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Hace ya unos anñ os redacteé este ensayo. En ese tiempo, estaba redactando el libro
“Jesuitas en las fronteras” (Bubok ediciones). Y al situar las “fronteras”,
reflexionaba sobre estas dos posturas antagoé nicas: la del choque de civilizaciones y
la del encuentro de civilizaciones. Ambas son lugares epistemoloé gicos (grandes
cosmovisiones desde las que interpretar la realidad). Ahora pienso que no son las
ué nicas. La primera se parece a la postura de Trump y la segunda la de la
socialdemocracia. Pero creo que resta por elaborar la cosmovisioé n desde el que
una izquierda maé s radical contempla e interpreta la realidad. Eso queda por hacer.
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todos los recursos disponibles en la lucha. El efecto de un asalto exitoso, por el
contrario, es maé s complejo, ya que puede terminar en un sometimiento temporal y
la expulsioé n del invasor, o bien en la destruccioé n de la civilizacioé n invadida.
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Tambieé n afirma que los conflictos entre civilizaciones son inevitables, puesto
que cada una cuenta con sistemas de valores significativamente distintos.
Argumenta que el crecimiento de nociones como la democracia o el libre comercio
desde el fin de la Guerra Fríéa soé lo ha afectado realmente a la cristiandad occidental,
mientras que el resto del mundo ha intervenido escasamente.
Huntington tambieé n arguye que el nivel de crecimiento del Asia oriental haraé de
la civilizacioé n síénica un poderoso rival de Occidente. Tambieé n establece que el
crecimiento demograé fico y econoé mico de otras civilizaciones resultaraé en un
sistema de civilizaciones mucho maé s multipolar que el que existe actualmente.
Huntington clasifica a las civilizaciones islaé mica y síénica como rivales de la
occidental y etiqueta a la ortodoxa, la hindué y a Japoé n como civilizaciones
"oscilantes" (swing civilizations). Tambieé n afirma que Rusia y la India continuaraé n
cooperando estrechamente en tanto que China y Pakistaé n continuaraé n
oponieé ndose a la India. Huntington argumenta que una conexioé n islaé mico-
confuciana estaé emergiendo (cita la colaboracioé n de China con Iraé n, Pakistaé n y
otros paíéses para aumentar su influencia interna-cional).
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que la mayoríéa de los paíéses histoé ricamente ortodoxos o musulmanes estaé n fuera
(salvo Grecia y Chipre).
Estaé por decidir queé ocurre con los paíéses de la Europa ortodoxa. Bulgaria y
Rumaníéa son integrantes plenos desde del 1 de febrero de 2007. El nuevo gobierno
de Ucrania ha declarado su intencioé n de convertirse tambieé n en candidato. Al
mismo tiempo, la peticioé n de Turquíéa para unirse a la unioé n estaé causando un
debate considerable.
El punto fundamental, no siempre reconocido abiertamente, es el caraé cter
musulmaé n de Turquíéa (esto es, su pertenencia a otra civilizacioé n). La solucioé n a
estos enigmas se resolveraé en los proé ximos anñ os. Por una parte viendo queé paíéses
ingresan en la Unioé n Europea. Por otra, dependiendo del rumbo políético de la
Unioé n: si evoluciona hacia una unioé n políética maé s estrecha o deviene una simple
zona de libre comercio.
En algunos asuntos, la teoríéa de Huntington no se ha cumplido aué n. Maé s de
una deé cada despueé s, las relaciones entre Japoé n y Estados Unidos siguen siendo
estrechas, con Japoé n proporcionando apoyo monetario y políético a la políética
exterior estadounidense. La alianza sino-islaé mica no se ha llevado a cabo tampoco.
Sin embargo podemos ver de nuevo la escalada de tensiones entre Rusia y
Estados Unidos por el escudo de misiles en Polonia y la Repué blica Checa, y en la
Guerra de Osetia del Sur en 2008, en la que Rusia apoyoé a las repué blicas de Osetia
del Sur y Abjasia en contra de la pro-occidental Georgia.
