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El taller de

Gráfica Popular

E
ra mediados de 1937, el tercer año de
Lázaro Cárdenas en el gobierno, cuando
(Archivo coleccionable)
menos de una docena de jóvenes entusias-
tas discutían sobre trabajo artístico y compromiso
político en un local de una calle de prostitutas. Con
dos prensas de mano y un viejo litógrafo dispuesto teles, volantes, murales transportables y otros en
a compartir experiencias, hablaban de un colectivo escuelas y mercados, así como enormes telones de
de trabajo con una inscripción de 15 pesos. papel (hasta 15 x 20 m) para las asambleas de orga-
Menos de un año después, el flamante
Taller de Gráfica Popular (TGP) estrenaba
estatutos, logotipos, una vieja pero útil pren-
sa litográfica y un nuevo local en Belisario
Domínguez, con tres cuartos: uno para impri-
mir, otro para grabar y el tercero para vender
y hacer asambleas. De este humilde origen
saldría una producción gráfica que dio al gra-
bado mexicano una fisonomía propia y reco-
nocida en el mundo.
Pero la generación espontánea no exis-
te. Muchos de los miembros del TGP habían
participado en la Liga de Escritores y Artistas
Revolucionarios, la LEAR, surgida a raíz de la
campaña presidencial de Cárdenas. Por medio
del trabajo en equipo, los miembros de la
LEAR, muchos de ellos miembros del Partido
Comunista, organizaron congresos, mesas
redondas, conferencias ilustradas, obras de
teatro, conciertos y talleres para obreros. En
la Sección de Artes Plásticas, los pintores,
escultores y grabadores publicaron Frente a
frente, revista de propaganda; elaboraron car-

Ángel Bracho
para la memoria histórica I
nizaciones populares y sindicatos, que implicaban Trabajadores de México; a éste siguieron otros en
a veces sesiones ininterrumpidas de 20 horas de apoyo a la República española y contra el franquis-
trabajo para el grupo responsable de tenerlos a mo, con figuras caricaturizadas del generalísimo.
tiempo. Durante la expropiación petrolera llevada a cabo
La LEAR fue un espléndido espacio de apren- por Cárdenas (1938), hubo una generosa produc-
dizaje y una valiosísima posibilidad de dar al arte ción de carteles, llamando al pueblo a colaborar y
un nuevo sentido por su contacto con las masas. criticando a los Estados Unidos mediante la emble-
Sin embargo, este espacio de compromiso cultural, mática figura del Tío Sam. Conforme la producción
sin duda el mejor de su tiempo en México, se dilu- se incrementaba, los artistas fueron depurando sus
yó hacia principios de 1937 por el burocratismo formas, integrándolas cada vez con mayor eficacia
de muchos miembros que, de manera oportunista, y sin perder la creatividad.
se integraron sólo para obtener un trabajo pagado En esta década de los treinta, todo México
por el gobierno. En contraposición a tal postura se sacudía con la política; por todos lados vibra-
los fundadores de TPG sí mantuvieron su militancia ba la necesidad de hacer cumplir las promesas
revolucionaria por medio del arte. que la Revolución había dejado pendientes y que
El primer cartel realizado en el Taller de Gráfica Cárdenas se proponía concretar. Las organizacio-
Popular fue para felicitar a la Confederación de nes de masas apostaban, una vez más, a que su

