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Derecho Romano
Derecho Romano
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El derecho romano es la raíz del ordenamiento jurídico de los países que utilizan el derecho
continental (en azul). La influencia del derecho romano también se extiende a otros sistemas
jurídicos como el common law.
Fragmento de un Digesto del año 1593. El derecho romano ha dejado un profundo legado en
los ordenamientos jurídicos contemporáneos y en el desarrollo del derecho en general. El
texto es un comentario a los edictum praetoris.
El derecho romano (en latín, Ius Romanum) fue el ordenamiento jurídico que rigió a
los ciudadanos de la Antigua Roma. El derecho romano, por su gran complejidad, aplicabilidad
práctica y calidad técnica, aún hoy es la base del derecho continental y de los códigos
civiles contemporáneos, y se estudia en las facultades de derecho de la mayoría de países que
emplean el derecho continental. Su importancia histórica e influencia en la ciencia del
derecho, que se extiende también a los países de common law, se manifiesta en la pervivencia
de numerosas instituciones jurídicas latinas en la actualidad, como la hipoteca o la teoría
del contrato, y en la gran cantidad de expresiones jurídicas latinas.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó la Ley de
las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En esta época,
el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son elegidos
democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que además
aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son asignadas,
mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones, llamadas senadoconsultos,
que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política que atraviesa Roma en el siglo I
a. C. finalmente termina con la degeneración total del sistema republicano, que
culmina con el otorgamiento, en la práctica, por el Senado del poder absoluto del
Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el Estado era
autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su nombre.
Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en el
que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador tiene el
poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones imperiales»
(no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la conversión
del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto de
Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Índice
2Fuentes del derecho desde la fundación de Roma hasta las XII Tablas
o 2.1Fuentes de conocimiento
2.1.1Justinianeas
2.1.2Extrajustinianeas
3Antecedentes
5Postclásico
7Influencia e importancia
8Véase también
9Enlaces externos
10Referencias
11Bibliografía
Un segundo sentido identifica el derecho romano con los libros en donde se contenía
dicho orden jurídico, es decir, el Corpus Iuris Civilis o cuerpo de derecho civil,
recopilación de los libros jurídicos romanos hecha en Constantinopla por orden del
emperador bizantino Justiniano en el siglo VI d. C.
Por último, con esta expresión se puede designar también la tradición jurídica que ha
sobrevivido después de la caída del Imperio romano de occidente hasta nuestros días.
Fuentes del derecho desde la fundación de Roma hasta las XII Tablas[editar]
La primera de estas fuentes la constituyen las costumbres de los antepasados o mos maiorum.
Se trata de un derecho consuetudinario, que progresivamente se distingue de las normas
morales y religiosas, con las cuales comparte idéntico origen.
Fuentes de conocimiento[editar]
Justinianeas[editar]
Constituyen el Corpus iuris civilis. Con este nombre se conoce desde la Edad Media la obra
compilatoria llevada a cabo por el emperador Justiniano I. En la primera mitad del siglo VI d. C.
se adicionan, además, las constituciones imperiales de este emperador posterior a la
compilación, las que dan origen a una cuarta parte del Corpus Iuris Civilis, llamada Novellæ.
Los Tituli ex corpore Ulpiani, denominación que se suele dar a los fragmentos de una
obra jurídica, la identificación de cuyo autor es poco segura. Esta fuente es también
conocida como Epitome Ulpiani y como Regulæ Ulpiani.
Los Scholia Sinaītica, llamados así por haber sido descubiertos en un convento del
monte SINAB. Corresponde a un comentario griego sobre una obra del jurisconsulto
Ulpiano.
Antecedentes[editar]
El nacimiento del derecho romano se debe entre otras causas a la división existente en la
sociedad romana entre patricios y plebeyos. No obstante, antes del año 451 a. C.-450 a. C., no
se conoce la existencia de un sistema unificado para la península, por lo cual es preciso
remontarse a la Grecia clásica, considerada la cuna de la civilización occidental, y en particular
al llamado periodo ático o del derecho griego ático, de donde se cree que se permearon
algunas de las disposiciones que se hallan presentes en la Ley de las XII Tablas.[cita requerida]
Las tradiciones legales romanas estaban en manos de los patricios y todos los asuntos
relacionados con lo que nosotros conocemos como derecho recaían sobre el Pontifex
Maximus, evidentemente patricio, conociéndose como derecho pontifical. Los plebeyos
desconocían como iban a ser juzgados exactamente y normalmente los patricios aplicaban la
tradición pontifical según convenía a sus intereses. Por ello, una de las reclamaciones
plebeyas, a imagen de lo que había ocurrido en las ciudades del arcaísmo griego, solicitaron la
codificación de la tradición en forma de leyes. Para ello, el Senado acordó enviar una comisión
a Grecia para informarse sobre las leyes de las ciudades, y después se decidió la abolición de
las magistraturas patricias y del tribunado de la plebe, entregando el poder a una comisión de
decenviros, que debían codificar las leyes romanas en un período de un año. Esta comisión
elaboró X(10) tablas de leyes bastante justas y, por tanto, favorables a los plebeyos, pero, al no
estar terminado el trabajo, se nombró una segunda comisión decenviral, mucho más
conservadora, que elaboró las dos últimas tablas, con leyes netamente antiplebeyas, que, por
ejemplo, prohibían los matrimonios mixtos. Esta comisión intentó perpetuarse en el poder,
pero fue depuesta y el sistema de magistraturas empezó a funcionar de nuevo. El resultado fue
el primer cuerpo legal conocido y estructurado, llamado Ley de las XII Tablas, del año 451 a. C.,
y que fueron expuestas públicamente en el Foro Romano.
