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Las escamas del pirarucu tienen una capa interna resistente y flexible, adherida por

colágeno a otra lámina exterior mineralizada. Del mismo modo, los chalecos
antibalas están hechos de varias capas de tejido flexible intercaladas entre láminas
rígidas. Pero esos componentes se unen por medio de un tercer material adhesivo,
mientras que las escamas de los peces se unen a nivel de átomos y crecen juntas
tejiéndose en una única pieza sólida.

Descubren en
Sudamérica una nueva especie de pez arapaima, uno de los más grandes del mundo

El secreto del 'Arapaima gigas'


"Una ventana puede parecer fuerte y sólida, pero no tiene elasticidad. Si algo la
golpea, el vidrio se rompería", explicó Robert Ritchie, autor principal del estudio.
"Cuando la naturaleza une un material duro con un elemento blando, lo
gradúa, evitando el efecto devastador. Y en este caso, la estructura de unión es el
colágeno mineralizado", agregó.
Otras especies de peces también tienen colágeno en sus escamas, pero las capas
de esa proteína en el pirarucu son más gruesas, por lo que los responsables de la
investigación consideran que el secreto del 'Arapaima gigas' para prosperar en las
aguas infestadas de pirañas reside en el grosor de sus escamas.
En caso de que se logre desarrollar una estructura flexible que se comporte como
la capa de colágeno en las escamas de los peces, los científicos confían en poder
crear armaduras sintéticas más livianas e impenetrables, aunque también son
conscientes que esto no sería posible en un futuro cercano.

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