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INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo expondremos cómo es y cómo se organiza el sistema


educativo en Japón, así como otras cuestiones relacionadas con ello.

Para ello debemos de situarnos en el país, Japón es un archipiélago compuesto


por islas y El país está ubicado al noreste de China y de Taiwán (separado por el
mar de China Oriental), levemente al este de Corea (separado por el mar del Japón)
y al sur de Siberia, Rusia.

En él habitan, según el último censo realizado en 2013, 127.341.000 de personas y


su densidad de población es de 337 habitantes por Km2, que, a comparación con
España que tiene 46.512.199 habitantes es mucho más alta ya que España tiene
una densidad de población de 92 habitantes por Km2.

Tras esta breve comparación de población podemos deducir que Japón, al ser un
país con tanta población, debe de ser un país muy competitivo, por lo que si es
competitivo, va a influir en la educación de los jóvenes desde sus inicios. La cultura
japonesa suelen superponer las expectativas, metas y objetivos de la sociedad
misma antes que los de los individuos. La escolarización también pone énfasis en
la diligencia, la auto-crítica y la buena organización en los hábitos de estudio de los
estudiantes. Existe una creencia generalizada de que la perseverancia y el trabajo
duro llevarán al éxito en la vida. La mayoría de las escuelas públicas están evocadas
parcial o totalmente a la enseñanza de valores morales, actitudes y en el desarrollo
de la personalidad-carácter, con la esperanza de formar a una sociedad tanto en
valores como en educación que cumplan con las expectativas de los valores
tradicionales japoneses y acaben con el analfabetismo.

Al mismo tiempo, las proezas de la educación de la sociedad nipona están muy por
encima de los estándares internacionales. Los estudiantes japoneses
constantemente están superando y aumentando posiciones en los rankings
mundiales, y se encuentran cercanos a los primeros puestos en la mayoría de los
exámenes matemáticos en los que participan. El sistema educacional nipón se
caracteriza por una fuerte matriculación de alumnos y de su continuidad a lo largo
del mismo.

Con ello, podemos deducir que a pesar de ser un sistema educativo cuya estructura
es adoptada del sistema educativo estadounidense y muy parecido al nuestro, la
sociedad influye de una manera crucial en la educación de sus jóvenes.
CAPITULO I

1.1. BREVE HISTORIA DEL SISTEMA EDUCATIVO JAPONÉS

El origen del sistema escolar japonés, debemos remontarlo al comienzo de nuestra


era, fruto de la influencia que culturas como la china o la coreana ejercieron sobre
el territorio nipón. Estos primeros lugares de escolarización que nacieron alrededor
del siglo IV dC, tenían como objetivo principal la enseñanza de la lengua y escritura
china y de las dos religiones por excelencia, la confucianista y la budista (García
Garrido 2005: 441.).

En el siglo X, se introducía en Japón el uso de la escritura kana, que suponía la


adopción, basándose siempre en los caracteres chinos, de un sistema de escritura
propio. En estos siglos, en el Japón de la era Heian (794-1192 dC), se asistió a un
renacimiento cultural que llevó a la fundación de la primera Universidad, que
enseñaba matemáticas, derecho, ética y literatura china, además se produjo un
florecimiento de las artes plásticas y literarias, considerándose muy importante la
maestría de los aristócratas en poesía, música y danza, caligrafía, etc.

Las escuelas budistas impartían enseñanzas tanto a los monjes como a los laicos;
de hecho, a lo largo del siglo IX en las escuelas la educación estaba exenta de la
división de las clases y a la que cualquiera, independientemente de su origen, podía
acceder.

Cuando finalizó este periodo se produjo una conflictiva época feudal, en la que
primarían las luchas entre clanes. Esta etapa favorecería que la recién
institucionalizada educación, dirigida a la nobleza palaciega y centrada en las artes,
fuera sustituida por una enseñanza de tipo eminentemente militar dirigida a los
samuráis, donde se superponía la instrucción marcial a la formación intelectual, pero
siempre desde un punto de vista muy práctico, ya que se combinaba el arte de la
guerra con la alfabetización y una especial preocupación por la tarea administrativa.
(García Garrido 2005: 441.).

Hasta el siglo XVI, en cuestión educativa, Japón había ido sobreviviendo gracias,
en primer lugar, a la instrucción en casa, y en segundo lugar, a la creación de
escuelas budistas de carácter privado. Pero a partir del siglo XVI, en Japón se
producirá una oleada de misioneros cristianos, entre ellos españoles, que van a dar
pie a la creación de instituciones de índole católica, mientras que Japón, había
descuidado los sistemas de enseñanza, relegándolos a un segundo plano en el
contexto guerrero. De repente todo esto, llevó al país a idear iniciativas que
reforzaran la formación intelectual propia contra la ajena.

Se iniciaba, entonces, en el siglo XVII, el período basado en la política del “país


cerrado”, correspondería al Periodo Edo, en el que el país se emergería en una
profundo aislamiento cultural, educativo y económico más de doscientos cincuenta
años hasta mediados del siglo XIX. (Beasley 1995: 45). En esta etapa habían
varios tipos de escuelas: Escuelas de Samuráis (formación intelectual y
administrativa); Escuelas feudales confucianas; escuelas de carácter privado;
escuelas de la burguesía; terakoyas budistas; escuelas privadas para mujeres; y la
que primaba era la Educación militar, lecto-escritura. “Obediencia, disciplina,
fidelidad, antiindividualismo” El plan de estudios se centraba en la preparación moral
y literaria, junto con enseñanzas más precisas como la lengua extranjera o las
matemáticas, y el principal método de enseñanza era a través de la repetición y la
memorización, algo que no ha cambiado demasiado en la actualidad.

El Periodo Edo terminó en 1868 con el definitivo derrocamiento de los Tokugawa (la
familia emperadora) y la sustitución de un oscuro período Edo por un deslumbrante
período Meiji, o “era de la Restauración.

