Está en la página 1de 2

Bryan Daniel Ipiales Reina

Mándala Mágica.

Juan era un chico que estaba inconforme con su apariencia física y con su forma
de pensar, era una persona muy excéntrica e introvertida a causa de bullying que
le hicieron por más de 5 años. Cierto día escucho hablar de un sabio que vivía en
una vieja cabaña en lo más alto de la colina, este sabio se dedicaba a mejorar la
autoestima de las personas por medio de meditaciones y otras técnicas, a Juan le
llamo mucho la atención y decidió ir a visitar al sabio, por supuesto asumiendo las
consecuencias.

Emprendió el viaje un viernes en la madrugada llevando consigo algo de comida


como, panes, agua, vino, arroz cocido y también llevo una cobija para pasar la
noche. Después de una larga caminata se encontró en el camino a un hombre
herido, había sido asaltado por unos ladrones muy peligrosos de la zona y estaba
con algunas cortaduras, Juan decidió ayudar a este pobre hombre dándole de
comer sus pocos panes que había llevado y limpiando y desinfectando sus heridas
con un poco de vino.

Al limpiarle las heridas del brazo noto que aquel hombre tenía un tatuaje un poco
extraño en su hombro y le pregunto que cual era el significado, este hombre le
respondió que se trataba de una mándala, Juan confundido seguía sin saber que
era, el hombre le explico que una mandala era algo semejante a las personas,
Juan seguía sin entender y este hombre le dijo que algún día lo iba a entender,
con una gran sonrisa le agradeció a Juan por su buena voluntad. Juan le regalo
toda su comida y también su cobija para que pasara la noche, cuidadosamente lo
introdujo en una cueva para que este a salvo y le prometió que en dos días
pasaría a visitarlo.

Juan continuo con su camino hacia la cabaña del sabio y después de un par de
horas llego,

- ¿a qué has venido? Pronuncio el sabio

- me siento inferior y diferente a los demás, dijo Juan

– no te preocupes, claro que eres único y diferente a los demás, porque eres
como una mándala.

Juan quedo confundido y fue allí cuando el sabio le dijo que cada mandala es
única e irrepetible y que es la expresión vibracional de este instante, de este
ahora. El joven comprendió lo que le dijo aquel sabio y quedo muy complacido y
agradecido con esas palabras tan confortantes.

Finalmente se despidió del anciano, y se marchó en busca del hombre, para


poder seguir brindándole su ayuda, llego a la cueva pero no encontró a nadie, solo
encontró un pequeño baúl de madera con una llave y un papel que decía “ábrelo,
todo lo que hay adentro es tuyo, gracias por ayudarme mi pequeño mandala,
nunca cambies” Juan abrió el baúl con mucho entusiasmo y encontró en su interior
una gran cantidad de monedas de oro para poder ser feliz el resto de su vida.

También podría gustarte