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Aristoteles Poetica Leviatan PDF
Aristoteles Poetica Leviatan PDF
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POETICA
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EDITORIAL LEVIATAN
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BUENOS AIRES
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Traduccwn v notas:
ALFREDO LLÁNOS
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PREFACIO
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En el capítulo VI la tragedia es definida y anali-
Retórica, �
aunque ésta tampoco ha si o fechada; • zada en sus detalles. El Est agirita descubre en ella
sólo habría seguridad en que ambos ltbros perte seis partes: la fábula, el pensamiento, los caracte
1
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necen a la época del Liceo. Así en The �?rks ?f res, la dicción o elocución, el canto y el espectácu
Aristotle, edición que dirigió Ross, la �oe�Ica cre lo. Con particular insistencia nuestro autor afinna
rra elcorpus aristotélico, pero este cnterto r:o se
1
que la fábula es lo más importante, algo así como
ciñe a la cronología, sino que, por lo que dtce el
Prefacio (XI, p. V), se pret� ndería dar co� ello un� 1
'1
uel alma de la tragedia". De estas seis partes se
estudian sólo dos, la fábula y los caracteres. El
visión nostálgica, como st el pensador se despt espectáculo y la música no merecen mayor aten
diera serenamente de todas las ciencias, la lógica, ción.
la metafísica, y la sabiduría política y moral", En cuanto al pensamiento, el personaje de la
para finalizar con una refere:zcia crítica a zas dos tragedia se encuentra en el caso del orador; debe
.
creaciones que han inmortaltzado a los grzegos en demostrar o refutar, y conmover las pasiones. Un
el arte la epopeya y la tragedia. problema que el pensador desarrolla en la Retóri
�
De cuerdo con J. Hardy, que ha estudiado di ca. Por lo demás, la fábula y los caracteres son
versos manuscritos antiguos y ha publicado una comunes a la tragedia y la epopeya. Aristóteles
excelente traducción francesa bilingüe (Collection efectúa un estudio comparativo de ambas expre
"Les Belles Lettres", París, 1979) el plan de la obra siones de la poesía y concede, en última instancia
es fácil de seguir y está muy bien establecido. La la primacía a la tragedia.
?
poesía se halla situada ante todo entre as a:tes de Se subraya asimismo que la tragedia se distin
imitación o mimesis, palabra que no stgmfzca . co gue por la unidad de acción, pero no se hallan en
pia sino más exactamente �epresent�ción. L�ego el te1:to prescripciones sobre el tiempo y el lugar,
Aristóteles distingue la poesta narrattva o eptca, Y según interpretaron los teóricos de los siglos XVII
la dramática o tragedia, las que nos presentan y XVI11 que examinaron la Poética con ánimo
personajes elevados; contrapone a éstas la POe�ía dogmático y extrajeron de ella conclusiones de un
yámbica y la comedia, que muestran seres t_:zfeno-, rigor preceptista que no aparece ni en la letra ni el
res recortados a la medida del hombre comun. Ast espíritu del escrito que nos ocupa. Quizá los dis
:n
co puesto el cuadro general de estas grandes divi tintos manuscritos que circularon desde el s iglo
siones, el filósofo señala su fuente y esboza la XV llevaron a error a muchos literatos que se eri
historia de la poesía, la que tiene en Homero al gieron en legisladores de la tragedia en nombre del
creador de toda la literatura griega.
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director del Liceo. Era una especie de escolasticis.. mente, como es el caso de Empédocles, que com
mo tardío que se aplicaba de este modo al arte. pone en verso, pero no hace poesía.
Sólo a partir de la época de lean Vahlen con sus Por otra parte, la concepción artística de los
magníficas ediciones comentadas y anotadas, que griegos nada tiene que ver con la nuestra en mu
se publicaron en Alemania después de la mitad del chos aspectos formales y esenciales. Aristóteles
siglo pasado, podemos de c ir que se �r:- enta con afirma, por ejemplo, que el arte es imitación. Esto
una Poética r esta urada. Vahlen traba¡o sobre un -insistimos- quiere decir representación de la
manuscrito denominado Parisinus 1714, c uy a realidad tal como el poeta la ve o como cree que
existencia data de la undécima centuria, aunque debería ser. Por eso expresa el filósofo que la poe
no se había reparado casi en él. Ya en el presente sía es más rica y profunda que la historia, puesto
siglo aparecieron textos más depurados todavía, que la primera apunta a lo universal, mientras que
como los de Ingram Bywater, A. S. Butcher (éste la segunda sólo se refiere a los hechos, a lo parti
con un sustancioso estudio) y el de Rostagni (1927). cular. La afinnación pu ede discutirse ciertamente,
Creemos necesario fonnular algunas otras con sobre todo s i apelamos a Tucídides, pero no es
s idera c ione s sobre la Poética. En primer ténnino posible sacarla de su contexto histórico.
su vocabulario revela el rigor lógico y el estilo No a ceptam os pues, por su excesivo modernis
austero del sutil observador de la naturaleza que mo, la opinión de G. E. R. Lloyd (Aristotle: The
fue Ar istóteles. Tal vez algunos pasajes, de acue�do Growth arrd Structure of his Thought, p. 281)
con el juicio de crít icos modernos, prese ntana r: q ue ��za d iscusión de Aristóteles sobre la poesía es
cierta incoherencia. Sin em bargo, no hay que olvt seca y ana l ítica ". Se podría decir, en efecto, que
dar que la obra nos ha llegado m utilada, que no falta en el texto una investigación de la poesía
tuvo comentaristas en la a ntig üedad, y que si se la lírica y otras CO!>as. Aún así no es pos ible calificar
aprecia en su conjunto, según la perspectiva h�st� tan tajantemente este tratado, a través del cual
rica, el Estagirita nos sorprende com el exzmw aparece la fuerza y la belleza ins p iradora de la
?
apolog i sta de la brillante literatura gnega, 9u_e se épica y la tragedia -fuentes de la poesía subjetiva
elevó a gran altura con H� mero y los trag��os. posterior-, a las que no pueden negarse delicados
Que, además, tras esta lumznosa estela surgzo la momentos de lirismo. Además, las palabras arte,
filosofía y la ciencia de s� tiempo. El pensa dor poesía y poeta no tienen equivalencia directa ni
sabe d i sti nguir con exactttud entre quzenes son lingüística ni histórica en los idiomas modernos. Y
p oetas por su g e ni o y quienes me trific an s imple- se explica que asi sea: Aristóteles refleja el mamen-
10 11
to culminante de la cultura helénica y la exhibe •o pin io nes entre los eruditos. Según Hardy, desd� el
con su deslumbrante ropaje si bien tiene concien
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e :z a ci n;i en to no ha deja o de hablarse de la "pu
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cia de su devenir. Nosotros, en cambio, vemos va nftcacwn de las pasiones ' con respecto a la catar
'
en las ·diversas formas del arte y la c iv ilizaciÓn sis. Dicha expresión, para el citado helenista, ha
occidentales los signos inequívocos de su decaden po_dido ser:vi r a la filosofía del arte y originar doc
cia. Esto confirma el diagnóstico de Hegel en la tnnas mas o menos ingeniosas o significativas
Estética cuando sostiene que este arte romántico sobre la esencia del drama o de la poesía, aunque
es algo que pertenece al pasado, porque todo lo que ,, ellas encierran un inevitable contrasentido. Aris
n a c e debe perecer para dar lugar a otras creaciones tóteles manifiesta que la tragedia efectúa mediante
superiores del espíritu. Nosotros juzgamos desde el temor y la piedad la "catarsis rJe las afecciones".
nuestro presente inseguro. Aristóteles destaca el No se trata, pu es, de otra afección, sino de la
valor del ámbito cultural en que se halla inmerso. piedad y el temor, especie de pareja que hallamos
Asimismo el Estagirita es un defensor del arte en otros pasajes de la Poética.
contra su m aestro Platón, quien expulsó a los poe El término catars is, si nos atenemos al examen
tas y artistas de su República por razones políti qu e ofrece Hardy, lo emplea Aristóteles a menudo,
cas y religiosas. Aquí estamos de acuerdo con Lloyd pero casi si empre en el sentido fisiológico, sobre
cuando sostiene: ''Su más importante con tribu todo a propósito de los humores peccantes cuya
ción a la crítica literaria consiste en haber resca eliminación la provoca el arte o la naturaleza.
tado a la poesía de las diatribas de Platón. Contra Esto i nclina a de sconfi'a r de los significados reli
Pla tón subraya la seriedad y el valor moral de la giosos o morales. Confinn amos esta desconfianza
poesía al argüir que lo q ue el poeta representa es lo en un pasaje de la Política (1341b32 ss.) que pare
universal, aunque lo hace a través de lo partirular . ce encerrar, por cierto, la clave de la dificultad.
Y en contraste aún con el maestro, Aristóteles sub Todo indicaría, en suma, que la teoría aristoté
raya que el placer en que ambos coinciden que lica no tiene ni tendencias éticas ni pedagógicas,
debe derivar de la poesía no es nunca un placer como aceptan determinados autores, y sólo se tra
i ns idios o y moralmen te dañino, sino inocente y ta de que el alma turbada por el te·mor y la piedad
por cierto beneficioso en alto grado". encuentre su equilibrio y serenidad mediante la
Otro aspecto que evidencia la profunda intui catarsis producida por l� tragedia. De aquí surge
ción artística del viejo maestro es su teo ría de la otro valor del a rte para el Esta girita, lo que parece
catarsis, la que ha sido motivo de encontradas probar, además, que la producción poética, épica
12 13
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o t rágica, no puede ser juzgada fuera de su tra sfon sirvió de modelo a los creadores de belleza. El
do histórico y cultural. realismo, en ocasiones severo, con que el Es tagiri
En el siglo pasado J. Bernaís dio una soluc ión ta enfocq el estudio de la poesía de su estirpe va
coherente a este problema con su interpretación acampanado muy a menudo de una emoción con
patológica -que retornaba a la fuente'griegá- y tenida, que hay que descubrirla en el eco que deían
quebraba a la vez el' nexo que una tradición muy sus reflexiones sin adornas y sus referencias abun
fuerte, pero errónea, habia establecido e n tre la éti da':tes y acertadas. Es juez y parte en las ideas que
_
ca y la tragedia, cuando en realidad Aristóteles enute. Szn embargo, elogia con sencilla fineza lo
que acepta convencido de su bondad, y rechaza
sost iene que el drama provoca, media nte la piedad
y el temor, la catars is de dichas afecciones. Tal vez con ironía, que no hiere, lo que le desagrada. Su
ponderado equilibrio no es un compromiso; es
se trate de una forma de ataraxia, como se e ncuen
tam pa su verdad con apacible certeza, pues más
tra en Demócrito, También comprobamos una re
que enunciarla la muestra para que resplandezca
sonancia de G org ias cuando éste expresa que la
como la luz del sol.
tragedia pu�de desterr�r del almq. sen�imientos y
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estados de (lninto, s egun. sucede con czertas medi ��Empero -expresa Gomperz en Pensadores
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c inas que eliminan los humores del cuerpo.