II El Búho Jesus Álvarez Amaya


voz fuera escuchada. Pero el país no sólo miraba gremios que la mayoría de las veces, tenían una
hacia adentro, sino que compartía la preocupación escasísima capacidad de pago. El alma del TGP
por una confrontación mundial que se veía venir era llevar el arte a las masas, por lo que, a fin de
irremediablemente. cumplir con los encargos, se optó por el moderno
Numerosas agrupaciones de artistas y escrito- linóleo –de fácil reproducción y menos caro que el
res democráticos y de izquierda en diversas par- zinc o la madera– material que supieron explotar al
tes del mundo, unieron esfuerzos para enfrentar máximo; un miembro recuerda que con 10 pesos
al nazifascismo haciendo del arte un arma más. de linóleo podían hacer hasta ocho grabados. La
En México, primero la LEAR y después el TGP, se forma de trabajo consistía en investigar el tema a
unieron a la consigna de frente único establecida fin de contar con los elementos esenciales. Después
por la Unión Soviética, con lo que se dispusie- se hacía una propuesta colectiva o individual que se
ron a combatir al imperialismo, al nazismo y a la discutía en grupo y, por último, se realizaba el gra-
guerra. Las obras del Taller abordaron esta doble bado. Parece sencillo, pero muchas veces se tenía
vertiente que trataba, tanto temas nacionales como el tiempo encima, a lo que debe agregarse que en el
internacionales. grabado hay poca posibilidad de corregir y la mano
Otro encargo temprano, por ejemplo, fue preci- debe ser firme y decidida. Aun así, el gran oficio
samente una serie de carteles para Liga Pro Cultura de Leopoldo Méndez (director y cabeza del taller
Alemana, organización del exilio alemán que com- desde su fundación hasta 1952), Luis Arenal, Pablo
batía al nazismo de su país. Los 18 carteles de esta O’Higgins, José Chávez Morado, Alfredo Zalce,
serie son un magnífico ejemplo del tipo de trabajo Ángel Bracho, Francisco Dosamantes, Everardo
que se proponía esta organización, y que mantuvo Ramírez, Alberto Beltrán, Mariana Yampolski, y
hasta principios de los años cincuenta, la represen- muchos otros que pasaron temporalmente por el
tación realista en carteles, volantes, hojas volante, TGP, evidencia la excelente calidad que alcanzaron,
calaveras e ilustraciones, es decir, todo aquello a pesar de que la producción en el taller no impli-
que tuviera posibilidad de llegar a un público caba ganancias; había que mantener las máquinas,
amplio. Los carteles realizados en blanco y negro las gubias y buriles, y pagar el alquiler de los suce-
se pegaban en las calles de ciudades como México sivos locales. Si se hacían obras individuales, cada
o Guadalajara donde, a pesar de su pequeño for- quien costeaba los gastos de los materiales y de
mato competían por su calidad en forma ventajosa la impresión, y a veces, no faltaba alguien a quien
con los de los espectáculos como peleas de box y había que prestarle para el camión.
corridas de toros. Si la obra estaba en función de un asunto con-
El tema era siempre político, social o de denun- creto y se proponía llegar a amplias capas de la
cia, apoyando a los sindicatos y a organizacio- población, el lenguaje estético elegido era el del
nes populares, agrarias o de obreros y maestros, realismo para que las figuras y objetos representa-

para la memoria histórica III


dos fueran fácilmente identificables. Al referirse a álbumes y libros del TGP que han perdurado, a
esta forma de expresión Leopoldo Méndez expuso diferencia de los carteles y volantes que muchas
más de una vez que el gran maestro del TGP fue veces se perdieron. Los intercambios establecidos
José Guadalupe Posada, ya que las formas plásticas con estos visitantes también tuvieron eco fuera
de este precursor de la modernidad en México, de de México. En Los Ángeles, por ejemplo, Gloria y
enorme simplicidad expresiva, siempre estuvieron Jules Heller crearon el Graphic Arts Workshop, que
entretejidas con las aspiraciones, alegrías y temo- funcionó de manera semejante a su contraparte
res de las clases populares, vocación con la que se mexicana.
identificaban plenamente los miembros del taller. A través de estos contactos con otros países,
La llegada de artistas españoles exiliados intro- además de exposiciones en México, la obra del TGP
dujo algunas novedades en el viejo lenguaje sovié- fue presentada en varias muestras en el extranjero,
tico y alemán, que aunque enriquecieron el trabajo donde obtuvo amplio reconocimiento. Después de
de los grabadores del taller no los apartó del desa- la de Posada, la gráfica realista del TGP fue la que
rrollo de un estilo propio y reconocible. Cuando consolidó una imagen del grabado mexicano, tanto
estalló la Segunda Guerra Mundial en el otoño de en el país como fuera de sus fronteras, por su fuer-
1939, el taller realizó varias series de carteles pro za expresiva y el carácter pasional de su propagan-
soviéticos, tanto en la capital como en provincia. da política y social.
Mientras duró el conflicto, alternaron la temática El texto anterior fue tomado de la liga:
bélica –soldados, botas, bayonetas, pueblos masa- https://www.mexicodesconocido.com.mx/el-
crados, la amenaza de la bomba– con problemas taller-de-grafica-popular1.html
mexicanos como el alza de precios, críticas al A continuación reproducimos tres documentos
gobierno, etc., y al final de la conflagración, se que por su importancia deben ser conocidos. El pri-
hicieron carteles exaltando la victoria. mero es un Mensaje de DIEGO RIVERA al Taller de
A muy poco de su inicio, la labor desarrolla- Gráfica Popular por su los 20 años de su fundación,
da en el creativo espacio del TGP atrajo a artistas el segundo es un texto de Humberto Musacchio a
extranjeros, hombres y mujeres como el boliviano propósito de los 70 años del TGP y el último es un
Roberto Berdecio o el ecuatoriano Galo Galecio. boletín del TGP de hace 10 años.
Entre los estadunidenses destacaron Elizabeth
Catlett y, sobre todo, Pablo O’Higgins, quien adop- Mensaje de DIEGO RIVERA al Taller de Gráfica
taría a México como su patria. Mención especial Popular
merece Hannes Meyer, arquitecto de origen suizo y
maestro de la Bauhaus quien al integrase al taller A 50 años de su muerte, nos enorgullece publicar el
en 1942 dio un fructífero impulso a la editorial La mensaje que nos dedicó con motivo del 20 aniver-
Estampa Mexicana, encargada de publicar varios sario del Taller.

