RENACIMIENTO:

El Renacimiento es el nombre dado a un conjunto de

acontecimientos científicos y culturales ocurridos en la Europa
de los siglos XV y XVI, y que se consideran como el final de la
Edad Media y la transición hacia la Edad Moderna.

Antecedentes:

La Edad Media europea fue un período especialmente largo. La

rigidez de pensamiento, el oscurantismo, la superstición y la
Inquisición constituían fuertes trabas al libre flujo de las ideas.

El arte y las ciencias vivieron un severo estancamiento, donde

cada creación del intelecto debía pasar un severo examen de
parte de autoridades religiosas.

Protagonistas:

A pesar de que el Renacimiento fue un evento donde multitud de

personas tuvieron actuación protagónica, podemos mencionar
algunas figuras importantes a modo de ejemplo:

Johannes Gutenberg, inventor de la imprenta moderna.

Nicolás Copérnico, autor de nuestro moderno modelo de

movimiento planetario.

Leonardo Da Vinci, destacado pintor, escultor e inventor.

Michelangelo Buonarroti, arquitecto, pintor y escultor.

Causas del renacimiento:

Ya desde el siglo XIV se empezó a gestar lo que sería el

Renacimiento. La Reforma en el plano religioso, la invención de
la imprenta, la influencia árabe en el terreno científico, y la
expansión europea hacia ultramar, que derivaría en el
Descubrimiento de América, estaban dando impulso a nuevos
modos de pensar. Hay que sumar a eso el clima opresivo que se
había vivido durante los mil años de la Edad Media.

Desarrollo de los acontecimientos:

La palabra “Renacimiento” remite a la idea de un resurgir

intelectual. En el caso de Europa, la cultura y la ciencia volvieron
su mirada a los valores, los conceptos y la estética de la cultura
grecorromana. En el arte, se retomaron temáticas basadas en la
figura humana: los temas de la antigua mitología se hacen
recurrentes en pintura y escultura; así como el desnudo, que
simbolizaba un arte centrado en la figura humana, en el hombre.

La arquitectura también se mostró fuertemente influida por las

formas grecorromanas, pero adaptadas al carácter cristiano de
las construcciones europeas.
La literatura vio entre otras, la presencia de dos de los nombres
más importantes de las letras universales: Miguel de Cervantes
Saavedra, y William Shakespeare.

En general, las manifestaciones artísticas se fueron saliendo del

rígido esquema impuesto por la religiosidad medieval para dar
paso a manifestaciones más orientadas al placer del arte; el arte
para satisfacer al hombre.

En cuanto a la ciencia, los aportes más conocidos vinieron de la

mano de astrónomos como Copérnico, que formuló un modelo
de Sistema Solar centrado en el Sol, más adaptado a nuestra
concepción moderna. Este modelo permitió a Kepler formular
sus leyes sobre el movimiento planetario, basándose también en
las observaciones de Tycho Brahe. Estos datos, y las
observaciones de Galileo, terminarían años más tarde para que
Isaac Newton desarrollase su fundamental Ley de la Gravitación
Universal.

Pero más que todo, justo es decir que la manifestación más

notoria del Hombre del Renacimiento viene de la mano de
Leonardo da Vinci: el genio de este personaje se halla en todas
las áreas donde incursionó: pintura, literatura, mecánica,
anatomía. Si bien muchos de sus inventos no funcionaron por
razones atribuibles a la época que le tocó vivir, es cierto que
sirvieron de inspiración para muchos inventos modernos. Incluso
destacó como anatomista: sus dibujos de la anatomía humana
son de una brillantez que aún asombra.
El Renacimiento fue un período de un brillo fulgurante, pero
concluyó por la misma razón: agotamiento. Ya la abundancia de
las formas y los motivos grecorromanos saturaron el mundo de
las artes.

Acontecimientos posteriores:

El Renacimiento sentó las bases para modos de pensar que no

dejarían que Europa regresara a la Edad Media. El mundo se
convirtió en un sitio distinto luego de los grandes viajes de
exploración y conocimiento. La ciencia ganaba en el mundo una
importancia cada vez mayor, dejando de lado las explicaciones
puramente religiosas.

El término se ha quedado en la cultura popular para significar

cualquier proceso de resurgimiento cultural que ocurra en
cualquier parte del mundo luego de algún prolongado lapso de
estancamiento, por ejemplo, una dictadura.