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ANTECEDENTES DE LOS CONVENIOS INTERNACIONALES DEL TRABAJO

A principios del decenio de 1990, era evidente que el mundo había cambiado. La
globalización, la revolución de la tecnología de la información, el fin de la guerra fría y
la emergencia de una economía de mercado universal por primera vez desde 1914
dieron el impulso necesario para abrir un debate mundial sobre las normas
fundamentales del trabajo, tanto dentro como fuera de la Organización Internacional
del Trabajo.

La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles que terminó con la
Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que la justicia social es esencial
para alcanzar una paz universal y permanente1.

La Constitución contenía ideas ya experimentadas en la Asociación Internacional para


la Protección Internacional de los Trabajadores, fundada en Basilea en 1901. Las
acciones en favor de una organización internacional que enfrentara temas laborales
se iniciaron en el siglo XIX, y fueron lideradas por dos empresarios, Robert Owen
(1771-1853) de Gales y Daniel Legrand (1783-1859) de Francia.

Impulsó la creación de la OIT fue provocada por consideraciones sobre seguridad,


humanitarias, políticas y económicas. Al sintetizarlas, el Preámbulo de la Constitución
de la OIT dice que las Altas Partes Contratantes estaban “movidas por sentimientos
de justicia y humanidad, así como por el deseo de asegurar la paz permanente en el
mundo”.

Había un verdadero reconocimiento a la importancia de la justicia social para el logro


de la paz, en contraste con un pasado de explotación de los trabajadores en los países
industrializados de ese momento. Había también una comprensión cada vez mayor de
la interdependencia económica del mundo y de la necesidad de cooperación para
obtener igualdad en las condiciones de trabajo en los países que competían por
mercados.

1
Organización internacional del trabajo, historia, consultado el dia 9 de abril de 2019 en
https://www.ilo.org/declaration/thedeclaration/background/lang--es/index.htm

1
La OIT ha realizado aportes importantes al mundo del trabajo desde sus primeros días.
La primera Conferencia Internacional del Trabajo en Washington en octubre de 1919
adoptó seis Convenios Internacionales del Trabajo, que se referían a las horas de
trabajo en la industria, desempleo, protección de la maternidad, trabajo nocturno de
las mujeres, edad mínima y trabajo nocturno de los menores en la industria.

La OIT estableció su sede en Ginebra en el verano de 1920 con el francés Albert


Thomas como primer Presidente de la Oficina Internacional del Trabajo, que es la
secretaría permanente de la Organización. Con gran ímpetu impulsó la adopción de 9
Convenios Internacionales del Trabajo y 10 Recomendaciones en menos de dos años.
Este primer fervor pronto fue moderado, porque algunos gobiernos pensaban que
había demasiados Convenios, el presupuesto era excesivo y los informes muy críticos.
Sin embargo, la Corte Internacional de Justicia declaró que el ámbito de acción de la
OIT se extendía también a la reglamentación de las condiciones de trabajo del sector
agrícola.
En 1925 fue creado un Comité de Expertos como sistema de supervisión de la
aplicación de las normas de la OIT. El Comité, que aún existe, está compuesto por
juristas independientes responsables del análisis de los informes de los gobiernos y
de presentar cada año a la Conferencia sus propios informes.

Indicador tras indicador revelaron que el crecimiento era desigual, tanto dentro de los
países como entre distintos países. La pobreza no había sido erradicada, seguía
existiendo la injusticia social, y aumentaban las desigualdades. En 1960, el PIB per
cápita de los 20 países más ricos era 18 veces más alto que el PIB de los 20 países
más pobres. En 1995, era 37 veces más alto. Si bien aumentaban las exportaciones
de los países en desarrollo, con respecto al total de las exportaciones mundiales, ese
aumento se limitaba a un pequeño número de dichos países. En el mundo entero, el
número de personas que viven con menos de un dólar por día prácticamente no varió
en el decenio de 1990.

La preocupación creciente que originó esta situación dio lugar a un enérgico debate
sobre el comercio y las normas laborales (con frecuencia denominado "debate sobre

2
la cláusula social") cuando se creó la Organización Mundial del Comercio en 1994. En
la misma época, la Conferencia Internacional del Trabajo comenzó un extenso examen
de las cuestiones relacionadas con las normas.

En 1995, la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Social,


celebrada en Copenhague, acordó una serie de compromisos que definieron un nuevo
campo de acción. Cabe señalar que el Representante Especial del Secretario General
para la Cumbre, Sr. Juan Somavia, se convertiría posteriormente en Director General
de la OIT. Ante los delegados reunidos en la Cumbre - entre ellos, cerca de 153 jefes
de Estado y de gobierno - el Sr. Juan Somavia declaró que la Cumbre ofrecía la
oportunidad de desarrollar el consenso social que da sustentabilidad al consenso
político y económico e introduce la fraternidad y la solidaridad como un componente
esencial de las relaciones humanas.