IV El Búho
El vigésimo aniversario de la fundación del de la lucha del pueblo español con la cual supo
Taller de Gráfica Popular de México es una fecha solidarizarse, un verdadero impulso patriótico del
que merece ser conmemorada con entusiasmo, no pueblo de México.
sólo por los artistas de México sino por todos los Hoy, el renombre y la fama del modesto Taller
del mundo entero. de Gráfica Popular de México se han afirmado
Por todos los artistas que no hayan perdido el como una compensación justa y cierta al esfuerzo
entusiasmo por esforzarse en llegar a la identifica- de amor de talento realizado por los artistas que
ción del arte con la vida del pueblo y hablarle a éste lo integran y que ha hecho que un genial Leopoldo
en su propio lenguaje y en ayuda
de la lucha por sus derechos al
pan, la libertad y la paz.
La fundación del Taller de
Gráfica Popular, no fue sólo la
secuencia activa de una posición
altamente tradicional y revolu-
cionaria del artista mexicano José
Guadalupe Posada, gran maes-
tro. y héroe epónimo de ella,
de cuyo alto ejemplo nació la
del movimiento plástico mura-
lista mexicano, comenzado hacia
1921 por los que habíamos tenido
la suerte, desde antes de 1910, de
haber recibido personalmente las
enseñanzas del maestro Posada,
sino que la fundación del Taller
de Gráfica Popular en 1937 vino
a ser también una espléndida
reafirmación, por medio de una
producción siempre en esfuer-
zo y superación, del propósito
inicial ahora reavivado por sus
libertades democráticas y contra
el fascismo, por la experiencia

Alfredo Zalce
para la memoria histórica 
Méndez, un Pablo O’higgins, un Alberto Beltrán y pese a que los teóricos insisten en que el arte,
sus compañeros sean mirados como verdaderos para serlo verdaderamente, debe tener el fin en sí
artistas del pueblo. mismo y repiten que el utilitarismo implica la pér-
¡Bien haya quienes así lo han sabido hacer! dida de valores estéticos. Lo cierto es que en todas
Fraternalmente desea, en su vigésimo aniversa- las épocas hallamos arte al servicio de diversas
rio, una vida muy larga y fecunda al Taller de Gráfica causas, ya políticas, ya religiosas o amorosas y eso
Popular de México, su viejo amigo y camarada. no ha impedido la producción de obras maestras.
Diego Rivera Los ritos y los retos, los sueños y los ensueños
son materia propia para la recreación artística y en
ella no hay temas vedados. En todo caso, lo que
En los setenta años del Taller de puede exigirse al autor es que asuma esos temas de
Gráfica Popular una manera genuinamente personal, que los regre-
Humberto Musacchio se al mundo convertidos en nuevas verdades, en
realidades destinadas a producir en el espectador
Hace setenta años se fundó el Taller de Gráfica una emoción estética. Si paralelamente esas nue-
Popular por un grupo de artistas que pusieron su vas realidades despiertan indignación, entusiasmo,
obra al servicio de causas políticas. Lo hicieron odio o ternura; si alimentan nuestros rencores o

