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13Qué es la fisis o cartílago de crecimiento?

Los huesos largos se dividen en epífisis distal y proximal, diáfisis como el segmento medio
y metáfisis como la porción ensanchada más próxima a la epífisis. El cartílago de
crecimiento, fisis o placa metafisaria es la zona responsable del crecimiento del hueso.
La Fisis es la zona responsable del crecimiento del
hueso.
Las epifisiolisis son aquellas fracturas que afectan la epífisis o cartílago de crecimiento a
través de distintos mecanismos de acción, desplazándola o no con respecto a la metáfisis.
Éste tipo de lesiones conllevan riesgo de anomalías en el desarrollo del hueso con detención
de su crecimiento o desviación angular del mismo.

Clasificación de Salter y Harris:


La epífisis puede fracturarse a través de distintos mecanismos afectando a la fisis en mayor o
menor medida. Para ello, Salter y Harris clasificaron las lesiones más frecuentes en 5 tipos:
Tipo I: S de Slipped o deSlizado. El trazo lesional pasa a través del mismo cartílago sin
afectar directamente al hueso. No puede producirse cuando el cartílago de crecimiento ya
fusionado. Presenta buen pronóstico con tratamiento consevador.
Tipo II: A de Above o Arriba. El trazo de fractura atraviesa gran parte de la fisisademás de
atravesar metáfisis desprendiendo un fragmento triangular. Es el más frecuente con
diferencia. Presenta buen pronóstico con tratamiento conservador.
La epifisiolisis de tipo II en la Clasificación de
Salter-Harris es la más frecuente.
Tipo III: L de Lower o por Lo bajo. En éste caso el trazo atraviesa completamiente epífisis
distal atravesando el cartílago de crecimiento. Presenta un pronóstico peor, suele precisar
tratamiento quirúrgico. Éste tipo de lesión en la fisis tibial distal se denomina fractura
de Chaput-Tillaux.
Tipo IV: T de Transverse o Transversa o cuaTro. El trazo atraviesa conjuntamente tanto
epífisis y fisis, dando lugar a dos fragmentos con ambos componentes. Es típica en
el cóndilo humeral lateral.
Tipo V: R de Rammed o compResión. En éste caso no existe trazo de fractura como tal,
sino que se produce una compresión axial sobre la fisis. Es la menos frecuente y la más
grave, suele precisar tratamiento quirúrgico.
Existen otro tipo de epifisiolisis menos frecuentes, que completan la clasificación de la VI a la
IX:
Tipo VI: Daño a estructuras pericondrales.
Tipo VII: Daño aislado al cartílago de crecimiento.
Tipo VIII: Daño aislado a metáfisis, con elevado riesgo de osificación precoz del cartílago.
Tipo IX: Afectación del periostio que puede influir en el crecimiento.
La epifisiolisis es un término médico que se refiere
una fractura del cartílago o fisis de un hueso largo. El cartílago de crecimiento, ubicado
entre la epífisis y la metáfisis del hueso y constituido por células cartilaginosas que
están estratificadas de manera muy precisa, responsables del crecimiento en longitud
del hueso. Una vez finalizado el crecimiento, la zona se osifica desapareciendo el
cartílago.
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Clasificación[editar]
La clasificación más sencilla es la clasificación de Salter y Harris:43

 Grado I: Epifisiolisis pura, es decir, ocurre solo en la zona de crecimiento cartilaginosos de


tal manera que la separación entre la metáfisis y la epífisis es completa, por lo general sin
desplazamiento de los fragmentos.
 Grado II: Epifisiolisis con un fragmento de la metáfisis unido a la fisis, imagen que es
conocido como Signo de Thurstand Holland.
 Grado III: Es una fractura fundamentalmente articular pero que incluye una porción de la
fisis, es decir, atraviesa toda la epífisis y parte del cartílago de crecimiento.
 Grado IV: Es la fractura que atraviesa toda la epífisis y atraviesa igualmente toda la fisis.
 Grado V: Se produce una compresión de la fisis por acercamiento violento de la epífisis y
la metáfisis.
 Grado VI: Se produce una avulsión de la fisis periférica.
En la clasificación de Ogden se agrega un Grado VI en la que se afectan los segmentos óseos
más cercanos a la fisis de crecimiento de tal manera que pudieran afectar o limitar el
crecimiento óseo. De igual manera, la reciente clasificación de Peterson añade un tipo de
fractura VI, en la que falta una parte de la epífisis, de la placa de crecimiento y de la metáfisis.
Esto suele ocurrir con una herida abierta o fractura compuesta, a menudo por las cortadoras
de césped, las maquinarias agrícolas, motos de nieve, o heridas de bala.