Durante la era Meiji, se estableció el Ministerio de Educación basado en los


sistemas de educación occidentales. Ahora la educación fue un asunto de alta
prioridad para el gobierno, cuando el liderazgo del joven gobierno Meiji se percató
de la necesidad de una educación pública universal en pos de un Japón moderno y
occidentalizado. (Misiones extranjeras como la Misión Iwakura, fueron una medida
para estudiar los sistemas educacionales de los países líderes de occidente). Se
produjo el establecimiento de primaria, secundaria y universidad. Con un currículo
amplio (lecto-escritura, aritmética, ciencias naturales, ciencias sociales, tecnología,
etc), escuelas vocacionales, de mujeres…
A pesar de la occidentalización del sistema educacional, el gobierno mantenía un
firme control para que se enseñaran los valores tradicionales de búsqueda del
aprendizaje y moral en los estudiantes. Asimismo, y siguiendo una política
militarizada y patriota, se pretendía inculcar una lealtad absoluta hacia el
Emperador.

Esta tendencia de nacionalismo en la educación continuó hasta el fin de la Segunda


Guerra Mundial en 1945, cuando Japón se rindió incondicionalmente a las fuerzas
aliadas. Fue entonces que las autoridades de ocupación de los Estados Unidos de
América abolieron el viejo sistema educacional, para sentar las bases del actual
sistema educativo japonés.

1.2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA EDUCACIÓN EN JAPÓN

En un momento, el sistema educativo japonés fue elogiado por haber sostenido el


elevado crecimiento económico del Japón. Y para explicar la razón por la cual se
creó esta clase de sistema quisiera mencionarles la existencia de las dos "C"
(control y competitividad) y las dos "E" (eficiencia y equidad).

 Control
El Ministerio de Educación del Japón planteó cómo debe de ser la
infraestructura, el número de educadores, la dimensión del aula y el
currículum con el que deben operar las escuelas, además de controlar y
supervisar a todas las instituciones educativas de cada región para que
puedan alcanzar dichos objetivos.
Gracias a esta política es que se pudo llevar a cabo una educación uniforme
a nivel nacional, lográndose elevar o en todo caso mantener el nivel
educativo en todo el país.
 Competitividad
La competitividad entre las prefecturas contribuyó a elevar el nivel e
incrementar las instalaciones de las instituciones educativas. Asimismo, el
privilegio que se obtiene en base a los exámenes de ingreso y el ingreso en
sí a las escuelas basados estrictamente en la capacidad, incitan la
competencia en las personas, incrementando el número de postulantes y
manteniendo el elevado nivel académico.
 Eficiencia
El Ministerio de Educación del Japón distribuye su limitado presupuesto con
inclinación a la formación de recursos humanos que sean importantes,
estratégicamente hablando, para promover la modernización y la
industrialización. De hecho, fueron en su mayoría los alumnos de las
universidades nacionales que estudiaron química, ingeniería, agronomía y
medicina. Esta clase de política hizo posible la formación efectiva de recursos
humanos que sostuvieron el elevado crecimiento económico de la posguerra.
 Equidad
Las personas sobresalientes de las diversas clases sociales pueden realizar
sus estudios superiores, debido a que las instituciones educativas han venido
realizando un proceso de selección basado estrictamente en la capacidad
académica de las personas, sin importar las clases sociales ni el nivel de
renta. Asimismo, tal como el caso de la Universidad de Kyoto que es
conocido por su elevado nivel por ser entre otras razones la que ha tenido
más galardonados al Premio Nobel y que hace 20 años la educación de
cuatro años no era superior a los 5,000 dólares, las universidades nacionales
durante un largo tiempo han venido liderando la educación superior al
mantener una oportunidad equitativa de estudio a una amplia gama de
estudiantes por la ligera carga financiera que éstas implican.

1.3. Logros educativos

La cultura japonesa (y sus tradiciones) suelen superponer las expectativas, metas


y objetivos de la sociedad misma antes que los de los individuos. La escolarización
también pone énfasis en la diligencia, la auto-crítica y la buena organización en los
hábitos de estudio de los estudiantes. Existe una creencia generalizada de que la
perseverancia y el trabajo duro llevarán al éxito en la vida. La mayoría de las
escuelas públicas están evocadas parcial o totalmente a la enseñanza de valores
morales, actitudes y en el desarrollo de la personalidad-carácter, con la esperanza
de formar a una sociedad tanto en valores como en educación que cumplan con las
expectativas de los valores tradicionales japoneses y acaben con el analfabetismo.

Al mismo tiempo, las proezas de la educación de la sociedad nipona están muy por
encima de los estándares internacionales.

Los estudiantes japoneses constantemente están superando y aumentando


posiciones en los rankings mundiales, y se encuentran cercanos a los primeros
puestos en la mayoría de los exámenes matemáticos en los que participan.

El sistema educacional nipón se caracteriza por una fuerte matriculación de alumnos


y de su continuidad a lo largo del mismo.

Un examen inicial, especialmente durante el nivel universitario, obliga a los


estudiantes a contar con mayores conocimientos que antes para poder superarlos.

La estructura educacional japonesa no solo consta exclusivamente con colegios de


tipo público financiados por el gobierno, la educación privada también forma una
parte importante de este sistema, y no deben ser tomadas a menos, ya que las
universidades privadas (que cuentan con un nivel de exigencia académico menor)
agrupa a la mayoría de estudiantes de este nivel educativo.

Una gran parte de los niños empiezan su educación asistiendo a jardines pre-
escolares, a pesar de que éstos no son parte del sistema educativo oficial.

Este sistema, por su parte, provee una educación de alto nivel académico, además
de gratuita a los niños de entre 6 a 15 años.

Las escuelas de nivel secundario, que agrupan a estudiantes desde los 15 a los 18
años, suelen contar con el 94% de los estudiantes que completaron previamente el
nivel primario, a pesar de no ser este nivel obligatorio.

Tradicionalmente Japón supo contar con un sistema educativo de alto nivel y


rendimiento, acorde a sus estándares sociales, los cuales impulsaron a este sistema
a proporcionar una alta exigencia a sus alumnos, pero también a lograr que éstos
salieran adelante con gran éxito. En la actualidad, la situación ha cambiado, ahora
las escuelas, universidades y otros centros educativos (tanto públicos como
privados) compiten por atraer a los jóvenes (que debido a la escasa tasa de
natalidad del país escasean), teniendo que bajar, para lograr sus objetivos y seguir
funcionando, las exigencias y los niveles de sus exámenes de ingreso.

Las aulas se encuentran vacías si se compara al número de estudiantes con la


capacidad que éstas tienen. En los centros de educación públicos, escuelas que
fueron construidas para albergar a 1.000 estudiantes, algunas veces no llegan a
tener ni un tercio de ese número. Desafortunadamente, esto no se compara a los
tamaños de las aulas, las cuales suelen acomodar normalmente a entre 35 a 45
estudiantes cada una.

