipos es similar al de la fiebre tifoidea aunque, en
general, este tipo es más benigno. En la actualidad no existe vacuna Salmonella paratyphi.
Diagnóstico
Aun cuando los síntomas y la historia de la enfermedad de la persona pueden sugerir fiebre
tifoidea, el diagnóstico debe ser confirmado.
“Las fiebres tifoidea y paratifoidea se diagnostican por cultivo bacteriano”, explica
José María Marimón, de la Seimc. “Para conseguirlo aislamos la bacteria, habitualmente en
la sangre del paciente infectado aunque también se puede cultivar en otras muestras como
las heces, bilis o la medula ósea, entre otros”.
Pruebas
Para que el diagnóstico de la enfermedad sea concluyente los pacientes tienen que
realizarse pruebas. Las más recomendables son el hemocultivo y el coprocultivo. Otras
pruebas, como las serológicas, son poco específicas y están en desuso en la actualidad.
Fernando de la Calle, del Hospital Carlos III, subraya que es preciso realizar un buen
cultivo porque "empieza a haber resistencias bacterianas" y, por esta razón, conviene
administrar el tratamiento correcto desde el principio.
Tratamientos
El tratamiento de la fiebre tifoidea debe seguirse siempre bajo supervisión médica. “Aparte
de las medidas generales de adecuada nutrición e hidratación existe un tratamiento
específico con antibióticos”, señala Marimón. “Normalmente se utilizan fármacos como
las fluoroquinolonas, las cefalosporinas de tercera generación o las azitromicina. Para
eliminar el estado de portador se utiliza principalmente ciprofloxacino”.
La convalecencia puede durar varios meses, pero los antibióticos disminuyen la gravedad y
las complicaciones de la fiebre tifoidea, así como la duración de los síntomas.
Durante la terapia es necesario que la persona se alimente con frecuencia debido a las
hemorragias intestinales u otras alteraciones del tracto digestivo. En ciertos casos debe
administrarse alimentación por vía intravenosa hasta que el paciente pueda digerir los
alimentos.
Otros datos
La detección precoz es fundamental para evitar el contagio. En esas circunstancias los
expertos recomiendan aislar los objetos que estén en contacto con el paciente. Algunas
recomendaciones que pueden seguir son lavar aparte la ropa y los útiles de vajilla utilizados
por el enfermo sumergiéndolos en una solución con 200 mililitros de lejía por cada cinco
litros de agua o, si dispone de lavadora y lavavajillas, utilizar un programa de lavado con
temperaturas superiores a 80 grados.
Pronóstico
En ausencia de tratamiento antibiótico la fiebre puede persistir durante semanas o meses y
un porcentaje importante de los afectados puede morir como consecuencia de las
complicaciones de la enfermedad. Según el microbiólogo José María Morimán, en la era
preantibiótica la mortalidad de esta enfermedad se cifraba en torno al 15 por ciento de los
afectados. Sin embargo, si el paciente recibe una terapia con antibióticos, la cifra de
mortalidad se reduce por debajo del 1 por ciento de los casos.
La influenza se transmite de persona a persona (el virus entra al organismo por la boca, nariz y
ojos), a través de gotitas de saliva que se expulsan al estornudar o toser; también al saludar de
mano, beso o abrazo a una persona enferma de una infección respiratoria.
Además puedes contagiarte al tener contacto con superficies previamente contaminadas por
gotitas de saliva de una persona enferma de influenza, como mesas, teclados de computadora,
artículos deportivos, manijas, barandales, teléfonos, pañuelos desechables y telas.
Síntomas
Fiebre arriba de 38°C, tos y dolor de cabeza, acompañados de uno o más de los siguientes
signos o síntomas:
Escurrimiento nasal
Enrojecimiento nasal
Congestión nasal
Dolor de articulaciones
Dolor muscular
Decaimiento (postración)
Dolor al tragar
Dolor de pecho
Dolor de estómago
Diarrea
Tratamiento
Debes tomar muchos líquidos, permanecer en casa descansando, no automedicarte y solicitar
atención médica de inmediato. El personal especializado te dará el tratamiento antiviral
específico para la influenza y medicamentos de ayuda para aliviar el resto de síntomas.
Abrígate bien, utiliza gorro, guantes, bufanda (que cubra nariz y boca) y calcetines gruesos
Consume muchas frutas y verduras sobre todo las amarillas y verdes, para sentirte mejor y
Si puedes, evita tener contacto con personas que tengan enfermedades respiratorias
Si tienes síntomas de influenza, no te automediques y acude a consulta
¿Qué es la influenza?
¿Cuándo es la temporada de influenza?
¿Cuál es el tratamiento?
Complicaciones por la influenza
¿Cuáles son los signos de advertencia de emergencia de la influenza?
Síntomas de la influenza
La influenza es diferente al resfriado. Ya que por lo general aparece de
repente. Las personas enfermas a causa de la influenza a menudo tienen
algunos de estos síntomas o todos:
*Es importante aclarar que no todas las personas con influenza tendrán fiebre.
En los niños
En los adultos
Influenza (gripe)
Síntomas y causas
Diagnóstico y tratamiento
Médicos y departamentos
Imprimir
Descripción general
Aunque la vacuna anual contra la influenza no es cien por ciento efectiva, sigue
siendo la mejor defensa contra la gripe.