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griegos, Ill, p. 449- la amplitud y grandeza del
(J1
.¡::,.. Los temas citados en este b rev e examen nos dan panorama no impiden la amorosa profundización
una pista para medir la intención de Aristóteles en de los detalles. La Poética está llena de lo que
su incursión p_or la epopeya y la tragedia según su podría calificarse de sabiduría de taller, de alusio
co ndic ió n de fundamentQs de la cultura de su pue nes y observaciones técnicas muy reveladoras, pro
blo. Por encima de las críticas no siempre acerta cedentes de un admirable acopio de experiencia.
das de la posteridad, puesto que con frecuenda los Es posible que el autor dispusiera de la ayuda
comentaristas modernos se desentien den del medio técnica de un especialista, a quien probablemente
en que hay que situar al autor, la verdad es que podemos identificar con un discípulo suyo, prema
este líbro incompleto traza una imagen vibrante turamente- fallecido, al que el maestro est imaba
del arte poético en sus expresiones más caras al mucho: el retórico y poeta trágico Teodectes de
sentimiento griego en general . A veces puede com Faselis".
probarse el vigor que late en frases aparentemente Aristóteles ofrece, pues, a través de su obra una
técnicas, las que apuntan a desentrañar la base imagen del hombre como es y como debe ser. Esto
sustancial en que se asienta esta producción que es, sugiere una apertura hacia una realida d que
14 15
puede transfonnarse con la participación del artis
cualquier manera las versiones publicadas antes
• de la magistral edición cr ítica de Vahlen han per
ta que configura sus creaciones impulsado por la
unidad de acción, aunque consciente del fin que dido actualidad para el lector moderno, si bien
pueden ser útiles para el erudito.
está al servicio de la vida y de los bello. "La natu
raleza - según R. McKeon, Introduction to Aris
16 17
CAPÍTULO I
, 1447a Como nuestro tema es la poética nos
proponemos hablar no sólo de la poética misma
sino también de sus especies y sus respectivas
c ara ct erís ticas , de la trama requerida para com
poner un bello poema , del número y la naturale�
za de las partes constitutivas de (10) un poema,1
(X) y también de los restantes aspectos que atañen a .
0..
CD la misma investigación. Hemos de seguir, pues
(J1
.¡::,.. el orden natural y comenzar con los primeros
hechos.
La epopeya y la poesía trágica, como asimis�
rno la comedia, el ditirambo2 y, en su mayor
parte, el arte de tocar la flauta y la cítara, son
todos (1 S) imitaciones si se los considera de ma�
nera general. Pero, al mismo tiempo difieren
19
entre sí de tres maneras, ya por la diferencia de
clase en sus medios, o en los objetos, o en la •
tamente tampoco tenemos un término si la imi
manera de sus imitaci ones .3
tación en ambos ejemplos fuera en trímetro� o
el egíacos u otro tipo de -verso. Es verdad que la
I. P
uesto que el col or y la forma se usan como
gente agrega la palabra poeta al nombre de un
medios por quienes (bien por el arte o la prácti
m e tro y habla de poetas elegíacos y poetas ép i
ca constante) imitan y dibujan diversos objetos
c os, y p i e ns a que se los llama poetas no en razón
mediante su a yuda, y la voz (20) es empleada
( 15) de la índole imitativa de su trabajo, sino de
1
P?r otros, así también en el grupo de artes men
c�onado, los medios para ellos son, en general, el
manera indiscriminada a causa del metro en
r �tmo , el lenguaje y la armonía, empleados bien que escr ibe n . Aun si una teoría médica o de
Si m p l e m ent e o en detenp inadas combinaciones.
filosofía física se expresara en forma métrica,
1
sería común desi gnar al autor de este modo.
Una combinación de sólo arm onía y ritmo es el
�edio ade�uado en el arte de tocar la flauta y la
! Homero y Empédocles, sin embargo, no tienen
hra, y otras artes que responden a la misma
de s cr i p c ión , por ejemplo la siringa (25) imitati
j entre sí ninguna afinidad, fuera del metro en
que se expresan ; de modo que si a uno se le
ll a ma poeta (20), al otro se le debería designar
va. El ritmo solo, sin la armonía, es el recurso en
las imitaciones del bailarín; pues aún éste me
'í físico y no poeta. Estaríamos en l a misma posi
ción, p or supuesto, si la i mitación en estos ej em
di a nte 'el ritmo de sus ac titud es puede repr sen �
t�: los caracteres de los hombres, así como tam p los fuera en todos los metros, tal como el Cen
tauro de Queremón (una rapsodia compuesta de
bten lo que ellos hacen y sufren Hay, además, .
20 21
clases de medios son todos empleados juntos en
algunos de ellos, y en otros aparecen separados,
uno después de otro. Tales son las diferencias
que yo establezco entre las artes en cuanto a los
medios de realizar la imitación.
CAPÍTULO II
o
l mos, o semejantes, según proceden los pinto
1
0..
CD
(J1 res. (5) Así Polignoto7 representaba a sus persona
.¡::,..
jes superiores a nosotros, Pausón,a peores, y los de
i Dionisia eran tales como nosotros. Es claro que
cada uno de los tipos de imitación a que me he
referido admitirá estas variaciones, y ellas dife
rirán entonces de acuerdo con las diferencias de
los objetos que representan. Aun en la danza, el
arte de tocar la flauta y la lira, tales diversi
dades son posibles, (lO) y también suceden en
las partes sin nombre que emplea el lenguaje, la
22 23
prosa o el verso sin armonía como sus· medios;
los personajes de Homero, por ejemplo, son me
jores que nosotros; los de Cleofón se hallan a
nuestro nivel, y los de Hegemón de Taso, el pri
mer autor de parodias, y Nicocares, que escribió
la Diliada, se hallan por debajo de este modelo.
Lo mismo es cierto del ditirambo y del nomos;
los personajes (15) pueden representarse en ellos CAPÍTULO III
con la diferencia ejemplificada en los cíclopes de
Timoteo y Filoxeno. Esta diferencia es también III. U na tercera diferencia en estas artes resi
la que distingue a la tragedia y la comedia; ésta de en la manera en que es representado cada
pinta a los hombres peores de lo que son, aqué tipo de objeto. Si se da a ambas partes (20) igual
lla, mejores que los del presente. 1 medio y la misma clase de objetos para la imi
)
tación (uno puede narrar en forma directa en un
¡ instante y en otro momento asumir otro perso
T
!
naje, como hace Homero, u otro puede perma
necer siempre el mismo sin cambio alguno), o
los imita-dores pueden representar toda la histo
ria dramáticamente, como si en realidad repre
sentasen Ios hechos descritos.
Sin embargo, como lo dijimos al comienzo, las
diferencias en la imitación de estas artes apare
ce en tres formas: sus medios, sus objetos y sus
maneras. De modo que como imitador Sófocles,
por una parte, se asemeja, (25) a Homero, pues
ambos representan a hombres superiores, y por
otra, a Aristófanes, desde que todos exhiben a
personas que actúan y realizan algo. Esto en
verdad, según algunos dicen, es la razón por la
cual sus obras se llamas dramas, porque en ellos
los personajes representan la trama. De aquí
24
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1
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que tanto la tragedia como la comedia (30) sean
reclamadas por los d ori os como sus descubri
J
mientos; a comedia, por los megáricos, aquellos
q�e �urgieron en Grecia cuando Megara se con
v���?. en una democracia, y por los megáricos de
S!c1ha a cau�a de que el poeta Epicarmo9 proce
dla de su pa1s )' mucho antes que Quiónides y CAPÍTULO IV
:
Magnes; tamb1en la tragedia es rei vindicada por
a l gunos dorios del Peloponeso . En apoyo de es Es evidente q�e el origen general de la poesía
tos r�damos ellos se refieren a los vocablos "come se debió (S) a dos causas; cada una de ellas parte
di�" y "drama,.. Su palabra (35) para los villo de la naturaleza humana. La imitación es natu
.
rnos Circundantes� dicen, es comae, mientras ral para el hombre desde la infancia, y esta es
1
que los atenienses. l os llaman demes, suponiendo l
una de sus ven t aja s sobre los animales inferio
l
así que los comediantes extraj e ron su no mbr e r res, pues él es una de las cria turas más imitado
\ ras del mundo, y aprende desde el comienzo por
no de sus comoe1" o diversiones. sino de su tras
h�mación de al dea en aldea, carentes de apre imitación . Y es asimismo natural para todos re
CIO, Y constreñidos a deambular fuera de la ciu
gocijarse en tareas de imitación. La verdad de
dad. este segundo punto se muestra por (lO) la expe
.. 1448�, También su palabra, afirman, para riencia; aunque los objetos mismos resulten pe
t nosos de ver nos deleitamos en contemplar en el
actuar es dran� en tanto lo.s atenienses em- l
26 27
el hombre es de este o aquel modo; pues si no uso; de aquí nuestro presente término oy�mbi
hubiéramos visto el objeto antes, el propio pla
co" 1 porque era el metro de SUS yambos O InVeC
cer no radicaría en el cuadro como una imita tivas de unos contra otros. Como r�s�ltado se
ción de éste, sino que se debería a la ejecución o obtuvo que los viejos poetas se convirt i er a� . al
al colorido (20) o a alguna causa semejante. La gunos de ellos, en autores �t;l verso hermco Y
o t ros del yámbico . La postciOn_ de Homero, ?o
imitación, entonces, por sernas natural (como
obstante es p ecul i ar : así como fue en el estilo
también el sentido de la armonía y el ritmo, los
metros que son por cierto especies de ritmos) a p
serio el oeta de los poetas, elevado. :10 sólo (35)
t ra vés de su original aptitud, y mediante una ? _
por su excelencia literaria , sino t�m I en_ mediante
serie de mejoramientos graduales en su mayor el carácter dramático de sus Im itac iOnes, fue
p arte sobre sus primeros esfuerzos, crearon la ¡ asimismo el primero en bosquejar para nosotr�s
¡
p oesía a partir de sus improv isaciones . las formas generales de la comedia al produ cir
La poesía, sin emb argo, pronto se dividió en
dos clases (25) según las diferencias de carácter
en los poetas individuales; pues los más eleva
..
1 no una invectiva dramática, sino un cuadro dra
mático de lo ridículo; sus margites en verdad �e
.
hallan, respecto a nuestras comedu :s en la mis
dos entre ellos debían representar las acciones m a relación que la Jlia4a y la Odzsea frente a
más nobles y los personajes más egregios; mien 1449a nuestras t raged ias . Pero t�n pronto como
tras los de espíritu inferior representaban las la tragedia y la comed ia aparec 1 er�m en el �m
acciones viles. Estos ú lti m os producían invecti b ient e , aquel los na tu r alment� atrmdos por Cier
vas primero", así como otros componían himnos ta línea de poesía se convirtieron en autores de
y panegíricos. No conocemos ningún poema de c omedias en l ugar de yambos, y los. o�ros (5)
_
los poetas prehoméricos, aunque sin duda hubo inclinados por su índole a una linea d1stmta, en
muchos autores entre ellos; pueden hallarse creadores de traged ias en lugar de epopeyas,
ejemplos, por cierto, desde Homero en adelante, porque estos nuevos modos del �r te resu ltaban
tal su margites,11 y poemas similares de otros. En m ás majestuosos y de mayor esttma que los an-
esta poesía (30) de invectiva su natural adecua tiguos. . - .
C l!�.r d o de aquellos individuos llamados poetas verdadero creador de la comedia griega en cuanto universalizó
cómicos. Quién fue el que le proporcionó masca- sus personajes, es decir, eliminó la invectiva personal.
32 33
pero
epopeya se hallan incluidas en la tragedia;
s
aquellas de la tragedia no se encuentran toda
en la épica.
CAPÍTULO VI
34 35
¡
!
j
que e l espectáculo (o la aparición de los ·actores táculo, ( 1 O) y la m elodía; dos de ellas surgen del
e n la escena) debe ser p arte del todo, y en segun �me dio, una de la manera, y t res de los objetos de
do término la m elodía y la dicción : estas dos l a i m i tación dramática . Y no hay nada más
son e l medio de su i mitación. Aquí por d icción 1
1 aparte de estas seis . De éstas, elementos forma
q u iero decir sólo esto: la composició � de l<_:> s 1 tivos p or cierto, casi todos los dramaturgos han
v ersos , (35) y por melodía lo que se entiende s1n
' hecho debido uso, ya que cada drama, se puede
e sfuerzo p ara requerir expl icación. Pero hay
más: el tema representado también es una ac 1 afirmar, adm i te el espectáculo, el protagonista,
l a fá bu l a , la dicción, l a melodía y el p ensa m i e n
ción, y la acción requiere actores, los q� e . de?en l to.
tener por necesidad sus cualidades d 1st n�.t 1vas II . Lo más importan te de las seis es la co m
tanto en el carácter como en el pensamiento, binación de los incidentes de la fábula. ( 1 5) La
puesto que es a partir de estos hechos que les tragedia es en esencia una imitación (ñO):ie las
asignamos ciertas cualidades a sus accwnes .
