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Iván Prieto Garrido
Marta Alicia Lozano Ángel

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@ Copyright

Del Texto y la portada:


Iván Prieto Garrido
Marta Alicia Lozano Ángel

ISBN: 978-84-947161-7-1
Depósito Legal:

Todos los derechos reservados. Queda prohibida, salvo excepción prevista en ley, cualquier forma
de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sin contar con la
autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados
puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (artículos 270 y siguientes del Código
Penal).

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ÍNDICE

PARTE 1.
CONSPIRACIONES Y ENIGMAS DE LA RELIGIÓN CATÓLICA Y EL
CRISTIANISMO ................................................................................ 11

*Las creencias en las que se basa la Biblia tiene su origen en otras


religiones principalmente en la religión sumeria. ........................... 11
*El diluvio universal. Todas las copias del suceso desde su mención en
la religión sumeria .......................................................................... 11
*Otras 5 historias bíblicas plagiadas esta vez de la Mitología Griega .11
*Judaísmo, Cristianismo e Islam las religiones inventadas por
Abraham. ......................................................................................... 11
*¿Quién escribió realmente la Biblia? .............................................. 11
*Vírgenes y niños divinos en casi todas las religiones ..................... 11
1. Inseminaciones divinas en la mitología griega y ro-
mana.
2. La importancia de la virginidad en las antiguas le-
yendas.
3. Las vidas milagrosas de los nacidos de un Dios.
*Descubre el verdadero origen de la figura de la virgen María ......... 11
1. Semiramis y Tamuz.
2. Ishtar.
3. Tanit.
4. Isis.
5. El concilio de Éfeso y sus antecedentes.
6. Unas conclusiones acerca de los ritos paganos y el
Cristianismo.
7. Las vírgenes negras.
*Los extremos paralelismos de Jesús con Dioses anteriores ..........11
1. Mitra y el origen mitraico.
2. Attis, el dios Frigio-romano.
3. Horus: Dios de la mitología egipcia.
4. Krishna: Dio hindú.
5. Dionisio/Baco.
6. Buda: el hombre iluminado.
7. José el soñador.
8. Zoroastro.
9. El Hombre Verde.
10. Referencias astronómicas.
11. ¿Cómo se explican las coincidencias entre cultos?
*Descubre el verdadero origen de la Cruz y como los cristianos la

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adoptaron ...................................................................................... 11
*Descubre el origen pagano de la palabra CRISTO. No es lo que tú
pensabas........................................................................................ 11
*¿Pero entonces hay alguna prueba fuera de la Biblia, de que Jesús
histórico haya existido? ................................................................. 11
1. Testimonios no cristianos.
*¿Existieron los 12 apóstoles? ....................................................... 11
*La Iglesia católica no tiene su origen en las enseñanzas de Jesús 11
*Como Constantino modificó la Biblia y “creó” la Iglesia católica a su
conveniencia .................................................................................. 11
*¿Qué son los Evangelios Apócrifos y por qué se prohibieron? ..... 11
1. Evangelio de Tomás
2. Evangelio de Judas
3. Evangelio de María Magdalena
4. Evangelio de Pedro

PARTE 2.
CONSPIRACIÓN Y TEORÍAS SOBRE EL NACIMIENTO DE JESÚS

*Jesús no nació en Nazaret. Esta se construyó 4 siglos después........11


*¿Quiénes eran los Reyes Magos realmente? Ni reyes ni magos…
¿Sabios? ¿Hombres de ciencia? ¿Astrólogos?
*¿Existió la estrella de Belén? ¿Acontecimientos astronómicos? ¿Un
ovni?
*Jesús no nació el 25 de dic. ¿Reciclado de creencias? ¿Por qué ese
día entonces?
*¿Es Jesús hijo de Dios o de un romano llamado Panter que abusó de
María?
*¿Jesús fue hijo del revolucionario “Judas el Galileo”? Documentos
apoyan la teoría.

PARTE 3.
LA VIDA OCULTA DE JESÚS EN SUS AÑOS NO DOCUMENTADOS EN
LA BIBLIA.

 Jesús… ¿El niño asesino?


 ¿Jesús tuvo hermanos? Conoce aquí toda la documentación
que lo confirma.
1. Santiago, hermano de Jesús y el osario que prueba
su existencia.
2. Los evangelios Apócrifos confirman que Jesús tenía
un hermano gemelo.
 ¿Viajó Jesús a Nepal, la India y Persia durante su juventud?

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 Para Jesús, al contrario que la Iglesia, la mujer si era impor-
tante.
 ¿Creía Jesús en la reencarnación?
 ¿Estuvo Jesús casado?
 ¿Fue María Magdalena la mujer de Jesús? Según Evangelios
Apócrifos por supuesto.
1. El misterio de “El Evangelio de la esposa de Jesús”
encontrado actualmente y que confirma su relación.
 Sara, hija de Jesús y María Magdalena.
 ¿Son las tribus germánicas los descendientes directos de Je-
sús y María Magdalena?
 Miles de mesías en tiempos de Jesús luchaban por ser el úni-
co. Aquí los 4 más peligrosos y famosos de la época.
1. Apolonio de Tiana
2. Simón Magnus o Simón el Mago
3. Tiberio, emperador de Roma.
4. Simón bar Kokhba.
 ¿Era Jesús de raza negra?
 Jesús adoraba a Dios femenino y masculino a la vez. Así
afirman tablillas del S.I
 ¿Era Jesús simplemente un hombre de carne y hueso?
 Jesús cambiaba de forma y edad a su antojo. Así lo describe
un Evangelio Apócrifo.

PARTE 4.
CONSPIRACIONES Y TEORÍAS SOBRE LA MUERTE Y RESURRECCIÓN
DE JESÚS.
 Judas no traicionó a Jesús, sino que le obedeció: eso dice su
Evangelio.
 ¿Podría ser Judas por lo contrario un sicario que mató a más
personas además de Jesús?
 ¿Fue Jesús crucificado por otro motivo? Historiadores pre-
sentan otra versión.
 ¿Sobrevivió Jesús a la crucifixión? El secreto de Rennes le
Château, el linaje de Jesús y María Magdalena.
 ¿Jesús huyó a Japón y murió allí con 106 años?
 La tumba de María está vacía ¿Dónde fue enterrada enton-
ces?
 ¿Es la Sábana Santa, la prueba irrefutable que demuestra la
resurrección de Jesús?
 Reflexión final: 4.200 religiones y dioses a lo largo de la his-
toria ¿Y crees que la tuya es la verdadera?

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INTRODUCCIÓN

Para la cultura occidental, Jesús es un personaje co-


nocido por todos, al menos en apariencia, porque la
realidad es que la imagen que de él tenemos nos ha lle-
gado a través de la predicación, de la catequesis y de las
clases de religión, sin otra referencia que los escritos
dejados por los cuatro evangelistas, en lo que común-
mente se conoce como el Nuevo Testamento.

Tal imagen está construida sobre una serie de


tópicos que podríamos resumir de la siguiente for-
ma:

Jesús nació en Belén a finales del reinado de Hero-


des el grande.
Como sus padres era de la estirpe de David, aunque
fue concebido de forma milagrosa, su madre María re-
cibió la visita del espíritu santo, que la cubrió con su
sombra, de modo que quedó encinta sin perder su virgi-

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nidad. De esa manera, Jesús tuvo una doble naturaleza,
divina y humana.
Tras muchos años de silencio y sin una actividad
conocida en principio fue bautizado en el río Jordán por
Juan el Bautista.
Inmediatamente después se refugió en el monte de
la Cuarentena, también conocido como monte de las
Tentaciones. A las afueras de Jericó.
Es el lugar que sirvió de escenario a uno de los
momentos clave de la vida de Jesús. Sólo, sin otra com-
pañía que la de las fieras y la de los ángeles, metafóri-
camente la de sus instintos y su espiritualidad, alcanzó
el grado de evolución necesario para trascender su con-
dición humana. Lo que simbólicamente se manifiesta
venciendo las tentaciones del demonio y asumir su
compromiso como redentor.
Tras ese período de ayuno y meditación abandonó
este paraje para iniciar lo que se ha dado en llamar su
vida pública, dirigiéndose a Cafarnaún, donde comenzó
a predicar la inminente llegada del reino de Dios.
Esa urgencia en su mensaje, esa veracidad que tenía
de que algo estaba a punto de suceder es indiscutible
para los creyentes de la época.
“Os aseguro que todo ocurrirá antes de que pase
esta generación” .Se recoge textualmente en el evange-
lio de Mateo:
“Se ha cumplido el plazo. El reino de Dios está cer-
ca” Recoge en el evangelio de Marcos.
Está refiriéndose al final del mundo. Al comienzo
casi inmediato del anunciado por los profetas “Reino de

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Dios. (¿Qué sentido tenía entonces fundar una iglesia
para continuar su obra?)
Su predicación es clara: Hay que dejarlo todo: pose-
siones, trabajo, familia…porque ya no hay tiempo.
Es ese el aspecto más peligroso de su mensaje para
el poder establecido. El anuncio de una teocracia. El
retorno del Dios Yahvé para reinar sobre Israel implica-
ba el fin del poder romano, el final de las instituciones,
el final de cualquier autoridad humana o material. Ade-
más ese mensaje no surgía como algo exclusivo. Era
uno más dentro del ambiente caldeado y de agitación
que se estaba viviendo en Galilea en esos tiempos.
La campaña promovida por Jesús se produjo en el
momento políticamente más inoportuno. Realmente no
era un movimiento básicamente espiritual sino que ha-
bía numerosas connotaciones políticas y también nacio-
nalistas.
La universalidad que se le ha querido dar a su men-
saje poco tiene que ver con lo que los propios evange-
lios recogen.
Es un mensaje de un Israelita, dirigido a israelitas
en el seno de las tradiciones y creencias religiosas de
ese pueblo.
Quizás resulte algo inquietante para los creyentes
pero si dejamos a un lado la fe es lo que la lectura
desapasionada de los evangelios reflejan y lo que por
otra parte resulta históricamente lógico.
Según lo que de él se nos cuenta en los evangelios
desde los primeros momentos su actividad predicadora
estuvo acompañada de la realización de todo tipo de
prodigios y milagros, especialmente sanaciones. Lepro-

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sos, ciegos, paralíticos, sordomudos, enfermos de toda
condición se beneficiaron de sus extraordinarios pode-
res.
Algunos de esos milagros como cuando convirtió el
agua en vino en Caná durante una boda, pueden parecer
más populistas que necesarios, si es que no se trata de
metáforas con un significado más profundo.
Otros en cambio resultaron especialmente dramáti-
cos, como la resurrección de Lázaro en Betania, que
llevaba cuatro días muerto y según el evangelio de Juan
ya olía a podrido.
Sus poderes taumatúrgicos llegaron a tal punto que
en los pueblos en torno al lago de Genesaret, en el mar
de Galilea, dejaban a los enfermos a las puertas de las
casas, para que él los fuese curando a su paso. Allí fue
también donde caminó sobre las aguas y captó los pri-
meros discípulos pescadores, que dejaron de serlo para
convertirse en pescadores de almas.
Ese esquema de vida aprendido en escuelas y cate-
quesis nos habla también de su entrada triunfal en Jeru-
salén, conmemorada cada año en el domingo de Ramos
por centenares de peregrinos que recorren la ciudad en
procesión.
También está en nuestra memoria el pasaje que des-
cribe cómo arrojó a los mercaderes del templo, mos-
trando una imagen de Jesús enérgica, colérica incluso
que contrasta con la de paciente mansedumbre habitual
en el resto del relato evangélico.
Ese mismo esquema, innumerables veces repetido y
por todos aceptado nos dice que aun siendo el Mesías
que el pueblo esperaba su mensaje resultó tan distinto y

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desestabilizador para las jerarquías judías, que estas in-
trigaron hasta conseguir que las autoridades romanas lo
detuvieran.
La noche del huerto, la traición de judas y finalmen-
te su condena por parte de Poncio Pilatos, que sin creer
que fuera culpable lo envió a la cruz para satisfacer a los
perversos miembros del Sanedrín.
Sin embargo no todo quedó ahí y ahora viene la par-
te más importante a la que se agarran las instituciones
religiosas para confirmar la divinidad de Jesús y el po-
der que le fue otorgado por el para tener el control de
los creyentes:
Jesús resucitó al tercer día, confirmó a la iglesia que
había fundado en vida para que continuasen su obra y
ascendió a los cielos, no sin antes prometer que vendría
de nuevo al final de los tiempos para juzgar a los vivos
y a los muertos.
Esa es básicamente la idea que se tiene sobre este
personaje y la que aceptan sin crítica los creyentes.
Sin embargo desde el punto de vista histórico y
atendiendo a la realidad de los hechos y no a su aspecto
religioso la figura de Jesús es una incógnita.
Incluso ha habido numerosos autores que desde fi-
nales del SXIIX a principios del XX han negado que
hubiera existido alguna vez.
Hoy en día los más críticos admiten que sería casi
imposible justificar la existencia del cristianismo sin
aceptar al tiempo la de Jesús por mucho que su figura y
su vida haya sido vilmente manipulada en base a leyen-
das y conveniencias teológicas.

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En los royos del Mar Muerto no se menciona a Je-
sús en ningún momento. En los textos del Judaísmo pos-
terior a su muerte se le cita de forma insultante y ten-
denciosa como un blasfemo que negó la ley de Moisés y
sin añadir apenas nada más.
Pero aun dando por seguro que vivió y murió en Is-
rael hace unos 2000 años, lo cierto es que existen pocos
documentos que relaten la vida de Jesús fuera de los
redactados por sus seguidores y recogidos en el Nuevo
Testamento (los cuales veremos con detenimiento).
No podemos olvidarnos de una de las bases impor-
tantes de este libro, o sea, de los evangelios apócrifos.
Los evangelios apócrifos o extracanónicos son los
escritos surgidos en los primeros siglos del cris-
tianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret que no
fueron incluidos ni aceptados en el canon del Ta-
naj judío hebreo-arameo, de la Biblia israelita Sep-
tuaginda griega, así como tampoco de ninguna de las
distintas Biblias usadas por distintos grupos de cristia-
nos como la Iglesia católica, la Iglesia ortodo-
xa, Comunión anglicana e Iglesias protestantes.
No fueron aceptados por no seguir los dogmas esta-
blecidos en la época. Hubo un momento donde se tuvo
que decidir qué entraba y que no en el libro sagrado se-
gún convenía pero eso no significa que no pudieran ser
incluso hasta más fiables.
Así pues el medio que tenemos para acceder al Je-
sús histórico de una forma oficial son los escritos canó-
nicos, los evangelios considerados sagrados por las igle-
sias cristianas. Aunque se trata de literatura piadosa ob-
viamente no objetiva y adaptada a fines ejemplarizantes

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son los textos que más se acercan cronológicamente a la
vida de Jesús.
Los cuatro evangelistas: Marcos, Mateos, Lucas y
Juan no conocieron personalmente al nazareno y escri-
bieron a partir de la tradición oral. Cada uno por su
cuenta recibieron un legado a base de anécdotas, relatos
fragmentados, con frecuencia contradictorios y en oca-
siones poco más que frases sueltas.
Con esa información tuvieron que elaborar una his-
toria coherente, que pareciera verídica y ordenarla cro-
nológicamente, situándola en el marco histórico y geo-
gráfico supuestamente correcto.
Como veremos más adelante en este libro, una tarea
semejante no puede estar exenta de errores.
Los evangelios no coinciden en muchos puntos, a
veces significativamente, y sus relatos adolecen de
inexactitudes históricas, omisiones y distorsiones de los
hechos hasta tal punto que en ocasiones parecen estar
refiriéndose a personajes diferentes.
Como hemos visto en este breve resumen sobre la
vida oficial de Jesús y la implantación del cristianismo
todo está envuelto en un halo de secretismo, censura y
manipulación.
Algo que a muchas personas hace que se sientan
engañadas viviendo en una sociedad donde la mayoría
del rebaño cree lo que les cuentan aunque haya eviden-
cias claras de lo contrario por el simple hecho de que es
lo que todo el mundo piensa.
Después de años de estudio sobre la figura de Jesús
hemos decidido escribir este libro añadiendo todas las

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teorías existentes sobre su vida para, con todas las cartas
sobre la mesa, puedas decidir que creer y que no.
Alguna de estas pueden ser duras, otras insólitas,
otras que van totalmente en contra de las instituciones
religiosas y podemos encontrar información que se con-
traria una a la otra pero queremos dejar claro que no
hemos realizado el libro para cambiar las creencias de
nadie.No apoyamos ni boicoteamos ninguna de estas.
Simplemente basamos la información en una búsqueda
insaciable de contenido en diferentes fuentes por su-
puesto totalmente documentadas y no en nuestras creen-
cias personales.
Una vez dicho esto y sin extendernos más comen-
cemos cronológicamente. Primero hablaremos de la
poca exclusividad de las bases del cristianismo y el ca-
tolicismo viajando por las religiones antiguas y viendo
las extremas y sospechosas similitudes.
Más adelante continuaremos por los misterios
silenciados de la vida de este personaje que cambió
la humanidad desde su nacimiento hasta su muerte y
resu-rrección. De esa forma intentaremos conocer mejor
LA VIDA OCULTA DE JESÚS.

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PARTE 1

CONSPIRACIONES Y ENGAÑOS
DE LA RELIGIÓN CATÓLICA
Y EL CRISTIANISMO

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LAS CREENCIAS EN LAS QUE SE
BASA LA BIBLIA TIENEN SU ORI-
GEN EN OTRAS RELIGIONES,
PRINCIPALMENTE EN LA RELI-
GIÓN SUMERIA.

Para empezar, debemos realizar un viaje en el tiem-


po, un viaje de cinco mil años donde las primeras civili-
zaciones conocidas empezaron a dejar grabadas para la
posterioridad sus primeros pasos en este mundo.

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Entre el río Tigris y Éufrates hacemos nuestra pri-
mera parada, centrándonos en la región de Sumeria. Las
ciudades de dicha región, compartían una misma reli-
gión, quizás el desconocimiento de la ciencia obligara a
dar una razón divina para explicar el paso del día y la
noche, para explicar la importancia del agua, o para de-
cir que aquel satélite que orbitaba alrededor de la tierra,
la luna, era la diosa Nana. Quizás los nombres de los
dioses En y ki no les suene a nadie. Pero sí cuento que
los sumerios ya tenían la idea concedida de un paraíso
del Edén ya os suene más, sí prosigo diciendo que el
dios Enlil creó al hombre con la arcilla de su tierra di-
réis, “esta historia me suena mucho”, quizás sea casua-
lidad, o no, la religión sumeria también relata la crea-
ción de la mujer, a partir de la costilla del hombre, cu-
riosamente “costilla” en la lengua aglutinante sumeria,
significa crear. Pero aquí no acaba la cosa seguimos con
los sumerios, la historia del diluvio, donde un hombre
reunió a una pareja de animales de cada especie, y se
embarcó con su arca para salvarse de la avalancha de
agua, un mito parecido al del héroe Sumerio Gilgamesh
y el diluvio.
Conceptos de premio y castigo por las buenas o ma-
las acciones, la idea del cielo y el infierno, demasiados
paralelismos entre el antiguo testamento y esta religión
que hace cinco mil años colaba la vida ciudadana de los
hombres.
Nos vamos ahora a Babilonia, concretamente al im-
perio paleobabilónico, en la época de máximo esplendor
de la Babilonia amorita bajo el reinado de Hammurabi I.

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La iconografía relata como el dios Shamash, dios de
la justicia, entrega al monarca las leyes que su pueblo
debe seguir, estas leyes adquieren un carácter divino
que la población acata sin rechistar, personalmente creo
haber visto una historia parecida en el que el protagonis-
ta era un tal Moisés y el código eran dos tablas de la ley
donde estaban grabados los diez mandamientos. Hoy en
día en código de Hammurabi puede ser contemplado en
el Louvre.

No solo hablan de las


tablillas la religión babiló-
nica pues si uno examina
el capítulo 125 del Libro
de los Muertos egipcio (en
torno al 2600 aC), parece

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que puede haber tenido un poco de inspiración. El Libro
Egipcio de los Muertos se leen los Mandamientos 3000
años antes.
Su texto, que para algunos es la fuente de origen de
los Diez Mandamientos, dice:

–En verdad, vine a ti y te traigo la Justicia y la Ver-


dad. Por ti rechacé la iniquidad.
–No herí a hombre alguno, ni hice daño a las bes-
tias.
–No cometí delito en el lugar de la Justicia y la
Verdad.
–No conocí mal: No actué perversamente.
–Cada día trabajé más de lo que se me pedía.
–Mi nombre no llegó a la barca del príncipe.
–No desprecié a Dios.
–No causé aflicción, ni ejercí aflicción.
–No hice lo que Dios abomina.
–No hice que su amo obrara mal con su siervo.
–A nadie le hice sentir dolor.
–A ningún hombre hice llorar.
–No cometí homicidio; ni jamás ordené a nadie que
matara por mí.
–No perjudiqué a la gente.
–No hurté lo ofrendado en los templos; ni robé las
tortas de los dioses.
–No me llevé las ofrendas efectuadas a los biena-
venturados difuntos.
–No forniqué, ni mancillé mi cuerpo.
–Ni acrecenté, ni disminuí las ofrendas debidas.
–No robé de los huertos; ni pisoteé los campos.

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–No hice agregados al peso de la balanza; ni aligeré
el peso de los platillos.
–No quité la leche de la boca del infante.
–No aparté el ganado de sus apacentadores.
–No tendí trampas al ave acuática de los dioses.
–No pesqué peces con carnada de sus propios cuer-
pos.
–No hice regresar el agua en su marea alta.
–No interrumpí el cauce del agua corriente.
–No extinguí la llama en su plenitud.
–No descuidé las estaciones para las ofrendas asig-
nadas.
–No alejé el ganado separado para el sacrificio.
–No impedí las procesiones del Dios.

Los sortilegios del Libro de los muertos reflejan las


creencias egipcias sobre la naturaleza de la muerte y el
más allá, exponiendo las creencias egipcias sobre esta
materia. Según estas, el fallecido era guiado por el
dios Anubis ante la presencia de Osiris, donde debía
jurar que no había cometido ningún pecado de una lista
de 42, mediante la recitación de un texto conocido como
la «Confesión Negativa». Entonces el corazón del difun-
to era pesado en una balanza contra la diosa Maat, que
encarnaba la verdad y la justicia.
Si la balanza permanecía en equilibrio significaba
que el fallecido había llevado una vida ejemplar, tras lo
que Anubis lo llevaría hasta Osiris y podría encontrar su
sitio en el más allá, convirtiéndose en maa-kheru, que
significa «reivindicado», o «justo de voz». Si el corazón
no estaba en equilibrio con Maat, lo esperaba la temible

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bestia Ammyt, la Devoradora, lista para engullirlo y
mandar la vida de la persona en el más allá a un cercano
y poco placentero final.
Esta escena no es solo remarcable por su intensidad,
sino porque también es uno de los pocos pasajes
del Libro de los muertos con un contenido moral explí-
cito. El juicio del difunto y la Confesión Negativa eran
una representación del código moral convencional que
rigió la sociedad egipcia.
Lo cierto es que durante tres milenios, antes de la
fundación del cristianismo, numerosas civilizaciones
dominaron en algún momento Mesopotamia, los con-
quistadores tomaban los dioses autóctonos como suyos
e inculcaban su propia religión y cultura en las ciudades
conquistadas. Quizás el cristianismo sólo sea eso, una
fusión de culturas que ha sobrevivido al paso del tiem-
po.
Las escrituras zoroastristas diez siglos antes de la
creación de la Biblia, hablaban de como Ormuz creó el
mundo y los dos primeros seres humanos en seis días y
descansó en el séptimo. Los nombres de estos dos seres
humanos eran Adama y Evah.
La Epopeya de Gilgamesh cuenta de cómo se crea
al hombre de la tierra, como habita un paraíso y como se
le entrega a una mujer que le dará de comer un alimento
por el que será obligado a abandonar el paraíso, y eso lo
dice 1600 años antes de la creación de la primera Biblia.
A un hombre se le advierte de una inminente inun-
dación por un dios y es instruido para construir un gran
barco con el fin de sobrevivir. Las dimensiones del bar-
co son 120 codos, los materiales de construcción son la

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madera, el tono y las cañas. Después de la inundación,
el barco cae en la cima de una montaña donde el hom-
bre envía una serie de aves de encontrar tierra seca. Con
el tiempo se les permite a todas las gentes y los anima-
les ser libres con un previo sacrificio al Dios que lo sal-
vó.
Existen un número importante de sorprendentes si-
militudes entre el libro de Proverbios en la Biblia y en la
Instrucción de Amenemope egipcia. A pesar de todos
los textos sobrevivientes de la Instrucción de Ame-
nemope, estos, son de una fecha posterior, se cree que la
obra fue compuesta durante la 12 ª dinastía.
Hay una interesante correlación entre el Gathas de
Zaratustra Yasna (los textos sagrados de los zoroastria-
nos) y el capítulo de la creación y el libro de Isaías en el
Antiguo Testamento. Esto se puede atribuir en gran par-
te a la influencia que los mesopotámicos imprimieron a
los israelitas durante el tiempo que los israelitas vivían
en Babilonia. Curiosamente, el libro de Yasna hace pre-
guntas que son respondidas directamente en el libro de
Isaías. Hay una gran cantidad de ejemplos de influen-
cias de zoroastrismo, pero éste es muy convincente.

¿CREER EN EL DIABLO Y EN LOS ÁNGELES?

No es originalmente bíblica, el judaísmo y el cris-


tianismo fueron influenciados por el zoroastrismo. Uno
de los principales ejemplos es la existencia, estructura y
jerarquía de los ángeles y los demonios. Los zoroastria-
nos fueron los primeros en creer en los ángeles, la idea
de Satanás, y la batalla en curso entre las fuerzas del

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bien y del mal. El arte de Zoroastro retrata al profeta
Zaratustra como estar rodeado por el mismo halo de luz
en el que las figuras cristianas se representan a menudo.
La existencia de un paraíso para los buenos y un in-
fierno para los pecadores es muy anterior a la confec-
ción de la Biblia.
En el Papiro de Ani también se encuentra la “Ora-
ción del Ciego” que para algunos se trataría de una ver-
sión primigenia del Padre Nuestro:

Oración del ciego (aprox. 1300 aec):


El Dios de esta Tierra es el gobernante del horizonte,
Dios es para hacer gran su nombre,
lo Dedica a la adoración de su nombre,
Da su existencia de Dios,
El hará tu negocio,
Su semejanza está sobre la Tierra,
Dios es dado incienso y alimento ofrendas diarias,
El Dios juzgará el verdadero y honesto y perdonará a
nuestros deudores,
Guarda contra la cosa que Dios abomina, me Preserva
del mal,
Dios es el rey del horizonte,
de El poder, y de la gloria,
Él aumenta, él quienquiera que lo aumenta,
Permíteme que sea mañana como hoy.

Padre nuestro (aprox. 33):


Padre nuestro,
que estás en los cielos,
santificado sea tu Nombre;

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venga tu Reino;
efectúese tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Danos nuestro pan de cada día;
y perdona nuestras ofensas,
así como nosotros hemos perdonado a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal.

Si seguimos enumerando similitudes:

-El génesis es una copia descarada del Enuma Elish


sumerio.
-El diluvio una copia descarada de la épica de Gil-
gamesh babilónica (lo trataremos a continuación)
-Las leyes mosaicas son una copia descarada del
código Hammurabi babilónico
-La historia de los tres regalos tras el nacimiento de
Jesús, son de la historia ahura mazda (oro, mirra,
incienso)
-El padre nuestro es una copia de la Oración del
Ciego 1300 años antes del nacimiento de Jesús
-Las diez plagas de Egipto son plagiadas del papiro
de ipuwer
-Yahvé cumple exactamente la misma función que
el dios Shamash babilonio

¿Y LA SANTÍSIMA TRINIDAD?

Si Adán, Abel, Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob,


José, Moisés, David y otros que dieron testimonio de la
fe resucitaran hoy y nosotros le preguntáramos acerca

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de la naturaleza de Dios. ¿Acaso ellos nos responderían
que Dios es una Trinidad?
El cristianismo surgió del judaísmo, y el judaísmo
es estrictamente unitario.
Les voy a mostrar lo que influyó en el catolicismo y
en la cristiandad para creer y aceptar esta doctrina após-
tata:
Por todo el mundo de la antigüedad, hasta allá en
los tiempos remotos de Babilonia, era común la adora-
ción de dioses paganos agrupados en tres, o trinidades.
Aquella influencia también dominó en Egipto, Gre-
cia y Roma en los siglos antes, durante y después de
Cristo. Y tras la muerte de los apóstoles aquellas creen-
cias paganas empezaron a invadir el cristianismo.
Si hablamos de la trinidad en las diferentes culturas
de la historia podríamos enumerarlas de la siguiente
forma:

Egipcios: Horus, Osiris e Isis.


Hindúes: Brahma, Siva y Visnú
Budistas: Buda, Dharma y Sangha
Babilonia: Anu, Ea y Bel.
Trinidad caldea: Sin, Istar y Shamash.
Fenicios: El, Asera y Baal.
Persas: Ormuz, Mitra y Ahriman.
Escandinavos: Odin, Freya y Thor.
Romanos: Júpiter, Minerva y Apolo
Griegos: Zeus, Atena y Apolo.
Asiria: Assur, Nabu y Marduk
Sumerios: El dios lunar, el señor de los cielos y el
dios solar.

30
Como podemos ver, cada cultura pagana adoraba a
una tríada de dioses. Luego, ¿esto no se parece mucho a
la trinidad del catolicismo y del protestantismo?

TRINIDAD CATÓLICA: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU


SANTO.

El historiador Will Durant dijo: “El cristianismo no


destruyó el paganismo; lo adoptó..... De Egipto vinieron
las ideas de una trinidad divina”. Y en el libro Egyptian
Religión, Siegfried Morenz señala: “Los teólogos egip-
cios estaban muy interesados en la trinidad... Se combi-
na y trata a tres dioses como si fueran un solo ser, a
quien se habla en singular. De ese modo la fuerza espi-
ritual de la religión egipcia muestra un enlace directo
con la teología cristiana”. Así, en Alejandría, Egipto,
clérigos de fines del siglo III y de principios del IV, co-
mo Atanasio, reflejaron aquella influencia cuando for-
mularon ideas que prepararon el camino para la Trini-
dad. Su propia influencia se esparció, y por eso Morenz
ve “la teología alejandrina como intermediaria entre el
legado religioso egipcio y el cristianismo”.
A Dictionary of Religious Knowledge señala que
muchos dicen que la Trinidad “es una corrupción toma-
da de las religiones paganas e injertada en la fe cristia-
na”. Y The Paganism in Our Christianity declara: “El
origen de la [Trinidad> es enteramente pagano”.

31
32
EL DILUVIO UNIVERSAL. TODAS
LAS COPIAS DEL SUCESO DESDE
SU MENCIÓN EN LA RELIGIÓN
SUMERIA.

¿Qué es lo que lo convierte en un gran enigma esta


historia?, su origen es incierto, debido que hay muchas
narraciones similares de diluvios muchísimos más anti-
guo de lo que podíamos imaginar, como estamos viendo
descaradamente, que las religiones en muchos casos han

33
copiado, extraído, fragmentos o totalidad de muchas
otras culturas y todas juntas formaron una religión, con
dioses con similares poderes o diferentes nombres, con
parecidos orígenes, etc.

¿CUÁLES SON LAS CULTURAS QUE TIENEN


UNA SIMILITUD AL DILUVIO?

Los hindúes: El rey Svayambhuva Manu fue avisa-


do por Visnú de un diluvio, Matsya Avatar (La reencar-
nación de Visnú en un enorme pez), salvó de morir a
Svayambhuva, a diferencia del diluvio de Noé, este fue
más devastador ya que este era una creciente de océanos
proveniente del fondo del universo.
Los griegos: La cultura griega tampoco se quedó
atrás, el protagonista de esta historia fue Zeus, quiso
exterminar a la raza humana por aceptar que Prometeo
robara el fuego y se lo entregaran a los humanos. Pro-
meteo le dijo a Deucalión que construyera una embarca-
ción y metieran en ella todo lo necesario.
Los Mapuche: En ella existe una leyenda muy pa-
recida a la del diluvio universal, provocada por la lucha
de dos serpientes llamadas: Treng treng vilu (protectora
de los hombres) y Caicai Vilu (Enemiga de la raza hu-
mana); fueron advertidos por una culebra amiga que
Caicai Vilu quería exterminarlos y que encontraran re-
fugio en el cerro sagrado, donde esa culebra habitaba,
las personas que no lograron salvarse se convirtieron en
peces y en cetáceos.
Los mayas: Como en todas las demás culturas, to-
das pretendían destruir a la raza humana, para los

34
k’iche’s, la inundación fue provocada por Uk’u’x Kaj
(“Corazón del Cielo”) o Jurakan, Madre y Padre de los
dioses
Los Incas: El dios Wiracocha (Viracocha) destruyó
a los gigantes y repobló la tierra con Manco Capac y
Mama Ocllo.
Y estás y muchas otras culturas como por ejemplo:
Los pascuense, Moussaye, Taíno, Uros, etc.

“Y Yahvé cerró la puerta del arca detrás de Noé. El


diluvio cayó por de cuarenta días sobre la tierra. Cre-
cieron, pues las aguas y llevaron el área muy alta sobre
la tierra. Las aguas crecieron mucho, muchísimo, sobre
la tierra y quedaron cubiertos los montes más altos que
hay debajo del cielo. Quince metros por encima subió el
nivel de las aguas, quedando cubierto los montes. Mu-
rió todo ser mortal que se mueve sobre la tierra; aves,
bestias y animales. Y toda la humanidad. Todo ser hu-
mano que existía sobre la tierra murió. Así aparecieron
todos los vivientes que había sobre la tierra, desde el
hombre hasta los animales, los reptiles y las aves del
cielo. Todos fueron lanzados de la superficie de la Tie-
rra. Sólo sobrevivieron Noé y los que estaban con él en
el Arca. Las aguas inundaron la Tierra por espacio de
ciento cincuenta días. (Génesis VII, 17)”

¿EXISTIÓ EL DILUVIO UNIVERSAL?

Comenzaré manifestando que se han encontrado en


el Everest restos de fósiles de peces, o en el monte Ara-
rat se ha encontrado depósitos de sales marinas, muchas

35
culturas relatan la existencia de un diluvio, de diferente
forma pero con el mismo propósito sentenciar a la raza
humana ¿Hubo, existió un diluvio?.
La existencia de un diluvio que sumerja a todo el
planeta suena muy improbable, pero varios diluvios po-
drían ser una buena explicación. En 1929 se llevó a ca-
bo excavaciones en la antigua ciudad Sumeria, descu-
brieron que capa arcillosa de dos metros de espesor, los
análisis hechos mostraron que estos fueron provocados
por las aguas. Está capa arcillosa hace presumir que
probablemente existió una inundación muy poca común
en Nínive, Babilonia. Shuruppak, Uruk, Kish, Tello y
Fara, otras excavaciones han encontrado la misma capa
sedimentaria, si nos ponemos a pensar por el lugar geo-
gráfico y por la diferente datación que nos da, conclui-
mos que pudieron ser más de un diluvio, esto posibili-
dad sería más lógica, que la de un diluvio universal.
¿Una prueba del Diluvio? En Ur, en el país de Su-
mer, las capas estratificadas indican lluvias extraordina-
rias.

LOS AVENTUREROS DEL ARCA.

Desde hace dos mil años, los hombres buscan el Ar-


ca de Noé. El primer relato de una ascensión al monte
Ararat (situado en Anatolia, en la actual Turquía), se
remonta al año 330 después de Cristo y pertenece a la
tradición ortodoxa. Llegado a media altura, el patriarca
Jacobo recibe de un ángel los fragmentos de la nave
sagrada. Los viajeros se suceden uno tras otro; el fla-
menco Guillermo de Ruysbroek en 1254, el veneciano

36
Marco Polo en 1273, el provenzal Pitton de Tournefort
en 1701. Pero ninguno de ellos llega a la cima del monte
ni encuentra huella del Arca.

EL ARARAT FUE VENCIDO EN EL SIGLO XIX.

En 1829, G.F. Parrot lleva una expedición a la cima,


aunque sin descubrir nada nuevo. Diez años más tarde,
unos obreros turcos encargados de edificar barreras en
la montaña afirman haber encontrado un navío muy an-
tiguo que emergía de un glaciar, pero no pueden entre-
gar ninguna prueba. En la segunda mitad del siglo XIX,
no menos de ocho expediciones llegaron a la cima del
monte Ararat, pero ninguna logró traer un testimonio
serio sobre el Arca. En agosto de 1952, los alpinistas
franceses Navarra y de Riquer avistaron una forma ex-
traña aprisionada en un glaciar. Sin pruebas, no se atre-
vieron a anunciar su descubrimiento. Al año siguiente,
Navarra partió nuevamente hacia el Ararat y logró fil-
mar la “la forma” bajo el hielo, pero las condiciones
meteorológicas le obligan a cortar su exploración. Insa-
tisfecho, debe esperar hasta 1955 para preparar una
nueva expedición. Esta vez tuvo suerte. Navarra logra
soltar una parte de la estructura, construida en madera, y
recupera un trozo de viga. Los análisis muestran que se
trata de un trozo de encina desbastada de una antigüe-
dad de más de mil años. Navarra está convencida de
haber encontrado el Arca de Noé.
Sin embargo, la presencia de un navío a esta altura
es científicamente imposible. En efecto, el planeta Tie-
rra no posee suficiente cantidad de agua para llevar el

37
nivel del mar a 4.500 metros, independientemente de la
veracidad de un diluvio, en ningún caso las aguas des-
cendientes habrían podido depositar un barco a esta
altura. De todos modos, es innegable que una gigantesca
construcción humana hecha de madera descansa bajo un
glaciar en el monte Ararat, constituyendo un nuevo
enigma para los arqueólogos.

Algunas hipótesis sobre el origen del diluvio:

 No tomando en cuenta las pruebas de Carbono


14, se presenta una hipótesis sobre la caída de un aste-
roide en la zona del golfo de México, provocando un
tsunami Atlántico.
 Otras solo fueron por la necesidad de dar una ex-
plicación sobre observaciones paleontológicas y arqueo-
lógicas, estás se esparcieron en masa debido a la gran
cantidad de fósiles acumulados de animales, hallados
lejos del mar o en una gran altitud sobre el nivel del
mar.
 También pudo haber sido un Tsunami producido
por el volcán Etna (ribera oriental de Silicia).
 Otros atribuyen la relación con la teoría de la ca-
tástrofe de Toba, de la población de 70 mil personas se
redujo a 10 mil personas (un invierno volcánico de 6
años de duración).

38
OTRAS HISTORIAS BÍBLICAS PLA-
GIADAS. ESTA VEZ DE LA MITO-
LOGÍA GRIEGA.

Para que quede claro hemos puesto en escritura


normal la versión bíblica y en negrita la versión proce-
dente de la mitología griega. Tomen sus propias conclu-
siones:

39
LA CREACIÓN.

No había absolutamente ningún mundo ni nada, ex-


cepto Dios. Un día se aburrió y decidió crearlo todo.
No había nada, fue llamado Caos. Un día se dio a
luz a todo por alguna razón.
Dios creó la luz. Él llamó «día», la luz y la oscuri-
dad "noche" y separó el día de la oscuridad.
Caos dio a luz a la tierra y la oscuridad para se-
parar los días.
Dios creó a Adán y Eva como los primeros en po-
blar el mundo.
El caos creó al dios del amor y el sexo, Eros.

EL COMIENZO.

Las primeras personas vivieron en un mundo per-


fecto, sin dolor y sin tristeza. Este lugar fue llamado el
Jardín del Edén.
Las primeras personas vivieron en un mundo
perfecto, sin dolor y sin tristeza. Esto fue llamado
“La Edad de Oro”.

El Jardín del Edén estaba habitado por Adán y Eva.


Dios tenía una sola regla, que no tomasen el fruto de un
árbol en particular. Después de haber diseñado la psico-
logía humana, parece como si se tratase de una farsa o
una trampa. Eva, siendo la más débil de los dos, tomó la
fruta y, por tanto, el resto del mundo tiene enfermedades
y desgracias.

40
(Los relatos difieren ligeramente aquí)

Eva fue creada para atender a Adán y mejorar


su vida. La primera mujer griega se creó como casti-
go. La edad de oro se componía inicialmente de sólo
hombres, hasta que un día, un titán llamado Prome-
teo engañó a los dioses al ofrecerles como alimento
unos huesos cubiertos con carne. Los dioses idearon
un castigo torturador, su nombre era Pandora. Le
dieron una caja y le advirtieron que no debía abrirla,
pero al ser débil de mente, ya que sólo era una mu-
jer, la abrió y liberó todas las enfermedades y males
en el mundo.

El punto de estos cuentos: Las mujeres tienen la


culpa de todo

EL SUCESOR.

Los sabios dijeron que el Rey de los Judíos había de


nacer y él desafiaría a la autoridad y cambiaría sus vi-
das.
Antes de Zeus, Cronos era el rey de los dioses.
Oyó que un día tendría un hijo que lo derrocaría.
El rey Herodes decidió que la única manera de ase-
gurar nadie jamás ocuparía su cargo era los bebés hasta
2 años en Belén serían asesinados.
Cronos decidió impedir esto tragándose a todos
sus hijos, después de haber nacido.
Dios le dijo a José que tomase a Jesús y huyera, por
lo que sólo los bebés desinformados morirían.

41
Rea, la esposa de Cronos, escondió uno de los
bebés, que por supuesto era Zeus que más adelante
mataría a Cronos para tomar el control, lo que signi-
fica que Cronos se tragó todos esos bebés para nada.

JESÚS Y DIOS.

Dios y Zeus son similares sólo en apariencia; ya que


Zeus es más poderoso; pero el amenazante Dios buscaba
cristianos para encontrar la manera de hacerlos sufrir.
El “Jesús” Bíblico y el “Dionisos, Dios del Vino”
de la Mitología Griega nacieron ambos de una ma-
dre virgen y de un padre inmortal. Crearon un ritual
para honrar a los hombres que implica comer y be-
ber elementos simbólicos como su carne y su sangre.
Ambos murieron y resucitaron tres días después.
Viven todavía. (este tema lo extenderemos más ade-
lante)

El Punto de estas historias: ... ¿Hay algo en la Bi-


blia original?