Productos y servicios
Síntomas
Dolor muscular
Escalofríos y sudores
Dolor de cabeza
Fatiga y debilidad
Congestión nasal
Dolor de garganta
La mayoría de las personas que contraen gripe pueden tratarse en sus hogares y,
a menudo, no necesitan consultar a un médico.
More Information
Causas
Los virus de la gripe viajan en el aire en gotas cuando alguien con la infección
tose, estornuda o habla. Puedes inhalar las gotas directamente o puedes entrar en
contacto con los gérmenes que están en un objeto, como un teléfono o el teclado
de una computadora, y luego transferirlos a los ojos, la nariz o la boca.
Las personas que tienen el virus pueden contagiar desde algunos días antes de
que aparezcan los primeros síntomas hasta alrededor de cinco días después de
que hayan comenzado. Los niños y las personas con sistemas inmunitarios
debilitados pueden contagiar por un período de tiempo ligeramente mayor.
Los virus de la influenza están cambiando constantemente, y aparecen nuevas
cepas de manera regular. Si has tenido influenza antes, tu cuerpo ya ha generado
anticuerpos para combatir esa cepa particular del virus. Si los virus de influenza
son similares a los que te has expuesto antes, ya sea por haber tenido la
enfermedad o haberte vacunado, esos anticuerpos pueden prevenir la infección y
disminuir su gravedad.
Sin embargo, los anticuerpos contra los virus de la gripe a los que te has expuesto
en el pasado no pueden protegerte de los nuevos subtipos de influenza, ya que
pueden ser muy diferentes inmunológicamente a los que has tenido previamente.
Factores de riesgo
Complicaciones
Si eres joven y sano, la influenza estacional no suele ser grave. Aunque puedes
sentirte miserable mientras se desarrolla, la gripe suele desaparecer en una
semana o dos sin efectos permanentes. No obstante, los niños y los adultos con
alto riesgo pueden desarrollar complicaciones como las siguientes:
Neumonía
Bronquitis
Brotes de asma
Problemas cardíacos
Prevención
La vacuna contra la gripe estacional de cada año brinda protección contra los tres
o cuatro virus de la influenza que se prevé que serán más frecuentes durante la
temporada de gripe de ese año. Este año, la vacuna estará disponible como
inyección y aerosol nasal.
El aerosol nasal no ha estado disponible durante dos años debido a las dudas
sobre su eficacia. Según los CDC, se espera que la versión actual sea eficaz. No
obstante, el aerosol nasal no se recomienda para algunos grupos, como mujeres
embarazadas, niños de entre 2 y 4 años con asma o sibilancias y personas que
tienen sistemas inmunitarios comprometidos.
La mayoría de los tipos de vacunas contra la gripe contiene una pequeña cantidad
de proteína del huevo. Si tienes alergia leve al huevo, por ejemplo, solo te
aparecen ronchas si comes huevo, puedes aplicarte la vacuna contra la gripe sin
ninguna precaución adicional. Si tienes alergia grave al huevo, debes vacunarte en
un entorno médico y estar supervisado por un médico que pueda reconocer y
controlar trastornos alérgicos graves.
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Mayo Clinic Minute: Por qué necesitas tu vacuna contra la gripe ahora
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gripe ahora
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Mayo Clinic Minute: Los hechos sobre tres mitos de la vacuna contra la
gripe.
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vacuna contra la gripe.
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Descripción general
Enfisema
El enfisema es una afección pulmonar que causa dificultad para respirar. Las
personas que padecen enfisema tienen dañados los sacos de aire de los
pulmones (alvéolos). Con el correr del tiempo, las paredes internas de los sacos
de aire se debilitan y se rompen, lo que crea espacios de aire más grandes en
lugar de muchos espacios pequeños. Esto reduce la superficie de los pulmones y,
a su vez, la cantidad de oxígeno que llega al torrente sanguíneo.
Productos y servicios
Boletín de noticias: Mayo Clinic Health Letter (Boletín de salud de Mayo Clinic)
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Síntomas
El enfisema puede estar presente durante muchos años sin que notes signos o
síntomas. El principal síntoma de enfisema es la dificultad para respirar, que
habitualmente comienza en forma gradual.
Podrías empezar por evitar las actividades que te dificultan la respiración, para
que el síntoma no se transforme en un problema que interfiera en tus tareas
diarias. Con el tiempo, el enfisema produce dificultad para respirar incluso cuando
estás descansando.
Si no te encuentras lúcido
Solicite una Consulta en Mayo Clinic
Causas
Humo de tabaco
Humo de marihuana
Contaminación atmosférica
Factores de riesgo
Complicaciones
Las personas que presentan enfisema también son más propensas a padecer:
Información
Especialistas
Asociaciones
Preguntas y Respuestas
Qué es
Causas
Síntomas
Prevención
Tipos
Diagnóstico
Tratamientos
Otros datos
Qué es
El enfisema es un tipo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) por la que
se produce la destrucción del tejido pulmonar, principalmente por fumar.
En este trastorno los alvéolos o sacos aéreos se inflan de manera excesiva provocando la
desaparición de las paredes alveolares, lo que causa una disminución de la función
respiratoria, la falta de aire en los pacientes o la dificultad para recuperar el aliento.
Los estudios han demostrado que el desequilibrio de los agentes químicos presentes en los
pulmones causados por el enfisema destruyen poco a poco las fibras elásticas que permiten
la contracción y la expansión de los pulmones, lo que provoca que las vías aéreas se
colapsen al exhalar.