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primer ministro de Turquíéa, Recep Tayip Erdogan, asíé como el respaldo de una
veintena de paíéses de Europa, Latinoameé rica, Asia y AÁ frica, ademaé s de la Liga
AÁ rabe.
En febrero de 2006, por medio de una carta de la entonces secretaria de
Estado de los Estados Unidos, Condolezza Rice, el Gobierno estadounidense
declaraba tambieé n su dispo-sicioé n a apoyar la iniciativa.
Tras la adopcioé n de la iniciativa, el entonces secretario general de las
Naciones Unidas, Kofi Annan, establecioé un grupo de dieciocho personalidades de
alto nivel, entre las que se incluyen: el presidente iraníé Muhammad Jatami, el
Premio Nobel de la Paz de 1984, Desmond Tutu, y el ex director de la UNESCO,
Federico Mayor Zaragoza, para presentar un plan de accioé n que estaba dispuesto a
finales del anñ o 2005.
El 20 de octubre de 2005, las Naciones Unidas proclamaron otra resolucioé n
en la que llamaban a la comunidad internacional a hacer un mayor esfuerzo para
promocionar la Cultura de la paz y el diaé logo entre civilizaciones.
En abril de 2007, el ex presidente portugueé s, Jorge Sampaio, fue nombrado
por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, como Alto
Representante de esta organizacioé n internacional para la Alianza de Civilizaciones.
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Rafael L. Bardajíé, fundador del GEES y actual director de Políética
Internacional de la FAES (que preside Joseé Maríéa Aznar), argumenta, para no
apoyar el proyecto de la Alianza de Civilizaciones, entre otros motivos que:
“Se trata de una iniciativa que busca condenar la política de los anteriores
Gobiernos en materia antiterrorista, con especial énfasis en las intervenciones
exteriores como Irak. Más que suficiente para rechazar de plano el planteamiento del
Ejecutivo socialista. y que la propuesta parte de un planteamiento equivocado y
peligroso. La “Alianza”, al igual que el “Diálogo” de Jatami, fija las civilizaciones,
puesto que el diálogo busca el entendimiento del otro, no su cambio o
transformación. [Rafael Bardajíé, La “Alianza de Civilizaciones”. Elementos para una
críética. La Ilustración Liberal, nº 23, abril de 2005]
Como rechazo del concepto de Alianza de Civilizaciones, Joseé Maríéa Aznar
(Presidente de FAES, participante del conocido en el aé mbito espanñ ol como Tríéo de
las Azores, cuya reunioé n desembocaríéa en la Guerra de Iraq, y ex presidente del
gobierno espanñ ol) utiliza el teé rmino sarcaé stico de La Alianza de los civilizados
frente a la barbarie. "El ex presidente dice que hablar de civilizaciones, en plural,
implica dar por hecho que existen mundos distintos y cerrados, cada uno con sus
dogmas fundamentales" [Público, 3 de noviembre de 2008].
Aznar argumenta que la civilizacioé n es una, con distintas expresiones
culturales, con diferentes experiencias histoé ricas, bajo diversas creencias y raíéces
religiosas. Pero para Aznar y el GEES hay una ué nica civilizacioé n. En esto se
contrapone a los planteamientos de Huntington, Jatamíé o Zapatero, ampliamente
aceptados en la ONU que llegoé , incluso a declarar 2001 como el Año del Diálogo
Entre Civilizaciones.
A pesar de estas aé cidas críéticas, la Alianza fue distinguida con el premio
"Diaé logo de Civilizaciones", que fue dado por el Rumi Forum y el Centro de la
Universidad de Georgetown (de los jesuitas) para la Investigacioé n de la Paz y la
Seguridad en Washington. El Presidente espanñ ol Joseé Luis Rodríéguez Zapatero y el
Presidente turco Recep Tayyip Erdogğ an recibieron el premio.
Hemos de entender la frontera maé s como puente, como lugar de cruce y
encuentro, que como barrera y desencuentro. Las fronteras como barrera han
empobrecido material, cultural y espiritualmente a la humanidad y han fomentado
las condiciones culturales de dominacioé n y esclavitud.