Está en la página 1de 7

152-2002

Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las doce


horas y once minutos del día veintidós de abril de dos mil tres.

El presente proceso constitucional de hábeas corpus, ha sido iniciado por solicitud del
licenciado Luis Fernando Monge Menjivar, a favor de Gustavo Adolfo Mundo Hernández,
procesado en el Juzgado de Instrucción de Ciudad Delgado, por los delitos de amenazas
con agravación especial, y tenencia, portación o conducción ilegal de armas de fuego.

Analizado el proceso; y considerando:

I.- El peticionario solicita se decrete auto de exhibición personal a favor del señor Gustavo
Adolfo Mundo Hernández, en vista de encontrarse detenido ilegalmente por "un craso
error judicial", fundamentando su pretensión en el siguiente argumento: Que el favorecido
respecto al delito de amenazas con agravación especial logró conciliar con la supuesta
víctima, y con relación al delito de tenencia, portación o conducción ilegal de armas de
fuego, el Juzgado Segundo de Paz de Ciudad Delgado en resolución de audiencia inicial
otorgó al señor Mundo Hernández medidas cautelares sustitutivas a la detención
provisional, resolución que fue impugnada por la representación fiscal interponiendo
recurso de revocatoria con apelación subsidiaria en la misma audiencia, razón por la cual se
dejó sin efecto la resolución emitida, aplicándose el artículo 411 del Código Procesal Penal,
el cual hace referencia al efecto suspensivo del recurso invocado; dicho recurso nunca se
interpuso en legal forma por la representación fiscal ante el Juzgado Segundo de Paz de
Ciudad Delgado, según lo informado por este último a la defensa del ahora favorecido, a la
cual también el Juzgado Segundo de Paz de Ciudad Delgado manifestó que el señor Mundo
Hernández quedaba solamente detenido durante el plazo de la interposición del recurso, el
cual vencía el día treinta de abril del año dos mil dos, fecha desde la cual el favorecido se
encontraba ilegalmente detenido.

El peticionario agregó que el proceso se remitió al Juzgado de Instrucción de Ciudad


Delgado, el cual no verificó la existencia del recurso de apelación anunciado por la
representación fiscal en la audiencia inicial, de forma que no se percató del error judicial al
no haberse interpuesto el citado recurso.

II.- Tal como lo ordena la Ley de Procedimientos Constitucionales se procedió a nombrar


Juez Ejecutor, a efecto de que diligenciara el presente proceso de hábeas corpus, quien en
su informe manifestó: Que la representación fiscal en audiencia inicial interpuso recurso de
revocatoria con apelación subsidiaria por lo cual el favorecido quedaba detenido durante el
plazo para recurrir y mientras se tramitaba el recurso, verificando que la apelación nunca
fue interpuesta por la fiscalía de forma escrita; por lo cual consideró que el favorecido
estaba detenido injustamente, estableciendo además que pudiéndosele otorgar al señor
Mundo Hernández medidas sustitutivas a la detención provisional, se debía proceder en el
proceso de hábeas corpus en sentido positivo a favor de éste y posteriormente continuar con
el procedimiento en forma legal.
III.- Previo analizar la pretensión planteada por el peticionario, esta Sala estima necesario
hacer la siguiente consideración:

En reiterada jurisprudencia emitida por este Tribunal en materia de hábeas corpus, se


estableció, que una vez decretada la libertad de la persona a cuyo favor se solicitaba el
proceso, desaparecía el presupuesto habilitante del mismo, es decir la restricción de
libertad, perdiendo con ello su objeto -reintegrar el derecho de libertad transgredido-,
provocando tal situación una abstención de pronunciamiento sobre los elementos que
configuraban la pretensión, concluyendo inmediatamente el proceso a través de la figura
del sobreseimiento.

El anterior criterio jurisprudencial cambió a partir de la sentencia de hábeas corpus número


113-2002, emitida a las doce horas con quince minutos del día nueve de agosto del año dos
mil dos, en la cual se determinó la facultad que esta Sala tiene, de efectuar el análisis de
violaciones constitucionales alegadas, aún y cuando la persona a cuyo favor se solicita ya
haya sido puesta en libertad durante la tramitación del proceso de hábeas corpus;
señalándose que tal circunstancia provocaría lo que en doctrina se conoce como sentencia
declarativa, puesto que si bien no sería posible restituir al demandante en su derecho de
libertad física, sí se otorgaría una tutela a fin de que pueda optar por una vía en la que logre
el resarcimiento o indemnización por los daños o perjuicios posiblemente ocasionados.