Causas
En los alvéolos pulmonares tiene lugar el intercambio del oxígeno del aire por el dióxido de
carbono de la sangre. Las paredes de los sacos aéreos son delgadas y frágiles, por lo que las
lesiones que se producen en dichos sacos son irreversibles.
El principal motivo que provoca el enfisema es el humo del tabaco, por lo que los expertos
insisten en la importancia de que los fumadores abandonen este hábito. Otras causas son los
humos procedentes de la contaminación.
En general, el enfisema avanza gradualmente y normalmente aparece después de años de
exposición a humos y al tabaco. En muchos casos el paciente va al médico porque ha
comenzado a sentir que le falta el aire cuando está activo o hace ejercicio físico. Este
síntoma puede ser por sí mismo indicativo de que se padece enfisema. A medida que la
enfermedad progresa, una caminata corta puede ser suficiente para que al paciente le cueste
respirar.
Evalúa tus síntomas
Síntomas
Las principales manifestaciones clínicas del enfisema son la dificultad para respirar que
puede ir acompañada de tos crónica (con o sin esputo), la disminución de la capacidad
pulmonar a la hora de realizar alguna actividad física o la presencia de sibilancias.
Además, los pacientes pueden experimentar fatiga, ansiedad, hinchazón en piernas y
tobillos y pérdida de peso involuntaria.
Prevención
La única manera de prevenir la enfermedad es no exponerse a los factores de riesgo que la
originan: el tabaco y los ambientes contaminados.
Por eso, es fundamental no fumar. También es muy importante mantener un buen estado de
salud general, realizar ejercicio y seguir una dieta sana para aumentar la resistencia del
cuerpo a las infecciones. La importancia de los ejercicios, ya sea en el hospital o en casa,
radica en que contribuyen a aumentar la independencia y la calidad de vida del afectado.
Además, disminuyen la frecuencia y el tiempo de hospitalización del enfermo.
La filosofía de la práctica del ejercicio es la siguiente: los pacientes que sufren enfisema
necesitan energía extra para poder respirar. Si se usa esa energía de manera más efectiva
para respirar, el paciente tendrá más energía restante para llevar a cabo sus acciones diarias
y para participar en nuevas actividades.
Las mejorías en la respiración pueden conseguirse, en gran medida, haciendo deporte,
pero es muy importante que los ejercicios se hagan bajo supervisión médica y con el
asesoramiento de especialistas. El ejercicio, a todos los niveles, mejora la utilización del
oxígeno, la capacidad de trabajo y la mentalidad de los pacientes que sufren la enfermedad.
Las actividades de bajo esfuerzo son más fáciles de practicar, para estos pacientes, que las
de alta intensidad.
Entre otros, los especialistas recomiendan las actividades que refuercen:
Parte inferior del cuerpo: Actividades como la bicicleta estática, subir escaleras, caminar,
etcétera. Estos ejercicios fortalecen las piernas y aumentan el tono muscular y la
flexibilidad, favoreciendo la capacidad de movimiento del paciente.
Parte superior del cuerpo: Los ejercicios que implican la utilización del tronco superior
del cuerpo están diseñados para mejorar la fuerza de los músculos respiratorios, los
músculos del brazo y los hombros.
Fortalecerlos es importante porque son los que se encargan de sostener la caja torácica,
mejorar la respiración y hacen más fácil la ejecución de las actividades cotidianas, como
transportar bolsas, hacer la cama o levantar objetos.
Un ejercicio útil es, por ejemplo, el levantamiento de pesas. Teniendo en cuenta que la
forma física se pierde rápidamente cuando la persona interrumpe el programa de ejercicios,
es básico que el paciente se marque unos objetivos que pueda alcanzar y que los vaya
aumentando progresivamente.
Además de los ejercicios, es recomendable que el paciente:
Acompañe los ejercicios con una alimentación saludable, como la dieta mediterránea.
Haga un calentamiento antes de los ejercicios.
Elija deportes variados para evitar el aburrimiento y que desista, como nadar, andar, hacer
pesas, practicar aeróbic de baja intensidad.
Practique actividades deportivas colectivas para hacerlo más ameno.
No intente realizar esfuerzos excesivos.
Detenga las actividades ante cualquier molestia y consulte al médico.
Tipos
El enfisema puede clasificarse en dos tipos:
Enfisema centroacinar: La causa que origina el enfisema centroacinar es el tabaco. En
este caso, la destrucción del tejido se produce principalmente en los bronquiolos, por lo que
el enfisema se ubica en la mayoría de los casos en la parte superior del pulmón.
Enfisema panacinar: La destrucción del tejido se produce en todos los lugares donde hay
un intercambio de gases. El enfisema está localizado principalmente en la parte inferior de
los pulmones. En este caso, la causa del enfisema es un nivel bajo de alfa-1 antitripsina, una
sustancia que está presente en los pulmones que se encarga de proteger a los alveolos.
Imagen de un enfisema panacinar.
Diagnóstico
Cuando el paciente empieza a detectar que tiene dificultades para respirar suele acudir al
especialista. El primer paso para establecer el diagnóstico es la realización de un examen
físico donde el médico podrá comprobar si hay sibilancias o si han descendido los sonidos
respiratorios.
A continuación el especialista puede solicitar la realización de pruebas que terminen de
confirmar el diagnóstico, como una espirometría, una radiografía de tórax, la gasometría
arterial o una TC.