� ersonas , sino de !a acci ón y l a vida , d_Fra felici-
1 450a . Por consiguiente, hay en el ord en general ad y la desdicha . Toda felicidad humana o des
de l as cosas dos causas , el pensamiento y el rucha asume la forma de acción; el fin para el
carácter de sus acciones , y por tanto de su éxito cual vivimos es una especie de actividad , no una
o fracaso en sus v idas . Así la acción (lo que fue cualidad. El p rotagonista nos d a cualidades , pe
hecho) se representa en e l drama por la fábul� o ro es en n uestras a c c i ones -lo que hacemos
l a trama. La fábula, en nuestro presente se nt i do donde somos felices (20) o lo contrario. En un
del término, es s i mp l emente esto : la combina drama, entonces, los personajes no actú a n para
ción de lo s incidentes, o sucesos acaecidos en la representa r los caracteres ; incluyen los caracte
historia; (S) mientras que el carácter es lo que res en favor de la acción . De modo que es la
nos incita a adscribir ciertas cualidades morales 1 acción en ella, es decir, su fábula o trama la que
1
a los protagonistas, y el pensamiento se advierte constituye el fin o 'Propósito de la tragedia, y el
1
en todo lo que ellos dicen cuando prueban un fin es en todas partes lo principal . Aparte d e esto
1
aspecto p articular, o quizás enuncian una ver una tragedia es i mposible sin acción , a u nq ue
d a d general . Hay, pues, en efecto, seis partes en 1 puede haberla sin carácter. Las tragedias de la
cada tragedia , en conjunto, esto es, de tal o cual 1
m ayoría (25) de los autores actuales carecen de
c ualida d : la fábula o trama, los c a r act eres , la carácter, un defecto común entre los poetas de
d icción o e locución, el p ensam i en to , el espec- todas clases, y con su co n t rap a rt e en la p i n tu ra ,
36 37
según el caso · de Z eu x i s 13 comparado · con Po!ig
noto; p ues mientras éste e; fuerte en ca rác te r la
, ,
1 Cion de la acc wn y que es sobre todo por l a
,
casen en producir el verdadero efecto trag1co ; d e nt�o _ d el arte d e l a pol ít i ca y la retórica; pues
(30) no obs ta n te se tendrá mucho mayor éxito l os vieJOS p oetas hacen hablar a sus personajes
con una tragedia que por inferior que sea en ¡ como es t ad is tas , y los modernos como retóricos .
estos aspectos, posea en ella una tram a y una No se debe confundir esto con el cará c ter . El
combinación de incidentes. Y habría que agre c� rácter en un drama es lo que revela el propó
gar: los más poderosos e� e m entos de atr� c�ión Sito moral de Ios .protagonistas , es decir1 la cl a se
d-=más,j
en la tragedia, las peripecias y los reconocimie? de hecho que intentan evitar, donde el caso no
tos , son partes de la fábula. U na prueba mas es c laro ; de aquí que no haya lugar para el
conc l uye n t e reside en que los princip iantes (35) c ar á c t er en un discurso sobre un tema por com
aciertan mucho antes con la dicción y l os carac p leto indiferente. El p en sa mie n �o , por lo
teres que con la cons truc c ión de la tram a Y l o ,
� 1 O) se p rueba en todo lo que d1cen los pei-sana
m ismo puede a firm arse de casi todos l os dra� a Jes cuando a cep t an o re ch az an algún asnecto �
turgos anteriores . Sostenemos, en consecuencia, p a rt i cu l ar o enuncian a l gu n a proposición uni
que lo p ri m ero y esenc:ial, la vi �a y el alma p or versal . Cuartd entre los elementos liteni;"Íos se
así decir, de la tragedm es la fabula, y que los halla l a dicción de los personajes, que como se
caracteres aparecen en segundo término. En ha explicado antes. es la expresión de sus pensa
efecto , hágase el paralelo con la p intura, donde mientos · en palabras , que resulta en la práctica
los más hermosos co lores colocados sin orden no lo mismo en �l verso que en ( 1 5) la prosa . Res
nos darán el mismo 14�0b placer que el simple p ecto d e las do s paii:es restantes , la melodía es
esbozo en b l a nco y negro de un ret ra to Subra .
el más elevado de los a dornos de la t ra gedi a El .
y a rno s qu e la t rage d i a es �n te todo una imita- e sp e ctá culo aunque uha atracción, es lo menos
,
.
38 39
s i n ac t o res y además la p uesta en escena del
1
,
1
CAPÍTULO VII
·¡ Después de haber distinguido las partes, aho
ra vamos a considerar la construcción adecuada
de l a fábula o argumento, en cuanto ésta es sin
duda lo primero y lo más importante en la tra
gedia. Hemos establecido que una tragedi a es
una imitación de una acción que es completa en
sí misma, como un todo de (25) c ierta magnitud;
pues un todo puede carecer de magnitud para
hab lar de él. Ahora bien, un todo es aquello que
p osee principio, medio y fin . Un principio es
aquello que necesariamente no adviene después
de algo más , si b ien algo más existe o acontece
después de esto. El fin , por el contrario, es lo
que naturalmente se deduce de algo más, (30) ya
como una consecuencia necesaria o usual , y no
es seguido por nada más. U na trama bien cons
truida, por consiguiente, no puede ora empezar
o terminar en el punto que se desee; el comienzo
y el fin en esto deben ser de las formas justa
mente descritas . Así, para ser bella una criatura
viviente (3 5) y cada todo compuesto de partes
debe no sólo presentar cierto ordenamiento en el
41
40
arreglo de sus partes, sino también poseer cierta cha ", puede bastar como límite para la repre
definida magnitud . La belleza es un problema
de tamaño y orden, y por tanto imposible 1) en
1
i
sentación de la trama .( I S)
42 43
. como también de la !liada, una accwn con la
1
1 unidad del tipo que hemos descrito. La verdad
�
es que así como en las otras artes imitativas (30)
una i mi tación es siempre de una cosa, de igual
modo en la poesía la fá bul a como imitación de
,
44 45
46 47
-- - -- ��-�
'
efecto, aun cuando las historias conocida s lo son otros; e n to n ce s resultan más m aravillosos que si
sólo para unos pocos, si bien el las son un deleite e llos acontecieran por sí mismos o por simple
p ara todos . (S) casualidad. En efecto, h ast a los hechos oca
Según l o dicho antes resulta claro que el poeta sional es p arecen más asombrosos cuando tienen
debe ser más el autor de sus fábulas o tramas l a se m ejanza de haber sido realizados a designio;
que de sus versos, sobre todo porque él es un así, p or ejemplo , la estatua de Mitis en Argos
poeta en virtud del elemento imitativo de su m ató al hombre que había causado la muerte de
trabajo, y son acciones las que imita. Y si adop aquél al caer sobre éste en una ceremonia. He
ta un tema de la historia real, no por eso es chos de tal tipo no parecen sucesos casuales . Por
m enos poeta, ya que algunos acontecimientos eso las fábulas de esa clase resultan necesaria
históricos pueden 'muy b ien (30) estar en el or mente mejores que las otras . ( 1 0)
den p robable y posible de las cosas, y en ese
sentido, por esos hechos él resulta su poeta.
De la s fábulas simples y de las acciones lo
peor resulta l o episódico. Llamo episódico a una
fábula cuando no existe ni probabilidad ni nece
"""
s idad en la secuencia de los episodios . Fábulas l.{)
Q)
(3 5) de esta clase son construidas por malos poe u
(<)
tas a causa de su i ncapacidad, y por buenos N
poetas por culpa de los actores . Por realizar su
obra p a ra funciones públicas , un buen poeta a
menudo estruja una fábula más allá de sus apti
tudes y se ve así obl i gado a retorcer las secuen
c i as de sus accidentes .
l 452a La tragedia, por consiguiente, es una
i m i tación no sólo de una acción completa, sino
también de incidentes que provocan pie dad y
temor. Tales incidentes tienen el máximo efecto
sobre la m ente cuando ocurren de manera ines
perada y a l mismo tiempo se suceden unos a
48 49
CAPÍTULO X CAPÍTULO XI
Las fábulas son o simples o compuestas, pues Como se ha observado la peripecia es un cam
to que las acciones que representan obedecen bio de un estado de cosas a su opuesto, el cual
naturalmente a esta doble descripción . A la ac concuerda, según ya dije, con la probabilidad o
ción simple, que procede en la forma definida, necesidad de los acontencimientos. (25) Por e
como un todo continuo, ( 1 5) la llamo simple, jempl�, en Ed!po: aquí el cambio lo produce el
cuando el cambio en la fortuna del héroe se m ensaJero, quien al pretender alegrar a Edipo y
realiza sin peripecia ni reconocimiento; y com eliminar sus temores respecto de su madre, re
pleja cuando ella encierra una u otra de estas -yela el secreto de su nacimiento. Y en Linceo,
desventuras, o ambas. Estas acciones deben sur JUStamente cuando éste es conducido para ser
gir d e la estructura de la fábula misma, de ma ejecutado, con Danao a su lado, que ha de hacer
n era que resultan ser la consecuencia, necesaria cumplir la sentencia, los incidentes que prece
o probable de los antecedentes . Existe una gran den al hecho se modifican al punto que el pri
diferencia entre (20) algo que acontece a causa mero es salvado y Danao (30) ajusticiado. El
d e esto y después de est o . reconocimiento es, cbmo la misma palabra indi
ca un ca mb i o de la ignorancia al conocimiento ,
y así lleva al amor o al odio en los personajes
signados por la buena o la mala fortuna . La
forma más refinada de reconocimiento es la que
se logra m ediante las peripecias, como aquellas
que se producen en Edipo. Hay, por supuesto,
otras formas; lo que h emos dicho puede suceder
en cierta manera con referencia a objetos inani-
50 51
m ados , (35) aun cosas de tipo casual, y es tam
bién posible el reconocimiento si a lguien ha he
cho o no ha hecho algo . Pero la forma más d irec
tamente rel acionada con la fábula y la acción
del drama es la mencionada en primer término .
1 452b Esta , junto con la peripecia, suscitará ora
piedad o temor, que son las acciones que la
t r age d i a está preparada para representar, y que CAPÍTULO XII
s ervirán asimismo para provocar el fin feliz o
desdichado . El reconocimiento, en tal caso, po r Las p artes de la tragedia que han de tratarse
tratarse de personas, puede ser sólo la de una
como elementos formativos ( 1 5) en conjunto se
mencionaron en un capítulo previo . Empero,
p a rte a la otra, pues la segunda ya es conocida,
(S) o b i en l as p artes quizá tengan que descubrir desde el punto de vista de su cantidad, es decir,
s e . Ifigenia, por ejemp lo, fue descubierta por las secciones sep aradas dentro de las cuales se
O restes mediante el envío de la carta; y otro
divide , una tragedia posee las siguientes partes :
reconocimiento se requirió para que Ifigenia lo prólogo , episodio, éxodo y una canción coral,
reconociera a él .
dividida en párod016 y estásimo;11 estas dos son """
l.{)
comunes a todas las tragedias, mientras que las
Dos p artes de l a fábul a , entonces , la p e ripec ia Q)
"'O
canciones de l a escena y los commoi sólo se
y el reconocimiento ( 1 0) representan tales inci l.{)
e n cuentran en algunas. El prólogo es todo lo que N
dentes como éstos . Una tercera parte es el sufri
miento, que podemos definir como una acción
(20) precede al p á ro do del coro; un e p i so d io es
to d o lo que entra entre dos canciones corales
d e n atural eza destructiva o patética, así los ase
completas; el éxodo, todo lo que sigue después
.
