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“Hemos visto que la teoría del delito es un sistema de filtros o compuertas inteligentes
que sirven para contener las pulsiones del poder punitivo. El juego de las pulsiones de
este y de las contra pulsiones del derecho penal determina una dialéctica, que se reitera
en todos los niveles analíticos”. (Zaffaroni, 2006)
CLASES DE ANTIJURICIDAD.
ELEMENTOS DE LA ANTIJURICIDAD.
Con esta advertencia, podemos conceptuar a la antijuricidad, como toda conducta al orden
jurídico penal. Ahora para juzgar a la conducta contraria al Derecho, se necesita la reunión
de los siguientes elementos:
“El aspecto negativo de la antijuricidad lo constituyen las causas de justificación que son
las razones o circunstancias que el legislador considero para no hacer valida la
antijuricidad de la conducta típica realizada al considerarla ilícita.” (Amuchategui, 2000)
ESTADO DE NECESIDAD
Primeramente debemos partir desde las diferencias esenciales que existen entre la
legítima defensa y el estado de necesidad, según Carrara señalo, la legítima defensa es
una reacción mientras que el estado de necesidad es una simple acción. Otras notables
distinciones son: que en la legítima defensa, el peligro proviene de una injusta agresión,
en el estado de necesidad, el choque de intereses (es aquella situación en la que el juicio
de individuo y la integridad de una acción, tienden a estar incluidos por un interés
secundario) no se origina de un acto ilícito (delito). En el estado de necesidad la
controversia se presenta entre dos bienes legítimos; en la legítima defensa, uno de ellos
es jurídicamente reprochado.
“La legítima defensa también se diferencia del estado de necesidad en que si requiere
proporcionalidad, pues es una agresión antijurídica en la que pone en peligro el bien
jurídico, por lo que todas las preferencias jurídicas van al lado del defensor,
desprotegiendo en cuanto sea necesario el injusto agresor.” (García, 2014 p.450).
Otra diferencia para aclarar es que en el estado de necesidad se acepta la producción del
mal menor, considerando que el límite de la justificación termina con el impedimento del
mal mayor, mientras que en la legítima defensa el objetivo principal es evitar el resultado
de la conducta antijurídica.
Un ejemplo para entender de una manera más fácil estas diferencias es: “Cuando alguien
defiende su propiedad del ataque de un ladrón dentro de los límites legales, concurre
legítima defensa. Cuando una tempestad amenaza con hundir el barco si el capitán no
hecha al mar una parte de la carga, concurre estado de necesidad. Nótese que en el
segundo ejemplo entran en conflicto intereses de personas, ninguna de ellas se enfrentan
al Derecho con una agresión: el dueño del cargamento, por una parte, y los tripulantantes
del navío y su propietario, por otra.” (Mir Puig, 2015 p.458)
Este ejemplo explica los diferentes límites que expresa la ley a la legítima defensa y al
estado de necesidad, mientras que es legítima toda defesa necesaria para evitar la agresión
ilegitima; el estado de necesidad solo justifica cuando el mal causado no es mayor al que
se quiere evitar.
Como pudimos darnos cuenta, esta es una causa de justificación tratada por la doctrina y
establecida en las legislaciones desde épocas bastante antiguas; pero, a diferencia de la
legitima defensa, no siempre ha habido un acuerdo sobre su verdadera naturaleza.
Citaremos ahora el Artículo 32 de nuestro Código Orgánico Integral Penal que dice:
Este art. Quiere decir que existe estado de necesidad, cuando se produce una situación de
peligro actual para los legítimos intereses que solo puede evitarse mediante la lesión de
los de otra persona.
“El estado de necesidad consiste en una situación actual en la que los intereses se
encuentran en peligro y que solo puede evitarse la afectación a estos mediante la lesión
de los de otra persona, esto se marca por la protección de bienes dignos de protección en
pro de un interés social, en lo general el estado de necesidad afectara a bienes no
involucrados, es decir, bienes que no se relacionan con el interés jurídicamente protegido
que está en peligro, sin embargo podría haber excepciones entre distintos intereses
igualmente amenazados, donde es posible preservar tan solo uno del resto.” (García,
20144 p. 452)
Como pudimos darnos cuenta y al igual que toda causa de justificación, la existencia del
estado de necesidad, está sujeto a la comprobación de determinados requisitos, como los
vimos establecidos en nuestro código, en el art. 32, de los que hablaremos a continuación.
Esta exigencia es el punto de partida de esta causa de justificación. Se refiere a que debe
ser real porque de no serlo, se estaría en un caso de estado de necesidad putativo, que
debe ser resuelto exactamente en la misma forma que a defensa putativa. Cuando se habla
que debe ser actual, quiere decir que debe haber una continuidad temporal entre el peligro
y el acto que lo evita, la palabra “actual” usada por el artículo, debe entenderse desde una
perspectiva objetiva ex ante es tan probable que suceda el resultado en ese instante o en
un momento posterior, de forma que las medidas necesarias para la protección del bien
jurídico amenazado deberán tomarse inmediatamente de modo razonable.
Referente a la titularidad del bien jurídico protegido, debemos señalar que el mal que
amenaza puede ser propio o ajeno, lo que explica que el estado de necesidad reacciona
tanto si la lesión se refiere a un bien jurídico de quien realiza esta acción o con relación a
un tercero.
2. Que el resultado del acto de protección no fuere mayor que la lesión o daño
que se quiso evitar.
Este segundo elemento requiere que se atiendan todos los intereses en juego, de manera
que se tenga en cuenta la importancia del bien jurídico lesionado que se quería
salvaguardar, la forma y la gravedad de su lesión, así como su reparabilidad o
irreparabilidad. En la ponderación, la ley no separa bienes, sino males y en la gravedad
del mal no solo influirá el valor del bien jurídico lesionado sino también la forma que se
lesiona. También puede suceder que el bien salvado sea inferior al sacrificado, pero que
el mal que recae sobre este sea inferior al que recae sobre el salvado como por ejemplo,
que alguien amenace la vida de un conductor de un vehículo para que lleve al hospital a
una persona herida muy gravemente. Un ejemplo de este requisito seria: el allanamiento
de morada del ex-cónyuge, creyendo que los hijos menores están en peligro. Debemos
recalcar que no es preciso que se logre la salvación del bien jurídico, mediante el sacrificio
de otro de menor valor. Lo que el COIP exige es que esa sea la finalidad, pues lo que se
justifica es la acción y no el resultado.
En conclusión seguimos abarcando temas referentes a la teoría, del delito, como en este
caso fue la antijuricidad una parte fundamental de este, donde encontramos las distintas
causas de justificación en donde principalmente nos enfocamos en el estado de necesidad.
En nuestra opinión es que el Estado de Necesidad es, siempre, una causa de justificación,
y fundamentos tal afirmación partiendo del criterio, generalmente aceptado, de que, ante
el conflicto de dos bienes jurídicos, es lícito sacrificar el bien menos valioso para salvar
el bien más importante, nos ayuda como estudiantes de derecho, en especial de Derecho
Penal, a saber que involucra un delito para sancionar con una pena y que lo justifica, por
eso es de vital importancia para nuestro estudio.
REFERENCIAS.