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Cómo elaborar un concepto jurídico- Versión julio de 2015 1

CONCEPTO JURÍDICO

¿Qué es?

Un concepto jurídico es una opinión1 fundamentada, sobre un tema jurídico. Por opinión fundamentada se
entiende una apreciación, apoyada en fuentes normativas, jurisprudenciales, doctrinarias, teóricas y fácticas, que
dan explicación suficiente a la conclusión que se propone, a partir de una situación. Por tema jurídico se entiende
el asunto, elemento o problema jurídico objeto de análisis y consideración. Puede ser una situación fáctica o una
cuestión de puro derecho, usualmente problemática2. Cabe advertir que el tema es de naturaleza jurídica, lo que
significa que interesan los aspectos jurídicos a debatir y la conclusión habrá de ser igualmente jurídica3.

¿Cuál es su estructura básica?

El concepto jurídico se estructura a partir de una situación problemática, a la cual se le pretende dar una respuesta.
A partir de ello se identifican los siguientes elementos:

(i) un requerimiento inicial, el cual es la fuente externa (documento o solicitud verbal en que se hace explícito que
se solicita un concepto) para hacer el concepto. El requerimiento puede consistir en una pregunta, una petición
de analizar un caso, una explicación de una metodología, etc.;

(ii) una situación problemática, que es la interpretación jurídica del requerimiento inicial, pudiendo ser de
naturaleza descriptiva (una explicación o responder al ¿cómo se hace?) o analítica (solución a una situación dada,
análisis de riesgos, etc.). La interpretación permite establecer el tema jurídico objeto del concepto jurídico y
supone un ejercicio de identificación de los elementos jurídicos relevantes, según las condiciones del
requerimiento inicial (así, es distinto el ejercicio de identificación cuando haya una pregunta directa a cuando se
presenta un caso). La identificación de la situación problemática y del tema jurídico debe conducir a la
construcción de una hipótesis4 que guíe la elaboración del concepto y que debe ser confirmada o rechazada en la
conclusión. Aunque no es necesario, puede ser de extrema utilidad hacer explícita la hipótesis.

(iii) una motivación, consistente en el estudio de las posibilidades de acción (es posible o no hacer u omitir), de la
regulación existente (tanto en sentido normativo como jurisprudencial), de los debates en torno a dicha

1
Algunos consideran que el concepto jurídico debe conducir a una opinión científica, en el sentido de que el análisis que se
realiza debe partir de una metodología y reglas propias de la dogmática jurídica. Empero, consideramos que ello corresponde
a una determinada visión de los conceptos jurídicos y que puede ser mayoritaria, pero excluye conceptos jurídicos que se
construyen desde otras visiones del derecho (como desde una perspectiva crítica), en los cuales se acude a otras metodologías
para expresar la opinión.
2
Hacemos advertencia de que consideramos, como se ve más adelante, que todo asunto es problemático en el sentido de
que hay una pregunta que demanda una respuesta. No obstante, el carácter problemático puede responden a la idea de
posturas en conflicto. Para efectos de este documento, el carácter problemático alude a ambas visiones.
3
Se advierte, siguiendo lo mencionado en la cita No. 1, que el carácter jurídico corresponde al análisis y, por consiguiente, a
los elementos que se consideran centrales. No implica que elementos extrajurídicos no puedan hacer parte del análisis, pero
ello ha de tener una justificación de carácter jurídico. Así, un análisis probatorio implica considerar elementos extrajurídicos,
lo que se justifica por su carácter de prueba o evidencia. Lo mismo para las aproximaciones socio-jurídicas, donde el análisis
empírico de carácter sociológico está justificado en función de arribar a una conclusión jurídica.
4
Entendido como una proposición provisional, que guía la investigación y que debe ser respondida en la conclusión (sea
afirmándola o negándola).

Documento elaborado por Henrik López, para uso dentro de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes.
hlopez@uniandes.edu.co
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regulación (doctrinarios y jurisprudenciales, así como de hecho, tratándose de costumbre), de las alternativas a
dicha regulación o derivadas de la misma, de los riesgos para la postura (es decir, los contra argumentos, las
decisiones judiciales encontradas, etc.), etc., en función a la hipótesis, a la situación problemática, el tema jurídico
y al requerimiento inicial. La motivación ha de tener en cuenta, cuando fuere pertinente, los elementos
probatorios de que se dispone, así como los riesgos jurídicos y extrajurídicos derivados de las posibles acciones a
seguir.