Tratamientos
El tratamiento incluye ayuda para dejar de fumar, fármacos broncodilatadores,
antibióticos y ejercicios de rehabilitación pulmonar.
El tratamiento variará en función de si el paciente tiene obstrucción respiratoria leve,
moderada o grave. Por eso, es obligatorio consultar al especialista.
Algunas de las pautas que suelen recomendar son:
Dejar de fumar.
El enfisema puede empeorar si la persona tiene gripe o neumonía. Por eso, quienes
padecen esta enfermedad deben vacunarse contra la gripe cada año, además de recibir la
vacuna antineucócica periódicamente.
La inflamación en las vías aéreas puede disminuir mediante el uso de corticosteroides, pero
sólo un 20 por ciento de pacientes responden a ellos.
Para expulsar las secreciones no hay ninguna terapia válida, pero evitar la deshidratación
bebiendo suficiente líquido puede prevenir las secreciones espesas y evitar
sobreinfecciones.
En personas con enfisema grave se puede hacer una cirugía, denominada reducción del
volumen pulmonar. Esta opción sólo es viable en las primeras etapas de la enfermedad. En
esta cirugía se extirpan las partes más afectadas del pulmón para permitir que éste y los
músculos respiratorios restantes funcionen mejor.
En casos extremos se puede llegar a trasplantar el pulmón. Esta opción sólo se lleva a cabo
con determinados pacientes menores de 50 años.
Oxigenoterapia
La administración de oxígeno ayuda a disminuir el ahogo que sienten los enfermos
cuando realizan actividades diarias. A largo plazo, además, prolonga la vida de las
personas que padecen esta enfermedad con una concentración de oxígeno en la sangre
extremadamente baja; el oxígeno reduce el exceso de los glóbulos rojos, mejora la función
mental y reduce la insuficiencia cardiaca. En pacientes con un déficit grave de la proteína
alfa-1 antitripsina se puede sustituir la proteína que falta mediante infusiones intravenosas
semanales.
El suministro de oxígeno (oxigenoterapia), ya sea hospitalario o a domicilio, lo realizan
empresas especializadas, que lo instalan y dan las oportunas instrucciones de uso. Si el
médico autoriza al paciente a recibir oxigenoterapia domiciliaria, aconsejará en cada caso a
dónde acudir o cómo tramitar el servicio.
Las preguntas que la persona afectada se plantea más frecuentemente sobre el proceso de
suministro de oxígeno suelen ser cómo se lleva a cabo, qué componentes integran el equipo
o cómo se utiliza.
En cuanto a la estructura de los dispositivos que se utilizan para suministrar el oxígeno,
suelen constar de tres elementos principales: cánula, cilindros de oxígeno y mascarilla
(aparte de los cilindros, el oxígeno también puede suministrarse en otro tipo de contenedor,
denominado concentrador de oxígeno, o en una botella si se halla en estado líquido).
La cánula es un tubo que se conecta al contenedor de suministro o cilindro y que, en
determinado punto, se bifurca para poder introducirlo en ambas fosas nasales. La
mascarilla, por su parte, es a la vez una alternativa y un complemento: al suministrar el
oxígeno de forma indirecta, irradiándolo a la zona nasobucal, las fosas nasales no se irritan
tanto, por lo que muchos pacientes emplean la cánula durante el día y la mascarilla durante
la noche.
Otra modalidad de aplicación del oxígeno es la terapia transtraqueal, que requiere la
inserción permanente de un catéter en la tráquea. Este sistema puede necesitar, además, de
la instalación de un humidificador (sobre todo si el flujo de oxígeno es superior a 4 l/min).
Como medidas de seguridad, las más importantes son no fumar en la habitación dónde
esté instalado el equipo de oxigenoterapia ni, por supuesto, instalarlo en un lugar donde
hayan fuentes de calor u objetos inflamables; los contenedores de oxígeno o la botella de
líquido deben estar correctamente fijados (en el primer caso) y boca abajo, colgada del
soporte (en el segundo).
Otros datos
Los enfermos con enfisema pueden encontrar alivio a sus problemas respiratorios usando
un inhalador. Para utilizarlo se deben seguir los siguientes pasos:
Agitar el inhalador.
Exhalar durante 1 o 2 segundos.
Poner el inhalador en la boca y aspirar lentamente.
Presionar el extremo del inhalador al tiempo que se comienza a inhalar.
Inhalar lentamente hasta sentir los pulmones llenos (toda la operación debe durar entre 5 y
6 segundos).
El paciente debe preguntar al especialista por las posibles vacunas que podría necesitar.
Seguir unos hábitos saludables: mantener una dieta nutritiva y equilibrada, intentar
mantenerse en el peso correcto, no fumar, hacer ejercicio.
Enfisema pulmonar
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enfisema pulmonar
Tinción H&E de un pulmón enfisematoso terminal. Es notable el gran espacio
irregular de aire rodeado por una gran cantidad de células infiltradas (azules) y
sangre (rojo).
