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Choque de civilizaciones como lugar epistemológico

LEANDRO SEQUEIROS, 2005

Hace ya unos anñ os redacteé este ensayo. En ese tiempo, estaba redactando el libro
“Jesuitas en las fronteras” (Bubok ediciones). Y al situar las “fronteras”,
reflexionaba sobre estas dos posturas antagoé nicas: la del choque de civilizaciones y
la del encuentro de civilizaciones. Ambas son lugares epistemoloé gicos (grandes
cosmovisiones desde las que interpretar la realidad). Ahora pienso que no son las
ué nicas. La primera se parece a la postura de Trump y la segunda la de la
socialdemocracia. Pero creo que resta por elaborar la cosmovisioé n desde el que
una izquierda maé s radical contempla e interpreta la realidad. Eso queda por hacer.

¿Es posible un encuentro cultural?


Histoé ricamente, este encuentro cultural no estuvo exento de conmociones y luchas;
por ejemplo, la confrontacioé n brutal entre la cultura civilizadora del occidente
cristiano y la cultura. Huntington habla del conflicto o choque de civilizaciones 1 y
otros de alianza o encuentro de civilizaciones.
El concepto de choque de civilizaciones es el nombre que recibe una teoríéa
social acerca de las relaciones internacionales.
Tal como se conoce hoy en díéa, fue formulada en un artíéculo de Samuel
Huntington publicado en la revista estadounidense Foreign Affairs en el anñ o 1993
[The Clash of Civilizations?, en "Foreign Affairs", vol. 72, no. 3, 1993, pp. 22-49] y
transformado posteriormente en un libro en 1996 [The Clash of Civilizations and
the Remaking of World Order, New York: Simon & Schuster, 1996]
Antecedentes
En un sentido amplio, se puede definir el choque de civilizaciones como
una teoríéa que explica los grandes movimientos políéticos y culturales de la Historia
Universal por medio de las influencias recíéprocas que ejercen entre síé las diversas
civilizaciones (por contraposicioé n a las debidas a los enfrentamientos entre
estados-nacioé n o ideologíéas).
Una civilizacioé n, en este contexto, es una cultura maé s o menos cerrada y con
una tradicioé n cultural maé s o menos hermeé tica e impermeable, que por ende se
encuentra en oposicioé n a otras civilizaciones con tradiciones diferentes.
Aunque el concepto moderno de civilizacioé n fue popularizado por Ostwald
Spengler (en su monumental La Decadencia de Occidente, paradigma del
relativismo cultural), la nocioé n de "choque de civilizaciones" fue introducida por
Arnold J. Toynbee. Aunque eé ste la restringe al aé mbito geopolíético, simplificando en
demasíéa los fenoé menos de contactos culturales entre civilizaciones.
Toynbee considera el fenoé meno como un "contacto espacial entre
civilizaciones", y lo refiere como un fenoé meno de desafíéo y respuesta (integrado en
su teoríéa cíéclica del desarrollo de las civilizaciones). Es decir, el primer "empujoé n"
que una civilizacioé n da a otra, es contestado por eé sta, lo que a su vez mueve a la
primera a enviar un tercer empujoé n, y asíé sucesivamente hasta que una de ellas
termina derrotada.
Segué n la teoríéa de Toynbee, el efecto de un asalto frustrado suele ser el
retardo, o incluso la paraé lisis, de la civilizacioé n agredida, bien sea por
enorgullecerse en demasíéa de su propio triunfo, o bien sea por haber invertido
1
http://es.wikipedia.org/wiki/Choque_de_civilizaciones

1
todos los recursos disponibles en la lucha. El efecto de un asalto exitoso, por el
contrario, es maé s complejo, ya que puede terminar en un sometimiento temporal y
la expulsioé n del invasor, o bien en la destruccioé n de la civilizacioé n invadida.