42
JUDAÍSMO, CRISTIANISMO E IS-
LAMISMO. LAS RELIGIONES IN-
VENTADAS POR ABRAHAM.

El mundo del antiguo Oriente Medio, en particular


las regiones de Egipto y las tierras al este del mar Medi-
terráneo (Asiria y Media), era, predominantemente, un
mundo politeísta en la época del siglo 7 a.C. La gente de

43
aquellas tierras adoraba a diferentes tipos de deidades.
Algunos fueron vinculados con el bienestar de los pue-
blos y ciudades, como Marduk en Babilonia o Ra de
Heliópolis en Egipto. Otros Dioses eran los responsa-
bles del sustento y el bienestar del hombre en tiempos
de guerra y agitación, como Baal para los Cananeos e
Ishtar para los Sumerios y Asirios.
Entre este diverso conglomerado de culturas y
creencias politeístas surgió una única gran tradición que
más tarde iba a fusionar las bases de las tres grandes
religiones del mundo: el Judaísmo, el Cristianismo y el
Islam. Estas tres religiones pueden ser vinculadas a una
tradición religiosa común que se remonta a tiempos del
Profeta patriarcal Abraham. Esta tradición religiosa
subyacente, forma la sólida base sobre la que se han
construido las tres religiones en el transcurso de la his-
toria y de la que cada una ha desarrollado diferentes
creencias e ideales que los diferencian de los demás.
Para empezar, la diferencia fundamental que distin-
gue la tradición religiosa de estas tres religiones era el
concepto unificador del monoteísmo:

Cree en un único, todopoderoso Dios que es el


creador único, sustentador y soberano del universo.
(Ibid, pág.56)

Si bien no está muy claro cuando surgió por primera


vez esta doctrina, los historiadores suelen coincidir en
que el concepto del monoteísmo apareció por primera
vez entre un pueblo nómada tribal conocidos como los
Hebreos. (Ibid, pág. 56) En esencia, la tradición religio-

44
sa común que comparten el Islam, el Cristianismo y el
Judaísmo se remonta a esos pueblos. Una mejor com-
prensión de la historia de este grupo de personas puede
ser útil para comprender el origen común de las religio-
nes monoteístas contemporáneas.
El relato preciso de las actividades de los hebreos
no está disponible. Sin embargo, los investigadores es-
tán de acuerdo en el hecho de que los relatos bíblicos
que hacen referencia a la emigración de los hebreos
desde Mesopotamia a la zona de Oriente Medio son
plausibles, de acuerdo con lo que se conoce de las rutas
generales de emigración de estas tribus seminómadas.
(Ibid, pág. 57) Las tradiciones religiosas e históricas
mencionan que el patriarca Abraham venía de Mesopo-
tamia y emigró al oeste con sus seguidores Hebreos y se
establecieron a lo largo de la costa oriental del mar Me-
diterráneo, en el área hoy conocida como Palestina.
(Ibid, pág. 56).
Abraham trajo consigo la idea de una creencia mo-
noteísta, una idea que más tarde demostró perdurar du-
rante mucho tiempo en la zona. La creencia monoteísta
hizo hincapié en las exigencias morales y las responsa-
bilidades del individuo y de la comunidad hacia la ado-
ración de un único Dios, quien era el regidor de todo.
Además, la creencia en un sólo Dios acentuó la idea de
que Dios tenía un plan divino para la historia de la hu-
manidad, y que las acciones y los ideales de su pueblo
elegido estaban indisolublemente unidos a este plan di-
vino. (Ibid., pág. C-1)
En la cúspide de esta tradición se encuentra
Abraham, quien es reconocido como el fundador de su

45
fe por las tres religiones: el Islam, el Judaísmo y el Cris-
tianismo. Los seguidores de Abraham transmitieron esta
tradición generación tras generación, fortaleciendo y
uniendo a las personas de Palestina con la creencia en
Dios y la alianza hecha con su pueblo elegido. Fue en el
siglo 13 a.C. cuando Moisés demostró ser una gran
fuerza unificadora que iba a forjar, literalmente, la na-
ción de Israel. Fue durante la época de Moisés en la que
el concepto de la alianza fue reiterado y restablecido
entre los descendientes de Abraham.
La importancia de esta alianza puede ser reconocida
desde un análisis pormenorizado de las escrituras de las
tres religiones. Las tres ramas de la creencia monoteísta
original introducida por Abraham en la zona de Palesti-
na reconocen y relatan el evento en sus escrituras reli-
giosas:

Moisés escribió todas las palabras del Señor, se le-


vantó de madrugada y edificó un altar al pie de la mon-
taña y doce estelas por las doce tribus de Israel…
…Después tomó la mitad de la sangre y la puso en
vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Tomó
luego el libro de la Alianza y lo leyó en presencia del
pueblo, el cual dijo: “Cumpliremos todo lo que ha di-
cho el Señor y obedeceremos” (Éxodo: 24:4, 6,7).
Del mismo modo, el Islam también reconoce la
alianza de los hebreos con Dios. Se menciona en el Sa-
grado Corán, el texto religioso de los musulmanes, que
el hombre debe recordar el hecho de que tal alianza fue
tomada por un grupo de personas con Dios:

46
¡Oh, hijos de Israel! Acordaos de los favores que os
concedí y sed fieles a vuestro pacto conmigo; yo seré
fiel a mi alianza con vosotros, y sólo a mí debéis temer.
(El sagrado Corán 2:48).
Y acordaos cuando dimos a Moisés el libro y el dis-
cernimiento, para que pudierais ser guiados rectamen-
te. (El sagrado Corán 2:54).
Y acordaos de cuando aceptamos vuestra alianza y
llevamos sobre vosotros el monte, diciendo: “Sujetad
con fuerza lo que os hemos dados y recordad lo que
contiene, a fin de que os salvéis”. (El sagrado Corán
2:64).

La necesidad de citar los pasajes anteriores se ve


cuando uno intenta correlacionarlos y compararlos con
otras creencias subyacentes que se encuentran en las tres
religiones. Se observa que la tradición traída por
Abraham, y reforzada y restablecida por Moisés, está
presente y es reconocida por las tres religiones. Este es
el punto común entre todas las tres confesiones: una
afirmación y reconocimiento de la alianza que los he-
breos de la zona de Palestina hicieron con Dios. Esto
constituye la base fundamental de estas religiones mo-
noteístas.
Otra importante similitud entre las tres religiones es
su relativa cercanía en términos de proximidad geográ-
fica. No es una coincidencia que las tres grandes reli-
giones monoteístas del mundo tengan una patria ances-
tral común: el hecho de que Abraham era el padre de la
fe para las tres religiones también significaría que el
lugar donde vivió y guió a su pueblo sería el lugar don-

47
de nacerían las tres religiones. Oriente Medio, com-
prendiendo la zona de Palestina, la península del Sinaí,
la península Arábiga (especialmente la mitad norte) y
las áreas de la actual Turquía y Grecia constituyen, en
esencia, la cuna de las tres confesiones.
Otro paralelismo entre las tres religiones es la
creencia y el ideal de que a través de la oración y las
plegarias, y estableciendo una relación con Dios, uno
puede alcanzar la bondad en la vida y estar en un cons-
tante estado de paz y tranquilidad consigo mismo. Esta
es la raíz fundamental de toda oración en una religión
monoteísta. El Creador Todopoderoso es visto como un
Ser preocupado activamente por los actos y acciones de
Sus criaturas. De este modo, un giro hacia Él nos con-
duciría hacia un camino de Gracia y Misericordia divi-
na. Hablando en esencia, el propósito de Dios en la
creación de la humanidad fue por una muy buena razón:

Se les pidió ser justos y buenos como su creador,


por ser partícipes en el cumplimiento de su propósito
divino.

Este concepto se ilustra en la declaración de Dios a


la Casa de Israel mencionada en la Biblia:

…Pondré mi ley en su interior, la escribiré en su


corazón y seré su Dios y ellos serán mi pueblo… (Jere-
mías 31 31:33).

El propósito de Dios, de acuerdo con las creencias


monoteístas, era elevar al hombre en rango y altitud en

48
términos de conducta espiritual y excelencia moral. Esto
sólo podía hacerse si el individuo o la sociedad en gene-
ral reconocían el hecho de que fueron creados con un
propósito divino y de acuerdo a un plan preestablecido.
Se esperaba que los creyentes siguieran las enseñanzas
otorgadas a ellos a través de sus respectivas escrituras y
reconocieran a personas como Abraham, Moisés y
otros, ser Profetas que fueron inspirados e iluminados
por Dios y que les fue otorgada la tarea de liderar y re-
formar a las personas.
Todas las creencias mencionadas se encuentran en
las tres religiones. Todas ellas comparten una creencia
común en Dios vivo, autosuficiente y siempre presente
que mantiene y controla la forma de vida y la conducta
de cada individuo. Estas creencias formaron el cimiento
que era común para todas las religiones que se origina-
ron a partir de Abraham. Este punto común también
sirvió como fuerza unificadora que unió a todo Israel
bajo una única fe y un solo Dios.
El Islam y el Cristianismo también sostienen estas
creencias. Originarias de la zona de la Península Arábi-
ga y Palestina respectivamente, ambas consideran el
personaje de Jesucristo la extensión de esta tradición.
Mientras el Islam y el Cristianismo creen en Jesucristo
como Profeta y reformador, la fe Judía no lo hace.
Aquí es donde los paralelismos y las similitudes en-
tre las tres religiones se detienen. El Islam y el Cristia-
nismo se desvinculan con el Judaísmo cuando recono-
cen la santidad y la honradez de Jesucristo. Las tres
comparten la creencia en Moisés, pero sólo dos compar-
ten la creencia en la veracidad de Cristo. Las similitudes

49
entre el Cristianismo y el Islam concluyen, asimismo,
cuando el Islam se desvincula de los paralelismos y re-
conoce al Santo Profeta del Islam como un verdadero
Profeta de Dios que vino después de Jesucristo para
traer la Ley final de Dios para la guía de toda la huma-
nidad. Tanto el Judaísmo como el Cristianismo rechazan
esta afirmación. Por consiguiente, las religiones se sepa-
raron y sus similitudes terminan cuando empiezan a di-
ferir con respecto a Jesucristo y Muhammad (la paz sea
con ellos). Sólo el Islam reconoce la elección divina y el
profetazgo de los tres personajes, mientras que las otras
dos no.
Las tres religiones no comparten creencias comunes
después de la creencia en Moisés. El Islam reconoce a
los tres, el Cristianismo reconoce a dos, y el Judaísmo
sólo a uno.
Sin embargo, todas ellas están profundamente arrai-
gadas en el tejido del monoteísmo. Es esta tradición la
que sirve como columna vertebral de cada religión. La
alianza establecida por el patriarca Abraham, restableci-
da después por Moisés, sirve como vínculo común entre
las tres religiones del mundo. Un origen geográfico e
histórico cercano acerca a las tres religiones, y bajo una
perspectiva unificadora. Esta característica es lo que
hace a las religiones notablemente similares.
La gran tradición que dio lugar a estas tres religio-
nes remonta su origen y nacimiento a un pequeño grupo
de hebreos nómadas, simples en estilo de vida y hábitos.
No era el producto de las fuerzas imperiales o de gran-
des imperios. Los productos finales que se formaron
como resultado de esta tradición surgieron tras un largo

50
período de tiempo. Fue un proceso gradual y lento, no
un período rápido de turbulencia y caos religioso. El
intervalo de tiempo entre la aparición de Moisés y
Muhammad (la paz sea con ellos) fue aproximadamente
19 siglos (1300 A.C. – 600 D.C.), una enorme cantidad
de tiempo para cambiar y evolucionar en la religión.
Sin embargo, una adecuada comprensión del origen
de la creencia monoteísta permite a uno entender con
claridad en qué medida el Judaísmo, el Cristianismo y el
Islam pueden considerarse como parte de la misma tra-
dición religiosa y espiritual. Una tradición que se re-
monta a la época de Abraham, un simple nómada que
guió a su rebaño de seguidores hacia una mejor patria.

ENTONCES…
¿QUIÉN ESCRIBIÓ REALMENTE LA BIBLIA?

Eruditos han dedicado su vida entera a su estudio y


la han convertido en objeto de sus cursos y conferencias
en universidades y seminarios. La gente la lee, escribe,
discute sobre ella y la ama. Muchos viven de acuerdo
con ella y mueren por ella. Y seguimos sin saber quién
la ha escrito.

 En el siglo III antes de Cristo el rey Ptolomeo II


reunió a 70 sabios judíos para transcribirla.
 El primer manuscrito se destinó a la biblioteca de
Alejandría y desde entonces ha habido miles.
 El descubrimiento de los rollos del Mar Muerto
en 1947 apenas modificó el Antiguo Testamento.

51
 Cada año aparecen textos manuscritos que
desatan debates encendidos sobre la Biblia.

Resulta curioso que nadie sepa con seguridad quién


es el autor o autora de un libro que juega un papel tan
central en nuestra cultura. Respecto a la pregunta sobre
quién ha escrito los distintos libros de la Biblia existen
algunas tradiciones: los cinco libros de Moisés se atri-
buyen a Moisés, el libro de las Lamentaciones al profeta
Jeremías, la mitad de los Salmos al rey David. ¿Pero
cómo saber si estas atribuciones y supuestos tradiciona-
les son realmente así, si realmente fueron escritos por
estos personajes a los que se les atribuyen?
Desde hace casi mil años trabajan investigadores en
la solución de este galimatías, pero sobre todo en los
doscientos últimos años se han conseguido resultados
importantes a este respecto. Algunos de estos conoci-
mientos cuestionan ciertas opiniones transmitidas
La Biblia, tal y como la conocemos, fue recopilada
por primera vez en la historia en el siglo III antes de
Cristo, cuando setenta sabios judíos fueron invitados por
el rey Ptolomeo II a acudir a Alejandría para aportar a la
famosa biblioteca la historia del pueblo de Israel (lo que
hoy llamamos el Antiguo Testamento). Durante meses,
pusieron por escrito la memoria de miles de años del
pueblo de Israel, desde Adán, hasta Moisés, incluyendo
los libros históricos, sapienciales y proféticos.
Su trabajo se tradujo del arameo y hebreo antiguos
al griego. Así nació la llamada Biblia de los Setenta o
Alejandrina (también Septuaginta), en la que se basa el
texto cristiano actual.

52
Una recopilación hebrea de la historia de pueblo de
Israel, llamado texto masorético ('tradición', en hebreo),
se hizo en el siglo IX DC. Es la versión hebraica que no
incluye el Nuevo Testamento.
El Nuevo Testamento y la recopilación de los
Evangelios que retrataron la vida de Jesús, tuvo nume-
rosas fuentes y autores. El papiro más antiguo del Nue-
vo Testamento es un fragmento de Juan que data de los
años 125-130 d.C.
Sin rastro físico de aquellos originales de la Biblia
alejandrina, al igual que los textos de los filósofos grie-
gos presocráticos, no hay ningún rastro físico. Todo
aquello se esfumó debido a los saqueos e incendios de la
legendaria biblioteca, pero también debido a su débil
soporte de transmisión: el papiro, la vitela y el cuero, no
resisten el paso del tiempo. Lo mismo sucedió a los es-
critos evangélicos.

¿CÓMO SOBREVIVIÓ ESE CONOCIMIENTO?

Durante años, se han hecho miles y miles de copias


de copias. Sin embargo, eso produjo una duda herme-
néutica: "Los textos antiguos fueron copiados por bata-
llones de escribas, frecuentemente en los monasterios, y
sufrieron numerosas afrentas que van desde la simple
falta de ortografía o de atención del copista, hasta la
corrección doctrinal y voluntaria", afirman Roselyne
Dupont-Roc y Philippe Mercier en Los manuscritos de
la Biblia (Ed. Verbo Divino). Como cada copia siempre
tenía algún error de interpretación o de transcripción,
la paleografía cristiana se ha esmerado en comparar co-

53
pias con otras copias para recomponer un texto lo más
parecido al original.
¿Se había hecho un buen trabajo o había pasajes fal-
sos o equívocos? ¿Estaban los cristianos de todo el
mundo confiando en unos textos erróneos?

LOS MANUSCRITOS DEL MAR MUERTO.

Cuando dos pastores beduinos penetraron por error


en 1947 en una cueva en busca de una cabra perdida, y
descubrieron antiguos rollos encerrados en vasijas, se
desató una de las disputas paleográficas más fascinantes
de la historia.
Esos rollos contenían extractos o pasajes enteros de
los libros de la Biblia. Se les denominó los rollos
del Mar Muerto. Procedían del año 150 a.C hasta el 70
d.C. Muy pronto surgieron teorías curiosas sobre su
contenido: unos afirmaban que esos textos daban una
vuelta a los Textos Sagrados, los cuales habían sido de-
formados a lo largo de los siglos por la histo-
riografía cristiana.
Otros, añadieron que la Iglesia no quería dar a co-
nocer su contenido pues contenían revelado-
ras contradicciones sobre Jesús. Los hubo que dijeron
que era el mejor testimonio del Nuevo Testamento, y
hasta que Jesús formó parte de la comunidad de los ese-
nios, la secta enigmática que había escrito y guardado
esos textos en vasijas.

54
NADA DE ESO ES VERDAD.

Los textos hallados en las cuevas de Qumrán, a ori-


llas del Mar Muerto, son fragmentos procedentes de
unos 800 manuscritos que, en su origen, se presentaron
en forma de rollos. Muchos de esos manuscritos son
copias de copias, pues en la antigüedad, el papiro era
desgraciadamente, la forma más popular de transmitir el
saber. Y el papiro se deteriora fácilmente.

ANTIGUO TESTAMENTO

¿Qué contenían entonces? En parte son tex-


tos bíblicos, del Antiguo Testamento, y en parte son
textos religiosos no bíblicos de diverso signo, como re-
glas morales y legales. Existen unos 200 manuscritos
bíblicos entre los que se encuentran 32 copias del Libro
de los Salmos, 28 del de Deuteronomio, 21 copias del
Libro de Isaías, citas ínfimas (los teffilim, o pequeñas
tiras de cuero), con citas del Éxodo y del Deuteronomio,
tiras que se ponían en un estuche y que se llevaban en el
brazo o sobre la cabeza. Los manuscritos esenios permi-
tieron completar algunos pasajes oscuros de las Sagra-
das Escrituras, pero no descubrieron nada realmente
fascinante, a pesar de que se trató de uno de los hallaz-
gos arqueológicos más importantes del siglo XX.

RECONSTRUCCIÓN EXACTA.

Al cotejarse los manuscritos de Qumrán con las ver-


siones modernas de la Biblia, muchos exegetas

55
y paleógrafos respiraron tranquilos al comprobar que la
historiografía cristiana, después de todo, había trabajado
con enorme exactitud: había logrado componer unos
escritos sagrados bastante certeros. Los manuscritos de
Qumrán demostraron que el trabajo de los doxógrafos y
paleógrafos cristianos fue serio y atinado durante siglos,
y que en Qumrán solo había textos del Antiguo Testa-
mento. Y a pesar de que, más recientemente, el padre
Josep O'Callahan, (experto papirólogo), vio en algunos
de estos trozos de Qumránpequeñas frases del Nuevo
Testamento, un examen más profundo constató que la
vida de Jesús no estaba recogida en los manuscritos.
Los textos del Mar Muerto son públicos desde 1991,
cuando las autoridades arqueológicas de Israel (que con-
trolan el acceso a los documentos desde la Guerra de los
Seis Días en 1967), permitieron la libre consulta a todos
los documentos. Desde esa fecha, se han ido fotogra-
fiando, y desde hace pocos años, se podían consultar en
internet en este formato. Pero ahora, con Google, se
pueden consultar de una forma mucho más cómo-
da: digitalizados. Y además, Google Maps aporta
la localización exacta de aquellos manuscritos.

¿Y LA VIDA DE JESÚS?

Aunque parezca increíble, reunir las partes del Nue-


vo Testamento fue una tarea incluso más ardua para los
eruditos. Tras la muerte de Jesús, en la primera mitad
del siglo I, sus milagros y obras fueron pasando de boca
en boca hasta extenderse por todo el Mediterráneo. En
la segunda mitad del siglo I había decenas de versiones:

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en siríaco, en copto, en latín, en griego culto, en arme-
nio.... Algunas coincidían. Otras no.
El caso es que a medida que pasaba el tiempo, au-
mentaba el número de versiones. Cuanto más famoso
era Jesús, y más se extendía el cristianismo por el mun-
do, más difícil era encontrar 'la versión' fiable de su vi-
da.
En el 370 se elaboró una lista que contenía cuatro
evangelios creíbles, además de epístolas o cartas de San
Pablo, hechos de Apóstoles y el Apocalipsis de San
Juan. En un concilio celebrado en 397 después de Cristo
fueron consagrados después de cotejar unos con otros, y
descartar varias versiones, tema muy controvertido que
lo veremos más adelante.
Ahora bien, estos evangelios pudieron haber sido
escritos por ellos, o por comunidades de fieles que reco-
gieron estas versiones y las compilaron entre el siglo I y
el III. Luego, esas versiones fueron copiadas centenares
de veces hasta que los concilios las consagraron.
¿Y dónde están los manuscritos?
Los eruditos de hoy calculan que hay a su disposi-
ción hasta 150.000 manuscritos antiguos.
Pero dentro de esa marabunta de manuscritos, se ha
determinado cuáles son los más fiables.
Estos manuscritos se hallan hoy en el Vaticano, en
San Petersburgo, en París, en Cambridge... De alguno
solo hay pequeños trozos que han tenido que ser com-
plementados con versiones posteriores.
El manuscrito más antiguo y completo del Nuevo
Testamento es el Codex Sinaiticus, conservado en la
Biblioteca Británica de Londres. Está escrito en griego

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uncial (un tipo de letra mayúscula), y data del 330-350
después de Cristo.
Pero si hablamos de trozos sueltos, el más antiguo
procede del 125-130 después de Cristo, se llama el papi-
ro Rylands y procede del evangelio de San Juan. Está
escrito por ambas caras y se conserva en la Biblioteca
Rylands de Manchester.
Cada año, aparecen nuevos 'trozos' del Nuevo o del
Antiguo Testamento, y entonces se desata una pelea
para saber si es copia fiel, o si es una versión mal traba-
jada.
El último texto apareció en 2012 y provocó un pe-
queño revuelo en marzo de 2014, cuando fue dado por
cierto por la Harvard Theological Review. Se trata de
un pequeño pasaje del Nuevo Testamento datado entre
el VI y el IX d.C. y que expone esta frase: "Jesús les
dijo: mi esposa...".

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VÍRGENES Y NIÑOS DIVINOS EN
CASI TODAS LAS RELIGIONES.

En los evangelios de San Mateo y San Lucas se


describe a María como una virgen que concibió mila-
grosamente a su hijo gracias a la intervención del Espí-
ritu Santo.

59
Estudiosos de la Biblia y teólogos han discutido,
debatido e incluso polemizado durante largo tiempo
acerca del nacimiento virginal de Jesús, argumentando
algunos de ellos que no es imperativo ligarlo con la doc-
trina de la Encarnación.
Otro argumento que contradice los puntos de vista
de las narraciones de Mateo y Lucas es el silencio acer-
ca de este hecho tanto en Marcos como en Juan, así co-
mo otros textos cristianos como las epístolas de Pablo.
Filósofos como Michael Martin van más allá y
afirman que el nacimiento virginal no se cita en ninguna
otra fuente judía ni “pagana”. Por supuesto, no es habi-
tual que los historiadores presten una atención injustifi-
cada a un relato de una fuente concreta si no aparece en
las demás.
Por otro lado, las “pruebas” escritas de la Antigüe-
dad son particularmente endebles, y se hallan invaria-
blemente sujetas a análisis contrastados y encendidos
debates.
Son de gran interés en relación con la exégesis bí-
blica de esta misteriosa, sagrada y profunda tradición
cristiana las muchas versiones que se corresponden con
ella en otras antiguas leyendas.
¿Por qué son importantes estos relatos similares al
del milagroso embarazo de María? ¿Extienden el debate
bíblico sobre el nacimiento virginal de Jesús al incluirlo
en una tradición religiosa más amplia? ¿Nos llevan a
preguntarnos por qué dichas narraciones se originaron
en primer lugar?

60
INSEMINACIONES DIVINAS EN LAS MITOLO-
GÍAS GRIEGA Y ROMANA.

Los diversos mitos de la antigua Grecia describen


inseminaciones de origen sobrenatural. El héroe griego
Perseo nació de una madre mortal, Dánae, que fue fe-
cundada por Zeus bajo la forma de una lluvia de oro.

Zeus adoptó otras apariencias para extender su pa-


ternidad, como ilustran las historias de Europa y el To-
ro y Leda y el Cisne.

Leda y el Cisne. Jean-Baptiste Marie Pierre

61
Los romanos contaban con narraciones sagradas si-
milares. La madre de Rómulo y Remo, Rea Silvia, una
virgen vestal, fue fecundada por Marte. Y como ejemplo
a la inversa en cuanto al género, se dice que Venus con-
cibió a su hijo Eneas al tener relaciones con el príncipe
troyano Anquises.
Aunque este último mito tiene raíces griegas, el re-
lato del nacimiento de Rómulo y Remo es intrínseca-
mente romano, e ilustrativo por tanto de cómo los mitos
griegos sobre nacimientos milagrosos continuaron bajo
un nuevo contexto cultural.
Estas tradiciones paralelas procedentes de las de-
nominadas culturas “paganas” son rechazadas a menudo
por aquellos cristianos que se adhieren a un literalismo
bíblico, y que hacen hincapié en estos casos en las dife-
rencias entre unos mitos y otros en lugar de en sus simi-
litudes.

LA IMPORTANCIA DE LA VIRGINIDAD EN LAS


ANTIGUAS LEYENDAS.

En este sentido, resulta importante el hecho de que


María concibiera a su hijo sin perder la virginidad, ya
que los mitos griegos y romanos no prestan atención a la
condición, intacta o no, de los hímenes de las madres
milagrosas. Aunque, al igual que aquellos que recono-
cen el hecho sagrado de la concepción de Jesús por una
virgen, los antiguos griegos y romanos también tenían
en consideración la importancia de la inseminación di-
vina de un cuerpo puro.

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Por lo tanto, para un héroe como Perseo, o para los
padres fundadores de la patria romana, Rómulo y Remo,
su valor y significado van ligados de forma inevitable a
la pureza de sus madres terrenales, tanto como a la divi-
nidad de sus padres celestiales.

LAS VIDAS MILAGROSAS DE LOS NACIDOS DE


UN DIOS.

Sus significativas y sagradas concepciones definen


a estos héroes como semi-divinos y extraordinarios. No
parece sorprendente, por tanto, que sus nacimientos
sean a menudo profetizados y al igual que Jesús, estén
marcados como seres decididamente diferentes, siendo
sus vidas algo fuera de lo común. En ocasiones los rela-
tos incluyen también elementos de hechos milagrosos
acaecidos tras su muerte.
Perseo fue enviado para cumplir la tarea aparente-
mente imposible de conseguir la cabeza de Medusa, res-
cató a la heroína Andrómeda de un fiero monstruo ma-
rino por el camino, y tras su muerte fue inmortalizado
entre las estrellas como una constelación en el cielo del
hemisferio norte.
Según el historiador romano Livio, Rómulo no mu-
rió, sino que más bien desapareció. Cuando se encontra-
ba pasando revista a su ejército cierto día, se desató una
tormenta y entre rayos, truenos y espesas nubes, expe-
rimentó la apoteosis y se unió a los dioses.
Este tipo de relatos, en los que hay predicciones,
concepciones milagrosas, hechos extraordinarios y fi-

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nalmente apoteosis, van más allá del marco geográfico
del Oriente Medio y el Mediterráneo Clásico.
Estos pocos ejemplos de concepciones milagrosas,
con nacimientos virginales en ocasiones, y las similitu-
des que se observan en los acontecimientos de la vida de
estos hijos de diferentes dioses tienen sin duda su im-
portancia para el relato de la Navidad: al igual que las
leyendas sagradas, mitos, e historias de fundaciones con
las que se confrontan, resultan inevitablemente polémi-
cas por las numerosas semejanzas que presentan con la
concepción virginal de María.

UN BELLO MISTERIO.

Todos estos relatos nos invitan a considerar el mila-


gro de la Navidad dentro del contexto de la antigüedad,
concretamente el viejo recurso de expresar conceptos
trascendentales mediante narraciones simbólicas. Cuan-
do consideramos la profunda noción de la divinidad, su
esencia fenomenológica, la forma en que aparentemente
desafía a la lógica y la inexplicable naturaleza de su ori-
gen, narraciones sagradas como la del nacimiento virgi-
nal de Jesús en el Nuevo Testamento podrían interpre-
tarse como tentativas de comunicar un bello misterio a
las gentes de la Antigüedad.
Si dichos relatos aún sirven en la actualidad para
fortalecer la fe de los creyentes e incluso ofrecerles res-
puestas es algo que aún se debate a día de hoy.

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DESCUBRE EL VERDADERO
ORIGEN DE LA FIGURA DE LA
VIRGEN MARÍA.

Como hemos visto en el punto anterior muchas las


diosas que engendraron de forma “sobrenatural” per-
maneciendo vírgenes después del alumbramiento…
Semíramis – Astarté – Isis… (Tammuz–Baal–Horus…)

65
hasta llegar a lo que es la figura de la Virgen María en
la actualidad
Como ejemplo claro podemos ver el proceso de
cristianización de la sociedad romana, donde existen
numerosas crónicas que nos hablan de cómo el pueblo
romano, ya cristianizado, no abandonaba el culto a la
“Madre de Dios”, Isis, y lejos de quebrar sus imágenes
lo que hacía era cambiarles simplemente de nombre.”
La importancia que María tiene en los primeros
Evangelios es más bien escasa. Se destaca su virginidad
pero poco más se vuelve a hablar de ella. Tanto es así
que es el propio Jesús en el Evangelio de Marcos (pro-
bablemente el más antiguo) quien resta importancia a su
familia:

“Y llegan su madre y sus hermanos y, quedándose a las


puertas, le enviaron quienes lo llamaran. Y se sentaba
la muchedumbre a su alrededor, y le dicen: Mira, tu
madre y tus hermanos te buscan fuera. Y como respues-
ta les dice: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?...Pues
quien haga la voluntad de Dios, este es mi hermano, mi
hermana y mi madre”.

No hay constancia de una especial adoración a Ma-


ría en los primeros cristianos.
El culto a María coincide cronológicamente con la
implantación del Cristianismo en el año 312, el cual
intenta erradicar de una vez por todas los ritos paganos.
Y también coincide plenamente con la época en la que
se destruyó el Serapeo de Alejandría.

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“Esta idolatría tenía otra coincidencia importante
con la sociedad católica actual y es el vestir a las imá-
genes; en el antigua Egipto, las imágenes de la diosa
Isis eran vestidas con lujosas vestiduras y ostentosas
joyas. Incluso había personas dedicadas en exclusivi-
dad a estos menesteres. No tienes nada más que acer-
carte a cualquier iglesia católica de tu localidad y ver a
cualquier “Virgen”, cómo está vestida y enjoyada, in-
cluso perduran las llamadas “camareras” que son las
encargadas de vestir a las imágenes.”

“Si nos fijamos en la imagen, de la página anterior,


de Isis/ María veremos que las dos se tocan un pecho,
claro gesto que simboliza la fertilidad, puesto que Isis
era conocida, en uno de sus múltiples nombres, como
diosa de la fertilidad”.

A continuación vamos a describir los diferentes


nombres que ha ido adquiriendo esta figura por orden

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cronológico y ustedes mismos podréis ver como las re-
ligiones a la vez que van avanzando en el tiempo van
absorbiendo creencias anteriores. Comencemos:

SEMIRAMIS Y TAMUZ

En la religión cananea Ashera, conocida también


con el título de la "reina del cielo" se relacionaba con el
dios "El", con "Baal" y "Astarte". El y Ashera son los
dioses engendradores, de los cuales saldría Baal, dios
del sol, la lluvia y la guerra. Él era representado como
un toro, pero Baal como un becerro. Esta "familia divi-
na" estaba ligada a los ciclos solares y lunares, a las es-
taciones y a las cosechas.
Pero el culto a la "diosa madre" o "reina del cielo"
puede ser trazado a la historia de la reina de Babel Se-
miramis y su ilegítimo hijo Tammuz, a quien hizo de-
clarar dios y la re-encarnación de su esposo Nimrod
(Gén. 10:8-12). La reina Semiramis creó todo un culto
alrededor de su hijo-dios Tammuz y de ella misma.

ISHTAR

Luego el culto a la "reina del cielo" evolucionó a la


adoración de Ishtar, diosa asiro-babilónica (cuya homó-
loga era la sumeria Innana, también conocida como
Ninnanna o "reina del cielo"), relacionada a la fertili-
dad, el amor erótico y la guerra. Ishtar, aunque tuvo re-
laciones con muchos dioses amantes, incluso Tammuz,

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mantenía su virginidad y por eso también se la llama "la
siempre virgen", posiblemente por su relación astral con
Venus, como "la estrella de la mañana", y la constela-
ción de Virgo (Virgen).
Para algunos investigadores, la forma lingüística de
Astoret/Astarot tiene sus raíces en la diosa aca-
dia/babilónica Ishtar (de donde proviene el nombre de
Ester; Est. 2:5-7).
Tanto Ishtar (Babilonia), Innana (Sumeria), Afrodita
(Grecia) y Venus (Roma) están ligadas al planeta Ve-
nus, la constelación de Virgo y al culto solar-lunar. Re-
cordemos que el planeta Venus aparece como una estre-
lla tanto al amanecer junto al sol como al atardecer junto
a la luna, y de allí surge su adjetivo como "reina del
cielo".

TANIT

Una diosa menos conocida, y no menos importante


en el desarrollo histórico-religioso del culto a la "reina
del cielo" y al "dios sol", es Tanit. Ella, al igual que el
resto de las figuras divinas maternales tuvo su origen en
Mesopotamia (cuna de la idolatría mundial), y de allí
pasó a Egipto y más tarde a algunas zonas de lo que hoy
se conoce como España (Cartagena e Ibiza) y el antiguo
reino de Cartago de donde se esparció por todas las cos-
tas del Mediterráneo. Tanit también se relacionaba con
el culto al dios solar Baal. Los símbolos con los que se
identifica a Tanit son la media luna, el disco solar (al

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igual que Isis), la paloma (luna), la granada (fertilidad),
y el león (guerra).

ISIS

Y por último todo este desarrollo histórico-religioso


nos lleva al culto a la diosa solar egipcia Isis, también
llamada como sus predecesoras como la "diosa madre",
"madre de los dioses" y "diosa de las pirámides".
Isis, cuyo origen se remonta a una de las más anti-
guas civilizaciones es, sin duda alguna, la deidad feme-
nina más misteriosa y enigmática que nos ha dado la
historia.
Ella ha representado el trono del faraón, es la mujer
por excelencia, la diosa madre o madre de dios, esposa
fiel que busca desesperadamente los restos de su esposo
Osiris a lo largo y ancho del grandioso Nilo, que llora
por él desconsoladamente y que logra reconstruir su
cuerpo después de ser descuartizado por el maléfico
Tifón. Miles de personas acuden a ella por ser sanadora
de enfermos e incluso resucitadora de muertos. Es guía
de navegantes y posee mil nombres. Su magia no cono-
ce límites y aquel que lo sabe no puede dejar de sucum-
bir ante ella.
Su culto, no menos enigmático que su figura, se ha
extendido desde el Antiguo Egipto hasta nuestros días
con diferentes, e incluso mezcladas, imágenes. Ha sido
objeto de adoración por faraones, reyes y emperadores,
pero también por un pueblo cansado de dioses que sólo
favorecían a los fuertes y poderosos. Sin embargo, este

70
culto también ha sido prohibido, perseguido, sus tem-
plos derruidos y sus seguidores castigados y, en algunos
casos, ejecutados.
Isis es símbolo de poder, con sus alas extendidas,
confiere a aquel que porta un solo amuleto suyo un so-
plo de inmortalidad y sabiduría.
Isis surge una y otra vez, no importa cuántos siglos
pasen, como si de su propio mito se tratara. Incluso sus
adoradores actuales lo ignoran, pero ella sigue presente
y su espíritu inalterable.
Nunca nadie cometió tanta injusticia en la historia
como lo hizo el Cristianismo con esta diosa. Pero, dicho
así puede resultar increíble ¿una diosa del antiguo Egip-
to fue tomada por el Cristianismo y adaptada a su medi-
da?
Efectivamente, aunque en la Historia, nada sucede
de repente, todo sigue un proceso y eso es precisamente
lo que sucedió con Isis.
El origen de esta diosa no se conoce con exactitud,
se cree que procede del Delta del Nilo y la primera le-
yenda queda atestiguada en los Textos de las Pirámides
(3.000 a.C.). Isis (hasta en el Antiguo Egipto) significa
literalmente “El Trono” y así se le empezó a adorar,
como el trono del faraón. Es por esto que se le rinde
culto como diosa madre, por ser madre de Horus y por
dar origen al nombramiento del faraón, que como todos
sabemos, es un ser divinizado.
Poco más podemos saber de ella en aquella época.
Probablemente su culto prosiguiera con la misma es-
tructura o parecida durante milenios.

71
Fue en el año 332 a.C. cuando Egipto sufre una in-
vasión griega y, como consecuencia, todo sufre un pro-
ceso de helenización. Isis no escapa a esta circunstancia
y así comienza un sincretismo con otras diosas, hasta el
punto de que poco queda ya de aquella hasta primige-
nia.
El culto a Isis es mistérico, sólo se reserva para los
iniciados jugando un papel muy importante el hecho de
la muerte y resurrección de su esposo Osiris el cual, pa-
sa a ser Serapis (unión de Osiris y Apis). Tan importan-
te llega a ser este culto que ya en el año 300 a.C. se
construye el Serapeo de Alejandría, se acuñan monedas
donde aparece Isis en una cara y Serapis en la otra.
Estos ritos se empiezan a extender de Delos a Atenas y
otras ciudades griegas, donde el culto a Isis se hace ofi-
cial. El acercamiento por parte de los griegos a la reli-
gión egipcia se debe en gran medida a que los dioses de
la época sólo favorecían a las personas de clases privi-
legiadas y, fundamentalmente, estaban ligados a la polí-
tica. Isis lo cambió todo, el pueblo podía participar de su
culto, influían en las emociones de la gente, se celebra-
ban fiestas, procesiones y las ceremonias tenían un gran
boato. Y, además, en la época existía un gran arraigo a
las divinidades femeninas.
Hacia el año 200 a.C. entran las legiones romanas y,
de nuevo, Isis vuelve a ser asimilada por otras diosas
surgiendo una mezcla de Isis, Venus, Ceres, Proserpi-
na…
Como el culto a Isis por parte del pueblo comienza
a ser un foco de rebeliones, en el año 50 a.C. aproxima-
damente, se prohíbe, se persigue e incluso se llega a

72
crucificar sacerdotes. Pero el pueblo no cesa en su culto
y, por piedad popular, vuelven a levantarse los templos
destruidos.
Se crea un gran revuelo entre la multitud y Augusto, en
el año 28 a.C. prohíbe levantar altares a Isis en su au-
sencia y la práctica de sus ritos en un kilómetro y medio
alrededor de Roma.
Fue Calígula, atraído por el carácter divino de los
faraones, quien en el año 37 d.C. levanta un gran templo
a Isis en el Campo de Marte.
Y ya en el año 98, Roma acepta definitivamente el
culto isíaco convirtiéndose en una de las principales
religiones del Imperio a principios del siglo III.
El culto a Isis se expande a otros territorios, tal vez
a través de comerciantes y soldados y así, se han encon-
trado inscripciones confirmando la existencia de tem-
plos en España, por ejemplo, en Lugo y Baelo Claudia
(Cádiz). También en Inglaterra, Francia y norte de Áfri-
ca. Hay inscripciones agradeciendo a Isis su curación en
Alemania, en balnearios de Baden Baden.
La diosa madre ha sido, en todas las civilizaciones,
la figura probablemente más importante y, claro está,
Isis podía asimilarse perfectamente a otras diosas. Sólo
se le rinde culto pero éste carece de dogmas lo que favo-
rece claramente su expansión por Europa.
Es este el ambiente que se respira en el mundo
cuando el Cristianismo es declarado religión oficial. Es
la época de mayor difusión de los misterios isíacos y es
aquí donde se va a incidir de manera paulatina hasta
llegar a la suplantación total de Isis por María.

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EL CONCILIO DE ÉFESO Y SUS ANTECEDEN-
TES.

El culto a Isis fuera de Egipto en la época a la que


nos referimos ya no estaba ligado a la figura de Osiris,
se le adoraba como diosa madre y reina del cielo. Ade-
más, se recurría a la deidad por su capacidad para obrar
milagros, curar enfermos y devolver la vista a los cie-
gos.
Teófilo de Alejandría, quien acabó violentamente
destruyendo el Serapeo de Alejandría y la biblioteca
donde estaba incluido, fue famoso por su lucha contra
los ritos paganos y la cristianización de templos.
Un claro ejemplo de ello lo tenemos en el templo de
Menute, en Alejandría donde la gente pernoctaba. Isis se
les aparecía en sueños y curaba al enfermo de los males
que le aquejaban, era lo que se llamaba “Incubatio”.
Teófilo intentó imponer su fe en aquellas personas pero
no lo consiguió. Su sucesor, Cirilo, alegando que en
sueños se le habían aparecido Ciro y Juan, dos mártires,
para que fueran enterrados en el templo, trasladó allí sus
cuerpos. Dijo que el pueblo estaba confuso, iban a pedir
a Isis su curación cuando realmente quienes curaban
eran Ciro y Juan. Isis fue expulsada de este lugar pero el
culto clandestino en Menute duró hasta el año 483.

Paulatinamente se sustituye el culto a Isis por el culto a


María, ambas “Madre de Dios” y “Reina de los Cie-
los”.
Con el nombramiento de Nestorio como obispo de
Constantinopla se produjo un revuelo en la Iglesia. Era

74
Nestorio un monje con ideas ortodoxas, pero poco acos-
tumbrado a las intrigas eclesiásticas y, para colmo de
sus males, fue allí donde se otorgó el poder para dictar
sentencias en cuanto a juicios eclesiásticos.
Por su parte, Cirilo en Alejandría, vio cómo mer-
maba su poder. Poseía éste una gran riqueza debido a
que todo el dinero procedente de los templos cristianos
en Egipto, tenían su centro en Alejandría y era Cirilo
quien gestionaba todos estos bienes.
Todo el mundo en la época hablaba de teología, era
un tema “de moda”. La figura de María estaba teniendo
cada vez más repercusión y Nestorio no podía ser me-
nos.
En un sermón dijo Nestorio que María podía ser
considerada “Madre de Cristo” pero no “Madre de
Dios”. Puesto que ella no era una diosa, no podía en-
gendrar a Dios.
No negó la divinidad de Jesús, sólo que María había
engendrado la parte humana y no la divina del mismo.
En palabras del mismo:

“Que nadie llame a María Madre de Dios. Pues


María era humana y de un hombre no puede nacer
Dios”.