Leopoldo Méndez
VI El Búho
fertilizan nuestra esperanza, habrán servido tam- dolorosas de Ignacio Aguirre, el perfecto conoci-
bién para otros fines, pero eso no suprime los miento de Isidoro Ocampo y Ángel Bracho sobre
valores artísticos. sus personajes y sus escenas, la honda percepción
Pero si hemos de referirnos al Taller de Gráfica que hay en las composiciones de Francisco Mora,
hay que mencionar a su fundador y alma motriz: el poderoso dibujo de Alberto Beltrán, la evolución
Leopoldo Méndez, de quien Francisco Díaz de ascendente de Jesús Escobedo o la extraña luz que
León, patriarca de la gráfica mexicana, dijo que “ha depositaba Everardo Ramírez en sus planchas.
sido el grabador más importante, más completo Los años de mayor brillo del Taller correspon-
y más técnico de todos los tiempos en la historia den al momento más alto de la gráfica mexicana, a
del arte en México”. Méndez, como apuntó el gran su época de esplendor, pues nunca como entonces
crítico Antonio Rodríguez, “hizo poemas con nava- hubo, dentro y fuera del TGP, tantos y tan bue-
jas, puntas y buriles e inventó metáforas, trazos, nos grabadores, maestros en todas las técnicas
huecos, volúmenes, espacios, luces, oscuridades y figuras internacionales como Koloman Sokol,
y resplandores”. Fue -agrego ahora- un mago que Hannes Meyer y Jean Charlot, quienes residieron
dedicó su mejor esfuerzo a combinar recursos nue- en México, crearon obra perdurable e influyeron
vos con los elementos tradicionales de la alquimia en la producción artística general. Otro estímulo
artística, un incansable explorador de nuevas for- determinante para aquel auge fue el aporte de tres
mas expresivas que debían caber en un pequeño figuras de la crítica no nacidas en México, aun-
rectángulo de linóleo y someterse a las necesida- que plenamente aclimatadas aquí, como son Paul
des que planteaba aquella superficie. Westheim, Antonio Rodríguez y Raquel Tibol, quie-
Pero el Taller de Gráfica Popular fue mucho más nes mostraron un relevante interés por la gráfica y
que Méndez y Méndez mismo fue mejor porque la sometieron a su mirada profunda e implacable.
estuvo rodeado de una pléyade de artistas de gran En esa era luminosa la gráfica fue medio, y fin,
estatura, de varios de los grabadores y dibujantes apostolado y militancia, reconocimiento mutuo y,
más grandes de México. Imposible ignorar que des- también, competencia feroz.
pués de años de trabajar juntos, las recias figuras La gente del Taller debió observar con toda
de Méndez ganaron algo de la gracia que poseían atención lo que hacían artistas como los agrupados
las de Pablo O’Higgins, el vuelo que Fernando en la Sociedad Mexicana de Grabadores, creada
Castro Pacheco solía dar a sus imágenes o la iro- en 1947, cuando el TGP cumplía sus primeros diez
nía que está en las obras de José Chávez Morado; años y atravesaba por un periodo de intensa crea-
Méndez compartió con Alfredo Za1ce la grandiosa tividad. La Sociedad se constituyó, entre otros, con
época del michoacano en la gráfica; seguramente algunos ex talleristas y, por eso mismo, para los
se enriqueció con el sutil erotismo de Francisco artistas del TGP no podía ser ignorado el dominio
Dosamantes y Raúl Anguiano, las representaciones sobre las maderas de veteranos como Francisco

para la memoria histórica VII


Díaz de León y Carlos Alvarado Lang o la maestría el llamado del arte, el despertar vocacional y la
de Abelardo Ávila y José Julio Rodríguez, talentos aceptación sin condiciones de sus propuestas.
en su hora cenital. Los propios fundadores del Taller solían repetir-
No por mera coincidencia, los integrantes del lo a quien quisiera oír. Se sentían herederos de
taller y los presuntamente apolíticos miembros de ese movimiento, pero sabían que ellos también
la Sociedad Mexicana de Grabadores se movían habían hecho un aporte de importancia. Lo dijo
dentro de los marcos del realismo, profesaban un Ignacio Aguirre en 1957 en palabras recogidas por
culto casi religioso por la expresión figurativa y Raquel Tibol: “el TGP ha sido el crisol de lo mejor
estaban sus temas profundamente enraizados en que ha dado el movimiento plástico mexicano,
lo popular. Militantes o escépticos, pero lo cierto ha sido una gran escuela y ha sido .también, con
es que compartían concepciones formales que pre- la pintura mural, el fundamento de nuestro arte
dicaban los grandes muralistas y eran poseedores contemporáneo”. Luego, como para enfatizar la
--o más bien poseídos-- de la llamada ideología de importancia del Taller, agregó: “Habría que medir
la revolución mexicana, que a la manera de Hegel en su justa extensión el prestigio internacional que
postulaba una especie de movimiento perpetuo le ha dado a nuestro país. Hasta China han llegado
hacia la perfección del Estado. placas hechas por nosotros que los artistas de allí
La militancia política de los talleristas, su editaron con verdadera devoción”. No se equivoca-
deseo de servir socialmente, se interpretó como ba. Las imágenes del Taller fueron indispensables
humildad y dio lugar a equívocos. Por la parte durante décadas en periódicos, revistas y libros
artesanal que conlleva y su función utilitaria, editados aquí, pero también en impresos de cual-
suele menospreciarse el valor estético del grabado, quier país que abordaran los temas del TGP.
“argumento” que se ha empleado con el afán de Al comenzar el siglo XXI, el Taller de Gráfica
subestimar la obra del Taller de Gráfica. Al respec- Popular se mantiene como centro de enseñanza y
to, no sobra recordar a Juan Marinello, quien decía producción de arte en el que sus integrantes han
que “gentes apresuradas” estiman “que el grabado hecho aportaciones técnicas de alto mérito y sor-
es una forma subalterna del menester plástico, prendentes resultados, como el- grabado en asfal-
cuando supone en verdad, por la dura sobriedad to, el trabajo de ácidos sobre metales oxidados o la
de medios, una prueba de fuego para el artista. El plastografia, que emplea un compuesto que se uti-
grabado -sentenciaba aquel cubano de México- es liza para limpiar carrocerías. Jesús Álvarez Amaya,
la ascética de la pintura. El grabador es un hombre guía y animador del Taller de Gráfica Popular, desde
en pelea agónica con la luz y la sombra. Todo ha los años sesenta incorporó a su trabajo el moto-
de darlo en el desfiladero de alusiones precisas y tul, una adaptación de la fresa odontológica que
tajantes, sin estaciones de vuelta”. permite trabajar enormes superficies de madera lo
Para nuestros grabadores, el muralismo fue mismo que pequeñas áreas.