El tercer compromiso de la Cumbre afirma que el pleno empleo es una prioridad básica
de las políticas económicas y sociales. Además, los delegados acordaron proteger los
derechos básicos de los trabajadores y, con ese fin, promover "la observancia de los
convenios pertinentes de la Organización Internacional del Trabajo, incluidos los que
tratan de la prohibición del trabajo forzoso y el trabajo infantil, la libertad de asociación,
el derecho de sindicación y de negociación colectiva y el principio de la no
discriminación"

Estas afirmaciones prepararon el terreno para la elaboración de la Declaración de la


OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Este proceso fue
respaldado por la Conferencia Ministerial de la recientemente creada Organización
Mundial del Comercio (OMC), celebrada en 1996 en Singapur. Además de afirmar su
respeto por las normas fundamentales del trabajo los Ministros de Comercio señalaron
que éstas eran de la competencia de la OIT. El mismo año, un importante estudio de
la OCDE sobre normas laborales constituyó una aportación más en ese sentido.

En junio de 1998, los representantes de los gobiernos, los empleadores y los


trabajadores, reunidos en la Conferencia Internacional del Trabajo, tomaron una
medida histórica al adoptar la Declaración. El Director General de la época, Sr. Michel
Hansenne, declaró lo siguiente: "la OIT asume las tareas que le ha encomendado la

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comunidad internacional, adoptando a tal efecto, habida cuenta de las realidades de
la mundialización de la economía, una verdadera plataforma social mínima de ámbito
mundial. Así, la Organización Internacional del Trabajo está en condiciones de abordar
con optimismo el nuevo siglo que se acerca".

CÓMO SE CONFORMA LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO

Tripartita de la ONU, la OIT reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187


Estados miembros a fin de establecer las normas del trabajo, formular políticas y
elaborar programas promoviendo el trabajo decente de todos, mujeres y hombres.

De composición tripartita (cada Estado miembro tiene representantes del gobierno, de


los trabajadores y de los empleadores), tiene su origen en el Tratado de Versalles de
1919, cuya parte XIII preveía su creación y su integración en la Sociedad de Naciones.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la desaparición de la Sociedad de Naciones y la
creación de la O.N.U., se incorporó a esta última con
el estatuto de Organismo especializado con personalidad jurídica propia. Tiene su
sede en Ginebra.
Son miembros de la O.I.T.

a) los Estados que ya eran miembros de la O.I.T. el 1 de noviembre de 1945 por haber
suscrito la Parte XIII del Tratado de Versalles.

b) Los Estados miembros de la O.N.U. que dirijan una declaración formal al Director
General de la O.I.T. por la que aceptan las obligaciones que figuran en
la Constitución de la O.I.T.

c) Los Estados que sin ser miembros de la O.N.U. sean admitidos por mayoría de dos
tercios por la Conferencia Internacional de Trabajo, siempre que en
dicha mayoría estén incluidos a su vez dos tercios de los delegados gubernamentales
presentes y votantes.

Estos Estados deberán aceptar formalmente la Constitución de la O.I.T. y


comunicárselo al Director General. Los Estados miembros pueden retirarse de

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la Organización con un preaviso de dos años. Dicha retirada no les exime de
las obligaciones derivadas de los Convenios por ellos ratificados.

Los órganos principales de la O.I.T.

a) Legislativo, La Conferencia Internacional del Trabajo está compuesta por cuatro


delegados de cada Estado miembro, de los cuales, dos representan al Gobierno,
uno a los trabajadores y otro a los empleadores. Son designados por cada Estado,
si bien los delegados no gubernamentales son elegidos de acuerdo con las
organizaciones sindicales y empresariales más representativas. En los Estados
con pluralismo sindical los diversos sindicatos se turnan en la representación.
Los representantes patronales y obreros se organizan por grupos políticos de
manera similar a los Parlamentos.
Cada delegado puede asistir con dos consejeros técnicos por cada punto del orden
del día de la Conferencia con voz pero sin voto, salvo delegación expresa de aquél
autorizada por la presidencia. Del mismo modo, se admite
la presencia de observadores.

La Conferencia debe reunirse una vez al año y sus funciones son las siguientes:

1) La adopción de los Convenios, Recomendaciones y Resoluciones.


2) El control del cumplimiento de los Convenios ratificados por los Estados, de la
actividad del Consejo de Administración y del Director General de la
Oficina Internacional de Trabajo.
3) La aprobación de los presupuestos por mayoría de dos tercios de los
delegados presentes y votantes, y de la fijación los porcentajes que deben
ingresar cada uno de los Estados miembros, teniendo que ser aprobados
previamente por una Comisión formada por los representantes de
los Gobiernos.
4) La aprobación de acuerdos de cooperación con otras
organizaciones internacionales, con otros organismos especializados o con las
Organizaciones no gubernamentales.
5) La aprobación de las enmiendas a la Constitución.

