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El sacerdote que actúa en representación del Señor, no actúa nunca en nombre de un ausente, sino en la Persona misma de Cristo resucitado, estos tres oficios del sacerdote — enseñar, santificar y gobernar— son en realidad las tres acciones de Cristo
El sacerdote que actúa en representación del Señor, no actúa nunca en nombre de un ausente, sino en la Persona misma de Cristo resucitado, estos tres oficios del sacerdote — enseñar, santificar y gobernar— son en realidad las tres acciones de Cristo
El sacerdote que actúa en representación del Señor, no actúa nunca en nombre de un ausente, sino en la Persona misma de Cristo resucitado, estos tres oficios del sacerdote — enseñar, santificar y gobernar— son en realidad las tres acciones de Cristo
a See ee ee Be Be Bs oe
FUNDAMENTACION
El Concilio Vaticano II determind que « se
podra restablecer el diaconado en adelante
como grado propio y permanente de la Je-
rarquia... (y) podra ser conferido a los varo-
nes de edad madura, aunque estén casa-
dos, y también a jévenes idéneos, para
quienes debe mantenerse firme la ley del
celibato», segtin la constante tradicién. Las
razones que han determinado esta eleccién
fueron sustancialmente tres: a) el deseo de
enriquecer a la Iglesia con las funciones del
ministerio diaconal que de otro modo, en
muchas regiones, dificilmente hubieran po-
dido ser llevadas a cabo; b) la intencién de
reforzar con la gracia de la ordenacidn dia~
conal a aquellos que ya ejercian de hecho
funciones diaconales; ¢ la preocupacién de
aportar ministros sagrados a aquellas re-
giones que sufrian la escasez de clero. Es-
tas razones ponen de manifiesto que la res-
tauracién del diaconado permanente no
pretendia de ningtin modo comprometer el
significado, la funcién y el florecimiento del
sacerdocio ministerial que siempre debe ser
generosamente promovido por ser insusti-
tuible. (RF Declaracién conjunta)
El diacono, en virtud de la sagrada orde-
nacién recibida, ocupa el primer lugar en-
tre los que sirven en la celebracién eucaris-
tica. De hecho el sagrado Orden del Diaco-
nado, ya desde los primeros tiempos apos-
tdlicos ha gozado de gran honor en la Igle-
sia. (IGMR 94)
El ministerio del diacono se caracteriza
por el ejercicio de los tres munera pro-
pios del ministerio ordenado, segtin la
perspectiva especifica de la diaconia.
Con referencia al munus docendi, el
diécono esta llamado a proclamar la
Escritura e instruir y exhortar al pue-
blo. Esto se expresa por la entrega del
libro de los Evangelios, prevista en el
rito mismo de la ordenaci6n.
El munus sanctificandi del diécono se
deSarrolla en la oracién, en la adminis-
tracién_solemne del_bautismo, en la
conservacion y distribucién de la Eu-
caristia, en la asistencia y bendicién
del matrimonio, en presidir el rito de
los funerales y de la sepultura y en la
administracion de los sacramentales.
Esto pone de manifiesto como el minis-
terio diaconal tiene su punto de parti-
no queda reducido a un apis servicio
social.
En fin, el mundus regendi se ejerce en
la dedicacién a las obras de caridad y
de asistencia, y en la animaci6n de co-
munidades 0 sectores de la vida ecie-
sial, especialmente en lo que concierne
a la caridad. Este es el ministerio mas
caracteristico del diacono. (RF 9)
MUNUS SANCTIFICANDI
A) Servicio eucaristico
La celebracién eucaristica es
accién de Cristo y de la Iglesia,
es decir, del pueblo santo,
reunido y ordenado bajo la
guia del Obispo. Por eso, per-
tenece a todo el Cuerpo de la
Iglesia, influye en él y lo mani-
fiesta; pero afecta a cada uno
de sus miembros en modo di-
verso y propio, segtin la diver-
sidad de 6rdenes, ministerios
y de participacién efectiva
(IGMR 91)
Sean siempre fieles a cuanto se pi-
de en los libros liturgicos, sin agre-
gar, quitar 0 cambiar algo por pro-
pia iniciativa. Manipular la liturgia
equivale a privarla de la riqueza del
misterio de Cristo que existe en ella
y podria ser un signo de presuncién
delante de todo aquello, que ha es-
tablecido la sabiduria de la Iglesia.
Limitense por tanto a cumplir todo
¥ s6lo aquello que es de su compe-
tencia. Lleven dignamente los orna-
mentos litargicos prescritos. La dal-
matica, segtn los diversos y apro-
piados colores litargicos, puesta so-
bre albe Sinsue ¥ bx Estola,
iEI Equipo Formador del Seminario, con su testimonio de vida, afirma los valores que trata de
descubrir y promover en los cancidatos, por lo que su conducta es irreprochable. Tiene espiritu
de sacrificio, oracion y renuncia, de disponibilidad de énimo y tiempo, suficiente experiencia de
parroquia y le gusta trabajar con jévenes. Los que estén a tiempo completo son elegidos por el
Obispo
Los integrantes del Equipo son formadores y maestros capacitados y experimentados,
verdaderamente especialistas en el arte de la conduccién, acompafiamiento personal y
conocimiento de cada candidato y de sus circunstancias; su misién comienza con la seleccién de
los candidatos adecuades de acuerdo con las normas de la Iglesia y teniendo en cuenta el plan
diocesano. Cuentan con un departamento psicopedagégico
EI Seminario cuenta con una planta estable de docentes capacitados y actualizados y fieles al
Magisterio de la Iglesia que colabora en la formacién de los candidates al presbiterado,
Los promotores vocacionales y los formadores del Seminario prestan atencién al proceso de
formacién humana en la madurez, con especial cuidado al campo afectivo-sexual, de tal manera
que el candidato comprende cada vez mejor el significado evangélico del celibato como valor que
lo configura a Jesucristo Buen Pastor, como un verdadero don y estado de amor.