Cirilo vio en estas palabras una luz para sus planes,


que eran conservar el poder que tenía y que sintió ame-
nazado.
Acusó a Nestorio de herejía ante el Papa diciendo
que éste negaba a Jesús como Hijo de Dios, que hablaba
del Señor como hombre y no como Dios.

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Y, con este fin, en el año 471 se convocó el Conci-
lio de Éfeso, más bien lo convocó Cirilo aunque ya era
un hecho la acusación contra Nestorio.
Hubo vigilancia extrema en la ciudad de Éfeso por
temor a revueltas en la calle. Nestorio era un hereje y,
como tal, la multitud podía abalanzarse sobre él.
Y así, en medio de violencia, intrigas y sobornos,
Nestorio fue retirado a su antiguo convento y María fue
proclamada “Madre de Dios”.
Cirilo entró de nuevo en Alejandría como un héroe
vencedor de herejes. Tanto es así que fue nombrado San
Cirilo precisamente por su lucha contra la herejía.
Siglos más tarde, Juan Pablo II pidió perdón en
nombre de la Iglesia por este hecho.
Isis y María ¿una misma imagen?
En el 471 María es nombrada Madre de Dios y el
culto a Isis prohibido. Pero Isis, al igual que sucedió
anteriormente, tenía atributos propios de cualquier diosa
madre y era muy fácil compararla e incluso asumir vir-
tudes de otras diosas.
Sin embargo, esto no podía suceder con el Cristia-
nismo. Pensar en otra diosa sería alterar el monoteísmo.
El totalitarismo cristiano hizo que el sincretismo no fue-
ra posible y, directamente, se suplantara el culto a Isis.
María tenía todo lo que se necesitaba para la suplan-
tación. Era la Madre de Dios pero no era una diosa, no
alteraba las bases teológicas cristianas si se la elevaba a
esta categoría. Y así, poco a poco, las imágenes de Isis
fueron convertidas en imágenes de María.

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Existen semejanzas tan grandes que no hay lugar a
dudas. Según se describe a Isis parece que estamos ha-
blando de María:

“Una cabellera ondulante flotaba sobre su divino


cuello...un globo que lanzaba una luz parecida a la de
la luna. Una túnica de fino lino, con rayas de color
amarillo azafrán y escarlata, cubre su divinidad; y en-
cima un manto negro bordado con flores y lazos y sal-
picado de estrellas, desciende plisado hasta sus pies.
Una luna radiante adorna su seno” (Apuleyo).

Isis aparece con la cabeza cubierta con un velo,


símbolo de su castidad. Ambas posan los pies sobre el
globo terráqueo, signo de poder.
Las letanías a Isis y a María son idénticas, no po-
demos distinguir unas de otras.
Isis cura enfermos irreversibles y, cuando lo hace,
se le colocan placas con inscripciones de agradecimien-
to. Es guía de navegantes y allá donde aparece surge un
manantial cuyas aguas son curativas.
Sus procesiones son muy semejantes a las que ve-
mos en Semana Santa. Se alumbra con velas el camino
para que encuentre a su esposo, se le canta a su paso, se
llora la muerte de Osiris y se celebra su resurrección.
Incluso su hijo Horus, nace con el sol el 25 de diciem-
bre.
Tras el Concilio de Éfeso, el culto a Isis permaneció
en la clandestinidad hasta el año 650 d.C. No es de ex-
trañar que se hayan encontrado figuras de la diosa en

77
pasadizos subterráneos y que posteriormente se le ado-
rase con el nombre de María.
Esta afirmación resulta difícil de demostrar ya que
cuando un mito suplanta a otro lo primero que se suele
hacer es destruirle. Muchas veces no queda más que
especular acerca de si su identidad es la de Isis o es la
de María. Sin embargo existen claros ejemplos que no
dejan lugar a dudas. Uno de ellos se trataría de las Vír-
genes negras y otros dos los tenemos en nuestro propio
país y en nuestra vecina Portugal.
Las imágenes isíacas se guardaban, como dije antes,
en los sótanos de los templos y así, al entrar el Cristia-
nismo, dichos templos fueron erigidos como cristianos y
la imagen bautizada. Como Vírgenes Negras tenemos a
Ntra. Sra. De Perales, en Extremadura, es una figura del
siglo pasado que sirve para guardar las reliquias de la
antigua, de unos 71cm, estatura que coincide práctica-
mente con casi todas las imágenes de Isis. También hay
sospechas acerca de la Virgen de Covadonga en Astu-
rias. Otras dos aparecen en la catedral de Chartres: No-
tre Dame sous Terre y Notre Dame donde las crónicas
locales dicen:

“…al principio no era más que una estatuilla de


Isis, esculpida antes de Jesucristo”.
Pocas imágenes de Isis han escapado a la cristiani-
zación, podemos encontrar alguna en Sant Etienne de
Metz, en Sant Germain des Prés y en Sant Etienne de
Lyon.

78
Es posible que el color negro de estas imágenes se
deba a que Isis es la tierra de donde surge la vida y así,
el color negro, viene a representar la tierra fecundada.
Pero si tuviéramos que hablar con seguridad de una
suplantación real lo haríamos, por un lado, de la Virgen
de los Ojos Grandes en Lugo y Nossa Señora do Leite,
titular de la sede catedralicia en Braga, Portugal.
En el ábside de la catedral portuguesa, en el muro
exterior, aparece una inscripción romana que reza así:

“Consagrada a Isis Augusta, dedicado Lucrecia


Frida, sacerdotisa perpetua de Roma y Augusto, del
convento bracaraugustano”.

Bajo el altar mayor de esta Catedral existe un tem-


plo a Isis.
Respecto a la Virgen de los Ojos Grandes, en Lugo,
el propio canónigo de la Catedral reconoce que esta
imagen de piedra tiene un origen pagano y que poste-
riormente fue cristianizada. No hay inscripción alguna
como en el caso anterior pero hay imágenes que hacen
sospechar su procedencia isíaca, por ejemplo, una ser-
piente en el pilón ritual muy parecida a las que aparecen
en los templos de Isis en época romana.

UNAS CONCLUSIONES ACERCA DE LOS RITOS


PAGANOS Y EL CRISTIANISMO.

El Cristianismo se ha encargado, poco apoco de que


la imagen de Isis nos traslade a la época de los antiguos

79
faraones de forma que, si enfrentamos a Isis con María,
lo más fácil es que nos miren extrañados, como si estu-
viéramos locos.
Que hubo una suplantación, no cabe la menor duda
aunque se suplantó una gran mezcolanza de diosas pa-
ganas cuyo final resultó ser Isis y que ya poco o nada
tenía que ver con la Asta del Antiguo Egipto.
El pueblo necesita expresar sus emociones, necesita
suplicar a su ídolo que le cure de aquella enfermedad de
difícil solución, que le provea de fertilidad, en definiti-
va, que le saque de su penosa situación. Estos rituales
les vinieron muy bien a aquellos que dirigían la nueva
religión emergente que era el Cristianismo.
Debió ser difícil en los primeros momentos luchar
contra la herejía y tal vez resultó mucho más fácil unirse
a los ritos ya existentes. El culto a María, al contrario
que el de Isis, pasó a ser de todo el pueblo, no de unos
cuantos iniciados y ahora, cuando salimos en procesión,
ya no sabemos a quién adoramos ¿a Isis? ¿A María?

LAS VÍRGENES NEGRAS

Las vírgenes negras son efigies de la Virgen María


que la representan como de piel oscura, o incluso com-
pletamente negra. El origen de estas imágenes se expli-
ca como la adopción por parte del culto popular cris-
tiano en sus primeros siglos de elementos iconográficos
y atributos de antiguas deidades femeninas de la fertili-
dad, cuyos rostros se realizaban en marfil (material que,
al oxidarse, se vuelve de un color negruzco), y cuyo

80
culto estaba extendido por todo el Imperio Romano tar-
dío tales como Isis, Cibeles y Artemisa. Debido a ello
pueden encontrarse ejemplos de estas vírgenes por toda
Europa, aunque también hay numerosos ejemplos en
América en que se identifican algunas veces con deida-
des femeninas amerindias o africanas como Pachamana
o Yemayá.
Junto con los Templarios y los Cistercienses, los
Hospitalarios fueron las principales congregaciones
propagadoras de la devoción a las Vírgenes Negras, que
ya aparecen mencionadas en el críptico “Cantar de los
Cantares” de Salomón:

”Soy negra, pero hermosa, hijas de Jerusalén, como los


campamentos de Quedar, como las carpas de Salmá. No
se fijen en mi tez morena: he sido tostada por el sol. Los
hijos de mi madre se irritaron contra mí, me pusieron a
cuidar viñas, ¡y a mi propia viña no la pude cuidar!”

La Virgen de Can-
delaria en la Basílica de
Candelaria (Tenerife),
Patrona de la Diócesis
Nivariensis, es la más
famosa Virgen Negra,
de toda Canarias y su
aparición a los Aborí-
genes Guanches en el Barranco de Chimisay en 1392,
95 años antes de la conquista de Tenerife, fue relatada
en 1594, por el religioso e historiador Fray Alonso de
Espinosa y su culto se extendió por el Nuevo Mundo.

81
Tiene grabada en el cuello unas extrañas letras, que di-
cen… “ETIEPESEPMERI”, y se ha calificado como la
“última Virgen Negra del Temple.”
La Orden del Temple, autorizada en el año 1118 tu-
vo su primera residencia en las ruinas del Templo de
Salomón, una construcción octogonal cedida por el rey
Balduino de Jerusalén, el mismo monarca que dio carta
blanca a la congregación… Dicha congregación cele-
braba romerías en recintos sagrados y los asistentes se
imbuían de la energía universal allí manifestada a través
de la Madre- Tierra personificada en la imagen de la
Virgen Negra que presidía los cultos.
La virgen negra bien puede ser un puente hacia los
misterios de las religiones matriarcales que preceden al
cristianismo. Estas religiones habían aprehendido los
ritmos de la Naturaleza que se manifiestan en los luga-
res de poder y que después fueron transformados en
santuarios.

82
LOS EXTREMOS PARALELISMOS
DE JESÚS CON DIOSES ANTE-
RIORES.

Varios “dioses” anteriores a Jesús como Horus, At-


tis, Krishna, Mitra y Dionisio, tienen una cantidad de
coincidencias biográficas con el primero que, como ya
lo han señalado muchos eruditos en los últimos doscien-
tos años, sugerirían que el Nuevo Testamento estaría
inspirado en los relatos de dichos dioses preexistentes.

83
Charles François Dupuis (1742-1809) y el Conde de
Volney (1757-1820) fueron los primeros autores modernos
en presentar, alrededor del siglo XVIII, una analogía
entre Jesús y otras deidades solares anteriores. Este aná-
lisis comparativo ha sido abordado también por pensa-
dores como David Friedrich Strauss (1808-1874), Bruno
Bauer (1809-1882), Jean Meslier (1664-1769), Paul Henri
barón de Holbach (1723-1789), Voltaire (1694-1778)
y Hermann Samuel Reimarus (1694-1768), entre otros.
Hacemos un resumen de los paralelismos entre la
figura de Jesús y las otras deidades:

 Santa Trinidad: El culto a deidades en triadas era


común antes de que Jesús naciera. Por ejemplo, la trilo-
gía egipcia: Osiris, Isis, Horus; o la trilogía hindú:
Brahma, Vishnú, Shiva (tema en el que profundaremos
más adelante)
 Nació un 25 de diciembre: Igual que Mitra, Attis,
Buda, Krishna, Horus, Dioniso.
 Su padre es Dios y su madre una virgen mortal:
Una vez más, igual que Mitra, Hermes (su progenitora
se llamaba Maia), Krishna, Baco, Attis, Buda, Horus,
Zoroastro.
 Nació en un pesebre y fue visitado por pastores
con regalos como también sucedió con Mitra.
 Su nacimiento fue anunciado por una estrella y
esperado por pastores y magos de la misma forma que
con Krishna, Osiris y Buda.
 Durante su infancia se los llevaron a tierras leja-
nas para escapar de una matanza de inocentes que orde-

84
nó un rey celoso, como se cuenta también sucedió con
Krishna y Osiris.
 Fue bautizado con agua estando presente el Espí-
ritu de Dios como pasó también con Buda, Horus (lo
bautizó Anup el Bautista y fue decapitado), Zoroastro.
 Enseñó en el templo a los doce años igual que
Buda, Horus.
 Tenía doce discípulos así como Mitra, Horus y
Krishna.
 Fue considerado el Buen Pastor, la Verdad, la
Luz, el Camino, el Redentor, la Palabra Encarnada y el
Salvador como ocurrió con Mitra, Horus, Buda, Dioni-
so, Krishna y Baco.
 Transformó el pan y el vino en cuerpo y sangre
de Dios como Mitra.
 Realizaba milagros y resucitó a Lázaro. Horus,
hizo lo mismo, resucitó a El-Azarus de entre los muer-
tos.
 Curó enfermos, hizo milagros y expulsó demo-
nios de manera muy similar procedieron Mitra, Buda,
Horus y Krishna.
 Pronunció el Sermón de la Montaña. Mitra tam-
bién lo hizo.
 Caminó sobre las aguas y alimentó a una multi-
tud. Buda hizo algo parecido. También pudo andar so-
bre las aguas y alimentó a 500 hombres con solo una
cesta de bizcochos.
 Enseñaba mediante parábolas igual que Krishna,
Buda, Mahavira (de los jainistas).
 Realizó una procesión triunfal montado en un bu-
rro como Dioniso.

85
 Llevó a cabo una última cena como Mitra.
 Tras su muerte, desciende a los infiernos, al ter-
cer día resucita y asciende al cielo en su gloria igual que
Attis, Mitra, Adonis (sirio), Osiris, Atunis (etrusco),
Tammuz (babilonio), Baldur (germano), Wotan (nórdi-
co), Hércules, Orfeo, Esculapio, Buda, Dioniso, Horus,
Krishna
 Mitra dijo: “El que no coma de mi cuerpo ni beba
de mi sangre de suerte que sea uno conmigo y yo con él,
no se salvará”.
 Mitra también habló del Juicio Final.

Pero extendamos un poco más este tema pues es


uno de los puntos clave que demuestra el plagio total
que los creadores del cristianismo hicieron de la historia
de dioses antiguos. Vayamos describiendo uno a uno los
más importantes:

MITRA Y EL ORIGEN MITRAICO

86
Mitra como Jesús, tuvo doce discípulos con quienes
estaría en la “Última Cena” sacramental. Al igual que
Cristo, Mitra se sacrificó a sí mismo para redimir al gé-
nero humano.
Descendiendo al mundo subterráneo, conquistaría a
la muerte, para renacer a la vida al tercer día. Entre sus
muchos títulos, se le conocía como La Luz, La Verdad,
El Dios Pastor. Aquellos que le adoraban, invocando su
nombre podían curar a los enfermos y realizar milagros.
Mediante el rito de beber su sangre y comer su carne (el
sacrificio del toro) sus fieles podían conquistar también
la muerte. Entonces tras el Día del Juicio, los muertos
resucitarían.

El culto a Mitra se trataba primordialmente del culto


al Sol–padre de todas las religiones. El dios Mitra, era
descrito pictóricamente vistiendo una túnica frigia, sur-
cando el cielo montado en una carroza. Esta religión
llegó al mundo romano desde la India por vía de Persia,
siendo resistida principalmente por la hostilidad romana
hacia sus enemigos los persas. Esta tendencia cambia
hacia el año 60 A.C, cuando las legiones de Pompeyo
trajeron el mitraísmo de Siria.
El triunfo sobre la muerte, así como el autocontrol y
resistencia sobre los placeres sensuales (origen que dio a
la iglesia lo que hoy se conoce como celibato) eran es-
pecialmente apreciados entre los rangos militares roma-
nos.
La idea teológica de Mitra se centraba alrededor de
la muerte y resurrección del dios, el mitraismo y cristia-
nismo comparten la misma teología

87
Para ingresar al mitraísmo, había un rito bautismal
con sangre de toro o cordero en el que consumían pan y
agua o vino, en una comunión. Esperaban que Mitra
regresara al final de los tiempos, donde éste juzgaría a
los hombres, de modo que los justos subirían con él al
cielo y los que no habrían obrado bien, serían arrojados
al reino de las tinieblas. Su principal fiesta era el 25 de
diciembre, fecha del Sol Invictus.

ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA DE MITRA


IDÉNTICOS A LOS DE JESÚS.

 Nació de una madre virgen el 25 de Diciembre.


 Sus primeros adoradores fueron unos pastores.
 Fue considerado el profesor que viajaba.
 Tenía 12 discípulos.
 Realizo muchos milagros.
 Fue enterrado en una tumba y después de tres
días resucito.
 Lo llamaban El Buen Pastor, La Manera, La
Verdad, El Redentor, El Mesías.
 Fue asociado con el león y el cordero.
 Su día sagrado era el domingo llamado “Día Del
Señor”.
 La fiesta principal de Mithra es la “Pascua”.
 La religión también tenía una “cena” o eucaris-
tía.

88
Como curiosidad, si observamos la cruz que lleva el
papa actualmente podremos ver algo que nos llamaría
muchísimo la atención. La imagen que está representada
dista mucho de lo que todo el mundo conoce como la
imagen de Jesús.

Por el contrario representa el buen pastor, el cual


agarra las patas de la oveja que se ha perdido. Siendo el

89
líder de la iglesia cristiana, tiene bastante sentido. Pero
¿Por qué el papa Francisco tiene esta extraña cruz, en
vez de la típica romana apostólica?
Este símbolo con el que se representaba a Jesús fue
tomado del dios Mitra que se le representaba antigua-
mente como a un pastor cargando una oveja en los
hombros.
Curioso ¿no?

ATTIS EL DIOS FRIGIO-ROMANO.

En muchos escritos miticistas, el antiguo dios Fri-


gio-romano Attis es representado como habiendo nacido
de una madre virgen el 25 de diciembre, siendo crucifi-
cado y resucitando después.
El joven Attis, después de su asesinato fue milagro-
samente regresado a la vida tres días después de su fa-
llecimiento.

90
La celebración de este ciclo de muerte y renovación
fue uno de los festivales más importantes del culto me-
tróaco... Attis por lo tanto representa una promesa de la
vida renacida y, como tal, no es sorprendente que se
encuentren representaciones de Atis de duelo como un
motivo común de las tumbas en el mundo antiguo.
El paralelo entre el mito y el relato de la resurrec-
ción de Cristo es claro. Por otra parte Atis, como pastor,
ocupa una imagen favorita cristiana de Cristo como el
buen pastor. Otros paralelismos también parecen haber
existido: el árbol de pino de Atis, por ejemplo, fue visto
como un paralelo a la cruz de Cristo.
El punto culminante de la celebración de la resu-
rrección de Atis, la Hilaria, cayó el 25 de marzo, la fe-
cha en que la iglesia primitiva había asentado como el
día de la muerte de Cristo...
Atis muere, fijado a un árbol, y resucita después de
tres días, mientras que su madre es "considerada como
una diosa virgen" comparable a la Virgen María.
Estas conclusiones proceden de los antiguos escritos
paganos, así como de los primeros Padres de la Iglesia.
Los mitos de la muerte de Atis incluyen que fue
eliminado por un jabalí o que se castró a sí mismo bajo
un árbol, así como que fue colgado en un árbol o "cruci-
ficado".
De hecho, ha sido llamado el "Atis castrado y cruci-
ficado." (Harari, 31)
Especialmente importante para nosotros es el hecho
de que el Atis frigio fue crucificado en el madero...
En la antigüedad, estos dos conceptos eran obviamente

91
lo suficientemente similares como para ser intercambia-
bles en la comprensión.
La muerte y la resurrección en tres días, la "pasión
de Atis," también es relatado por el profesor Merlin
Stone:
Reportes romanos de los rituales de Cibeles regis-
tran que el hijo... fue primero atado a un árbol y luego
enterrado. Tres días después, se dice que una luz apare-
ció en la sepultura, de donde Atis resucitó de los muer-
tos, trayendo con él la salvación en su renacimiento.
El culto a Atis es siglos más antiguo que el culto a Jesús
y fue muy popular en algunas partes del Imperio Ro-
mano antes y hasta bien entrada la "era cristiana".

ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA DE ATTIS


IDÉNTICOS A LOS DE JESÚS

 Su madre era una virgen llamada Nana, quien lo


concibió colocándose una almendra madura en su seno.
 Nació un 25 de Diciembre.
 Poseía una doble divinidad, Padre e hijo Divino.
 Fue un Salvador.
 Murió crucificado en un árbol un 22 de Marzo,
para salvación de la humanidad. Fue enterrado y resu-
citó un 24 de Marzo, conocido como el Día de la San-
gre. Encontraron su tumba vacía.
 A sus discípulos bautizo por su sangre, de tal
modo que sus pecados fueron lavados, y sus seguidores
se declararon “Haber nacido Nuevamente”.
 Sus fieles comieron pan y comida sagrada, cre-
yendo haber recibido el cuerpo del Salvador.

92
 Lo llamaban “El Buen Pastor”, “El Supremo
Dios”, “El Unigénito Hijo de Dios”, “El Salvador”.

HORUS: DIOS DE LA MITOLOGÍA EGIPCIA

Las historias a partir de la vida de Horus habían es-


tado circulando por siglos antes del nacimiento de Jesús.
Se copió lo ocurrido por los escritores de las religiones
egipcias o cristianas, eran los seguidores de Jesús que
incorporaron en su biografía los mitos y las leyendas de
Horus, no viceversa.
El autor y el teólogo Tom Harpur estudió los traba-
jos de tres autores que han escrito sobre la religión egip-
cia antigua: Godfrey Higgins(1771-1834), Gerald Mas-
sey (1828-1907) y Alvin Boyd Kuhn (1880-1963). Har-
pur incorporó algunos de sus resultados en su libro
“Cristo Pagan.” Él discutió que todas las ideas esencia-
les del judaísmo y del cristianismo vinieran sobre todo
de la religión egipcia.
Gerald Massey descubrió casi doscientos casos de
acontecimientos idénticos entre el material egipcio míti-
co y las escrituras cristianas alegado históricas sobre
Jesús. Horus era de hecho el arquetipo del Cristo Pa-
gano.

ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA DE HORUS


IDÉNTICOS A LOS DE JESÚS

 Su madre era una virgen llamada Mer


 Nació más o menos el 25 de Diciembre (21)

93
 Poseía una doble divinidad, Padre e hijo Divino.
 Su padre se llamaba Seb (José)
 Nació en una cueva
 Se transfiguró en una montaña
 Fue anunciado por un ángel a su madre
 Su nacimiento fue anunciado por la estrella Si-
rius
 Pastores fueron testigos de su nacimiento
 Cuando nació fueron a visitarlo 3 deidades sola-
res.
 Durante su infancia Herut intentó asesinar a Ho-
rus
 Fue bautizado en el río Eridanus a los 30 años
por Anup el Bautista el cual fue decapitado
 Tuvo tentaciones en el desierto de Amenta enci-
ma de una montaña alta por su arco-rival Sut. Sut (a.k.a.
fijar) era un precursor para el Satán hebreo la cual resis-
te
 Tuvo 12 discípulos
 Caminó sobre las aguas
 Curó a los enfermos
 Levantó a Osiris, su padre muerto, del sepulcro.
 Murió crucificado acompañado de 2 ladrones
 Fue enterrado en una tumba
 Descendió a los infiernos y resucitó al tercer día
 Su resurrección fue anunciada por mujeres
 Está considerado como el salvador de la humani-
dad
 Denominado KRST, untado.

94
 Otras nombres serían El buen pastor, el cordero
del dios, el pan de la vida, el hijo del hombre, la pa-
labra, el pescador, la aventadora.
 Asociado a los Piscis, los pescados

El enemigo principal de Horus - originalmente la


otra cara o aspecto "oscuro" de Horus - fue "Seth" o
"Sata," de dónde viene "Satanás." Horus lucha con Seth
de la manera exacta en la cual Jesús lucha con Satanás,
con 40 días en el yermo, entre otras semejanzas. Esto es
porque este mito representa el triunfo de la luz conclui-
da la oscuridad, o la vuelta del sol para relevar del terror
de la noche.

KRISHNA: DIOS HINDÚ, UNO DE LOS NUMERO-


SOS AVATARES DEL DIOS VISHNU

Así como Jesús nació en un humilde pesebre y Ró-


mulo y Remo fueron criados por una loba, la deidad
hindú Krishna nació en prisión, en una celda. Pero las
similitudes entre Krishna y Jesús van más allá.
En la historia de Krishna tiene lugar también la con-
cepción virginal de una mujer mortal, Devaki, que fue
“fecundada” por Vishnu al descender el dios hasta su
vientre y “nacer” como su hijo, Krishna.

95
* Krishna era so-
brino del rey Kamsa,
quien tuvo una visión en
la que uno de los sus
sobrinos iba a asesinar-
lo. Kamsa se ocupó de
matar a todos sus so-
brinos, pero al lograr
salvarse Krishna, orde-
nó matar a todos los
niños de la comarca. A
pesar de esto, Krishna
El divino Krishna en un fresco del siglo
XVI, Palacio de la Ciudad, Udaipur, logró sobrevivir e inclu-
Panel 101. so llegó a ser el sucesor
de Kamsa.

ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA DE KRISHNA


IDÉNTICOS A LOS DE JESÚS.

 Su nombre Krisna – Cristo.


 Nació de una madre virgen llamada Devaki.
 Su nacimiento fue anunciado por una estrella.
 Su padre era carpintero.
 Su parto fue asistido por ángeles, pastores, y
hombres sabios que le entregaron como regalo oro, mi-
rra e incienso.
 Fue perseguido por un tirano que ordenó la ma-
tanza de todos los niños de su edad.*
 Era de ascendencia real.
 Fue bautizado en el río Ganges.
 Hizo milagros y maravillas.

96
 Resucito a los muertos y curo a leprosos, ciegos
y sordos.
 Predicaba en parábolas enseñando la caridad y
el amor.
 Vivía pobre y quería a los pobres.
 Tenía doce discípulos
 Se transfiguro frente a sus discípulos.
 Fue crucificado en un árbol, resucito y ascendió
a los cielos.
 Es llamado “Pastor de Dios”, “El Señor de Se-
ñores”, “El Redentor”.
 Era la tercera persona de una Trinidad.
 Declaró la resurrección y el camino hacia el
padre.
 Era considerado el principio y el fin (Alfa y
Omega).
 Sus discípulos lo llamaban “Jezeus”, represen-
tando con ese nombre a “La Esencia Pura”.
 Krishna regresará para luchar contra el prínci-
pe del mal que desolara la tierra.

DIONISIO/BACO: DIOS DE LA MITOLOGÍA


GRIEGA.

A principios del siglo XIX Friedrich Hölderlin pu-


blicó su libro Brot und Wein (1800–1801) donde sugirió
parecidos entre Cristo y el dios griego Dioniso. Más
tarde, otros eruditos modernos como Martin Hengel,
Barry Powell y Peter Wick tomaron esta misma direc-
ción de pensamiento.

97
Dioniso, es el dios tra-
cio del vino. Es considera-
do promotor de la civiliza-
ción, legislador y amante
de la paz, así como dios
protector de la Agricultura
y el Teatro.
Dioniso era también
conocido como Baco,
nombre con el que fue asi-
milado en la mitología ro-
mana. También fue hijo de
una mujer mortal (Sémele), y engendrado por un dios
(Zeus). Al igual que Jesús, regresó de entre los muertos
y convirtió el agua en vino.
Se cree que las nociones cristianas de comer y beber
la “carne” y la “sangre”, están fuertemente influencia-
das por el culto a Dioniso. Pero profundicemos un poco
más en esas similitudes:

ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA DE DIONISIO


IDÉNTICOS A LOS DE JESÚS

 Nacido de una madre virgen un 25 de Diciembre


en un pesebre.
 Llevo a cabo diferentes milagros.
 Realizo una procesión triunfal montado en un
burro.
 Transformo agua en vino.

98
 Dio de comer alimento sagrado a sus seguidores
y recibieron así el cuerpo de Dios.
 Resucito ente los muertos un 25 de Marzo.
 Es identificado con el símbolo del carnero y el
cordero.
 Lo llamaban “Rey de Reyes”, “El Unigénito de
Dios”, “El Redentor ”, “El Salvador”, “El Alfa y Ome-
ga”.

BUDA: HOMBRE “ILUMINADO” A QUIEN LUE-


GO DE SU DESAPARICIÓN SE LE DIERON
ATRIBUCIONES DIVINAS.

En ambos personajes se enfatiza la vida recta a par-


tir de lo que se obtenga del camino espiritual. Esto es
revolucionario para sus contextos, si comprendemos que

99
las religiones antiguas daban énfasis a los pre-
mios/castigos, a los constantes sacrificios y ofrendas
rituales y a una manera distinta de hacer sacerdocio.
El camino de "redención" de ambos es interno.
Ambos postulaban que no había intermediarios entre lo
humano y lo divino, más que la búsqueda personal.
Buda, no obstante, no era arrogado como dios ni hi-
jo unigénito de dios, sino que es alguien que ha logrado
la iluminación y la trascendencia en forma espiritual,
superando el sufrimiento
Jerry H. Bentley plantea la posibilidad de que «el
budismo influenciara el primitivo desarrollo de la cris-
tiandad» y sugiere prestar «atención a muchos parale-
lismos referentes a nacimientos, vidas, doctrinas y
muertes de Buda y Jesús» en su libro “Cross-Cultural
Contacts and Exchanges in Pre-Modern Times”.
Z. P. Thundy ha hecho un seguimiento de las simili-
tudes y diferencias entre el relato del parto de Maya, al
dar a luz a Buda, y el de María al nacer Jesús, y señaló
que aunque existen semejanzas, como el parto virginal,
hay diferencias, como que María sobrevive a Jesús des-
pués de criarlo, pero Maya muere poco después del na-
cimiento de Buda.

ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA DE BUDA


IDÉNTICOS A LOS DE JESÚS.

 Buda nació de Maya, una virgen que fue consi-


derada la Reina de los Cielos
 Nacimiento asistido por hombres sabios de bar-
ba

100
 Perdido por 40 días en el desierto, o la selva
 Curó al enfermo
 Comienza el ministerio a los treinta años de edad
 Atrajo una gran cantidad de seguidores espe-
cialmente de las clases menores
 Fue consagrado en un río sagrado
 Renunció a las riquezas mundanas y pidió a sus
discípulos lo mismo
 Realizó milagros tales como curar la ceguera
 Dio principalmente los sermones desde un mon-
tículo
 Alimentó a 500 hombres de una “Canasta pe-
queña de pasteles”
 Abolió la Idolatría y predico el establecimiento
de un reino de rectitud
 Enseño la Castidad, la Moderación, la toleran-
cia, la compasión, el amor y la igualdad de todos los
hombres.
 Caminó sobre las aguas
 Se le llamo el Buen pastor, el Carpintero y el
Eterno.
 Buda pertenecía a la realeza, Jesús pertenecía a
la Estirpe real de David.
 Justo antes de su muerte enviaron a los discípu-
los a predicar en otros sitios.

Hubo fenómenos paranormales y misteriosos duran-


te su muerte.
Tanto Buda como Jesús emitieron mandamiento
morales que prohibían matar, robar, el adulterio, falsos
testimonios, y codicia. Ambos enfatizaron los mismos

101
temas morales: ayudar a los pobres, abolir la esclavitud
y los sistemas de castas; abandonar el yo y el egoísmo;
y ama a tu vecino, incluso a tu enemigo. Muchas decla-
raciones de Jesús se parecen a las de Buda, como se pre-
sentan aquí:

JESUS: "Un hombre tonto que construye su casa


sobre arena."
BUDDHA: "Perecedera es una ciudad construida
sobre arena."

JESUS: "Por lo tanto confiesa tus pecados el uno al


otro, reza el uno al otro, para que podáis ser sanados."
BUDDHA: "Confiesa ante el mundo los pecados
que has cometido."

JESUS: "En él tendremos la redención a través de


su sangre, el perdón de los pecados."
BUDDHA: "Deja que todos los pecados cometidos
en este mundo caigan sobre mí, y que el mundo se li-
bre."

JESUS: "Haz con otros lo que te gustaría que hicie-


ran contigo."
BUDDHA: "Considera a los demás como a ti mis-
mo."

JESUS: "Si alguien te golpea en una mejilla ofréce-


le la otra."

102
BUDDHA: "Si alguien te da un golpe con sus ma-
nos, con un palo, o con un cuchillo, deberías abandonar
todo deseo y no pronunciar malas palabras."

JESUS: "Ama a tus enemigos, haz el bien a quienes


te odian, bendice a quienes te maldicen, y reza por
quienes abusan de ti."
BUDDHA: "en este mundo el odio no cesa odiando,
sino con amor: esta es una verdad eterna. Derrota el
odio con amor y vence el mal con el bien.

JESUS: "Este es mi mandamiento, que os améis los


unos a los otros como yo os he amado."
BUDDHA: "Dejad que vuestros pensamiento de
amor ilimitados abarquen el mundo entero."

JESUS: "Dejad que el que esté libre de pecados en-


tre vosotros le tire la primera piedra a ella."
BUDDHA: "No mires en las faltas de otros o lo que
los demás han hecho o han dejado de hacer; observa lo
que has hecho tú o has dejado de hacer."

JESUS: "Tu padre en el cielo hace que su sol salga


para el malo y para el bueno, y envía la lluvia sobre los
honrados y sobre los perversos."
BUDDHA: "La luz del sol y de la luna ilumina a
todo el mundo, tanto para los que hacen el bien como
para los que hacen el mal, tanto para los que están
arriba como para los que están abajo.

JESUS: "Si deseas ser perfecto ve a vender tus posesio-

103
nes, y da el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el
cielo.
BUDDHA: "Los avariciosos no van al cielo, los
tontos no alaban la caridad. El sabio, no obstante, se
regocijándose en la caridad, se vuelve por lo tanto feliz
en el más allá.

JOSÉ EL SOÑADOR: HIJO DE JACOB

Más allá de las coinci-


dencias mencionadas con
deidades de otras culturas y
religiones existe una figura
prototípica a la de Jesús en
la Biblia misma: José “el
soñador”, uno de los doce
hijos de Jacob según el rela-
to bíblico del libro del Gé-
nesis (Gen. 35:22).

ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA DE JOSÉ EL


SOÑADOR IDÉNTICOS A LOS DE JESÚS.

 Fue hijo primogénito


 Le llamaban “el soñador”
 Viajó a Egipto
 José tuvo dos nombres, uno hebreo y uno egipcio
 Testifico al igual que Jesús contra el pecado de
sus hermanos y estos le odiaban

104
 Fue traicionado por sus hermanos
 Fue vendido por Judá por 20 piezas de plata
 Fue tentado y pasó con éxito la prueba
 Lo mataron junto a 2 criminales, de los cuales
uno murió y otro vivió
 Pudiendo matar a su agresor decidió perdonarlo
 Ofrecía la salvación
 Ofreció pan a sus discípulos
 Fue el libertador de su pueblo

ZOROASTRO: CIENTOS DE COINCIDENCIAS,


CIENTOS DE AÑOS DE DIFERENCIA

Fue un profeta persa, fundador del mazdeísmo o zo-


roastrismo (Media o Bactriana), h. 628 - ?, 551 a. C.).
Zoroastro (también conocido como Zaratustra) predi-

105
có una nueva religión basada en la adoración de una
deidad suprema llamada Aura Mazda u Ormuz («el Se-
ñor Sabio»), acompañada de los seis espíritus de la ver-
dad, la justicia, el orden, la docilidad, la vitalidad y la
inmortalidad.
Era una religión dualista, pues a este dios de la jus-
ticia y la verdad se le oponía un espíritu del mal, llama-
do Ahriman. Los mazdeístas suponen que los individuos
son libres de elegir entre el bien y el mal, pero que exis-
te un imperativo moral para conducirse de forma justa y
que las fuerzas superiores de Aura Mazda acaban por
imponerse siempre; la creencia en la vida después de la
muerte traduce esta confianza en el triunfo de las fuer-
zas del bien.
Zoroastro redactó unos cánticos llamados gathas,
que constituyen el componente más antiguo del Avesta
o libro sagrado del mazdeísmo. Luchó contra la religión
politeísta dominante en el mundo indo-iranio y consi-
guió convertir a un príncipe de la región periférica de
Asia central llamado Vishtaspa, que le protegió y facili-
tó la extensión del mazdeísmo. Y cuando la región fue
incorporada al imperio persa -en la época en que murió
Zoroastro- su religión comenzó a extenderse por un es-
pacio mayor, siendo adoptada por los emperadores
Aqueménidas.
La expansión del mazdeísmo entre los persas hizo que
se convirtiera en religión oficial bajo la dinastía Sasáni-
da (siglos III-VIII), después del periodo helenístico, en
el cual había retrocedido frente a la influencia cultural
griega. Ante la islamización del Irán, algunos mazdeís-
tas se refugiaron en la isla de Ormuz (golfo Pérsico) y

106
en la India (los parsis), donde perviven comunidades de
esta religión (además de las que han sobrevivido en el
propio Irán).
El zoroastrismo ejerció una influencia notable sobre
el judaísmo y está muy presente en la doctrina cristiana.
Su idea de un mundo dominado por la lucha entre los
principios del bien y el mal fue también la base del ma-
niqueísmo desde el siglo III.

ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA DE JOSÉ EL


SOÑADOR IDÉNTICOS A LOS DE JESÚS.

 Zoroastro nació de una virgen inmaculada y "la


concepción fue por un rayo de la razón divina."
 Fue bautizado en un río.
 En su juventud, los hombres letrados se asom-
braban con su sabiduría.
 Fue tentado en el desierto por el demonio.
 Comenzó su ministerio a la edad de 30
 Expulsaba demonios, restauró la vista a un ciego
 Él enseñó sobre el cielo y el infierno, y reveló los
misterios, incluyendo la resurrección, el juicio, la sal-
vación y el Apocalipsis.
 Tenía una copa sagrada o grial.
 Él era el "Verbo hecho carne."
 Los seguidores de Zoroastro esperan una "se-
gunda venida" del salvador, que ha de venir en 2341
AD y comenzar su ministerio a los 30 años, inauguran-
do una época dorada.

107
EL HOMBRE VERDE: EL INICIO DEL MITO DE
JESUCRISTO

Muchos años antes del nacimiento de Jesús, como


estamos viendo, leyendas idénticas a la suya fueron his-
torias comúnmente aceptadas de la vida del Hijo de
Dios persa, Mitra. Y antes que Mitra, una leyenda muy
similar ya había sido adscrita a muchos otros Hijos de
Dios de todo el mundo, entre ellos el dios griego Dioni-
sos, el egipcio Horus, Buda, Attis etc… como hemos
visto anteriormente en este apartado
Eso es así de tal forma que si seguimos remontán-
donos en el tiempo muchos miles de años atrás, descu-
briremos que esta leyenda universal surgió en realidad
con el Hombre Verde, hijo divino de una diosa virgen
que nació, murió y finalmente resucitó, en un ciclo cuya
secuencia se repite todos los años.
¿Cómo fue posible que esta leyenda tan común aca-
bara finalmente siendo ‘escogida’ para convertirse en la
leyenda de Jesús?

108
En la época neolítica, en la que según dicen algunos
“Dios era una Mujer,” la Diosa y su Hijo, el Hombre
Verde, eran venerados por gentes de todo el mundo para
renovar anualmente la abundancia material de los frutos
de la Tierra. Surgió una leyenda universal acerca de
ellos, dando comienzo la fecundación anual de la “vir-
gen” Diosa Tierra por parte del Sol, el “Padre del Cie-
lo,” con el consecuente nacimiento de su Hijo, el Hom-
bre Verde. Este importante acontecimiento tenía lugar
anualmente en torno al solsticio de invierno, cuando el
espíritu del Hombre Verde, que llevaba un tiempo
adormecido bajo tierra en el inframundo, era traído de
nuevo a la vida. Pero aunque su espíritu durmiente había
sido ya animado, el Hombre Verde aún no había desper-
tado por completo. Esto no ocurría hasta algunos días
más tarde, el 25 de diciembre, cuando el Sol o Espíritu
Solar invertía definitivamente su camino descendente y
empezaba a dar pasos de manera ostensible en dirección
norte.
Éste era un importante ritual del tipo “como es arri-
ba, es abajo.” Se creía que el Espíritu Solar renovado y
revitalizado en las alturas celestiales había despertado
de nuevo y revitalizado el espíritu de su hijo, que habi-
taba más abajo, en el interior de la Tierra. Y ahora, el
futuro Hombre Verde podía comenzar su período anual
de gestación en el útero de su madre, la Tierra virginal,
antes de recibir un nuevo y resucitado cuerpo con la
llegada de la primavera.
La leyenda de la Diosa y el Hombre Verde salta en-
tonces al equinoccio vernal o de primavera, cuando el
Hombre Verde está finalmente listo para emerger del

109
útero de su madre. Este es el momento del año en el que
la luz “masculina” es equivalente a la oscuridad “feme-
nina”, y su polaridad masculino/femenino se unifican
plenamente para producir una renovada inyección de
energía vital que cubre y fertiliza la tierra. El cuerpo
fetal del Hombre Verde está ahora listo para nacer del
útero de la Madre Tierra bajo la forma de nuevos y tier-
nos brotes primaverales. Muy pronto, su resurrección
anual será plena. Esto ocurrirá alrededor del mismo día
que nuestra Pascua, una festividad religiosa moderna
asociada con la resurrección mucho más reciente de otro
Hijo de una virgen.
La leyenda del Hombre Verde recorre entonces los
cálidos meses de verano, en los que el Hijo madura rá-
pidamente al igual que crece y madura la vegetación en
la naturaleza. Madura de hecho tan rápido, que el Hom-
bre Verde no sólo se hace Uno con su Padre Celestial,
sino que consigue aparearse e inseminar a su propia
madre. Esta cohabitación produce un segundo influjo de
fructífera energía vital sobre la Tierra, que se manifiesta
como una segunda proliferación vegetal y acompaña a
la cosecha.
En último término, este hecho acaba acelerando el
final del Hombre Verde, que poco después acaba mu-
riendo con la decadencia de la vegetación y la caída de
las hojas que se producen en otoño. ¿La causa de su
muerte? Los sacerdotes que interpretaron su leyenda
milenios más tarde aseguraban que moría por los peca-
dos de la humanidad. Se creía en el pasado que a causa
del pecado original no sólo la humanidad perdió su pro-

110
pio derecho de alcanzar la vida eterna, sino también el
de toda la vida sobre la Tierra.
En las postrimerías de la era neolítica, cuando sur-
gieron las civilizaciones para sustituir a otras culturas
puramente agrícolas, la antigua leyenda de la Diosa y el
Hombre Verde se extendió y adoptó tintes religiosos. Se
convirtió de este modo en un mito oficial que era recita-
do anualmente y escenificado de forma dramática en
templos y escuelas mistéricas de las nuevas e incipientes
ciudades, naciones e imperios. Una de las características
de esta línea de evolución del mito fue que el Hombre
Verde adoptaba ahora el papel adicional de Rey del
Mundo, gobernando a éste bajo la autoridad de su ma-
dre, la Tierra. Y en algunas versiones de la leyenda se
decía que el Hijo encontraba la muerte al llegar el otoño
a manos de su hermano sin escrúpulos, o de un dios os-
curo y maligno.
En las ciudades de la antigua Mesopotamia, la le-
yenda neolítica se transformó en la historia de diosas
como Inanna o Ishtar, que cada año daban a luz al Hijo,
el Hombre Verde, futuro rey bajo el nombre de Dumuzi
o Tammuz. Se decía entonces que Dumuzi/Tammuz
crecía para aparearse con su propia madre, al tiempo
que gobernaba la Tierra para ella.
A fin de reflejar esta antigua leyenda en su cultura,
los habitantes del Creciente Fértil coronaban a aquellos
individuos de sus ciudades-estado reconocidos como
encarnación de Dumuzi/Tammuz y siervos reales de la
Diosa Inanna/Ishtar.