Especialidad Neumología
CIE-9 492
CIAP-2 R95
MedlinePlus 000136
Aviso médico
Índice
1Epidemiología
2Signos y síntomas
3Etiología
4Diagnóstico
5Patogenia
6Clasificación
o 6.1Centrolobulillar
o 6.2Panacinar
o 6.3Paraseptal
o 6.4Irregular
7Véase también
8Referencias
9Enlaces externos
Epidemiología[editar]
El enfisema es principalmente una enfermedad de personas mayores de 40 años y es más
frecuente en hombres que en mujeres, aunque el incremento en la incidencia de mujeres es
notable en los últimos años. La causa más común de enfisema es el tabaquismo o consumo
de cigarrillos.5
Signos y síntomas[editar]
La mayor parte de los pacientes de enfisema son mayores de 40 años, con una prolongada
historia de disnea (dificultad para respirar) al esfuerzo y tos no productiva. Estos pacientes
presentan frecuentemente pérdida de peso, debido a la utilización de los músculos accesorios
para respirar, mientras que los individuos sanos únicamente utilizan el diafragma para producir
los movimientos ventilatorios.
El enfisema está caracterizado por pérdida de la elasticidad pulmonar, destrucción de las
estructuras que soportan el alvéolo y destrucción de capilares que suministran sangre al
alvéolo. El resultado de todo ello es el colapso de las pequeñas vías aéreas durante la
respiración, conduciendo a una obstrucción respiratoria y a una retención de aire en los
pulmones. Todos estos trastornos dan como resultado síntomas de disnea, inicialmente al
esfuerzo aunque se hace evolutiva pudiendo llegar a tener incluso disnea de reposo. Pérdida
de peso, ansiedad, edema y fatiga suelen acompañar en muchos casos.6 La tos y
las sibilancias son mucho menos frecuentes que en la bronquitis crónica.
En los pacientes con enfisema los hallazgos característicos son taquipnea (aumento de la
frecuencia respiratoria), una fase respiratoria disminuida debido a la retención de volúmenes
de aire, tórax en posición inspiratoria (tórax en tonel), uso de los músculos accesorios de la
respiración (sobre todo el esternocleidomastoideo) y respiración con labios fruncidos
(soplando). En el examen radiológico, presentan los pulmones inflados, un diafragma
deprimido y un aumento del diámetro posteroanterior (tórax en tonel).
Como presentan una tasa respiratoria elevada y un volumen inicial mayor, pueden mantener
una saturación de la hemoglobina en valores casi normales. Por ello, generalmente no
están cianóticos, refiriéndose a ellos como sopladores rosados, en contraposición a los
pacientes con bronquitis crónica evolucionada que presentan frecuentemente cianosis, a los
cuales se les denomina abotagados azules. En contraste con los pacientes con bronquitis
crónica, los pacientes de enfisema tienen mayor riesgo de infecciones y cor
pulmonale (insuficiencia cardíaca derecha).
La evolución clínica es una disminución progresiva de la función pulmonar y un incremento de
la disnea.
Etiología[editar]
Enfisema Pulmonar hereditario. Causado por deficiencia de alfa-1 antitripsina,
una antiproteasa de funciones críticas en el alvéolo. Las infecciones producen
inflamación antigénica lo cual conduce a la liberación de proteasas (de macrófagos y
células lisadas por inmunología celular). Normalmente, las proteasas así liberadas al
alvéolo son neutralizadas por antiproteasas como α1-antitripsina. Secretada por
los hepatocitos, la deficiencia de alfa-1 antitripsina por defecto genético conduce a la
insuficiencia para proteger el tejido conectivo del pulmón de los efectos negativos de
las proteasas.
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. La producción de α1-antitripsina y otras
antiproteasas es normal pero la acumulación de proteasas es excesiva, por encima de la
capacidad neutralizadora, causando enfisema. Los irritantes, en particular el humo
del cigarrillo, producen activación de macrófagos y liberación de radicales libres los cuales
inactivan la α1-antitripsina. La activación de la C5 convertasa del sistema del
complemento, junto con la liberación de otros agentes quimotácticos que atraen
a neutrófilos y eosinófilos, liberan más proteasas (así también lo hacen las bacterias si
estuviesen presentes), agotan la concentración de antiproteasas locales, ocasionando el
desequilibrio típico en el alvéolo enfisematoso que conlleva a la destrucción de las fibras
elásticas del espacio interalveolar.
Diagnóstico[editar]
La alteración fisiopatológica del enfisema y su repercusión sobre los volúmenes
pulmonares se estudia con espirometría, que incluye la medición de los volúmenes estáticos
pulmonares (capacidad vital, volumen de reserva inspiratoria y capacidad inspiratoria) y el
estudio de la capacidad de difusión pulmonar. Otras herramientas diagósticas incluyen
la radiografía de tórax, la tomografía axial computarizada y la gasometría arterial.
Patogenia[editar]
Como enfermedad pulmonar obstructiva que es, el proceso patogénico inicial es un
proceso inflamatorio que produce estrechamiento de las vías respiratorias y de los espacios
respiratorios distales. El humo del cigarrillo (así como otros irritantes) potencia esta respuesta
inflamatoria,7 ya que contiene productos oxidantes que desencadenan la respuesta
inflamatoria y el reclutamiento inicial de leucocitos neutrófilos (PMNs), que contienen serina
elastasa y otras proteasas. El humo del tabaco también interfiere con la actividad ATT, al
oxidar los residuos metionina de esta enzima, inactivando de esta forma su función
antielastasa. Como consecuencia, la actividad elastasa de los PMNs no encuentra oposición,
por lo que se incrementa la actividad elastolítica, destruyendo el tejido elástico de las paredes
distales de las vías respiratorias. Esto produce una disminución de la capacidad de retracción
elástica del pulmón, por lo que se facilita el colapso de las vías aéreas distales. Sin embargo,
esta teoría sobre la patogénesis del enfisema requiere más datos que permitan validarla.4
Ruptura septal es la condición que conduce a deformaciones significativas de la arquitectura
pulmonar89 (video) que tienen importantes consecuencias funcionales. El evento clave como
consecuencia mecánica de la ruptura septal es que la cavidad resultante es mayor que la
suma de los dos espacios alveolares (ver figura lateral);
Una red elástica distendida en la superficie finita puede ofrecer un modelo bidimensional para
comprender la consecuencia puramente mecánica de la rotura del tabique. En rojo está el espacio extra
de la nueva cavidad después de la rotura del tabique, debido a la retracción elástica del pulmón,
necesariamente a expensas del espacio de las mallas sano circundante (alvéolos) (VIDEO)10
Clasificación[editar]
Se distinguen principalmente 4 tipos de enfisema: panacinar, centrolobulillar, paraseptal e
irregular.