 Alto aprecio por la educación y la continuidad de los estudios.


 Sistema de educación público sin precedentes.
 Nivel educativo muy por encima de todos los estándares internacionales.
 Producción de una fuerza laboral industrial que lo convirtió en potencia
mundial.
 Obtención de premios Nobel cada año en el área de Ciencias.
 Aspiración a convertirse en el líder mundial de tecnología y ciencia.

1.4. ESTRUCTURA DEL SISTEMA EDUCATIVO JAPONÉS

La estructura educacional japonesa no solo consta exclusivamente con colegios de


tipo público financiados por el gobierno, la educación privada también forma una
parte importante de este sistema, y no deben ser tomadas a menos, ya que las
universidades privadas (que cuentan con un nivel de exigencia académico menor)
agrupa a la mayoría de estudiantes de este nivel educativo.

Una gran parte de los niños empiezan su educación asistiendo a jardines pre-
escolares, a pesar de que éstos no son parte del sistema educativo oficial. Este
sistema, por su parte, provee una educación de alto nivel académico, además de
gratuita a los niños de entre 6 a 15 años.

Las escuelas de nivel secundario, que agrupan a estudiantes desde los 15 a los 18
años, suelen contar con el 94% de los estudiantes que completaron previamente el
nivel primario, a pesar de no ser este nivel obligatorio. Cerca de un tercio de todos
los graduados en el sistema educativo secundario japonés entran al nivel terciario,
para obtener algún título universitario, o bien a otras instituciones para
complementar su educación.

A continuación expondremos de forma más detallada cada una de las etapas


educativas del sistema educativo japonés.

1.4.1. Educación infantil.

La educación previa a la escuela primaria corre a cargo de los jardines de infancia


(yochien) y las guarderías infantiles (hoikuen).

 Jardines de infancia:

Es la primera institución educacional a la que concurren los niños. Cualquier niño


desde los 3 años, y hasta antes del ingreso a la escuela primaria (5 años), puede
recibir educación básica común en cualquier parte de Japón.

Hay jardines nacionales, municipales y privados, administrados por el Estado, los


municipios y los centros educativos con personalidad jurídica. Algunos municipios
conceden subvenciones a los niños asistentes a los centros preescolares privados.

A diferencia de la escuela, que se basa en los libros, la educación en el jardín de


infancia se basa en el juego. En el jardín de infancia los niños aprenden muchas
cosas; cómo tener una buena relación con los demás, ampliar el vocabulario,
aprende a leer, a escribir correctamente, aprender hiragana, katakana, (los dos
silabarios empleados en la escritura japonesa). También realizan caligrafía, origami,
hacen ejercicio, exploran la naturaleza, la enseñanza preescolar del jardín de
infancia se basa en aprender jugando.

Decimos juego, pero en realidad es el programa educativo que planean de


antemano los educadores, y que proveen las experiencias necesarias para el
crecimiento de los niños.
 Las guarderías infantiles:

Existen guarderías que acogen a recién nacidos y niños de corta edad cuyos padres
no pueden cuidarlos de día. Pueden ser públicas y privadas aceptan niños desde
menos de un año hasta de cinco; sus programas para niños de tres a cinco años
son iguales a los de los jardines de infancia.

Las razones para el ingreso a la guardería de los niños en edad preescolar, la


mayoría son como dijimos que no pueden ser cuidados directamente por sus
familiares u otras personas; debido a que los padres trabajen fuera de casa todo el
día por lo cual les sea imposible el cuidado del niño, por razones de enfermedad,
dificultades físicas o mentales los padres no puedan cuidarlos, que en el seno
familiar haya un enfermo o persona con discapacidad, la cual necesite todo el
cuidado de la persona que debe cuidar al niño, como también sería imposible el
cuidado del niño debido a desastres naturales (terremotos, daños causados por
vientos o inundaciones).

Los jardines de infancia se estructuran por cursos (gakunen), en total hay 3 cursos,
uno para niños de 3 años, otro para niños de 4 años y otro para niños de 5 años.

Cada clase tiene un maestro (sensei) o tutor (llamado tannin), cuidan a un ratio de
no más de 35 alumnos por clase. A parte en el jardín de infancia se encuentra el
director (enchoo sensei), personal administrativo y otros.

Aproximadamente el 60% de todos los jardines de infancia funcionan de manera


privada. La asistencia combinada de niños de cinco años a jardines de infancia y
guarderías infantiles supera el 95%. El enfoque educativo en los jardines de infancia
varía considerablemente, desde ambientes relajados que dan prioridad al juego y
suministran poca instrucción convencional, hasta ambientes muy estructurados que
se centran en la formación mental.

Las clases son de lunes a viernes de 8:00 a 15:30, los niños comen en el aula los
alimentos dados por sus padres.
1.4.2. Educación primaria

La educación primaria es de carácter obligatorio y gratuito. Todo niño desde la edad


de 6 años debe concurrir a la escuela elemental, para cursar en ella los 6 años de
educación primaria.

Las aulas japonesas están caracterizadas por ser grandes y tener capacidad de
acoger un amplio número de estudiantes. Dentro de cada clase, los estudiantes se
organizan en grupos en función de sus capacidades llamados han. Estos grupos de
4-6 alumnos trabajan en forma de unidades cooperativas que asumen las distintas
tareas y actividades que propone el maestro.

Una parte importante de la gestión del aula son los monitores. Cada dos días, un
grupo diferente de estudiantes es el encargado de poner orden en la clase, así como
de ayudar al en tareas administrativas y fomentar la disciplina en el aula. De esta
forma, a través de la existencia de han y monitores, los maestros delegan una gran
responsabilidad en la gestión del aula y la disciplina a los propios estudiantes, de
tal manera que todos los estudiantes tienen la oportunidad de obtener experiencia
en liderazgo y desarrollar la comprensión de primera mano de la importancia de la
cooperación y el esfuerzo mutuo en la consecución de un aula que funciona sin
problemas.

