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El poder de las ideas

A través de los años siempre se ha hecho alabanza al poder de la mente, afirmando que

si el ser humano piensa que puede, de alguna u otra forma terminara logrando lo propuesto;

y es que por naturaleza el hombre siempre ha creído que es capaz de alcanzar el cielo si se

lo propone, eventualmente lo va a lograr, esta percepción de confianza en sí mismo también

denominada fe, un sentimiento cargado de esperanza de que el ser humano es capaz de

hacer lo que sea, como profesa el dicho popular “la fe mueve montañas”, pero es que en

realidad esas montañas no se podrían mover si no se le busca una solución lógica y racional

que permita lograr el objetivo, por consiguiente es cierto que el hombre es competente para

mover las montañas pero en realidad es gracias a sus conocimientos, sus ideas.

La capacidad racional es la que ha permitido el progreso de la sociedad, desde un punto

de vista económico, las ideas y el material intelectual generan dinero, reproducen

organizaciones que impulsan la sociedad hasta la vanguardia del progreso tecnológico;

entonces en Colombia ¿no sería viable enfocar el progreso de la sociedad en promover e

incentivar las ideas que permitan escalar posiciones en la escala tecnológica mundial?; pues

es esto a lo que le está apostando el presidente Iván Duque en su plan de gobierno, ubicar

como base de la economía el incentivo de las nuevas ideas y la propiedad intelectual para

que sean el motor que impulse a Colombia a un futuro más próspero, una estrategia la cual

ha denominado Economía Naranja.

¿Pero en realidad si es viable en Colombia aplicar la economía naranja? A nivel mundial

es cierto que este tipo de economía mueve poco más de 4.293.000 millones de dólares
anuales, siendo para américa latina un aproximado de 173.000 millones de dólares, datos

ofrecidos en el informe de la Conferencia de Naciones Unidad para el Comercio y el

Desarrollo (UNCTAD) ; pero este modelo económico ¿si aplica para Colombia?, es una

incógnita que da mucho para pensar aun sabiendo que la adopción de modelos europeos y

norteamericanos en Colombia no siempre se han hecho de la mejor manera. Un país donde

el rebusque y la informalidad son el pan diario de muchos ciudadanos, donde para el

gobierno si una persona ingresa más de 250.000 pesos mensuales ya deja de ser pobre

según el Dane, lo anterior son solo algunos de los factores que dan un panorama de

inseguridad ante la nueva apuesta del gobierno nacional.

A pesar de tanta adversidad los colombianos siempre han demostrado ser un pueblo

“echao’ palante” como se dice popular mente, donde las necesidades han logrado generar

ideas que permitan nuevos ingresos a las personas, donde la búsqueda constante de mejorar

la calidad de vida ha logrado que muchos emprendedores piensen en soluciones

innovadoras para el progreso, y es que en la adversidad en donde surgen las mejores ideas;

lo anterior es muestra de lo que se refuta constantemente, los colombianos son muy

inteligentes, tienen mucha “malicia indígena” para crear ideas que permitan generar

ingresos; pero ¿qué pasaría si este talento es apoyado?, es muy posible que se produjeran

enormes cambios en la economía nacional, y es a esto a lo que le está apuntando el

presidente Duque.

Es cierto que actualmente el gobierno cuenta con algunos programas de ayuda a los

emprendedores colombianos, entidades como Fondo Emprender, Innpulsa, Findeter, son

solo algunas de las pocas opciones que hay en el país, pero aun así siguen siendo muy

pocos en comparación a la enorme cantidad de los emprendedores que tiene el país, pero el
panorama es un tanto alentador dado que por su idea de Economía Naranja se estima que el

gobierno nacional inyecte bastante capital en el fomento y puesta en marcha de muchas de

las ideas de los colombianos, esto a su vez dinamizaría la economía nacional ya que el flujo

de dinero sería relativo y el intercambio de bienes y servicios en la sociedad aumentaría.

Si bien es cierto que el fomentar las ideas y la propiedad intelectual ósea la Economía

Naranja puede generar un crecimiento considerable en la economía nacional, cabe

mencionar que la carga tributaria para los empresarios en Colombia es muy elevada y que

esto puede ser contraproducente a corto y mediano plazo. Se puede tener una muy buena

idea, conseguir los recursos del estado para ponerla en marcha, pero si en el corto plazo

mientras la idea de negocio apenas empieza a ser productiva, el gobierno no crea una

estrategia que disminuya la carga tributaria, esta nueva empresa tendrá muchas

posibilidades de fracasar, y es que actualmente este patrón es muy constante en el país,

muchos emprendedores con muy buenas ideas forman su empresa y al cabo de un tiempo

terminan cerrando debido a que las ganancias generadas no compensan la cantidad de

impuestos que se deben pagar.

Impulsar la economía naranja puede ser una maniobra muy buena por parte del gobierno,

ya que es cierto que hay demasiados colombianos con muy buenas ideas para mejorar la

economía del país, pero si no se buscan estrategias que permitan aplicar esta iniciativa de la

mejor manera, esta terminara fracasando eventualmente.

El presidente Duque se enfrenta ante un reto muy bonito, por un lado el de implementar

su idea económica basada en la economía naranja, una iniciativa que dará la oportunidad a

muchos colombianos de poner en marcha esos tan anhelados proyectos que quizás algún

día los sacaran de pobres; y por otro lado todas las dificultades que debe superar su
iniciativa para poder ser exitosa, ya que si no busca estrategias que permitan a las empresas

mantenerse a flote al menos durante un tiempo mientras empiezan a ser productivas, esta

eventualmente terminaran fracasando y con ellas la iniciativa económica que plantea el

presidente Duque, ya que las ideas sin fundamentos son solo pensamientos vagos.

Por:

Robert Anthony Morales Puentes

Cetap San Vicente del Caguan

VII Semestre

Finanzas Públicas

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