111
Grabado desenterrado en la sala principal del pala-
cio de Arad. Representa dos imágenes casi idénticas de
un hombre con la cabeza en forma de gavilla o rama,
uno de ellos de pie y el otro tumbado en el suelo. La
escena podría representar al dios de la fertilidad Tam-
muz o a una deidad similar, que moriría en otoño para
resucitar en primavera. Museo de Israel.
Esto también se cumplía en Egipto, donde los pode-
rosos faraones eran considerados encarnaciones de Ho-
rus, el hijo de la diosa Isis, y gobernaban bajo la autori-
dad de ésta. Pero en la tierra de Kemet, aunque el espíri-
tu del faraón que ocupaba el trono era Horus, su cuerpo
físico estaba formado por Seth, el dios que regía la cris-
talización de la energía en carne física. Juntos, Horus y
Seth eran los “gemelos” divinos que formaban el cuerpo
físico y el espíritu del faraón, convirtiendo de este modo

112
a los monarcas egipcios en representantes del primer y
más grande rey, Osiris, el Hombre Verde.

Como el antiguo Hombre Verde, también Osiris


moría y resucitaba anualmente de forma acorde con la
vida y la muerte de la vegetación de la naturaleza. La
ceremonia anual de la resurrección de Osiris tenía lugar
en la época del año en que se producía la crecida del
Nilo, cuando los primeros y tiernos brotes verdes de la
naturaleza asomaban tímidamente sus frágiles cabezas
sobre la superficie de la Tierra.
Después de hacer un viaje por el tiempo y por las
mayores civilizaciones del mundo podemos tomar la
determinación que la historia de Jesús es un conjunto de
leyendas sobre dioses antiguos que han sido modifica-
das a veces y otras literalmente copiadas para que enca-
je con la vida de nuestro protagonista.
Pero indagando en el principio de la civilización
llegamos a un personaje venerado común en el neolítico
que es “El Hombre Verde”.

REFERENCIAS ASTRONÓMICAS

Ciertas cuestiones en todos estos casos como fe-


chas, símbolos, personajes y otros detalles que parece-
rían anecdóticos adquieren un nuevo significado al ana-
lizarlos desde el punto de vista astronómico. Nessa
Goodman en su investigación ¿Qué celebramos el 25 de
diciembre? (basada gran parte en el documental Zeit-

113
geist) expone precisamente esta perspectiva astronómi-
ca:
La Estrella de Oriente que anuncia el nacimiento de
Jesús, o de tantas otras deidades, se corresponde con la
estrella Sirio. El 24 de diciembre esta estrella se alinea
con otras tres estrellas conocidas en la antigüedad como
“Los Tres Reyes” en el cinturón de Orión. Estas tres
estrellas siguen en línea a sirio, que apunta directamente
al emplazamiento de la salida del sol en la mañana del
25 de diciembre. Este fenómeno explica la famosa his-
toria de los Tres Reyes Magos que llegaron los últimos
al nacimiento de Jesús, el nacimiento del sol tras el sols-
ticio de invierno.
La Virgen María, por otra parte, representa la cons-
telación de Virgo. Durante el solsticio de invierno, la
constelación de Virgo se eleva sobre el horizonte dando
la sensación de que el sol, Jesús, nace de este signo zo-
diacal. Virgo, además, significa “virgen” en latín y en
el zodiaco es representado por la letra “M”. De ahí el
nombre de María, y otras madres vírgenes como la ma-
dre de Horus, Meri, o la de Buda, Maya.
Virgo también es llamado astrológicamente “La
Casa de Pan”, haciendo referencia a su iconografía, una
mujer portando una espiga de trigo; y a su momento del
año, agosto y septiembre, el periodo de cosecha. La tra-
ducción del latín de la ciudad donde nació Jesús, Belén,
es “Beth Lehem”, literalmente “La Casa de Pan”. Así,
Belén no se referiría a un emplazamiento en la tierra,
sino en el cielo, en la constelación de Virgo.
La fecha del nacimiento de Jesús simboliza el re-
surgir del sol, el principio de una nueva estación. Si nos

114
ubicamos en el hemisferio norte da la sensación de que
a partir del solsticio de verano el sol empieza a moverse
hacia el sur, los días se hacen más cortos y la luz men-
gua. El 22 de diciembre, el sol llega al punto más bajo
en el cielo y deja de moverse hacia el sur, es el solsticio
de invierno. Durante tres días, 22, 23 y 24, el sol parece
que se detiene en la Constelación de Sur o de la Cruz,
para empezar a moverse un grado hacia el norte el día
25.
Este acontecimiento astronómico explica por qué
Jesús, entre otros dioses mitológicos, fue crucificado, el
sol muere en la Constelación de la Cruz; estuvo muerto
tres días, el sol se mantiene quieto tres días; y nace o
resucita para subir a los cielos, el sol se eleva propor-
cionando días más largos, luz y calor. Sin embargo, la
resurrección de Jesús, o del sol, no se celebra hasta la
Pascua o Semana Santa en el equinoccio de primavera.
Este es el momento del año en el que el sol llega a la
mitad del hemisferio y la duración de los días supera al
de las noches. Es la primavera, el resurgir, la elevación
del sol en el cielo.
El paso del sol por las diferentes estaciones del año
fue ilustrado por nuestros ancestros paganos con la rue-
da zodiacal. Los 12 signos zodiacales o meses son los
12 discípulos con los que Jesús, el sol, viajaba.
Otra de las referencias que son tomadas como metá-
foras son las menciones a la era. Esto se explica a través
del fenómeno astronómico llamado Precesión de los
Equinoccios. Las antiguas culturas, como la egipcia,
notaron que cada 2.150 años el nacimiento del sol en el
equinoccio de primavera ocurre en diferentes signos

115
zodiacales. Esto es debido a un cambio gradual y lento
en el ángulo del eje de la rotación de la tierra que reco-
rre una circunferencia completa cada 25.776 años. De
esta manera, cada 2.150 años el sol se proyecta en dife-
rentes signos zodiacales, lo que se considera una era:
4.300 – 2.150 A.C. Era de Tauro, 2.105 A.C.- 1 D.C.
Era de Aries, 1- 2.150 D.C. Era de Piscis, 2.150 – 4.300
D.C. Era de Acuario.
El nacimiento de Jesús coincide con el comienzo de
la era de Piscis, en la que nos encontramos. Con esto se
explica las numerosas referencias a los peces que se en-
cuentran en la tradición cristiana, entre otras: “No tene-
mos aquí más que 5 onzas de pan y 2 peces” Mateo,
15:17. [Los primeros cristianos usaban la palabra grie-
ga “icthys”, que significa pez, como nombre de Jesús, y
representaban su fe con el símbolo místico pitagórico
de la “vesica piscis” (signo del pez),] conformado por
dos círculos que se intersectan, con el que se indicaba el
reinado del sol durante la era de piscis. [Tanto la mitra
de los obispos como la tiara de los papas tienen la forma
de una cabeza de pez.]
Más allá, cuando los discípulos preguntaron a Jesús
que debían hacer cuando él no estuviera, Jesús respon-
dió: “… al entrar en la ciudad, os saldrá al encuentro
un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle a la
casa.” Lucas, 20:10. El hombre con el cántaro de agua
coincide con la iconografía del signo de acuario, por lo
que esta cita es vista como una clara alusión del co-
mienzo de una nueva era tras la ida de Jesús o el fin de
la era de piscis.

116
¿CÓMO SE EXPLICAN ENTONCES LAS COINCI-
DENCIAS ENTRE CULTOS?

Todo tiene que ver con cómo se entendían los mo-


vimientos solares y su influencia que tenían en los seres
humanos de la antigüedad, así como la manera en que
éstos plasmaron sus impresiones en las respectivas
creencias. No hay nada de místico, divino o sobrenatu-
ral; todo es interpretación astrológica.
Las deidades de la antigüedad, eran representacio-
nes del “Dios Sol”; una concepción antiquísima del da-
dor de vida, luz y calor. Por este motivo, y siendo que
prácticamente todas las creencias compartían una raíz
común: los cultos mesopotámicos, egipcios y griegos; la
gran mayoría de las deidades de aquel entonces, presen-
taban características comunes, como fechas de naci-
miento, modo en que fueron concebidos y rituales de
consagración o veneración. Por otro lado, gran parte de
la simbología ritual de la época, fue adaptada por el
cristianismo y tomada como propia, con el objetivo de
masificar el mensaje, de obtener una estructura común a
los ritos existentes, a la vez que una aceptación rápida y
escasamente resistida.

Entonces; ¿Qué factor transformó al cristianismo en


relevante? ¿Y por qué no desapareció al igual que los
mitos pre-cristianos que le dieron origen? La respuesta
es: por conveniencia política.

117
118
DESCUBRE EL VERDADERO
ORIGEN DE LA CRUZ Y COMO
LOS CRISTIANOS LA ADOPTA-
RON.

La cruz, símbolo por siglos asociado al cristianismo,


relacionado directamente con su "salvador" que murió
en esta por "nosotros" según ellos, la llevan en el pecho
a modo de colgante y le han rendido culto por siglos.
Los cristianos la han hecho suya.
¿PERO LO SERÁ REALMENTE?

Pues la verdad es que no, en realidad la cruz en un


antiguo símbolo de las culturas paganas y el más anti-
guo hallazgo encontrado data aproximadamente de
10.000 años a.C, encontraron unas cruces grabadas en
pequeñas piedras de arcilla que se supone cada una con-
tenía el alma del difunto.
La misma cruz que adoran los cristianos era el mis-
mo objeto de adoración de los pueblos paganos siglos
antes del cristianismo y tenía una representación más
bien cósmica que divina.

119
Los celtas e incluso los fenicios le rendían culto a
este símbolo marcándolo en sus monumentos mucho
antes de que llegaran los cristianos, también en México
la adoraban siglos antes de que los misioneros católicos
pisaran sus tierras.
También los Griegos reconocían la cruz como un
símbolo de divinidad antes de la era cristiana como por
ejemplo Baco el cual llevaba en su cabeza una banda
cubierta con cruces.
Más tarde la cruz celta llegó a simbolizar los 4 ca-
minos de las esquinas de la tierra, donde la unión de los
4 puntos formaban una cruz y el punto central significa-
ba el centro del mundo. El centro también representaba
el origen de la vida, el nacimiento de los 4 ríos místicos
y las cumbres de las montañas del mundo.
También hay datos de que los druidas hacían uso de
este símbolo. El estudioso del s. XIX Thomas Maurice,
en su obra, "Las Antigüedades Indias", hizo una extra-
ordinaria observación acerca de la importancia de la
cruz en la adoración que los druidas a la naturaleza, el
escribió:

"Los druidas tenían la costumbre de seleccionar al más


majestuoso y hermoso árbol como un emblema de la
deidad. Cuando se cortaban las ramas de los lados,
ellos juntaban 2 de las ramas más largas en la parte
más alta del tronco, de manera que esas ramas se ex-
tendieran a cada lado como los brazos de un hombre.
Junto con el cuerpo, ellos presentaban esto como una
gigantesca cruz, y en la corteza del mismo árbol en mu-
chos lugares estaba grabada la letra T".

120
El origen de la cruz utilizada por los cristianos tiene
su origen en la letra "T", Donde esta letra era el símbolo
de Tamuz, un antiguo dios de los caldeos y egipcios.
Tamuz era el hermano de la diosa de la fertilidad Ishtar
quién ahora es inconscientemente adorada por millones
de cristianos. La "T" es también muchas veces nombra-
da como "el signo de la vida"
La iglesia fue paulatinamente dejando entrar a los
paganos dejando que conservaran sus símbolos es de esa
manera que los cristianos comienzan a adueñarse de
ellos.

Para terminar el tema de la cruz es necesario plan-


tearse otra pregunta que es clave para entender como el
cristianismo de apoderó de este antiguo símbolo pa-
gano:

¿CÓMO LLEGÓ A SER CRISTIANA?

Para responderla debemos remontarnos al Imperio


Romano, año 306 d.C cuando Constantino obtuvo el
poder tras la muerte de su padre, el Imperio estaba bajo
una tetrarquía donde Constantino gobernaba el occiden-
te y competía con su cuñado que tenía el Imperio del
Oeste.
Para esas fechas los cristianos ya habían sido perse-
guidos durante siglos, pero a pesar de eso ellos siguie-
ron en pie y con un núcleo altamente corrupto y en corto
tiempo comenzaron a crecer en número y fuerza. Es por

121
esto que Constantino se dio cuenta de esto y declaró que
la iglesia era una institución política de cuidado.
Más tarde las hostilidades entre Constantino y su
cuñado hicieron explosión y llegaron a un enfrentamien-
to que tuvo lugar en el río Tiber.
Existen varias versiones que cuentan lo que pudo
haber ocurrido con Constantino en aquella batalla: una
de ellas es que tuvo un sueño en el cual vio una cruz en
el cielo que probablemente eran las letras griegas "chi"
y "rho" (las 2 primeras letras de Christos) luego vio u
oyó estas palabras "por medio de este signo conquista-
rás". El historiador Eusebio escribió que esto lo vio du-
rante el día y que no solo lo había visto él sino que tam-
bién su ejército fue testigo de aquello, también escribió
que Jesús se le apareció al día siguiente y le aconsejó
que pusiera aquel símbolo en los estandartes de batalla
de su ejército. Sea cierto o no Constantino ganó la bata-
lla y le atribuyó la victoria al dios cristiano. Después de
esto vino su transformación al cristianismo pero esto fue
solo de nombre ya que nunca dejo de rendirle culto a
sus dioses, ya que en sus monedas tenía el símbolo de
una cruz con sus brazos equidistantes, este era el más
antiguo símbolo religioso y le rendía culto al dios Sol, la
cruz estaba encerrada dentro de un círculo y representa-
ba el calendario solar, marcaba los solsticios y los equi-
noccios.
Luego de la victoria, Constantino forma una alianza con
el Imperio del Este y conjuntamente lanzan el "Edicto
de Milán", el que promueve la tolerancia religiosa y con
esto establece el domingo o sun day (en inglés) como
día de adoración al sol. (El hecho de que la iglesia haya

122
aceptado el día que estaba encima del sabbath demues-
tra lo corrupta que es.)
Una vez que Constantino obtuvo el poder de toda
Roma, tuvo más control sobre la iglesia y paulatinamen-
te Roma se fue convirtiendo al cristianismo.
Otras de las razones fue la misma iglesia que, ya
con toda la corrupción, estaba inundada de influencias
paganas porque gracias al respaldo de Constantino co-
menzó a reclutar paganos convertidos: primero unos
pocos y después la cantidad fue aumentando a miles.
Finalmente, la inserción de personas fue demasiada y la
iglesia perdió las esperanzas de que los paganos se con-
virtieran completamente al cristianismo dejándolos que
siguieran portando sus símbolos, pero con la finalidad
de apoderarse luego de ellos.
Es así como la antigua cruz que representaba la pu-
reza y la fuerza del sol fue paulatinamente tomando un
significado sucio y lleno de sangre, pero pase lo que
pase ellos saben que no es suya.

123
124
DESCUBRE EL ORIGEN PAGANO
DE LA PALABRA CRISTO. NO ES
EL QUE TÚ PENSABAS.

Sin duda uno de los conceptos más importantes a


nivel religioso en estos últimos dos mil años es la pala-
bra “Cristo”, a la cual se le relaciona de inmediato
con Jesús, pero ¿es Jesús y Cristo lo mismo? Por lo ge-
neral la gente utiliza esta palabra sin siquiera saber su
significado etimológico, veamos a que se refiere…

125
La palabra Cristo quiere decir “Ungido, lleno de la
Gracia”, esto es castellano y proviene del grie-
go “Chrestos”, el cual a su vez proviene del he-
breo “Masia”, que traducido al castellano es “Mesías”.
Cuando un hebreo era nombrado rey, los profetas lo
ungían con aceite sagrado, y a este se le llamaba “Ma-
sia”, “el Ungido”.
La palabra Chrestos fue utilizada en Grecia aprox.
desde el Siglo V A.C., esto quiere decir, mucho antes de
la existencia de la religión Cristiana. Tenía que ver con
los oráculos, lo que significa que también tiene que ver
con el llamado Paganismo (al que tanto desprecian los
cristianos actuales).
Chrestés es el que explica oráculos, “un profeta y
adivino”, y Chrésterios es el que sirve a un oráculo o un
dios.
Se le llama “Oráculos” a las contestaciones dadas
por las divinidades, a través de las bocas de las pitonisas
y de los sacerdotes del paganismo, a las preguntas que
se les hacían. Uno de los oráculos más famosos es el de
Delfos. Una de las razones por las que los cristianos
actuales consideran al paganismo como algo malo, es
debido a confusiones etimológicas, ya que filósofos pla-
tónicos como Porfirio y Jámblico admitían que los
oráculos eran expresados por “demonios”, palabra que
proviene del griego Daemon (Daimón) y tiene una sig-
nificación idéntica a la de “dios”, “ángel” o “genio”,
destino o fortuna. Los Daimones son los espíritus guar-
dianes de la raza humana “aquellos que moran en las
proximidades de los inmortales, y desde allí velan los
asuntos humanos”, según la expresión de Hermes.

126
Por lo que vemos la palabra “demonio” etimológi-
camente no proviene de un significado malévolo.

ORÁCULO DE DELFOS.

Hubo una época muy lejana, antes de la caída del


hombre, en que no eran necesarios pitonisas ni sacerdo-
tes que canalizaran a las divinidades, ya que podíamos
verlos y tratar con ellos directamente. Pero conforme la
conciencia de la humanidad fue contaminándose por la
discordia, perdimos la capacidad de ver a las divinida-
des, por lo que comenzaron a surgir canaliza-dores lla-
mados en otras épocas Pitonisas, quienes servían de ca-
nal entre ellos y la humanidad.
Para los paganos Chréstos significaba un discípulo
puesto a prueba, un candidato a hierofante. Cuando el
aspirante lo alcanzaba por medio de la iniciación, y ha-
bía sido “ungido”, se cambiaba su nombre
a “Christos”, el “purificado”. Había logrado dominar
el ego terrenal, la efímera personalidad de barro, y unir-
la con el Ego inmortal e indestructible. Por eso a Jesús
se le llamó “el Cristo”, porque era alguien que había
logrado realizar este proceso; al juntar las palabras que-
dó “Jesucristo”.
San Pablo, que era un iniciado, dijo: “Estoy otra vez
en dolores de parto hasta que Cristo sea formado en
vosotros.” (Gálat., IV, 19), lo que significa que toda
persona puede encontrar a Cristo en su interior, ya que
es un estado de conciencia. La segunda venida del Cris-
to será cuando la gente comience a despertar este estado
de conciencia. Los que piensan que la segunda venida

127
del Cristo se refiere al regreso del personaje histórico
llamado Jesús, probablemente se queden esperando.
Todos nosotros tenemos un “Cristo interno”, tam-
bién conocido como Ego o Alma Espiritual. Al decir
Ego nos referimos al Ego superior, ya que hay un ego
inferior que es efímero e imperfecto.
Para entenderlo esta es la explicación esotérica…
El hombre está formado por Siete principios, tam-
bién llamados cuerpos o vehículos:
Cuerpo físico, etérico, astral, mental, manas, budd-
hico y atmico.
Del 1 al 4 son los cuerpos inferiores, los de la per-
sonalidad imperfecta, del 5 al 7 son los cuerpos superio-
res o divinos. El Cristo se encuentra en el cuerpo mental
superior, nuestra mente divina. Cuando la humanidad
logre dominar el cuerpo mental inferior y unirlo al supe-
rior, es cuando se dará la segunda venida del Cristo (Je-
sús a pesar de haber estado aquí con un cuerpo físico,
actuaba por completo en función al cuerpo mental supe-
rior).
Se habló brevemente de los Siete Cuerpos solo para
ayudar a comprender el concepto de “Cristo”. Espe-
ro hayamos entendido la importancia de conocer las
raíces etimológicas de las palabras...

128
¿PERO ENTONCES HAY ALGUNA
PRUEBA FUERA DE LA BIBLIA, DE
QUE JESÚS HISTÓRICO HAYA
EXISTIDO?

Entonces si la figura de Jesús es una mezcla de dio-


ses antiguos ¿Existió realmente el personaje histórico?
¿Hay alguna prueba que pueda demostrar esa existen-
cia?

129
Este apartado lo desarrollaremos comenzando con
preguntas y respuestas y después con aquellos testimo-
nios escritos que ha dejado la historia
Se dice que fuera de la Biblia existen pocos testi-
monios escritos que hablan de la figura de Jesús pero
aquí vamos a demostrar que son bastantes y entre ellos,
podemos mencionar los de Flavio Josefo, Plinio el Jo-
ven, Cayo Cecilio, o incluso el emperador Adriano.
Muchos historiadores afirman rotundamente
que hay más pruebas de la existencia de Jesús que de la
de Julio César.

¿EN QUÉ ARGUMENTOS SE BASAN LOS QUE


NIEGAN LA EXISTENCIA DE JESÚS?

Los argumentos en que se basan los que niegan la


existencia de Jesús son, sobre todo, una crítica radical
de los Evangelios, que señala en especial sus divergen-
cias y sus contradicciones. Además se argumenta que el
primer discípulo que escribe de él, Pablo de Tarso, de-
muestra una ignorancia casi absoluta de su vida.
Como estas son las fuentes más antiguas y no son
fiables, la existencia de Jesús no puede verificarse histó-
ricamente. Se añade que no hay rastros de Jesús ni en la
arqueología ni en los escritores de su época, salvo en las
obras de sus seguidores…, que no cuentan, porque ellos
fueron los que construyeron el mito de Jesús.
Quienes defienden la no existencia de Jesús expli-
can el surgimiento de los Evangelios como un intento
fraudulento consciente de dar cuerpo a un mito.

130
Los evangelios han construido una persona artificial
a partir de un mito religioso y se ha difundido poste-
riormente como si fuera historia verdadera. Contra este
modo de pensar la historia, cabe formularse la pregunta
al contrario.

¿CÓMO SE PUEDE HOY AFIRMAR, RACIONAL-


MENTE, QUE JESÚS EXISTIÓ DE VERDAD?

Pues el argumento principal es simple: es más ra-


cional y sencillo históricamente explicar la existencia
del cristianismo con todas sus consecuencias, incluso
admitiendo que hubo de existir el personaje al que se
invoca como fundador del movimiento cristiano...
En efecto, sostener que Jesús fue un puro mito lite-
rario y a la vez que ese mito fue el creador, el impulso
de un movimiento de tal envergadura como el cristiano,
es un rompecabezas para un historiador de la Antigüe-
dad, al que le resulta casi imposible, explicar con vero-
similitud histórica este proceso.
Por tanto, en líneas generales, el Jesús de la historia,
el rabino galileo que vivió en esa región, y predicó la
pronta venida del reino de Dios en la tierra de Israel, es
un dato histórico que no puede negarse.
Otra cosa muy diferente, son las reinterpretaciones
posteriores de la vida, figura y misión de ese Jesús por
sus seguidores. Empezando por Pablo de Tarso y si-
guiendo por los evangelistas, que en muchos aspectos
son discípulos del pensamiento interpretativo del Jesús
de Pablo.

131
Se construye así un “Cristo celestial” que es más
producto de la teología que de la historia.

¿QUÉ GANA PESO ENTRE LOS HISTORIADORES


ACTUALES EL SI O EL NO?

Casi todos los investigadores de hoy día responden


afirmativamente. Existió porque el conjunto de “prue-
bas” o “argumentos” para responder así pesan más que
los contrarios.
Pero una cosa es la existencia de un personaje histó-
rico y otra, muy diferente, cómo fue interpretado o có-
mo se transmitió a la posteridad su figura, sus dichos,
hechos y su muerte.
Ahí puede haber muchos cambios en su figura.

¿CUÁNDO COMIENZAN LOS INTELECTUALES A


PLANTEAR LA NO EXISTENCIA DE PERSONAJE
HISTÓRICO DEL NAZARENO?

La negación de la existencia histórica de Jesús co-


menzó en tiempos de la Revolución Francesa (1789).
Los primeros que escribieron libros afirmando que
Jesús no existió, sino que era un mito literario fue-
ron Constantin-François Chassebœuf, Conde de Vol-
ney, en su obra Ruinas o Meditaciones sobre las revolu-
ciones de los imperios (1791) y Charles François
Dupuis, en su libro Origen de todos los cultos o la Reli-
gión universal (1795).
Luego otros personajes famosos de la época, como
el Barón D’Holbach y

132
Los “Enciclopedistas” en general, lo negaron
igualmente. Pero el célebre Voltaire nunca negó su exis-
tencia.
Hoy día hay también negadores de la existencia de
Jesús.
El más difundido en lengua hispana es Michel On-
fray en su Tratado de Ateología (2006).
Sobre Jesús se ha escrito quizás demasiado durante
largo tiempo, pero ¿sabremos algún día más sobre su
vida privada? ¿Pueden existir otros evangelios apócri-
fos por desvelarse?
Por supuesto que sí. No sabemos qué es lo que ocul-
tan todavía las secas arenas de Egipto, lugar ideal para
la conservación de manuscritos antiguos.

TESTIMONIOS NO CRISTIANOS QUE CONFIR-


MAN DEFINITIVAMENTE LA EXISTENCIA DE
JESÚS POR LO MENOS COMO HOMBRE.

Numerosos testimonios exponen diferentes versio-


nes de la historia oficial pero todas coinciden en men-
cionar a esta persona.
Como hemos visto anteriormente hay un sincronis-
mo extremo con otras creencias más antiguas por lo que
muchos expertos niegan rotundamente la existencia del
Nazareno. Sin embargo, como vamos a ver a continua-
ción ningún historiador serio pone en duda la existencia
de Jesús

133
Comenzaremos este compendio plasmando las na-
rraciones de estos personajes desde los inicios hasta la
actualidad.
Queremos dejar claro que estamos hablando de la
existencia de un Jesús histórico y no del Bíblico, tema
que también tocaremos durante nuestro recorrido a tra-
vés de su vida oculta.
El catedrático de Nuevo Testamento de la Facultad
de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca,
Santiago Guijarro señala: «La muerte en la cruz es el
hecho histórico mejor atestiguado de la biografía de
Jesús»
Jesús no fue considerado como significativo por los
historiadores de su tiempo. Si aparece en la literatura
pagana y judía de la época fue por el empuje de los cris-
tianos que le siguieron. «Ninguno de los historiadores
no cristianos se propuso escribir una historia de los
comienzos del cristianismo, y por esta razón sólo men-
cionan los acontecimientos que tenían alguna relevan-
cia para la historia que estaban contando. Sin embargo,
el valor de estos datos puntuales es muy grande», expli-
ca Guijarro en «El relato pre-marcano de la Pasión y la
historia del cristianismo».
Por otra parte, el historiador norteamericano John P.
Meier relata en «Un judío marginal. Nueva visión del
Jesús histórico» cómo «cuando en conversaciones con
gente de la prensa y el libro (…) ésta fue casi invaria-
blemente la primera cuestión: “Pero ¿puede usted pro-
bar que existió?” Si me es posible reformular una inte-
rrogación tan amplia en una más concreta como “¿Hay
pruebas extra-bíblicas en el siglo I d.C. de la existencia

134
de Jesús?” Entonces creo que, gracias a Josefa (Flavio
Josefo), la respuesta es sí».
El historiador judío romanizado (37 a 110 d.C.) re-
coge en el texto conocido como «Testimonium flavia-
num» de su libro «Antigüedades judías (91-94)» una
referencia a Jesús que si bien se cree que fue retocada
con las frases abajo entre paréntesis, se considera autén-
tico:

Flavio Josefo (93 d.C.)


En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio,
(si es lícito llamarlo hombre); porque fue autor de he-
chos asombrosos, maestro de gente que recibe con gusto
la verdad. Y atrajo a muchos judíos y a muchos de ori-
gen griego. (Él era el Mesías) Y cuando Pilato, a causa
de una acusación hecha por los principales de entre no-
sotros lo condenó a la cruz, los que antes le habían ama-
do, no dejaron de hacerlo. (Porque él se les apareció al
tercer día de nuevo vivo: los profetas habían anunciado
éste y mil otros hechos maravillosos acerca de él) Y
hasta este mismo día la tribu de los cristianos, llamados
así a causa de él, no ha desaparecido.
En Ant. 20.9.1. También hace referencia a «Jesús,
que es llamado Mesías» al dar cuenta de la condena a
Santiago a ser apedreado.

Tácito (116 d.C.)


Este historiador romano (56 a 118 d.C) menciona a
«Cristo» en sus «Anales» escritos hacia el año 116 d.C.
al hablar sobre Nerón y el incendio de Roma en el año
64. Informa de la sospecha que existía de que el propio

135
emperador había ordenado el fuego y recoge cómo «pa-
ra acallar el rumor, Nerón creó chivos expiatorios y so-
metió a las torturas más refinadas a aquellos a los que el
vulgo llamaba “cristianos”, [un grupo] odiado por sus
abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo,
quien bajo el reinado de Tiberio, fue ejecutado por el
procurador Poncio Pilato. Sofocada momentáneamente,
la nociva superstición se extendió de nuevo, no sólo en
Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la
ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervien-
temente prácticas horrendas y vergonzosas de todas cla-
ses y de todas partes del mundo».
Los historiadores consideran a Flavio Josefo y Táci-
to como los testimonios primitivos independientes rela-
tivos al mismo Jesús más consistentes, aunque también
hay otras fuentes que recogen datos sobre los primeros
cristianos.

Plinio, el joven (112 d.C.


Procónsul en Bitinia del 111 al 113 y sobrino de
Plinio el Viejo. De él se conservan diez libros y cartas.
En una de sus cartas se dirigió al emperador de Trajano
comentándole qué debía hacer con los cristianos. Tam-
bién cita tres veces a Cristo señala que los cristianos
decían que toda su culpa consistía en reunirse un día
antes del alba y cantar un himno a Cristo como a un
dios.

Aquí su carta.
«Decidí dejar marcharse a los que negasen haber
sido cristianos, cuando repitieron conmigo una fórmula

136
invocando a los dioses e hicieron la ofrenda de vino e
incienso a tu imagen, que a este efecto y por orden mía
había sido traída al tribunal junto con las imágenes de
los dioses, y cuando renegaron de Cristo (Christo male
dicere). Otras gentes cuyos nombres me fueron comuni-
cados por delatores dijeron primero que eran cristianos
y luego lo negaron. Dijeron que habían dejado de ser
cristianos dos o tres años antes, y algunos más de vein-
te. Todos ellos adoraron tu imagen y las imágenes de
los dioses lo mismo que los otros y renegaron de Cristo.
Mantenían que la sustancia de su culpa consistía sólo
en lo siguiente: haberse reunido regularmente antes de
la aurora en un día determinado y haber cantado anti-
fonalmente un himno a Cristo como a un
dios. Carmenque Christo quasi deo dicere secum invi-
cem. Hacían voto también no de crímenes, sino de
guardarse del robo, la violencia y el adulterio, de no
romper ninguna promesa, y de no retener un depósito
cuando se lo reclamen».Trajano contestó a Plinio di-
ciéndole que no buscara a los cristianos, pero que,
cuando se les acusara, debían ser castigados a menos
que se retractaran.

Suetonio (120 d.C.)


Un historiador romano 70-140 d.C
En su libro V hace una referencia en su libro «Sobre
la vida de los Césares» donde narra las vidas de los do-
ce primeros emperadores romanos. En el libro V se re-
fiere a un tal «Chrestus» al mencionar la expulsión de
los judíos de Roma ordenada por el emperador Claudio:
«Expulsó de Roma a los judíos que andaban siempre

137
organizando tumultos por instigación de un tal Chres-
tus». En los Hechos de los Apóstoles se documenta este
hecho: «Áquila y Priscila acababan de llegar a Corinto
desde Italia por haber decretado Claudio que todos los
judíos saliesen de Roma».

Luciano (165 d.C.)


William Faithorne (1616 – 1691): Luciano imagi-
nado.
El escritor griego Luciano de Samósata satiriza a los
cristianos en su obra «La muerte de Peregrino»: Consi-
deraron a Peregrino un dios, un legislador y le escogie-
ron como patrón…, sólo inferior al hombre de Palestina
que fue crucificado por haber introducido esta nueva
religión en la vida de los hombres. Su primer legislador
les convenció de que eran inmortales y que serían todos
hermanos si negaban los dioses griegos y daban culto a
aquel sofista crucificado, viviendo según sus leyes» Ma-
ra Bar Serapión (Finales del siglo I)
Hay una carta de Mara Ben Serapión en sirio a su
hijo en la que se refiere así a Jesús, sin embargo no lo
menciona por su nombre:

« ¿Qué provecho obtuvieron los atenienses al dar


muerte a Sócrates, delito que hubieron de pagar con
carestías y pestes? ¿O los habitantes de Samos al que-
mar a Pitágoras, si su país quedó pronto anegado en
arena? ¿O los hebreos al eliminar a su sabio rey, si al
poco se vieron despojados de su reino? Un dios de jus-
ticia vengó a aquellos tres sabios. Los atenienses mu-
rieron de hambre; a los de Samos se los tragó el mar;

138
los hebreos fueron muertos o expulsados de su tierra
para vivir dispersos por doquier. Sócrates no murió
gracias a Platón; tampoco Pitágoras a causa de la esta-
tua de Era; ni el rey sabio gracias a las nuevas leyes
por él promulgadas».

Celso (175 d.C.)


En «Doctrina verdadera» (o «Discurso verdadero
contra los cristianos») ataca a los cristianos. Aunque no
se conserva su libro, sí muchas de sus citas por la refu-
tación que escribió Orígenes unos 70 años después. En
ella se ríe de Jesucristo, señalando que había sido hijo
de una judía amancebada con un soldado romano llama-
do Pantero, que habría practicado la magia que aprendió
en Egipto y que por eso se ganó unos cuantos discípulos
de entre la plebe más miserable y digna de compasión.
Pero, para Celso el argumento más fuerte en contra de
Cristo es su muerte en la cruz y de la manera que pasó,
absolutamente indigna de una divinidad. Por otro lado
hace comparaciones de los relatos sobre la resurrección
con los que circulaban de otros personajes de la cultura
griega:

«Las viejas leyendas que narran el nacimiento di-


vino de Perseo, de Anfión, de Eaco, de Minos, hoy ya
nadie cree en ellas. Por lo menos dejan a salvo cierta
verosimilitud, pues se atribuyen a esos personajes ac-
ciones verdaderamente grandes, admirables y útiles a
los hombres. Pero tú ¿qué hiciste o dijiste hasta tal pun-
to maravilloso? En el Templo la insistencia de los ju-
díos no pudo arrancarte una sola señal que pudiera

139
manifestar que eras verdaderamente el Hijo de Dios».
Celso, «Discurso verdadero contra los cristianos». Su
prosa, si bien incendiaria, busca activar los mecanismos
de la razón en una parte del movimiento cristiano que él
consideraba capaz de entender su mensaje, a pesar de
que consideraba a la mayoría de los fieles de la nueva
religión como gente inculta.

Carta oficial de Poncio Pilatos a Tiberio César


hablando de Jesús de Nazaret.
Además de las pruebas citadas anteriormente hay
una carta de Poncio Pilato dirigida a Tiberio César, es-
crita aproximadamente en el año 32, donde éste men-
ciona a Jesús de Nazaret y un encuentro privado que
tuvo con él y que muchos expertos la citan como la evi-
dencia más contundente de la existencia de este perso-
naje.
El original de esta carta se conserva en la Biblioteca
Vaticana en Roma.
Su contenido es el siguiente:

A Tiberio César:
“Apareció en Galilea un hombre joven, que en
nombre del Dios que lo envió, predicaba humildemente
una nueva ley. Primero temí que su intención fuera su-
blevar al pueblo contra los romanos. Pero pronto se
borraron mis sospechas. Jesús de Nazareth habló más
bien como un amigo de los romanos, que no de los ju-
díos.
Cierto día observé en un grupo de personas a un
hombre joven que, apoyado en el tronco de un árbol,

140
hablaba tranquilamente a la multitud que le rodeaba.
Se me dijo que era Jesús. Esto podía haberlo supuesto
fácilmente, por la gran diferencia que había entre él y
aquellos que le escuchaban. Su pelo rubio y su barba le
confirieron a su apariencia un aspecto celestial. Pare-
cía tener unos 30 años. Nunca antes había visto una faz
más amable o simpática. Qué diferencia tan grande ha-
bía entre él y los que le escuchaban, con sus barbas
negras y su tez clara. Como no deseaba molestarle con
mi presencia, proseguí mi camino, indicándole sin em-
bargo a mi secretario que se uniera al grupo y escucha-
ra. Más tarde mi secretario me informó que jamás ha-
bía leído en las obras de los filósofos nada que pudiera
compararse con las enseñanzas de Jesús. Me informó
que Jesús no era seductor ni agitador. Por ello decidi-
mos protegerle. Era libre de actuar, de hablar y de re-
unir al pueblo. Esta libertad ilimitada provocaba a los
judíos, los indignaba y los irritaba; no a los pobres,
sino a los ricos y poderosos. Más tarde escribí una car-
ta a Jesús y le pedí una entrevista con él en el Pretorio.
Acudió. Cuando el nazareno apareció, estaba yo dando
precisamente mi paseo matinal y al mirarle, mis pies
parecían aferrados con correas de hierro al piso de
mármol, temblando yo con todo el cuerpo cual un ser
culpable, a pesar de que él estaba tranquilo. Sin mo-
verme, admiré durante algún rato a este hombre excep-
cional. Nada había en él ni en su carácter que fuera
repulsivo; pero en su presencia sentí un profundo respe-
to. Le dije que él y su personalidad estaban rodeados de
una contagiosa sencillez que le situaba por encima de
los filósofos y maestros de su tiempo. A mí y a todos nos

141
causó una honda impresión debido a su amabilidad,
sencillez, humildad y amor.
Éstos, noble soberano, son los hechos que atañen a
Jesús de Nazareth. Y me tomé tiempo para informarte
de los pormenores acerca de este asunto. Opino que un
hombre que sabe transformar el agua en vino, que cura
a los enfermos, que resucita a los muertos y apacigua a
la mar embravecida, no es culpable de un acto criminal.
Y como otros han dicho, debemos admitir que es real-
mente el hijo de Dios”.
Tu obediente servidor, Poncio Pilato.

142
¿EXISTIERON LOS 12 APÓSTOLES?

Al igual que os mostramos información sobre la ve-


racidad de la existencia de Jesús y aun sabiendo que
existen documentos antiguos que apoyan esta teoría
también existen otros estudios que contradicen estas
negando rotundamente por ejemplo que los 12 apóstoles
hayan sido reales.

143
Veamos en que se basan las personas que apoyan
estas teorías:
Hay que aclarar varias cosas antes de empezar este
proyecto y para tener una correcta perspectiva. Hay que
diferenciar al Jesús “Histórico” del Jesús “Mitológico”,
la mayoría de las personas creemos que sí existe un Je-
sús mitológico; creo que negarlo es algo ingenuo. Hay
un Jesús que la gente adora, que nunca existió de forma
real y que fue creado o diseñado para ser el estandarte
del Cristianismo. Esta representación “espiritual-
material” de Dios es simplemente un motivo y objeto
de adoración, presentando características similares al
del resto de los “dioses-hombres” que los humanos he-
mos adorado desde tiempos inmemoriales.
Este Jesús existe y es el que la gente reza y adora.
Solo está en la mente de sus fieles seguidores. Pero el
Jesús real, físico, que nació de una virgen, hizo mila-
gros, resucitó de entre los muertos y subió en cuerpo
hacia los cielos (todo esto de forma literal), es el que
mucha gente niega.
Cuando el Ateo dice “No creo en Jesús”, se está re-
firiendo precisamente al Jesús literal e histórico pues
aunque el Jesús Mitológico no existiera si existe en las
mentes de algunas personas.
Todos sabemos que la principal fuente y evidencia
que poseen los Creyentes de la existencia real de Jesús
son los evangelios y las epístolas del Nuevo Testamen-
to. Si descubrimos que entre estos hay fallas, contradic-
ciones, errores, anacronías, falacias; por una simple re-
lación de dependencia directa, el Jesús histórico desapa-
recería.

144
Intentaremos ver “un poco más allá” de simple-
mente los versículos Bíblicos. Trataremos de analizar el
contexto histórico y literario que rodean a los Evange-
lios y las epístolas del Nuevo Testamento; y nos centra-
remos en esos desconocidos hechos que rodearon a los
primeros días del Cristianismo y a los “Santos” padres
de la Iglesia. La intención es revelar al lector esa “oscu-
ra etapa” que rodea este incipiente inicio del Cristia-
nismo y las irregularidades involucradas.
Jesús existió o no existió. No hay puntos interme-
dios. Si llegásemos a tener argumentos suficientes para
asumir que su existencia real es poco probable, no ten-
dría sentido el ser cristiano ya que éste movimiento está
basado en la figura de Jesús. Sería muy deshonesto ha-
cerlo.

LA FARSA DE LOS 12 APÓSTOLES.

Los apóstoles deben ser doce de las personas más


famosas de la historia. Se nos dice que fueron escogidos
por Jesús para presenciar sus maravillas, aprender sus
enseñanzas sublimes, y llevar las buenas nuevas de su
reino hasta los confines de la tierra.
Lo que se hace aún más sorprendente es que no sa-
bemos casi nada de ellos. Incluso no podemos estar se-
guros ni siquiera de sus nombres reales.
Es evidente que si los doce personajes eran real-
mente históricos y con un papel tan importante en la
fundación y el crecimiento de la Iglesia, no debería ha-
ber una confusión tan salvaje sobre la cuestión funda-
mental de quiénes eran realmente.

145
Pero ¿qué sabemos acerca de ellos?

¿DOCE HOMBRES BUENOS Y VERDADEROS?