52 53
54 55
bre malo en extremo deslizarse de la felicidad a l�agro, Tiestes, Telefo , o algunos otros que p ue
l a miseri a . Tal h istoria puede suscitar el senti den haberse involucrado, ya como personaJeS o
m i ento humano en nosotros, aunque no nos con víc t im as en determ in ados sucesos de horror. Te
ducirá ni a la piedad ni al temor; la piedad (5) es oréticamente entonces, la mejor tragedia posee
ocasionada por una desgracia inmerecida, y el una trama de esta descripción . Sin embargo , los
temor p o r algo acaecido a hombres semejantes a críticos se equivocan cuando acusan a Eurípides
nosotros mismos, de modo que no habría en la por aceptar esta línea (25) en sus tragedias, Y
situacíón n ada piadoso ni inspirador de temor. dar a muchas de ellas un fin desdichado. Esta
Queda; pues, una clase intermedia de personaje, es , según hemos afirmado, la tendencia correcta
u n hombre no virtuoso en extremo, ni j usto cuya que ha de seguirse . La mejor pueba es ésta: en la
desdich a se ha abtido sobre é l , no por el vicio n i escena y en las competencias públicas tales d ra
l a depravación , sino por algún ( 1 O) error d e jui m a s , trabajados con esmero, se ven como los
cio, como es el caso de quienes gozan de gran más verdaderamente trágicos ; y Eurípides , aun
reputación y prosperi dad, por ejemplo, Edipo, que su ejecución fracase en otros aspectos; es
Tie stes , y los hombres de presti gio en familias considerado no obstante como el mejor de los
ilustres. La fábula perfecta, por tanto, debe po dramaturgos (30) trágicos . Después de estas c??
seer u n in terés sirnp le no doble (como algunos sideraciones debemos hablar de la construccwn
nos dicen); el cambio en la fortuna del héroe no de l a fábula, que algunos colocan en primer tér
ha de ser de la miseria a la fel icid a d , sino , al m ino, la que puede tener una doble historia (co
cont rario , de la fel icidad a la desdicha; ( 1 5) y la m o la Odisea) y un resultado opuesto para los
causa de esta transformación no ha de resi dir en p ersonajes buenos o malos . Se la consider� la
n inguna depravación, s ino en algún gran error mejor sólo en razón del escaso gusto del audit�
de su parte , mas el hombre mismo ha de ser tal rio ; los poetas simplemente siguen (35) a su p u
como l o hemos descrito , o mejor, no peor que tal b l i co y escriben según su dictado. Pero aqut el
ejempl o . También el hecho confirma nues tra te placer no es el que provoca la tragedia . Pert � ne
oría . Aunque los poetas empezaron por acep tar ce m á s b ien a la comedia, donde los enemigos
cualquier historia trágica que les vino a l a men más enconados en la p ieza (por ejemplo Orestes
t e , en estos días las tragedias más bellas son y Egisto) se convierten al fin en buenos amigos ,
siemp.re (20) aquell as sobre reducidas casas ilus y nadie mata a nadie .
t re s , como l as de Alcmeón , Edipo, Oreste s , Me-
56 57
1
�
causas deben ser inclui das e n los incidentes de
la historia. Veamos entonces qué clas e de inci
dentes nos conmueven como horribles, más que
como piado sos. En un acontecimiento de este tipo
( 1 5) l as partes deben por necesi dad ser o amigos o
enemigos, o bien indiferentes entre sí. Ahora bien,
C APÍTULO XN cuan do un enemigo ataca a su enemigo na da hay
en ellos que nos lleve a l a piedad en el hecho o en
l453b El temor t rá gico y la p iedad p ueden
su meditación , excepto en la medida que concier
se r provocados por el espectácul o ; pero también
ne al dolor real del que sufre, y l o mismo es verda
pueden surgir de la misma es tructura y los inci dero cuando l as partes son indiferentes . No obs
dentes del d ram a � que es el mejor c a m i no y tante, cu an do el hecho trágico se produce dentro
muestra al mejor po e t a . La fábula debe ser pues de la familia, e s decir, cuando el asesinato o el da
N
tan bien o rde nad a t que aún sin ver lo que acon ño es p re m e d i t ado (20) por el hermano contra el
(X) tecet quien sólo oye el relato ha de sentirse (S)
0.. hermano, por el hijo contra el padre, por la
CD l le no de horror y piedad ante los incidentes , que
(J1
ma d re contra el hijo , o el hijo contra la madre,
.¡::,.. es por cierto el efecto que el simple recitado de
tales son las situaciones que el poeta debe b us
l a historia de E dipo p ro d uce en el oyente . Pro car. Las historias tradicionales deben conservar
vocar este mís m o efecto pqr medio del espec se como son, por ejemplo , el asesinato de Clitem
táculo es menos artístico y requiere la ayuda
nestra p or Orestes y de Erifila por Alcmeón . �1
esc e no grá fi c a . Sin e m b argo , a quel los que utili
mismo tiempo aún dentro de estos aconteCI
zan el es p ec tá c ul o p ara colocar delante de noso
m ientos , algo - le queda al poeta mismo; él debe
tros lo que es si m p lement e monstruoso y que no
idear (25) la m anera correcta de tratar lo� h�
pr o d u ce temor, desc on oc e n p or com p leto el sen
chos . Expl iquemos más cl ara m e n te lo que s i gn i
tido de l a tragedia; no se de be ( 1 O) exi g i r de la
ficamos por "la manera correcta". El hecho ho
tragedia c u a l qu ier clase de placer, sino sólo su
rroroso puede ser realizado por el agente c ?n
p ropio p lac er .
co noc i m iento y con c onc i enc i a , como en l os vie
El placer trágico es el de l a piedad y el te m or, jos poeta s y el asesinato de los hijos p or M_edea
y el : POe ta débe prod u c irl o mediante una tarea
e n Eurípides. O puede hacerlo, pero con Igno
de i m i t a ci ó n ; es claro , en consecuencia, que las
rancia de su rel ac ión , y descubrirlo después , (30)
58
59
- - ---- - --
- --�-
como l e sucede a Edipo en Sófocles. Aquí el m adre cuan do está a pun to de entregarla al ene-
� .
hecho está fuera del drama, pero puede quedar m1go.
�
dentro de él, como el acto de Alcmeón en Astida Esto expl icará por qué nues tras tragedia s � s-
tán rest ring idas (seg ún a cab amos (1 O) de
deCi r)
mas o el de Telégono en Ulises herido. Una terce
iden
ra posibilidad es la del que m ed i t a (3 5) una a t an esca so número de fam ilias . Fue lo acc
injuria mortal contra otro en ignorancia de su tal más que el arte l o que l levó a l os poet as a la
rel ación, pero que logra hacer el reconocimiento búsq ueda de temas para encu adra r esta clase de
P a �a d e te ne rse a tiempo. Lo dicho agota las po incidente s en sus fábu las . Ellos se encu ent ran
. l h. dades , puesto que el hecho necesariamente
stb toda vía obl igad os a recu rrir, pues , a las fami lias
debe ser realizado o evitado a sabiendas o por en las que ocurriero n estas desgracia s.
ignorancia . Sobre la cons trucción de la fábu la y la clase
de fáb u l a ( 1 5) requ erida ya se ha dicho dema
-
La p e or situació� se presenta cuando el perso
naje está a punto de cometer el hecho con todo siado .
c o n o c i mi e n to y desiste de é l . Resulta desconcer
tante y a s i m i s m o nada trágico (por la ausencia
de sufri miento); de aquí que nadie actúa de tal '<:t
manera, excepto en pocos casos, por ejemplo l.{)
Q)
Hemón y 1454a Creón en Antígona. Después de u
O>
esto se produce la real perpetración del suceso N
60
61
za de carácter en el Menelao de Orestes; de i n
congruencia e inadecuación en l a l amentación
de Ulises en Escilla, y (30) en el inteligente dis
curso de Melanipa; y de incoherencia en Ifigenia
en Aulide, p ues Ifigenia como suplicante es por
completo diferente de lo que será más tarde. Lo
CAPÍTULO XV correcto, por tanto, en los caracteres así como
en los incidentes del drama es b uscar siempre lo
En cuanto a los carácteres existen cuatro pun necesario o lo probable; de modo (35) que cuan
tos que hay que mencionar . Primero, y sobre do tal p ers on a je diga o haga tal cosa, sea la
todo, que deben ser buenos. Habrá carácter en necesaria o probab le consecuencia de su carác
un drama si (com'o se ha observado) lo que el ter. A partir de esto se advierte (para formular
personaje dice o realiza revela cierto designio una digresión) que el desenlace también debe
moral, y un buen carácter si el prop ósito así surgir 1 454b de la fábula misma, y no depender
ú)
o
) revelado es bueno . Puede haber bondad en toda de un artificio de la escena, como en Medea, o en
0.. p clase de personaj es hast en una mu ·er o un escla
, el episodio del embarque (detenido) de los grie
CD
(J1 l v� (20) attnque la rimera e · á In erior yel gos en la Ilíada. El artificio [deus ex machina]
.¡::,..
otro un ser n valor segundO debe reservarse para problemas fuera del dra
p un o es la adecuación. El caracter ante noso ma para acontecimientos p asados más allá del
t ros debe ser, digamos, viril ; pero no es ªpropi a
conocimknto humano, o sucesos aún por produ
�ct-m:-de...l.l.IJiU!!uier setvjril o inJeli-. c i rs e que reqnieren ser intuidos o anunciados,
,
gente . El tercer punto es que sea semejante a la puesto (S) que es privilegio de los dioses conocer
realida d que no es lo mismo que ser bueno o
, de antemano. Entre los incidentes reales nada
apropiado , según nuestro sentido (25) de l térmi debe ser i nexpl icab l e y si lo fuera debe quedar
,
no. En cuarto lugar, el carácter debe ser cohe excluido de la tragedia, como en Edipo de Sófo
rente y el mismo siemp re ; aun si la inconsisten cles. Pero retomemos a los caracteres . Como l a
cia fuera parte del homb re ante nosotros para la tragedia es rma i mitación de personajes mejores
imitación y presentara esa forma de carácter, que el término medio de los hombres, nosotros
debe ser p_intado como coherentem ente incohe debemos seguir el ejemplo de los buenos pinto
rente. Tenemos un ejemplo de i n necesaria baje- res de retratos ( 1 O) que reproducen los rasgos
62 63
64 65
reconocimiento repentino, (30) como la escena
infirió su destino, es decir, que morirían allí,
del baño, result an mejores . Aparte de éstos tene
mos los descubrimientos realizados directamen
d.esde que se trataba del lugar en que habían
te p or el poeta, que son inartísticos por esa mis sido exl?u�stas11 al nacer. Existe , asimismo un
m a causa. Así, en Ifigen ia el.. reconocimiento de recol!ocimien!o incorrecto que surge de un razo
Orestes por sí mismo, en tanto que su hermana namiento erroneo de parte del público . Un eje m
revela quién es por una carta; Orestes dice por s í plo ?e ello se advierte en Ulises, el falso mensaje
la que e l poeta quiere, más bien que lo que la rC?: el asegu� que reconocería el arco, que no ha
fábu l a demanda. (35) Es to , en cons ecuen ci a , no VIsto. El mejor de los re conocim ie n to s e mp e
se aleja de l a falta antes mencionada, pues Ores ( � 5) que re�nocería de nuevo algo qu� no ha
tes pudo haber presentado también cierta seña. VIsto. El meJor de los reconocimientos, empe
Otro ejemplo es la u voz de la lanzadera" en el ro, es a qu el que surge de los i nc id entes mismos
Tereo de Sófocles . Una tercera clase es el recono cuando la gran sorpresa aparece a través de u�
c imiento a través de la m emoria , que despier h�cho probable, �?mo es �� caso en Edipo de
ú)
N t a la conciencia de un hombre por algo visto. Sofocles, y tamhien �n I{tgen ia, pues es mu y
.
probable que ell a quisiera enviar una c arta a su
Así en el drama Los Ciprios de Diciógenes 1455a,
0..
CD
(J1
l a visión del cuadro l l eva al hombre a esta h qgar. E�tos últimos son los únicos reconoci
.¡::,..
llar e n lág ri mas , y e n el Apólogo de Alcino, Uli m i en tos Independientes del artificio de los sig
ses a l oír la cítara recuerda e l pasado y tam nos Y coil a res . Lo s mej ores desp ués de éstos (20)
bién l lora. Una cuarta clase de reconocimiento s?n los reconocimientos que d e p e n den del racio
.
cinio.
se p roduce a través del razonamiento , por ejem
plo en Las coéforas: "Alguien que se me parece
está aquí; no existe otro (5) corrm yo, excepto
Orestes ; por tanto, él debe estar aquí" . Otro e
j emplo es el que el sofista Poleidos s ug iere para
Ifigenia, pues e s p rob ab l e que si su hermana fue
11
sacrificada, su destino debe ser el mismo . O el El verbo exponer alude al hábito, practicado en Atenas de
episodio del Tideo de Teodectes : "Yo vine a bus �xponer � los recién nacidos, especialmente a las niñas a la
66
67
��pecial aptitud p ara ello, o bien alguien que se
sienta tocado por l a locura; el primero puede
fácilmente asumir el estado de ánimo adecuado
y el último es posible que se halle realment�
P ? Seído por el delirio poético. Su fábul a , pues,
b ien ya preparada o de su propia i nvención,
CAPÍTULO XVII debe ser p ri mero si mpl i fi cada 1 455h y reducida
a u n a forma universal , a ntes de proceder a am
En e l momento de construir sus fábulas y de p l i arla mediante la i n s erció n de los ep i so d i o s .
t erminar l a e l ocu ción en que han de quedar en Lo s i g u i ent e mostrará cómo e l elemento univer
marcadas, el p oeta debe recordar tener ante sus sa] en Ifigenia, por ejemplo, puede ser conside
ojos, en cuanto sea posible, las verdaderas esce ? �
ra o : ierta doncella, ofrecida en sacrificio, y
nas . De este modo, al observar cada cosa con tal m is t e n osam en t e desap arecida de la vista de los
vivacidad como si fuera un testigo ocular, podrá s a c rifi c a nte s , es trasladada (S) a otra tierra, d o n
c r e a r (25) lo que es adecuado y estará menos de la costumbre era i nmolar a todos los extran
expuesto a subestimar las incoherencias . Esto jeros ante la divinidad, es allí convertida en I a
mue stra por qué fue censurado en Carcino que s ac erdotisa d e este rito . Mucho después d e este
h ic i es e salir del templo a Amfiarao; el hecho hecho el hermano de Ja s acerdot i s a l o gra l legar
h ab ría p as ado inadvertido si no hubiera s ido al l ugar; sucede, sin e m b a rgo que el oráculo, por
observado por el a u d i t orio . En l a escena e l dra determinadas razones , le ha rogado ir hasta allí
ma fracasó, pues l a incongruencia del i nc idente y 1 a fin alidad de su traslado queda fuera de la
ofendió a los e sp ec ta d o re s . Hasta donde es posi fábula del drama . AJ llegar, él fue arrestado y
b l e también el poeta debe representar (30) s u estuvo a punto de ser sac rific ado , hasta que re
historia con los mismos gestos de sus persona vela s u i d e n t id a d
y a como lo dice Eurípides o
,
j e s . Dadas las mism as condic iones n atura l�s (según lo sugiere Poleido) ( l O) por l a natural
quien siente las emociones que deben ser des exclamación : 11Así yo también estoy condenado
critas, será el más c onvi nce n te ; el dolor y e l a ser sacrificado como lo fue mi hermana", y
temor, por ejemplo, se pintan con m ayor fuerza esta confesión lo salva. Cumplida esta etapa,
por quien l as experi menta en e s e momento. De luego de haber fijado los nombres propios como
aquí que tal poesía demanda un hombre con base de la fábula, es ne ces a ri o intercalar los
68 69
episodios o incidentes accesorios . Se debe pen
sar, por supuesto, que los ep isodios han de ser
adecu ado s . como el ataque de locura de Orestes,
que provocó su arresto, y la ( 1 5) purificación
que determinó su salvación. En �o� dra�as , pues ,
los episodios son cortos; en la ep1ca srrven para
extender el poema. El argumento de la Odisea CAPÍTULO XVIII
no es largo. Un hombre se v
� � lejado �e su hog� r
durante muchos años. Pose1don lo cwda con OJO Hay, además, otro punto que debe tenerse pre
vigilante pero él es tá por comp leto solo. En el sente . Cada trage d ia es , en parte, complicación
hogar la� cosas han llegado al extremo de que su y, e n p arte, desenlace ; los incidentes an tes de la
rfqueza ha sido despilfarrada y la muerte de su escena i ni cial , y a menudo también algunos de
hijo (20) es tramada por los pretendientes de s� aquell os dentro del drama, forman la complica
mujer. Después de muchas aventuras y sufn ción, y el resto es el desenlace. Por complicación
mientos consigue regresar; se revela y cae sobre significo (25) todo desde el comienzo de la fábu
sus en e m igos , y e l fin es su salvación y la des l a hasta el instante justamente antes del cambio
trucción de aquéllos. Esto es lo adecuado en la en la forttina del héroe; por desenlace, todo des
Odisea; todo lo demás en ella es episódico. de el comienzo del cambio hasta el fin. En Lin
ceo de Teodectes/9 por ejemplo, la complicación
i n c luye , junto (30) con los supuestos incidentes,
el rapto del ni ño y a su vez el de los padres. y el
d esen lace , todo desde el proceso del asesino has
ta el fin. Ahora bien , si se habla con propiedad ,
las tragedias deben clasificarse 1456a7 como si
milares o diferentes. según sus fábulas , es decir,
de acuerdo con su semejanza en la complicación
y en el desenl ace . Sin embargo, hay dramatur-
70 71
gas que después de una buena comp l i cación fra
.sobr� la misma historia el resultado es muy de
cepcwnante. Esto se comprende por el hecho de
casan en el desenlace . Lo q�e se requiere es una
completa maestría en ambas técnicas . Existen que todo el que ha dramatizado la caída de
cuatro clases 1 455b32 distintas de tragedia , que Troya en s u to ta li d a d , y no parte por parte,
es el número d e las partes constitutivas que ya
como Eurípides, o toda l a historia de Niobe/o en
vez de un fragmento , como Esquilo, o fracasó
he mencionado. Primera, l a tragedia compleja,
do nde todo es peripeci a y reconoc i m iento; se p or completo o ha logrado un éxito mu y pobre
gunda, la tragedia patét ica por ejemplo, los di e n la escena, y sólo po r esto y nada más qu e por
versos dramas sobre Ajax e lxión; tercera, la esto un drama de Agatón fue condenado a la
rui n a S i n e mbargo en sus peripecias, com o
tragedia de c ará c ter, co.mo Ftiótides 1 456a y Pe :,
leo, y cuarta, la tragedia espectacular, ejemp l i fi tamb1en en sus (20) s i mples fábu l a s estos p oe t a s
cada por l as Fórcides, Prometeo, y todos l os dra muestran un magní fi c_o talento al apuntar a la
clase de efecto que e llos desean, es decir, a l go
m as ubicados en el Hades . El designio del poeta
que es trágico y suscita e l sentimiento humano
d eb e ser en consecuencia combinar todo ele
en no� otros, como el vil lano i n te li gente (Sisifo,
m e nto de interés, s i es posible, o b ien los más
por �J em plo} engañado, y e l malvado va l iente ,
importantes y la mayor p arte de e llos. Esto es
ahora necesario en especial debido a la injusta vencido . Esto es probable, empero, en el sentido
crítica a que el poeta se ve sometido en nuestros de Agatón cuando habla de l a p robab i l idad de
d ías . (S) Justamente porque ha habi do antes que las improbabi b lídades que suelen ocu_rrir. (25)
él poetas de gran estro en diversas especies de E l coro también ha de ser considerado c Om o uno
de los actores; debe ser una parte integral del
tragedias, los críticos esperan ahora que un
todo, ·y participar en la acción , lo que acontece
hombre supere lo que fue el punto fuerte de
cada uno de sus predecesores . ( l O} Se debería
�
más en ófocles que en Euríp ide s . Con los poe
tas tardws, en efecto, l as canciones en sus dra
recordar también lo que se ha dicho más. de una
mas n <? t ienen más rel a c ión con la fábula que
vez , y no escrib ir una tragedia con una estructu
ra é p i ca (es decir, con una p luralidad de fábulas c � alqu1er o tra tragedia . De aquí que tales cari
en ella) e intentando dramatizar, por ejemplo,
cwnes no sean más que interludios corales , una
toda la historia de la llía da. En la épica, debido
a su extensión, cada p arte se trata según su 20 Personaje mitológico que cayó en desgracia a n te los d i oses
73
72
práctica que introdujo (30) Agatón por primera
vez. Pero, ¿qué diferencia real hay_ entre el . canto
de tales canciones interpoladas e Intentar adap
t a r un discurso, o aun un acto completo, de un
drama a otro?
CAPÍTULO XIX
74 75
-
1
constituyen l as diversas formas de expresión,
cuyo entendimiento c o rre sp o n de al arte de l a
e l o cu c i ón y es necesario a los estudiosos d e este
arte , es decir, la diferencia entre orden y ruego,
si m p l e ( 1 0) afirmación y amenaza, ' p re gunt a y
res p u e s t a , etc . Si el poeta conoce estas cosas o
n o l as conoce, su arte como poeta no es nunca CAPÍTULO XX
seria mente criticado por ese motivo . ¿ Qué falta ¡1
pu e d e observarse en el verso de Homero, H ¡ Can La dicción, considerada como un todo, se for
ta, oh diosa, l a cólera ! " ? , que Protágoras ha cen m a de las siguientes partes : las letras (o últimos
e l em e n t o s ) , la sílaba, la conjunción, el artículo,
surado como una orden, d on de se impone un
ruego, pues rogar a alguien que haga algo o no el nombre, el verbo, el caso y el discurso. La
lo h a ga, según nos dice, es una orden. Dejemos l e t ra es un sonido indivisible de una clase p arti
cu l a r , que puede convertirse en factor en un
esto de lado, entonces, como perteneciente a
o tro arte, y no al de la poesía. sonido i n t e li gib l e . Los sonidos in di v i s ib l es son
emitidos también por los animales , pero ningu
no de éstos es una letra en nuestro s en t i d o (25)
del término. Es tos sonidos elementales son ora
vocales, sem i vo c a l e s o mudos . Una vocal es una
letra que tiene un sonido au di b l e sin adición de
otra letra . Una semivocal posee un sonido audi
ble mediante la adición de otra letra; por ejem
plo . . S y R . Muda es l a que no tiene sonido por sí
misma, pero se toma audible cuando se c o m b i
na con letras que poseen (30) so n i d o ; ejemplos
son G y D. Las letras difieren en sonido de a
cuerdo con la forma de l a boca y los lugares
donde se p ro d u c en , según sean asp i radas o no
a sp i ra das , o l a rga s , breves o de variable can ti
dad, y además según tengan acento agudo, gra-
76 77
�1
. .
ve y circunflejo. Los detalles de estos problemas fica nada para nosotros. El verbo es un sonido
debemos dej ar l os a la métrica. La sílaba es un 1
compuesto significante que involucra la idea de
sonido compuesto no significativo (35); formado r
tiempo, con p �rtes ( 1 5) que (como en el nombre)
por una muda y una letra que tiene sonido (vo no tienen significado por sí mismas en él . Mien
cal o semivocal); así GR, s i n A, es tanto una tras la palabra "hombre" o "blanco" no implica
sílaba como GRA, con A. Las diversas formas de cuándo, "camina" y " ha caminado" encierran
la sílab� pertenecen también a la teoría métrica. además de la idea de cami nar , la de tiempo
Una conjunción es un sonido no significante que presente o pasado. El caso de un nombre o un
cuando forma con 1457a otro un sonido signifi verbo- indica la relación " de" o "a" ante una
cante, ni impid�, ni lleva a la producción de una cosa, etc., o si se refiere a uno o a muchos (por
so l a emisión signifi�ante a partir de la combina ejemplo lt hombre" (20) u "hombres"); o puede
ción de los diversos sonidos, y que si el discurso consistir simplemente en el modo de expresión,
así integrado permanece separado (aparte de o esto es, pregunta, orden, etc. "¿Caminaba? " y
tros discursos), no debe insertarse al comienzo u ¡ Cam1ne! " son casos del verbo según esta distin
ú) de éste; por ejemplo mén, deé, toi, dé.21 O bien es ción. El discurso es un sonido compuesto, signi
(X)
0.. un sonido no significante capaz de combinar (S) ficante, algunas de cuyas partes tienen cierto
CD
(J1
dos o más sonidos significantes en uno; por significado por sí mismas . Observemos que un
.¡::,.. eje mp l o , anphí, peri, etc . El artículo es un soni do discurso no siempre se constituye mediante un
no significante que marca el comienzo, el fin o el nombre y un verbo; puede existir sin verbo, co
punto de división de un discurso, y su lugar ( 1 0) mo l a definición (25) de hombre;zz pero siempre
n a t ural es ora en las extremidades ora en el tendrá alguna fracción con significado propio.
medio. El nombre es un sonido compuesto, sig En l a frase "Cleón camina", "Cieón" es un ejem
nificante, que no encierra la idea de tiempo, con plo de tal parte. Se dice que un discurso es uno
partes que no tienen ningún significado por sí en dos formas, ora como significando una cosa,
m i smas en él . Debe recordarse que en un com o bien como unión de diversos discursos conver
pues to no pensamos. en las partes como si tuvie tidos en uno mediante un nexo apropi ado. Así la
rah un significado por sí mismas en él; en el u nid a d de la Ilíada es una por la vinculación de
nombre " teodoro", por ejemplo, doran no signi- sus p artes , y la definición de hombre lo es por
21
Estas partículas griegas sirven a los efectos de la pausa y el
d esignar una so l a cosa. (30)
ritmo, pero casi no tienen sentido por sí mismas.
22 Ari
stóteles, Top. I 30b .
78 79
f!Unque no con referencia al mismo pueblo; (S)
por ejemplo, sígunon (lanza) es un a palabra co
mún e n Chipre y extraña p ara nosotros . La m e
táfora consiste en dar a un objeto un nombre
que p ertenece a algún otro; l a transferencia pue-·
de ser del género a la especie, de la especie al
CAPÍTULO XXI género , o de una especie a otra , o pue de ser un
problema de analogía. Como ejemplo de transfe
Los nombres pueden clasificarse como simples·, rencia d el género a l a especie digo : ( 1 0) "Aquí
por lo que siginifico aquellos constituidos de yace mi barco", pues yacer en el ancla es la
elem entos que individua.lmente no tienen senti perm anencia de una cl as e de cosa. Transferencia
do, como tierra, o como dobles o compuestos. de la especie al género la tenemos en : " Ulises ha
En este último caso l a palabra puede estar com realizado ciertamente diez mil nobles hazañas " ,
puesta bien de una parte significativa o no signi p ues " diez mil", que e s u n número muy grande ,
fic ativa (distinción que desaparece en el com se usa aquí en lugar de la palabra " muchas " . La
puesto) ; o de dos p artes signi fi c ante s . Puede ha transferencia de una especie a otra se ve e n :
ber también nombres t rip l es , cuá d rup les y aún " Tronchando l a vida con el bronce " o " Separan
m ayores (35), com o sucede entre los masaliotas ; do con el inflexible bronce"; aquí se usa ( 1 5)
11
80 81
- --- -
'
-- �---
nos, y aretér para sacerdote. Se dice que una
lla eri relación a Dioniso como un escudo res
palabra (35) se alarga cuando ella tiene una
pecto a Ares, y se puede, en consecuencia, l la
mar a la copa escudo de Dioniso y al escudo l 458a vocal corta que se modifica o se le inserta
una silaba �� tra; por ejemplo, póleeos, por polé
copa de Ares. - 0 también, la vejez es a la vida
oos y Pelentadeoo por Peleídou. Se dice que la
·como la tarde al d í a , y así designar a l¡1 tarde
palabr!i se abrevia cuando pierde una parte, co
como la vejez del día, según el equivalente de
mo krt, doo, y ops en mía gínetai amphotéroon
E mpé doc l es ,24 es decir, la v ej e z es la " tarde" o
" la puesta del sol d e la vida " . (25) En al gu nos
ops (una mirada es p roduc i d a por ambos ojos).
casos no hay nombre para algunos de los térmi
(S)_ Un� palabra es alterada cuando una parte es
deJada tal cual era y otra parte es invención del
nos de la analogía, pero la metáfora puede usar
se de i gu al modo. Por ej é mpl o , arrojar la semilla
poe!a: dexiterón usada por dexión, en dexiterón
se l l a ma sembrar, pero no hay palabra para el kata maxón (sobre el pecho derecho).
despliegue solar de sus rayos; sin embargo, este Los nombres mismos, a cualquier clase que
acto permanece en la misma relación ante la luz pertenezcan, son masculinos, femeninos o neu
.¡::,..
del sol que la siembra frente al cereal, y de aquí t�os . Todos los que terminan en ni (n), rho (r),
o
0.. la e xpre sión del poeta 11 sembrando a lrededor la sz.g ma (s), o ef! las dos compues tas de ésta, psi y
CD
Xl son; mascuhnos. Todos los que terminan en las
(J1 llama creada por dios " . (30) Existe también otra
.¡::,..
forma de emp lear metáforas . Si se ha dado a la ( l O) vocales invariab lemente l argas , eta y omega
cosa un nombre extraño, se puede mediante una y en alfa son femeninos. Así hay un núm ero
a dición negativa negarle uno de l os atributos igual de terminaciones masculinas y femeninas,
naturalmente asoc i ados con su nuevo nombre. porque psi y xi ,son e q u ival en tes a sigma (s). No
hay en cambio ningún nombre en muda o en
U n ej e mp lo de esto sería llamar al escudo no la
una c u a l qui era de las dos vocales b re ve s , epsilón
"copa de Ares ", como en el caso anterior, sino
(e . larga) y omicrón (o). Sól o tres (méli, kómmi
una "copa que no contiene vino " . . . Una p a l abra
acuñada es un nombre que, desconocido -por el
' péperi, miel, goma , p i m i e nta) ( 1 5) terminan e �
iota (i), y cinco terminan en upsilón (u). Los
pu eb lo , es inventada por el poeta mismo. Hay
nombres neutros terminan en las vocales varia
palabras de esta clase, como érnuges para cuer-·
bles o en n i (n), rho (r) y sigma (s).
82 83
.
84 85
no a Maratóri" . . . [original m uy corrompido] .l6 nificante [me ha cegado}, otro cambio: "Y ahora
Un uso demasiado manifiesto de estas licencias un débil, repulsivo e insignificante pícaro . . " .
tiene, por cierto, un efecto ridículo, pero no son O la línea; uColocó para mí un viejo asiento y
únicas en el caso; la norm a de la moderación se una destartalada mesa". que podría ser: "Me
aplica a todos los elementos del vocabulario po colocó un viejo banco y una pequeña m es a . (30) "
ético . Aun con las metáforas, palabras extrañas O [en Hornero] convertir " la ribera estalla" en
y l o demás, el resultado será el mismo si todo "la ribera grita" .1.1
ello se emplea impropiamente y con el propósito Agreguemos a esto que Arifrades solía ridicu
de provocar la risa. ( 1 S) El uso correcto de estos lizar a los trágicos por introducir expresiones
elementos es algo muy distinto. Para advertir la desconocidas en el lenguaje de la vida diaria,
diferencia se debe tomar un verso épico y obser como � � de las casas lejos" por "lejos de las ca
var cómo suena cuando se introducen las pala sas '',, sethen (tuyo, de ti) , egoó dé nin (me casé
bras normales. Lo mismo debe hacerse también con ell a) y Axilléoos perí en vez de peri Ax.illéoos
con · Ias palabras extrañas. " Ia metáfora y lo res (sobre Aquiles) y otras expresiones . El simple
tante; pues sólo se deben colocar las palabras hecho de no hallarse usadas esas palabras según
comunes en su lugar para comprobar la verdad 1459a el sentido corriente concede a la dicción
· de lo que decimos . El mismo yambo se encuen� un carácter no prosaico, pero Arifrades no com
tra, por ejemplo, en Esquilo y en Eurípides, y prendió esta situación. Tiene, en efecto, un alto
como aparece en el primero es un verso pobre, mérito emplear con rectitud estas formas poéti
mientras Eurípides, con el cambio de una sola cas, así como también los compuestos y las p a
palabra, (20) el reemplazo de un vocablo extra� labras extrañas . Sin embargo, la máxima des
ño, por lo que en el uso es la palabra corriente, treza consiste en ser un maestro de la metáfora.
lo hace aparecer como bello. Esquilo dijo en su
Filoctetes: "La úlcera que come la carne de mi 27 Todos los ejemplos de este capítulo aparecen en griego en
p ie". Eurípides s_i mplemente cambió come (es las ediciones conocidas, salvo, en parte, la de Dorsch . Se trata
de ejercicios retóricos y lingüísticos sobre el uso de palabras
th iei) por thoinatai (se sacia con, o se solaza en). vulgares que desmerecen la dignidad del verso, según Aristóte
O supongamos para este otro verso : (20) les. Hemos vertido los ejemplos con la ayuda del citado traduc
ahora un pícaro despreciable, repulsivo e insig- tor. Estos pasajes tienen un valor relativo y no van al fondo del
problema que trata el filósofo. Cuestiones semejantes se plan
tean también en caste l l ano, y el buen gtisto debe decidir en
16
¿ Referencia a Euclides de Megara ? úl tima i nstancia .
86 87
(5) Esto es lo único que no pued e apren derse de
o�r�s . y es asimi smo un signo de genio , puest o
q '-:e �n a :x.celente met á fora implica una percep
.
cton 1ntu1h va de lo semej ante y lo desemejante .
De las clases de palabr as que hemos enumera
do pue de observarse que las forma s comp uestas
son m as_ adecu
adas para el ditira mbo, las pala
b ras extrañas se ajusta n mejor al verso heroico CAPÍTULO XXIII
Y l as metá foras a l a poesía yámb ica . Todas ellas '
empero, p uede n utilizarse t a mb i én a d ecuada� Respecto de la poesía que sólo narra o imita
mente en el verso , heroic o. ( l O) Pero en el verso por medio del lenguaje versificado (sin acción)
yá mbico que en lo posible se modela sobre el
, es evidente que tiene diversos puntos en común
l e ngu aj e habla do, los únicos térmi nos adecua con la t raged ia .
dos son aquel los emple ados en el discu rso,
y
I. La construcción de sus fábulas·debe ser tan
estas son p alabra s del uso corriente, metáforas y clara co rn o la de un drama; ellas han de basarse
vocab los ornam entale s . en una acción única, que debe ser un todo com
No neces ito decir más sobre l a trage dia y el p l�to en sí mismo, con un principio, (20) medio
arte de la representación por medio d e l a a cc i ón . y fin, de manera que la obra esté capacitada
( 1 5) . para producir su propio placer con toda la uni
dad orgánica de una criatura viviente. T ampoco
debe suponerse que la épica debe construirse
s egún la manera usual en nuestras historias .
U n a historia tiene que tratar no con una a c ció n,
1
dos hechos pueden seguirse uno al otro sin pro
ducir un resultado único. No obstante, se puede
decir que la mayoría de nuestros poetas épicos
i gnoran esta di s ti nci ón .
(30) En consecuencia, entonces, para repetir lo
que dijimos antes, tenemos una prueba más del
maravilloso t al en to de Homero respecto de los CAPÍTULO XXN
restantes . El no intentó tratar sobre la guerra de
Ade más , la poesía épica debe d ivid i rs�
Troya en su tot ali d a d , aunque ésta fue un todo en los
con un definido comienzo y un fin , pues advir �n ple o
m i sm os tipos que la t ra gedi a ; debe ser � :
plej a, historia de cará cter o d� ;u f m ient
tió, sin duda, que , era un relato demasiado ex n o.
com
tenso para ser abarcado en su conjunto, o bien Sus partes , tamb ién, con la excep cw n de l� can
(35) en exceso complicado por la variedad de sus ción y el e spectácu lo . tiene� que ser l as _mt.s m a s
,
incidentes . Así, sel ecci onó una parte del todo; ( 1 O) pues requ iere peripecias , reconoc n1�.1ento s
muchos de los otros incidentes, empero, los in y escena� de sufrimie nto, como la. rage dm.� Por
trodujo corno e piso di os , tales como el catálogo . deben ser
últim o , el pens ami ento y la dtcc wn
ento s apa
de los b arcos y otros para variar la uniformidad del nive l requerido. Todos estos elem
d e su na rración . En cuanto a los demás poetas rece n prim eram ente en Homero, y ha hech
o co
as son cada
épicos, ellos tratan de un hombre o un período, rrecto uso de ello s. Sus dos poem
imp le,
o t a m bién de una acción, la cual aunque única, uno eje mpl os de construcc ió� : la Ilíada, �
po s e e una multiplicidad de p artes en ella . Esto y una historia patética la Odtsea, com pleJ � (h�y
último es lo que han realizado los 1459b autores reconoc i m i ento a través de ella) y una
h t st o n a
de la Cipriada y la Pequeña Ilíada. Y el resultado de carácter . Y son más que es to, pues to que en
a
es que mientras la Jlíada o la Odisea proporcio la dicc ión y- el pensamiento también superan
nan materiales para una sola tragedia, o a lo todos los otros poem as. .
�
.
Ic: �pl-
.
sumo dos, la C ipriada ha servido para varias, y Exis te, por s u pu e s t o , una d1fer enc1 a en
Pequeña Ilíada para más de o¡;::h o: Adjudica ns10n Y
la ca co m para da con la tragedi a , en su exte
ción de las annas, (5) Filoctetes, Neoptolemo, Euri en su m e tFo En cuanto a la exte
. nsió n, el l ím ite
pilo, Ulises mendicante, las Lacedemonias, la Caí ya sugeri do ha de bast ar: debe ser posi
ble para
cado s en
da de Troya, Partida de la flota, Sinón y las Tro el com i enzo y el fi n de l a obra ser abar
yanas.
90 91
un conjunto, condición que se c u m pl i rá si (20) el r.o representa la vida o la acción, el otro la d a n
poema es más breve que la vieja épica, pero za . No obstante , sería menos natural aún si se
l i mi tado a la extensión de l grupo de tragedias intentara escribir una ép ica mediante una mez
ofrecidas para una sola representación. En cuan cla de metros, según lo hizo Queremón. De aquí
to a su extensión la épica tiene una ventaja espe que hasta ahora nadie haya escrito un poema en
cial . En la tragedia no es posible representar gran escala sino en verso heroico; la naturaleza
diversos pasajes de la historia s imultáneamente; misma, como hemos d icho, nos enseña a selec
el espectador está limitado a la parte que los cionar el metro adecuado para tal h istoria.
actores desarrollan en la escena . (25) Mientras (5) Admirable como es Homero en muchos o
que en la épica la forma narrativa torna posible tros aspectos, lo es en particular en éste, pues
describir un número de ·incidentes simultáneos, sólo él entre los poetas épicos sabe la parte que
y éstos, si están relacionados con el tema, acre debe desempeñar el poeta mismo en el poema.
cen el i nterés del poema . Esta es por cierto una E l poeta tiene que hablar muy p oco de su propia
ventaja para la épica, pues tiende a darle gran persona, ya que no es imitador en este caso.
deza y también variedad de atracción y ámbito Otros poetas siempre aparecen en primer plano
p ara los episodios de distintas clases . La mono y dicen poco como imitadores , y esto sólo de
tonía (30) de los incidentes, por el tedio que manera esporádica . Homero (10) luego de un
crea, p royoca l a ruina de las tragedias en la breve prefacio introduce un hombre , una mujer
escen a . En cuanto al metro la experiencia ha o algún carácter -nadie carece de carácter en
mostrado que el hexámetro heroico es el más él= pero c�da uno con los matices d i s tintiv os .
apto . Si alguien se atreviera¡ a escribir un poema Lo maravilloso es ciertamente e x i g i do en la
narrativo en otros metros , o en una variedad de tragedia. La épica, sin embargo, proporciona
ellos la incoherencia sería manifiesta , pues de más ambito para lo improbable, el factor princi
todos los metros el hexámetro heroico es el más pal en lo maravilloso, porque en ella l o s perso
grave y elevado, {3 5) ya que posibilita mejor que najes no son visibles . La escena de la persecu
o tros la admisión de palabras extrañas y metá c i ón de Héctor ( 1 5) sería ridícula en la esc e n a :
foras , que es también un aspecto en el que la los griegos se hallarían quietos en lugar de per
forma narrativa de la 1 460a poesía va más allá seguirlo y Achiles sacudiría la cabeza para con
que todas las otras . El y ámb ico y el troca i c o, por tenerlos; pero en el poema lo absurdo está au
otra parte, son metros de movimiento, el pri m e - sente. Lo maravilloso es, p or cierto , causa de
92 93
- - - - --- � - - - ---
'
i
e
ta ha a doptado una fábula, en consecuencia: Y s
placer, como se deduce por el hecho de que to advierte que pudo componerla de modo mas ra
dos relatamos una historia con agre gados , en la cion al es culp able de absurd i dad , como tam
creencia de que ofrecemos un del eite a muchos
bién e fal ta de arte . Aun en la Odisea (35)
d los
oyentes. e lem e n tos irracionales en el episodio del dese m
Homero, más que ningún otro , nos ha en seña barc o de Ulises en Itaca no habrían sido acepta
do a todos el arte de forjar mentiras de manera dos desde luego si hubieran sido tratados J?�r un
adecuada. Me refiero al uso (20) del paralogismo. poet a inferior. Sin embargo, el poeta los dtstm u
Así pues, si una cosa existe porque otra existe, o ló y sus otras ex ce len cias velaron tal 1460}' ab
acontece porque esta otra acontece, se piensa por lo de mas , �e
surdo. La dicc ión elaborada, . n
que si el consecuente exis t e también el antece requ iere sólo en los lug ares donde no hay accto
dente existiria, pero este no es el caso. Justa� ni carácter ni pensam ien to para ser revelado
s.
mente porque conocemos la verdad del co ns e Dond e, además , hay carácter o pensamiento una
cuente somos llevados en nuestra mente a la dicci ón amada con exceso tiend e a oscurecer-
errónea inferencia de la verdad del an tece den te . (5)
lo s .
Hay un ejemplo al respec to sobre la historia del
baño en la Odisea. (25)
U na imposi bilidad probable es preferible a
una posibilidad improbable. Las fábulas no d e
ben con st itu irse de incid en tes irracionales; todo
lo irracional tiene que ser excluido en cuanto es
posible, o si no m an ten i do fuera del relato, por
Jo menos; tal la ignorancia del héroe en Edipo
sobre cómo murió Layo; no deb e admítírselo
dentro del drama, (30) como el informe de los
juegos píticos en Electra, o el personaje venido a
Misia des de Tegea , quien no musita una pal abra
en los Misios. De modo que sería ridículo decir,
e mp ero , que un� fábula quedaría .destruida sin
e s to s incídent�s� puesto que es fundament al
mente erróQeo componer tales fábulas . Si el poe-
95
94
juste za , y
fracasa por falta de poder de expre
sión, su arte mismo es defectuoso . Pero si su
error reside en que i n ten ta describ ir algo de
m o do i ncorrecto (hacer, p or ejemplo, que el ca
ballo adelante a la vez las dos patas del lado
CAPÍTULO XXV d erecho) tal falla técni ca (digamos , (20) en me
dicina o alguna otra ciencia e s pec i a l), o ha deja
Respecto de los proble mas y sus soluciones do des lizar incoherencias de cualquier género en
hay que observar el número y la naturaleza de su descripción , su error, en tal caso, no radica e n
los supuestos de gue p roceden mediante el exa l a esencia del arte poético . Por consiguiente , es
men de la cue s tión en la s iguiente forma . El t as deben ser las premisas de las soluciones en
poeta, por ser un imi tador , justamente como el respuesta a las críticas involucradas en los pro
p in tor u otro artífice de apariencias, debe en b l em as .
todas las i nstancias por necesidad representar l . En cuanto a las críticas que se refieren al
( 1 O) las cosas en uno u otro de estos tres aspec a rt e mismo del poeta agregaremos lo siguiente .
tos: bien como e ran o son, como se dice o se Todas las i mp os ib ili dad es que exístan en su des
p iensa que son o parecen haber sido, o como cripción de las cosas son fal tas. Pero, desde otro
e llas deben ser. Todo esto lo hace el poeta me pun to de vista re su l t an justificables , s i ellas sir
diante el lenguaje, con una mezcla, quizá de ven a l fin de l a poesía misma, es decir, (25) sí
p a l ab ras extrañas y metáforas, como también de (para confirmar lo que hemo s dicho de ese fin)
d i versas formas modificadas de vocablos , ya que tales i m pos ib ili d ades hacen que ya la misma
s u uso se acepta en poesía. Debe recordarse ' parte de la obra u otra cualquiera re s u l te más
. . cautivante . La persecución de Héctor es un e
as1 m 1smo, que n o existe la misma c l a se de e x ac -
titud e n poesía como en política, o aún en otro jemplo op o rtun o . Si c i e rt ame n t e , el fin poético
arte cualquiera. ( 1 5) Hay, sin embargo, dentro pudo haber sido alcanzado tan b ien o mejor sin
de los límites de l a poesía misma, la posibilidad sacrificar los requerimientos técnicos en tales
de dos tipos d e errores : uno directamente rela cuestiones , la i mposibilidad no se justifica, pues
cionado con el arte, el otro sólo de manera acci to que l a descripción debe ser, si es p os i b l e , por
dental . Si el poeta quiere describir la cosa c on completo libre de error. (30) Se puede p re gun t a r
tamb ién si el error se presenta en un p ro b l e m a
96
97
d i recta o sólo accidentalmente rel acionado con sona que l o dijo o l o hizo, l a persona a quien se
e l arte poético, porque es una transgresión me lo dijo o se lo hizo, el momento, e l medio y el
nor en un artista no saber, por" ejemplo, que l a motivo del autor, además, si lo hizo p ara alcan
c ierva n o tiene cuernos , que p ro duc ir u n a imit a zar un bien m ayor o p ara evi tar un grave mal .
ción irreconocible. III . O tras críticas pueden considerarse si se
II . Si l a descripción del poeta es criticada por e :c!lmina el lenguaje del poeta: por l a apropia
no corresponder al objeto, se puede responder Cion de una palabra extr?ña ( 1 0) en [/líada, 1, 50}
que ese objeto debería ser quizá como se lo ha donde Homero con oureas q u i ere tal vez decir
d �� cr i to , resp uesta igual a la de Sófocles , quien
centinelas y no mulas . Y al expresar q ue Dolón .