EL CHOQUE DE CIVILIZACIONES DE SAMUEL HUNTINGTON


En su artíéculo de 1993, Huntington retoma el concepto de Toynbee
afirmando que los actores políéticos principales del siglo XXI seríéan las
civilizaciones y que los principales conflictos seríéan los conflictos entre
civilizaciones (no entre ideologíéas, como durante la mayor parte del siglo XX ni
entre estados-nacioé n).
Aparentemente, este artíéculo era una respuesta a las tesis de Francis
Fukuyama, que sosteníéa que el mundo se aproximaba al fin de la historia (en
sentido hegeliano) en el que la democracia occidental (la cultura del mercado, el
liberalismo) triunfaríéa en todo el mundo.
Citando el artíéculo de Huntington:
Los estados-nación seguirán siendo los actores más poderosos del panorama
internacional, pero los principales conflictos de la política global ocurrirán entre
naciones y grupos de naciones pertenecientes a diferentes civilizaciones. El choque de
civilizaciones dominará la política global. Las fallas entre las civilizaciones serán los
frentes de batalla del futuro.

Significativamente, las líéneas de fractura entre civilizaciones son casi todas


religiosas:
 La Cultura Occidental, incluye principalmente a paíéses de raíéces cristianas:
Europa y Norteameé rica. Podríéan existir dentro de ella otras dos
"subcivilizaciones": la del mundo ortodoxo de Europa oriental y Rusia, y el
mundo latinoamericano de Sudameé rica, Centroameé rica, Meé xico y gran
parte del Caribe.
 Por otra parte, estaé el mundo musulmán del Oriente Medio, el Zagreb,
Somalia, Afganistaé n, Pakistaé n, Malasia e Indonesia.
 En tercer lugar, la civilizacioé n del pueblo judíéo, de la civilizacioé n hebrea, de
la diaé spora.
 Otro grupo civilizatorio es el de la civilización hindú, localizada
fundamentalmente en la India.
 Por otro lado, la civilización sínica de China, Vietnam, Singapur, Taiwaé n y la
diaé spora china en Asia, el Pacíéfico y Occidente
 El sexto es la civilización japonesa, reducida al archipieé lago del Japoé n.
 El seé ptimo, el AÁ frica sub-sahariana, originariamente animista y ahora
parcialmente cristianizada y parcialmente islamizada.
 Un grupo con cierta autonomíéa a pesar de su dispersioé n es el de las áreas
budistas del norte de la India, Nepal, Butaé n, Mongolia, Birmania, Tailandia,
Camboya, Laos y Tibet.
Huntington argumenta que desde el final de la Guerra Fríéa los conflictos
mundiales han ocurrido a lo largo de los líémites de las civilizaciones, con escasos
conflictos en el interior de aquellas. Pone como ejemplo las guerras que
acompanñ aron la desintegracioé n de la antigua Yugoslavia, la guerra de Chechenia o
los conflictos recurrentes entre India y Pakistaé n.

2
Tambieé n afirma que los conflictos entre civilizaciones son inevitables, puesto
que cada una cuenta con sistemas de valores significativamente distintos.
Argumenta que el crecimiento de nociones como la democracia o el libre comercio
desde el fin de la Guerra Fríéa soé lo ha afectado realmente a la cristiandad occidental,
mientras que el resto del mundo ha intervenido escasamente.
Huntington tambieé n arguye que el nivel de crecimiento del Asia oriental haraé de
la civilizacioé n síénica un poderoso rival de Occidente. Tambieé n establece que el
crecimiento demograé fico y econoé mico de otras civilizaciones resultaraé en un
sistema de civilizaciones mucho maé s multipolar que el que existe actualmente.
Huntington clasifica a las civilizaciones islaé mica y síénica como rivales de la
occidental y etiqueta a la ortodoxa, la hindué y a Japoé n como civilizaciones
"oscilantes" (swing civilizations). Tambieé n afirma que Rusia y la India continuaraé n
cooperando estrechamente en tanto que China y Pakistaé n continuaraé n
oponieé ndose a la India. Huntington argumenta que una conexioé n islaé mico-
confuciana estaé emergiendo (cita la colaboracioé n de China con Iraé n, Pakistaé n y
otros paíéses para aumentar su influencia interna-cional).

¿Qué crédito merecen las ideas de Huntington?