Lo cierto es que solo de siete de los doce apóstoles,


nuestra única fuente son los Evangelios que no dicen
casi nada sobre ellos. Son sólo nombres en una lista.
¿No es un poco extraño que si el Espíritu Santo les
otorgó poderes para sanar a los enfermos y echar fuera
demonios, no exista nada de esto en las escrituras, o no
tenían nada escrito por ellos mismos relatando sus obras
como prueba de fe? ¿No es extraño que los hombres
elegidos para ser testigos presenciales de los hechos
poderosos de Jesús, no existen declaraciones por parte
de testigos oculares, no dejaron sermones, ni memorias,
ni cartas, ni enseñanzas, ni siquiera palabras concisas de
aliento?
Todo lo que tenemos acerca de "los doce" son le-
yendas e historias contradictorias y fantásticas a partir
de fechas muy posteriores, grandes historias sobre lo
que fueron e hicieron, y sobre todo la forma en que mu-
rieron. Sus muertes, al parecer, se han registrado con
amorosos t espeluznantes detalles. Y es la muerte gráfi-
ca de los discípulos que resuelve el enigma. Y claro,
todos hemos escuchado el reclamo de disculpa por parte
de los Creyentes: “Ellos no pudieron haber muerto por
una mentira… Por lo tanto la historia de Jesús tiene que
ser verdad”
Pero todos sabemos lo útil que es un mártir muerto
para una causa, incluso si es una ficción. En el caso de
Jesús, los doce son una ficción, creados en un entorno

146
necesario para un dios del sol, pasando por las doce
constelaciones del zodíaco. Al igual que otros dioses
salvadores, Jesús tuvo que tener su séquito.

LA VERDAD ES QUE LOS DOCE DISCÍPULOS


SON UNA INVENCIÓN TOTAL.

Todo el silencio con respecto a la carrera terrenal


del Jesús-hombre, se amplifica con el silencio que rodea
a todos sus compañeros y la mayoría de los lugares en
los que se supone que han realizado sus maravillas. Si
bien es indiscutible que Augusto César y que Poncio
Pilato existieron en la época en que se supone que ha
vivido Jesús, y que Jerusalén ciertamente existía (y fue
llamada por ese nombre)… no hay ningún registro secu-
lar donde se encuentre información de los doce discípu-
los, los doce apóstoles, Santa María, San José, San Pa-
blo, San Esteban, o la gran mayoría de los personajes de
los evangelios y el resto de los escritos conservados en
el Nuevo Testamento.

LOS DOCE.

Entre los muchos personajes imaginarios del Nuevo


Testamento, tal vez las más descaradamente obvias fic-
ciones son los doce discípulos. Por supuesto, si Jesús
era un dios-sol (nacido en el solsticio de invierno y ado-
rado el domingo… ¡Que casual!), de seguro habría ne-
cesitado doce cómplices del zodíaco, una para cada mes
del año, o uno por cada signo del zodiaco a través del
cual el sol hace su viaje a través de ellos. No es de ex-

147
trañar que la mayoría de los discípulos sean solo meros
nombres (que no son siempre los mismos nombres de
Evangelio en Evangelio) y sólo unos pocos tienen un
carácter definible. Por otra parte, parece que algunos
evangelistas han tenido problemas para dar con sufi-
cientes nombres para completar los doce (aunque los
autores de los evangelios de Marcos y Lucas lo logra-
ron), mediante la combinación de las tres historias por
separado sobre los discípulos y apóstoles, ¡para llegar a
dar inclusive hasta con trece nombres!
A pesar de que Mateo y Lucas son conocidos por
haber copiado el entorno narrativo del evangelio de
Marcos, es interesante observar que sus listas de discí-
pulos (o apóstoles) no coinciden exactamente con Mar-
cos. El Tadeo de Marcos es Lebeo en Mateo (Nunca
más se vuelve a nombrar “Lebeo” en la Biblia). Los
intentos de armonizar esta diferencia resultaron en ma-
nuscritos posteriores de la lista de Mateo (Donde Lebeo
fue colocado como sinónimo de Tadeo) un cambio que
fue trasladado de nuevo más tarde a los manuscritos de
Marcos también. De seguro la armonización de estas
fallas surgieron de la necesidad de hacer lo más real y
creíble posible la leyenda y la ficción. Esta opinión se
ve reforzada por el hecho de que tanto Lebeo y Tadeo
faltan en Lucas, donde tiene lugar un misterioso Judas
hermano de Jacobo. Y, por supuesto, Lebeo, Tadeo, Ju-
das hermano de Jacobo, y Jacobo, ¡los cuatro están des-
aparecidos en el evangelio de Juan!!!! (De hecho ningún
Jacobo en nombrado en Juan). Para compensar el defec-
to, Juan da a Jesús un discípulo llamado Natanael, un
hombre desconocido en los otros evangelios. (De hecho,

148
incluso los evangelios apócrifos están desprovistos de
Natanael hasta el siglo VI)
Es increíble, pero el evangelio de Juan no hace nin-
guna mención a cualquier discípulo llamado Juan (a
pesar de un Juan ayuda a compensar la cuenta de doce o
trece en los otros tres evangelios oficiales). Pero enton-
ces, el evangelio de Juan no tiene Bartolomé, ni Mateo,
ni Jacobo hijo de Alfeo, ni Simón el Cananeo. Ni tiene
Simón Zelotes, ni Leví hijo de Alfeo, ni Mateo el publi-
cano (recaudador de impuestos). Es sorprendente des-
cubrir que los evangelios que tiene a Leví y a Mateo
como si fuesen una misma persona (Marcos 2,14).

COMPARACIONES DE LOS DISCÍPULOS EN LOS


EVANGELIOS.

Mateo (10,2-4)
Simón Pedro; Jacobo hijo de Zebedeo; Juan her-
mano de Jacobo; Andrés hermanos de Simón Pedro;
Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás; Jacobo hijo de Alfeo;
Lebeo (Tadeo); Simón e Cannanita y Judas Iscariote.

Marcos (3,16-19)
Simón Pedro; Jacobo hijo de Zebedeo; Juan her-
mano de Jacobo (Boanerges); Andrés, Felipe, Bartolo-
mé, Mateo, Tomás; Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo; Simón
el Cannanita y Judas Iscariote.

Lucas (6, 13-15


Simón Pedro, Jacobo, Juan (Hermano de Jacobo);
Andrés hermanos de Simón Pedro; Felipe, Bartolomé,

149
Mateo, Tomás; Jacobo hijo de Alfeo; Judas, hermano de
Jacobo, Simón Zelote y Judas Iscariote.

Juan
 No muestra una lista de los Discípulos como lo
hacen los demás Evangelios.
 No nombra Lebeo, Tadeo, Judas hermano de Ja-
cobo, ni a Jacobo.
 Nombra a un misterioso discípulo Natanael (Juan
21,2), que no es mencionado en ningún otro evangelio.
 Aunque este evangelio se llama Juan, no nombra
a ningún Juan.
 No nombra a Bartolomé, ni a Jacob hijo de Al-
feo, si Simón el Cananeo.
 No tienen ningún Simón Zelotes, no Leví hijo de
Alfeo, ni Mateo el publicano.

150
LA IGLESIA CATÓLICA NO TIENE
SU ORIGEN EN LAS ENSEÑANZAS
DE JESÚS.

La Iglesia Católica Romana sostiene que su origen


se encuentra en la muerte, resurrección y ascensión de
Jesucristo aproximadamente en el año 30 de nuestra era.
La iglesia Católica se proclama a sí misma como la
Iglesia por la que murió Jesucristo, la Iglesia que fue

151
establecida y construida por los apóstoles. ¿Es ese real-
mente el origen de la Iglesia Católica? Por el contrario.
Aún una lectura superficial del Nuevo Testamento reve-
lará que la Iglesia Católica no tiene su origen en las en-
señanzas de Jesús o Sus apóstoles.
En el Nuevo Testamento, no hay mención del papa-
do, la veneración o adoración de María (o de la inmacu-
lada concepción de María, la perpetua virginidad de
María, la ascensión de María, o María como co-
redentora y mediadora), las peticiones a los santos en el
cielo por su intercesión, la sucesión apostólica, las orde-
nanzas de la iglesia funcionando como sacramentos, el
bautismo infantil, la confesión de pecados a un sacerdo-
te, el purgatorio, las indulgencias, o la autoridad parale-
la de las tradición eclesiástica y la Escritura. Así que, si
el origen de la Iglesia Católica no se encuentra en las
enseñanzas de Jesús y sus apóstoles, como están regis-
tradas en el Nuevo Testamento, ¿cuál es el verdadero
origen de la Iglesia Católica?
Durante los primeros 280 años de la historia cristia-
na, la cristiandad fue prohibida por el imperio romano, y
los cristianos fueron terriblemente perseguidos. Esto
cambió después de la “conversión” del emperador ro-
mano Constantino. Constantino “legalizó” el cristia-
nismo en el Edicto de Milán en el año 313.
Después en el 325 d.C. Constantino convocó al
Concilio de Nicea en un intento por unificar la cristian-
dad. Constantino visualizó el cristianismo como una
religión que pudiera unir al Imperio Romano, el cual en
ese tiempo comenzaba a fragmentarse y dividirse.

152
Mientras esto hubiera parecido ser un desarrollo po-
sitivo para la iglesia cristiana, el resultado fue todo me-
nos positivo. Al igual que Constantino se negó a adoptar
de lleno la fe cristiana, sino que continuó con muchas de
sus creencias y prácticas paganas; así también la iglesia
cristiana que Constantino promovió era una mezcla del
verdadero cristianismo con el paganismo romano.
Descubrió que con la gran extensión del Imperio
Romano, tan diverso y expansivo, no todos accederían a
renunciar a sus creencias religiosas y abrazar el cristia-
nismo en su lugar. Así que Constantino permitió, y aún
promovió la “cristianización” de la creencia pagana. Y
así, creencias completamente paganas y totalmente anti-
bíblicas le dieron nuevas identidades al “cristianis-
mo” Algunos claros ejemplos de ello son los siguientes:
La mayoría de los emperadores romanos (y ciuda-
danos) eran enotistas. Un enotista es alguien que cree en
la existencia de muchos dioses, pero que tiene un enfo-
que primario en un dios en particular, o considera a un
dios en particular como supremo sobre los otros dioses.
Por ejemplo, el dios romano Júpiter, era supremo sobre
el “panteón” (la totalidad de los dioses) romano. Los
marinos romanos con frecuencia eran adoradores de
Neptuno, el dios de los océanos.
Cuando la Iglesia Católica absorbió el paganismo
romano, simplemente reemplazó el “panteón” de dioses
con los santos. Así como el panteón de dioses romanos
tenía un dios del amor, un dios de la paz, un dios de la
guerra, un dios de la fuerza, un dios de la sabiduría, etc.,
la Iglesia Católica tiene un santo que “está a cargo” de
cada una de estas características, y existen muchas otras

153
categorías. Igualmente, así como muchas ciudades ro-
manas tenían un dios específico para la ciudad, también
la Iglesia católica provee sus “santos patrones” para las
ciudades.
La supremacía del obispo romano (el papado), fue
creado con la ayuda de los emperadores romanos. Sien-
do la ciudad de Roma el centro de gobierno del imperio
romano, y con los emperadores romanos viviendo en
Roma, la ciudad de Roma se levantó como preeminen-
cia en todas las facetas de la vida. Constantino, y sus
sucesores, dieron su apoyo al obispo de Roma como el
supremo gobernante de la iglesia.
Desde luego, era mejor para la unidad del imperio
romano, que el gobernante y la sede de la religión se
encontraran centrados en el mismo lugar. Mientras que
muchos otros obispos (y cristianos) se resistieron a la
idea de que hubiera un obispo romano supremo, even-
tualmente el obispo romano se elevó a la supremacía, a
través del poder y la influencia de los emperadores ro-
manos. Cuando el imperio romano se colapsó, los papas
tomaron el título que previamente había pertenecido a
los emperadores romanos “Pontificus Maximus”.
Se pueden dar muchos otros ejemplos, esto es sufi-
cientes para demostrar el verdadero origen de la Iglesia
Católica. Desde luego, la Iglesia Católica Romana niega
el origen pagano de sus creencias y prácticas. La Iglesia
Católica disfraza sus creencias paganas bajo capas de
complicada teología. La Iglesia Católica excusa y niega
su origen pagano tras la máscara de la “tradición ecle-
siástica”. Reconociendo que muchas de sus creencias y
prácticas son totalmente ajenas a la Biblia; la Iglesia

154
Católica está forzada a negar la autoridad y suficiencia
de las Sagradas Escrituras.
El origen de la Iglesia Católica es el trágico com-
promiso del cristianismo con las religiones paganas que
la rodeaban. En vez de proclamar el Evangelio y con-
vertir a los paganos, la Iglesia Católica “cristianizó” las
religiones paganas, y “paganizó” el cristianismo. Al
mezclar las diferencias y borrar las características dis-
tintivas, si, la Iglesia Católica se hizo a sí misma atracti-
va a la gente del imperio romano. Uno de los resultados
fue que la Iglesia Católica se convirtiera en la religión
suprema en el “mundo romano” durante siglos. Sin em-
bargo, otro resultado fue la más dominante forma de
apostasía del cristianismo del verdadero Evangelio de
Jesucristo y la verdadera proclamación de la Palabra de
Dios.
Timoteo 4:3-4 declara, “Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo
comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a
sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad
el oído y se volverán a las fábulas”.

155
156
COMO CONSTANTINO MODIFI-
CÓ LA BIBLIA Y "CREÓ" LA IGLE-
SIA CATÓLICA A SU CONVE-
NIENCIA PARA CONTROLAR A
TODOS.

En 313 promulga El Edicto de Milán que despenali-


zó la práctica del cristianismo y se devolvieron las pro-
piedades de la Iglesia. Antes de este edicto, muchos
cristianos habían sido martirizados en las diferentes per-

157
secuciones a las que se habían visto sometidos. Tras el
edicto se abrieron nuevas vías de expansión para los
cristianos, incluyendo el derecho a competir con los pa-
ganos en el tradicional “cursus honorum” para las altas
magistraturas del gobierno, así como también ganaron
una mayor aceptación dentro de la sociedad civil en ge-
neral. Los líderes cristianos alcanzaron una mayor im-
portancia (como ejemplo de ello, los obispos cristianos
adoptaron unas posturas agresivas en temas públicos
que nunca antes se habían visto en otras religiones)
Constantino no oficializó el cristianismo el cual
no se convertiría en religión oficial del Imperio hasta
el final de aquel siglo (un paso que daría Teodosio en
el 380 con el Edicto de Tesalónica)
Constantino consideraba que era su deber como
emperador, designado por Dios para ello, calmar los
desórdenes religiosos, y por ello convocó el Primer
Concilio de Nicea (20 de mayo al 25 de julio de 325)
para terminar con algunos de los problemas doctrinales
que contaminaban la Iglesia de los primeros siglos, es-
pecialmente el arrianismo. Dio un discurso inicial ata-
viado con telas y accesorios de oro, para demostrar jus-
tamente el poderío del Imperio por un lado, y el apoyo e
interés al concilio desde el estado por el otro.
Constantino "creó" la Iglesia Católica, e impulsó la
doctrina de la Santísima Trinidad presionando a los
obispos reunidos en el Concilio. Los defensores de la
Iglesia Católica sostienen que las bases de la doctrina ya
estaban en la iglesia primitiva unos 200 años de Cons-
tantino, como el nombre "católico", la veneración a Ma-
ría, las imágenes, la Trinidad, la naturaleza de Cristo.

158
Sin embargo no hay suficiente documentación que lo
apoye. Este concilio fue sumamente importante ya que
se establecieron bases bíblicas y religiosas que nos afec-
tan hasta el día de hoy.
En sus últimos años de vida también ejerció como
predicador, dando sus propios sermones en el palacio
ante su corte y los invitados del pueblo. Sus sermones
pregonaban el principio la armonía, aunque gradual-
mente se volvieron más intransigentes hacia los viejos
modos paganos.
Inmediatamente después de su legalización, la Igle-
sia cristiana ataca a los paganos: en el Concilio de An-
cyra, se denuncia el culto a la diosa Artemisa; muchos
templos paganos fueron destruidos por las hordas cris-
tianas y sus sacerdotes fueron asesinados. Entre el año
315 y el siglo VI miles de creyentes paganos fueron ase-
sinados. Entre 316 y 326 se proclaman una serie de dis-
posiciones que favorecen al cristianismo frente a la reli-
gión tradicional (prohibición de la magia y los sacrifi-
cios privados, exoneración fiscal a los clérigos cristia-
nos, se otorga jurisdicción a los obispos...) En el año
326, El emperador Constantino, siguiendo las instruc-
ciones de su madre Elena, destruye el templo del dios
Asclepio en Aigeai de Cilicia y muchos más de la diosa
Afrodita en Jerusalén, en Afka en el Líbano, en Mam-
bre, Fenicia, Baalbek, etc.
En el año 330 el emperador Constantino roba todos
los tesoros y las estatuas de los templos paganos de
Grecia, para llevárselos y decorar Constantinopla, su
nueva capital del Imperio.

159
Constantino retiró
su estatua de los tem-
plos paganos. La repa-
ración de estos templos
fue prohibida, y los
fondos fueron desvia-
dos en favor del clero
cristiano. Se suprimieron las formas ofensivas de adora-
ción, fueran cristianas o paganas. En la reinauguración
de Constantinopla en 330 se efectuó una ceremonia mi-
tad pagana y mitad cristiana. En la plaza del mercado se
impuso la cruz de Cristo sobre el carro del Dios Sol.
Fue bautizado cuando ya se encontraba en su lecho
de muerte, tras un largo catecumenado. Solo la Iglesia
Ortodoxa lo venera como santo.

EL DILEMA DE LA VISIÓN DE LA CRUZ.

Cuando Constantino tiene la famosa visión de la


cruz y la inscripción, la imagen que manda a grabar en
los estandartes y a la que, según él, es la responsable de
su victoria, es el “Crismón” que es la representación del
monograma de Cristo. Que consiste en las letras griegas
X (ji) y P (ro) que es la abreviatura de ΙΣΤΟΣ. En otras
versiones le añaden la letra T que sustituye a P o una
pequeña cruz latina. A veces le incorporan otros ele-
mentos como las letras Alfa y Omega, simbolizando el
principio y el fin. Y la inscripción que vio fue “In Hoc
Signo Vinces (“con este signo vencerás) que correspon-
den a las letras IHS o “Iesus Hominum Salvator”.

160
Si Constantino grabó la efigie del Crismón en sus
estandartes y gracias a ella se fundamenta una religión,
¿Por qué el cristianismo actual toma como referencia y
signo de adoración la clásica cruz? ¿Por qué no se utili-
zó en los inicios de cristianismo el Crismón como su
símbolo?
O en todo caso.
Si lo que Constantino recibió como visión fue la
cruz que todos conocemos ¿Por qué desobedeció y co-
locó el símbolo del Crismón en sus estandartes? ¿No es
esto un acto de blasfemia o desobediencia a Dios?

CONSTANTINO: ¿CORRUPTO Y DESALMADO?

Si, con casi toda seguridad el emperador Constan-


tino I el Grande, el fundador del Cristianismo que uste-
des mis amigos creyentes tanto defienden, era un des-
honesto corrupto.
Ya vimos como el mismo promovió la persecución
y la eliminación de los paganos que se negaban a abra-
zar la nueva religión cristiana, quitó de en medio a tanto
fieles como sacerdotes paganos; Destruyó muchas esta-

161
tuas y tesoros de Grecia, perdiéndose de esta manera
valores culturales irrecuperables.
Acostumbraba a aparecer en público, en los conci-
lios y ante la corte vestido con las ropas más lujosas,
cargado de adornos de oro, al estilo oriental, marcando
un antecedente del emperador que gobierna rodeado de
riquezas en nombre de Dios.
Todo esto sin incluir los numerosos cambios y su-
presiones que sufrieron las sagradas escrituras manipu-
ladas por los seguidores de Constantino en los sucesivos
concilios con el fin de obtener una “Biblia” que los be-
neficiara y se adaptara al dominio político y económico
que tanto buscaban. En 315, Constantino hizo de la
conversión al judaísmo un crimen capital; tanto el judío
proselitista como el cristiano converso eran reos de pena
capital.
Pero las cualidades homicidas de Constantino de
exacerban con su propia familia: Según se dice, elimi-
nó a su propio hijo cuando se enteró de que éste ya-
cía con su madre. Después, al enterarse de que era men-
tira, hizo lo mismo a su mujer por mentirosa. A su hijo
Crispo también lo eliminó y su esposa, la emperatriz
Fausta dejada fallecer en un baño excesivamente calien-
te.
Este hecho no impidió su bautismo cristiano en
su lecho final.
Para muchos estudiosos todo esto de las visiones y
los milagros fueron solo un teatro de Constantino que al
ver el gran auge y la creciente cantidad de fieles que
estaba teniendo el cristianismo, decidió hacer una espe-
cie de fusión entre ambos tomando ritos de cada parte

162
para crear una religión muy particular y parecida a la
que tenemos hoy en día. Su visión fue básicamente eco-
nómica ya que respetó e incluso apoyó hasta el fin de
sus días muchos ritos paganos, con el objetivo de bene-
ficiarse de ambas partes:
Se sabe que durante mucho tiempo siguió acuñando
monedas con figuras de Dioses paganos como Sol Invic-
tus, Júpiter capitolino y Marte, siendo del primero de
éstos el que durante más tiempo tuvo culto oficial, tanto
así que la festividad del domingo, introducida en 321,
era en realidad el llamado Dies Solis; con ella Constan-
tino, notorio antisemita, evidentemente quiso reempla-
zar la fiesta judaica del sábado por el día del señor cris-
tiano. Poco antes de su muerte, Constantino hizo repre-
sentar su persona en una estatua de pórfido bajo la figu-
ra de Helios, e incluso la víspera de su fallecimiento
restableció una ley antigua por lo que “Los sacerdotes
paganos quedaban exentos a perpetuidad de los tributos
inferiores”. De sí mismo afirmaba que jamás había
cambiado de divinidad a la hora de recogerse a rezar.
Es increíble la cantidad de sentimientos y reaccio-
nes encontradas que genera la figura de Constantino.
Veamos dos opiniones apasionadas sobre él, pero total-
mente opuestas entre ellas:

“De entre todos los emperadores romano, él solo


honró a Dios, el altísimo, con extraordinaria devoción,
él solo anunció con valentía la doctrina de Cristo, él
solo exaltó a su Iglesia como nadie desde que existe
memoria humana; él solo puso fin a los errores del poli-
teísmo y abolió toda clase de culto a los ídolos”

163
Obispo Eusebio de Cesárea
“Ese monstruo Constantino. Ese verdugo hipócrita
y frío, que degolló a su hijo, estranguló a su mujer, ase-
sinó a su padre y a su hermano político, y mantuvo en
su corte una caterva de sacerdotes sanguinarios y cerri-
les, de los que no solo se habría bastado para poner a
media humanidad en contra de la otra media y obligar-
las a matarse mutuamente”.

Percy Bysshe Shelley.


Constantino el Grande marcó la historia de la hu-
manidad y nos dejó un legado que para bien o (casi
siempre) para mal, aún perdura: El cristianismo. Amigo
creyente cristiano, esa religión que usted profesa y que
tanto defiende tiene sus bases en un individuo como el
que acabamos de describir. ¿Tiene su conciencia tran-
quila?

164
¿QUÉ SON LOS EVANGELIOS
APÓCRIFOS Y POR QUÉ SE
PROHIBIERON?

Es conocido que Jesús, al contrario de otros funda-


dores de religiones, no dejó nada escrito mientras vivió.
Su mensaje lo transmitía de manera oral a sus discípulos
y apóstoles, los que a su vez, lo dieron a conocer a tra-
vés de la predicación a las primeras comunidades cris-
tianas.
Pero es a partir de la primera mitad del siglo I, que
el mensaje que fundará las bases de la Iglesia Católica,
comenzó a materializarse en la forma escrita que ya co-
nocemos como Evangelios: San Lucas, San Mateo, San
Juan y San Marcos.
Los textos de San Mateo y San Juan fueron escritos
por testigos directos de la predicación de Jesús, mientras
que San Marcos y San Lucas por testigos indirectos que
reunieron la información de otras personas. La validez
general de los cuatro escritos fue constatada a finales
del siglo II en el testimonio de Ireneo de Lyon.

165
Es así como la mezcla de lo oral con lo escrito, lle-
vó a que a finales del siglo I y en el decurso del II, sur-
giera una gran cantidad de escritos recopilatorios de
dichos y sentencias dispersas de Jesús, algunos de los
cuales llegaron a adoptar forma de Evangelios, pero al
no ser incluidos en la Biblia, o aceptados por otras igle-
sias cristianas, fueron llamados “extra-canónicos” o
“apócrifos”.
En el libro “Los Apócrifos”, Aurelio de Santos Ote-
ro los describe como aquellos que no fueron reconoci-
dos por las iglesias cristianas de los primeros siglos co-
mo parte de la Sagrada Escritura. Sin embargo, se pre-
sentan con nombres o características que los hacen pa-
recer canónicos.
Según el teólogo Pablo Uribe, de la Universidad Ca-
tólica de la Santísima Concepción, estos escritos se dis-
tinguen de los textos sagrados por su contenido y el esti-
lo con el que presentan los hechos. Mientras los evange-
lios mantienen una forma propia de una predicación
apostólica, sobria y carente de adornos, en los apócrifos
abunda el relato fantástico y no sigue el género utilizado
para escribir un evangelio.
Además, los apócrifos se diferencian de los evange-
lios, ya que estos últimos apenas señalan la autoría de
quienes los escribieron, mientras que los “extra-
canónicos” resaltan varias veces el nombre de algún
miembro distinguido de la comunidad que supuestamen-
te lo produjo.
Uribe explica que los apócrifos intentan completar
la vida de Jesús, pero distan mucho de los contenidos
incluidos en la Biblia. Muchos de ellos datan de tiempos

166
más lejanos al de los textos bíblicos; aparecen años des-
pués.
En general, se han transformado en una corriente
muy estudiada dentro de la teología, ya que permiten
conocer las distintas creencias que van mostrando otra
manera de pensar, indicó Uribe.
Entre los apócrifos más estudiados, ya sea porque se
acercan más a las sagradas escrituras o al tiempo en que
se escribieron los evangelios son:

EVANGELIO DE TOMÁS: JESÚS NO ES EL ÚNICO


HIJO DE DIOS.

Según el padre Ramón Trevijano, miembro de la


Pontificia Comisión Bíblica del Vaticano y profesor
emérito de la Facultad de Teología de la Universidad de
Salamanca, de todos los apócrifos, éste es el más impor-
tante. Se trata de una colección de 114 logias o dichos
breves de la que se escribió mucho durante los años 60.
Y a pesar de su redacción diferente a la encontrada en
los canónicos, un tercio de ella coincide con el de las
sagradas escrituras. De hecho, muchas de las cosas que
están en él, se encuentran en el Nuevo Testamento.
En él se revelan los hechos detrás de la resurrección
y Jesús parece transmitir un mensaje extraño, una ense-
ñanza secreta muy diferente a los hallados en los tradi-
cionales. No hay milagros ni historias, sólo recopila los
dichos de Jesucristo.
En los evangelios canónicos, Jesús es el único hijo
de Dios, en tanto que en el de Tomás se sugiere que to-
dos podemos convertirnos en hijos de Dios al decir:

167
“cuando se conozcan a sí mismos, entonces serán cono-
cidos y comprenderán que son hijos del padre viviente”.
Jesús no tiene que los demás no puedan tener, es posible
tener el mismo tipo de relación con lo divino, indican
los investigadores.
En esta apócrifo se llama a una conexión personal
con Dios sin que se necesiten iglesias organizadas, sa-
cerdotes u obispos. Tratándose de un evangelio conside-
rado “gnóstico” (secta constituida a comienzos del cris-
tianismo que enfatizaba el misticismo y estaba en
desacuerdo con la jerarquía cristiana emergente), no fue
del agrado de las autoridades de la Iglesia. Y probable-
mente esa puede ser la razón por la cual este evangelio
fue calificado como herético.

EVANGELIO DE JUDAS: JESUCRISTO PIDIÓ SER


CRUCIFICADO.

Su popularidad comenzó a gestarse en 2006 cuando


la National Geographic Society publicó el trabajo de
restauración y traducción del manuscrito hallado en
1970 en Egipto. Se presume que el apócrifo de Judas
Iscariote fue escrito durante el siglo II.
Impacto generó el documental dedicado a este
evangelio que lanzó NatGeo, ya que en él la figura de
Judas no es la del famoso traidor como afirma la Biblia,
sino que acá es el discípulo favorito de Jesús, el que si
bien lo entregó a las autoridades romanas, fue siguiendo
las órdenes de su maestro.

168
EVANGELIO DE MARÍA MAGDALENA: ¿LA
VERDADERA LÍDER DE LA IGLESIA CRISTIA-
NA?

Otra de las escrituras olvidadas más convincentes


fue la hallada en Egipto en 1896, y corresponde a la de
María Magdalena. Sin embargo, no es la misma mujer
que tiene un papel asignado por la Iglesia como el de la
prostituta arrepentida y reformada, sino que acá es una
discípula bien amada y miembro del círculo interno de
Jesús.
Si el evangelio de María Magdalena es auténtico,
significa que en algún momento las mujeres fueron líde-
res poderosas de la iglesia cristiana, y que ella fue la
líder de los apóstoles.
En este se detallan las instrucciones secretas que Je-
sús solo le dijo a María Magdalena, como la revelación
de ciertas cosas sobre la vida después de la muerte en
términos gnósticos.
Esto ya que en los cuatro evangelios tradicionales,
se describe como un paraíso de gran felicidad, pero en
el de María incluye un extraño viaje del alma en el que
la persona muerta se encuentra con criaturas angélicas y
demoníacas a medida que el alma se abre paso hacia el
cielo, según el manuscrito.

EVANGELIO DE PEDRO: LOS MISTERIOS DE LA


RESURRECCIÓN DE JESÚS.

En 1886, arqueólogos franceses que trabajaban en


Egipto descubrieron una antigua tumba cristiana, en

169
cuyo interior había un monje del siglo VIII. En sus ma-
nos había un libro llamado el Evangelio de Pedro, sien-
do uno de los primeros textos perdidos en ser descubier-
tos.
Éste cuenta una versión muy diferente de la vida de
Jesucristo; es una historia temprana y alternativa, donde
Jesús no sufrió dolor alguno mientras estaba en la cruz.
“Y tomaron dos malhechores, y crucificaron al Señor
entre ellos. Mas él se callaba, como aquel que no siente
sufrimiento alguno”. Asimismo afirma revelar un testi-
monio presencial de la resurrección, convirtiéndose en
el único evangelio que intenta contar la historia de lo
que pasó durante la resurrección, pues todos los evange-
lios bíblicos hablan de los resultados de ésta, que la
tumba estaba vacía, etc.
En el texto dice “la tumba estaba abierta, y los sol-
dados lo vieron porque montaban guardia. Mientras
explicaban lo que habían visto vieron salir a tres hom-
bres de la tumba”.
Cuando salen van sujetando un tercero, el que su-
puestamente es Jesús, y luego se oye una voz profunda
que pregunta “¿Has predicado a los que están dormi-
dos?”. Es así como la resurrección termina con Jesús y
las otras dos figuras subir al cielo, dejando a los testigos
oculares asombrados.
El descubrimiento de estos evangelios revela una
batalla secreta ya olvidada, pero que una vez fue de gran
relevancia: la pelea por el alma de la cristiandad. Por un
lado hay un grupo devoto que desea una relación directa
y espiritual con Dios y con sus propios evangelios, y por

170
el otro, una creciente jerarquía de cristianos ortodoxos
que solo aceptan cuatro evangelios.
Lo paradójico de esto es que se supone que pedro
fue el elegido por Jesús para construir su iglesia y no
fue incluido, la verdad es lamentable como la iglesia ha
manipulado y manipula la información actualmente,
esta condena le cae no solo a la iglesia católica sino a
todas las iglesias cristianas.
Entre los libros que no se incluyeron en el nuevo
testamento por que la iglesia los considero algo diferen-
tes y que podía confundir a sus fieles tenemos (La ma-
yoría de estos textos fueron escritos en el siglo primero
y segundo al igual que los textos canónicos aceptados
por la iglesia):

 Evangelio de María Magdalena


 Evangelio de Judas
 Evangelio de la niñez de Jesús
 Evangelio de la Sentencia de Jesús
 Evangelio de Felipe
 Evangelio de Santiago
 Evangelio de la Madre de Jesús
 Evangelio de Tomas
 Libro la Historia de José (padre de Jesús)
 Evangelio de Pedro
 Testimonio de Pilatos
 Libro de las Cartas entre Pilatos y Herodes
 Testimonio de José de Arimatea
 Hechos de Andrés
 Hechos de Juan

171
 Hechos de Mateo y Andrés
 Hechos de Pedro y Pablo
 Hechos de los hermanos de Jesús
 Testimonio el Misterio de La Cruz por Apóstol
Juan
 Libro el Martirio de Policarpo
 Evangelio de Bernabé
 Cartas de Bernabé
 Cartas de Pedro
 Cartas de Santiago
 Evangelio de la Verdad
 Evangelio de los Egipcios
 Otro Evangelio de Felipe
 Escritos de Juan Bautista
 Libro los secretos de Jaime
 Evangelio de Nicodemo
 Evangelios Gnósticos de Juan
 Evangelios Gnósticos de María Magdalena
 Evangelios Gnósticos de Pedro
 Evangelios Gnósticos y Proféticos
 Evangelio de Taciano
 Hechos de Pedro y los Apóstoles
 La hija de Pedro
 Epístolas de Bernabé
 Libro Doctrina de los Apóstoles
 Evangelio del pastor de Hermas
 Evangelio de Irene de Lyon (discípulo de Juan
Apóstol)
 Manuscritos del Templo

172
 Detalles del Templo
 Libro de Cobre
 Libro de Plata
 Libros de los Tesoros del Templo
 Libro de los Saduceos
 Libros del Jesús Esenio
 Libro de los Fariseos
 Libro de los canticos
 La lista es más amplia, son alrededor de 250 tex-
tos.

173
174
PARTE 2

CONSPIRACIÓN
Y TEORÍAS SOBRE
EL NACIMIENTO DE JESÚS.

175
176
JESÚS NO NACIÓ EN NAZARET.
ESTA SE CONSTRUYÓ 4 SIGLOS
DESPUÉS.

Una de las inconsistencia que más se han propagado


a través de los tiempos es la creencia de que la ciudad
de Nazaret existía en tiempos cuando se suponía vivió
Jesús. Jesús está tan relacionado con la ciudad de Naza-

177
ret que es identificado con ese nombre casi como su
apellido: Jesús de Nazaret. Por lo tanto si descubrimos
que es poco probable que Nazaret no existió en el pri-
mer siglo, sería otro dato más a las muchas evidencias
que insinúan que Jesús como personaje histórico jamás
existió. Según la Biblia Nazaret era la ciudad donde vi-
vían los padres de Jesús y donde se supone que Jesús
transcurrió toda su infancia.
El vocablo “Nazaret” aparece en la Biblia 17 veces.
Debía de ser bastante conocida en los alrededores por-
que a Jesús siempre lo acompañaba el título de la ciudad
donde vivió. Lucas 4,16 nos dice que había una sinago-
ga en Nazaret, por lo que la ciudad era de importancia
para la religión local y lo suficientemente grande como
para albergar un santuario.
Estas referencias del Nuevo testamento acerca de
Nazaret son escasas y poco explicativas; pero su exis-
tencia, según la Biblia, está claramente establecida.
Pero al buscar ratificación histórica sobre Nazaret
nos damos cuenta que las evidencias de su existencia
son prácticamente nulas:
Nazaret no se menciona ni una sola vez en el Anti-
guo Testamento. El Libro de Josué, enumera doce po-
blaciones y seis aldeas, pero omite a Nazaret del listado.
Por otro lado El Talmud tampoco la menciona en
sus textos.
San Pablo no dice nada sobre Nazaret. Es verdade-
ramente increíble que el gran apóstol Pablo ni siquiera
nombra una sola vez esta ciudad. Ni tampoco la nombra
como el apellido de Jesús.

178
NINGÚN ANTIGUO HISTORIADOR O GEÓGRAFO
MENCIONA A NAZARET.

Lo interesante es que hay una ciudad pagana llama-


da Sepphoris, ubicada muy cerca de Nazaret, que con-
tiene hoy en día ruinas arqueológicas del siglo I muy
bien conservadas, pero en Nazaret no.
Otro dato curioso acerca de la inexistencia de Naza-
ret en el primer siglo nos lo aporta el famoso historiador
Judío Flavio Josefo.
En sus escritos, Josefo es bastante detallista y des-
criptivo con Galilea (que apenas tiene un área de solo
900 millas cuadradas). Durante la primera guerra Judía,
en los años 60 AD, Josefo dirigió una campaña militar a
través de la pequeña provincia. Menciona 45 ciudades y
aldeas, pero Nazaret no.
Flavio Josefo también describe con detalles acerca
de Japha (Yafa o Yaphia), donde él mismo vivió por un
tiempo, aldea situada a solo una milla al suroeste de la
supuesta Nazareth.
Una de las evidencias históricas que Nazaret vino a
existir mucho tiempo después Josefo lo detalla así: An-
tes de la primera guerra judía, Japha tenía un tamaño
mediano y poseía una sinagoga, destruida por los roma-
nos en el 67 AD. En esa guerra los habitantes fueron
masacrados (Guerras 3.7.31). Josefo reportó que fueron
15.000 los muertos por las tropas de Trajano. Los so-
brevivientes – 2130 mujeres y niños – fueron llevados
en cautividad. Una ciudad que fue activa fue completa y
definitivamente exterminada. Los sobrevivientes ente-
rraron a sus muertos en las tumbas valle arriba, donde

179
entonces había espacio. ¡Este espacio sería en el futuro
la actual ciudad de Nazaret! A la completa destrucción
de Japha, el uso para tumbas habría sido imposible en
dicho sitio si ésta hubiera existido. La anónima necrópo-
lis yace hoy en día bajo la moderna ciudad de Nazaret.
Espero se entienda esto: En el año 67 los muertos de
la guerra de Japha fueron enterrados en un sitio donde
tiempo después existiría Nazaret. Es decir, para el año
67 Nazaret aun no existía.
Posteriormente (según lo indican hallazgos de ce-
rámica) el sitio donde fueron enterrados estos cadáveres
fue ocupado de nuevo por el éxodo generalizado de los
judíos de Judea y Galilea. La nueva aldea vivía de agri-
cultura de pan comer y totalmente ajena al uso como
cementerio de la gente de Japha. Esto ocurrió después
de la revuelta de Bar Kochba del 135 AD
Existe un Itinerario de una peregrinación anónima
de Burdeos, que es la más antigua descripción dejada
por un pío turista. Está fechada en 333 AD. Es un lista-
do de ciudades al estilo romano, con distancias y algún
comentario ocasional.
Observamos que el peregrino menciona muchos lu-
gares de la historia de la vida de Jesús: En Jezreel (Stra-
dela) menciona al rey Ahab y Goliat. En Aser (Teyasir)
menciona a Job. En Neopolis su referencia es al Monte
Gerizim, Abraham, José y el pozo de Jacob, en Sichar
(donde JC le pidió agua a la samaritana). Pasa la villa de
Bethel (Beitin) y menciona el encuentro de Jacob con
Dios, y Jeroboam. Luego sigue a Jerusalén. Nuestro pe-
regrino no hace referencia alguna a Nazaret aun en el
año 333.

180
ENTONCES SI HAY TAN POCA EVIDENCIA DE
SU EXISTENCIA… ¿POR QUÉ JESÚS ES IDENTI-
FICADO CON ESE NOMBRE?

“Jesús de Nazaret” es realmente una mala traduc-


ción del original griego “Jesous o Nazoraios”. Más
exactamente, debiéramos hablar de “Jesús el Naza-
reno”, donde Nazareno tiene un significado totalmente
ajeno a un lugar de nacimiento. Pero cómo precisamen-
te, ¿cuál es el significado y como resultó aplicado a una
pequeña población? La muy ambigua raíz hebrea del
nombre es NZR.
El evangelio apócrifo de Felipe, del segundo siglo,
da esta explicación:

“Los apóstoles que vinieron antes de nosotros le


llamaron Jesús Nazareno el Cristo…. “Nazara es la
verdad. Por tanto, Nazareno es “Aquel con la Ver-
dad…”
Evangelio de Felipe, 47

Pues bien “Nazareno” fue originalmente el nombre


de una secta judío-cristiana, una rama o facción de los
esenios. No tenían ninguna relación en particular con la
ciudad de Nazaret. La raíz del nombre puede haber sido
“Verdad”, o puede haber sido el nombre hebreo “net-
ser” (netzor), significando rama o flor. El plural de Net-
zor es Netzoreem. No existe mención de los nazarenos
en los escritos de Paulo. Los Natzorim surgieron hacia
fines del primer siglo, luego que se incluyó una maldi-

181
ción contra los herejes en las oraciones diarias de los
judíos.
“Tres veces diarias dicen: que Dios maldiga a los
Nazarenos”.
Epifanio (Panarion 29.9.2)
Los Nazarenos podrían haberse considerado a sí
mismos como una rama de la estirpe de Josué (padre del
legendario rey David). Ciertamente, ellos tenían su pro-
pia versión temprana de “Mateo”.
Este texto perdido, el evangelio de los Nazarenos,
difícilmente puede verse como “el evangelio de los ha-
bitantes de Nazaret”
“Y llegado, puso su residencia en una ciudad lla-
mada Nazaret; para que así se cumpliese lo dicho por
medio de los profetas: Nazoraios será llamado”.
(Mateo 2.23)
Fue el posterior evangelio de Mateo que inició el
engaño de que el título “Jesús de Nazaret” en alguna
manera debiera relacionarse con Nazaret, citando la
“profecía”:

“Porque, he ahí, concebirás y tendrás un hijo; y


nunca le afeitarán la cabeza: porque el niño será un
Nazarita delante de Dios, desde la matriz: y comenzará
a liberar a Israel de las manos de los Filisteos”
(Jueces 13.5)

Mateo astutamente cambió una palabra por otra.


Reemplazando Nazarita (aquel que hace votos por man-
tener el cabello largo y servir a Dios), con el término

182
que implica “residente en, pudo fabricar un vínculo de
ciudad de origen para su ficticio héroe”.

¿CÓMO OBTUVO ESTE NOMBRE?