5
b) Ejecutivo El Consejo de Administración está formado por 56 consejeros, 28
son representantes gubernamentales (10 de los cuales son elegidos entre los
países de más potencia industrial), 14 son representantes de los trabajadores y 14
de los empresarios. Todos ellos son elegidos por los grupos respectivos de
la Conferencia Internacional del Trabajo. En 1986 se introdujo una enmienda con
el fin de ampliar el número de consejeros a 112 y suprimir los diez puestos
reservados a los países de más potencia industrial que todavía no ha entrado en
vigor.

El Consejo de Administración debe reunirse al menos tres veces al año y sus


funciones, principalmente ejecutivas, son las siguientes:

1) Ejecutar las decisiones de la Conferencia Internacional del Trabajo.


2) Nombrar al Director General de la O.I.T.
3) Preparar el orden del día provisional de la Conferencia Internacional del
Trabajo, puesto que puede oponerse al mismo un gobierno, en cuyo caso
decide la Conferencia Internacional del Trabajo por mayoría de dos tercios.
4) Preparar el proyecto de presupuesto.
5) Preparar y convocar las reuniones de las Conferencias Internacionales que se
celebren bajo el auspicio de la O.I.T.
c) La Oficina Internacional del Trabajo es el Secretariado Técnico de
la Organización. Está integrada por el Director general y funcionarios de
distintas nacionalidades obligados a una imparcialidad absoluta que los Estados
miembros deben respetar.

Sus funciones son las siguientes:

1) Actuar de Secretaría General Permanente.


2) Realizar estudios e investigaciones preparatorias de
la Conferencia Internacional.
3) Preparar la documentación referente a los distintos puntos del orden del día de
la Conferencia Internacional del Trabajo.
4) Preparar los documentos de trabajo para la Conferencia Internacional del
Trabajo y para sus respectivas Comisiones.

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5) Ejecutar las encuestas prescritas por la Conferencia Internacional del Trabajo y
el Consejo de Administración.
6) Llevar a cabo la cooperación técnica a los Gobiernos.
7) Vigilar la ejecución de los Convenios por los Estados miembros.
8) Dirigir el Servicio de Publicaciones entre las que se encuentran el
Código Internacional del Trabajo, la serie legislativa, la
Revista Internacional del Trabajo, las Actas de las Conferencias, las Memorias
del Director, etc.
9) Difundir toda información referente al régimen de trabajo y a las condiciones de
los trabajadores.

Procesos de creación, aprobación, ratificación y vigencia de los convenios


internacionales de trabajo

La primera medida de preparación para la creación de un convenio internacional de


trabajo consiste en que la oficina internacional del trabajo haga un estudio comparativo
de las leyes y prácticas de varios países miembros de la OIT respecto del mismo. A
partir de este informe, esta oficina prepara un formulario que se adjunta al estudio y
se envía a los gobiernos para que lo reciban, como mínimo, 18 meses antes de la
apertura de la reunión de la conferencia internacional en la que se tratará el tema.

Los gobiernos están obligados por reglamento a responder a este cuestionario que
debe llegar a la oficina a la mayor brevedad posible.

Y tiene un aproximado de once meses antes de la apertura de la respectiva reunión


de la conferencia. Además se solicita a los gobiernos que consulten a las
organizaciones de empleadores y de trabajadores más representativas antes de
ultimar sus respuestas y de explicar los motivos de las mismas. En el caso de los
países que como el nuestro han ratificado el convenio sobre la consulta tripartita
(número 144), la consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores
constituye una obligación2.

2
Solís Dora. M. 2007. Necesidad de ratificar el convenio internacional número 175, sobre el trabajo a tiempo
parcial, para flexibilizar las jornadas de trabajo y lograr el acceso a las fuentes de empleo por parte de la población

7
A partir de las respuestas de los gobiernos, la oficina prepara un nuevo informe en el
que indica los aspectos más significativos de la cuestión considerada. De hecho, se
trata del primer proyecto de la propuesta de normas internacionales del trabajo que
tratará la Conferencia en la denomina "primera discusión". Este informe se envía a los
gobiernos, como mínimo, cuatro meses antes de la apertura de la reunión de la
Conferencia y, también en esta etapa, los gobiernos han de consultar con las
organizaciones de empleadores y de trabajadores.