Muchos han argumentado que las civilizaciones definidas por Huntington
estaé n fracturadas internamente. Por ejemplo, Vietnam mantiene un ejeé rcito
inmenso, fundamentalmente para defenderse de China. El mundo islaé mico
presenta fracturas eé tnicas entre kurdos, aé rabes, persas, turcos, pakistaníées e
indonesios, y fracturas religiosas entre el chiíésmo y el sunismo, cada uno con
diferentes puntos de vista sobre el mundo o la religioé n.
Tambieé n se ha apuntado que los valores occidentales son mucho maé s
faé cilmente transmisibles de lo que Huntington considera. Naciones como la India y
Japoé n se han convertido en democracias de eé xito, mientras que occidente no
siempre ha sido democraé tico y plural, sino que la mayor parte de su historia ha
consistido en despotismo y fundamentalismo. Los favorables a Huntington senñ alan
que siempre ha habido tensiones entre estados democraé ticos y que las
democracias emergentes (o futuras) dentro de una civilizacioé n podríéan seguir
siendo hostiles a democracias pertenecientes a civilizaciones vistas como hostiles.
Algunos que aceptan las tesis de Huntington respecto a la existencia de
civilizaciones no comulgan, sin embargo, con la inevitabilidad del conflicto entre
ellas. Argumentan que, salvo algunos extremistas, la mayor parte de la poblacioé n
prefiere coexistir amigablemente.
Muchos han querido ver en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en
Nueva York, o en Madrid el 11 de marzo de 2004 en Madrid, y en los ataques
occidentales a Iraq y Afganistaé n la confirmacioé n de las tesis de Huntington. Otros
puntos a favor de sus tesis parecen ser el aumento de la tensioé n entre Corea del Sur
y Estados Unidos, acerca de coé mo tratar con Corea del Norte. Maé s aué n, de acuerdo
con las doctrinas claé sicas de las relaciones internacionales, los paíéses de Asia
oriental debieran haberse aliado para crear un contrapoder a China, pero eso no ha
sucedido. En su lugar, muchos paíéses, como Corea del Sur, estaé n mejorando sus
relaciones con China.
Las ampliaciones de la Unioé n Europea en 1995 y 2004 llevaron la frontera
oriental de la unioé n hasta el líémite identificado por Huntington entre la civilizacioé n
ortodoxa y la occidental. Con estas ampliaciones, la mayor parte de la Europa
tradicionalmente catoé lica o protestante pertenece a la Unioé n Europea. Mientras

3
que la mayoríéa de los paíéses histoé ricamente ortodoxos o musulmanes estaé n fuera
(salvo Grecia y Chipre).
Estaé por decidir queé ocurre con los paíéses de la Europa ortodoxa. Bulgaria y
Rumaníéa son integrantes plenos desde del 1 de febrero de 2007. El nuevo gobierno
de Ucrania ha declarado su intencioé n de convertirse tambieé n en candidato. Al
mismo tiempo, la peticioé n de Turquíéa para unirse a la unioé n estaé causando un
debate considerable.
El punto fundamental, no siempre reconocido abiertamente, es el caraé cter
musulmaé n de Turquíéa (esto es, su pertenencia a otra civilizacioé n). La solucioé n a
estos enigmas se resolveraé en los proé ximos anñ os. Por una parte viendo queé paíéses
ingresan en la Unioé n Europea. Por otra, dependiendo del rumbo políético de la
Unioé n: si evoluciona hacia una unioé n políética maé s estrecha o deviene una simple
zona de libre comercio.
En algunos asuntos, la teoríéa de Huntington no se ha cumplido aué n. Maé s de
una deé cada despueé s, las relaciones entre Japoé n y Estados Unidos siguen siendo
estrechas, con Japoé n proporcionando apoyo monetario y políético a la políética
exterior estadounidense. La alianza sino-islaé mica no se ha llevado a cabo tampoco.
Sin embargo podemos ver de nuevo la escalada de tensiones entre Rusia y
Estados Unidos por el escudo de misiles en Polonia y la Repué blica Checa, y en la
Guerra de Osetia del Sur en 2008, en la que Rusia apoyoé a las repué blicas de Osetia
del Sur y Abjasia en contra de la pro-occidental Georgia.