En el año 367 a. C., las Leges Liciniæ-Sextiæ culminaron el proceso de igualación entre patricios
y plebeyos, permitiendo el acceso progresivo de estos últimos a las magistraturas y
sacerdocios, aunque el primer Pontifex Maximus plebeyo tuvo que esperar más de un siglo.
La compilación legislativa se fue realizando de forma acumulativa a través de los Edictos del
Pretor. A partir de la Ley de las XII Tablas, los Pretores asumieron la función jurisdiccional, y
para poder tipificar nuevos casos emitían al inicio de su mandato un Edicto en el que indicaban
que era punible, en el que asumían como propios los edictos de pretores anteriores, y
corregían o abolían las disposiciones recibidas.
Al principio los pretores eran sólo dos, uno el Prætor Vrbanus se dedicaba a juzgar los asuntos
en los que participasen ciudadanos romanos, mientras que el otro, el Prætor Peregrinus,
atendía los casos en los que exclusivamente intervinieran no ciudadanos. Los casos tratados
eran bastante variados, pero la mayoría derivaban de asuntos comerciales. Así, las relaciones
comerciales obligaron a la creación del precedente del llamado derecho contractual, un
derecho ultro citroque obligatio (que obliga a ambas partes), a partir del cual nace el
llamado Ius Gentium o derecho de gentes.
El sistema legal romano fue complicándose cada vez más, ya que los Tribunos de la Plebe a
través de los Comitia Tributa elaboraban Plebiscitos sobre los más variados asuntos, políticos,
económicos, jurisdiccionales, mientras que el Senado, a través de las resoluciones
llamadas Senatus Consultum creaba jurisprudencia.
Con el advenimiento del Imperio, los emperadores asumieron la función de los Tribunos de la
Plebe con el ejercicio de la Tribunicia Potestas, lo que les permitió legislar a través de
los Edictos y Constituciones imperiales. Por su parte, los gobernadores provinciales poseían
poderes jurisdiccionales y podían emitir leyes propias para sus provincias, pero que podían ser
recurridas por los provinciales ante el Senado y/o el Emperador.
El monarca visigodo Recesvinto impulsó una nueva compilación que substituyese al Breviario
de Alarico, dando lugar al Liber Iudiciorum que en los siguientes reinados fue recibiendo
añadidos. Esta compilación fue recuperada a partir del siglo IX por el Reino de León y se
convirtió en la base del derecho hispánico hasta las Siete Partidas de Alfonso X El Sabio.
Se inicia con la publicación de la Ley de las XII Tablas (451 - 450 a. C).
Postclásico[editar]
Se denomina «derecho romano postclásico» al período de la historia del derecho romano que
comprende desde la primera mitad del siglo III hasta la recopilación ordenada por Justiniano,
que coincide con el periodo político romano del Dominado o Bajo Imperio (ascensión al poder
de Diocleciano en 284 d. C., hasta la muerte de Justiniano en 565).
Recepción del derecho romano en Europa[editar]
Bartolo de Sassoferrato
A partir del siglo XIV, Inglaterra presentó una tradición jurídica característica, diferente a la de
la romanística en Europa, aunque se asemejaba en mayor medida al modo operativo de los
juristas romanos y al desinterés por las pruebas judiciales. La recepción europea del derecho
común revistió cierta importancia, aunque fue algo tardía, en Alemania, donde fue objeto de
una elaboración científica que recibe el nombre de derecho de Pandectas.
Influencia e importancia[editar]
El derecho romano es la base e inspiración del derecho civil y comercial en muchos países:
El derecho privado de nuestro tiempo tiene su antecedente remoto en este derecho, donde se
originaron casi todas las instituciones existentes en la actualidad. En Occidente, la estructura
del derecho civil todavía responde a directivas y criterios del derecho romano, con mayor
intensidad en los relacionados con la regulación de los derechos patrimoniales, en especial
las obligaciones. Son, asimismo, como subraya Antonio Fernández de Buján, múltiples y
variadas las enseñanzas que depara el estudio de los principios y normas constitucionales,
administrativas, fiscales, penales e internacionales en el ámbito del derecho público, ius
publicum, romano.
No sucede lo mismo con el derecho de familia, donde la influencia romana es mucho menor,
siendo reemplazada por algunas valoraciones indicadas por la Iglesia católica. También posee
poca influencia en las ramas del derecho privado como el derecho comercial, y prácticamente
no influye en el derecho penal ni en las demás ramas del derecho público.
Véase también