Los maestros japoneses raramente reprenden niños individuales. En su lugar,


prefieren guiar la clase de tal manera que los estudiantes asumen la responsabilidad
de corregir la conducta del otro. En lugar de llamar a un niño desatendido por su
nombre, el profesor normalmente comenta que un niño del grupo aún no está listo
y permitiendo que el resto de compañero del grupo animen al niño a tomar o
completar las medidas necesarias. Por eso, vemos que en las escuelas japonesas
es fundamental la "orientación a los estudiantes”, cuyo proceso se hace evidente
durante la instrucción en el aula y también en las reuniones diarias de la mañana y
de la tarde de clase, eventos escolares y ceremonias, y visitas periódicas de los
maestros a los hogares de los estudiantes.
Todas las escuelas primarias tienen los gobiernos estudiantiles activos integrados
por representantes de cada clase. La participación en el gobierno estudiantil
también proporciona experiencia en la representación de los compañeros, en la
toma de decisiones y responsabilidades en grupo.

Las aulas japonesas están caracterizadas por su orden y limpieza. Esto facilita que
los niños estén más atentos y que las transiciones entre actividades sean más
rápidas y precisas. Es importante señalar que este alto nivel de organización y la
disciplina no se logra sin un fuerte ejercicio directo de la autoridad por parte del
profesor, quien busca proporcionar una amplia formación en las rutinas educativas
del niño desde el primer día de la carrera escolar. Con el paso del tiempo, estas
rutinas permiten que los estudiantes se vean a sí mismos como responsables de su
propio comportamiento.

 El calendario escolar en Educación Primaria

El calendario académico comienza en abril y termina en marzo. El calendario se


basa en el sistema de cinco días por semana, y las clases se imparten en un
estándar de 35 semanas al año (34 semanas en el caso de los alumnos de primer
grado).

Unas vacaciones de invierno que tienen una duración de dos semanas a partir de
finales de diciembre hasta principios de enero, y dos semanas de vacaciones de
primavera que comienzan a finales de marzo y terminan a principios de abril.

El año escolar japonés ofrece numerosas oportunidades para todo el alumnado a


participar en eventos y ceremonias especiales. Estos son cuidadosamente
planeadas y altamente organizadas. Son gestionados principalmente por el consejo
estudiantil y representantes de aula, con la guía de los maestros y la tradición de la
escuela. A través de estas actividades, los estudiantes trabajan juntos y desarrollan
la clase y la identidad de la escuela identidad.

En mayo, se realiza un viaje para visitar algún parque o un monumento cultural o


incluso un viaje de campo durante la noche para todos los estudiantes de un
determinado nivel de grado cuyo objetivo es ampliar los conocimientos sobre la
naturaleza y el mundo que les rodea.

Durante las vacaciones de verano, que constituyen un periodo de 40 días a partir


de finales de julio hasta a principios de septiembre, los maestros toman sus propias
vacaciones, pero con frecuencia llegan a la escuela para participar en la educación
y supervisar las actividades del club de los estudiantes. Además, los clubes
deportivos estudiantiles continúan reuniéndose, y la piscina puede estar abierta
para los estudiantes. La escuela también ofrece un amplio conjunto de normas y
recomendaciones a las familias acerca del comportamiento de los estudiantes, el
estudio diario, y los horarios de juego durante las vacaciones, lo que favorece la
continuidad en la autodisciplina y otros hábitos personales deseables.

El otoño en la escuela japonesa está estrechamente asociado con festivales


deportivos escolares. Los niños esperan ansiosamente el día anual de Deportes de
su escuela. En el día del evento, se invita a los padres para que vea cómo los
alumnos compiten en carreras y otros eventos de pista y campo. Los objetivos del
Día del Deporte son la construcción de clase y la solidaridad de la escuela-

La Fiesta de la Cultura a finales del otoño o la primavera es otro punto alto. En esa
ocasión, cada clase ensaya parodias y todos los clubes muestran ejemplos de sus
actividades. Cada niño participa en una o más de estas actividades.

A partir de finales de diciembre has principios de enero los niños japoneses disfrutan
de las vacaciones de invierno que tienen una duración de dos semanas. El año
escolar termina en marzo con una graduación formal o ceremonia de fin de año
seguida de las vacaciones de que terminan a principios de abril de nuevo con “la
vuelta al cole”.

 Currículo: Asignaturas

Los contenidos curriculares y la secuencia de instrucciones para cada nivel materia


y grado se especifican en considerable detalle por Monbusho. Los libros de texto
están escritos y publicados por editoriales comerciales, aunque el contenido se
ajusta fielmente a las pautas de Monbusho. Después de una cuidadosa revisión
para asegurar la conformidad con los cursos de estudio prescritos, el Ministerio de
Educación aprueba los libros de texto para su uso en las escuelas primarias. Estos
son comprados por el gobierno de los editores comerciales y distribuidos de forma
gratuita a los niños en las escuelas públicas y privadas. Los libros se convierten en
propiedad personal de los estudiantes.

 En la escuela primaria japonesa se imparten las siguientes asignaturas.