Diéconos Permanentes
‘Algunos discipuls y misioneros del Sefior son llamados a servir a la Iglesia como diéconos
permanentes, fortalecidos, la mayoria de ellos, por la doble sacramentalidad, de! matrimonio y
del Orden, Algunos son admitidos como célibes.
Son ordenados como colaboradores del Obispo, para el servicio de la Palabra, de la caridad y de
la liturgia, especialmente para los sacramentos del Bautismo y del Matrimonio; también para
acompafiar la formacién de nuevas comunidades eclesiales, especialmente en las fronteras
geograficas y culturales, donde ordinariamente no llega la accion evangelizadora de la Iglesia.
Tienen una formacién actualizada, continua e integral, que profundiza y promueve su vocacién
de casados o célibes, ademas de capacitarlos para ser ministros didiconos, lo que consiguen a
través de:
10. la oracién, la préctica de las virtudes cristianas, la conciencia de la doble sacramentalidad,
del orden y del matrimonio.
20.El conocimiento de las necesidades de la comunidad, en la que realizan su funcién
especifica.
30.El crecimiento on el espiritu comunitario y en experiencias de servicio.
Tienen momentos de oracién @ intercambio con los otros ministros ordenados y frecuentes
encuentros con las familias de los otros diaconos de quienes reciben apoyo para su trabajo
ministerial.
Cada diécono permanente est integrado al colegio diaconal, en fiel comunién con el obispo y en
estrecha unidad con los presbiteros y demas miembros del Pueblo de Dios.
Estan al servicio en una Parroquia, 0 Comisién Diocesana; existe entre ellos y los presbiteros un
didlogo constructive que alienta el trabajo y la comunién. Como ministros ordenados participan
en retiros y cursos con los presbiteros.
4Los didiconos permanentes son aceptados por la comunidad y promovides en favor de ella.
Disciernen su vocacién junto con la jerarquia y su familia, teniendo en cuenta el conjunto
diocesano, el Plan Diocesano de Pastoral y la problematica del momento,
El candidato al diaconado permanente se inserta en un proceso especifico que le ayuda a asumir
y clarificar su carisma. Toda su formacién es en esta linea de descubrimiento y asimilacién del
‘carisma para ponerlo al servicio de la comunidad.
El candidato al diaconado permanente cuenta con la estima y apoyo de los sacerdotes
encargados de su formacién y es conocido y apreciado por la comunidad a la cual sirve.
Los candidates al diaconado permanente tienen muy clara la naturaleza propia que corresponds
al grado del diaconado sin crearse expectativas que las superen.
Los didconos manifiestan la preparacién que reciben por su participacién activa y vivencial en las
celebraciones liturgicas, por su calidad personal y de fe auténtica y sincera, por su testimonio de
vida familiar y eclesial, aportandolo todo para la construccién de la comunidad,
La Diécesis cuenta, con varies centros de formacién para el Diaconado Permanente, donde se
preparan humana, intelectual, espiritual y pactoralmente con programas adecuados, teniendo en
cuenta su realidad matrimonial, familiar y laboral que no pueden descuidar. Su trabajo les
proporciona el sustento personal y familiar
Estudian durante varios afios, segin un plan de formacién, Doctrina Social de la Iglesia,
Introduccién a la Filosofia, Moral, Dogma, Catequesis, Liturgia, Sagradas Escrituras, Pastoral,
Espiritualidad, y Derecho, formacién que los habilita a ejercer con fruto su ministerio en los
campos de la acclén social, de la evangelizacién, de la vida de las comunidades, de la liturgia.
‘Su ministerio esté especialmente encaminado a atender a los mds necesitados, dando asi
testimonio de Cristo servidor al lado de los enfermos, de los que sufren, de los migrantes y
refugiados, de los excluides y de las victimas de la violencia y encarcelados. Llegan a los lugares
donde la Iglesia, como institucién, no puede llegar.
Las esposas de los candidatos también estén involucradas en la formacién de sus esposos;
‘conocen muy de cerca el ministerio que éstos prestan y saben cémo colaborar con él; reciben
una adecuada formacién personal, entre ellas se fomenta la amistad y tienen un grupo de oracién
por el ministerio y perseverancia de sus esposos; se apoyan entre si y se ayudan
‘Ademds de Ia formacién intelectual tienen una etapa de experiencia pastoral en la que son
‘acompafiados por un parroco. Conocen y se sienten parte de los espacios comunitarios y de los
grupos y servicios de la Parroqula integrdndose al Plan Parroquial. Viven pastoralmente la
pobreza, obediencia, la caridad, la atencién a los mas pobres y necesitados.
Su preparacién para el desempefo del ministerio diaconal les ayuda a desarrollar su espiritu de
servicio y de entrega a la evangelizacién y santificaci6n de sus hermanos, en especial con su
compromise con los mas necesitacos.
Los didiconos son en la Iglesia un testimonio evangélico y un impulso misionero, apéstoles en sus
familias, en sus trabajos, en sus comunidades y en las nuevas fronteras de la misién.
VIDA CONSAGRADA.
La Vida Consagrada es un don del Padre por medio del Espiritu a su Iglesia, y constituye un
elemento decisivo para su misién. Se expresa en la vida monkistica, contemplativa, y activa, los
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