Centrolobulillar[editar]
Se caracteriza porque el área afectada está en el lobulillo proximal, en especial por
destrucción de los bronquiolos respiratorios y dilatación de los lóbulos superiores sin afectar a
los alvéolos distales. Representa el 95% de los casos de enfisema y la principal manifestación
en los fumadores asociándose comúnmente con una bronquitis crónica.
Panacinar[editar]
Es la forma más comúnmente asociada a una deficiencia de alfa-1 antitripsina y se caracteriza
por involucrar al extremo ciego de los alvéolos de manera homogénea, más que a los
bronquiolos respiratorios y acompañado de los característicos cambios destructivos. Es más
frecuente en la base de los pulmones.13
Paraseptal[editar]
El enfisema paraseptal interesa prevalentemente a la parte periférica del lobulillo, vecina a
la pleura creando grandes espacios aéreos en la región interlobulillar. Es más frecuente en el
ápice pulmonar que en las bases y ocasionalmente se asocia con neumotórax espontáneo.
Irregular[editar]
Es un enfisema cicatrizante, comprometido de manera irregular al acino asociado a géneros
asintomáticos. Se le llama también enfisema paracicatrizal o paraseptal.
La mayoría de las intoxicaciones por alimentos son agudas, esto significa que se producen
súbitamente y duran un corto tiempo, y la mayoría de la gente se recupera por sí sola, sin
tratamiento. Con muy poca frecuencia, las intoxicaciones por alimentos provocan
complicaciones más graves. Cada año se calcula que 48 millones de personas en Estados
Unidos experimentan una intoxicación por alimentos. La intoxicación por alimentos causa
aproximadamente 3,000 muertes al año en Estados Unidos.1
Bacterias
Las bacterias son organismos pequeños que pueden causar infecciones del tracto
gastrointestinal. No todas las bacterias son dañinas para los humanos.
Algunas bacterias dañinas pueden estar ya presentes en alimentos al momento en que estos se
compran. Las comidas crudas que incluyen carne, aves, pescados y mariscos, huevos, leche no
pasteurizada, productos lácteos y productos frescos, con frecuencia contienen bacterias que
causan intoxicación por alimentos. Las bacterias pueden contaminar los alimentos y
convertirlos en peligrosos para su ingesta en cualquier momento durante el cultivo, la cosecha
o la matanza, el procesamiento, el almacenamiento y el envío.
Los alimentos también se pueden contaminar con bacterias durante la preparación en un
restaurante o cocina del hogar. Si quienes preparan los alimentos no se lavan bien las manos, o
no lavan bien los utensilios de cocina, tablas de corte y otras superficies de la cocina que entran
en contacto con los alimentos crudos, se puede producir la contaminación cruzada (contagio de
bacterias de alimentos contaminados a no contaminados).
Muchos tipos de bacterias causan intoxicación por alimentos. Los ejemplos incluyen los
siguientes:
Virus
Los virus son pequeñas cápsulas, mucho más pequeñas que las bacterias, que contienen
material genético. Los virus causan infecciones que pueden provocar enfermedades. Es posible
que las personas se contagien los virus de una a otra. Los virus están presentes en las
deposiciones o vómitos de las personas infectadas. Las personas infectadas con un virus
pueden contaminar los alimentos y las bebidas, en especial si no se lavan bien las manos
después de ir al baño.
Las fuentes comunes de virus transmitidos por alimentos incluyen las siguientes:
comida preparada por una persona infectada con un virus
mariscos procedentes de aguas contaminadas
productos agrícolas irrigados con agua contaminada
Parásitos
Los parásitos son pequeños organismos que viven dentro de otro organismo. En países
desarrollados como Estados Unidos, las infecciones con parásitos son relativamente poco
frecuentes.
Cryptosporidium parvum y Giardia intestinalis son parásitos que se contagian por medio del
agua contaminada con las deposiciones de personas o animales infectados. Los alimentos que
entran en contacto con agua contaminada durante el cultivo o preparación se pueden
contaminar con estos parásitos. Quienes preparan los alimentos y están infectados con estos
parásitos, pueden contaminar también los alimentos si no se lavan bien las manos después de
ir al baño y antes de manipular alimentos.
Trichinella spiralis es un parásito tipo gusano redondo. Las personas se pueden infectar con
este parásito al consumir animales de caza o cerdo crudo o mal cocido.