 Japonés: pretende desarrollar en los alumnos la capacidad de expresarse


correctamente y comprender el idioma japonés, para aumentar la capacidad
de comunicarse, desarrollar la capacidad de pensar e imaginar y tener un
sentido de la lengua, para profundizar el interés por la lengua japonesa con
precisión, y desarrollar una actitud de respeto a la lengua japonesa.
 Estudios Sociales: para facilitar la comprensión de los alumnos en la vida
social; nutrir una comprensión y afecto hacia nuestra tierra y de la historia y
fomentar la capacidad fundamental como un miembro responsable de la
comunidad que es capaz de formar una sociedad pacífica y democrática.
 Aritmética: a través de las actividades matemáticas, para ayudar a que los
alumnos adquieran los conocimientos y habilidades básicas y fundamentales
en relación con los números, cantidades y figuras geométricas para fomentar
su capacidad de pensar y expresar en asuntos de la vida cotidiana; para
ayudar a los alumnos a encontrar placer en las actividades matemáticas y
apreciar el valor de los enfoques matemáticos y fomentar una actitud de
hacer de buen grado el uso de la aritmética en su vida cotidiana, así como
en su aprendizaje.
 Ciencia: para que los alumnos se familiaricen con la naturaleza y realizar
observaciones y experimentos, así como a desarrollar sus habilidades de
resolución de problemas; al mismo tiempo, desarrollar una comprensión
realista de los fenómenos naturales, y favorecer las perspectivas científicas.
 Estudios Ambientales: para ayudar a los alumnos a que se interesen en las
relaciones entre ellos, la sociedad y la naturaleza a través de actividades y
experiencias concretas; ayudarles a adquirir hábitos básicos y habilidades
esenciales para la vida y desarrollo de las bases para la independencia.
 Música: para animar a los alumnos a cultivar sus sentimientos y habilidades
fundamentales para las actividades musicales, así como el amor y la
sensibilidad hacia la música a través de la creación musical y apreciativa.
 Artes y Manualidades: para que los niños, por medio de actividades que
impliquen la expresión y apreciación, saboreen la alegría de crear, mientras
que se divierten jugando. Al mismo tiempo, fomentan las habilidades
fundamentales que subyacen en las actividades creativas que toman la forma
de conformación y moldeo.
 Economía Doméstica: para que los alumnos adquieran conocimientos y
habilidades necesarias para la vida diaria, fundamental a través de prácticas
y actividades prácticas relacionadas con la alimentación, el vestido y la
vivienda; para fomentar un sentido de apreciar la vida familiar y desarrollar
una actitud positiva hacia una mejor vida familiar.
 Educación física: para ayudar a los alumnos a mejorar su experiencia en la
ejercicio físico, a través de una comprensión de la salud y la seguridad, y
teniendo en cuenta los aspectos físicos y mentales en las cualidades básicas,
así como a desarrollar las habilidades para participar en la actividad física
agradable durante toda su vida, mantener y mejorar su salud y estado físico
y cultivar una actitud adecuada hacia una vida agradable y feliz.
 Educación Moral: para nutrir la moral en la mentalidad de los alumnos, el
juicio, la disposición a la práctica, y el comportamiento.
Las clases deben estar en la base de los propósitos de la educación moral
para conectar estrechamente lecciones morales a través de cada asignatura
e integrar estas lecciones a través de una buena instrucción constructiva, así
como profundizar su conciencia sobre los valores morales e ideas sobre
cómo se debe vivir.
 Actividades especiales: permiten a los alumnos pensar en su propia forma
de ver la vida, a través de estudios de corte y de investigación, y fomentar
las cualidades necesarias para encontrar sus propias tareas, aprender y
pensar por su cuenta y así poder tomar decisiones proactivas para resolver
mejor los problemas. Al mismo tiempo, adquieren los hábitos de estudio,
pensamiento y compromiso con las actividades de investigación de
resolución de problemas de forma proactiva, creativa y cooperativa.
 Idioma Extranjero: actividades para construir la base de la capacidad de
comunicación de los alumnos a través de las lenguas extranjeras, mientras
que profundizan en su comprensión sobre las lenguas y culturas a través de
experiencias reales y fomentan una actitud positiva hacia la comunicación,
familiarizándose con los sonidos y las expresiones básicas de lenguas
extranjeras.
 Metodología usada en Educación Primaria

A grandes rasgos, hemos podido observar que la escuela japonesa está


caracterizada contar con diversas cualidades. Éstas pueden resumirse en los
siguientes términos: disciplina, responsabilidad, cooperación, instrucción, orden,
organización, formación… Todo ello es el producto de una metodología de trabajo
que se aplica en las aulas japonesas y que asegura el éxito de sus alumnos. Por
tanto, ¿cuál es la forma de impartir clase? ¿en qué se basa el Sistema Educativo
Japonés para obtener estos resultados?

Principalmente, los niños japoneses aprenden jugando, con música y muchos


juegos didácticos que les predisponen de una manera diferente frente a las
asignaturas como tales, además de estimularles a perder la timidez y ser más
abiertos y seguros de sí mismos. En cualquier caso, prima la motivación y la
participación en clase para conseguir un clima integrador y acogedor en el aula.
Detrás de todo esto, se esconde un proceso disciplinario y de instrucción educativa
que tiene como fin mejorar la formación y el futuro de estos niños:

 Metodología de las 5 s

La metodología de las 5 s se denomina así porque forma las primeras letras de los
nombres de cada uno de sus intapas, las letras que comienzan con s en el idioma
japonés. Se inició en Toyota en los años 60 con el objetivo de lograr lugares de
trabajo mejor organizados, más ordenados y más limpios de forma permanente,
para conseguir una mejor productividad y un mejor entorno laborar. Estas cinco
etapas son: seiri (arreglar), seiton (ordenar), seis¬o (limpiar), seiketsu (mantener),
shitsuke (disciplina).

 Seiri (arreglar): consiste en identificar los elementos que son necesarios en


el área de trabajo y desprenderse de los artículos innecesarios. El objetivo
particular de esta etapa es aprovechar lugares de trabajo. Sus principales
pasos son identificar todos los artículos innecesarios, eliminar todo aquello
que no se utiliza y encontrar un lugar de almacenamiento diferente para las
cosas de uso poco frecuente.
 Siton (ordenar): consiste en establecer el modo en que se debe ubicar e
identificar los materiales necesario de manera que sea fácil y rápido
encontrarlos, utilizarlos y repararlos. Se pueden usar métodos de gestión
visual para facilitar el orden, identificando los elementos y lugares del área.
El lema de esta fase es un lugar a cada cosa y cada cosa en su lugar
 Seisou (limpiar): una vez arreglado el espacio de trabajo es mucho más fácil
limpiarlo. Esta fase consiste en identificar y eliminar las fuentes de suciedad
y en realizar las acciones necesarias para que no vuelvan a suceder,
asegurándose de que todos los medios e instrumentos de trabajo se
encuentran en perfecto estado operativo.
 Seiketsu (mantener): consiste en detectar situaciones anómalas mediante
normas sencillas y visibles para todos. Nos permite mantener los logros
alcanzados con la aplicación de las tres primeras fases. Esta fase nos habla
de la estandarización de los procedimientos del área de trabajo.
 Shitsuke (disciplina): significa convertir en hábito el empleo y utilización de
los juegos establecidos y estandarizados para la limpieza en el lugar de
trabajo. En esta fase se establece un control riguroso de la aplicación del
método. Tras realizar ese control compararemos los resultados obtenidos
con los estándares y los objetivos establecidos. Se documentarás las
conclusiones y si es necesario se modifican los procesos.
En definitiva, esta metodología pretende mejorar las condiciones de trabajo,
aumentar la calidad de la producción y generar una cultura organizacional
educativa.
1.5. Educación secundaria

La educación secundaria en Japón se divide en:

1.5.1. Educación media básica

Comprende desde el séptimo grado al noveno grado. Las edades generalmente van
de los trece a quince años, con un mayor enfoque en los estudios académicos. Si
bien es posible dejar el sistema educativo formal al finalizar la secundaria básica
para buscar empleo, menos del 4% lo suelen hacer.

