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Modificación de Condutas
Modificación de Condutas
funciona? (2/2)
Tal vez no esté dando los frutos que esperabas porque estén fallando algunas de las
claves de toda economía de fichas. Vamos a recordarlas:
Definir de manera clara y precisa la conducta que quieres que tu hijo aprenda.
Tener presente los gustos de tu hijo a la hora de elegir tanto las fichas como los
premios.
Explicar a tu hijo el funcionamiento de la economía de fichas y todos los
cambios que se vayan produciendo.
Hacer partícipe a tu hijo de los momentos donde se le asignan las fichas. Hazle
responsable de sus actos.
Ser consistente y sistemático en la aplicación de la economía de fichas.
Elogiar y alabar a tu hijo cada vez que consigue una ficha o un premio. Genera
en él la motivación interna.
Retirar poco a poco el panel de puntos para evitar volver a la conducta inicial.
Pero probablemente sea porque sin darte cuenta, hayas caído en alguno de los
10 errores típicos que se cometen a la hora de utilizar los paneles de
puntos. Cualquiera de estos fallos hará fracasar tu economía de fichas:
Muchos niños tienen conductas negativas, por ejemplo no hacer las tareas del colegio,
como método para llamar la atención de sus padres. Permanecer detrás de tu hijo
durante toda la tarde, aunque sea a gritos y riñendo, para que realice los deberes resulta
altamente reforzante para el niño. Consigue lo que quiere, tu atención, aspecto que es
mucho más recompensante que un juguete al final de la semana.
¿Qué pasa si no los hace? Que no tendrá la ficha y que en el colegio le pondrán un
punto negativo. Ahí tienes las consecuencias tanto naturales como lógicas de su acción.
Recuerda que le estás enseñando a ser responsable.
Al centrar la atención en las conductas que se quieren instaurar, teniendo bien claro cuál
es la acción a realizar, se evita que se puedan dar otras conductas negativas con las que
no se contaba. Así mismo, tu hijo comprobará por él mismo que consigue las metas
propuestas, aspecto que ayudará a fortalecer su autoconcepto y su sentimiento de valía.
2. Marcar un objetivo inicial muy grande o muy ambicioso.
Es importante ir poco a poco, marcando pasos pequeños. Primero lograr hacer los
deberes todos los días con ayuda, después facilitar que sea el niño el que planifique y
organice su tiempo de tareas escolares, y finalmente ir retirando la ayuda hasta que sólo
necesite hacer preguntas puntuales.
Como ves, hemos pasado de un objetivo grande a tres más pequeños que se deberán
trabajar de forma sucesiva, y cada uno de ellos con programas progresivos de fichas.
Si creas un panel de puntos complejo, que te cueste entender o rellenar será más
probable que no lo utilices. Aparecerán las inconsistencias y con ellas, la desmotivación
y el abandono.
Recuerda que cuando se le administra el premio, el niño debe entender por qué se le dá
o por qué no.
Las economías de fichas requieren definir bien las conductas, pero además sólo se
puede trabajar con 4 ó 5 conductas a la vez. Tener un panel de puntos con más de 5
conductas produce mucha confusión tanto en el niño como en los padres. Lo que lleva a
la desmotivación y al abandono.
Este es un paso muy importante que se lleva a cabo en la fase de planificación. Las
conductas mal definidas generan ambigüedad, lo que implica que no se asignen las
fichas en los momentos oportunos o que se desconozca cuándo reforzar. Si tú tienes
dudas a la hora de aplicar la economía de fichas, vas a ser inconsistente, y tu hijo se
desmotivará.
Las conductas a trabajar deben describirse de forma clara y sencilla. A poder ser
en positivo, es decir en vez de “no interrumpir a los mayores cuando hablan”, utilizar
“tengo que esperar mi turno para poder participar en la conversación”. Y tienen que
ser fácilmente observables por el adulto que administre la economía de fichas.
Cuando sucede la conducta deseada se debe reforzar siempre. Pero además, en los
primeros momentos este refuerzo debe ser contingente, es decir, después de la conducta
siempre a de aparecer la recompensa.
Otro aspecto importante del refuerzo, es dedicar un momento del día a revisar el panel y
reforzar verbalmente los logros alcanzados por el niño. Este tiempo en el que se le
alaba y se le elogia servirá para fomentar su motivación interna por realizar las
conductas que se están trabajando.
Las fichas que tu hijo ha conseguido son suyas y le han supuesto un esfuerzo, así que no
se pueden retirar. No olvides que el mero hecho de no conseguir el refuerzo es
suficiente penalización, y que tu mirada debe estar en las conductas positivas, para
potenciar la motivación interna y el sentimiento de valía.
En este momento es muy importante el refuerzo social o la alabanza para asegurar una
buena motivación interna por hacer las cosas bien.