En el caso en estudio esta Sala advierte, que la detención provisional en la cual se


encontraba el señor Gustavo Adolfo Mundo Hernández ha cesado en su totalidad, en razón
de haberse decretado medidas cautelares diferentes a la detención provisional por la Juez de
Instrucción de Ciudad Delgado, en fecha diez de julio del año dos mil dos, por lo que, en
aplicación al cambio de criterio jurisprudencial relacionado, este Tribunal examinará la
pretensión planteada, con el objeto de determinar si existió o no afectación de derechos
constitucionales en incidencia en el derecho de libertad física del favorecido y en caso que
el fallo resultare estimatorio dejar expeditas las vías por las cuales el favorecido pueda
obtener, si lo estima procedente, indemnización por los daños y perjuicios posiblemente
ocasionados.

IV.- En el presente caso, este Tribunal puede establecer que el argumento fáctico planteado
por el peticionario en la pretensión de hábeas corpus, está fundamentado en el hecho que el
favorecido fue dejado en detención provisional no obstante haberse interpuesto recurso de
revocatoria con apelación subsidiaria contra la resolución emitida por el Juez Segundo de
Paz de Ciudad Delgado, en la cual éste ordenó sustituir la detención provisional por otras
medidas cautelares; en vista de tal planteamiento, esta Sala estima pertinente hacer
referencia al tema de la seguridad jurídica y al tratamiento procesal que el Código Procesal
Penal establece en lo concerniente a las medidas cautelares frente a la interposición de
recursos, con el objeto de facilitar el pronunciamiento a proveer en el caso sub iúdice; de tal
forma:

a) Sobre el tema de la seguridad jurídica, está Sala ya se ha pronunciado en su


jurisprudencia, así en la sentencia proveída en el proceso de amparo con número de
referencia 642-99, de fecha veintiséis de junio de dos mil, se estableció: " Por seguridad
jurídica se entiende, pues, la certeza que el individuo posee de que su situación jurídica no
será modificada más que por procedimiento regulares y autoridades competentes, ambos
establecidos previamente". (…) Existen diversas manifestaciones de la seguridad jurídica
(…) una de ellas es justamente la interdicción de la arbitrariedad del poder público y más
precisamente de los funcionarios que existen en su interior. Estos se encuentran obligados
a respetar los límites que la ley prevé de manera permisiva para ellos, al momento de
realizar una actividad en el ejercicio de sus funciones. Un juez, está obligado a respetar la
ley y sobre todo la Constitución al momento de impartir justicia. Sus límites de actuación
están determinados por una y otra. Obviar el cumplimiento de una norma o desviar su
significado ocasiona de manera directa violación a la Constitución, y con propiedad, a la
seguridad Jurídica. (…)"

De tal manera, cuando la normativa establece el procedimiento que el juez de la causa debe
seguir o la consecuencia jurídica que debe aplicar en el caso concreto, y éste no cumple con
lo previamente dispuesto en el ordenamiento jurídico, produce una afectación a la
seguridad jurídica del procesado; y

b) Por medio del recurso de revocatoria con apelación subsidiaria la parte recurrente
pretende la revisión de la decisión por parte del mismo juez que la emitió, pero ante la
posibilidad latente de que éste no estime la revocatoria, interpone una apelación con
carácter simultaneo y subsidiario, con el objeto de obtener una nueva revisión de lo
decidido por un órgano jurisdiccional superior en grado, utilizando de esta forma el doble
mecanismo de impugnación que le brinda el ordenamiento jurídico en materia procesal
penal.

Dicho recurso se encuentra regulado en nuestra legislación procesal penal en el artículo


416, que literalmente establece "la resolución que recaiga causará ejecutoria, a menos que
el recurso haya sido interpuesto, en el mismo momento y en forma, con el de apelación
subsidiaria y éste sea procedente".

Por otro lado el artículo 411 del Código Procesal Penal, regula "La resolución no será
ejecutada durante el plazo para recurrir y mientras se tramita el recurso, salvo disposición
legal en contrario", dicho artículo hace referencia al efecto suspensivo que se genera ante
la interposición de recursos; efecto suspensivo -denominado también impeditivo- que evita
que la resolución impugnada pueda ser ejecutada, con la finalidad de no permitir la
generación de perjuicios que podrían derivarse de la ejecución de la resolución impugnada,
la cual posteriormente puede ser revocada por una instancia superior.