Químicos
Los químicos dañinos que causan enfermedades pueden contaminar alimentos como, por
ejemplo
pescados o mariscos, que pueden alimentarse de algas que producen toxinas, lo cual
causa altas concentraciones de toxinas en el cuerpo. Algunos tipos de pescados,
incluido el atún y el dorado, pueden contaminarse con bacterias que producen
toxinas si el pescado no se refrigera correctamente antes de cocinarse y servirse.
ciertos tipos de setas.
frutas y verduras no lavadas, que contienen altas concentraciones de pesticidas.
bebés y niños
embarazadas y sus fetos
adultos mayores
personas con sistemas inmunitarios debilitados
Estos grupos también tienen mayor riesgo de desarrollar síntomas o complicaciones graves de
intoxicación por alimentos.
vómitos
diarrea o diarrea con sangre
dolor abdominal
fiebre
escalofríos
Los síntomas pueden ser desde leves hasta graves y pueden durar entre unas horas y varios
días.
C. botulinum y algunos químicos afectan el sistema nervioso, lo cual causa síntomas como los
siguientes:
dolor de cabeza
cosquilleo o adormecimiento en la piel
visión borrosa
debilidad
mareo
parálisis
Deshidratación
Cuando una persona no bebe suficiente líquido para reemplazar lo que perdió debido a vómitos
y diarrea, se puede producir la deshidratación. Cuando está deshidratado, el cuerpo no posee
suficientes líquidos y electrolitos (minerales de las sales, como sodio, potasio y cloro) para
funcionar correctamente. Los bebés, niños, adultos mayores y las personas con sistemas
inmunitarios debilitados tienen mayor riesgo de deshidratarse.
sed excesiva
orina poco frecuente
orina de color oscuro
letargia, mareos o desfallecimiento
Los síntomas de la deshidratación en los bebés y los niños pequeños son los siguientes:
También, cuando una persona está deshidratada, la piel no vuelve a aplanarse normalmente de
inmediato después de que se la presiona suavemente.
HUS
El síndrome hemolítico urémico es una enfermedad como frecuente que mayormente afecta a
niños menores de 10 años. El HUS se desarrolla cuando la bacteria E. coli alojada en el tracto
digestivo crea toxinas que ingresan al torrente sanguíneo. Las toxinas empiezan a destruir los
glóbulos rojos (que son los que ayudan a la coagulación de la sangre) y el revestimiento de los
vasos sanguíneos.
En Estados Unidos, la infección por E. coli O157:H7 es la causa más común de HUS, pero la
infección con otras cepas de la E. coli, otras bacterias y virus también puede causar HUS. Un
estudio reciente descubrió que aproximadamente el 6 por ciento de las personas con
infecciones por E. coli O157:H7 desarrollaron HUS. Los niños menores de 5 tienen el riesgo
más alto, pero las mujeres y personas mayores de 60 años también tienen un mayor riesgo.3
Los síntomas de la infección por E. coli O157:H7 incluyen diarrea, que puede ser
sanguinolenta, y dolor abdominal generalmente acompañado por náuseas, vómitos y fiebre.
Hasta una semana después de que aparecen los síntomas de la E. coli, pueden desarrollarse
síntomas de HUS, como irritabilidad, palidez y disminución de la orina. El HUS puede
provocar insuficiencia renal aguda, que es una súbita y provisoria pérdida de la función renal.
El HUS también puede afectar otros órganos y el sistema nervioso central. La mayoría de las
personas que desarrollan HUS se recupera mediante tratamiento. La investigación muestra
que, en Estados Unidos, entre el año 2000 y el 2006, menos del 5 por ciento de las personas
que desarrollaron HUS fallecieron debido al trastorno. Los adultos mayores tuvieron el índice
de mortalidad más alto (falleció aproximadamente un tercio de las personas mayores de 60 que
desarrollaron HUS).3
Los estudios demostraron que algunos niños que se recuperan del HUS desarrollan
complicaciones crónicas, como problemas renales, hipertensión y diabetes.
Otras complicaciones
Algunas intoxicaciones por alimentos provocan otras complicaciones graves. Por ejemplo, C.
botulinum y ciertos químicos de los pescados y mariscos pueden paralizar los músculos que
controlan la respiración. L. monocytogenes puede causar abortos espontáneos o mortinatos en
embarazadas.
La investigación sugiere que las intoxicaciones agudas por alimentos pueden provocar
trastornos crónicos, incluidos los siguientes:
Un estudio reciente descubrió que los adultos que se habían recuperado de infecciones por E.
coli O157:H7 tenían mayor riesgo de hipertensión, problemas renales y enfermedad
cardiovascular.7
síntomas de deshidratación
vómitos prolongados que impiden mantener los líquidos en el interior
diarrea durante más de 2 días en adultos o más de 24 horas en niños
dolor severo en el abdomen o en el recto
fiebre superior a 101 grados
deposiciones con sangre o pus
deposiciones negras y alquitranadas
síntomas del sistema nervioso
signos de HUS
Si un niño tiene una intoxicación por alimentos, los padres o tutores no deben dudar en llamar
a un proveedor de atención médica para obtener asesoramiento.
Las pruebas de diagnóstico para intoxicaciones por alimentos pueden incluir un cultivo de
deposiciones, en el cual se analiza una muestra de las deposiciones en un laboratorio para
verificar signos de infecciones o enfermedades. Si están disponibles, también se pueden
analizar muestras de vómito o del alimento sospechoso. Un proveedor de atención médica
puede efectuar pruebas médicas adicionales para descartar enfermedades y trastornos que
causan síntomas similares a los de la intoxicación por alimentos.
