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Declaraciones,

derechos y
garantías

Instituciones
Políticas y
Gubernamentales

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Declaraciones, derechos y
garantías
Introducción
La Constitución Nacional, como fiel reflejo de todas las constituciones
republicanas, contiene dos partes fundamentales: una primera llamada
dogmática, en la que se declaran los derechos de las personas; y una
segunda denominada orgánica, que regula el ejercicio del poder estatal,
dividiendo sus funciones.

En esta lectura abordaremos la primera parte de la constitución, que algunos


autores llaman derecho constitucional de la libertad.

Declaraciones
Las declaraciones son un concepto algo abstracto de la dinámica
constitucional, pues suelen ser de alcance general, y no tener una
implicancia directa en los individuos.

La declaración es una manifestación constitucional, que refiere una toma de


posición del Estado con relación a una determinada institución.

Claros ejemplos de declaraciones se encuentran en los dos primeros


artículos de la Constitución Nacional, que manifiestan que el Estado se
organiza bajo la forma republicana, federal y representativa (Constitución
Nacional, artículo 1), y que sostiene la religión católica (Constitución
Nacional, artículo 2).

Si bien el alcance de las declaraciones es general, tiene importantes


consecuencias concretas como pauta interpretativa de los derechos de los
habitantes y de la limitación del poder gubernativo.

Derechos
Los derechos son el núcleo medular de la parte dogmática de la Constitución.
Mediante ellos, se reconocen las libertades fundamentales de los
habitantes.

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El derecho es una atribución que se reconoce a las personas, que
generalmente les permite hacer o disfrutar algo. En este sentido, el principal
derecho es a la vida, sin la cual no se pueden concebir los restantes.

El reconocimiento de derechos ha tenido una clara evolución en la historia,


idéntica a la que tuvo el Estado en sus períodos liberal, social, y actual.

El derecho es una atribución que se reconoce a las personas, para hacer o


disfrutar algo. El principal derecho es a la vida, sin la cual no se pueden
concebir los restantes.

Así, nuestra Constitución nació en 1853 reconociendo derechos de la


primera generación o liberales; luego en el año 1957 incorporó derechos de
la segunda generación o sociales; y finalmente en la última reforma de 1994
receptó los derechos de incidencia colectiva o de la tercera generación.

Derechos liberales

Esta generación de derechos constitucionales surge del triunfo de la


burguesía contra el régimen monárquico, y por lo tanto está inspirada en
una fuerte ideología que tiene en cuenta la igualdad de los hombres, la
libertad de acción, y la no injerencia del Estado en los asuntos privados.

En nuestra Constitución, estos derechos suelen ser mencionados como


libertades individuales, y principalmente están consagrados en el artículo 14.

Allí se reconocen los derechos de transitar por el territorio, de expresar las


ideas, de peticionar al gobierno, de trabajar y comerciar, de usar y disponer
de la propiedad, de profesar un culto, y de enseñar y aprender (Constitución
Nacional, artículo 14).

A dichas libertades, se le suma el principio de igualdad del artículo 16


―según el cual todas las personas son iguales ante la ley―, y el de intimidad
del artículo 19 ―que impide al Estado interferir en las acciones privadas de
las personas que no ofenden a otras― (Constitución Nacional, artículos 16 y
19).

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Derechos sociales

La segunda generación de derechos, tiene origen en la extensa lucha


protagonizada por los movimientos obreros, tendiente a la obtención de
mejoras en las condiciones de trabajo.

Esta importante gama de derechos, tiene como punto de partida la


experiencia de que el libre juego entre la oferta y la demanda genera tristes
injusticias, y que se hace indispensable que el Estado intervenga en las
relaciones para garantizar un piso mínimo de derechos a los sectores
naturalmente postergados de la sociedad.

En nuestra Constitución, los derechos sociales fueron receptados en el


artículo 14 bis.

En dicho precepto se reconocen los derechos de los trabajadores


individuales, tales como condiciones dignas de labor, descanso laboral,
salario mínimo, y protección contra el despido arbitrario (Constitución
Nacional, artículo 14 bis).

También se declaran los derechos de los trabajadores agrupados en


organizaciones sindicales, entre otros el de negociar convenios y hacer
huelga (Constitución Nacional, artículo 14 bis).