El mencionado efecto suspensivo opera temporalmente desde que la resolución es


susceptible de ser recurrida y mientras se tramita el recurso, teniendo sus respectivas
excepciones legales, siendo una de éstas la prevista en el artículo 304 del Código Procesal
Penal: " La resolución que interponga la detención provisional, una medida sustitutiva o la
deniegue, será apelable. La interposición del recurso no suspenderá el cumplimiento de la
medida apelada…"; esto implica que el efecto suspensivo no opera cuando se apela de
aquellas resoluciones por medio de las cuales se impone alguna medida cautelar,
conllevando a que la resolución pueda ser ejecutada por parte de la autoridad que la emitió.
V.- Luego de haberse relacionado lo pretendido por el peticionario, lo informado por el
Juez Ejecutor, la habilitación de esta Sala para conocer del caso sub iúdice y las anteriores
consideraciones doctrinarias y jurisprudenciales, se procede a analizar los argumentos
planteados en la pretensión de hábeas corpus; pero antes resulta preciso enfatizar que si
bien el peticionario no fundamentó jurídicamente sus alegatos, es decir no indicó las
disposiciones constitucionales vulneradas, en base al artículo 80 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, el cual faculta a este Tribunal a suplir de oficio los
errores y omisiones de derecho en las cuales pudiesen incurrir las partes, esta Sala
examinara si en el presente caso ha existido transgresión al contenido del artículo 2 de la
Constitución de la República en relación a la seguridad jurídica del favorecido, que
provocase afectación a su derecho de libertad física; por tal motivo se relacionaran los
pasajes del expediente del proceso penal instruido contra el señor Mundo Hernández, que
tengan una vinculación directa al respecto; así consta:

1) De folios 17 a folios 19, acta de audiencia inicial de fecha veinticuatro de abril del año
dos mil dos, emitida por el Juez Segundo de Paz de Ciudad Delgado; en dicha audiencia se
autorizó la conciliación entre el favorecido y la víctima por el delito de amenazas con
agravación especial, y en relación al delito de tenencia, portación o conducción ilegal de
armas de fuego, se estableció, entre otros aspectos, ordenar instrucción formal con
detención provisional y sustituir la detención provisional decretada por otras medidas
cautelares, por lo cual se indicó que debía ponerse en libertad al favorecido. En la misma
audiencia la representación fiscal interpuso recurso de revocatoria con apelación subsidiara
con el objeto de impugnar las medidas sustitutivas a la detención provisional, a lo cual el
Juez Segundo de Paz de Ciudad Delgado manifestó que la detención provisional era una
medida cautelar excepcional y no la regla general aplicable en el proceso, considerando que
las medidas sustitutivas impuestas ejercerían un control sobre el proceso que garantizarían
la comparecencia del favorecido, por lo que declaró sin lugar el recurso de revocatoria.

2) A folios 20, oficio número 896 de fecha veinticuatro de abril de dos mil dos, por medio
del cual se remitió el proceso al Juzgado de Instrucción de Ciudad Delgado, haciendo
constar que el favorecido quedaba detenido por el término de la apelación, en razón de
haberse interpuesto el recurso de revocatoria con apelación subsidiaria en la audiencia
inicial celebrada.

3) A folios 21, el oficio anteriormente relacionado se tuvo por recibido en el Juzgado de


Instrucción de Ciudad Delgado, por auto de las nueve horas del día veintiséis de abril del
dos mil dos; en el referido auto no se realizó pronunciamiento alguno sobre la medida
cautelar impuesta al favorecido.

4) A folios 31 escrito presentado por el defensor particular del ahora favorecido, ante el
Juzgado de Instrucción de Ciudad Delgado en fecha diecinueve de junio del año dos mil
dos, solicitando se pusiera en libertad inmediatamente al señor Mundo Hernández; además
en el mismo escrito se manifestó que el recurso anunciado por la representación fiscal en
audiencia inicial con motivo de impugnar la resolución en la cual se decretaron medidas
sustitutivas a la detención provisional a favor del señor Mundo Hernández, nunca fue
interpuesto en legal forma ante el Juzgado Segundo de Paz de Ciudad Delgado.
5) A folios 33, la Juez de Instrucción de Ciudad Delgado, en auto de fecha veinte de junio
de dos mil dos, declaró sin lugar la solicitud hecha por el defensor particular, porque éste
último no había aceptado el cargo conferido; en dicho auto se ordenó librar oficio al
Juzgado Segundo de Paz de ciudad Delgado, con el objeto que informara si se había
presentado el escrito del recurso de apelación anunciado en audiencia inicial. El oficio se
hizo efectivo -a folios 35- en fecha del veintiuno de junio del año dos mil dos.