VIII El Búho
En medio de precariedades sin cuento, con consejeros políticos, viejos luchadores sociales,
ayuda oficial escasa, la organización ha sobrevivi- lo previeron entre ellos José Revueltas y Heberto
do pese a los virulentos pleitos de sus miembros y Castillo. Cerramos el taller y salimos huyendo
a la petulante incomprensión del medio artístico. hasta parar en Misantla, Veracruz.
De crisis en crisis, pasando de uno a otro domi- Desde su fundación en el Taller la mayo-
cilio y con notorios altibajos de orden estético, el ría de los artistas eran miembros del Partido
Taller de Gráfica Popular sigue en pie y al cumplir Comunista Mexicano, otros pertenecían al grupo
sus primeros 70 años es la institución de
su tipo más antigua del mundo, lo que no
es poca cosa, pero es también la casa que
bajo cualquier condición, con los antiguos
miembros o con nuevos integrantes ha
sabido hacerle honor a su segundo apelli-
do y mantenerse como un centro de crea-
dores que está orgullosa, decidida e irre-
nunciablemente al servicio de su pueblo.
17 abril 2007

Levantamos la voz en grabados con-


tra la bomba atómica. Participamos en el
movimiento estudiantil donando 700 car-
teles del “Che Guevara, además los estu-
diantes utilizaron obras creadas anterior-
mente afines con su Movimiento, Ángel
Bracho realizó el único grabado profesio-
nal. A fines de septiembre de 1968 cité a
una junta para plantear que “si el movi-
miento no llega a un arreglo con el gobier-
no sufrirán una terrible represión”. En la
imposibilidad de convencerlos: el 99%
estaban seguros de derrocar a Díaz Ordaz.
La terrible masacre se dio. Nos quedamos
cortos. Fuimos los únicos, ya que ni el par-
tido Comunista Mexicano, ni los brillantes

Adolfo Mexiac

para la memoria histórica IX


del Licenciado Vicente Lombardo Toledano, des- nes he dicho con buena fortuna, “no existe en el
pués al de Enrique Ramírez y Ramírez. Siempre mundo, ni en el sistema solar, ni en constelaciones
hasta la fecha hemos mantenido nuestra obra en cercanas, ni menos en los hoyos negros, un grupo
la izquierda, actualmente proponemos formar una de artistas que haya perdurado durante 70 años
corriente de opinión la IZQUIERDA SENSATA en como el Taller de Gráfica Popular. “
contra de la izquierda actual ridícula, sectaria, insultado- 17 abril 2007
ra y mentirosa para alcanzar, ahora sí, el poder.
En 1972 fui nombrado Coordinador Vitalicio, Como muestra del tipo de grabados que se
hasta que la muerte nos separe de la vida seguire- hacían en el TGP en su primera etapa presentamos
mos con el mismo entusiasmo de hace 40 años. a ustedes una selección de los que nos parecieron
Para terminar repetiré lo que en otras ocasio- más emblemáticos..

Leopoldo Méndez
 El Búho
para la memoria histórica XI
XII El Búho
para la memoria histórica XIII
XIV El Búho
para la memoria histórica XV
XVI El Búho

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