Objetivo de la Tracción • Inducir fatiga en los músculos afectados o implicados, produciendo con
ello un espasmo, de forma que los extremos óseos puedan realinearse. • Realinear los extremos
óseos distal y proximal, para lograr una consolidación ósea satisfactoria. • Inmovilizar el foco de la
fractura, hasta que los extremos óseos se hayan alineado y se hayan producido una consolidación
sufuciente para permitir el uso de una férula o yeso cerrado.

Clasificación de las tracciones • Tracción manual – se aplica al miembro colocando la mano distal
al foco de la fractura. Es frecuente que las (los) enfermeras (os) apliquen tracción manual durante
la colocación de yeso. • Tracción cutánea – se aplica en forma directa a la superficie cutánea e
indirectamente a las estructuras esqueléticas. El mecanismo de tracción se une a la piel mediante
cinta adhesiva o venda elástica. Ambos tipos se aplican sobre tiras de tracción para distribuir la
tensión. Tracción esquelética – se aplican directamente a las estructuras esqueléticas mediante
una aguja, alambre o tenazas insertados en el extremo óseo distal a la fractura.

Tipos de tracciones • Tracción Dunlop – el brazo se suspende en dirección horizontal, mediante un


dispositivo que tira de la piel o del hueso. • Tracción de Bryant se aplican cintas adhesivas de
tracción en las piernas del niño y se aseguran con vendas elásticas desde el pie hasta la ingle. Se
flexionan ambas caderas a 90˚ manteniendo las rodillas en extensión y suspendiendo las piernas
mediante poleas y pesos. • Extensión de Buck – constituye un tipo de tracción cutánea en que las
piernas permanecen extendidas, difieren de la tracción de Bryant en que no se flexionan las
caderas, se evita el riesgo de hipotensión postural y permite la mayor movilidad. Tracción de
Russell – se emplea tracción cutánea en la porción inferior de la pierna y se coloca una almohadilla
bajo la rodilla. Se producen dos líneas de tracción, una sigue el eje longitudinal de la porción
inferior de la pierna y la otra es perpendicular a aquella. Esta combinación de fuerzas permite
realinear la extremidad inferior e inmoviliza la cadera y la rodilla en flexión.

Tracción de Russell – se emplea tracción cutánea en la porción inferior de la pierna y se coloca una
almohadilla bajo la rodilla. Se producen dos líneas de tracción, una sigue el eje longitudinal de la
porción inferior de la pierna y la otra es perpendicular a aquella. Esta combinación de fuerzas
permite realinear la extremidad inferior e inmoviliza la cadera y la rodilla en flexión.
Férula de Braun

Férula metálica rígida, no regulable, que se sujeta con vendas de


gasa para mantener en la cama al miembro inferior en reposo y en
posiciones de semiflexión. Se puede combinar con tracción
continua, si se fija en los pies de la cama.

Métodos de inmovilización[editar]
El yeso o escayola es una venda de tela y sulfato de calcio que se utiliza para corregir las
lesiones traumáticas; su objetivo es mantener inmóvil una zona del cuerpo durante un periodo
de tiempo determinado y mantener la alineación de los segmentos óseos favoreciendo la
consolidación.

Yeso braquio-palmar[editar]
Se extiende desde el borde inferior de la axila hasta la articulación metacarpo-falángica hasta
ultimo pliegue de flexión palmar. La muñeca queda inmovilizada en ligera flexión dorsal y en
posición neutra, mientras que el codo queda en una flexión de unos 90°, a nivel posterior llega
hasta la cabeza de los metacarpos. Se usa en casos de fractura de húmero, cabeza de radio,
diáfisis de radio, cubito y para mantener en su lugar tendones y músculos después de una
cirugía.

Yeso antebraquio-palmar[editar]
Comprende desde 2 o 3 cm por debajo del pliegue anterior de flexión del codo hasta por
encima de las articulaciones metacarpo-falángicas y a nivel del pliegue de la muñeca. Se
indica en las fracturas de cúbito y radio, metacarpianas, fractura del escafoides y lesión en los
ligamentos de la muñeca.La muñeca debe quedar en ligera flexión dorsal en general, aunque
si se pretende mantener la reducción de una fractura, esta posición puede cambiar.