Parece que, conjuntamente con los Nozerim, emer-


gió por la misma época, una facción judía/cristiana, los
Evyionim “los pobres” (posteriormente llamados Ebio-
nitas). Según Epifanio (obispo de Salamis, Chipre, circa
370 AD) surgieron de los Nazarenos. Difería doctrinal-
mente del grupo original al rechazar a Pablo, y eran “ju-
díos que honran a Cristo como un hombre justo…”
Ellos también, parece que tenían su propia versión de
Mateo: “El Evangelio de los Hebreos”. Un nombre que
ellos adoptaron fue el de “Mantenedores del Pacto”, en
hebreo, Nozrei haBrit, Nosrim, o Nazarenos
Los Nazarenos originales se dividieron en dos: los
que trataron de reposicionarse, dentro del marco general
del judaísmo (Evyionim-Nosrim), y los que rechazaron
el judaísmo (Cristianos- Nosrim)
Así mismo un grupo de familias sacerdotales se es-
tablecieron en el área del valle de Nazaret después de la
derrota de 135AD, citado anteriormente. Así pues
Evyionim-Nosrim posiblemente fueron los bautizadores
de Nazaret, o “Ciudad de los pobres”.

183
184
¿QUIÉNES ERAN LOS REYES MA-
GOS REALMENTE? NI REYES NI
MAGOS... ¿SABIOS? ¿HOMBRES DE
CIENCIA? ¿ASTRÓLOGOS?

¿QUIÉNES ERAN ESTOS HOMBRES? ¿CUÁNTOS


ERAN REALMENTE?

Los reyes de oriente son personajes citados en la


Biblia, en el Nuevo Testamento..., no se conoce cuantos

185
eran ni de dónde provenían. Escrituralmente, solo es
sabido de ellos que cuenta el Evangelio de Mateo:
Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del
rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos ma-
gos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba
de nacer? (Mateo 2,1-2).
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre
María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus teso-
ros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. (Ma-
teo 2:11).
Lo que todo el mundo conoce es que vinieron de
Oriente, en número de tres, guiados por una estrella que
les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús,
adorándolo y ofreciéndole oro (presente conferido a los
reyes), incienso (empleado en el culto en los altares de
Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los
muertos). Antes de llegar, en la ciudad de Jerusalén, se
toparon con el gobernador Herodes el Grande, quien
astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con
él para darle noticia del sitio donde se hallaba dicho
niño, para acabar con su vida, tras ordenar la matanza de
los inocentes. Poco después durante el camino, un ángel
se apareció a los tres reyes advirtiéndoles del gran peli-
gro que corría Jesús si obedecían el deseo de Herodes.
Así pues, no volvieron por el mismo camino .Parece ser
que por el hecho de que el relato evangélico indicara
que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio
por hecho que eran tres… Aunque lo más misterioso es
que en algún momento las distintas tradiciones han con-
tado que eran dos, cuatro, siete...

186
La primera vez que surge el nombre con que hoy
conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San
Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la ima-
gen está decorado con mosaicos de mediados del siglo
VI que representan la procesión de las Vírgenes.

Esta procesión está conducida por tres personajes


vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y
su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las ma-
nos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al
Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas
aparecen tres nombres, de derecha a izquierda: Mel-
chor, Gaspar, Baltasar...

187
Y así la tradición los ha representado con las tres
razas conocidas en la antigüedad y representantes de las
tres edades del hombre.
La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado
también en los Evangelios Apócrifos. Según la tradición
esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes pro-
cedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.
Otra leyenda cuenta que después de la Resurrección
de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba (India), que
fueron bautizados y que se les consagró obispos; des-
pués fueron martirizados en el año 70 y fueron deposi-
tados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados
a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Fede-
rico I Barbarroja, en el siglo XII, las trasladó a Colonia,
donde hoy reposan sus cenizas con las coronas que su-
puestamente llevaron durante su existencia.
Actualmente en la catedral de Colonia, se veneran
los supuestos restos de los Reyes Magos en una urna
dorada colocada en el altar mayor.
Si bien parece contradictorio que practicantes de la
magia, sean admitidos como adoradores del Mesías, el
término griego no era utilizado preponderantemente
para referirse a los hechiceros; se utiliza, en este caso
para referirse a hombres sabios (cual se los llama en
diversas versiones de la Biblia en inglés), o más especí-
ficamente, hombres de ciencia. De hecho, también po-
seían conocimiento de las Escrituras (Mateo 2:5-6).
San Mateo nos deja ver que eran astrónomos que
conocían con precisión el movimiento de la estrella.
Aunque bien intencionados, su visita es causa de turba-
ción general y del celo de Herodes (2:3). A pesar de ser

188
anciano y de haber reinado ya por más de treinta años,
Herodes les ruega que averigüen el sitio preciso del na-
cimiento del Mesías (2:8) con el fin de acabar con su
potencial sucesor. Los sabios, que no sospechan esto,
encuentran al Niño, al cual adoran y obsequian oro, in-
cienso y mirra (2:11), pero prevenidos por un ángel
(2:12), no regresan con Herodes. Iracundo, el rey manda
a matar a los niños menores de dos años. Para entonces,
José ha sido avisado en sueños (2:13) de huir a Egipto
con los suyos.
A partir de ese relato, tanto la Iglesia Católica como
el vulgo en general han ido elaborando una historia so-
bre los hechos y la personalidad de estas tres figuras,
incluyendo el presunto estatus real.
Desde muy antiguo el tema de los Reyes Magos ha
sido ejecutado por artistas pintores y escultores. Les han
representado en número de tres, cuatro, y en algún caso
de dos. Poseen un monumento de ellos mismos que se
halla en la localidad alicantina de Ibi, España.

189
190
¿Existió la estrella de Belén?
¿Acontecimientos astronó-
micos? ¿Algomás?

Cuentan los evangelios que una estrella guió a los


magos hacia el lugar exacto donde había nacido el niño
Jesús. Este misterioso astro que hoy en día adorna los
belenes y árboles de miles de hogares durante la Navi-
dad es aún un desconocido.
Pero no se sabe a ciencia cierta si la estrella existió
realmente, y por eso se han planteado diversas teorías

191
sobre su origen. ¿Una nave tripulada por extraterrestres?
¿meteoritos? ¿ lluvias de estrellas fugaces?... Desde la
astronomía se han buscado diversas explicaciones ra-
cionales al origen de la estrella de Belén. Aunque habi-
tualmente se representa con forma de cometa, no se tie-
ne constancia de ningún astro de este tipo que hubiera
brillado con fuerza suficiente en aquella época como
para llamar tanto la atención. El pintor Giotto en su
cuadro "La adoración de los Magos" de 1304 representó
al cometa Halley como el astro guía de los Reyes, segu-
ramente aún impresionado por la visión del mismo tan
sólo tres años antes. Esta asociación ha llegado hasta
nuestros días, aunque los científicos aseguran que el
cometa se vio en el año doce antes de Cristo, por lo que
no sería posible que el Halley fuera la buscada estrella.
El astrónomo Mark Kidger, del Instituto de Astrofí-
sica de Islas Canarias, plantea que en realidad fue una
suma de acontecimientos astronómicos sucesivos que
alertarían a los magos de que algo importante iba a pa-
sar en Judea. Todo comenzaría con una "conjunción
triple" de Júpiter y Saturno. En una conjunción triple las
órbitas de los dos planetas se alinean de tal modo con la
Tierra que estos parecen acercarse y separarse en el cie-
lo tres veces en unos siete meses. Posteriormente, en el
año cinco antes de Cristo, una nova brilló en el cielo
durante 70 días y los magos, que ya estaban en aviso, se
pondrían en camino guiados por ella. Según esta teoría,
el nacimiento de Jesús habría que situarlo en el período
entre finales de marzo y el comienzo de abril del año
cinco antes de Cristo y no el 25 de Diciembre como se
cree (a continuación extenderemos el tema). Kidger ar-

192
gumenta que la fecha de muerte de Herodes se sitúa en
torno al año cuatro antes de Cristo por lo que su expli-
cación sería plausible.

LUZ INTELIGENTE ¿OVNI MARCANDO EL CA-


MINO?

Esos sabios de Oriente vieron desde sus observato-


rios una luz extraña que había aparecido súbitamente en
el cielo y decidieron seguirla. Cada día la luz se despla-
zaba con ellos y al llegar cerca del Mediterráneo se de-
tuvo sobre la ciudad de Jerusalén. Allí esos hombres
sabios hablaron con el rey y le explicaron que el motivo
de su viaje era rendir pleitesía al nuevo heredero, al
nuevo rey que acababa de nacer. Después los magos
siguieron de nuevo a esa luz que se desplazaba por el
cielo hasta que se detuvo sobre esa pequeña población
situada a apenas 7 km de Jerusalén. Era la señal que su
viaje había concluido. Allí se encontraba el elegido.
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en los tiempos
del rey Herodes,
vinieron de Oriente a Jerusalén unos magos, dicien-
do: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?
Porque su estrella hemos visto en el Oriente y venimos
a adorarle’”.
Estas líneas del Evangelio de Mateo son la primera
referencia a la estrella de Belén. Una alusión que se
complementa unos versículos después cuando, tras la
entrevista de los magos con el rey Herodes, dice el texto
bíblico: “He aquí que la estrella que habían visto en el
Oriente iba delante de ellos hasta que, llegando, se de-

193
tuvo donde estaba el Niño. Y al ver la estrella se regoci-
jaron con un gozo muy grande”. ¿Qué pudo ser esa luz
que les guió aparentemente de forma inteligente durante
todo su viaje? Son muchas las posibles respuestas que
se han barajado: desde alineaciones astrológicas a fe-
nómenos astronómicos fuera de lo común como meteo-
ritos, estrellas novas o cometas, pasando por espectacu-
lares conjunciones planetarias. Pero todas esas posibili-
dades no explican el extraño comportamiento que tuvo
esa singular estrella que guió a los Magos de Oriente.
Un comportamiento que muchos estudiosos no han du-
dado en calificar de inteligente. La estrella de Belén no
indicó solo el camino que debían seguir, sino que, lo
que aún es más importante, llegó a detenerse en dos
ocasiones para señalar dónde tenían que parar: primero
sobre Jerusalén y luego sobre Belén, donde se encontra-
ba el recién nacido Jesús. No hay ningún fenómeno na-
tural que pueda justificar este prodigio, y solo si se tra-
tase de algo con un control inteligente se podría explicar
ese comportamiento. Si se admite la realidad del relato
bíblico, no hay ninguna explicación natural que con-
cuerde con la descripción de la estrella de Belén.
Los estudiosos del tema han querido encontrar para-
lelismo existente entre fenómenos inexplicables de la
Biblia y Naves espaciales, ya que entendemos por OV-
NI aquel objeto que vemos en el cielo y no sabemos
identificar de qué se trata.
Esta teoría se basa en que no puede existir una es-
trella inteligente, que brille para guiar a unos magos,
que se para cuando paran las personas que van en pos de

194
ella, y prosigue su camino cuando estos reanudan la
marcha.
Una estrella no se detendría sobre el portal, en el si-
tio en que había nacido Jesucristo.
Agregan que una estrella no pudo acercarse tanto a la
tierra, de haber ocurrido así, hubiese originado el caos.
Por todo ello esgrimen que, lo que en realidad vie-
ron los magos, fue un ovni, ya que un ovni si puede
desplazarse, parar en un lugar determinado y continuar
su marcha
Las estrellas pueden moverse y detenerse, por su-
puesto, unas las vemos fijas en el firmamento, las estre-
llas fugaces y los cometas se mueven, pero en lo que se
basan es en que es imposible que sea las dos cosas a la
vez, que se detenga en un lugar determinado, es decir
que parezca inteligente o que obedece ordenes inteligen-
tes.
La teoría poco comprobada indica que la Estrella de
Belén era un OVNI. Así que los Reyes Magos llegarían
hasta el niño Jesús gracias a una presencia extraterres-
tre.
Reinaldo Ríos, investigador de fenómenos ovni es
uno de quienes creen que pudo ser una nave espacial.
Basándose en los evangelios apócrifos, dice que un ra-
yo desde la estrella alumbraba el pesebre. Ese rayo po-
dría ser lo que en ufología se denomina un SENDRA, o
sea un túnel desde un ovni, por lógica, los Ángeles que
estaban en el portal serian extraterrestres.
Sixto Paz Wells presenta una larga explicación, pe-
ro la conclusión es la misma.

195
Iván Benítez y Ricardo Suárez también son defenso-
res de esta teoría.
Pero ¿Qué fue lo que vieron de verdad los reyes
magos? Para los teólogos católicos, lo único cierto es
que los Reyes Magos fueron testigos de una luz extraor-
dinaria, dispuesta en el cielo de manera inusual, donde
el universo indicaría, en forma de homenaje, el lugar
exacto del nacimiento del hijo de Dios. El Papa Bene-
dicto XVI, reafirma el poder de Dios sobre la materia
(“de lo contrario no sería Dios”, sostiene). Y agrega
que “No es la estrella la que determina el destino del
Niño, sino el Niño el que guía a la estrella”.

196
JESÚS NO NACIÓ EL 25 DE DICIEM-
BRE. ¿RECICLADO DE CREENCIAS?
¿POR QUÉ ESE DÍA ENTONCES?

No existe ninguna evidencia que indique que Jesús


hubiera nacido el 25 de diciembre. Es más, la evidencia
demuestra lo contrario.
En el libro Celebrations, de Robert J. Myers, lee-
mos: “El relato bíblico sobre el nacimiento de Jesús no
indica nada de la fecha en que tuvo lugar. Pero, el in-
forme de Lucas [Lucas 2:8] tocante a que los pastores
‘moraban en los campos, guardando sus rebaños por la
noche, da a entender que Jesús debió nacer en el ve-
rano o a principios del otoño. Ya que diciembre es un
mes frío y lluvioso en Judea, de temperaturas bajo cero,
es imposible que los pastores estuvieran a sus anchas
por las noches y estarían buscando refugio para sus
rebaños”. En esa época es sabido que las migraciones a
otras ciudades solo se hacían en verano… nadie se atre-
vía a hacerlas en invierno pues pondrían en peligros sus
vidas.

197
Según los estudios de media vida JJ Benítez, todo
da pie a pensar que Jesús nació entre el 5 y 25 de Agos-
to y unos 4 años antes de lo que se dice
Además en el libro Daily Life in the Time of Jesus
(Vida cotidiana en el tiempo de Jesús), de Henri Daniel-
Rops, se nos dice algo semejante: “Los rebaños […]
pasaban el invierno bajo cubierto; y solo por este deta-
lle puede verse que es poco probable que la fecha tradi-
cional de la Navidad, en el invierno, sea cierta, ya que
el Evangelio dice que los pastores estaban en los cam-
pos”.
The Encyclopedia Americana dice lo siguiente so-
bre el 25 de diciembre: “En Occidente no se estableció
esta fecha hasta aproximadamente mediados del siglo
IV, y en Oriente, hasta más o menos un siglo después”.
Si buscamos información en la Biblia, llegamos a la
conclusión que Jesús no nació en esa fecha. Y él no au-
torizó la celebración de la Navidad, como tampoco lo
hicieron sus discípulos ni los escritores de la Biblia. De
hecho los primeros cristianos no celebraban el naci-
miento de Cristo. Además si hubiese sido importante
recordar su nacimiento, ¿no lo habría mandado?
Además hasta la Iglesia Católica reconoció que Je-
sús no nació en esa fecha, en su periódico del Vaticano
L’Osservatore Romano dijo: “Históricamente, la verda-
dera fecha del nacimiento de Jesús permanece bajo un
velo de incertidumbre que no han podido levantar ni la
historia romana, ni el censo imperial de aquella época,
ni la investigación de siglos posteriores.

198
ENTONCES… ¿POR QUÉ SE ESCOGIÓ EL 25 DE
DICIEMBRE PARA CELEBRAR EL NACIMIENTO
DE JESÚS?

El mismo periódico del Vaticano L’Osservatore


Romano, explica: “La fecha del 25 de diciembre, como
es bien sabido, fue escogida por la Iglesia de Roma pa-
gana, este día estaba dedicado al dios Sol. Aunque el
cristianismo ya estaba asentado en Roma a partir del
edicto de Constantino, el mito del dios Sol todavía esta-
ba muy difundido, especialmente entre los soldados ro-
manos. Las festividades que giraban en torno al 25 de
diciembre estaban tan arraigadas en la tradición popular
que la Iglesia de Roma pensó darle a esa fecha un senti-
do religioso cristiano. Para ello, se sustituyó al dios Sol
por el verdadero Sol de Justicia, Jesucristo, escogiendo
este día como fecha de su nacimiento.

¿Y EL ÁRBOL DE NAVIDAD?

El mismo periódico explica: “En la Nochebuena, el


24 de diciembre, se debía recordar a Adán y Eva el fa-
moso episodio del Árbol del Paraíso Terrenal. El árbol
tendría que haber sido un manzano, pero como en in-
vierno habría sido inservible por carecer de follaje, en
su lugar se puso un abeto. De sus ramas se colgaban o
bien manzanas, o bien obleas que simbolizaban la futu-
ra llegada de la Redención. Estas obleas representaban
la presencia eucarística de Jesús, El árbol también se
adornaba con dulces y regalos para los niños”.

199
¿QUÉ OCURRIÓ DESPUÉS?

Hablando de que la tradición del árbol de Navidad


empezó en Armenia en el siglo XVI, el periódico del
Vaticano indica, que Italia fue una de las últimas nacio-
nes en acoger el árbol de Navidad, debido en parte al
rumor bastante difundido de que el árbol era una cos-
tumbre protestante y, por tanto, debía sustituirse por el
pesebre o nacimiento. Fue el Papa Pablo VI quien dio
inicio a la tradición de levantar en la plaza de San Pe-
dro] un gran árbol de Navidad junto al pesebre.
De modo que se sustituyeron las fiestas paganas y
para hacerlas festividades cristianas. Cuando hablamos
del solsticio de verano, noche del 23 al 24 de Junio, de-
cimos que es la noche más corta del año (el Sol está más
tiempo en el horizonte). En su lado opuesto tenemos el
solsticio de invierno, en el cual ocurre lo contrario, el
astro alcanza su cenit en el punto más bajo y de esa ma-
nera, es la noche más larga del año.
Durante miles de años, nuestros ancestros han cele-
brado, a su manera, una serie de fiestas mezcla de tradi-
ciones persas, romanas, nórdicas y anglosajonas, que
tienen como culto al Sol.
Con el cristianismo, se adaptaron fácilmente estas
costumbres, convirtiendo a Jesús en la "Luz del Mundo".
En las festividades invernales, por un lado tenemos
el recuerdo a nuestros familiares difuntos y por otro son
fiestas de resurrección, se trata de un ciclo festivo de 12
días que van del 25 de Diciembre al 6 de Enero.
El papa Liberio así como los exegetas de la época
sabían que el 25 de Diciembre era una fecha muy con-

200
veniente para sus propósitos, aun careciendo de veraci-
dad. En ella nacían casi todos los dioses solares jóvenes:
Horus, Osiris, Apolo, Mitra, krisna.... porque su culto
nada tenía que ver con su personalidad, sino con su as-
pecto astronómico y simbólico.
Las vidas de estos dioses solares tienen un gran pa-
ralelismo entre sí, nacidos en cuevas o pesebres, de una
madre virgen y todos murieron asesinados y resucitaron
el tercer día.
En la mitología egipcia, Isis quedaba embarazada en
el mes de Marzo, dando a luz a Horus a finales de Di-
ciembre, su imagen, la de un niño recién nacido, era
sacada del templo para ser adorada por el pueblo.
En los mitos persas, Mitra había nacido de una jo-
ven virgen, un 25 de Diciembre en una gruta, adorado
por pastores, fue perseguido y asesinado resucitando al
tercer día (esto ocurrió cinco siglos antes que Jesucris-
to).
Todos esos dioses deben cumplir esa misión, pasan-
do por una serie de sacrificios (incluida la muerte) para
redimir la humanidad, son salvadores o libertadores, y
como tal, son considerados por todas las culturas y reli-
giones.

¿PERO ENTONCES CUAL ES LA FECHA DEL SU-


PUESTO NACIMIENTO DE JESÚS?

El monje Dionisio el Exiguo, (astrónomo, abad esci-


ta de un monasterio romano, encargado de
establecer el nacimiento de Jesús) cometió dos errores
importantes al calcular el calendario cristiano en el siglo

201
VI. Para determinar el año del nacimiento de Cristo to-
mó en cuenta los reinados de los emperadores romanos,
pero olvidó que César Augusto había mandado
cuatro años con el nombre de Octavio y también omitió
el año cero (número desconocido en esa parte del mun-
do en esa època).
Ese margen de error sitúa el nacimiento de Jesús
cinco años antes de lo que normalmente se
cree. Otros dos datos aportados por los Evangelios son
útiles para buscar la fecha aproximada del aconteci-
miento venerado por los cristianos.
El censo que obligó a José y María a pedir posada
en Belén podría ser el que César Augusto ordenó entre
los años 8 y 6 a. de C. Adicionalmente, según las escri-
turas, aún vivía el rey Herodes, que murió en el año
4 a. C.
Por supuesto, la Natividad tampoco ocurrió en di-
ciembre. Lucas el Evangelista comenta que los
pastores vigilaban sus rebaños en las montañas, pero en
Belén diciembre es un mes duro en el cual las ovejas
habrían estado bajo techo y no pastando fuera. Ese dato
sugiere que el nacimiento de Jesús se produjo entre
marzo y abril del año 6 a. C.
Pero en el Evangelio de Lucas se dice que el ángel
Gabriel se aparece a Zacarías, padre de Juan el Bautista,
cuando él ministraba en el templo. Teniendo en cuenta
esto, se obtiene el dato de que, como era de la orden de
Abías, ministraba el incienso la penúltima semana de
Mayo, y Juan le llevaba a Jesús seis meses de edad. En-
tonces, Jesús debe de haber nacido para la fiesta de los
Tabernáculos, el mes de septiembre del año 7 ó 6 a. C

202
Según el Libro de Urantia, se describe que "Jesús nació
al mediodía del 21 de agosto del año 7 a. de J.C. El 29
de mayo del año 7 a.C., hubo una extraordinaria conjun-
ción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis. Y
es un hecho astronómico notable el que conjunciones
similares ocurrieran el 29 de septiembre y el 5 de di-
ciembre del mismo año. Sobre la base de estos aconte-
cimientos extraordinarios, pero totalmente naturales, los
creyentes bien intencionados de las generaciones suce-
sivas construyeron la atractiva leyenda de la estrella de
Belén y de
los Reyes Magos adoradores conducidos por la estrella
al pesebre para contemplar y adorar
al recién nacido. La mente oriental y del cercano Orien-
te se deleita en las fábulas, e inventa constantemente
bellos mitos sobre la vida de sus dirigentes religiosos y
de sus héroes políticos. En la ausencia de la imprenta,
cuando la mayor parte del conocimiento humano se
trasmitía oralmente de una generación a la otra, era muy
fácil que los mitos se tornaran tradiciones y que las tra-
diciones finalmente se aceptaran como hechos."

Nosotros personalmente personalmente nos incli-


namos por el 21 de ese mes de agosto. Pero es algo que
nunca podremos estár seguro. Aunque de lo que si po-
demos estar y creo que el lector también a partir de
ahora es que no fue el 25 de Diciembre

203
204
¿ES JESÚS HIJO DE DIOS O DE UN
ROMANO LLAMADO PANTER
QUE ABUSÓ DE MARÍA?

A lo largo de la historia se ha afirmado que Jesús


nació de una mujer virgen cuando un ángel le anunció
que concebiría al mismísimo hijo de Dios, o al mismo
Dios y que ella, María de Nazaret, permaneció virgen
antes del parto, durante y después del parto.

205
Aunque, J. Lallemant en su libro “Las verdades
ocultas de la Biblia” expone justamente lo contrario
pues, no sólo afirma que María no permaneció virgen –
tanto que habría tenido más hijos– sino, lo que puede
resultar más escandaloso a ojos de muchos, que “Jesús
no fue hijo de José”.
Para ello se basa en diversas fuentes como el Co-
rán (en donde la familia de María la trata de una mujer
licenciosa, es decir, de prostituta porque llega embara-
zada sin haberse casado –aunque en últimas en el texto
se le reconoce como un nacimiento milagroso).
Otra fuente utilizada es el Talmud, las referencias
de Celso y un texto conocido como Sefer Toled
Yeshu que relata:
S.T.Y.1:1 Libro de la genealogía de Yesh”U (Jesús
de Nazaret), hijo de Pandira, hijo de la impureza sexual.
1:2 He aquí en el año 3671 en los días del rey Ja-
nay3, una gran desgracia ocurrió en Israel, cuando se
presentó cierto hombre de mala reputación de la tribu de
Yehudah, su nombre era Yosef Pandira.
1:3 Él vivió en Beot-Lejem de Yehudah.
1:4 Y cerca de su casa moró una viuda con su hija
que era hermosa quien se llamaba Miriam (María).
Mir”iam era virgen (betulah- ‫)בתולה‬, y estaba compro-
metida con Jojanan, de la casa de David, un hombre
“docto en la torah y temeroso de DI-S”.
1:5 Y Yojanan se comprometió con Mir”iam en
Beit-Lejem (Belén), la doncella humilde y respetable.
1:6 Pero Mir”iam (María) trajo al hermoso villano
Yosef Pandira.

206
1:7 Después de Motzae-Shabat (finalizar el sábado),
Yosef Pandira, lució como un atractivo guerrero y miró
impúdicamente a Mir”iam, quién después golpeó la
puerta y fingiendo que él era Yojanan su marido.
1:8 A pesar de esto, Mir”iam fue sorprendida por la
conducta incorrecta y yació con ella.
1:9 Después de eso, y cuando Yojanan se enteró,
Mir”iam expresó su asombro sobre el comportamiento
tan extraño, pues ella supuso que se trataba de su pro-
metido y, sometiéndole sólo contra su voluntad, le causó
sorpresa este acto de su “piadoso” novio.
1:10 Yojanan sospechó de Pandira y comunicó sus
sospechas al rabán Shime`on Ben Shetaj. Quien relacio-
nó con él la trágica seducción.
1:11 Careciendo de los testigos requeridos para cas-
tigar a Yosef Pandira, y a Mir”iam, ésta quedó embara-
zada, y Yojanan sabía que no era de él, pero no pudien-
do comprobar la parte culpable, huyó a Babilonia.
Sin embargo, lo más impresionante es que el autor
se basa en la misma Biblia y en la tradición cristiana
que afirma que José no es el padre biológico de Jesús,
sino que es sólo su padre adoptivo. Para Lallemant el
argumento es sencillo: “Un fantasma no puede fecundar
un óvulo, no puede dejar embarazada a una mujer y, si
José no es su padre, o bien ella adulteró y le fue infiel a
José”.
Ambas posiciones son terribles y, si lo vemos de ese
modo, parece razonable, aunque una parte de nosotros
quizás salta a defender la creencia que nos ha sido ense-
ñada por siglos. Que Jesús, el hijo de Dios, o Dios mis-
mo habría sido fruto de un encuentro esporádico es en

207
términos prácticos también otra de las deducciones de
tal afirmación.
Es evidente que “María yació con un soldado Ro-
mano de apellido Panter, o Pantera”, y que el nombre
verdadero de Jesús es Yeshua ben Pantera, que por in-
tercambio de letras se convirtió en “parthena”, que en
griego significa “virgen”. Es decir, que no se quería
decir “hijo de la virgen”, “hijo de partena”, sino hijo
de panthera, aludiendo así a su verdadero padre.
Sin embargo, J. Lallemant no ha sido el único en
proponer esta hipótesis. Paul Verhoeven, el cineasta
holandés y director de la película Bajos instin-
tos también propone igual teoría y ambas parecen un
calco recíproco, bien que toman como referencia los
mismos textos, si bien Lallemant la desarrolla un poco
más y dedica todo un capítulo a sistemáticamente de-
rrumbar la virginidad de la madre de Jesús.

208
¿JESÚS FUE HIJO DEL REVOLUCIO-
NARIO “JUDAS EL GALILEO”? DO-
CUMENTOS APOYAN LA TEORÍA

Asumamos que Jesús no existió como un ser mila-


groso y divino; que existió solo como un hombre común
y fisiológicamente corriente. En ese caso hay que supo-
ner que tuvo un padre carnal. Podemos admitir perfec-
tamente que no pudo ser el esquivo y escurridizo “José

209
el carpintero” que nombra los evangelios. Es tan forza-
da y sobrepuesta esta figura de José, que su invención es
más que obvia; su presencia es tan limitada y artificial
en los evangelios que esta demás decir que es una agre-
gación posterior. Pero… si José no era su padre…
¿Quién era? ¿A quién pretenden los evangelios ocultar?
¿Quiénes eran sus verdaderos parientes?
Entiendo perfectamente lo difícil que es para el cre-
yente cristiano común el pensar que Jesús no era un ser
celestial y divino. Por esto es comprensible el sentirse
reacios a aceptar que Jesús tuvo hermanos o hermanas;
y un padre carnal. Pero es lógico suponer que es perfec-
tamente entendible que tuviese una familia que lo apo-
yase y se involucrase en sus actividades revolucionarias.
Y si este Jesús “Humano” existió, unos documentos
del siglo I (bien sean cartas y evangelios, apócrifas o
no) nos darán datos sobre su filiación familiar)
La unidad e integración familiar entre los judíos es
muy fuerte, por lo que no es descabellado pensar que los
hermanos y familiares cercanos de Jesús estaban ínti-
mamente involucrados en su movimiento revoluciona-
rio-religioso.

VERIFIQUEMOS PUES QUIEN ERA EL PADRE DE


JESÚS Y DE SUS HERMANOS.

En sus Antigüedades judaicas (libro XX, V, 2), Fla-


vio Josefo nos precisaba que ese Jacobo (Santiago) y
ese Simón eran los dos hijos de Judas de Galilea, alias
Judas de Gamala, y por lo tanto que eran hermanos.

210
Fue bajo éste (Tiberio Alejandro) cuando sufrió Ju-
dea la enorme carestía de víveres que hizo que la reina
Elena (Reina de Abdiadena) comprara trigo a Egipto a
elevado precio para distribuirlo a los indigentes. Fue
también en aquel momento cuando apresaron a los hijos
de Judas de Galilea, quién había incitado al pueblo a
rebelarse contra los romanos cuando Quirino procedía al
censo de Judea. Esos dos eran Jacobo y Simón. Alejan-
dro ordenó crucificarlos…
Flavio Josefo, antigüedades judaicas xx, v, 2.
Abundan los versículos que establecen que Santiago
(Jacobo en hebreo, evidentemente) y Simón eran her-
manos menores de Jesús.
Por consiguiente, el silogismo es obvio: si Santiago
y Simón eran, por una parte, hijos de Judas el Galileo
(alias Judas de Gamala), y, por otra parte, ambos eran
hermanos de Jesús, dicho Jesús era también hijo de Ju-
das el Galileo...
Esta conclusión es lógica, sencilla y elemental.
Lo cual explica que Jesús, en sus proposiciones, re-
cogiera numerosos elementos de la doctrina del citado
Judas de Gamala, aquella doctrina en la que se basó la
cuarta secta fundada por éste, y de la que nos habla Fla-
vio Josefo en sus Guerras de Judea y en sus Antigüeda-
des judaicas.
Observaremos también que con frecuencia Jesús se
llama a sí mismo “hijo del hombre”. ¿Qué quiere decir
con esto? Aquí abajo todos somos hijos del hombre. Es
decir que, en hebreo, bar-aisch no significa nada. Pero,
afortunadamente, existe un segundo vocablo para desig-
nar al hombre. El antiguo germánico conoce la palabra

211
bar, que significa hombre libre, y ese término dio lugar
a nuestro barón. El hebreo posee la palabra geber, que
significa lo mismo, pero que tiene, además, el sentido de
héroe.
Por lo tanto, si traducimos “hijo del hombre”, no
por bar-aisch, sino por bar-geber, tenemos “hijo del
hombre libre”, o “hijo del héroe”, características todas
que se acomodan perfectamente a Judas de Gamala, el
“héroe del censo”, el hombre que llamó a Israel a la
insurrección en nombre de Yavé, y que hizo acuñar unas
monedas que llevaban como exergo el término de medi-
na, que significa “república”, que organizó Israel si-
guiendo dicho modelo, y elaboró una doctrina en la cual
únicamente Dios era el rey del pueblo elegido.
Así pues, sería el “Héroe de Dios” (Geberael) el
que fecundaría a la joven virgen llamada María, pero, en
realidad, no se trataría de un puro espíritu (porque Ga-
briel, arcángel, significa asimismo “héroe de Dios”),
sino de un héroe de tres dimensiones, de un hombre en
el sentido completo del término.
Un último argumento apoya todavía la tesis de que
Simón-Pedro y Santiago-Jacobo, su hermano, eran hijos
de Judas de Gamala. Se encuentra en las Homilías cle-
mentinas, apócrifo sacado del Escrito primitivo, otro
apócrifo del siglo II, de origen sirio o transjordano, atri-
buido a Clemente de Roma, discípulo directo de Pedro.
En las Homilías clementinas encontramos este ex-
traño pasaje, que contradice formalmente a los Evange-
lios canónicos:

212
“Ante estas palabras Pedro respondió”: … porque
yo y Andrés, mi hermano carnal y ante Dios, no sólo
fuimos criados como huérfanos, sino además, a causa
de nuestra pobreza y de nuestra penosa situación, desde
nuestra infancia estuvimos acostumbrados al trabajo.
Por eso soportamos bien ahora las fatigas de los via-
je…”

CLEMENTE DE ROMA, HOMILÍAS CLEMENTI-


NAS, XII, VI.

De modo que Simón-Pedro y Andrés, su hermano,


fueron huérfanos muy pronto, vivieron en la pobreza
toda su infancia, y tuvieron que trabajar desde muy jó-
venes. Esto se comprende muy bien si ambos eran los
hijos de Judas de Gamala, muerto en el curso de la revo-
lución del Censo. Y esto contradice, además, la existen-
cia de un padre vivo, del pseudo Zebedeo, inventado por
las necesidades de la causa.
En vista de todo lo precedente, se comprende muy
bien la necesidad de los escribas anónimos de los siglos
IV y V, deseosos de encubrir totalmente la figura de
Judas de Gamala, de dar a Simón-Pedro y a Andrés, “su
hermano carnal”, un padre con otro nombre, ¡y éste
perfectamente vivo! Y nuestros escribas imaginaron a
Zebedeo:

Mateo 4,21
21 pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo
hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con

213
Zebedeo su padre, que remendaba sus redes; y los lla-
mó.
Pues bien, sabemos por Mateo (13,55) que Simón y
Santiago eran hermanos, lo que Lucas (5,10), púdica-
mente, llama “Compañeros” (otra patética contradic-
ción)
Por lo tanto, los canónicos dicen de Simón, implíci-
tamente, que es “hijo de Zebedeo”. En cambio, en otro
punto se dice que es hijo de un misterioso Jonás (bar-
jonna… Juan, 21,15). De hecho, no era hijo ni de Zebe-
deo ni de Jonás, era huérfano de padre, y ese padre se
llamaba Judas de Gamala. La contradicción entre Mateo
(4,21), que le llama hijo de Zebedeo, y Juan (21,15),
que le llama hijo de Jonás, no hace sino acentuar las
mentiras de los escribas.
A menos que María, esposa de Judas de Gamala, se
hubiera vuelto a casar a la muerte de este último. Ello
era perfectamente lícito una vez era patente el falleci-
miento. Contrariamente al derecho común, según el cual
cualquier hecho debía tener dos testigos para ser con-
firmado, para certificar un fallecimiento bastaba con un
solo testimonio, y la muerte del esposo podía incluso ser
sólo presumible (Talmud: Yebamoth, 88a) si el testigo
era perfectamente honorable. Pues bien, no todos los
compañeros de Judas de Gamala perecieron con él, de
modo que su muerte pudo ser fácilmente atestiguada, y
además los romanos la difundieron. En ese caso, Zebe-
deo pudo ser el segundo esposo de María, viuda de Ju-
das, ya que la vida, en aquellos tiempos de disturbios,
era terrible para una mujer viuda, con tantos niños que
criar.

214
Uno de los motivos, y no el menos importante, de
ese nuevo matrimonio sería la necesidad de salvar a los
hijos del gran Galileo, a fin de salvaguardar la estirpe
davídica, la filiación real. Y ese nuevo matrimonio, que
quizás le fuera impuesto por el partido zelota, permitiría
conservar el secreto de su existencia. En adelante serían,
oficialmente, “hijos de Zebedeo”.
En efecto, los romanos no tenían por costumbre res-
petar la vida de la progenie de los rebeldes. Conocemos
la historia de aquellas niñas y niños judíos que fueron
embarcados en un navío con destino a los lupanares de
Italia, y que se enteraron por la tripulación, atrevida y
burlona, de su destino final. Todos sin excepción, a la
señal de uno de ellos, se precipitaron al mar para evitar
semejante degradación. Asimismo, cuando Rabbi Hana-
nia, subjefe de los cohanin e hijo de The-radion, decidió
continuar enseñando la Tora a pesar de la prohibición
romana (bajo el reinado de Adriano), se le condenó a ser
quemado vivo, con un rollo de la citada Tora enrollado
alrededor de su cuerpo. Su mujer fue también condena-
da a muerte, por no haber impedido a su marido que se
entregara a esos estudios sagrados, y su hija fue ence-
rrada en una casa de prostitución. Fue Rabbi Meir, que
se había casado con la sabia Beruria, hermana de Rabbi
Hanania, quien compró a la muchacha de nuevo.
Por otra parte, los romanos buscaban a los supervi-
vientes de la estirpe davídica para tenerlos bajo vigilan-
cia en los períodos de paz, y exterminarlos en períodos
de disturbios.
Admito totalmente que todo esto son teorías basadas
no solo en los documentos canónicos, sino también en

215
documentación histórica de la época. Pero es muchísimo
más factible y creíble pensar que Jesús fue hijo de un
revolucionario judío muerto en la revuelta del censo; a
creer que Jesús es hijo de un dios que fecundó a una
mortal al mejor estilo de la mitología helénica.
Por eso no entiendo como la mayoría de los creyen-
tes se escandalizan al escuchar que Jesús pudo haber
tenido como padre a un sedicioso rebelde, pero aceptan
sin chistar y con regocijo que su padre es un Dios invi-
sible y mágico…

¿Cómo confiar en las decisiones de personas que


se basan en este tipo de razonamiento?

216
PARTE 3

LA VIDA OCULTA DE JESÚS


EN SUS AÑOS NO
DOCUMENTADOS EN LA BIBLIA

217
218
Jesús… ¿El niño asesino?

La Iglesia se opone a que Jesús haya cometido


atrocidades, aunque hay quien dice que por eso no hay
registros de su infancia.
Un día, cuando Jesús caminaba, otro niño de su
edad chocó contra él, lo que provocó que Jesús se caye-

219
ra. En su enojo, lo maldijo expresando que así habría de
caer él también y en ese momento el pequeño murió.
Este episodio está escrito en el Evangelio Árabe de
la Infancia, el cual fue hecho con el propósito de abun-
dar sobre la niñez de Jesús. Muchos de sus episodios
están basados en el Proto Evangelio de Santiago, reco-
nocido por la Iglesia como el evangelio apócrifo más
ortodoxo.
En la biografía no autorizada de Jesús, se habla de
sucesos de ira sin control porque en la Antigüedad clá-
sica la infancia de cualquier héroe era descrita como
incontrolable, lo que implicaba un manejo desordenado
de sus facultades.
“El evangelio de la infancia según Tomás”. Este
evangelio apócrifo, escrito entre el 140 y el 170 d.C., es
atribuido a Tomás “el israelita” y no a Tomás el discí-
pulo de Jesús, supuesto autor de otro evangelio apócrifo
llamado “El evangelio de Tomás”.
En el Evangelio de Pseudo Tomás y en el Árabe de
la Infancia se citan otras muertes cuando José llevaba a
Jesús con maestros para que lo instruyeran, pero en lu-
gar de ello, se generaban discusiones que terminaban en
tragedia.
Está el caso de un maestro que se ofendió cuando
Jesús lo llamó ignorante: le dijo que cómo le iba a ense-
ñar el alfabeto si ni siquiera entendía el significado de
alfa, la pri- mera letra. El maestro le dio un golpe, y el
hombre cayó muerto. José se desesperó ante estos he-
chos y le rogó a María que le ayudara con el niño, pues
parecía que “su palabra es verbo”.

220
Jesucristo “el niño asesino”. Lo que más llama la
atención es el instinto asesino innato del pequeño Jesu-
cristo. Aunque el evangelio trate de justificar los asesi-
natos del niño como consecuencia del proceso de des-
cubrimiento de sus súper poderes, la ira asesina que lo
embarga a cada momento no es comprensible. Menos
aún, en un supuesto enviado de Dios a la tierra a predi-
car la paz y el amor.
El evangelio de la infancia según Tomás III, 1-3, “Y
el hijo de Anás el escriba se encontraba allí, y, con una
rama de sauce, dispersaba las aguas que Jesús había
reunido. Y Jesús, viendo lo que ocurría, se encolerizó, y
le dijo: Insensato, injusto e impío, ¿qué mal te han he-
cho estas fosas y estas aguas? He aquí que ahora te
secarás como un árbol, y no tendrás ni raíz, ni hojas, ni
fruto. E inmediatamente aquel niño se secó por entero.”
El evangelio de la infancia según Tomás IV, 1,
“Otra vez, Jesús atravesaba la aldea, y un niño que co-
rría, chocó en su espalda. Y Jesús, irritado, exclamó:
No continuarás tu camino. Y, acto seguido, el niño cayó
muerto.” Luego de esto, y como si se tratara de una se-
cuela de la película Frankenstein, los miembros de la
comunidad indignados fueron a reclamar a José por el
monstruo que tenía por hijo.
El evangelio de la infancia según Tomás IV, 2, “Y
los padres del niño muerto fueron a encontrar a José, y
se le quejaron, diciendo: Con semejante hijo no puedes
habitar con nosotros en la aldea, donde debes enseñarle
a bendecir, y no a maldecir, porque mata a nuestros
hijos.”

221
El evangelio de la infancia según Tomás V, 1, “Y
José tomó a su hijo aparte, y lo reprendió, diciendo:
¿Por qué obras así? Estas gentes sufren, y nos odian, y
nos persiguen. Y Jesús respondió: Sé que las palabras
que pronuncias no son tuyas. Sin embargo, me callaré a
causa de ti. Pero ellos sufrirán su castigo. Y, sin demo-
ra, los que lo acusaban, quedaron ciegos.” Jesucristo
había perdonado la vida a su padre pero dejó ciegos a
todos los que delataron su crimen. El pequeño hijo de
José estaba en camino de convertirse en el asesino en
serie más grande de la historia.

222
¿JESÚS TUVO HERMANOS?
CONOCE AQUÍ TODA LA DO-
CUMENTACIÓN QUE LO CON-
FIRMA.

