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La suciedad en las superficies de los intercambiadores de calor reduce la eficiencia del intercambio térmico al actuar como aislante. Esto requiere introducir un factor de ensuciamiento en el cálculo del coeficiente global de transmisión de calor. El factor de ensuciamiento depende del espesor de la capa de incrustación depositada y su conductividad térmica. Los intercambiadores dinámicos con superficies rascadas ayudan a contrarrestar los efectos de la suciedad.
La suciedad en las superficies de los intercambiadores de calor reduce la eficiencia del intercambio térmico al actuar como aislante. Esto requiere introducir un factor de ensuciamiento en el cálculo del coeficiente global de transmisión de calor. El factor de ensuciamiento depende del espesor de la capa de incrustación depositada y su conductividad térmica. Los intercambiadores dinámicos con superficies rascadas ayudan a contrarrestar los efectos de la suciedad.
La suciedad en las superficies de los intercambiadores de calor reduce la eficiencia del intercambio térmico al actuar como aislante. Esto requiere introducir un factor de ensuciamiento en el cálculo del coeficiente global de transmisión de calor. El factor de ensuciamiento depende del espesor de la capa de incrustación depositada y su conductividad térmica. Los intercambiadores dinámicos con superficies rascadas ayudan a contrarrestar los efectos de la suciedad.
En el cálculo anterior, se ha supuesto que las superficies de los intercambiadores se
mantienen limpias, sin embargo, en la práctica es muy frecuente que estas superficies se encuentren contaminadas debido; a la posible suciedad de los propios fluidos, a posibles subproductos formados por envejecimiento o por reacciones químicas entre superficie y fluido, a la corrosión de la superficie o incluso a otros materiales arrastrados por los fluidos como consecuencia de la circulación de los mismos por otras partes de la máquina. En cualquier caso, lo que ocurre es que después de un cierto tiempo de circulación del fluido, acaba por depositarse sobre la superficie de los tubos una película de impurezas, que actúa como aislante térmico y disminuye la cantidad de calor intercambiado. Esto influye en gran manera en el cálculo del coeficiente global de transmisión de calor, debiendo introducirse en el cálculo una resistencia térmica de ensuciamiento, conocida como factor de ensuciamiento o factor de incrustación.5 El coeficiente global de transmisión queda entonces:
En la que es el factor de ensuciamiento cuyo valor vendría dado por el cociente
entre el espesor de la capa de incrustación y la conductividad del material depositado. 6 En la práctica es difícil estimar este valor y se puede fijar a partir de tablas en las que están tabulados los valores correspondientes a los fluidos más utilizados. Actualmente, para dar solución a estos problemas y aumentar el rendimiento, se diseñan los llamados intercambiadores dinámicos de superficie rascada.