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Cuando una solución que contiene un soluto no electrolito se congela, el elemento que
llega al punto de congelación es el solvente; es decir, las moléculas de soluto
normalmente no se disuleven en el soluto solidificado, y quedan en un resto de la solución
restante, la cual se concentra con el paso del tiempo.
Esto conlleva a que la presión de vapor del sólido se iguale a la presión de vapor del
líquido con el que está en solución, provocando una caída en la presión de vapor del
solvente, y a su vez, una mayor interracción entre las moléculas del soluto y el resto del
solvente en la solución, provocando la necesidad de liberación de mayor cantidad de
calor, por parte de la solución restante, para llegar a un estado de congelación. Esto
significa que la solución congelará a una temperatura inferior que la del solvente.
Presión osmótica
e conoce como presión a la consecuencia de aplicar compresión o apretar algo. Estos
verbos describen actividades como estrechar, ajustar, apiñar u oprimir. Esto significa que
una presión es una fuerza que se destina a una cosa. El término también se emplea para
nombrar una magnitud de raíz física que da cuenta de la fuerza que ejerce un objeto o
elemento respecto a la unidad de superficie.
Osmótico, por su parte, es un vocablo que refiere a aquello que pertenece o está
relacionado a la ósmosis (nombre que recibe el fenómeno físico-químico que implica el
paso de disolventes, aunque no de soluto, entre dos disoluciones que poseen distinta
concentración y que están separadas por una membrana semipermeable).
de fuerza que debe aplicarse sobre una solución cuando se necesita frenar el flujo
de disolvente por medio de una membrana de características semipermeables. Esta
particularidad resulta muy importante para entender las relaciones que se establecen
entre los líquidos que forman parte de los seres vivos.
La membrana semipermeable, pues, permite que pasen las moléculas de disolvente pero
impide el avance de las moléculas del soluto. Esto hace que las moléculas del disolvente
se difundan y puedan pasar desde una solución con menor concentración a otra con
mayor concentración.
Cuando entre las distintas porciones de una misma disolución no hay un intercambio neto
de soluto, se dice que existe una presión osmótica de equilibrio. En los casos en los
que hay una membrana que proteja a la disolución, la presión osmótica de equilibrio se
logra cuando la presión atmosférica iguala la presión que el disolvente ejerce sobre la
membrana.