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HOMBRES QUE DICTARON EL DESTINO DEL MEDIO ORIENTE

Osama Bin Laden Yasir Arafat Sadam Hussein

ORIGEN DE LOS CONFLICTOS EN EL MEDIO ORIENTE

La tensión que se arrastraba en la zona de Palestina desde antes de la guerra mundial, por los enfrentamientos entre
judíos y palestinos, se agudizó a partir de la creación, en 1948, del Estado de Israel y de la expulsión de numerosos
árabes de sus territorios.

La guerra permanente contra Israel, origen de numerosos intentos de movimientos panárabes, tenía como objetivos la
independencia y la unidad de la nación árabe, aunque tuvo escaso éxito.

La riqueza petrolífera de los Estados árabes provocó constantes intervenciones imperialistas anglo-francesas en esta
zona, apoyadas por Estados Unidos. El panarabismo fue tomando así un carácter cada vez más antioccidental.

El régimen nacionalista árabe, implantado en Egipto por Gammal Abdel Nasser (Iras el golpe de Estado militar que en
1952 derrota al rey Faruk), intentó convertirse en un aglutinante de ese sentimiento árabe, orientándolo contra el
Estado de Israel y contra la dominación económica occidental. En 1956 tomó una audaz iniciativa: nacionalizó el canal de
Suez, indemnizando a los accionistas británicos y franceses. El Estado de Israel, que, por otra parte, se estaba
convirtiendo en la base predilecta de la penetración occidental en Oriente Medio, aprovechó la ocasión para
desencadenar un ataque militar sorpresa sobre Suez, mientras tropas expedicionarias inglesas y francesas ocupaban la
zona del canal.

La Unión Soviética tomó partido a favor de Egipto y amenazó con intervenir. La ONU, con la abstención de Estados
Unidos, condenó las acciones de Israel, Inglaterra y Francia. Estas dos últimas naciones no tuvieron más remedio que
retirarse.

A partir de entonces se fue incrementando el acercamiento entre los países árabes más progresistas (Egipto, Siria, Irak,
Yemen) y la Unión Soviética. No obstante, dicha situación se invirtió a partir de la crisis de 1973. Estados Unidos, por su
parte, tomaron directamente la defensa de los intereses económicos y estratégicos occidentales, desplazando a
Inglaterra y a Francia. Síntoma de esta nueva actitud sería la intervención de los marines norteamericanos en Líbano en
1958, contra los peligros de una revolución de tipo nasserista.

La fundación y existencia de Israel generaron una serie de conflictos con sus vecinos en Oriente Próximo que dieron
lugar a problemas en la región que siguen sin resolverse.

La Guerra de la Independencia de Israel

Poco después de que los británicos se retiraran de Palestina en 1948 empezó la Guerra de la Independencia de Israel. El
15 de mayo de 1947 se declaró la fundación del estado de Israel, pero muchos árabes rechazaron formalmente el Plan
de Partición aprobado por la ONU en noviembre de 1947.

Dicho plan establecía la fundación de un estado judío y otro árabe en Palestina, pero tanto las milicias judías como las
árabes iniciaron una campaña por controlar los territorios colindantes a las fronteras delimitadas por la ONU.

Las milicias palestinas contaron para ello con el apoyo de soldados iraquíes, sirios, egipcios, jordanos y libaneses. Un
millón de refugiados palestinos huyó de territorio israelí y 600.000 refugiados israelíes huyeron de territorios árabes de
todo Oriente Próximo.

Mientras los refugiados israelíes se incorporaron en el nuevo estado, los palestinos apenas recibieron ayuda del resto
del mundo árabe y se vieron forzados a construir sus hogares en campos de refugiados de la región, donde muchos de
ellos permanecen todavía.
Hubo excepciones: el rey marroquí se negó a expulsar a los judíos y los líderes de la población israelí de Haifa instaron a
los árabes a permanecer en ella. El alto el fuego se produjo con la firma de un armisticio en Rodas en 1949, pero el
tratado de paz aún está por firmar. (ampliar este tema)

Las divisiones religiosas y étnicas en Oriente Próximo han precipitado numerosos conflictos, mientras que sus reservas
de petróleo han atraído sobre la zona la atención internacional.

Petróleo y desarrollo

El descubrimiento y la explotación de las reservas de petróleo ha condicionado en gran medida la historia de Oriente
Próximo del siglo XX. La región había estado ocupada desde tiempos inmemoriales por turcos otomanos, lo cual dio
origen al nacionalismo árabe. Cuando el Imperio Otomano se derrumbó al final de la I Guerra Mundial, los británicos y
los franceses se repartieron la zona y la gobernaron a modo de protectorado, hasta concederle la independencia tras la
II Guerra Mundial.

A causa de los siglos de gobierno no árabe vividos, un movimiento panárabe acompañó a la descolonización. Conatos
como los de la República Árabe Unida, una unión de Siria y Egipto entre 1958 y 1961, pueden analizarse a la luz de esta
tendencia. Sin embargo, el nacionalismo panárabe fracasó debido a que los nuevos dirigentes no estaban dispuestos a
renunciar a su poder.

A ello cabía sumar que los distintos países tenían niveles de riqueza diferentes debido a la distribución desigual del
petróleo en la región. La religión también demostró ser un factor de división, al escindirse la población árabe entre el
islamismo chuta, el islamismo sunita y el cristianismo.

Después de la Guerra de la Independencia de Israel, los refugiados palestinos se instalaron en campos de refugiados
diseminados por toda la región y el hecho de que otros Gobiernos árabes se hayan negado a ofrecer la ciudadanía a los
palestinos, pese a haber nacido en dichos campamentos, continúa subrayando la inviabilidad del panarabismo. Cabe
destacar también que en Oriente Próximo existen países que no están dominados por poblaciones árabes, como
Turquía, Egipto e Irán.

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