Finalmente se receptan los derechos de la seguridad social, que conceden el


seguro social, jubilaciones, protección de la familia, y acceso a la vivienda
(Constitución Nacional, artículo 14 bis).

Derechos de incidencia colectiva

La tercera generación de derechos surge en la sociedad moderna a partir de


la postguerra, cuando el hombre acepta la importancia de convivir en el
planeta, y enfrenta las nuevas problemáticas actuales.

Se dice que son derechos de incidencia colectiva, pues no miran al individuo


aislado o a una clase social determinada, sino en gran medida a toda la
humanidad.

Nuestra Constitución reconoció estos derechos, principalmente en los


artículos 41 y 42.

En el primero de ellos se provee a la protección de un ambiente sano,


imponiendo que todo desarrollo debe ser ecológicamente sustentable, sin

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que comprometa a las futuras generaciones (Constitución Nacional, artículo
41).

Figura 1: Derecho a un ambiente sano y desarrollo sustentable

Fuente: [Imagen sin título sobre Derecho a un ambiente sano y desarrollo sustentable]. Recuperado
de: https://ucontinental.edu.pe/web/wp-content/uploads/2010/12/ambiente_sanoxy-684x456.jpg

El segundo protege a los consumidores y usuarios, considerados el extremo


débil de la relación de consumo y uso de servicios, frente a las grandes
empresas que los venden y proveen (Constitución Nacional, artículo 42).

Reglamentación de los derechos

Como es de pensarse, los derechos que la Constitución reconoce no pueden


ser absolutos, sino que requieren necesariamente de una adecuada
limitación, que posibilite su ejercicio por todos los habitantes.

Esta limitación es fácilmente entendida en el derecho de transitar por el


territorio, que es fuertemente reglamentado en torno al espacio por el que
se puede transitar (carriles, sendas peatonales), y al tiempo en que se
permite hacerlo (semáforos, prioridades al peatón).

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Los derechos no pueden ser absolutos, sino que requieren de una adecuada
limitación, que posibilite su ejercicio por todos los habitantes.

Pero la potestad reglamentaria del Estado tiene a su vez importantes


limitaciones. De acuerdo a lo que establece nuestra norma suprema, la
reglamentación de los derechos constitucionales deberá ser dispuesta por
una ley del Poder Legislativo; y no podrá alterar la esencia de tales derechos
(Constitución Nacional, artículos 14 y 28).

Garantías
Aún en un Estado organizado, puede ocurrir en la realidad que los derechos
constitucionales de las personas sean ilegalmente afectados por otros
habitantes, o incluso por el propio gobierno.

Para tales supuestos, la Constitución instituye una serie de garantías, que se


presentan como herramientas que el Estado pone al alcance de los
habitantes, para permitir el restablecimiento de sus derechos frente a la
violación por parte de persona alguna.

Las garantías, enconces, son un complemento íntimo de los derechos


constitucionales, pues permiten su vigencia frente a un acto de afrenta.

Primeramente se entendían receptadas las garantías constitucionales del


debido proceso, cuyo principal contenido es la inviolabilidad de la defensa
en juicio, que permite a los habitantes ser oídos en el proceso, producir
pruebas, obtener una decisión fundada, y presentar recursos frente a ellas
(Constitución Nacional, artículo 18).

En la última reforma constitucional, se incorporaron tres garantías que


funcionan como la posibilidad de los habitantes de acudir al Poder Judicial,
mediante las acciones de amparo ―para proteger sus derechos en
general―, de hábeas corpus ―para proteger la libertad física―, y de hábeas
data ―para proteger sus datos publicados en registros públicos o privados
(Constitución Nacional, artículo 43).

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Referencias
[Imagen sin título sobre Derecho a un ambiente sano y desarrollo sustentable].
(s.f). Recuperado de: https://ucontinental.edu.pe/web/wp-
content/uploads/2010/12/ambiente_sanoxy-684x456.jpg

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4999/804/norma.htm

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Constitución de la Nación Argentina. (1853-1994). Artículo 14 bis. Recuperado de


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Constitución de la Nación Argentina. (1853-1994). Artículo 18. Recuperado de


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Constitución de la Nación Argentina. (1853-1994). Artículo 43. Recuperado de


enlace http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-
4999/804/norma.htm

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