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MODULO 2

EL ORDEN ECOSISTÉMICO

UNIDAD No 2 FUNCIONAMIENTO DEL ECOSISTEMA

2.2 LAS CADENAS TRÓFICAS

2.2.1 ORIENTACION PEDAGÓGICA


Hemos visto cómo la energía se transforma hasta convertirse en vida. En esta
unidad vamos a seguir las incidencias del flujo energético a través de la
alimentación.

Se entiende que el recurso alimenticio es el combustible que permite la actividad de


los seres vivos; por tanto es la fuente directa de la vida. De este modo tenemos
encerrada la energía en los depósitos del ecosistema.

En esta unidad empezaremos con se presenta una breve descripción de la pirámide


de la vida construida por las cadenas de la alimentación. Muchas son las
consideraciones que al respecto se pueden plantear. Para empezar se proponen los
siguientes interrogantes:

¾ ¿Es la vida es una trama?. La pirámide alimentaria ata las especies en un


sistema complejo como es la alimentación. Esta no es otra cosa que la
transmisión de la energía. Alimentación se llama por el beneficio que recibe
cada organismo y transmisión por la función que ejerce cada especie en el
sistema global. Lo individual está siempre encadenado a lo comunitario.
Ésta, por tanto, es una primera conclusión para pensar. La cultura actual le
concede mucha importancia a lo individual y poco a lo comunitario. Es
necesario aprender de la manera como se construye la vida dentro del
ecosistema. No es posible entender lo individual sin ligarlo a lo colectivo.
Cada nivel de la pirámide vive, al tiempo que trasmite energía. Nadie vive
solamente para si mismo. Eso no es posible dentro del ecosistema. La vida
es una trama.

¾ ¿Se alimenta la vida de la muerte? El segundo aspecto que revoluciona


quizás nuestros conceptos, es la estrecha relación entre vida y muerte. La
vida de unos es la muerte de otros. La muerte no es un fenómeno
individual, como nos ha acostumbrado a verlo la cultura, sino que se trata
de un hecho colectivo.

¾ En dónde está el hombre?. Otro aspecto para reflexionar tiene que ver
con la manera de entender al hombre dentro de las cadenas tróficas. No
hemos hallado al hombre por ninguna parte y de hecho, los ecólogos
tampoco han podido encontrarlo. Hay, por tanto, una serie de preguntas que
nos acercan al problema ambiental y que sería conveniente mantener la
vista sobre el desde ahora.

2.2. 2 TOPICOS DE REFLEXIÓN

Sin duda alguna, a medida que avanza en la comprensión de la cadena alimentaria,


encuentra la necesidad de ocuparse en esclarecer ¿Cómo se fabrica el hombre su
alimentación? Esta es la pregunta básica. De allí surgen otra serie de preguntas,
las cuales es pertinente que vaya considerando a medida que avanza en la lectura
de esta unidad.

Entre ellas tenemos:


¾ ¿Hasta qué punto depende el hombre de la cadena trófica?
¾ ¿Qué significa la agricultura y la domesticación de los animales desde el
punto de vista ecológico?
¾ ¿Puede acaso el hombre respetar las cadenas tróficas?
¾ ¿Qué se entiende por "plagas" y "malezas"?
¾ ¿"Plagas" y "malezas" son términos que pueden aplicarse al ecosistema o se
refieren a la cultura?

2.2.3 CONTENIDO

Las plantas y las algas son un verdadero depósito de energía que van a utilizar las
demás especies. Las plantas verdes y las algas absorben el espectro visible de la
luz solar. Los ecólogos han dado a este primer nivel el nombre de autótrofos que
literalmente significa "los que se alimentan de sí mismos", del griego "auto trofein".

El nombre de autotrófico se les da por el hecho de que las plantas superiores y la


mayor parte de las algas construyen su propio alimento sintetizando elementos
inorgánicos simples, con la ayuda de la energía solar.

Al resto de la pirámide se le ha dado el nombre de heterótrofos, o sea, los que se


alimentan de otros. Los heterótrofos a su vez, se dividen en dos: Fagótrofos, que
quiere decir, los que se alimentan "comiendo". Proviene del griego fagein, que
significa comer y los Saprótrofos, que significa los que se alimentan de la
descomposición. Proviene del griego sapros, que significa podrido.

