Está en la página 1de 6

#IdeologíaDeGénero A propósito de la campaña llamada #ConMisHijosNoTeMetas,

Verónica Ferrari, ex directora ejecutiva del MHOL, nos explica a qué se oponen
verdaderamente los que conforman esta campaña y analiza el enfoque de igualdad de
género del Currículo Nacional Escolar. #PólemosMásQueDerecho

Verónica Ferrari, activista lesbiana feminista, lingüista por la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, ex presidenta y directora ejecutiva del Movimiento Homosexual de Lima.

¿De qué hablamos cuando hablamos de ideología de género?

Desde noviembre del año pasado estamos viendo un gran despliegue de difusión de una
campaña llamada #ConMisHijosNoTeMetas. Esta campaña fue lanzada el 29 de noviembre
del 2016 en una reunión de diversos líderes evangélicos peruanos y de América Latina, en
donde estuvo también el alcalde de Lima, Luis Castañeda, y congresistas conservadores.
En este evento se firmó la Declaración de Lima1, que tiene como objetivos de defender: la
dignidad de la vida humana (oponerse al aborto), la dignidad de la familia (oponerse a los
derechos LGTBI) y la libertad de religión (seguir discriminando respaldados por su fe).

En diciembre, vemos las primeras movilizaciones en contra del Currículo Nacional de


Educación Básica 2017. Plantones frente al Ministerio de Educación y el Ministerio de la
Mujer presagiaban la forma en la que se dirigía la campaña: hacer presión en las calles
para intentar derogar la Resolución Ministerial N° 281-20162 que aprobaba el Currículo en
mayo de ese año. ¿Por qué la campaña había empezado en noviembre y no en mayo?
Porque el Currículo recién se implementará en el 2017. Sus meses vitales para hacer
campaña son enero y febrero, así que veremos un recrudecimiento del “debate”, y pongo
en comillas el debate porque no se debaten los derechos humanos de las personas, mucho
menos su derecho a una educación de calidad que disminuya las desigualdades de género.

La campaña de movilización va en paralelo con la campaña virtual, estas semanas han


abundado páginas como #ConMisHijosNoTeMetas-Oficial3, Ideología de Género No Va, No
a la Ideología de Género en el Perú, No a la Ideología de Odio (como respuesta a una
página a favor del enfoque de género del mismo nombre), el Ciudadano de a pie, etc., y
con nuevas vocerías, si antes veíamos a Julio Rosas o Humberto Lay, ahora vemos una
“renovación” en sus filas, siendo Beatriz Mejía, abogada, y Christian Rosas (hijo de Julio
Rosas), sus más avezados líderes.

Pero, ¿a qué se oponen estas personas? Al Currículo Nacional que, según el Ministerio de
Educación, es el documento marco de la política educativa de la educación básica que
contiene los aprendizajes que se espera que los estudiantes logren durante su formación
básica, en concordancia con los fines y principios de la educación peruana, los objetivos de
la educación básica y el Proyecto Educativo Nacional. Este documento establece el Perfil
de Egreso de la Educación Básica, las competencias nacionales y sus progresiones desde
el inicio hasta el fin de la educación básica, así como sus niveles esperados por ciclo, nivel
y modalidades. Además, contiene orientaciones para la evaluación formativa y la
diversificación curricular4.

1
https://infovaticana.com/2016/12/02/mis-hijos-no-te-metas-una-campana-la-imposicion-la-ideologia-
genero/
2
http://www.elperuano.com.pe/NormasElperuano/2016/06/03/1388044-1.html
3
https://www.facebook.com/conmishijosnotemetasperuoficial/
4
http://www.minedu.gob.pe/curriculo/
Este currículo incluye siete enfoques: de derechos, inclusivo o de atención a la diversidad,
intercultural, igualdad de género, enfoque ambiental, enfoque orientación al bien común y
búsqueda de la excelencia. De estos siete enfoques, el único que les molesta a los que
llevan adelante la campaña #ConMisHijosNoTeMetas es el enfoque de igualdad de género.
Este enfoque señala lo siguiente:

“Todas las personas, independientemente de su identidad de género, tienen el mismo


potencial para aprender y desarrollarse plenamente. La Igualdad de Género se refiere a la
igual valoración de los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de mujeres
y varones. En una situación de igualdad real, los derechos, deberes y oportunidades de las
personas no dependen de su identidad de género, y por lo tanto, todos tienen las mismas
condiciones y posibilidades para ejercer sus derechos, así como para ampliar sus
capacidades y oportunidades de desarrollo personal, contribuyendo al desarrollo social y
beneficiándose de sus resultados.

Si bien aquello que consideramos “femenino” o “masculino” se basa en una diferencia


biológica-sexual, estas son nociones que vamos construyendo día a día, en nuestras
interacciones. Si bien las relaciones de género históricamente han perjudicado en mayor
medida a las mujeres, también existen dimensiones donde perjudican a los varones. En
general, como país, si tenemos desigualdades de género, no podemos hablar de un
desarrollo sostenible y democrático pleno” 5.

Esto es lo que ha enfurecido a los conservadores. La inclusión de la categoría “identidad


de género”, que ellos asocian única y exclusivamente a la transexualidad, sin percatarse
que aquí ni siquiera hacen referencia a ella, sino a la identidad hombre y mujer, y cómo la
construcción cultural de estas identidades es la base sobre la que se soporta la desigualdad,
colocando características en unos y otras que los diferencia y quitan oportunidades. A pesar
de que en el tratamiento del enfoque de igualdad de género se señala todo esto, y en ningún
momento se menciona la transexualidad, insisten en que es justamente esta parte en donde
se les dice a los niños que pueden ser niñas y a las niñas que pueden ser niños, porque es
posible cambiar de sexo.

Asimismo, no reconocen la categoría “género”, pieza indiscutible de cualquier análisis de la


realidad desde hace cerca de medio siglo, y que profundiza en las razones de la
desigualdad para dar soluciones a esta problemática. Los conservadores intentan igualar
“sexo” y “género” para sostener que se nace hombre por tener pene y se nace mujer por
tener vulva, y que cualquier intento de cambiar esta naturaleza es pernicioso. Al intentar
igualar estas dos categorías, se busca desaparecer la categoría género como una
herramienta de análisis de la realidad. Para ellos, es la biología la que manda sobre la vida
de las personas, y es la biología la que origina las desigualdades, y a la biología no hay
forma de cambiarla. La inclusión del género como categoría analítica debilita este
posicionamiento biologicista de la vida humana, al darle su lugar a la cultura en la
construcción de las identidades. Una mirada del ser humano, sin la cultura, es una mirada
sesgada, casi vacía, primitiva, que nos acerca a los animales. La cultura nos ha definido de
formas inconmensurables, negarlo es caer en la irracionalidad, pero inmersos en esta
irracionalidad intentan generar una deslegitimación de los constructos sociales, algunos
incluso llegan a decir que son constructos estatales, sin base científica, casi como una
cuestión política, reforzando nuevamente la idea de imposición.

5
Currículo Nacional de la Educación Básica. Lima: Ministerio de Educación, 2016, p. 16.
A ello se suma el tema de la orientación sexual, que muchas veces confunden e igualan a
la identidad de género. Explicar continuamente las diferencias entre orientación sexual e
identidad de género es lo que ellos llaman “ideología de género”. El solo hecho de hablar
de una sexualidad que es diversa, fluida, cambiante, construida también culturalmente y
que permite múltiples formas de identificación, permanencia, resquebrajamiento, adhesión
o negación para ellos es la negación de todos sus valores cristianos.