Yeso antebraquio digital[editar]


Incluye desde 3 cm por debajo del codo hasta la falange distal de los dedos. Se inmovilizan en
semiflexión, con objeto de evitar rotación en la fractura y de conseguir una posición funcional
en caso de que aparezca una rigidez permanente.

Férula en U[editar]
Se coloca por la cara externa del hombro y brazo hasta por debajo de la axila, se fija al brazo
mediante una venda y el antebrazo pende de un «cuello-puño». También se puede emplear
asociado a una férula braquial. Se utiliza en las lesiones del húmero

Tóraco-braquial[editar]
Incluye todo el miembro superior afectado, desde el hombro hasta la mano; además
comprende el tronco y abdomen, apoyándose ampliamente en las crestas ilíacas. El brazo
queda en abducción de 70°, anteversión de 30 a 40° y rotación intermedia. Con estos ángulos,
la mano queda por delante del mentón y separada de él por unos 25 a 35 cm.

Inmovilización de los miembros inferiores[editar]


Yeso inguinopédico[editar]
Incluye todo el miembro inferior, desde el pliegue inguinal, región trocantérea y por detrás a
nivel del pliegue glúteo hasta el pie; su límite inferior, en la cara dorsal del pie, llega hasta la
raíz de los dedos y por la cara plantar hasta 1-2 cm más allá de la punta de los dedos. La
rodilla debe quedar en ligera flexión, y debe estar muy bien modelado sobre los cóndilos
femorales, en torno a la rótula, bajo los macizos de los platillos tibiales, tuberosidad anterior de
la tibia, maléolos perineos y tibial, marcando los surcos pre, retro e inframaleolares. Igual
cuidado debe tenerse en el moldeado del arco plantar. Se utiliza para tratar las fracturas de
diáfisis de la tibia, de rótula, y las fracturas supracondíleas.

Yeso tipo tubo o cruro maleolar[editar]


Se aplica desde la parte superior del muslo hasta el tobillo para las fracturas de la parte
inferior de la pierna o la rodilla, luxaciones de rodilla o después de una intervención quirúrgica
en esta zona.

Yeso tipo bota[editar]


Abarca desde la base de los macizos de los platillos tíbiales, tuberosidad anterior de la tibia y
por detrás hasta unos 5-7 cm bajo el pliegue de flexión de la rodilla. Por debajo incluye todo el
pie dejando los dedos libres por la parte dorsal y prolongándolo por la zona plantar bajo los
dedos más allá de la punta. El modelado debe ser cuidadoso a nivel de los platillos tíbiales,
surcos pre, retro e infra-maleolares y arco plantar del pie. Hay que prestar especial atención al
almohadillado en torno a la base los platillos tíbiales, tobillo y talón. Se usa en las fracturas de
tibia y fíbula, de metatarsiano y los esguinces de tobillo
se conoce como inmovilización al procedimiento o técnica que limita el desplazamiento de
un hueso o de una articulación lesionada mediante la utilización de una ortesis (férulas, yeso,
vendas, etc.). Y el cual proceso también se utiliza en los primeros auxilios con diversos tipos
de heridas, fracturas o lesiones, para mantener al paciente sin algun tipo de movimiento en la
lesión para causar otra lesión más grave hasta esperar que llegue el personal autorizado.

Los planes de hidratación de la OMS (Organización Mundial de la Salud)


se definen según esta entidad como un conjunto de conductas y medidas a
seguir cuya finalidad es restablecer y mantener el equilibrio hidroeléctrico
de un individuo. También son llamados planes de rehidratación.

Sales de rehidratación oral


Las sales de rehidratación oral (SRO) son un conjunto de sales y/o
sustancias utilizadas en los planes de rehidratación según la OMS para el
tratamiento de la deshidratación.

La OMS describe a las SRO como la manera más rápida, segura y barata
para la prevención y el tratamiento de desequilibrios electrolíticos. Su
presentación más frecuente es en forma de sobres, en cuyo interior se
encuentran las sales en forma de polvo. Estas se diluyen en determinada
cantidad de agua.

Muchos laboratorios diferentes alrededor del mundo sacan a la venta SRO,


pero sin importar la procedencia o la casa comercial, las sales de
rehidratación oral deben estar compuestas por los siguientes elementos:

– 20g de glucosa anhidra.

– 3,5 g de cloruro sódico.

– 2,5 g de bicarbonato sódico.