La Alianza de civilizaciones2 como lugar epistemológico alternativo


La denominada Alianza de Civilizaciones es el nombre por el que se
conoce la propuesta realizada por el presidente del Gobierno de Espanñ a, Joseé Luis
Rodríéguez Zapatero, en la 59 Asamblea General de la ONU, el 21 de septiembre de
2004.
No queremos aquíé sacralizar esta propuesta. Pero síé ponerla como lugar
epistemoloé gico alternativo al del choque de civilizaciones.
Desde los principio de la CG35, este paradigma estaé maé s en consonancia con
el concepto de “estar en las fronteras” que manejamos. Aunque no lo incluya en su
totalidad.
Dicha propuesta defiende una alianza entre Occidente y el mundo aé rabe y
musulmaé n con el fin de combatir el terrorismo internacional por otro camino que
no sea soé lo el militar.
Esta idea recupera, centraé ndose en una alianza entre las civilizaciones
Islaé mica y Occidental, la propuesta de desarrollar un "Diálogo entre civilizaciones",
por la que se proclamoé el anñ o 2001 como el Año de las Naciones Unidas del Diálogo
entre Civilizaciones.
Esto no es nuevo, ya que el 21 de septiembre de 1998 el presidente de la
Repué blica Islaé mica de Iraé n y miembro del actual Comiteé de Alto Nivel de la Alianza
de Civilizaciones Muhammad Jatami, lanzaba este llamamiento en respuesta o como
alternativa al planteamiento que en 1993 hizo Huntington sobre el Choque de
civilizaciones.
El programa propuesto por Zapatero tiene como puntos fundamentales la
cooperacioé n antiterrorista, la correccioé n de desigualdades econoé micas y el diaé logo
cultural. Antes de ser asumido por la ONU, la propuesta consiguioé el patrocinio del
2
http://es.wikipedia.org/wiki/Alianza_de_civilizaciones

4
primer ministro de Turquíéa, Recep Tayip Erdogan, asíé como el respaldo de una
veintena de paíéses de Europa, Latinoameé rica, Asia y AÁ frica, ademaé s de la Liga
AÁ rabe.
En febrero de 2006, por medio de una carta de la entonces secretaria de
Estado de los Estados Unidos, Condolezza Rice, el Gobierno estadounidense
declaraba tambieé n su dispo-sicioé n a apoyar la iniciativa.
Tras la adopcioé n de la iniciativa, el entonces secretario general de las
Naciones Unidas, Kofi Annan, establecioé un grupo de dieciocho personalidades de
alto nivel, entre las que se incluyen: el presidente iraníé Muhammad Jatami, el
Premio Nobel de la Paz de 1984, Desmond Tutu, y el ex director de la UNESCO,
Federico Mayor Zaragoza, para presentar un plan de accioé n que estaba dispuesto a
finales del anñ o 2005.
El 20 de octubre de 2005, las Naciones Unidas proclamaron otra resolucioé n
en la que llamaban a la comunidad internacional a hacer un mayor esfuerzo para
promocionar la Cultura de la paz y el diaé logo entre civilizaciones.
En abril de 2007, el ex presidente portugueé s, Jorge Sampaio, fue nombrado
por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, como Alto
Representante de esta organizacioé n internacional para la Alianza de Civilizaciones.

FOROS DE LA ALIANZA DE CIVILIZACIONES


La corriente de la Alianza de Civilizaciones ha celebrado varios foros
interna-cionales. El 15 de enero de 2008, se inaugura en Madrid el I Foro de la
Alianza de Civilizaciones.
En este momento, ademaé s de la ONU, son 80 los paíéses que han dado su
apoyo a esta iniciativa de los que ué nicamente 11 aportan fondos a la misma.
Destacan las ofertas efectuadas por la reina Noor de Jordania y la jequesa qataríé
Mozah biny Nasser al Missned; cada una se comprometioé a aportar 100 millones de
doé lares para los diversos proyectos que se inicien al amparo de esta organizacioé n.
El 6 y 7 de abril de 2009, tuvo lugar en Estambul el II Foro de la Alianza de
Civilizaciones con la presencia de 83 paíéses y 17 organismos internacionales.
Destacoé la presencia del nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
El reciente Foro Social Temático Español de Sevilla3, abre puertas a nuestro
“estar en las fronteras”. Un grupo de jesuitas estuvo presente y trabajan en la
Iniciativa Cambio personal-Justicia Global.