Vamos a explicar brevemente estos niveles de las escalas tróficas. Los ecólogos
hablan de dos escalas, a saber:

¾ Escala Ascendente: comienza con las plantas verdes y se extiende a través


de los fagótrofos, o sea, los herbívoros y los carnívoros, hasta los grandes
predadores.

¾ Escala Descendente: compuesta fundamentalmente por los saprótrofos o


sea, por todos aquellos organismos que se alimentan de las substancias en
descomposición.

El primer escalón de la pirámide ascendente es el que corresponde a los


autótrofos, o sea, a las plantas verdes y las algas.

Cerca del cincuenta por ciento de la energía solar que cae sobre la superficie de la
tierra, recae sobre las algas y las plantas, pero de esta inmensa cantidad de
energía es muy poca la que las plantas sintetizan y acumulan.

Algunos ecólogos dicen que la fotosíntesis es perezosa, pero esa apreciación quizás
resulta de una comparación falsa con los sistemas tecnológicos. En este nivel, la
energía no necesita una eficiencia mayor. Con esa eficiencia escasa, las plantas
verdes pueden llenar todo el planeta y satisfacer suficientemente a los eslabones
restantes. La energía absorbida por las plantas y las algas es la base de una gran
pirámide. La pirámide es un buen modelo para describir el ecosistema, al menos,
en relación con el flujo de la energía. La alimentación es transmisión de energía y
se realiza de un nivel a otro de la pirámide.

Como la energía se trasmite a través de la alimentación, estos niveles se llaman


escala trófica. Trófico en griego significa lo relacionado con los alimentos. Así, de
peldaño en peldaño, los seres vivos se alimentan de la energía que les transfieren
los organismos situados más abajo de la pirámide y sirven a su vez como alimento
para que los organismos situados más arriba participen en el complejo banquete de
la vida. La energía se va trasmitiendo escala arriba.
¾ Los herbívoros se alimentan de la energía acumulada por las plantas y las
algas a través de la fotosíntesis.
¾ Los diversos niveles de carnívoros a su vez se alimentan de los herbívoros y
al mismo tiempo se superponen, de tal manera que los niveles inferiores
sirven de alimento a los superiores, hasta llegar a la cúpula de la pirámide.
¾ Los herbívoros y los carnívoros reunidos, han recibido como ya anotamos, el
nombre de fagótrofos, o sea, "los que comen".

Cómo dijimos antes, la base de la pirámide, es decir, las plantas verdes y las algas,
son muy poco eficientes en la transformación de la energía. La eficiencia del
sistema va aumentando a medida que se asciende por la pirámide. Las plantas solo
transforman máximo un cinco por ciento de la energía que reciben y de la cantidad
que transforman ellas tienen que utilizar aproximadamente un 25% para su propia
subsistencia.

En esta forma, queda un 75% para el siguiente nivel. Los herbívoros aumentan la
eficiencia aproximadamente en un 10% y los carnívoros pueden llegar a un 25% de
eficiencia en la transformación de la energía. Puede decirse que la eficiencia del
sistema es inversamente proporcional a la cantidad de energía disponible. Si las
plantas son perezosas en la asimilación de la energía, es porque cuentan con
inmenso y continuo flujo de energía solar. En último término "vivir" es un trabajo,
en el sentido físico del término, es decir, es un consumo continuo de energía.

La energía que no se consume queda sintetizada en materia orgánica que sirve


como depósito para que otros organismos la consuman. En esta forma, la flora
sintetiza materia orgánica que sirve de alimento para la fauna. De esta manera la
energía va siendo transmitida a través de la alimentación, de manera cada vez más
eficiente, hasta la cima de la pirámide.

La cúpula no está ocupada por el hombre. Este es el primer mito que es necesario
superar para poder comprender en que consiste el problema ambiental. El hombre
no hace parte de las cadenas tróficas. En la cúpula están situados los grandes
carnívoros que dominan la cumbre del sistema. Por esta razón el hombre los ha
llamado los reyes de la naturaleza. El león y el chita africanos, el puma y el jaguar
americanos, entre los mamíferos terrestres o el águila entre las aves, son algunos
ejemplos de estos reyes del sistema vivo.