– 1,5 g de cloruro potásico.

En caso de no contar con SRO disponibles para aplicar los planes de


rehidratación que las incluyen, la OMS sugiere usar esta receta: dilución en
un litro de agua de 6 cucharadas rasas de azúcar y una cucharada de sal.
Algunos médicos en países subdesarrollados han incorporado el zumo de un
limón o ¼ de cucharada pequeña de bicarbonato.

Sin embargo, esta última receta es muy controversial y su uso se ha


relegado a casos de extrema necesidad, ya que es bastante imprecisa y en
ciertas ocasiones puede generar graves complicaciones, como el coma
hiperosomolar en pacientes pediátricos.
Cristaloides y coloides
El nombre de cristaloides es atribuido a líquidos que en medicina son
utilizados para restituir o suplir las necesidades de agua y electrolitos del
cuerpo humano.

Los más utilizados en la actualidad son las soluciones salinas al 0,9 %


(isotónica), solución salina al 3 % (hipertónica) y la solución salina al 0,45
% (hipotónica), solución de ringer lactato y solución de dextrosa.

Por su parte, las soluciones coloides en medicina son aquellas cuya presión
oncótica es similar a la presión oncótica del plasma.

Por esta razón son utilizados para retener el agua en el espacio


intravascular; por eso reciben el nombre de expansores plasmáticos. El
más utilizado en la actualidad es la albúmina.

Deshidratación
La deshidratación se define como un desequilibrio hidroelectrolítico cuya
génesis multifactorial es atribuible a dos factores principales: disminución
de la ingesta y aumento de la pérdida de líquidos. En el contexto de pérdida
de líquidos se describen dos mecanismos:

Pérdidas sensibles

Líquido que se excreta a través de la orina, heces o sudor. Son


cuantificables.

Pérdidas insensibles

Líquido que se pierde a través de la respiración (pulmones) o evaporación


(piel). Tiene la característica de que no es medible.
Signos y síntomas
Dependiendo de la severidad de la deshidratación, esta se expresará con
una sintomatología específica. De allí surge la siguiente clasificación:

Deshidratación leve

En este tipo de deshidratación la pérdida porcentual de líquidos corporales


es < 6 %. Su examen clínico generalmente tiende a la normalidad; el
paciente podría tener sed.

Deshidratación moderada

En este tipo de deshidratación la pérdida porcentual de líquidos es > 6 %


hasta 30 %, presenta disminución del turgor y elasticidad de la piel, ojos
hundidos, mucosas secas, irritabilidad, náuseas, vómitos y mucha sed.

Deshidratación severa

Pérdida porcentual de líquidos corporales > al 30 %, paciente soporoso,


letárgico, ojos hundidos, mucosas secas, taquicardia, hipotensión, signo del
pliegue positivo y anuria. Compromiso general hemodinámico.

Planes de hidratación según la OMS


La Organización Mundial de la Salud clasifica los planes de rehidratación
dependiendo de la severidad del estado de deshidratación. Estos planes son
aplicados a individuos con alguna enfermedad o síndrome potencialmente
deshidratador, como por ejemplo la diarrea aguda.
Plan A

Paciente que tolere la vía oral. Si es menor de 2 años, se aplican de 50 a


100 cc de sales de rehidratación oral por cada evacuación líquida que
presente.

Si es mayor de 2 años, debe consumir de 100 a 200 cc de SRO por cada


evacuación líquida.

El plan A se aplica a individuos que no tienen ninguna sintomatología o a


pacientes con deshidratación leve.

Plan B

Deben administrarse sales de rehidratación oral en virtud de 50 a 100 cc


por kg de peso en un tiempo de 4 a 6 horas, y luego reevaluar.

El plan B se aplica a individuos que cursan con sintomatología de


deshidratación moderada que toleren la vía oral.

Plan C

Se aplica a individuos que cursan con sintomatología de deshidratación


grave o a individuos con deshidratación moderada que no toleren la vía
oral.

Deshidratación moderada que no tolera la vía oral

Deben administrarse 25 cc por kg de peso vía endovenosa de solución


fisiológica en la primera hora, y repetir la misma cantidad en la segunda y
la tercera hora. Luego se debe reevaluar.
Deshidratación grave

Deben administrarse 50 cc por kg de peso vía endovenosa de solución


fisiológica en la primera hora, 25 cc de solución por kg de peso en la
segunda hora y repetir esto último durante la tercera hora. Luego,
reevaluar.

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