Si los síntomas de intoxicación por alimentos son leves y duran solo un corto tiempo, las
pruebas de diagnóstico, por lo general, no son necesarias.
beber abundante líquido como jugos de fruta, bebidas deportivas, bebidas sin
cafeína y caldos para reemplazar los líquidos y electrolitos
beber pequeños sorbos de líquidos claros o hielo picado si aún hay problema de
vómitos
gradualmente, reintroducir alimentos; empezar con alimentos blandos y fáciles de
digerir, como arroz, papas, tostadas o pan, cereal, carne magra, puré de manzana y
bananas
evitar alimentos grasos, azucarados, lácteos, cafeína y alcohol hasta la completa
recuperación
Los bebés y niños presentan inquietudes especiales. Es probable que los bebés y niños se
deshidraten más rápidamente por la diarrea y los vómitos, por su menor tamaño corporal. Los
siguientes pasos pueden ayudar a aliviar los síntomas y evitar la deshidratación en bebés y
niños:
dar soluciones de rehidratación por vía oral como Pedialyte, Naturalyte, Infalyte y
CeraLyte para evitar la deshidratación
dar alimentos en cuanto el niño tenga hambre
darles a los bebés leche materna o fórmula de fuerza total, como siempre, junto con
soluciones de rehidratación por vía oral
Los adultos mayores y adultos con sistemas inmunitarios debilitados también deben beber
soluciones de rehidratación por vía oral para evitar la deshidratación.
Hay disponible más información sobre cómo prevenir la intoxicación por alimentos
en www.foodsafety.gov .
Para prevenir la diarrea del viajero, la gente que viaja desde los Estados Unidos a países en vías
de desarrollo deben evitar lo siguiente:
beber agua del grifo, utilizar agua del grifo para cepillarse los dientes o usar hielo
hecho con agua del grifo
beber leche no pasteurizada o productos lácteos
ingerir frutas y verduras crudas, incluso lechuga y ensaladas de frutas, a menos que
pelen la fruta o verdura ellos mismos
ingerir carnes y pescados jugosos o crudos
ingerir carnes o mariscos que no estén calientes al momento de servirse
ingerir alimentos de vendedores ambulantes
Los viajeros pueden beber agua en botella, refrescos en botella y bebidas calientes como café o
té.
Las personas preocupadas por la diarrea del viajero deben hablar con un proveedor de atención
médica antes de viajar. El proveedor de atención médica puede recomendar a los viajeros que
lleven con ellos sus medicamentos en caso de que padezcan diarrea durante el viaje. Los
proveedores de atención médica pueden recomendar a algunas personas (en especial quienes
tengan sistemas inmunitarios debilitados) que tomen antibióticos antes y durante un viaje,
para ayudar a prevenir la diarrea del viajero. El tratamiento prematuro con antibióticos puede
acortar el período de duración de la diarrea del viajero.
Intoxicación alimentaria
Síntomas y causas
Diagnóstico y tratamiento
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Descripción general
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Síntomas
Náuseas
Vómitos
Fiebre
Causas
tiempo.
Factores de riesgo
Si te enfermarás tras comer un alimento contaminado dependerá de tu organismo,
la magnitud de la exposición, tu edad y tu salud. Los grupos de alto riesgo
comprenden:
Complicaciones
Los bebés, los adultos mayores y las personas con inhibición del sistema
inmunitario o enfermedades crónicas podrían sufrir deshidratación grave si pierden
más líquido del que pueden reemplazar. En este caso, es posible que tengan que
hospitalizarse y recibir líquidos por vía intravenosa. En casos extremos, la
deshidratación puede ser mortal.
Escherichia coli (E. coli). Ciertas cepas de E. coli pueden causar una
complicación grave llamada «síndrome urémico hemolítico». Este síndrome
daña el recubrimiento de los pequeños vasos sanguíneos de los riñones y, a
veces, provoca insuficiencia renal. Los adultos mayores, los niños menores
de 5 años y las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado corren
un riesgo mayor de presentar esta complicación. Si perteneces a una de
estas categorías de riesgo, consulta con el médico ante la aparición del
primer signo de diarrea intensa o con sangre.
Prevención
Lávate las manos y lava los utensilios y las superficies de los alimentos
con frecuencia. Lávate bien las manos con agua tibia y jabón antes y
después de manipular o preparar alimentos. Usa agua caliente y jabón para
lavar utensilios, tablas para cortar y otras superficies que utilices.
Mantén los alimentos crudos separados de los que están listos para
comer. Al hacer las compras, preparar la comida o almacenar alimentos,
mantén la carne de res, la carne de ave, el pescado y los mariscos crudos
lejos de los otros alimentos. Esto evita la contaminación cruzada.
Cocina la carne de res picada a 160 °F (71,1 °C), los filetes y las costillas
asadas (como cordero, cerdo y ternera) a 145 °F (62,8 °C) como mínimo.
Cocina el pollo y el pavo a 165 °F (75 °C). Asegúrate de que el pescado y los
mariscos estén bien cocidos.
Refrigera o congela los alimentos perecederos de inmediato, es decir,
dentro de las dos horas desde que los compraste o los preparaste. Si la
temperatura ambiente es superior a 90 °F (32,2 °C), refrigera los alimentos
perecederos dentro de una hora después de comprarlos.