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Sergio Alfaro la define como un documento cuya presentación a la autoridad (juez o árbitro)
tiene por objeto lograr de ésta la iniciación de un procedimiento para sustanciar en él tantos
procesos como pretensiones tenga el demandante para ser satisfechas por persona distinta a
dicha autoridad [cita requerida].
Una vez presentada ante el tribunal competente, la demanda debe ser acogida a tramitación,
mediante una resolución, debiendo emplazarse al demandado (o sea, notificársele y dándole
un plazo para contestar tal demanda).
Según el artículo 330 del Código Procesal de la Nación Argentina, se requiere la forma escrita y
las copias para el juzgado y para cada parte. En el escrito de la demanda será necesario:
la indicación del juez o tribunal ante quien se interpusiere; la suma o síntesis de la acción que
se dedujere; el nombre, domicilio y generales del demandante o del representante legal si se
tratare de persona jurídica; el nombre, domicilio y generales de ley del demandado; si se
tratase de una persona jurídica, la indicación de quién es el representante legal; la cosa
demandada, que deberá designarse con toda exactitud; los hechos en que se fundare,
expuestos con claridad y precisión; el derecho, expuesto sucintamente; la cuantía, cuando su
estimación fuere posible; la petición en términos claros y positivos (Arts. 716, 755, 775, 779).
Los hechos expuestos constituyen la causa petendi, que es la razón o fundamento en cuya
virtud se deduce la pretensión y responde al principio de sustanciación. El demandado será
quien deba reconocerlos o negarlos. En cuanto al juez, los hechos que le presenta el actor son
fundamentales para determinar el objeto del proceso, del cual aquel no puede apartarse en la
sentencia. A diferencia de esto, el derecho alegado por las partes y la designación técnica que
aquellos les den solo facilita la función judicial y el juez puede o no aplicarlos según el iura
novit curia.
El juez que detecta que la demanda no se ajusta a todas estas formas puede rechazar de oficio
la demanda expresando los defectos de que adolece.
Efectos
El efecto que nace por interponerse la demanda se conoce con el nombre de litispendencia.
Efectos procesales
Respecto del tribunal: produce varias obligaciones para el tribunal, básicamente, escuchar las
alegaciones de los litigantes, tramitar sus presentaciones y resolver la causa, generándose el
denominado principio de inexcusabilidad. Es el acto procesal que abre la instancia y determina
la competencia, dado que la competencia, se determina por la naturaleza de la pretensión
demandada, y sobre la base de los hechos expuestos en la demanda y del derecho aducido;
independientemente de la contestación del demandado y, por ello, sin tener en cuenta las
defensas esgrimidas en el responde; con abstracción de la justicia que pudiera asistir al
interesado.
Respecto del demandante: no puede iniciar un nuevo juicio contra el demandado, sobre la
misma materia, pues en dicha situación el demandado tiene derecho a oponerse alegando
litispendencia (litigio pendiente).
Efectos sustanciales
Responsabilidad[editar]
Responsabilidad procesal: que se traduce en el pago de las costas producto del juicio. Por lo
general, el demandante debe responder de éstas cuando su demanda ha sido rechazada por
falta de fundamento.
Responsabilidad penal: que se traduce en una sanción penal. El demandado podría incurrir en
esta clase de responsabilidad si comete un delito durante la tramitación del juicio, como la
presentación de testigos o documentos falsos, o realiza una calumnia.