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Por el lado de los depositantes, el riesgo más latente son las corridas
bancarias muestran que los individuos con acceso a información acerca de
retornos futuros bajos comienzan a hacer retiros, mientras que los individuos
no informados se percatan de esto y también comienzan a liquidar sus
activos, llevando a una corrida bancaria generalizada.
Asimismo, otro riesgo de contagio proviene de los créditos interbancarios,
que en tiempos buenos son una manera eficiente de enfrentar choques de
liquidez, pero que en situaciones de tensión pueden convertirse en un canal
de contagio que puede desencadenar crisis sistémicas
Las crisis bancarias generalmente se originan del lado del activo de los
balances de los bancos, y son consecuencia de un prolongado deterioro de la
calidad de los mismos. Por tanto, para identificar los episodios de crisis
bancarias resulta útil analizar variables como la proporción de préstamos
incobrables en las carteras de los bancos, las grandes fluctuaciones en los
precios de los activos inmobiliarios y de las acciones e indicadores de quiebras
comerciales. Sin embargo, esta información no siempre está disponible en
países en vías de desarrollo.
Las crisis bancarias propiciaron efectos adversos sobre el sector real de las
economías. En la mayoría de los casos, los países registraron promedios de
crecimiento económico más bajos en los cinco años posteriores a las crisis,
que en los cinco años anteriores a las mismas. Los efectos también se
reflejaron en las cuentas con el exterior. En varios de los casos la moneda local
tendió a depreciarse durante las crisis así como en el periodo posterior, debido
principalmente a la incertidumbre en los mercados financieros locales y a la
fuga de capitales.
1. Crisis de 1974
Argentina fue uno de los países más afectados por la pérdida de confianza
de los capitales internacionales sobre las perspectivas de inversión en la
región. Unos meses antes de que se desatara la crisis comenzaron a
registrarse algunos cambios en el escenario internacional y regional que
afectaron en un primer momento negativamente y luego de manera positiva
el desarrollo de la economía Argentina
Crisis asiática (1997)
Por otro lado, Paredes (1999) y Pérez y Escobar (2001) también analizan
los factores característicos de esta crisis. En primer lugar, destacan la falta
de confianza y la volatilidad de los mercados financieros internacionales. El
sudeste asiático se había constituido en una región receptora de capitales
en busca de un mercado sólido, fundando una región atractiva para la
colocación de activos financieros, caracterizada por la estabilidad y
previsibilidad de la misma. Las exportaciones de los países asiáticos eran
importantes, lo que le permitió obtener financiación a través de préstamos
destinados a inversiones especulativas, principalmente en el sector
inmobiliario.
En segundo lugar, las exportaciones del sudeste asiático comenzaron a
descender como resultado de la creciente participación de China en el
mercado mundial, produciendo un déficit de cuenta corriente de la balanza
de pagos. Frente a este escenario, las economías asiáticas devaluaron sus
monedas para lograr recuperar la competitividad en los mercados
internacionales, a costa de la huida de capitales, deterioro de las carteras
de inversión, cesación del crédito internacional y recesión de la economía.
De esta manera, la región entró en una crisis denominada de confianza.
Crisis Rusa (1998)
La primera gran crisis financiera del siglo XXI que detonara en el mercado
hipotecario de Estados Unidos, tiene una considerable repercusión a nivel
global. Esto no deriva solamente de la magnitud misma de la crisis, sino
porque se originó en la economía más grande del mundo. El mercado
hipotecario estadounidense estuvo compuesto básicamente por
instituciones de depósitos reguladas (bancos, cajas de ahorro y préstamo)
que con los depósitos financiaban los préstamos para la vivienda. Al ser
estas instituciones quienes originaban los préstamos y los conservaban en
sus carteras soportaban el riesgo crediticio, el riesgo de liquidez y el riesgo
del mercado ante las fluctuaciones de las tasas de interés.
Dadas dichas consecuencias, la forma más rápida adoptada por los bancos
para impedir peores resultados de esta crisis, es que las autoridades
monetarias acudieron como prestamistas de última instancia, inyectando
liquidez e intentando socorrer a aquellas entidades con problemas de
solvencia.
Cuando por cualquier motivo se produce una caída del PIB, puede aparecer otro proceso
de realimentación que ya nos atrapó en un pasado y que ha vuelto a hacerlo ahora en muy
poco tiempo9 : el del “déficit público”.
Un aumento del déficit público o de las expectativas de déficit, o una venta masiva de deuda
pública por parte de grandes inversores. Como consecuencia de ello se genera en el mercado
una sensación de “desconfianza” que termina por instalarse. A continuación las agencias de
calificación bajan la nota del país en cuestión, lo que hace subir la prima de riesgo. Esta subida
empieza a repercutir directamente en el inversor agravando su falta de confianza
CONCLUSIONES: