Se describen como materiales cristalinos aquellos materiales sólidos cuyos elementos
constitutivos (átomos, iones o moléculas) se repiten de manera ordenada y paralela y cuya distribución en el espacio muestra ciertas relaciones de simetría. Así, la propiedad característica del medio cristalino es ser periódico, es decir, que a lo largo de cualquier dirección de la materia que lo forma se halla a distancias específicas y paralelamente orientadas. Por tanto, el cristal está formado por la repetición monótona de agrupaciones atómicas paralelas entre sí y a distancias repetitivas específicas formando una red cristalina. En esta red existe una porción del espacio cristalino, denominado celda unitaria. Los cristales se forman a partir de disoluciones, fundidos y vapores. Los átomos en estos estados desordenados tienen una disposición al azar, pero al cambiar la temperatura, presión y concentración pueden agruparse en una disposición ordenada característica del estado cristalino. Como ejemplo práctico de cristalización a partir de una disolución, consideraremos el cloruro sódico (sal común) disuelto en agua. Si se deja que el agua evapore, la disolución contiene cada vez más Na+ y Cl por unidad de volumen. Finalmente, se llegará a un punto en el cual la cantidad de agua presente no podrá retener toda la sal en solución y aquella empezará a precipitar. Si se preparan las condiciones de forma tal que la evaporación del agua se realice muy lentamente, los iones de sodio y de cloro, conforme se vayan separando de la solución, se irán agrupando y, gradualmente formarán uno o unos pocos cristales con formas características y a menudo con una orientación común. Si la evaporación es rápida, aparecen muchos centros de cristalización y los cristales resultantes serán pequeños y orientados al azar. Los cristales pueden formarse también a partir de una solución por descenso de la temperatura o de la presión y también a partir de una masa fundida de la misma manera que a partir de una solución. El ejemplo más familiar de cristalización de una fusión es la formación de cristales de hielo cuando el agua se congela. Cuando la temperatura es suficientemente baja, las moléculas de agua que estaban libres para moverse en cualquier dirección ahora se quedan quietas y se disponen mutuamente en un orden definido para formar una masa sólida, cristalina. La formación de rocas ígneas de magmas fundidos, es un proceso que, aunque más complicado, es similar a la congelación del agua.