6) A folios 36, el Juez Segundo de Paz de Ciudad Delgado por oficio de fecha veinticuatro
de junio del año dos mil dos, informó a la Juez de Instrucción de Ciudad Delgado que la
representación fiscal no presentó el respectivo escrito del recurso de apelación, oficio que
fue recibido en el Juzgado de Instrucción de Ciudad Delgado el día veinticinco de junio del
año dos mil dos.

7) A folios 37 auto de fecha veintiocho de junio de dos mil dos, en el cual la Juez de
Instrucción de Ciudad Delgado, se pronunció sobre las medidas cautelares impuestas al
favorecido, explicando no haberlo hecho con anterioridad por no tener certeza si se había
interpuesto o no el recurso de apelación; en tal auto la suscrita Juez consideró procedente
modificar la aplicación de medidas sustitutivas a la detención provisional, ordenando a su
defecto la imposición de la medida cautelar de la detención provisional contra el
favorecido.

8) A folios 61, resolución de fecha diez de julio del año dos mil dos pronunciada por la
Juez de Instrucción de Ciudad Delgado en audiencia especial de revisión de medidas
cautelares; en ésta resolución la Juez referida consideró procedente acceder al cambio de la
medida cautelar de la detención provisional impuesta al ahora favorecido por otro tipo de
medida cautelar, por lo cual se ordenó su libertad inmediata.

Del estudio de la causa penal, esta Sala ha podido verificar que el Juez Segundo de Paz de
Ciudad Delgado si bien en la resolución de audiencia inicial ordenó medidas sustitutivas a
la detención provisional decretada, dejó en detención al favorecido en razón de la
interposición del recurso de revocatoria con apelación subsidiaria contra dicha la
resolución. De ello se desprende que el Juez Segundo de Paz de Ciudad Delgado omitió
aplicar lo dispuesto en el artículo 304 del Código Procesal Penal, norma que contiene una
excepción al efecto suspensivo; lo cual originó violación a la seguridad jurídica del
favorecido, ya que se afectó su situación jurídica en incumplimiento al contenido y
tratamiento que el Código Procesal Penal establece en relación a las medidas cautelares
ante la interposición de recursos en las causas penales, transgrediéndose a la vez el derecho
de libertad física del señor Mundo Hernández, pues éste desde la celebración de la
audiencia inicial hasta el pronunciamiento de la Juez de Instrucción de Ciudad Delgado
sobre las medidas cautelares, se mantuvo en detención por dos meses y cuatro días, al no
ejecutarse la resolución que imponía las medidas sustitutivas a la detención provisional.

Y es que, ante el anuncio hecho por la representación fiscal respecto a la interposición del
recurso de revocatoria con apelación subsidiaria en audiencia inicial, el Juez Segundo de
Paz de Ciudad Delgado se encontraba legalmente habilitado para aplicar la excepción al
efecto suspensivo, teniendo la obligación de ejecutar las medidas sustitutivas decretadas, y
no la detención provisional.
Con relación a la actuación de la Juez de Instrucción de Ciudad Delgado, se advierte que
dicha autoridad, ya recibido el proceso penal junto con las diligencias instruidas y dejando
transcurrir más de tres días, omitió pronunciarse sobre la medida cautelar impuesta al
favorecido o las razones por las cuales no podía resolver respecto a las mismas; lo que de
acuerdo a lo establecido en el artículo 266 numeral uno del Código Procesal Penal, es una
obligación ineludible del juez de instrucción; puesto que desde el momento que el juez de
paz remite las actuaciones al de instrucción, éste último conforme al plazo establecido en el
artículo citado, debe cumplir con su función critica, la cual consiste en la determinación de
la situación del imputado, es decir debe de pronunciarse sobre las medidas cautelares
impuestas al procesado, ya sea ratificándolas, modificándolas o haciéndolas cesar.