(iv) La conclusión se estructura en torno a la respuesta jurídica a la hipótesis, al requerimiento inicial, a las
alternativas y riesgos. Puede contener una síntesis, tratándose de conceptos descriptivos, o de una proposición o
serie de proposiciones, tratándose de conceptos analíticos.

¿Cuáles son sus tipos básicos?

Es posible identificar 2 tipos básicos de concepto jurídico. Uno, de naturaleza descriptiva y otro de carácter
analítico.

a. El concepto descriptivo.

Como su nombre lo indica, busca describir. En el plano jurídico, la descripción consiste en una explicación o
exposición sobre:

 ¿Qué significa una determinada institución jurídica? Por ejemplo, ¿qué es un derecho fundamental?
 ¿Cómo se realiza determinada operación jurídica? O ¿Cómo es un procedimiento? Por ejemplo, ¿cómo y
ante quién se interpone una demanda de inconstitucionalidad?
 ¿Cuál es la situación fáctica o jurídica a la que se enfrentan? Por ejemplo, ¿cuáles son los hechos
relevantes del caso? ¿Cuál ha sido la cronología de acciones jurídicas adelantadas?

Es central en un concepto descriptivo el que no se busca analizar o criticar una situación. Simplemente mostrar
información ordenada sobre una situación problemática. No quiere decir que no hay opinión jurídica, pues
necesariamente poder describir implica una capacidad de selección de información relevante.

b. Concepto analítico.

Un concepto analítico es aquél en que se requiere una opinión sobre un asunto jurídico. Al margen de los
requerimientos iniciales, un concepto jurídico demanda más que presentar información ordenada, que se
identifiquen tensiones, problemas, dificultades, alternativas, todas ellas basadas en jurisprudencia, normatividad,
dogmática, doctrina o hechos relevates.

Se espera que se analice (descomponer la situación en sus elementos), se estudien los elementos, se critiquen los
elementos y se sintetice (reunir), de manera que pueda darse una respuesta.

Un concepto analítico, usualmente inicia con un concepto descriptivo.

Se pueden identificar dos modelos.

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1. Requerimiento de análisis de situación jurídica. En este caso, se pide una opinión sobre un asunto jurídico. Por
ejemplo: Dada la regulación existente, ¿puede la Corte Suprema de Justicia rechazar la terna para Fiscal? En este
caso, la estructura básica es:

 Identificación del alcance de la pregunta o requerimiento.


 Identificación del problema que dicha pregunta o requerimiento plantea.
 Aspectos jurídicos relevantes para solucionar el requerimiento.
 Problemas normativos
 Aproximaciones conceptuales, jurisprudenciales o doctrinarias al problema normativo
 Posibles líneas de acción y sus riesgos
 Conclusión

2. Requerimiento de análisis de situación fáctica. Si se plantea un requerimiento o duda que parta de una situación
fáctica, la estructura es la siguiente:

 Identificación del alcance de la pregunta o requerimiento.


 Identificación de los hechos jurídicamente relevantes
 Identificación del problema que dicha pregunta o requerimiento plantea; tanto normativa, como
fácticamente
 Aspectos jurídicos relevantes para solucionar el requerimiento; tanto en el plano normativo abstracto
como en el fáctico –estructuración de instituciones jurídicas derivadas de lo fáctico-.
 Problemas normativos
 Aproximaciones conceptuales, jurisprudenciales o doctrinarias al problema normativo
 Posibles líneas de acción y sus riesgos
 Conclusión

Consideraciones adicionales.

Un concepto jurídico se dirige a un auditorio determinado. Esto significa que el lenguaje, al margen del
requerimiento natural de respeto por las formas y reglas de la lengua en que se escribe, debe ser accesible para
quien leerá el documento. De allí que no se deba escatimar en las explicaciones necesarias para que el lector
comprenda el documento.

Este, además, debe sustentarse a sí mismo. Es decir, su admisibilidad y capacidad de convicción no puede
depender de que se conozcan, acepten o comprendan documentos ajenos al concepto. Cosa distinta es que para
evaluar el concepto sea necesario acudir a fuentes externas, pero en tal caso no se está frente a cómo elaborar
un concepto, sino cómo se valora.

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hlopez@uniandes.edu.co

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