Cuando hablamos de “ideología de género”, estamos hablando en términos de ellos, y


desprecio hacia la teoría de género6, y a quienes la han producido: las mujeres. Es
importante definir esto porque actualmente estamos viviendo un ataque global hacia los
derechos de las mujeres, en donde se nos intenta retornar a la biología, es decir, a la
reglamentación de nuestras vidas sobre la base de argumentos naturalistas que intentan
quitarle peso a la cultura. Esta ola conservadora pretende que dejemos de definirnos como
personas, porque esa es la única forma de mantener la desigualdad de género, esta
desigualdad que hemos visto que intenta negarse sobre argumentos religiosos,
biologicistas y cargados de prejuicios. La desigualdad es una realidad y negarla, a estas
alturas, es ser cómplices de toda la violencia que vivimos las mujeres desde el principio de
los tiempos y que en la actualidad no para.

Es necesario tener claro que la “ideología de género” no es un nombre neutral como


pretenden definirla los voceros de esta campaña para hablar justamente del enfoque de
género. Es un concepto que pretende deslegitimar el enfoque de género, ha sido creado
por conservadores católicos y tomado también por los evangélicos, quienes tenían que
denominar la la lucha por la igualdad, el feminismo y la teoría de género, desde sus propios
términos; por ello, evidentemente, está relacionado de forma profunda por sus creencias y
valores religiosos, y dentro de estos valores, las mujeres tienen un lugar y una labor
decidida por las leyes de dios, y los LGTBI son errores de la naturaleza, que no deberían
existir si no es arrepintiéndose de lo que son.

Los que promueven el tema de la “ideología de género” tienen como ejes centrales de su
batalla el temor a la destrucción de la familia natural, la homosexualización de los niños, y
la posibilidad de cambiar de género, de poder escogerlo y de que se pueda hacer desde
niños, pero tienen como fin superior, ordenar la vida de las personas, decirles cómo deben
actuar, según las normas de quién, incluso encima de las leyes, ya que ellos se rigen por
normas “superiores” a estas, según su religión. Este intento por controlar la vida de las
personas y señalarles cómo vivir contiene un correlato de autoritarismo. Ellos necesitan
estos temores (la destrucción de la familia natural, la homosexualización de los niños y la
posibilidad de cambiar de género) como caballitos de batalla para darse sentido a sí mismos
y darle sentido a su mundo, sin estos temores, no tendrían razón de existir, no existirían
más, esta cruzada, su cruzada, es para existir, y en esta búsqueda de sobrevivencia se
consideran sí mismos como mártires que se inmolarán por su causa.

Para ellos, la inclusión de términos como “construcción de la identidad”, “orientación


sexual”, “identidad de género” y “derechos sexuales y reproductivos” en el Currículo es
imponer la “ideología de género”, a pesar de la explicación totalmente inocua de los
Estándares de aprendizaje de la competencia, nivel 7, del Currículo:

6
Campo interdisciplinario (ciencias sociales, ciencias de la salud, ciencias humanas, ciencias políticas,
ciencias económicas, estudios culturales, etc.) que tiene como categoría central el género y en el que
confluyen los estudios de la mujer, estudios feministas, estudios de las masculinidades y estudios LGTBI.
“Construye su identidad al tomar conciencia de los aspectos que lo hacen único, cuando
se reconoce a sí mismo y valora sus identidades, sus logros y los cambios que se dan en
su desarrollo. Se reconoce como parte de un mundo globalizado. Manifiesta sus emociones,
sentimientos, logros e ideas distinguiendo el contexto y las personas, y comprendiendo sus
causas y consecuencias. Asume una postura ética frente a una situación de conflicto moral,
integrando en su argumentación principios éticos, los derechos fundamentales, la dignidad
de todas las personas. Reflexiona sobre las consecuencias de sus decisiones. Se plantea
comportamientos que incluyen elementos éticos de respeto a los derechos de los demás y
de búsqueda de justicia teniendo en cuenta la responsabilidad de cada quien por sus
acciones. Se relaciona con los demás bajo un marco de derechos, sin discriminar por
género u orientación sexual y sin violencia. Desarrolla relaciones afectivas, de amistad o
de pareja, basadas en la reciprocidad y el respeto. Identifica situaciones que vulneran los
derechos sexuales y reproductivos y propone pautas para prevenirlas y protegerse frente
a ellas”7.