La omisión de la Juez de Instrucción de Ciudad Delgado se evidencia debido a que, ésta se


pronunció sobre las medidas cautelares hasta el veintiocho de junio de dos mil dos, es decir
dos meses después de recibido el proceso penal, manifestando no haberlo hecho antes en
razón de "no tener certeza si el recurso de apelación se había interpuesto"; de ésta forma la
juez en referencia obvio el cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 266 numeral uno del
Código Procesal Penal, vulnerando la seguridad jurídica del señor Mundo Hernández, e
incidiendo directamente en su derecho de libertad física; puesto que la audiencia inicial se
celebró el día veinticuatro de abril de dos mil dos, teniendo la representación fiscal a partir
de esa fecha cinco días para interponer el escrito de apelación en legal forma, circunstancia
que según el expediente de la causa no se realizó, y no obstante la Juez de Instrucción de
Ciudad Delgado no emitió pronunciamiento respecto a la detención provisional de la cual
era objeto el favorecido, manteniéndose éste en detención por más de dos meses, sin que la
autoridad judicial resolviera sobre las medidas cautelares.

En consecuencia, de la misma manera como se concluyó respecto a la actuación del Juez


Segundo de Paz de Ciudad Delgado, la omisión de la Juez de Instrucción en mención de
pronunciarse sobre las medidas cautelares, provocó –como ya se acotó– un incumplimiento
a lo prescrito en la norma procesal penal, generando también un detrimento al derecho de la
seguridad jurídica y libertad física del favorecido.

Así, antes de emitir el fallo correspondiente, esta Sala considera preciso señalar dos
aspectos de importancia: a) la afectación de la seguridad jurídica incidente directamente en
la transgresión al derecho de libertad física del señor Mundo Hernández, se generó desde la
conclusión de la audiencia inicial en la fecha del veinticuatro de abril de dos mil dos -
puesto que el Juez Segundo de Paz de Ciudad Delgado, no ejecutó las medidas cautelares
sustitutivas a la detención provisional, dejándose al favorecido en detención-, hasta el día
veintiocho de junio de dos mil dos, fecha en que la Juez de Instrucción de Ciudad Delgado
se pronunció sobre la medida cautelar en la cual se encontraba el favorecido; y b) el
presente pronunciamiento no pretende ser incongruente, respecto a lo argumentado por el
peticionario, pues si bien la violación constitucional no se originó por el hecho de no
haberse presentado el escrito de apelación -tal como lo dispuso el peticionario-, sino a partir
de la omisión del cumplimiento a disposiciones procesales penales previamente
establecidas, que provocan violación al derecho de seguridad jurídica y en consecuencia al
derecho de libertad física, la violación constitucional realmente existió y esta Sala pudo
constatarla a través de la confrontación de los elementos fácticos enunciados en la
pretensión y las actuaciones de los jueces que han intervenido en la consecución del
proceso; de forma que no se han suplido omisiones de índole fáctica, pues de lo expuesto
por el peticionario es que la Sala entró a conocer sobre la pretensión y examinó si tales
argumentos podían ocasionar afectación al derecho de libertad física del favorecido.

Por tanto reconocida que ha sido la vulneración a la seguridad jurídica y al derecho de


libertad del favorecido, es procedente que este Tribunal emita un pronunciamiento
estimatorio a favor del señor Mundo Hernández, enfatizando que si bien no es posible
restablecer el ejercicio de su derecho de libertad, en virtud que se encuentra en libertad por
haberse decretado medidas cautelares sustitutivas a la detención provisional en el desarrollo
del proceso penal, el reconocimiento de la afectación constitucional y transgresión al
derecho fundamental de libertad se ha realizado con el objeto de posibilitar que el
favorecido tenga expedita la vía judicial idónea y obtenga si así lo estima procedente la
correspondiente indemnización por los daños y perjuicios posiblemente ocasionados.

Por las razones expuestas en el presente proceso constitucional, esta Sala RESUELVE: a)
declárase haber existido violación al derecho de libertad física del favorecido Gustavo
Adolfo Mundo Hernández, en el desarrollo del proceso penal instruido en su contra en el
Juzgado de Instrucción de Ciudad Delgado por los delitos de amenazas con agravación
especial, y tenencia, portación o conducción ilegal de armas de fuego, a consecuencia de la
vulneración del derecho de seguridad jurídica; b) certifíquese la presente resolución y
remítase junto con la copia certificada del proceso penal al Juzgado de Instrucción de
Ciudad Delgado; c) notifíquese y archívese el presente hábeas corpus. ---R. HERNANDEZ
VALIENTE---J. E. TENORIO---MARIO SOLANO---J. ENRIQUE ACOSTA---
PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---S.
RIVAS DE AVENDAÑO---RUBRICADAS.

También podría gustarte