La asistencia es obligatoria durante los tres años de escuela secundaria elemental.


Más del 90 por ciento de las escuelas secundarias elementales son instituciones
públicas mixtas. Cada año los estudiantes son asignados a un aula con un máximo
de 40 alumnos (la media en 2010 era de 29,4), con los que comparten las clases.
En su mayoría son clases no segregadas en función de la capacidad de los
alumnos, pero algunas escuelas han puesto en marcha un sistema de aulas
separadas para clases de matemáticas e inglés.

El programa de estudios normal incluye las siguientes asignaturas obligatorias:


lengua japonesa, ciencias sociales, matemáticas, ciencias, una lengua extranjera
optativa (casi siempre inglés), música, bellas artes, educación física y para la salud,
y artes industriales o trabajo del hogar. Son obligatorias también las actividades
extraescolares, un curso de educación moral y un programa de estudios integrados.

Al igual que la mayoría de las escuelas primarias, muchas secundarias básicas en


los años ochenta eran públicas y financiadas por el gobierno, mientras que el 5%
eran privadas. En 1988 las instituciones privadas costaban ¥ 558 592 por
estudiante, alrededor de cuatro veces más que los ¥ 130 828 que el Ministerio de
educación japonés estima que cuesta la educación de estudiantes en secundarias
públicas.
1.5.2. Bachillerato o preparatoria

Comprende desde el décimo grado al duodécimo grado. La asistencia a la escuela


secundaria superior es voluntaria. En 2010, el 98% de los graduados de la escuela
secundaria elemental ingresaron en la superior, y un cerca del 74% de todas las
escuelas de secundaria superior son públicas.

El ingreso a la secundaria superior es a través de la realización de un examen, y la


competencia por las escuelas de mayor reputación es intensa. Los alumnos que
asisten a escuelas conjuntas de enseñanza secundaria elemental y superior se
libran de la presión del examen de ingreso en la superior, pero actualmente hay
relativamente pocas de estas escuelas conjuntas en el sistema escolar público. El
núcleo del programa de estudios de la escuela secundaria superior incluye las
siguientes asignaturas obligatorias: lengua japonesa, geografía e historia,
educación cívica, matemáticas, ciencias, educación física y para la salud, arte,
lengua extranjera, economía doméstica e informática. Son obligatorias las
actividades extraescolares y los programas de estudios integrados.

Los estudiantes en programas vocacionales especiales siguen cursos en sus áreas


de estudio (comercio, artes industriales, agricultura, etc.) dedicando menos tiempo
al programa de estudios normal que los alumnos comunes. Como casi todos los
estudiantes de la escuela secundaria elemental acceden ahora a la secundaria
superior sin tener en cuenta su deseo o su voluntad de aprender, las escuelas
secundarias superiores buscan la manera de reducir la apatía de los estudiantes y
el número de fracasos. Como parte de este intento, se van introduciendo nuevos y
cada vez más diversos modelos de educación en la secundaria superior, para de
esta manera responder mejor a las diferentes capacidades e intereses de cada
estudiante. Como ejemplos de estos nuevos modelos tenemos las escuelas
secundarias superiores basadas en créditos, donde la graduación se consigue en
base a la acumulación de créditos más bien que a la terminación de un determinado
número de años académicos; y las escuelas de programas integrados, donde los
estudiantes disponen de una mayor flexibilidad para elegir optativas en base a sus
intereses y capacidades personales.
Capitulo II.

2. El sistema educativo Japonés: Educación en la post guerra


2.1. Iniciativa de políticas que consolidaron el sistema educativo japonés.

En el tiempo en que Japón entró en la Segunda Guerra Mundial, los colegios de


educación primaria se reorganizaron en colegios estatales, y se realizaron las
reformas correspondientes en la estructura y la enseñanza.

En 1937, la Oficina de Control Ideológico se reorganizó como Oficina de Instrucción


de Nacionalismo, destinada a asociar la instrucción con el patriotismo.

La Ley Escolar Nacional emitida en 1941 también les daba a las escuelas visos de
fervor nacionalista, y ponía de relieve la lealtad hacia el Estado del emperador. La
experiencia reveló que un sistema educativo con control centralizado podía
manipularse fácilmente para convertirlo en una herramienta de adoctrinamiento
nacionalista.

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, en agosto de 1945, Japón fue


sometido a la ocupación estadounidense. Algunas de las reformas relacionadas con
el establecimiento de la democracia durante estos años, entre otras las educativas,
suelen denominarse "americanización bajo la ocupación".

Sin embargo, no hay que olvidar que para entonces Japón ya contaba con un
sistema educativo estable, creado durante el período anterior a la guerra, lo que
permitió una estructuración eficaz de las instituciones educativas después de la
contienda, además de un crecimiento acelerado de la educación secundaria y
terciaria. Por lo tanto, a la par de una serie de pasos hacia la democratización,
también continuaron vigentes los logros educativos alcanzados antes de la guerra,
entre otros un marco administrado centralmente y la importancia concedida a lo
básico en la escuela primaria.

En 1947, la Ley Fundamental de Educación introdujo la educación obligatoria 6-3 y


el sistema escolar 6-3-3-4.
2.1.1. Ley educativa de 1952

Después de 1952, cuando Japón fue restaurado como poder soberano pleno, siguió
asignando particular importancia a la función fundamental de la educación para el
avance de una sociedad y de una nación democrática.

Varios ajustes permitieron que el sistema 6-3 aumentara rápidamente los índices de
matrícula escolar y ampliara el número y la igualdad de oportunidades educativas.

Las siguientes son algunas de las medidas tomadas:

• Controles sobre la remuneración de los maestros. La Ley de 1952 sobre la Partida


del Tesoro Nacional para Gastos de la Educación Obligatoria estipulaba que la
mitad de los sueldos de los maestros del sistema educativo obligatorio sería
sufragada por el gobierno nacional.

• Reglamentación sobre el tamaño de las clases. La Ley de 1958 sobre la Norma


para la Organización de las Clases y para el Número Fijo de Personal Educativo en
Escuelas Públicas Locales Obligatorias sentó las bases para de-terminar el número
de niños por maestro.