Por otra parte, en Espanñ a, el proyecto de la Alianza de Civilizaciones ha


recibido críéticas diversas por parte del Grupo de Estudios Estrateé gicos, GEES. Este
es un colectivo privado dedicado al anaé lisis de las cuestiones de políética exterior y
de seguridad que en los ué ltimos anñ os ha tenido gran influencia en la líénea de
pensamiento del Partido Popular, es partidario y defensor del mantenimiento del
Centro de detencioé n de Guantaé namo.
Las críéticas van dirigidas al concepto abstracto de civilizacioé n y por ser una
expresioé n del llamado buenismo, que en opinioé n de sus críéticos enmascararíéa la
raíéz de los problemas, desactivaríéa la críética contra las desigualdades,
deslegitimaríéa la lucha contra el yihadismo; y, por el contrario, legitimaríéa el
relativismo moral, que iguala todas las culturas.
3
Puede encontrarse informacioé n, textos y enlaces en: http://www.tendencias21.net/Otro-mundo-
de-paz-justicia-y-solidaridad-es-posible_a3963.html

5
Rafael L. Bardajíé, fundador del GEES y actual director de Políética
Internacional de la FAES (que preside Joseé Maríéa Aznar), argumenta, para no
apoyar el proyecto de la Alianza de Civilizaciones, entre otros motivos que:
“Se trata de una iniciativa que busca condenar la política de los anteriores
Gobiernos en materia antiterrorista, con especial énfasis en las intervenciones
exteriores como Irak. Más que suficiente para rechazar de plano el planteamiento del
Ejecutivo socialista. y que la propuesta parte de un planteamiento equivocado y
peligroso. La “Alianza”, al igual que el “Diálogo” de Jatami, fija las civilizaciones,
puesto que el diálogo busca el entendimiento del otro, no su cambio o
transformación. [Rafael Bardajíé, La “Alianza de Civilizaciones”. Elementos para una
críética. La Ilustración Liberal, nº 23, abril de 2005]
Como rechazo del concepto de Alianza de Civilizaciones, Joseé Maríéa Aznar
(Presidente de FAES, participante del conocido en el aé mbito espanñ ol como Tríéo de
las Azores, cuya reunioé n desembocaríéa en la Guerra de Iraq, y ex presidente del
gobierno espanñ ol) utiliza el teé rmino sarcaé stico de La Alianza de los civilizados
frente a la barbarie. "El ex presidente dice que hablar de civilizaciones, en plural,
implica dar por hecho que existen mundos distintos y cerrados, cada uno con sus
dogmas fundamentales" [Público, 3 de noviembre de 2008].
Aznar argumenta que la civilizacioé n es una, con distintas expresiones
culturales, con diferentes experiencias histoé ricas, bajo diversas creencias y raíéces
religiosas. Pero para Aznar y el GEES hay una ué nica civilizacioé n. En esto se
contrapone a los planteamientos de Huntington, Jatamíé o Zapatero, ampliamente
aceptados en la ONU que llegoé , incluso a declarar 2001 como el Año del Diálogo
Entre Civilizaciones.
A pesar de estas aé cidas críéticas, la Alianza fue distinguida con el premio
"Diaé logo de Civilizaciones", que fue dado por el Rumi Forum y el Centro de la
Universidad de Georgetown (de los jesuitas) para la Investigacioé n de la Paz y la
Seguridad en Washington. El Presidente espanñ ol Joseé Luis Rodríéguez Zapatero y el
Presidente turco Recep Tayyip Erdogğ an recibieron el premio.
Hemos de entender la frontera maé s como puente, como lugar de cruce y
encuentro, que como barrera y desencuentro. Las fronteras como barrera han
empobrecido material, cultural y espiritualmente a la humanidad y han fomentado
las condiciones culturales de dominacioé n y esclavitud.

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