En los textos de los Evangelios abundan las refe-


rencias a los hermanos de Jesús, e incluso llega a darse
el nombre de los mismos.
Como señala el Evangelio de Marcos (6, 3 ss.) y el
de Mateo (13, 54-55), los hermanos se llamaban Yacob

223
(Santiago), Yosef (José), Simón y Yahudah (Judas)
y habría al menos dos hermanas de las que no se dan los
nombres.
Sabemos también por el Nuevo Testamento que
esos hermanos no creían en Jesús inicialmente (Juan 7,
5) y que incluso en un primer momento, en compañía de
María, intentaron disuadirle de su ministerio (Mateo 12,
46 ss.).
Esa incredulidad de los hermanos de Jesús segura-
mente explica que en la cruz encomendara el cuidado de
su madre al discípulo amado. Sin embargo, también
consta que se produjo un cambio al poco de la muerte,
ya que en Pentecostés tanto Miriam (María) como los
hermanos de Jesús ya formaban parte de la comunidad
nazarena de Jerusalén (Hechos 1, 14).
No se sabe con total certeza a qué obedeció la trans-
formación, pero todo parece señalar que pudo deberse a
la convicción de que Jesús había resucitado. De hecho,
Saúl (Pablo), escribiendo un par de décadas después,
señalaba que entre las personas que vieron a Jesús resu-
citado se encontraba Santiago (I Corintios 15, 7). Cabe
pues pensar que esa circunstancia provocó un cambio
radical en él y, muy posiblemente, también en los otros
hermanos.
El papel que tendrían en los años siguientes en el
seno de la comunidad cristiana varió, pero no cabe duda
de que Yacob (Santiago) fué el más importante. En
torno a década y media después de la crucifixión, Yacob
era con Pedro y Juan una de las “columnas” de la co-
munidad nazarena de Jerusalén según informa el propio
Saúl escribiendo a los gálatas (Gálatas 2, 9).

224
La marcha a actividades misioneras de Pedro y Juan
dejó a Yacob como dirigente indiscutible de la comuni-
dad creyente de Jerusalén de tal manera que en torno al
año 49 se celebró bajo su presidencia un concilio que
abrió definitivamente las puertas de la nueva fe a los no-
judíos.
Según la Biblia, Santiago(o Jacobo), que escribió el
libro del mismo nombre, que se encuentra en el Nuevo
Testamento, era hermano de Jesucristo.
Marcos 6:2-3 dice: “Y llegado el día de reposo, co-
menzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se
admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas?
¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos mila-
gros que por sus manos son hechos? ¿No es este el car-
pintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de
Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros
sus hermanas?”
Evidentemente después del nacimiento virginal de
Jesús, José y María tuvieron sus propios hijos e hijas.
El apóstol Pablo hace referencia a Jacobo, como el
hermano de Jesús, en Gálatas 1:19: “Pero no vi a nin-
gún otro, sino a Jacobo el hermano del Señor.”
Tras la muerte de Festo (en el año 62 A.D.) el em-
perador Nerón envió a Albino a ser procurador de Ju-
dea, pero antes de que llegase, el Rey Agripa nombró a
Anás Sumo Sacerdote, que era hijo del anciano Anás. El
anciano Anás, al que se hace alusión aquí, es el mismo
Anás que aparece en los Evangelios del Nuevo Testa-
mento. Este anciano Anás hacía mucho tiempo que ve-
nía siendo Sumo Sacerdote.

225
Tenía cinco hijos, todos los cuales llegaron al sacer-
docio. Sin embargo, el joven Anás, era un bruto, que
seguía a los saduceos, que eran unos desalmados cuando
pronunciaban juicio. Una vez que Festo hubo muerto y
Albino estaba aún viajando, Anás pensó que podía salir-
se con la suya.
Llamando a los miembros del Sanhedrín, trajo ante
ellos a un hombre llamado Jacobo, el hermano de Jesús,
que era llamada el Cristo, y a ciertos otros, acusándoles
de haber quebrantado la ley y ordenó que fuesen ape-
dreados”.
Aunque la Biblia no lo menciona, Josefo afirma que
Santiago fue convertido en mártir por el Sanedrín.
La declaración más importante hecha por Jacobo al
hermano de Cristo:

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pe-


cadores, limpiad las manos; y vosotros, los de doble
ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamen-
tad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vues-
tro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os
exaltará”. Santiago 4:8-10

Aunque si hubieron referencias a hermanos en gene-


ral, este no fue el caso con Yacob o con sus otros her-
manos y hermanas mencionados como tales.
En el judaísmo antiguo si una mujer no le daba hijos
a un hombre a los diez años de matrimonio este la podía
repudiar. Es inconcebible que Yosef no tuviera otros
hijos con la joven Miriam después que esta diera luz a
Yeshua.

226
Los romanos eran los que nombraban a los sacerdo-
tes y las familias helenizadas pudientes pujaban para
que sus hijos pudieran servir como sacerdotes. Desde
hacía tiempo ya no estaba funcionando el sistema armó-
nico como antes y Roma tomó cartas en el asunto de-
nominando a lo que consideraban el mejor candida-
to para esa función (sirviendo a Roma por supuesto).
Del resto de hermanos de Jesús poco se sabe. Hege-
sipo transmite la noticia de que las hermanas se llama-
ban Salomé y Susana, y el Nuevo Testamento contiene
una epístola de Judas que, posiblemente, se deba al
hermano de Jesús del mismo nombre, ya que en ella se
presenta como “hermano de Santiago”
Tal y como informa Eusebio de Cesárea en su His-
toria eclesiástica, en la época de Domiciano se procedió
a la detención de otro de los hermanos de Jesús por te-
mor a que, siendo de ascendencia davídica, pudiera su-
blevarse contra Roma. Tras interrogarlo, las autoridades
romanas llegaron a la conclusión de que era inofensivo
y lo pusieron en libertad.
Finalmente, ha de señalarse que el último familiar
de Jesús que conocemos, un tal Conón, hijo de un her-
mano, fue martirizado a inicios del siglo II y su tumba
se halla en Nazaret dentro del recinto de la basílica de la
Anunciación y bajo los cuidados actuales de la Custodia
de Tierra Santa encomendada desde hace siglos a los
franciscanos.
Por lo tanto, de todo lo anterior se desprende que
cualquiera que conozca el Nuevo Testamento –no di-
gamos ya si además ha leído a Josefo o a Eusebio de

227
Cesárea la mención de los hermanos de Jesús no reviste
ninguna novedad.
¿Más datos? Ahí van. Dice Tertuliano: “Esas pala-
bras no contradicen la verdad de la humanidad de Je-
sús. Nadie le habría dicho que su madre y sus hermanos
estaban fuera si no hubiese sido verdad que lo estaban
realmente… Todos nacemos, pero no todos tenemos
hermanos y madre… los hermanos del Señor no creye-
ron en él… y no está demostrado que su madre fuese
discípula suya…Aunque era virgen cuando concibió,
fue mujer cuando dio a luz” (De la carne de Cristo, 7 y
23).
“Dos protectores tenemos de la santidad cristiana,
la monogamia y la continencia. Como virgen ciertamen-
te María dio a luz a Cristo reservando su matrimonio
[es decir su unión carnal con José] para después del
parto de Jesús de modo que quedaran verificados los
dos títulos de santidad: virgen y luego madre y esposa
de un solo varón (Sobre la monogamia, )”.

SANTIAGO, HERMANO DE JESÚS Y EL OSARIO


QUE PRUEBA SU EXISTENCIA.

228
Son variadas las referencias que tenemos del apóstol
Santiago, hermano del Señor, en las Sagradas Escritu-
ras. A él se refiere Pablo (El Apóstol) en la carta a los
Gálatas (1,18-19), cuando dice "No vi a ningún otro
apóstol, excepto a Santiago, el hermano del Señor".
Este Santiago sería el mismo al que se refiere Lucas en
el capítulo 15 versículo 13 de los Hechos de los Apósto-
les. Y Santiago es uno de los hermanos de Jesús que se
cita en el Evangelio de Mateo (13, 55-56).
Josefo, conocido historiador judío, se refiere a San-
tiago así: "Así pues, habiendo pensado esta clase de
persona, Anano, que disponía de una ocasión favorable
porque Festo había muerto y Albino estaba de camino,
convocó una reunión de jueces y llevó ante él al her-
mano de Jesús, que es llamado Mesías, de nombre San-
tiago, y a algunos otros. Los acusó de haber transgre-
dido la ley y los entregó para que fuesen apedreados".
Santiago, el hermano de Jesús, que sería dirigente
de la comunidad judeocristiana de Jerusalén, debió ser
ejecutado en el año 63 de nuestra era, aproximadamente.
Lemaire reconoce que de los cuarenta mil habitantes
que tenía Jerusalén en aquella época, los nombres de
Jacobo, José y Jesús eran muy comunes y, desde un
punto estadístico, podría haber unos veinte que se lla-
maran Jacobo y que, además, fueran hijos de José y
hermanos de Jesús. Sin embargo, contra esta objeción
estadística, Lemaire señala que "es muy dudoso que hu-
biera un Jacobo que tuviera un hermano que mereciera
el honor de ser mencionado en su tumba".
De todos modos, este hallazgo no altera el estado de
la cuestión en relación con los posibles hermanos de

229
Jesús, pues, como ya se ha visto, en el Nuevo Testamen-
to ya se hablaba de Santiago, el hermano del Señor. Por
último, debe también recordarse que este no es el único
hallazgo arqueológico que confirma el carácter histórico
de personajes protagonistas de los Evangelios. Así, en
Cesárea Marítima se halló hace ya unos años una ins-
cripción en la que se menciona expresamente al procu-
rador Poncio Pilato.
Y, además, en el año 1990 tuvo lugar un descubri-
miento todavía más espectacular. En Jerusalén, durante
la construcción de un parque se encontró una cueva fu-
neraria para los huesos de los muertos. Uno de los co-
fres funerarios contenía la inscripción "José, hijo de
Caifás". Según los especialistas, se trata del cofre fune-
rario del sumo sacerdote Caifás.
El osario estaría datado en el año 63, fecha en que
murió Santiago, y se trata de una nueva evidencia histó-
rica de la existencia de Jesús de Nazaret. Va a ser ex-
puesto en Israel.
Una caja caliza de 2.000 años de edad, que algunos
creen que contiene los restos de Santiago, el hermano de
Jesucristo, se expone al público en Israel, a pesar de que
está desencadenando reacciones por parte de los católi-
cos que rechazan que Cristo tuviese hermanos biológi-
cos.
La famosa revista "Biblical Archeology Review" dio a
conocer en 2002 el descubrimiento de un osario de pie-
dra caliza del primer siglo de nuestra era con una ins-
cripción en idioma arameo que decía lo siguiente: "Ja-
cobo, hijo de José, hermano de Jesús"

230
La noticia dio la vuelta al mundo. ¿Acaso se había en-
contrado un resto arqueológico que se refería a Santiago
(o Jacobo, sinónimos), el hermano de Jesucristo? En el
momento del hallazgo no se dudó en que estos eran sus
restos, pero en junio del 2003 la Dirección de Antigüe-
dades de Israel anunció que el osario no era auténtico.

Sin embargo, varios expertos reunidos en Atlanta en


noviembre de 2003 han sostenido la autenticidad del
osario, y, además, el número de la revista "Biblical Ar-
cheology Review" correspondiente a enero-febrero de
2004 ha vuelto a publicar un artículo favorable también
a la autenticidad de este objeto arqueológico.
Oded Golan, el coleccionista de antigüedades de Is-
rael que es dueño del osario de piedra caliza, insiste en
que "esta es la evidencia más antigua que menciona el
nombre de Jesucristo",

231
John Meier, profesor de la Universidad Notre Da-
me, apoyó por su parte la hipótesis de Lemaire y señaló
que "por primera vez, se pueden poner las manos en
algo próximo a Jesús".

EL OSARIO

La caja encontrada, un osario, de 50 centímetros de


largo y unos 27,5 de ancho, muestra en una de sus caras
el siguiente texto en arameo, escrito con una forma de
cursiva usada, según los expertos, sólo entre los años 10
y 70 del siglo I: 'Ya'akov bar Yosef akhui di Yeshua'
('Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús').
Este texto hace referencia a José (nombre que coin-
cide con el esposo de María, padre adoptivo de Jesús), a
Jacobo (o Santiago, nombre que coincide con el hijo de
María y José que se mencionan en la Biblia como her-
mano de Jesús) y además confirma la existencia de un
"Jesús" que tuvo parentesco con estas personas, y que
como es lógico lleva a pensar en Jesús de Nazaret.

232
Entre el año 1 y el 70 de nuestra era se considera
que era frecuente el uso de los osarios. Transcurrido un
año por lo menos de la muerte, los familiares recogerían
los restos para pasarlos a un osario. Seguramente los
restos del Jacobo del osario serían retirados de la caja
por los familiares poco antes de la destrucción de Jeru-
salén el año 70.
Análisis de laboratorio realizados por el Servicio
Geológico de Israel han confirmado que la piedra caliza
de que está hecha la urna proviene del área de Jerusalén.
La pátina que la recubre es, según el mismo examen, la
propia de un objeto que ha permanecido largo tiempo en
una cueva.

Según el paleógra-
fo André Lemaire, de la
Universidad de "La
Sorbona", que es quien
dio a conocer el descu-
brimiento, este osario,
que se encuentra vacío
y es propiedad de un
coleccionista que vive
en Israel, "proporciona
la más sólida mención de la época del Nuevo Testamen-
to a la figura central de la Cristiandad y es el primer
descubrimiento arqueológico que corrobora las refe-
rencias bíblicas hacia Jesús". El experto indicó que en
el siglo I de nuestra era no era usual escribir varios
nombres en estas cajas funerarias. De las decenas de
osarios encontrados hasta ahora, solamente en dos se

233
hacen referencias a un hermano del muerto. Por ello, el
experto francés interpreta que la palabra ‘Jesús’ que
aparece en este osario se debe a que debía ser una per-
sona muy popular o que llegó a representar un papel de
cierto relieve en su época.

Hershel Shanks, director de la Revista Biblical Ar-


cheology Review , sigue manteniendo que el osario es
auténtico. Varios expertos reunidos en Atlanta en no-
viembre de 2003 han sostenido la autenticidad del osa-
rio hasta el día de hoy, esta caja forma parte de una co-
lección privada de antigüedades en Israel y el nombre
de su propietario no ha sido revelado. Según algunas
fuentes, se trata de un coleccionista judío que habría
pagado por la pieza entre 200 y 700 dólares a un anti-
cuario hace 15 años.

234
LOS EVANGELIOS APÓCRIFOS CONFIRMAN
QUE JESÚS TENÍA UN HERMANO GEMELO.

Mucho se ha hablado de esta teoría; a continuación


les dejamos los puntos más importante por los cuales se
ha llegado a pensar que Jesús tuvo un gemelo… Un
misterio que difícilmente se resolverá, ya que nadie
puede comprobar o refutar del todo la idea.

EL HERMANO GEMELO DE JESÚS.

Cuenta una antigua tradición apócrifa que hubo dos


Jesucristos y que eran gemelos aunque no hermanos…
¿Cómo y por qué? Se dice que el nacimiento de ambos
en fecha y hora, así como el momento en que ambos
niños fueron presentados en el templo.
El primero es el que todos conocemos, hijo de Ma-
ría y José, descendiente del Rey Salomón, quien fue
crucificado. Por otra parte se habla de su gemelo, que
fue hijo de otra pareja, quienes curiosamente también se

235
llamaban María y José; este, supuestamente fue descen-
diente del profeta Natán. Cuando los recién nacidos fue-
ron presentados en el templo, el descendiente de Natán,
que era un ser de luz, poseedor de toda la verdad exis-
tente del universo, se fundió en uno sólo junto con el
descendiente de Salomón. Lo anterior en esencia, ya que
no significa que uno haya desparecido… el cuerpo de
ambos permaneció y vivieron vidas paralelas… Esta
unión creó a dos seres trascendentales con poderes so-
brenaturales. Por ello se dice en base a este argumento,
que Cristo tuvo misteriosamente dos genealogías distin-
tas, mismas que si se aceptan en el Nuevo Testamento.

¿EN QUÉ PARTE SE DICE ESO?

Evangelio según San Mateo afirma que provenía de


la casa de David, a través del Rey Salomón. Evangelio
según San Lucas, afirma que su linaje era místico y que
provenía del sacerdote Natán. ¿Las escrituras se contra-
dicen? ¿O más bien dan fundamentos para creer que
Jesús si tuvo un gemelo? El misterio ha dado pie para
que esta teoría sea manifestada en el arte; por ejemplo,
algunos pintores han representado a dos niños Jesús en
sus obras, como Rafael Sanzio, Correggio y el Greco.
Un misterio que el cine también ha abordado; algunas
de las películas que han expuesto la teoría, han sido: El
discípulo decimotercero, cinta que planteó que este ge-
melo fue un ser malévolo… la contraparte del Jesús que
fue crucificado… la luz y la sombra.
Pero… ¿Qué pasó con el Jesús que no fue crucifica-
do?

236
Se dice que él fue una reencarnación de Buda y que
predicó en la India su doctrina. Ahí murió y fue sepulta-
do en Cachemira.

Según los evangelios apócrifos, hay más razones


para pensar que este misterio fue más que una leyenda,
una realidad… se habla y se identifica al gemelo como
Santo Tomás el Apóstol (Tomás era un apodo, en
arameo: “El gemelo”; cuyo nombre griego “Dídimo”
tiene el mismo significado). Algunos creen que tenía
demasiado parecido con Jesús y por eso se le dio ese
apodo. ¿Este misterioso y gran parecido entre ambos fue
casualidad o en verdad eran hermanos gemelos sino de
sangre, de esencia?

“La Virgen de las Rocas”

237
“Los tres niños santos”
Bernardino de Conti “Los tres niños santos “ origen de
sus personajes….

Leonardo da Vinci, “La Virgen de las Rocas”, un


alumno de este artista llamado Bernardino de Conti
realizo una imitación de dos de sus personajes. En su
obra “Los tres niños santos”, utilizo la figura de los
niños de Leonardo, Jesús y San Juan Bautista. Acercó
un poco más las figuras entre ellas y reemplazó la figura
de la Virgen por un tercer niño.

238
¿CUÁL ERA LA TRADICIÓN GNÓSTICA SOBRE
UN HERMANO GEMELO DE JESÚS?

Los gnósticos son personas que buscan este cono-


cimiento divino. En los primeros siglos de nuestra era
fueron tildados de “herejes” y asesinados pero el Gnos-
ticismo ha sobrevivido hasta nuestros días. Según esta
tradición del siglo I, el apóstol San Judas Tomas era
físicamente idéntico a Jesús. Tomás significa “gemelo”
en el lenguaje sirio. El niño que observamos en el centro
de la pintura y que es mayor en edad, seria San Juan; el
de la derecha seria Jesús; y el de la izquierda seria el
“gemelo” Judas Tomás.

¿QUE SE DICE EN EL EVANGELIO SOBRE JUDAS


TOMAS?

(Jn. 11, 16;20,24; 21, 2), Judas Tomás es llamado


en varias ocasiones “el mellizo”, aunque no se aclara
muy bien de quien era el mellizo. Es por eso que se han
creado muchas hipótesis que lo convierten en hermano
gemelo de Jesús, así como las interpretaciones y sus
rasgos físicos parecidos.
Según un filósofo austriaco, Steiner, el plan cósmi-
co necesitaba dos protagonistas, dos niños diferentes, de
distinto karma y linaje, que en un momento determinado
se difundiría místicamente en un solo hombre-Dios. Es-
ta sería la unión del hombre Jesús con el espíritu crístico
en Jesucristo.

239
De lo que se habla en esta hipótesis podemos observar
un ejemplo en el cuadro de Bergognone, en el que dos
niños Jesús aparecen en la escena.

Pero aquí no termina todo este misterio….


También se decía que San Juan Bautista podría ha-
ber sido su hermano y no su primo. En “La Sagrada
Familia del Roble”, de Rafael, en la que ambos apoyan
su pie en la misma cuna, dando a entender que ambos
provenían de la misma madre. “La Sagrada Fami-
lia” de Bernardino Luini, en la que ambos niños son
idénticos.

240
¿QUIÉNES ERAN LOS HERMANOS DE JESÚS?

Los hermanos de Jesús se mencionan en el Nuevo


Testamento ( Mateo, Marcos, Lucas y Juan ) y al hablar
de “hermanos” se provoca una contradicción acerca de
la virginidad perpetua de la Virgen María.
Si nos referimos a como esta relatado en los evange-
lios, entonces desde un punto de vista estrictamente his-
tórico, Jesús pudo haber tenido hermanos. Pero estos
hermanos pueden haberse tratado de primos o herma-
nastros. Según las iglesias protestantes estos hermanos
de Jesús son hijos de María, los ortodoxos han sostenido
tradicionalmente que se trata de hijos de un matrimonio
anterior de José y los católicos y anglicanos dicen que
son en realidad primos de Jesús, posiblemente hijos de
una hermana de María.

241
242
¿Viajó Jesús a Nepal, La India y
Persia durante su juventud?

Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en el fa-


vor de Dios y de los hombres (Lc. 2,52). Ni un versículo
entero. Sólo 17 palabras y en un único Evangelio, el de
Lucas, para relatar las tres cuartas partes de la vida de
Jesús. Desde los 13 a los 30 años, nada. Desde que sus
padres le pierden en el Templo hasta que Juan le bautiza
en el Jordán, silencio absoluto. Son los años perdidos de
Cristo. ¿Qué hizo y dónde estuvo durante lo que la doc-
trina de la Iglesia llama «la vida oculta»?
Entre los 12 y los 29 años, Jesucristo realizó un lar-
guísimo viaje por Nepal, la India y Persia, en el que se
empapó de filosofía y religiones orientales, luego adap-
tadas por él.
Un viaje siempre negado por la Iglesia católica que,
sin embargo, tampoco ha explicado nunca dónde pasó
Jesús esos años. Como máximo asegura que estuvo en
Nazaret. «Hay un vacío absoluto», explica el prestigioso
biblista Xavier Pikaza, «quizás debió de trabajar por

243
todos los pueblos de Galilea como artesano ambulante
que era». El catedrático Antonio Piñero va más allá:
«No sabemos nada porque entonces Jesús era un don
nadie, que sólo comienza a tener proyección tras su
muerte, cuando sus discípulos lo convierten en héroe y
en un dios».
Sin embargo, proliferan las tesis que intentan relle-
nar este enorme hueco en la vida de Cristo. Empezando
por la infinidad de Evangelios apócrifos. Unos, preña-
dos de leyendas. Otros, más verosímiles. Y no faltan
teorías con raíces históricas en el Islam y en religiones
orientales. Entre ellas, la sostenida por Levi H. Dowling
en el libro El Evangelio de Acuario, en el que se basa
precisamente la película. Con más de 50 ediciones en
100 años, la obra de Dowling sostiene que Jesús fue un
ser humano que logró convertirse en Cristo, que alcanzó
el estado ideal del ser en Asia, después de un profundo
aprendizaje filosófico. Como Buda.
Una enseñanza que comenzó a los 12-13 años con
un viaje iniciático que lo llevó de Nazaret a la India,
Tíbet y Nepal, pasando por Damasco y Persia (el actual
Irán). Huésped del príncipe Ravanna, Jesús habría
aprendido los principios del Dios piadoso con los brah-
manes. Pero, al ver la situación de los parias o intoca-
bles, decidió luchar por ellos, inspirándose en los prin-
cipios sagrados de la igualdad y del amor de Dios hacia
todos los seres. Y sacó el látigo, como después haría con
los mercaderes del Templo de Jerusalén.
Atemorizados por una eventual revolución social,
los brahmanes expulsaron a Jesús, que escapó a Nepal y
al Tíbet, donde aprendió de los monjes la vida de Buda,

244
la meditación y la reencarnación. De hecho, en 1887, el
viajero ruso Nicolás Notovitchin halló en un monasterio
budista un antiquísimo relato de la «leyenda de Issa».
Un chaval, de 12 años, llamado Issa, salió de Palestina
hacia Asia. Allí siguió a varios maestros espirituales y, a
los 29, regresó a Palestina. Notovitchin concluye: «Issa
es Jesús de Nazaret».
Tanto en su viaje de ida como en el de vuelta, Jesús
pasó por Persia, donde aprendió el zoroastrismo, reli-
gión y filosofía basada en las enseñanzas de Zaratustra.
Allí se reencontró también con los Reyes Magos, antes
de regresar a Palestina. Con el alma y la mente empapa-
das de la profunda espiritualidad oriental. Una espiritua-
lidad que, después, predicó a los intocables judíos. De
ahí que su doctrina, recogida en los Evangelios, rezume
las claves espirituales del Oriente, especialmente del
hinduismo y del budismo.
Buda y Jesús predican la existencia del más allá y
del paraíso, así como la superación de los límites nacio-
nales y racionales, porque la salvación llega a todos los
seres humanos. Según la teóloga Karen Amstrong, «la
compasión budista y la radical no violencia activa del
siervo de Yavé son lo mismo».
El amor al enemigo, distintivo del creyente cris-
tiano, está también presente en el budismo (entendido
como solidaridad con todos), así como en el taoísmo y
en el confucionismo. Y por supuesto, la coincidencia en
los grandes principios morales es evidente. El budismo
predica cinco prohibiciones: matar, robar, cometer adul-
terio, mentir y embriagarse. Y diez pecados: asesinato,
robo, fornicación, mentira, maledicencia, injuria, charla-

245
tanería, envidia, odio y error dogmático. Y seis virtudes:
limosna, moral perfecta, paciencia, energía, bondad y
caridad. ¿No suena a los 10 mandamientos y a las virtu-
des teologales católicas?
Más aún, el estilo de vida de Jesús tiene mucho que
ver con el de Buda (lo dejan todo, reúnen discípulos,
predican). Sus máximas son semejantes. Y hasta coinci-
den en sus parábolas. De hecho, el jesuita Tony de Me-
llo centró toda su obra, de gran influencia entre los cató-
licos, en retomar las parábolas de Jesús desde la sabidu-
ría oriental. Pero Roma, dijeron, no quería perder la ex-
clusiva de Cristo y condenó la obra del jesuita hindú.

246
PARA JESÚS, AL CONTRARIO
QUE LA IGLESIA, LA MUJER SI
ERA IMPORTANTE.

Las mujeres hebreas de Palestina estaban entre las


más pobres del mundo en la época de Jesús. Esto era
probablemente porque no tenían derechos hereditarios y
no podían divorciarse ni aún por el más sólido de los
motivos. Los hombres hebreos podían divorciarse de sus
mujeres por cualquier motivo, desde quemar la cena
(Hillel) hasta el adulterio (Shammai). Pero aun así, las
mujeres hebreas no estaban autorizadas a pedir el divor-
cio a sus maridos. En una cultura en la cual la mujer no
sobrevivía a menos que fueran parte de un hogar pa-
triarcal, el divorcio podía tener consecuencias desastro-
sas. A la luz de esta observación, la proscripción del
divorcio establecida por Jesús es significativamente pro-
tectora de las mujeres. La resurrección del hijo de la
viuda de Naím es otro ejemplo de la compasión de Jesús
por la pobreza de las mujeres atrapadas en el patriarca-
do.

247
Los derechos de propiedad de una mujer hebrea
eran prácticamente inexistentes. En forma teórica, ella
podía heredar la tierra, pero en la práctica, los herederos
varones tenían precedencia. Aun si ella lograba heredar
la propiedad, su esposo tenía el derecho a uso y usufruc-
to. La principal esfera de la mujer era el hogar, donde la
hospitalidad era su tarea especial. Las mujeres lideraban
las oraciones durante las comidas y las ceremonias de
encendido de velas en los festivales.
Un niño era considerado judío solamente si la ma-
dre era judía. La mayoría de las niñas judías eran pro-
metidas en matrimonio por sus padres a una edad muy
temprana. Las mujeres judías se consideraban impuras
durante su menstruación. Si inadvertidamente tocaban a
un hombre durante sus reglas, estaban obligadas a so-
meterse a un ritual de purificación que duraba una se-
mana antes poder volver a orar en el Templo. En el
evangelio de Marcos, la mujer que padecía una hemo-
rragia desde doce años atrás era sin duda alguna una
marginada social. Observamos que Jesús no se preocupa
en absoluto acerca del ritual de impureza cuando la cu-
ra, después de que ella con valentía lo tocara a pesar del
tabú existente. (Marcos:25)
Las mujeres del judaísmo primitivo proclamaban y
profetizaban, pero en la época de Cristo no podían leer
la Torá en la Sinagoga debido a su periódico “estado de
impureza”. El tema de si una mujer debía ser educada
en la Torá era ampliamente debatido. Como regla gene-
ral, solo las esposas de los Rabinos recibían esta educa-
ción. De acuerdo con la legislación judía, las mujeres no
podían ser testigos ni podían enseñar las leyes. Las mu-

248
jeres no tenía roles religiosos o de liderazgo en el ju-
daísmo del primer siglo. En un país gobernado por una
élite religiosa, esto significaba que ellas eran invisibles
y no tenían poder alguno.

LAS MUJERES EN LOS EVANGELIOS

Es decir, eran invisibles y no tenían poder alguno


para casi nadie, excepto para Jesús, quien tal como de-
muestran los Evangelios, tenía un afecto especial por
aquellos rebajados por otros. Su comportamiento hacia
las mujeres, aun cuando se lo observa a través del cristal
androcéntrico de los textos Evangélicos, es digno de
destacarse. Jesús acogió a las mujeres entre sus discípu-
los más allegados: “Después de esto, iba por los pue-
blos y las aldeas predicando el Reino de Dios. Le
acompañaban los Doce y algunas mujeres ¼ María
Magdalena, ¼ Juana, mujer de Cusa, administrador de
Herodes, y Susana y algunas otras, las cuales le asis-
tían con sus bienes.” (Lucas 8:1-5). Las mujeres no eran
mencionadas en los textos antiguos a menos que tuvie-
ran prominencia social. La implicación clara de este
texto es que las mujeres de dinero patrocinaron la mi-
sión en Galilea.
Jesús dio la bienvenida a las discípulas femeninas
en su entorno para que escucharan sus enseñanzas sobre
Dios junto con los discípulos masculinos. Esto era ver-
daderamente inusual, ya que las mujeres normalmente
no podían dirigirse a los hombres en público, y mucho
menos andar por los caminos con ellos.

249
La inclusión radical de las mujeres realizada por Je-
sús también queda ilustrada por la historia de Marta y
María. María asume su lugar a los pies de Jesús, el lugar
ocupado tradicionalmente por los varones dedicados a
los estudios rabínicos. Marta, (tal como sucede aun ac-
tualmente entre las mujeres cuando se desafían las leyes
del patriarcado), protesta. Pero Jesús elogia la sed de
conocimientos de Dios expresada por Marta: “María ha
escogido la parte mejor, y nadie se la quitará.” (Lucas
10:38-42)
En todos los Evangelios, vemos que Jesús desafía
los preceptos patriarcales profundamente establecidos:
que sólo las mujeres llevan la carga del pecado sexual;
que las mujeres Cananeas y Samaritanas deben ser re-
chazadas y repudiadas; y que los hijos pródigos deben
ser desheredados. En cambio, los hombres son desafia-
dos a aceptar su propia complicidad en el adulterio; la
mujer samaritana se convierte en misionera consiguien-
do que todo su pueblo crea en Jesús; el amor inconteni-
ble de la mujer cananea por su hija logra ampliar los
propios horizontes de Jesús con respecto a los destinata-
rios de la Buena Nueva, y el hijo díscolo y caprichoso es
acogido calurosamente en su hogar con una gran fiesta
celebrada por un padre pródigo.
La similitud de la llamada al apostolado de las mu-
jeres junto con sus hermanos varones se destaca aún
más en los relatos de la Resurrección, porque la procla-
mación de este hecho se basa fundamentalmente en el
testimonio de las mujeres. Los cuatro Evangelios mues-
tran a María Magdalena, Juana, María la madre de San-
tiago y José, Salomé y las otras mujeres discípulas que

250
acompañaron a Jesús hasta su muerte; ungieron y ente-
rraron su cuerpo; vieron la tumba vacía; y finalmente
experimentaron su presencia ya resucitado. El hecho de
que el mensaje de la resurrección fuera entregado pri-
mero a las mujeres es considerado por los estudiosos
bíblicos como la prueba más rotunda de la historicidad
de los relatos de la resurrección. Si estos textos hubieran
sido creados por los discípulos masculinos con su extra-
ordinario fervor, nunca hubieran incluido los testimo-
nios de las mujeres en una sociedad en la que eran re-
chazadas como testigos jurídicos. Al principio, los após-
toles no creyeron en su mensaje. Y aún hoy, algunos
discípulos se niegan a escuchar la buena nueva si es
proclamada por mujeres.

LAS MUJERES EN LAS IGLESIAS DE LOS PRI-


MEROS TIEMPOS.

En el último capítulo de la carta de San Pablo a los


Romanos, diez de los 29 líderes eclesiásticos cuyos fa-
vores solicita son mujeres. Febe, la patrocinadora de
Pablo en Cencreas, y Prisca, (quien, junto con su esposo
Aquila fue una destacada misionera) encabezan la lista.
Las cartas de San Pablo (a excepción de las dirigidas a
Timoteo y Tito que no fueron escritas por él), son los
primeros manuscritos que poseemos del Cristianismo de
la primera era, y constituyen una sólida evidencia histó-
rica de la igualdad de los roles de liderazgo de los hom-
bres y las mujeres en la iglesia naciente. Esta igualdad
también está reflejada en la fórmula bautismal de los
Gálatas: “No hay judío ni griego, no hay esclavo ni li-

251
bre, no hay hombre ni mujer, pues todos vosotros sois
uno en Cristo Jesús” (Gal. 3:28). Este texto era proba-
blemente una oración o cántico de la iglesia primitiva
que todo nuevo cristiano cantaba o recitaba como mues-
tra de su gran alegría.
El Libro de los Hechos habla de “las hijas de Felipe
con don de profecía” (Hechos 21:9-10). Eusebio, el his-
toriador de los inicios de la iglesia, atribuye los orígenes
apostólicos de las iglesias de las provincias de Asia a su
ministerio, reconociendo de esta manera que al menos
algunas mujeres eran transmisoras de la tradición apos-
tólica. ¡Qué lástima que sus nombres no nos hayan sido
transmitidos! La Didaché, una epístola que contiene
oraciones de los primeros tiempos, nos da nombres de
profetas como los líderes regulares de las celebraciones
eucarísticas, las cuales se celebraban frecuentemente en
los hogares de mujeres prominentes.
Al final del primer siglo de cristianismo, el lideraz-
go de las mujeres comenzó a encontrar oposición: “La
mujer se debe dejar instruir en silencio con toda sumi-
sión. No tolero que la mujer enseñe, ni que se tome au-
toridad sobre el marido; que esté callada […]” (1
:Tim). No obstante ello, las líderes femeninas florecie-
ron junto con los líderes masculinos en las iglesias
Montanistas y Valentinianas ortodoxas e igualitarias del
Asia Menor hasta el siglo IV, cuando fueron suprimidas
de estos roles. En ese momento, Constantino había lo-
grado utilizar el Cristianismo para unificar el Imperio
Romano que estaba al borde de desmoronarse. El apos-
tolado inclusivo y carismático de igualdad que había
ayudado al rápido crecimiento del cristianismo durante

252
los primeros tiempos había sido domesticado, sólo para
resurgir con el nacimiento de comunidades religiosas
que continuaron con la tradición profética del Catoli-
cismo durante 2000 años. Es dentro de esta tradición
que las organizaciones reformistas de la iglesia se
desempeñan actualmente.

253
254
¿Creía Jesús en la Reencar-
nación?

¿Es posible que los cristianos primitivos creyeran en


la reencarnación? Aunque hay quien podría considerar
esta hipótesis como algo increíble, diversas fuentes cris-
tianas (entre ellas la Biblia) sugieren que muchos siglos
atrás era habitual entre los cristianos creer que no ve-
níamos a la Tierra una sola vez, sino varias.
En 1945, un equipo de investigadores descubrió una
serie de antiguos textos judeocristianos. Dos años más
tarde, el mundo oyó hablar por primera vez de los Ma-
nuscritos el Mar Muerto, un descubrimiento que cam-
biaría la historia de la Biblia y del cristianismo. Los
cristianos primitivos y algunos judíos seguían las ense-
ñanzas de Jesús, entre ellas la doctrina de la resurrec-
ción. Podemos encontrar varios ejemplos de ello en los
antiguos textos bíblicos.
Los manuscritos más antiguos nos hablan de dos
conceptos de resurrección: espiritual y corporal. El re-
nacimiento espiritual, obra del Espíritu Santo, también

255
es considerado a menudo un nuevo nacimiento. La resu-
rrección corporal del ser humano, por su parte, podría
ser asimismo considerada una forma de reencarnación.
Según uno de los primeros y más importantes padres de
la Iglesia Ortodoxa, Orígenes de Alejandría (185 d. C. –
254 d. C.), el alma ya existe antes del nacimiento. Orí-
genes sugería que la preexistencia del alma era un con-
cepto que ya aparecía en las escrituras hebreas y en las
enseñanzas de Jesús.
El Espíritu Santo, bajo la forma de una paloma, des-
ciende sobre la Sagrada Familia bajo la atenta mirada de
Dios Padre y los ángeles, ‘Las dos Trinidades (1679-
80), óleo de Bartolomé Esteban Murillo. (Public Do-
main)
El Espíritu Santo, bajo la forma de una paloma, des-
ciende sobre la Sagrada Familia bajo la atenta mirada de
Dios Padre y los ángeles, ‘Las dos Trinidades (1679-
80), óleo de Bartolomé Esteban Murillo. ( Public Do-
main )
Además, los escritos de Clemente de Alejandría,
discípulo del apóstol Pedro, sugieren que su maestro
recibió algunas enseñanzas secretas de Jesús. Una de
ellas tenía relación con el concepto de renacimiento físi-
co y espiritual. Estas enseñanzas secretas parecen con-
firmarse en algunos pasajes de la Biblia. Hay un frag-
mento de los Evangelios que sugiere que Jesús conocía
la teoría de la reencarnación y las vidas pasadas, cuando
alguien de entre la multitud le pregunta: “Ellos entonces
le dijeron: ‘¿Qué señal haces para que viéndola crea-
mos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comie-
ron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del

256
cielo les dio a comer.’ Jesús les respondió: ‘En verdad,
en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan
del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del
cielo’” (Juan 6,30-32)
En la cita anterior, Jesús no se refiere a los padres
de sus interlocutores, sino que dice en segunda persona
“os dio el pan del cielo”, lo que implica que en el relato
están incluidos todos los presentes. En Deuteronomio
18,15, dice Moisés: “Yahveh tu Dios suscitará, de en
medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, a
quien escucharéis.”
Nuevamente, Moisés no dice “a quien escucharán
vuestros hijos”, sino “a quien escucharéis”, lo que in-
dica que será la misma gente a la que está hablando la
que verá y escuchará al Mesías. Según muchos estudio-
sos de la Biblia, existen muchos ejemplos que invitan a
creer que la reencarnación era una idea conocida y ple-
namente aceptada por los primeros cristianos.
Importantes modificaciones medievales
A principios de la Edad Media, las doctrinas de la
preexistencia del alma y la reencarnación únicamente
eran conocidas como enseñanzas secretas de Jesús. En
el año 553 d. C., sin embargo, esta creencia fue declara-
da herejía en el Segundo Concilio de Constantinopla. La
Iglesia de Roma decidió entonces destruir todos aque-
llos escritos que enseñaban esta doctrina. La fe católica
y la fuente de ingresos de los sacerdotes podrían haberse
visto en peligro en caso de que la gente creyera que vol-
vería a la vida una y otra vez. Este antiguo conocimien-
to siguió el mismo destino que numerosos libros y escri-
tos de autores precristianos. Los obispos temían a una

257
doctrina capaz de demostrar que la institución eclesiás-
tica no era la única opción que tenía la gente para acce-
der a la “vida eterna”.

258
¿ESTUVO JESÚS CASADO?

Aunque casi todos los que rodeaban a Jesús estaban


casados, los textos evangélicos no dicen nada sobre su
estado civil; en todo caso, dan a entender que pudo ser
célibe.
Este posible celibato está sustentado en dos argu-
mentos. En primer lugar, el del silencio. Jamás se nom-

259
bra en el texto evangélico a la esposa de Jesús, mientras
que sí se habla con toda naturalidad, por ejemplo, de la
suegra de Pedro.
Este mutismo no debe interpretarse como una cen-
sura en que los pasajes que hablaran de la esposa del
Nazareno hubiesen sido eliminados posteriormente,
puesto que cuando se compusieron los evangelios no
existía problema especial en mostrar a Jesús como casa-
do, si realmente esto hubiera sido cierto. En segundo
lugar -y sobre todo- por una interpretación de la senten-
cia de Jesús, ¿hay otros que se hicieron a sí mismos eu-
nucos por amor al reino de los Cielos?.
Sin embargo, hay intérpretes del Nuevo Testamento
para quienes es posible que el Mesías estuviera casado.
Su primer argumento se basa en las costumbres de aque-
llos años, sobre todo en la arraigada norma de la época
que prohibía ser célibe a todo rabino -y Jesús lo era,
aunque no sabemos si estrictamente ordenado o no por
imposición de las manos- .
Un segundo argumento se apoya en el frecuente tra-
to que Jesús tenía con mujeres, como cuentan los evan-
gelios canónicos. Esto se interpreta como que hubo de
ser un hombre casado en algún momento. La tercera
razón hace referencia a algunos textos (todos del Evan-
gelio de Juan) que contienen indicios de una tradición
sobre el estado de casado del profeta, tradición que más
tarde desapareció por diversas circunstancias. Sobre
todo porque los evangelios fueron editados en el siglo
II, época en que en la Iglesia reinaba una enorme ten-
dencia de aprecio por la continencia sexual.

260
La tradición sobre un Jesús casado tiene su conti-
nuación en ciertas afirmaciones de los evangelios apó-
crifos: los de Felipe, María y Tomás, que hablan de una
esposa de Jesús a la que llaman María o Salomé. Res-
pecto a estos últimos textos conviene observar que se
hallan dentro de unos evangelios absolutamente gnósti-
cos y deben ser interpretados, naturalmente, de acuerdo
con las ideas gnósticas contrarias al matrimonio. La
"esposa" de Jesús parece referirse siempre a la discípula
perfecta, no a una mujer que comparte con él cama y
mesa.

261
262
¿FUE MARÍA MAGDALENA LA
MUJER DE JESÚS? SEGÚN EVAN-
GELIOS APÓCRIFOS: POR SU-
PUESTO.