• Subsidio para el material didáctico y el equipo para las aulas. La misma ley de
1952 que estipulaba apoyo nacional para los sueldos de los maestros tam-bién
preveía subsidios para compras de material didáctico.

• Ayuda financiera para niños en edad de educación obligatoria que viven en


circunstancias difíciles.

Por medio de la Ley de Protección de los Medios de Vi-da, de 1950, del Subsidio
Nacional para la Distribución Gratuita de Libros de Texto para Niños de Primaria
con Dificultades Financieras, aprobado en 1956, y de la modificación de la Ley de
Almuerzos Escolares, en 1956, las familias necesitadas recibían ayuda para el pago
de útiles escolares, ropa, trans-porte y almuerzos para sus hijos.
• Atención especial poro lo educación en lugares remotos. La Ley para la Promoción
de la Educación en Zonas Aisladas, de 1954, abarcaba medidas para mejorar las
condiciones en todo el sistema educativo en lugares remotos del país.

• Atención a niños discapacitados mental o físicamente. Este apoyo tuvo su ori-gen


en la Ley de 1954 para la Promoción de la Asistencia a las Escuelas para Ciegos,
Escuelas para Sordos y Escuelas para Discapacitados.

Además de estas medidas, se llevó a la práctica una política uniforme para los
aspectos financieros y de personal, que equiparaba los sueldos de los maestros y
los gastos por estudiante en todas las escuelas públicas. Medidas como estas,
diseñadas por medio de la planificación integral y la administración del Ministerio de
Educación, han logrado que el marco educativo japonés mantenga sus raíces de
centralización.

Sin embargo, el gobierno nacional no toma parte en la administración cotidiana de


las escuelas. La educación pública también goza de flexibilidad en el nivel local y
de las escuelas. Esta característica se puede observar en los aspectos de la
enseñanza en la educación japonesa.

2.2. Desarrollo del nuevo sistema educativo.

En Japón, la uniformidad y la equidad educativa fueron cruciales. Las autoridades


centrales tomaron una serie de medidas decisivas para conformar un nuevo sistema
educativo sólido y estandarizado, al abordar mecanismos administrativos
relacionados con muchos aspectos del diseño y la organización de escuelas y aulas.

La primera y la más importante de las medidas ha sido la creación de un currículo


nacional uniforme. El diseño y la puesta en práctica de currículos se consideran
como el corazón de la administración escolar (De Moura Castro, 2004).

Algunos métodos relacionados con el currículo parecen ser únicos, como la


enseñanza de materias básicas en la mañana cuando se prevé que los niños tienen
una mayor capacidad de concentración. Se hace hincapié en una buena
comprensión del contenido cognitivo de las materias, en particular en las primeras
etapas de la educación primaria.
El gran desempeño de los estudiantes japoneses en ciencias y matemáticas básicas
en pruebas internacionales, confirma el éxito su sistema educativo. En las escuelas
también se asigna importancia a las actividades no académicas, entre otras a los
programas relacionados con las condiciones de limpieza de las escuelas, la higiene
personal, la preparación para desastres y los almuerzos servidos por los alumnos
(De Moura Castro, 2004)

La educación moral también es fundamental, al estar vinculada estrechamente con


el desarrollo socioeconómico de Japón.

Desde principios hasta mediados del siglo XX, el contenido de los libros de texto
para la educación moral destacaba temas tales como diligencia, modestia,
frugalidad y atención médica; en tiempos de guerra, se hacía hincapié en las
obligaciones hacia el Estado; y en la era de la posguerra, el centro de interés se
desplazó hacia los principios de la democracia y la sociedad civil.

El período del auge de la natalidad después de la guerra, una sola clase


habitualmente tenía más de 50 estudiantes. Actualmente, esta cifra se ha reducido
a 37, en promedio, para el primer ciclo de enseñanza secundaria, aunque sigue
siendo un número relativamente alto de alumnos por clase (Vogel, 1995).

A pesar de todo, los estudiantes japoneses son capaces de prestar mucha atención
a los docentes o a las tareas indicadas por estos (De Moura Castro, 2004).

La estructura de las clases en las aulas japonesas y los diferentes métodos


educativos utilizados captan la atención de los niños, lo que permite enseñar
eficazmente a un costo relativamente bajo.

Aunque hay personas que afirman que una clase con un número menor de alumnos
funcionaría mejor para satisfacer las necesidades individuales, el hecho de
considerar al grupo como unidad básica de la enseñanza resulta bastante eficaz en
Japón, donde el espíritu de equipo forma parte de muchos otros aspectos de la vida.

Por último, la capacitación exhaustiva y constante de los docentes en actividad ha


contribuido enormemente al desempeño educativo de Japón.
2.3. Ley Básica de Educación en Japón

2.3.1. El derecho a recibir una educación y la obligación de impartirla

En Japón está establecido, según la Ley Básica de Educación, que los padres
deben hacer a sus niños de entre 6 y 15 años recibir la denominada futsū
kyōiku (educación normal). Dicha ley no solo dicta que esa educación es
imprescindible para la subsistencia y prosperidad de Japón como país democrático,
sino también que debe proporcionarles los conocimientos que necesitarán a medida
que van creciendo, y que los ayudarán a desarrollarse como ciudadanos sanos de
cuerpo y mente, y a formar por completo su personalidad.

Casi sin excepción, el primero de abril de cada año los niños japoneses de seis años
entran en la escuela primaria, el primer escalón del sistema educativo. La escuela
primaria dura seis años, y tras ella, entre los 13 y los 15 años, los alumnos estudian
en la escuela intermedia. Esos nueve años totales representan la educación
obligatoria del sistema educativo japonés.

En las escuelas públicas no hay exámenes de entrada para ninguno de los dos
niveles, y las clases y los materiales son gratuitos. Por parte de la familia del alumno
se debe pagar el uniforme establecido por la institución educativa y los materiales
adicionales, así como el coste de las comidas escolares, la educación adicional
(como viajes educativos y excursiones) y otros gastos similares.

Por otro lado, hay muchas escuelas privadas que realizan exámenes de entrada
tanto para primaria como para intermedia, a los que acuden en masa los posibles
candidatos; dichas escuelas suelen cobrar tasas por la educación.