Siendo estos términos reconocidos por la medicina y la legislación en todo el mundo, en


algunos países para dar protección y garantía a las personas que tienen una orientación
sexual homosexual y una identidad de género transgénero, y en otros para condenarlos a
sanciones sociales y legales, que pueden incluir cárcel o muerte, son tomados como
referentes como parte de todo un lobby que pretende que el mundo entero adopte una
determinada de forma de vida: la homosexual; y usados para proteger los derechos de las
mujeres a nivel internacional

Otro argumento para sostener como problemático la existencia de la “ideología de género”


es una sospechosa injerencia internacional que tiene como objetivo cambiar la forma de
vida que dios manda. En ese sentido, apuntan sus armas hacia las Naciones Unidas y todas
sus ramificaciones. En el abanico de ideas totalitarias que manejan, esta es una que es
utilizada para despertar algún tipo de nacionalismo. No solo basta con despertar el
machismo y la homolesbotransfobia8 de sus seguidores, sino que tienen que encadenarla
con la xenofobia. Esto nos lleva hacia otros tipos de seguidores: los fascistas, los neonazis
y los neoconservadores. Aquellos que siguen soñando con un mundo para ellos y solo para
ellos, en donde los demás seamos peones de su soñada grandeza, y en donde la consigna
de lo inferior, el tutelaje, el paternalismo y el desprecio a la diversidad están fuertemente
intrincados. A ellos solo los detienen las leyes, pero si por ellos fuera, viviríamos en un
mundo segregado en donde ellos serían los amos. El mundo entero ha luchado largamente
contra los fascismos y ha logrado vencerlos, pero cada cierto tiempo vuelven, con nuevas
caras y reciclados discursos, a intentar incidir sobre la opinión pública. A ellos sí podríamos
llamarlos minoría. El fascismo no es una de las ideologías favoritas de los peruanos.
Cuando se trata de los derechos de las mujeres y de los LGTBI, no es raro ver esa natural
simbiosis entre fascistas y religiosos, al fin y al cabo, ambos intentan el control de la vida a
través del control de la libertad e incluso de pensamiento.

Los conservadores, en general, tienen como ejes centrales de sus campañas, los siguientes
temores:

1. La destrucción de la familia natural. Ellos consideran que hay una familia


antinatural, aquella que no está conformada por un hombre y una mujer con los hijos
de ambos. Aunque seguramente hacen excepciones: la mujer viuda con hijos que
se vuelve a casar, la madre soltera heterosexual, los abuelos que cuidan a los

7
Currículo Nacional de la Educación Básica (id.), p. 31.
8
El odio y la aversión hacia las personas homosexuales, lesbianas y transgénero.
nietos, las familia extendidas en donde si quiera hay un hombre. Hay familias contra
las que los conservadores no lanzan sus balas, hay otras familias sobre las que sí.
Lo que ellos no pueden permitir es que se reconozcan a las familias
homoparentales, primero, porque seria reconocer que es posible considerar a dos
personas gays o a dos personas lesbianas, eso, personas. Segundo, porque se
estaría consumando una unión no reproductiva, a pesar de que las uniones no
reproductivas existen desde que existe el mundo. Tercero, porque se permitiría que
homosexuales interactúen con niños, como si solo en pareja fuera la única
posibilidad de que niños y niñas interactúen con homosexuales. Hay que recordarles
que ninguna familia homoparental es culpable de la destrucción de ninguna familia
heterosexual, tranquilamente van a seguir conviviendo hasta que se acabe el
mundo, al final, todo depende de cómo se quiera vivir: persiguiendo a los
homosexuales y culpándolos de la destrucción de familias que no conocen, o
permitiendo que la gente viva como desee vivir sin intentar meterse en sus camas y
sus vidas, porque es esa una las razones por las que las familias se destruyen,
cuando otros se meten en estas para decirles cómo actuar.

