El socialismo, se centra en el desarrollo humano, enfatiza la necesidad de una sociedad
democrática, participativa y protagónica. Por la misma razón, el socialismo no es populismo.
Un Estado que provee los recursos y las soluciones a todos los problemas de la gente no fomenta el desarrollo de las capacidades humanas, al contrario, estimula en la gente una actitud de esperar del Estado y de líderes que prometen dar respuesta a todos sus problemas.