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DEFINICIÓN DE MOLALIDAD

Para comprender el concepto de molalidad resulta imprescindible tener en claro


otras nociones del ámbito de la química. En especial aquellas que están
vinculadas a las disoluciones: las mezclas homogéneas que se forman disolviendo
un sólido en un líquido.
Una disolución, por lo tanto, consta de un solvente o disolvente (la sustancia que
permite disolver) y de un soluto (el elemento que se disuelve). La mezcla se forma
cuando el soluto se disuelve en el solvente.
Retomando la idea de molalidad, este término alude a la cantidad de moles de
soluto que hay en cada kilogramo de solvente. Se trata, pues, de una medida de
concentración. Cabe resaltar que un mol es una magnitud física fundamental que
refiere a una cierta porción de material. La molalidad refleja el número de moles
del soluto en un kilo del solvente. La fórmula es la siguiente:
Molalidad = Moles de soluto / Masa de solvente
m = n / kg

La molalidad, que suele expresarse en mol/kg, resulta independiente de


la presión y la temperatura. De esta manera se puede realizar su medición de
forma precisa.
Muchas veces se producen confusiones entre la molalidad y la molaridad ya que
no solo los dos términos son muy parecidos, sino que además hacen mención a
cuestiones similares. La molaridad indica la cantidad de soluto que hay en un litro
de disolución: al trabajar con volúmenes, está asociada a las condiciones de
presión y temperatura. Si la presión o la temperatura se modifican, también
cambia el volumen y así varía la molaridad. Por el contrario, este tipo de
alteraciones no inciden en la molalidad.
Los electrolitos y la conductividad de las soluciones
La conductividad (o conductancia específica) de una solución de electrolito es una medida
de su capacidad para conducir la electricidad. La unidad SI de conductividad es
el siemens por metro (S/m).
Las medidas de conductividad se utilizan de forma rutinaria en muchas aplicaciones
industriales y medioambientales como un modo rápido, barato y fiable de medir el
contenido iónico en una solución.1 Por ejemplo, la medida de la conductividad del
producto es un modo típico de supervisar instantánea y continuamente la tendencia del
funcionamiento de los sistemas de purificación del agua.
En muchos casos, la conductividad está directamente vinculada a la cantidad de sólidos
totales disueltos (TDS). El agua desionizada de alta calidad tiene una conductividad de
5,5 μS/m, el agua potable típica en el rango de 5-50 mS/m, mientras que el agua de mar
cerca de 5 S/m.2 (es decir, la conductividad del agua de mar es un millón de veces mayor
que el agua desionizada).
La conductividad se determina habitualmente midiendo la resistencia AC de una solución
entre dos electrodos. Las soluciones diluidas siguen las leyes de Kohlrausch de la
dependencia de la concentración y la aditividad de las concentraciones
iónicas. Onsager dio una explicación teórica de la ley de Kohlrausch por extensión de la
ecuación de Debye–Hückel.
Disminución de la presión del vapor
La presión de vapor se define como la fuerza ejercida por moléculas gaseosas de un
material, sobre la superficie de ese mismo material. Es decir, existe un equilibrio entre la
fase líquida y gaseosa.
El proceso de vaporización, al igual que el de condensación, se produce habitualmente en
la cotidianidad. Por ejemplo, al colocar un vaso de agua sobre una mesa, comienza un
proceso dinámico en el cual, moléculas que se encuentran en estado líquido pasan a
estado gaseosos; y viceversa, moléculas que se encuentran en estado gaseoso pasan a
líquido, a través de la superficie del agua líquida que sirve de puerta o enlace entre los
dos estados.
La presión de vapor de un solvente desciende cuando se le añade un soluto no volátil.
Este efecto es el resultado de dos factores:
1. La disminución del número de moléculas del disolvente en la superficie libre.
2. Aparición de fuerzas atractivas entre las moléculas del soluto y las moléculas del
disolvente, dificultando su paso a vapor.
DISMINUCION DEL PUNTO DE FUSION O CONGELACION
El punto de congelación de una disolución es la temperatura a la cual se comienza a
formar los primeros cristales de disolvente puro en equilibrio con la disolución. En el caso
de la formación de una solución, cuando a un solvente puro se le agrega un soluto, éste
no sólo disminuye la presión de vapor del solvente sino que la solución se congela a una
temperatura inferior a comparación con el solvente.

Cuando una solución que contiene un soluto no electrolito se congela, el elemento que
llega al punto de congelación es el solvente; es decir, las moléculas de soluto
normalmente no se disuleven en el soluto solidificado, y quedan en un resto de la solución
restante, la cual se concentra con el paso del tiempo.

Esto conlleva a que la presión de vapor del sólido se iguale a la presión de vapor del
líquido con el que está en solución, provocando una caída en la presión de vapor del
solvente, y a su vez, una mayor interracción entre las moléculas del soluto y el resto del
solvente en la solución, provocando la necesidad de liberación de mayor cantidad de
calor, por parte de la solución restante, para llegar a un estado de congelación. Esto
significa que la solución congelará a una temperatura inferior que la del solvente.
Presión osmótica
e conoce como presión a la consecuencia de aplicar compresión o apretar algo. Estos
verbos describen actividades como estrechar, ajustar, apiñar u oprimir. Esto significa que
una presión es una fuerza que se destina a una cosa. El término también se emplea para
nombrar una magnitud de raíz física que da cuenta de la fuerza que ejerce un objeto o
elemento respecto a la unidad de superficie.
Osmótico, por su parte, es un vocablo que refiere a aquello que pertenece o está
relacionado a la ósmosis (nombre que recibe el fenómeno físico-químico que implica el
paso de disolventes, aunque no de soluto, entre dos disoluciones que poseen distinta
concentración y que están separadas por una membrana semipermeable).
de fuerza que debe aplicarse sobre una solución cuando se necesita frenar el flujo
de disolvente por medio de una membrana de características semipermeables. Esta
particularidad resulta muy importante para entender las relaciones que se establecen
entre los líquidos que forman parte de los seres vivos.
La membrana semipermeable, pues, permite que pasen las moléculas de disolvente pero
impide el avance de las moléculas del soluto. Esto hace que las moléculas del disolvente
se difundan y puedan pasar desde una solución con menor concentración a otra con
mayor concentración.
Cuando entre las distintas porciones de una misma disolución no hay un intercambio neto
de soluto, se dice que existe una presión osmótica de equilibrio. En los casos en los
que hay una membrana que proteja a la disolución, la presión osmótica de equilibrio se
logra cuando la presión atmosférica iguala la presión que el disolvente ejerce sobre la
membrana.

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