La comparación con los reyes es ambigua. La naturaleza no es una monarquía, es


un sistema de gran complejidad y equilibrio dinámico. Los grandes predadores
tienen su función en la regulación de la energía. No son simples parásitos del
trabajo acumulado por los demás. Están articulados al sistema, como un escalón
más, sin mayores privilegios. A través de la predación regulan las poblaciones de
los niveles inferiores y a su vez, transmiten la energía a los organismos situados en
la escala descendente. Hay que tener en cuenta que el número de organismos y el
peso de los mismos que pueden ser sustentados en un nivel de la pirámide
depende, no tanto de la cantidad de energía presente en un momento dado, sino de
la velocidad con que se produce la materia orgánica.

Recordemos que la productividad depende de la velocidad más que de la cantidad.


La velocidad de producción suele ser mayor mientras más pequeños sean los
organismos. En los grandes predadores concluye la escala ascendente de la
alimentación.

Pero, allí no acaba la fiesta de la vida. Escala abajo, la vida empieza a alimentarse
de la muerte. La escala descendente está ocupada por los que viven de la
descomposición de la materia. Los ecólogos han dado el nombre de saprótrofos.
También se les llama los "consumidores de detritus", o sea de desperdicios.

Los organismos que empiezan a descomponerse a lo largo de toda la pirámide,


sirven a su vez para transmitir la energía a otras especies que en esta forma entran
a participar del banquete de la vida.

Primero, las especies carroñeras, esos animales poco apreciados por la cultura,
como los buitres, los gallinazos o las hienas. El trabajo de estos "recicladores" es
fundamental. Ellos impiden que la putrefacción se acumule, lo que haría imposible
la continuidad de la vida. En esta forma los complejos sistemas orgánicos se van
reduciendo de nuevo a cadenas químicas más o menos sencillas, pero que pueden
ser favorables o desfavorables para la vida.

El nitrógeno acumulado en el protoplasma se convierte en óxidos o ácidos que


pueden ser fatales para el sistema. Es allí en donde entra otro de los mecanismos
inventados por la vida y que estudiaremos en el capítulo siguiente.

Podemos mencionar por vía de ejemplo, algunas de las divisiones del ejército de
organismos que se encargan de descomponer los residuos vegetales
¾ En primer lugar entran los mohos, los hongos y las bacterias no formadoras
de esporas. Estas especies se encargan de la primera faena que consiste en
descomponer las substancias orgánicas más blandas, como los aminoácidos
y las proteínas más simples.

¾ Luego entra el ejército más vigoroso de los mixobacterias. Estos atacan las
substancias endurecidas de la celulosa para dar paso a los actinomicetos,
encargados de construir el humus con todas las substancias disueltas.

¾ Podemos observar la manera como se recuperan los nutrientes en la cadena


de detritus en una comunidad de manglares. Los manglares son las
asociaciones vegetales que crecen a la orilla del agua, elevados sobre
gigantescos zancos, se han adaptado a las condiciones de salinidad.

¾ Las hojas del mangle caen al agua y son dispersadas por la corriente y
consumidas por los devoradores de detritus, o sea por los hongos, las
bacterias y los protozoos.

¾ Estos, a su vez, sirven de alimento a los moluscos, cangrejos y nemátodos,


los cuales son devorados por los pequeños peces que sirven de presa a los
grandes predadores acuáticos y a las aves marinas.

Vista desde esta perspectiva, la vida individual parece ser un simple accidente,
que cumple con la función de reconstruir continuamente la pirámide de la vida.

Las especies se reproducen solamente en la medida que permite el sistema


global y mueren en la proporción necesaria para permitirle a cada especie
cumplir su función. Este retorno de los elementos a sus características más
simples, que llamamos muerte, es solo la continuación del ritmo de la vida. La
muerte de unos es necesariamente la vida de otros. Sin muerte es imposible la
vida.

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