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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

INGENIERÍA
FACULTAD DE INGENIERÍA AMBIENTAL

“Enfermedades agudas, subagudas y crónicas”

Quinta Asignación
Epidemiologia y salud publica

Aramburu Mosquera, Álvaro Marino (20182071K)


DOCENTE: Dr. Pezua Vivanco Jorge Jesús
Enfermedad Aguda

Ya mencionamos que la enfermedad aguda se desarrolla rápidamente, además, suele ser


fácilmente diagnosticable o al menos no suele pasar desapercibida. Además, de forma
frecuente se limita a un órgano o área específica del cuerpo. Una vez ocurre el
diagnóstico y se instaura un tratamiento, la enfermedad remite si todo sale
adecuadamente. En casos graves, la enfermedad aguda puede llevar a la muerte.

Es un punto importante a tener en cuenta que la diferencia entre enfermedad aguda o


crónica no está marcada por la gravedad de la enfermedad en sí, sino por el tiempo de
duración. Una enfermedad aguda puede llevar al fallecimiento en pocos minutos, por
ejemplo, por un infarto agudo del miocardio, mientras que un individuo con una
enfermedad crónica puede tener una esperanza de vida semejante a la de sus coetáneos
sanos. Un ejemplo de esto último es la enfermedad de Parkinson, que aun siendo crónica
y muy invalidante en un alto porcentaje de los casos, no limita significativamente la
esperanza de vida de quienes la padecen.

Ejemplos de enfermedades agudas

 Bronquitis aguda
 Conjuntivitis
 Fractura de hueso
 Apendicitis
 Gastroenteritis
 Urticaria aguda
 Crisis de asma
 Quemaduras
 Infarto agudo del miocardio
 Encefalomielitis aguda diseminada
 Leucemia linfoblástica aguda
Enfermedad subaguda

Esta enfermedad dura un poco más que las agudas no mayor a 6 meses.

Enfermedad Crónica

La enfermedad crónica se desarrolla durante muchos años y su comienzo suele ser


insidioso, de manera que puede pasar desapercibida hasta que los síntomas son
evidentes. Por ejemplo, las personas afectadas por enfermedad de Parkinson padecen de
depresión, estreñimiento y alteraciones del sueño muchos años antes de que los
síntomas motores, los más conocidos de la enfermedad, sean fácilmente detectables.
Algo semejante sucede con el alzhéimer, que tiene décadas de evolución antes de llegar
al punto de provocar demencia, que es su consecuencia más temida. Antes, el alzhéimer
causó manifestaciones más puntuales, como olvido de hechos frecuentes o dificultades
para encontrar la palabra adecuada. Las enfermedades crónicas, además, afectan
comúnmente a varios sistemas del organismo y el tratamiento es sintomático, no curativo.

Ejemplos de enfermedades crónicas

Artritis

La artritis es la inflamación de una o varias articulaciones del cuerpo. Los dos tipos más
comunes son la osteoartritis (también conocida como enfermedad degenerativa de las
articulaciones) y la artritis reumatoidea (AR). La osteoartritis aparece con la edad o luego
de un trauma u otro tipo de lesión en una articulación. La AR es una enfermedad
autoinmune que ocurre en los adultos jóvenes, en la que las propias defensas del cuerpo
atacan el recubrimiento de las articulaciones.

Hipertensión

La hipertensión arterial es una patología crónica que consiste en el aumento de la presión


arterial. Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos síntomas
claros y que estos no se manifiestan durante mucho tiempo.
Trastorno bipolar
El trastorno bipolar, antes denominado depresión maníaca, es una enfermedad mental
que causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos emocionales
(manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).
La enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn es un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal


principalmente. Aunque puede afectar cualquier parte del tracto digestivo desde la boca
hasta el ano, más comúnmente afecta la porción más baja del intestino delgado (íleon) o
el intestino grueso (colon y recto).

La enfermedad de Crohn es una afección crónica y puede recurrir varias veces durante la
vida. Algunas personas tienen períodos prolongados de remisión, a veces durante años,
en los que no presentan síntomas. No hay manera de predecir cuándo puede ocurrir una
remisión o los síntomas volverán a aparecer.

Epilepsia

La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central (neurológico) en el que la


actividad cerebral se vuelve anormal, lo que provoca convulsiones o períodos de
comportamientos o sensaciones inusuales y, a veces, pérdida de conciencia.
Los síntomas de las convulsiones pueden variar ampliamente. Algunas personas con
epilepsia simplemente miran de manera fija por unos segundos durante una convulsión,
mientras que otras mueven repetidamente los brazos o las piernas. Tener una sola
convulsión no significa que padezcas epilepsia. Por lo general, se requieren al menos dos
convulsiones no provocadas para determinar un diagnóstico de epilepsia.

Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que


afecta el movimiento. Los síntomas comienzan gradualmente. A veces, comienza con un
temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque la
enfermedad también suele causar rigidez o disminución del movimiento.
En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una
expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. El
habla puede volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de
Parkinson se agravan a medida que esta progresa con el tiempo.
A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían
mejorar notablemente los síntomas. En ocasiones, el médico puede sugerir realizar una
cirugía para regular determinadas zonas del cerebro y mejorar los síntomas.

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