2. La homosexualización de los niños y niñas. Los conservadores consideran que


si se les habla de sexualidad a los niños y niñas, cualquier tipo de sexualidad, sea
esta la aceptada por ellos, la heterosexual, o la no aceptada, la homosexualidad,
estos niños y niñas que escuchan hablar de estos temas rápidamente van a querer
saber más sobre este, y no solo eso, sino que también van a querer ponerlo en
práctica. Los conservadores, por ejemplo, suponen que la palabra masturbación
existe antes de la acción de la masturbación, y que cuando mágicamente la
nombran, los niños van a empezar a masturbarse. Lo mismo con la homosexualidad,
suponen que si las niñas escuchan hablar de estos temas, van a querer interactuar
con sus amigas de una forma erótica y solo erótica, descartando el afecto, la pasión,
la solidaridad, las alianzas entre mujeres, el soporte emocional, la hermandad. Todo
se concentra en cómo evitar que, los niños y las niñas, eviten escuchar de
sexualidad para que no actúen sexualmente, como si eso fuera a impedirlo, y en
cómo evitar que los niños y las niñas sean homosexuales, que también es imposible
de impedir, los niños y las niñas lo serán por más que los adultos intenten reprimirlo
o censurarlo, y así digan entre sus argumentos que no existe el “gen gay” y que no
se puede legislar sobre “atracciones”, la homosexualidad se desarrolla como una
fuerza de la naturaleza, y al final todo depende de cómo se quiera vivir: negando la
existencia de las personas homosexuales y haciéndolas sufrir negándoles sus
derechos, o permitiendo que vivan protegidos por el Estado, que se desarrollen, que
sean felices, que hagan sus vidas como quieran vivirlas.

3. La posibilidad de cambiar de género, que es uno de los argumentos más


recurrentes contra el enfoque de género: que los niños podrán escoger su sexo,
usar cualquier baño, escoger entre 50 géneros, y si son hombres, pintarse la boca
con labial, y si son niñas, hacer todo lo que las niñas quieren hacer pero no se les
permite. No creo que sea necesario mencionar como sufren los niños y las niñas
transgénero, ni cómo la incomprensión de sus familias muchas veces les causa la
muerte, ni cómo el abandono las perjudica emocional y físicamente, ni cómo los
botan de sus casas y tienen que vivir en las calles a salto de mata, ni cómo las botan
de los colegios y no pueden concluir sus metas, ni cómo les niegan puestos
laborales, vivienda, educación, salud, justicia, respeto, amor. Las personas trans
son una población altamente violentada, fuertemente discriminada, espantosamente
despreciada, y necesitan de políticas específicas para que sus vidas no sean
lastimadas continuamente. Hay que tener mucha falta de compasión y de
humanidad para ver la situación crítica en la que viven y no sentir nada al respecto.

La ideología de género hace mucho daño porque restringe la libertad y la posibilidad de las
personas de ser felices. La ideología de género no es el enfoque de género, la primera
mata, la segunda libera. La ideología de género es un conjunto de mentiras que,
increíblemente, son proclamadas por aquellos que creen que mentir es un pecado
castigado por dios. Los que promueven la ideología de género son los que creen que las
mujeres deben ir de rosado y los hombres de celeste, y cualquier cambio a esa arbitrariedad
es perjudicial para ellos, cuando en general, las únicas perjudicadas, son las mujeres,
siempre. Los esencialismos reducen nuestra visión del mundo, pauperizan nuestras
posibilidades de convivencia, abrirnos a la diversidad, a las posibilidades de cambio, al
respeto por la forma en que las personas llevan su vida nos abre la puerta hacia otra
sociedad, una en donde todos y todas nos miremos como humanos.

También podría gustarte