En el sistema educativo japonés es de notar el índice de escolarización. En la


enseñanza obligatoria dicho índice es de un 99,8 % (tanto en las escuelas públicas
como en las privadas), que incluso en comparación con el 99 % de países como
Reino Unido, Francia o China, resulta extremadamente alto.
Antes de la escuela, los niños entran en el jardín de infancia a la edad de 3 años.
Dado que este no forma parte del sistema educativo, la participación en las clases
es optativa, y de pago.

Aunque los niños extranjeros que residen en Japón no tienen obligación de asistir a
la escuela, en caso de que las familias deseen matricularlos en una escuela pública
pueden hacerlo en las mismas condiciones que rigen para los niños japoneses, sin
coste por la educación o los materiales básicos y con la oportunidad de garantizarles
la misma excelente educación que a los japoneses

2.3.2. En cuanto a la Educación Superior

Tras completar la educación obligatoria el alumno cuenta con varias opciones.

Entre los 16 y los 18 años puede optar por entrar en un instituto homologado
(educación secundaria) a tiempo completo, o una escuela especializada en áreas
como agricultura o bienestar social, o también elegir el sistema de tiempo parcial,
mediante el cual el joven estudia al tiempo que trabaja. (Nippon.Com, 2015)

Incluso en los casos en que un joven no puede continuar con ese tipo de estudios,
por el motivo que sea, si aprueba el examen oficial del Ministerio de Educación,
Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, logra un certificado que lo califica en el
mismo nivel educativo que los graduados de secundaria, y cuenta con las
calificaciones que le permiten presentarse a los exámenes de acceso a la
universidad. Un 98,1 % de los alumnos entran en la educación secundaria o en
alguno de los colegios tecnológicos especializados, con cursos de cinco años en los
que se pueden obtener conocimientos de un gran nivel de especialización y a los
que se puede acceder desde los 16 años.

En los últimos años ha aumentado el número de instituciones que aúnan en su


currículo los seis años de la educación primaria y la intermedia, así como el número
de candidatos que desean entrar a ellas por ser ventajosas para presentarse a los
exámenes de ingreso en la universidad. Además, quizá debido a las tendencias de
la época, también se ha incrementado el número de instituciones originales, como
las afiliadas a la ICU (International Christian University), que cuentan con hasta un
70 % de estudiantes regresados a Japón tras haber recibido formación en el
extranjero, debido al trabajo de sus padres.

Entre las instituciones de educación superior que exigen un examen de ingreso


además de haber completado la educación secundaria, se encuentran las
universidades (cuatro años), las universidades de carrera corta (dos años), los
colegios vocacionales (de dos o más años), y otras. Tras haber logrado la
licenciatura o grado el estudiante también puede acceder a estudios especializados
de posgrado (un máster, de dos años, o un doctorado, de tres o más).

En Japón son muchas las empresas que imponen como condición haberse
graduado en una universidad, para poder conseguir un puesto laboral; en 2013 era
un 50,8 %, y la mitad de los alumnos que completaron los estudios de instituto
entraron en la universidad. Sin embargo, entre aquellos que solo cuentan con el
título de educación secundaria y también desean encontrar trabajo el porcentaje de
éxito es muy alto: un 97 % (Nippon.Com, 2015).

2.3.3. Educación Laboral en Colegios vocacionales

Existen instituciones en las que se pueden adquirir los conocimientos y habilidades


necesarios en el mundo laboral; forman parte del sistema educativo denominado
“colegios vocacionales”, y son muchos los estudiantes que acceden a ellos tras
completar la educación secundaria.

No solo hay colegios especializados en enfermería, cocina, agricultura o


construcción, sino también en anime, idiomas, diseño, videojuegos, producción
audiovisual o deportes, y las instituciones son de muchos tipos. Por ejemplo,
el Mode Gakuen imparte clases sobre moda, maquillaje o diseño de
interiores, HAL tiene clases sobre videojuegos, gráficos por computadora o
producción de anime, y muchos futuros diseñadores han estudiado en el
centro Kuwasawa Design School; cada vez son más los colegios vocacionales que
van labrándose la fama incluso en el extranjero. (Nippon.Com, 2015)
Como la mayoría de los alumnos de los colegios vocacionales obtienen las
calificaciones necesarias para lograr un trabajo, también son muchos los
universitarios y trabajadores que, al tiempo que cursan sus estudios principales o
trabajan, acuden a las aulas de estos centros para especializarse.

Algunas empresas costean las tasas de estos colegios para que sus empleados
puedan obtener técnicas necesarias.
Anexos
Conclusiones

La educación en Japón experimentó una revolución de su sistema luego de la


segunda guerra mundial, lo que propició de una u otra manera la nueva estructura.
La nueva ley educativa de 1952 y la de 1958, propició los Controles sobre la
remuneración de los maestros, fundamental para tener mejoras en educación, a su
vez la reglamentación sobre el tamaño de las clases, el Subsidio para el material
didáctico y el equipamiento para las aulas propició el camino a su mejoramiento. La
modificación de la Ley de Almuerzos Escolares, en 1956, y el establecimiento de
centros educativos en los lugares más remotos del país propició una educación
equitativa y de calidad a nivel nacional.

En cuanto al tema del sistema en tema de fondo, de una manera positiva lo podemos
identificar gracias a la ley básica de educación actual, que son logros en cuanto a
la escolarización es obligatoria entre 6 y 15 años futsū kyōiku (educación normal).
(Nippon.Com, 2015).

De una manera similar lo tiene la educación pre-superior entre los 16 y los 18 años
teniendo dos modalidades: instituto homologado (educación secundaria) a tiempo
completo, o una escuela especializada en áreas como agricultura o bienestar social,
o también elegir el sistema de tiempo parcial, mediante el cual el joven estudia al
tiempo que trabaja. (Nippon.Com, 2015).

Otro gran avance es el sistema de educación vocacional donde se crearon colegios


especializados en enfermería, cocina, agricultura o construcción, anime, idiomas,
diseño, videojuegos, producción audiovisual o deportes. Por ejemplo, el Mode
Gakuen imparte clases sobre moda, maquillaje o diseño de interiores, HAL tiene
clases sobre videojuegos, gráficos por computadora y muchos futuros diseñadores
han estudiado en el centro Kuwasawa Design School.

En pocas palabras la educación en Japón La estructura de las clases en las aulas


japonesas y los métodos captan la atención de los niños y adolescentes, lo que
permite enseñar de una manera eficaz.

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