De acuerdo con la Constitución de la OIT, es el Consejo de Administración quien


normalmente inscribe los puntos en el orden del día de la Conferencia. Cada año, en
noviembre, estudia todos los puntos sujetos a consideración e inscritos en el repertorio
de propuestas para el orden del día de la Conferencia y selecciona unos cuantos para
un segundo examen más detallado en marzo del año siguiente. Durante dicha reunión
suele fijar el orden del día de la Conferencia que tendrá lugar dos años más tarde. La
Constitución también prevé que la Conferencia, por mayoría de dos tercios de los votos
emitidos por los delegados presentes, puede decidir que una cuestión sea inscrita en
el orden del día de la reunión siguiente. En la etapa en que se estudia la decisión que
ha de tomarse al respecto, la función y la participación de los representantes de los
tres grupos en estos dos órganos de la OIT reviste capital importancia. El orden del
día de cada Conferencia, primer paso hacia la adopción de un convenio, se establece
con aportes del grupo de empleadores, el grupo de trabajadores, y los gobiernos. La
mayoría de las veces, la Conferencia trata un punto relativo a la adopción de un
instrumento normativo mediante el procedimiento de doble discusión (en dos
reuniones consecutivas). El Consejo de Administración también puede decidir que un
punto sea abordado siguiendo el procedimiento de simple discusión (es decir, en una
sola reunión de la Conferencia). Por tanto, los temas sobre los cuales se propondrá
establecer normas internacionales en alguna de las reuniones siguiente de la
Conferencia Internacional del Trabajo, se conocen con mucha antelación. Discusión
del tema en la Conferencia

desempleada del país. USAC. Guatemala. Recuperado el día 6 de abril de 2019. Consultado en
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_7152.pdf

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En la reunión de la Conferencia, habitualmente se nombra un comité tripartito que se
ocupa de examinar las propuestas. El grupo de empleadores y el grupo de
trabajadores de este comité se reúnen por separado para discutir los textos
propuestos; unificar en la mayor medida posible, los puntos de vista de sus miembros,
y preparar las enmiendas que juzguen oportuno presentar en la sesión plenaria del
comité (es decir, de los tres grupos: gobiernos, empleadores y trabajadores). Por lo
general, el presidente de cada grupo explica la posición del suyo y, junto con los demás
integrantes, defiende sus puntos de vista durante el debate. A veces, el grupo de los
gobiernos adopta una posición unánime cuando sus opiniones coinciden o los puntos
de litigio son los mismos. En los comités de la Conferencia, los votos se ponderan para
garantizar una igualdad de entre los representantes de los tres grupos.

Tras haber discutido todos los aspectos del tema, el comité tripartito adopta su informe
y las conclusiones que propone. El texto propuesto se somete entonces a la
Conferencia en pleno. Por lo general, en este informe se indica la clase de instrumento
que debería adoptarse. Al adoptar el informe y las conclusiones del comité, por simple
mayoría de los votos emitidos por los delegados presentes, la Conferencia también
decide, mediante una resolución, que la cuestión se inscriba en el orden del día de la
próxima reunión de la Conferencia para que se entable la "segunda discusión".

A partir de la primera discusión y de las conclusiones adoptadas por la Conferencia,


la Oficina prepara un texto provisional del proyecto de convenio, la recomendación, o
ambos, y lo remite a los gobiernos para que lo reciban, a más tardar, dos meses
después de la clausura de la reunión de la Conferencia. Los gobiernos disponen de
tres meses para presentar enmiendas o cualquier otra sugerencia. También en este
caso, se entiende que han de consultar con las organizaciones de empleadores y de
trabajadores.

En la etapa siguiente, basándose en las respuestas de los gobiernos, la Oficina


prepara el informe final que tratará la Conferencia y que debe comunicarse a los
gobiernos, como mínimo, tres meses antes de la apertura de la siguiente reunión de
la Conferencia.

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En la siguiente reunión de la Conferencia, otro comité tripartito examina el proyecto de
convenio, recomendación, o ambos. El texto aprobado, como resultado de la labor de
dicho comité, se somete a aprobación de la Conferencia en pleno. Cabe señalar que
cada cláusula del instrumento propuesto, ya sea un convenio o una recomendación,
debe someterse a aprobación3.

De conformidad con la Constitución de la OIT, la adopción del texto definitivo del


convenio requiere la mayoría de dos tercios de los votos emitidos por los delegados
presentes. Cuando el proyecto de un convenio no obtiene la mayoría necesaria, la
Conferencia decide inmediatamente si habrá de ser devuelto al Comité de Redacción
para que lo transforme en recomendación.

3
Solís Dora. M. 2007. Necesidad de ratificar el convenio internacional número 175, sobre el trabajo a tiempo
parcial, para flexibilizar las jornadas de trabajo y lograr el acceso a las fuentes de empleo por parte de la población
desempleada del país. USAC. Guatemala. Recuperado el día 8 de abril de 2019. Consultado en
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_7152.pdf

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