Está en la página 1de 1

Hombres y mujeres marginados hacen fila para ser los primeros de entre los últimos.

Jóvenes y niños
emprenden un éxodo doloso con esperanza en sus ya casi vencidos guerreros, sus padres y madres.
Humanos abatidos por el infortunio de su vida novelesca en su patria de origen. Tan real como irreal
puede parecer para muchos la verdad. Caminar con sentido. Un destino incierto. Entre sueños
despiertos. Una realidad dualista entre la mentira y la verdad. Un sol quemante que moja de sudor
rostros descoloridos. Vidas picadas por el parasito de la politiquería y la nueva moda de la “violencia
organizada”. Pero el que no quiere morir a manos de la muerte funesta prefiere morir caminando
mientras avanza hacia un lugar donde su vida no corra peligros. Su gran sueño es salir de la tierra
de la decepción, con la ilusión positivista de llegar a la tierra prometida.

Es triste abandonar la patria pero más triste es ver morir a sus jóvenes a manos de “artistas de la
muerte”. Sus pinceladas de sangre hacen resurgir cada día las ganas de correr sin volver la vista
atrás. Ellos transpiran la muerte, transpiran la corrupción. Especímenes de la muerte. Sus caminos
retorcidos motivan más aun a buscar un mejor destino que el de acabar en sus fétidas fauces. Entre
valientes y cobardes están los que se quedan y los que se van. Aparentemente fútil pero es de
infinita complejidad tomar una u otra decisión.

Al escribir estas líneas me siento como la tortuga veloz. Veo la meta tan lejos y mis pies tan lentos.
Cada paso cuenta en esta meta de dar a conocer mi experiencia en lo que para mí es la más grande
experiencia del pueblo hondureño que busca un nuevo rumbo para la vida de los más necesitados.
La experiencia del éxodo representado la voz de un pueblo desposeído de su dignidad, sus derechos
y garantías constitucionales. Son ellos quienes tienen que salir a buscar alternativas de vida que
humanicen su existencia. Desafortunadamente esta es la función principal de los gobiernos que
según los principios originales de la política es buscar el bien común y el bienestar y beneficio del
pueblo en su totalidad.

La caravana, sea o no incierto su origen, puso de manifiesto la voluntad colectiva de un pueblo que
está necesitado de un nuevo rumbo social, económico y político.

También podría gustarte