,
dlJO que el p mtaba a los hombres como deberían
" e ra de mala forma" [Ilíada, X, 3 1 6} 'su sentido
s e r , y Eurípides como era n . Si la d e s cri pci ó n ,
puede referirse a que su cara era fea, pero no
deforme su cuerpo, ya que eueides (bien forma
empero , no fue ra ni ve rd ade ra (35) ni d e la cosa
según ésta debería ser, la respuesta debe ser
do) es una palabra cretense que para nosotros
entonces que está de acuerdo con la opinión . Los
significa euprósopon (rostro hermoso) . Así tam
rel atos sobre los dioses, por ejemplo, pueden ser bién " más enérgicamente mezclan el vino" [!lia
tan erróneos corno piensa Jenófanes ,2a ni verda da, IX, 202] , como para los borrac hos , puede
deros ni algo mejor; son por cierto de acuerdo significar " más rápidamente ( 1 5) mezclan {o tal
con la op inión aceptada. De otras afi rmaciones vez sirven} el vino " . Otras expresiones de Home
1 46 1 a sobre poesía se p uede tal vez afirmar, no ro se explican acaso metafóri camente; por ejem
que ellas· son mejores que la verdad, sino de p lo en, �� Entonces todos l os otros dioses y hom
a c u e rd o . co ?, la costumbre . Así la descripción de bres durmieron a través de la noche " [llíada, X,
l as a rmas : Sus l anzas estaban colocadas recta 1 , II, 1], si la comparamos con "y por cierto
mente, apoyadas sobre su base" , pues este era el cuando observaba la llanura troyana [y oía] e l
háb i to de ubicarlas entre los ilirios . Respecto a sonido d e las flautas y las siringas y e l ruido de
l a cuestión de s i a lgo dicho o hecho en un poema los hombres ", la voz "apantes ", todos, se emplea
es o � o moralmente correcto, al tratarla hay que de manera metafórica por muchos (pollú) , pues
considerar no sólo (5) l a cualidad intrínseca de to que todos es una especie de muchos . (20) Así
la p a l ab ra real o el suceso, sino también la per- también " sola sin una p arte"29 [llíada, XVIII ,
28 19
J e nófanes . frag. 1 4 , 1 5 y 1 6. Dorsch sostiene ..JUe esta es una referencia a la Osa Mayor.
98 99
hay que considerarla según los p osi b l e s signifi
4�9} tiene . sen t i do metafórico, pues lo c;_ue es
•
101
1 00
bable tiene que ser justificado mostrando o bien
que está de acuerdo con la tradición o aceptando
que a veces es improbable pues existe una proba
b ilidad de que algunas cosas acontezcan también
contra la probabilidad. Las contradicciones halla
das en el lenguaje del p oeta ( 1 5) se deben examinar
ante todo como se hace con las refutaciones del o C APÍTULO XXVI
p o n ente e n un argumento dialécti co para com
probar si él s ignifica lo mismo, en la misma rela Puede plantearse l a cuestión si la épica o la
ción y en el mismo sentido, antes de admitir que traged i a es la forma más e levada de i m itació n .
ha contradicho a lgo que ha afirmado él mismo, Es posi b le argüir que s i la forma menos vulgar
o lo que un hombre de sano juicio aceptaría es la más digna, y la m enos vulgar es siempre l a
como verdadero . Sin embargo, no hay disculpa q u e s e dirige a l públ ico m ás exigente, u n arte
posible para la improbabi lidad de la fábula o la destinado a todos y cada uno es de orden muy
(J1
o depravación del carácter, cuando estos elemen inferior. Es una creencia arraigada que su púb l i
0..
CD tos no son necesarios y no son usados con p ro co no puede entender el sentido si no se agrega
(J1
.¡::,.. p i ed a d , como (20) sucede con l a i mprobabilidad algo que p rovoque el movimiento constante (30)
de la aparición de Egeo en M edea, o la ruindad d e los actores ; los malos flautistas, por ejemplo,
de Menelao en Orestes. ruedan por e l suelo s i se representa el lanza
Las objeciones de los críticos, por consiguien m iento del disco, y arrastran tras de sí a l corifeo
te, comienzan con faltas de cinco c lases : la cau s i rep resentan A Escilla . La tragedia, entonces,
sa es s iempre que algo es, imposible, i mproba según se afirma , es un arte de esta clase; corres
b l e , i n mora l , contradictorio, o contra la exacti p o n de a lo que los viejos actores pensaban de
tud técnica. Las respuestas a estas objeciones sus sucesores . Así Minisco llamaba a Calípides
deben buscarse en uno u otro de los criterios " el mono" (35) porque sobreactuaba en sus par
antes m encionados , q ue son doce . tes , e igua l repu tación 1 462a se asignó a Pínda
ro .3 1 Toda la tragedia, en consecuencia , se en-
3' Algunos erud i tos exp resan que e l menc ionado es o tro Pín
d a ro , en apariencia desconoc i d o por lo demás .
1 02 1 03
cuentra frente a l a épi ca en l a misma reladón efectos escénicos, que son fuente de un real sen-
que los actores más rec ientes ante los anteriores . •tí m i e nto de p lacer. Y este elemento representa
L a épica, se asegura, se dirige a una aud iencia tivo se e xpe ri m e n t a en un d ra m a tanto cuando
cultivada, que no necesita el acompañamiento se lo lee como cuando se lo repre s enta . Además,
d e ge s to s ; la otra, a un público carente de gusto. la i m i tación 1 462b trágica requiere menos espa
" (S) Si, por tanto, la tragedia es un arte v ulgar, cio para el logro d e su fin, lo que es una gran
está claro qu e debe ser inferior a la epopeya. ventaj a , ya que lo más concentrado produce ma
La respuesta a esta cuestión es dobl e . En pri- yor p l acer que lo que se. extiende sobre un largo
. mer término, se puede aseverar que e l reproche período de tiempo . Consideremos, por eje mplo,
no afecta al arte. del poeta d ramático, sino sólo el Edipo de Sófocles, y el resul tado que' produci
al de los actores . Pues es sin duda posible tam ría s i se lo alargara en tantos versos corno ti e ne
b i é n exagerar los' gestos e n el recitado épico , la Ilíada. Asimismo, hay menos unidad en la
como h acía S o sí strato , e n el canto, Mnesi teo de i mi t ación de los poetas épicos, lo que se prueba
Opunte . Sin embargo, no se debe censurar toda por el hecho de que cualquiera de sus obras
c lase de gesticulación, a menos que de paso se p roporciona m aterial para varias tragedias , de
condene a la d anza, sino sólo a la de la gente manera (5) que si estos poetas tratan con una
i n ferior, que es la crítica realizada cont.ra Calípi sola fábul a , ésta aparecería trunca si se la re
des, y e n e l presente ( 1 0) a otros que i mitan a las p resentara brevemente, o daría la impresión de
mujeres d e baja condición . Por otra pa�te, la haber s i d o diluida si se observara la extensión ..-
l.{)
t raged i a puede cumplir sus efectos aun sin mo usual de tales poemas . Al afi rm ar que hay me
vim iento n i acción , de la misma manera que la nor unidad en la épi ca, me refiero a una épica
poesía épica, pues su cualidad puede j u zgarse compuesta de una p luralidad de acciones, como
por la s i m p l e l ectura . De modo que si la trage- la Ilíada y la Odisea , que tienen muchas partes y
' día es en otros a spec tos la más e levada de l as cada una de c ierta amplitud , y no obstante, es
artes , esta desventaja no es necesariamente in tos poemas están construidos de modo tan per
herente a e l l a . fec to ( l O) como podían serlo, y �ada uno , en la
En s e gun do lugar, hay que recordar q u e l a m e d i d a en que ha s i do posible, es la representa
tragedia tiene todo lo q u e posee la é p i c a , ya que ción de una sola acción . S i , por consiguiente, la
a d m i t e ( 1 5) el m ismo metro , y lo que no es un tragedia es superior en estos aspectos , y tam
agregado menor, puede emplear la música y los bién, además de éstos, en su efecto poét ico, des-
104 105
5f
de que ambas formas de poesía deben darnos
no uno o cualquier clase de placer, sino esa clase
especia l de p lacer que hemos mencionado, es
evidente que al a lcanzar el efecto poético mejor
que la épica, la. tragedia ha de ser la forma más
elevada del arte . ( 1 5)
Esto es todo lo que tenía que decir de la t ra
BIBLI O G RAFÍA
gedia y la poesía épica, ya en términos generales
o en relación con sus diversas formas y partes
constitutivas; sobre el número y características Aristóteles , De Poética, Oxford Classícal Texts, Londres, 1 946.
de estas partes , n:;specto al éxito o fracaso de las Aristot le, The Works of, tra d . , Ross, Oxford, 1 95 9 .
dos artes, y los distintos problemas críticos y sus Aristote, Poétique, trad. francesa con texto griego d e J . Hardy,
París 1 979.
soluciones . Aristóteles, Poética, trad. de E. Schlesinger, Bs . Aires, 1 947, 1 950
V 1 963 .
(J1 Aristotle, Horace, Longinus, trad. de T. S. Dorsch, Penguin Book s,
N
o. 1 965 .
CD Aristóteles, El arte poética , trad. de J. Goya y Muniain {texto de
(J1
.¡::,.. 1 798), rei mpreso en Madrid, 1 979 .
1 06
1
l 1 07
l
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-� - --
INDICE
pág.
Capítulo l
Las artes poéticas que se distinguen ( 1 ) por los
medios que emplean . ( 1 447a20) . . . . . . . . . . . . . . . 19
Cap ítulo JI
Cap_ítulo /ll
Capítulo IV
Cap irulo V
Capítulo VI
Definición y análisis según las partes cualitativas 35
1 09
Capítulos V/I-XI pág.
Capítulo XXII1
pág.
La fábula. ( 1 450b20). Debe preservarse la unidad de acción . ( 1 459a l 5) .
89
VII. O rde n a m ie n to y extensión del drama 41
VIIL Unidad de acción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 Capitulo XXIV
IX. El poeta debe pintar lo probable y lo universal . 46
X. Fábulas simples y complejas . . . . . . . . . . . . . . . 50 Puntos de semejanza y de diferencia entre la poe-
X I . La peripecia, el reconocimiento y el sufri- s í a é p ica y la tragedia. ( 1 459b 1 O) . . • . • • • • . • • • • 91
m iento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Capítulo XXV
Capítulo XII (D) Crí ticas pos1bles de una épica o una tragedia;y ��·
( 1 452b 1 5) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Capítulo XXVI
(J1
.¡::,.. emocional de la tragedia. ( 1 453a30) . . ........ .
0..
XIII. El héroe trágico . . . . . . . . . . . . . . .
Bibliografía
......... 55
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 07
CD
. . . . . . . . . . . . . . . .
Capítulo XV
Apéndice sobre la discusión de la fábula.
( 1 454b20).
XVL Las diversas formas del reconocimiento 65
XVII-XVIII. Normas adicionales para la construc
c ión de un drama . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
Capitulo XIX
1 10 111