El Nuevo Testamento recoge algunos momentos


fundamentales de la vida de Jesús en los cuatro Evange-
lios canónicos. Pero éstos solo hacen referencia a su
vida pública con el objetivo de demostrar que era el Me-

263
sías prometido a Israel, y de una manera sesgada en lo
referente a su vida privada.
Ya todos conocemos la existencia de los evangelios
apócrifos (secretos) y no dudamos que es muy posible
que el Vaticano guarde muchos de ellos, la prueba de
esto es que fueron ellos mismos, los Padres de la Iglesia,
los que elaboraron el dogma católico y que escogieron
los cuatro evangelios que conocemos y que son los que
aparecen en la Biblia.

Pues bien, como ya hemos hablado anteriormente


esos cuatro apóstoles que conocemos por la Biblia, no
fueron los únicos que escribieron sobre Jesús, o vivieron
con él. Precisamente, el evangelio es una especie de dia-
rio donde aparecen las vivencias con Jesús y sus ense-
ñanzas, vistas desde el punto de vista del evangelista-
apóstol en cuestión. Lo cual nos lleva irremediablemen-
te a pensar que, si Jesús tuvo 12 discípulos, debe haber
al menos 12 evangelios, ¿no? ¿Dónde están los demás?

264
Guardados a buen recaudo. Y los que se le escaparon a
los ya mencionados Padres de la Iglesia, van aparecien-
do poco a poco en los sitios más recónditos.
En esos textos considerados heréticos se dice que la
“mujer de Jesús” era María Magdalena, a quien la Igle-
sia confundió durante siglos con una prostituta hasta que
tuvo que rectificar cambiando el texto evangélico de la
liturgia de la santa.
Ella fue predicadora de las enseñanzas de Jesús y
por lo tanto también hay un Evangelio según María
Magdala, Evangelio corroborado por el de Felipe. Nos
cuenta esto:

"La compañera del Salvador es María Magdala,


pero Cristo la amaba más que a todos los discípulos, y
solía besarla a menudo en la boca (algo que en dicha
filosofía tenía un doble significado: amor sexual y
transmisión de sabiduría, ya que, según los gnósticos,
la verdad se transmitía a través de la boca.). El resto de
discípulos se sentía ofendido... Le decían: ¿Por qué la
amas más que a nosotros? El Salvador contestó dicién-
doles: ¿Por qué no os amo como la quiero a ella?"

Magdalena era la compañera o consorte de Jesús.


Estaba en primera fila, mientras todos los discípulos
varones estaban escondidos y con miedo.
E incluso se menciona la existencia de una descen-
dencia de ambos en términos claros: “existe el misterio
del Hijo del Hombre y el misterio del hijo del Hijo del
Hombre”. Más aún: este evangelio desarrolla esta afir-
mación, sosteniendo que Cristo tenía la capacidad de

265
crear y la de engendrar, para culminar sugiriendo que su
unión con Magdalena fue un “matrimonio sagrado”, al
que diferencia del profano calificado y califica de autén-
tico misterio.
No cabe duda de que estos textos apócrifos —
perseguidos y destruidos por la Iglesia desde los años
que siguieron al Concilio de Nicea en el siglo IV d.C.—
dieron lugar a una leyenda que circuló ampliamente du-
rante la Edad Media.
A partir de aquí, sacad vuestras conclusiones...Esto,
además, es importante, porque hay que saber que duran-
te el cristianismo primitivo, (cuando más perseguidos
fueron) proliferaron las mujeres predicadoras, pues par-
tían de las enseñanzas de Jesús de igualdad de los sexos,
por lo tanto, las primeras cristianas disfrutaron de una
igualdad y libertad sin precedentes, hasta que llegaron
los padres de la Iglesia que al elaborar el dogma, y pro-
fundamente patriarcales e influidos por Aristóteles y la
Filosofía griega, recluyeron a la mujer en la cocina y la
mandaron callar.
¿Por qué? ¿Quiénes fueron los Padres de la Iglesia?
Los seguidores de los discípulos, es decir, los obispos y
primeros papas...Y si siguieron a los discípulos, posi-
blemente, también recibieron de ellos la posible envidia
hacia María Magdala, una mujer. Que unido a su pa-
triarcalismo, y viendo que podían adquirir un poder im-
portante, la sometieron y encerraron en casa. Y la Igle-
sia no ha parado hasta ver que eso ha sido así durante
siglos, sabiendo que los apócrifos hablan de un Jesús
íntimamente vinculado con ella que afirman que Pedro
mostraba cierto recelo y envidia hacia esta mujer, ne-

266
gándose a aceptar que, tras su muerte, Cristo resucitado
le hubiese confiado sus enseñanzas secretas a Magdala
por encima de la comunidad de sus seguidores.
Cuando ella lo comunicó al resto de apóstoles, no la
creyeron.....
Este mismo hecho, fue usado en época medieval por
notables clérigos misóginos, para atestiguar que las mu-
jeres son cotillas y chismosas, y por eso Jesús fue a Ma-
ría, porque ella no podría contener su lengua y ensegui-
da se enteraría todo el mundo... Eso, sin darse cuenta,
fue blasfemar, pues puso en duda la capacidad y autori-
dad de Cristo en decidir a quién contárselo primero. (Ya
"riñeron" a estos tratadistas medievales por eso mismo)
Y, ni que decir tiene, que la Iglesia niega todos es-
tos textos antiguos-gnómicos y que en su día los tachó
de heréticos...¿Por qué será?

EVIDENCIAS DOCUMENTADAS SOBRE LA


CREENCIA EN LA ESPOSA DE JESÚS EN LA AN-
TIGÜEDAD:

Juan evangelista. En la imagen original se puede


observar el color pelirrojo del cabello.

267
En la imagen central del retablo, aparece la figura
de un San Juan Evangelista con aspecto señaladamente
femenino, de largos y rizados cabellos pelirrojos, labios
de color carmesí carnosos y sensuales y que sostiene
una copa o grial con la mano izquierda, a la altura del
pecho.
Aunque la figura central del retablo pretende ser la
de San Juan Evangelista, demasiados aspectos lo con-
tradecían. Tradicionalmente a éste se le representaba
con un aspecto varonil, barba poblada y edad madura,
casi siempre con un libro en las manos. Baste recordar
los lienzos sobre San Juan Evangelista de pintores como
El Greco, Tiziano o Velázquez. En cambio, la imagen
central del retablo era indudablemente femenina. Yo la
identifiqué como María Magdalena, por la larga melena
de color cobre-rojizo y el tipo de vestimenta y colorido
más utilizado en su representación, con predominio del
rojo. También por el hecho de sujetar en la mano iz-
quierda la urna donde se guardan los óleos con que un-
gió de Jesús, un dato inequívoco, pues así es como se la
ha representado mayoritariamente.
Como hemos mencionado, debajo del icono central
hay siete iconografías de menor tamaño, cuatro de cuyas
figuras se identifican con María Magdalena, y otras tres
centrales de mayor tamaño, que representan episodios
de la vida de Jesús: el nacimiento, la crucifixión y el
descendimiento de la cruz.

268
En el icono central aparece la escena de la crucifi-
xión de Jesús, junto a los dos ladrones y a los pies en-
contramos la mayor de las sorpresas: ¡María Magdale-
na embarazada!

MARÍA MAGDALENA EMBARAZADA AL PIE DE


LA CRUZ.

La Magdalena representada a los pies de la cruz de


Jesús, totalmente desolada, con el cabello pelirrojo suel-
to y el pañuelo en la mano izquierda enjuagándose las
lágrimas, había sido evocada como mujer embarazada,
con sus pechos hinchados, remarcando los pezones y su
vientre abultado en la forma característica de la preñez.
Es un vientre muy bajo, a punto de parir, en la posición
que adoptaban antiguamente las mujeres de Oriente para
dar a luz. Junto a ella aparece una calavera, tradicional-
mente asociada a Magdalena en la iconografía.

269
En la siguiente escena, podemos ver el descenso de
la cruz de Jesús ya fallecido, rodeado de varios persona-
jes. De izquierda a derecha aparecen María, esposa de
Cleofás y prima de la madre de Jesús; José de Arimatea,
con barba y el típico turbante que llevaban algunos fari-
seos; Magdalena, quien aparece con la urna de los óleos
en sus manos; Lázaro-Juan, sujetando por los brazos a la
Virgen María; Juana, hermana de la Virgen María y tía
de Jesús, quien aparece arrodillada, recogiendo los pies
del crucificado; y por último y subido en la escalera que
hay apoyada en la cruz, un personaje que bien podría ser
Nicodemo.

270
En la iconografía del descenso de la cruz, el autor
nos da un detalle de suma importancia: todos los perso-
najes que aparecen en el icono, por fuerza tenían que ser
parientes de Jesús. Según la Ley de Moisés no estaba
permitido tocar a los muertos, a menos que fuesen pa-
rientes, como podemos confirmar en Números1
9,11: “El que tocare un muerto, el cadáver de un hom-
bre cualquiera, seré impuro por siete días”, un tabú de
contacto con el cadáver reiterado en Números 19, 14 y
19 : 16.
Como vemos, sólo estaba permitido tocar a los
muertos a los familiares más cercanos. En este caso, el
autor del icono dejaba claro una vez más la relación de
pariente cercano que ostentaba María Magdalena con
respecto a Jesús. El resto de la iconografía también ha-
cía referencia a la relación entre ésta y Jesús. De hecho,
vuelve a insistir en la misma idea, como podemos ver en
otro icono donde aparece ella con los signos inequívo-
cos del embarazo.
Finalmente, la posible descendencia de Jesús y Ma-
ría Magdalena quedó testimoniada por el autor del reta-
blo en otro de los iconos, donde podemos observar a
Magdalena acompañada ya de sus dos vástagos, en este
caso, de dos niñas gemelas.

271
Izquierda: María Magdalena embarazada con la cruz.
Derecha: Iconografía correspondiente a Magdalena
con las dos niñas gemelas, llevadas de la mano y en
brazos. ¿La evidencia de la descendencia de Jesús y
María Magdalena?

272
EL MISTERIO DE “EL EVANGELIO DE LA ES-
POSA DE JESÚS” ENCONTRADO ACTUALMEN-
TE Y QUE CONFIRMA SU RELACIÓN.

Un antiguo fragmento de papiro sugiere que Jesu-


cristo tuvo una esposa, según ha indicado una investiga-
dora de la Universidad de Harvard en el X Congreso
Internacional de Estudios Cópticos. Este texto podría
formar parte de un evangelio apócrifo y reabre el debate
sobre si Jesucristo estuvo casado.
En concreto, el fragmento contiene cuatro palabras
en cóptico, el idioma antiguo de los egipcios, cuya tra-
ducción vendría a decir algo así como: "Jesús les dijo:
mi esposa..." Karen King, autora de la investigación,
afirma que, tanto el lenguaje y la gramática empleados,
como el tipo de material y la forma en la que la tinta ha
interaccionado con el papiro, indican que el fragmento
es auténtico, aunque aún quedan por realizar pruebas
químicas que lo confirmen.

273
El papiro pertenecía a un coleccionista anónimo que
contactó con la investigadora, pues sospechaba que po-
dría hablar del supuesto matrimonio del Mesías. "En un
principio pensaba que no era auténtico, y le dije que no
estaba interesada", ha explicado King. Pero debido a su
persistencia, la científica accedió a reunirse con él y a
examinarlo. Poco se sabe sobre el descubrimiento del
fragmento, pero se cree que procede de Egipto, y que
probablemente "procede de algún antiguo montón de
basura, igual que todos los primeros restos del nuevo
Testamento", ha afirmado AnneMarie Luijendijk, profe-
sora asociada de religión en la Universidad de Prince-
ton.

EL EVANGELIO DE LA ESPOSA DE JESÚS.

Una de las caras del fragmento contiene ocho líneas


incompletas de escritura a mano, mientras que el otro
lado está muy dañado y la tinta tan descolorida que solo
se distingue algunas palabras y unas pocas letras indivi-
duales. Ni la fotografía infrarroja ni el retoque por orde-
nador han conseguido hacer más legible el papiro. "A
pesar de su tamaño diminuto y mal estado", ha dicho
King, "el fragmento proporciona pistas en aspectos re-
lacionados con los primeros cristianos, tales como la
familia, el discipulado y el matrimonio".
Las investigadoras opinan que el fragmento encon-
trado podría pertenecer a uno de los evangelios apócri-
fos, que han denominado "El Evangelio de la Esposa de
Jesús". El descubrimiento reabre el viejo debate sobre si
Jesús estuvo casado, y sobre si este aprobaba que las

274
mujeres pudieran ser sus discípulas y predicar su mensa-
je.
El polémico documento, sin embargo, acaba de ser
considerado auténtico (el soporte, que no el conteni-
do) por la prestigiosa Escuela de Teología de la Univer-
sidad de Harvard, por la de Columbia y por el MIT, que
datan su escritura entre los siglos IV y IX.
El controvertido manuscrito, conocido como
“Evangelio de la mujer de Jesús” y que, según su des-
cubridora, formaría parte de un evangelio apócrifo (no
reconocido por la Iglesia Católica como parte de las Sa-
gradas Escrituras), fue analizado por un grupo de inge-
nieros eléctricos, químicos y biólogos que concluyeron,
a través de la prueba del carbono 14 y de análisis de
infrarrojos, que la tinta y el papiro eran de la época atri-
buida inicialmente y no una falsificación moderna.
Si bien los resultados de la investigación demuestran
que el papiro fue escrito entre los años 659 y 859, no
existe evidencia alguna de la veracidad de su conteni-
do. La propia historiadora ha afirmado desde su publi-
cación que no debe ser considerado como prueba de que
Jesús se casó, sino de que las mujeres que eran madres y
esposas también podían ser íntimas seguidoras del me-
sías, dado que el papiro contiene también la frase "Ella
podrá ser mi discípula".

275
276
SARA KALI, HIJA DE JESÚS Y MA-
RÍA MAGDALENA.

Cuenta la leyenda que tras la muerte de Jesucristo,


todos sus seguidores tuvieron que esconderse haciéndo-
se ermitaños en los desiertos y las montañas, o, en casos
más graves, escapar de Palestina. La situación era tan
delicada que cualquiera que pregonara la palabra de
Dios se le castigaba con la muerte. Pese a la feroz per-

277
secución, muchos misioneros sobrevivieron y lograron
fundar más tarde lo que conocemos ahora como Iglesia.

Representación de Sara. -Isidre Nonell, 1904

SANTA SARA KALI

Entre los discípulos de Jesucristo, se encontraban


los hermanos Marta y Lázaro, María Magdalena, María
Salomé y María de Cleofás.
Varias tradiciones medievales, por supuesto heréti-
cas, afirman que tras la muerte de Jesús en la cruz, Ma-
ría Magdalena junto con los citados anteriormente y
José de Arimatea huyeron hasta Egipto para instalarse
en la ciudad de Alejandría.
Tras pasar allí unos años, la Magdalena acompaña-
da de nuevo por José de Arimatea, tomó un nuevo barco
que la llevaría aún más lejos de las costas de Palestina,
el sur de Francia, específicamente a Aix-en-Provence y

278
las acompañó fielmente Sara que era la esclava de estas
últimas.
Sara era una muchacha de piel negra que llamaba
mucho la atención. Con tal de ganar algo de dinero para
sus amas, tuvo que salir a la calle a pedir limosna. Muy
pronto el pueblo gitano la identificó, puesto que tenía
fama de ser muy buena. Debido a esto, fue considerada
una santa pagana y se le rindió culto como patrona de
los gitanos.
También se cuenta que Sara viajaba en un barco pe-
queño con sus amas y los discípulos de Cristo. De re-
pente, las olas comenzaron a tambalear la embarcación.
El mal clima y la terrible incertidumbre de la noche
amenazaban el naufragio. Sara se quitó el velo de la ca-
beza y con gran convicción gritó a los cielos. Oró fervo-
rosamente y dijo que, si todos se salvaban, ella sería
esclava de Dios para siempre. Su velo se endureció,
convirtiéndose en una balsa provisional que acogió a los
navegantes.
La embarcación de los seguidores de Cristo se ha-
bría hundido de no ser por Sara Kali.

EL CULTO A SARA KALI: MISTERIOS PAGANOS


Y CRISTIANOS.

Otra posible historia de Sara Kali se remonta en los


primeros años después de Cristo. Sara la negra era una
hermosa gitana que vivía en un pueblo en la ribera del
río Ródano, Francia. Se decía que Sara tenía dotes para
la magia y la hechicería. Una noche, mientras dormía,
tuvo una visión: alguien fuera de este mundo le dijo que

279
debía ayudar a aquellos que habían visto la muerte del
Señor.
En efecto, días después Sara y su pueblo vieron lle-
gar una embarcación sin remos ni provisiones a punto
de hundirse. Ella los rescató usando su velo como barca
y los recibió en su hogar, aunque no compartían creen-
cias religiosas. Su bondad y valentía la convirtieron en
una santa pagana.

CULTO A SARA KALI

El velo se convirtió en una prenda importante para


el culto a Sara Kali. Según la tradición gitana, las muje-
res casadas deben usar velo en su honor y consagrarse a
ella cuando tengan problemas de fertilidad. Para los gi-
tanos, una mujer infértil equivale a una maldición de los
dioses, esto se debe a que culturalmente los hijos son
considerados como amuletos de suerte en el pueblo. Si
no se puede concebir es porque la desgracia está cerca.
Para honrar a Sara Kali, las mujeres prometen visi-
tarla en una caverna en Saintes-Maries-de-La-Mer, un
pueblo francés donde, según la leyenda, vivió Sara.
Adicionalmente, le obsequian velos vistosos con tal de
ganarse sus favores. En el mundo gitano, si se quiere
pedir la mano de una mujer, se le debe regalar el velo
más hermoso del pueblo. En sus misterios, el velo re-
presenta la prenda más importante y determina el des-
tino del matrimonio.

280
ENTRE LO PROHIBIDO Y LO ILÍCITO.

Muy pronto, la Iglesia y la tradición cristiana se en-


teraron del culto clandestino a Sara Kali. Aunque no se
conoció su veneración sino hasta el siglo XIX, se le
atribuye ser no una esclava, sino la hija ilegítima de Je-
sucristo con María Magdalena, rumor que escandalizó a
los altos poderes de la Iglesia y que desmintieron a tra-
vés de la Biblia.
Al parecer, la razón de la huida de la Magdalena ha-
cia Egipto era su estado de buena esperanza, fruto de su
relación con Jesús.
Doce años después de nacer en Alejandría, la criatu-
ra se trasladó hasta Francia acompañada de su familia.
Más
La presión social por averiguar la verdad acerca
de Sara Kali llevó al cristianismo a tolerar su culto en
los pueblos de Francia donde se acostumbraba nombrar-
la. Actualmente, circula en las redes un supuesto evan-
gelio según Sara que, hasta el sol de hoy, los interesados
siguen investigando. Esta historia fue la inspiración de
Dan Brown para su saga “El código Da Vinci”. Sara
Kali, la santa gitana que es apenas admitida en el dogma
cristiano, se ha convertido en uno de los grandes miste-
rios religiosos de la historia occidental.

281
282
¿SON LAS TRIBUS GERMÁNICAS
LOS DESCENDIENTES DIRECTOS
DE JESÚS Y MARÍA MAGDALENA?

La dinastía merovingia era una estirpe familiar ger-


mánica que gobernó la actual Francia, Bélgica, una par-
te de Alemania y de Suiza entre los siglos V y VIII.
Eran descendientes de Meroveo (Mérovée), Rey de los
Francos Salios. Era hijo de Clodion, Duque de de los

283
Francos del Este y de Basina, Princesa de los Turingios.
Nació en el año 415 y murió en el 457/458.
Meroveo se casó con Vérica, entre otras muchas,
porque los Merovingios eran polígamos.
Poco se conoce de la vida de Meroveo, el cual es ci-
tado por Gregorio de Tours en le Historia de los Francos
y su nombre da origen a la estirpe de los Merovingios.
Tomó parte en la Batalla de los Campos Cataláuni-
cos (451), luchando en el lado de Ætius y del rey visi-
godo Teodorico I, alcanzando la victoria frente al ejerci-
to Huno de Atila.
Meroveo, inició un plan expansionista que le permi-
tió incorporar la actual Bélgica y Alemania.
Orígenes Históricos. La polémica está servida.
Actualmente se los sitúa, como descendientes de
María Magdalena.
La dinastía Merovingia, procede de las tribus de los
sicambros, situados en territorios germánicos y que
pronto empezaron a denominarse francos, cuando se
desplazaron hasta la zona norte de la actual Francia.
En el Siglo V, la invasión de los hunos, contra el
Imperio Romano, provoca un vacío de poder, que apro-
vechan los sicambros, y se desplacen hacia Francia y
Bélgica, concretamente las regiones de las Ardenas y
Lorena, creando el reino de Australasia.

SUPUESTOS ORÍGENES

Amparaban su entronque con la descendencia de


Cristo, basándose en dos teorías:

284
1.- La tribu de Benjamín, a la que pertenecía María
Magdalena, habría sido expulsada de Israel, desplazán-
dose hacia "Arcadia" (parte de la actual Grecia, lo que
antiguamente pudo ser Troya) y posteriormente, habrían
subido hacia el Danubio y después se dirigieron hacia
en Rhin, instalándose en los territorios germánicos, lo
que actualmente, se denomina Alemania Occidental.
Los Merovingios se consideraban:
-Descendientes de Noé.
-Descendientes de los Troyanos. Ello, les ha llevado
crear ciudades con nombre troyanos: Paris, Troyes... y
al uso de otros muchos nombre de origen troyano.

2.- María Magdalena, arribo a las costas Francesas


con su descendencia y entronco con los Merovingios.
María, natural de Magdala, conocida como María de
Magdala o María Magdalena, es la Santa más citada por
los Evangelistas. Superando en citas, a la madre de Je-
sús, la Virgen María.
Ello, hace suponer, que tuvo una importancia cru-
cial en la vida de Jesús. Con certeza, sabemos que:
-María de Magdala, era la hermana de Marta y Lá-
zaro, el hombre a quien resucitó Jesús.
-La mujer, de la que Jesús expulsó siete demonios.
-La mujer, que lavó y secó con sus cabellos, los pies
de Jesús.
-Es la primera persona, a la que se aparece Jesús,
después de resucitado.

285
CONJETURAS

Los defensores de estas teorías, argumentan, que la


Magdalena y sus cómplices, entre los que se encontra-
rían José de Arimatea, Nicodemo y otras importantes e
influyentes personalidades, consiguieron sobornar a los
guardianes: para retrasar la ejecución, de forma, que
Jesús permaneciese el mínimo tiempo crucificado y ad-
ministrarle las sustancias que lo dormirían, para dar la
sensación estar fallecido. La famosa hiel con vinagre,
que le acercan a la boca, sería una droga, que produce
un profundo efecto de somnolencia.
Los Merovingios, eran considerados la personifica-
ción y encarnación de la Gracia de Dios. Una figura si-
milar a la de Jesús y quizás por ello, siempre alentaron
la búsqueda y creación de vínculos que los emparente,
usando como vinculo a María Magdalena. En esta época
se inicia la Leyenda del Santo Grial.
A los descendientes de los merovingios, se les con-
sideraban Reyes, sin necesidad de Ceremonia de Coro-
nación, cuando cumplían 12 años.
Los Merovingios, eran Reyes que reinaban, pero no
Gobernaba, eran realmente Reyes sacerdotes. Por ello
fuero considerados Reyes Vagos y se les acuso de dedi-
carse a las artes esotéricas, lo que les valió el sobre-
nombre de Reyes Brujos o Taumaturgos.
Eran Reyes con grandes melenas, pues creían, que
su poder residía en el pelo y eran reacios a cortárselo.
También se decía, que llevaban una mancha a la altura
del corazón, que les diferenciaba del resto de los morta-
les.

286
Los Merovingios eran polígamos y tenían harenes
de grandes proporciones, aun cuando, el imperio mero-
vingio, se convirtió al cristianismo, ellos continuaron
con esa prerrogativa con el consentimiento de la Iglesia.

287
288
MILES DE MESÍAS EN TIEMPOS
DE JESÚS LUCHABAN POR SER EL
ÚNICO. AQUÍ LOS 4 MÁS PELI-
GROSOS Y FAMOSOS DE LA
ÉPOCA.

En el año 30 DC. En Jerusalén un hombre predica el


amor, solo contaba con un puñado de discípulos, pero
2,000 años después se han multiplicado hasta ser la reli-
gión más extendida del mundo. En la época de Jesús

289
habían muchos otros movimientos religiosos con ideas
bastantes parecidas.
En la época de Jesús, Roma controlaba casi todo el
mundo conocido, eso provoco un crisol que hacía que
muchas religiones competían entre sí, así como dioses,
profetas e hijos de Dios, así como los propios dioses de
cada civilización. Por todo el imperio aparecen hombres
que predican nuevas verdades espirituales, surgen nue-
vos ídolos religiosos, algunos nacidos, supuestamente
de mujeres vírgenes, otros que celebran banquetes sa-
cramentales y otros que supuestamente han regresado de
la muerte. Muchas de estas religiones eran más famosas
que el cristianismo ya que contaban con poderosos pa-
trocinadores y se enfrentaron a los primeros cristianos a
lo largo y ancho del imperio romano.

APOLONIO DE TIANA:

Fue un hombre que predico un mensaje de paz, dio


comida al hambriento, curo a los enfermos y resucito a
los muertos, sus discípulos lo llegaron a considerar un
Dios. Este fue uno de los rivales que lucho con Jesús
por conseguir discípulos y puso en peligro la fundación
del Cristianismo. Pero ¿Cuáles fueron esas religiones
rivales? ¿Por qué logro triunfar el cristianismo?, ahora
investigaremos a los rivales de Jesús.
Se cree que Apolonio de Tiana fue un rival de Jesús
con una historia sorprendentemente parecida a la suya,
era un filósofo, curaba a la gente, era un exorcista y ca-
minaba descalzo. Apolonio nació en la misma época de

290
Jesús en Turquía y también le anunciaron a su madre la
venida por un ángel. Apolonio fue un filósofo pagano
que enseñaba el respeto por todos los dioses romanos,
tenía cientos de seguidores. Las historias sobre su vida
tienen muchas coincidencias con la de Jesús, también
sana a los enfermos. Se dice que también podía resucitar
a los muertos, al igual que Jesús.
Se dice que Apolonio vivió hasta ya anciano y en
lugar de morir subió al cielo con un coro celestial, a pe-
sar de sus logros él nunca logro tener los seguidores que
logro Jesús de Nazaret, quizá el fracaso fue que no supo
publicitarse ya que andaba entre los ricos, mientras que
el cristianismo supo surgir en poblados pobres.
Según algunos investigadores, Apolonio no desapa-
reció por la falta de fe o seguidores, sino por la misma
iglesia cristiana que se encargó de acabar todo rastro de
él, es por eso que no lo mencionan en ningún momento
dentro de la historia cristiana.

SIMÓN MAGUS O SIMÓN EL MAGO

291
Simón Magnus, conocido también con el nombre de
Simón el Mago, es quizá uno de los casos más intere-
santes y de los que menos se tiene conocimiento, de él
se menciona muy poco en la Biblia en Hechos 8:9-24;
pero en los escritos apócrifos existen muchas referen-
cias de este personaje.
Simón el Mago, fue un líder religioso samaritano
contemporáneo a Jesús y es considerado como “El pa-
dre de la gnosis.” Nació en Gitta, Samaria;
Los seguidores de Simón creían que era el Mesías,
pero el señalaba que había dos reencarnaciones vivas de
Dios, Simón afirmaba será la potencia de Dios, el Dios
hombre, mientras que el pensamiento de Dios, la mujer
mesías, era una mujer de nombre Elena, Simón el Mago
la había encontrado en un prostíbulo y significaba lo
que era caer y recapacitar y ser agradable a los ojos de
Dios, historia muy similar a la de María Magdalena.
Simón Magnus usaba la magia y se dice incluso
que hacía milagros; algunos escritos apócrifos dicen que
Simón levitaba. Sus detractores, entre ellos discípulos
de Cristo como Aquila y Niceto, reconocían que Simón
el Mago era capaz de realizar los milagros que Jesús,
éstos no eran debidos a una naturaleza divina del “im-
postor”, sino a la magia, y recordemos que ya desde el
cristianismo primitivo la magia fue absolutamente re-
chazada.
Además de Aquila y Niceto, es posible encontrar
otras referencias de Simón el Mago en San Justino Már-
tir e Ireneo quienes cuentan que Simón era adorado en
la forma de Zeus (principal dios de la mitología griega)
y Helena en la de Atenea (diosa griega de la sabiduría).

292
Hipólito, por su parte, da informaciones muy detalladas
del “Simonianismo.” Algunos afirman incluso que Si-
món el Mago pudo ser Pablo de Tarso una vez que se
convirtió al Cristianismo.

Es curioso que en el Nuevo Testamento sólo se


mencione en una ocasión, se le presente como un adver-
sario de cristo y teniendo un conflicto con Pedro, el
principal discípulo de Jesús:
9. Y cierto hombre llamado Simón, hacía tiempo
que estaba ejerciendo la magia en la ciudad y asom-
brando a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran
personaje;

293
10 y todos, desde el menor hasta el mayor, le pres-
taban atención diciendo: este es el que se llama el gran
poder de Dios
11. Le prestaban atención porque por mucho tiem-
po los había asombrado con sus artes mágicas
12. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaban
las buenas nuevas del reino de Dios y el nombre de
Cristo Jesús, se bautizaban, tanto hombres como muje-
res
13. Y aún Simón mismo creyó. Después de bautizar-
se continuó con Felipe y estaba atónito al ver los gran-
des milagros que se hacían
14. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén
oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios
les enviaron a Pedro y a Juan
15. Quienes descendieron y oraron por ellos para
que recibieran el Espíritu Santo
16. Pues todavía no había descendido sobre nin-
guno de ellos. Solo habían sido bautizados en el nombre
del Señor Jesús
17. Entonces les imponían las manos y recibían el
Espíritu Santo
18. Cuando Simón vio que el espíritu se daba por la
imposición de manos de los apóstoles les ofreció dinero
19. Diciendo: Dadme también a mí esa autoridad,
de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos
reciba el Espíritu Santo
20. Entonces Pedro le dijo: que tu plata perezca
contigo, porque pensaste que podías obtener el don de
Dios con dinero

294
21. No tienes parte ni suerte en este asunto, porque
tu corazón no es recto delante de Dios
22. Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y
ruega al señor que si es posible se te perdone el intento
de tu corazón
23 .Porque veo que estás en hiel de amargura y en
cadena de inquinidad
24. Pero Simón respondió y dijo: rogad vosotros al
señor por mí para que no me sobrevenga nada de lo que
habéis dicho
Hechos 8:9-24
De esta manera, vemos como para los primeros cris-
tianos Simón el Mago era no sólo un impostor, sino una
especie de Anticristo, el adversario de Jesús. Sin embar-
go, sus seguidores se extendieron desde Samaria hasta
Fenicia y durante buena parte del siglo I fue un movi-
miento muy fuerte. No es de sorprender que Simón ape-
nas sean mencionados en el Nuevo Testamento, con-
forme los cristianos fueron ganando terreno y el cristia-
nismo se extendió por Occidente, es evidente que los
textos bíblicos se fueran ajustando a lo más conveniente
para esta naciente religión.
Aunque en textos apócrifos hay varias referencias a
Simón el Mago, ninguna de ellas se menciona con cer-
teza el lugar y circunstancias de su muerte, hay dos teo-
rías de su muerte: en el escrito apócrifo de Hechos de
Pedro, se decía que mientras Simón mostraba a Pedro
que podía volar, sufrió una caída y murió; la otra teoría
proviene también de un escrito apócrifo donde Simón
discutía con los discípulos y Pedro le pide que sea ente-

295
rrado y resucite al tercer día, Simón es enterrado pero
no hay tal resurrección

TIBERIO, EMPERADOR DE ROMA

En el año 30 DC. Jesús había reunido a un grupo


numeroso de seguidores, predicaba un mensaje de paz
en Jerusalén y tierra Santa, algunos de sus discípulos lo
llamaban ya Hijo de Dios. El problema es que ya había
un Hijo de Dios, su nombre era Tiberio, emperador de
Roma.
En esa época el emperador era reconocido como un
Dios, en todas partes habían templados de culto al em-
perador, por lo que Jesús presento un choque con el im-
perio más grande de la época. El imperio se creó en el
año 27 AC, cuando Cesar unifico al Mundo, se hizo con
el control del senado y se proclamó emperador, movi-
miento político que tuvo repercusiones religiosas ya que
la gente estaba tan agradecía que empezó a creer que
podía ser un Dios, ese fue el inicio del culto a los empe-
radores romanos.
Por eso cuando a Jesús lo llamaban Hijo de Dios es-
taba cometiendo un delito en contra del imperio, Roma
actuó rápido y fue ejecutado por el método romano de
crucifixión, que era para los asesinos, pero por el con-
trario la crucifixión no acabo con su mensaje, sino que
lo esparció por todo el mundo.
A los primeros cristianos incluso se les llamaba
ateos por que se negaban a adorar al emperador, su cas-

296
tigo era la persecución y a veces la muerte, el empera-
dor tenía que seguir siendo supremo.

SIMÓN BAR KOKHBA

Pero en el año 132 DC. El culto al emperador se vio


amenazado por otro rival de Jesús, líder judío, que no
predicaba el amor sino la guerra, su nombre era Simón
bar Kokhba. Muchos judíos de la época pensaban que
Simón bar Kokhba tenía más derecho de recibir el nom-
bre de Mesías que el propio Jesús.
Al igual que Jesús no tenía muchos seguidores pero
si muy fieles, al igual que Jesús se oponía a los romanos
pero la diferencia con Jesús fue que lucho contra los
romanos, la chispa que inicio la rebelión la provoco el
emperador Adriano al construir un altar pagano donde
había estado el gran templo de Jerusalén, lo que para los
judíos fue una profanación de un lugar sagrado y la in-

297
dignación se extendió por la ciudad, por lo que Simón
bar Kokhba y los judíos se revolucionaron.
Simón bar Kokhba tuvo mucho éxito en la guerra ya
que incluso logro acabar con toda una legión romana y
libero Jerusalén de la ocupación romana, por eso surgió
un aspecto mesiático hacia él, Simón bar Kokhba se
declaró príncipe de Israel y sus seguidores lo considera-
ban Mesías aunque tenía otro significado en esa época
era ungido.
Estos son algunos, de los miles de rivales de Jesús
en la lucha por ser el mesías y hacer triunfar la religión
que cada uno defendía, no sabemos qué hubiera pasado
si alguno hubiera triunfado.

298
¿ERA JESÚS DE RAZA NEGRA?

Desde la primera vez que los niños cristianos van a


clase de religión, la típica imagen de Jesucristo queda
grabada en sus mentes. A menudo lo describen como un
ser más alto que sus discípulos, delgado, cabello castaño
claro y largo, piel clara y ojos de color claro.

299
Una persona con estas características físicas se ha-
bría visto muy diferente de todos los demás en la región
donde Jesús vivió.
Por el contrario, según el Evangelio de Mateo,
cuando Jesús fue arrestado en el huerto de Getsemaní
antes de la crucifixión, Judas Iscariote tuvo que señalar
a los soldados quien era Jesús porque no podían distin-
guirlo entre sus discípulos.
Existe el problema adicional de que ni tiene un es-
queleto ni otros restos para poder hacer un estudio de su
ADN. En ausencia de pruebas, nuestras imágenes de
Jesús se han dejado a la imaginación de los artistas.
El periódico 'News Nation' eligió a este personaje
histórico como el mayor "icono negro de la historia"
Y para justificarlo utilizó el argumento de que "las
primeras representaciones hechas por los primeros cris-
tianos lo representan de esta forma". El teólogo Marcus
Cleage considera que Jesús era "una mezcla de pueblos
oscuros, como egipcios, etíopes o babilonios".

DESCRIPCIÓN FÍSICA

Sin embargo, los creyentes asiáticos e indios adoran


a un Dios a su imagen y semejanza mientras que en Eu-
ropa Occidental surgió la conocida imagen
de Jesucristo rubio, con tez blanca y ojos claros, un
icono que han representado algunos pintores como Ve-
lázquez.
Como es poco probable que alguien consiga demos-
trarlo, la pregunta del color de Jesús siempre ha tenido
su encanto. ¿Él era blanco, moreno o negro? Hay gente

300
que cree que Jesús sería blanco, hermoso y probable-
mente con el pelo largo y un brillo etéreo.

¿NIGERIANO O EGIPCIO?

Pese a todo, otros consideran que no podría haber


sido blanco y que, quizá, tampoco tenía una larga mele-
na. Una corriente teológica tiene claro que Jesús forma-
ba parte de una tribu que había emigrado desde Nigeria.
Y, probablemente, mantuvo algunos eslabones africa-
nos.
La teoría convencional y más extendida por todo el
mundo es que vivió en Egipto donde, por lo visto, no
destacó necesariamente por su aspecto. De esta manera,
el cristianismo etíope, que precede al cristianismo euro-
peo, siempre representa a Cristo como un africano.
Richard Neave, científico de la Universidad de
Manchester, ha pasado una buena parte de su tiempo
tratando de reconstruir el rostro de Jesús de Nazaret
mediante la antropología forense, una de las subdisci-
plinas de la antropología física. No es la primera vez
que el catedrático realiza un trabajo de este tipo, ante-
riormente había reconstruido la cara de otras figuras
históricas muy populares, como Filipo II de Macedo-
nia (padre de Alejandro Magno) y el Rey Midas.
Para realizar una imagen de Jesús más adaptada a la
realidad, el científico contó con tres cráneos del siglo I
bien conservados que habían sido hallados en Israel. A
partir de ellos, Neave utilizó la tomografía computariza-
da para intentar obtener hasta el más mínimo detalle.

301
Estamos acostumbrados a ver representaciones de
Jesús de Nazaret que le muestran con melena castaña,
tez blanca, ojos claros y barba. Pero la ciencia ahora
pone en duda ese aspecto tan caucásico y afirma que su
color era negro, tenía una nariz más grande y además,
un aspecto mucho más corpulento.

Según explican en Popular Mechanics, los científi-


cos creen que esta recreación de Jesús podría ser la más
exacta que se ha realizado hasta la fecha. Según Alison
Galloway, profesor de antropología en la Universidad
de California "probablemente sea más fiel a la realidad
que el trabajo de muchos grandes maestros de la pintu-
ra".

302
JESÚS ADORABA A DIOS FEME-
NINO Y MASCULINO A LA VEZ. ASÍ
AFIRMAN TABLILLAS DEL SIGLO I

Un conjunto de 70 tablillas de plomo que han sido


descubiertas en Jordania podrían incluir el más ancestral
documento escrito relacionado con Jesús de Nazaret y
que nos invita a reescribir la historia del cristianismo.

303
En 2008 un beduino descubrió en una cueva Jorda-
na 70 tablillas de metal unidas por una especie de ani-
llas. En páginas de no muchas más dimensiones que una
tarjeta de crédito, había imágenes, símbolos y palabras
que se refieren directamente al Cristo, sus discípulos, a
la crucifixión y la resurrección.

Pertenecían con toda seguridad a cristianos que


huían tras la caída de Jerusalén en el 70 d. C. El conte-
nido de estas generó una gran polémica en 2011 cuando
las tablillas fueron reveladas al público por primera vez.
Su contenido aporta detalles que afectan a las creencias
de muchos cristianos.
Jennifer y David Elkington, obtuvieron permiso del
Departamento de Antigüedades jordano con sede en
Amman para hacer un análisis exhaustivo a las tablillas
de plomo y descubrieron que en el texto se confirma
que Jesús estaba recuperando una antigua tradición de
hacía más de mil años, de la época del rey David, y no
creando una nueva religión.

304
La cosa no queda ahí, ya que en el texto podemos
ver claramente que dice que Jesús adoraba a un Dios
que era tanto femenino como masculino.

Por estas y otras razones muchos científicos espe-


cialistas han creído que estos documentos tenían que ser
necesariamente falsos hasta que los profesores Roger
Web y Chris Jeynes del Laboratorio Nodus del Centro
Ion Beam de la Universidad de Surrey analizaron re-

305
cientemente una de las tablillas de plomo, confirmando
que es “compatible con una muestra comparativa de
antiguo plomo romano procedente de unas excavaciones
realizadas en el siglo I.

El análisis de este equipo de investigadores apuesta


por tanto que las tablillas podrían tratarse de hace 2000
años y que, además, una de ellas podrían incluir el texto
más antiguo conocido relacionado con Jesús
Cuando los investigadores analizaron el texto en sí,
descubrieron que la lengua utilizada es paleohebreo.
Pero, como bien apunta el profesor Roger Web, “el
plomo es de la época, y la escritura también pero no hay
garantías de que lo que está escrito en ellas sea cierto.”
Las tablillas de metal presentan numerosas estrellas de
ocho puntas y mencionan los nombres de los apóstoles
Pedro, Juan y Santiago, además de a Jesucristo.
En la Biblia se refiere a Jesús como un "tekton 'que
se traduce generalmente como" carpintero ", pero en
realidad significa un artesano experto y podría referirse
a la habilidad de producir este tipo de trabajos en metal.
Y la precisión es importante porque, en opinión de la
doctora Margaret Barker, antigua presidenta de la So-

306
ciedad para el Estudio del Antiguo Testamento, confir-
mó que en la Biblia se menciona un libro sellado.
“Tan pronto como pude observar eso, me quedé con
la boca abierta,” comentó Barker. “Eso me pareció de
forma totalmente segura una imagen cristiana. Hay una
cruz en primer plano, y detrás de ella lo que parece ser
la tumba [de Jesús], un pequeño edificio con una abertu-
ra, y detrás los muros de la ciudad.”
“También hay paredes representadas en otras pági-
nas de estas láminas y con toda seguridad se refieren a
Jerusalén. Se trata de una crucifixión cristiana que tiene
lugar fuera de las murallas de la ciudad.”
De confirmarse la antigüedad de los documentos es-
taríamos frente a un hallazgo revolucionario y sin pre-
cedentes.

307
308
¿ERA JESÚS SIMPLEMENTE UN
HOMBRE DE CARNE Y HUESO?

Según unas cartas supuestamente escritas por sus


propios hermanos, Jesucristo no era el hijo de Dios, no
tenía naturaleza divina y ni siquiera fue crucificado.
Unas cartas supuestamente escritas por miembros
de la familia de Jesús aparecidas pocos años después de
su muerte cuestionan los aspectos fundamentales del
cristianismo, según ha señalado un profesor del Depar-

309
tamento de Estudios Religiosos de la Universidad de
Carolina del Norte (EE.UU.), James Tabor.
Tanto el Evangelio de Marcos como el Evangelio de
Mateo afirman que Jesús tenía varios hermanos y her-
manas (de los cuales ya hemos hablado anteriormente.
Precisamente en las cartas escritas por Jacobo (o
Santiago) y Judas no hay ninguna referencia sobre la
divinidad de Jesús, cree el académico.
Abren la tumba de Cristo ¿Por qué es importante?
La 'Epístola de Santiago', uno de los textos cristia-
nos más antiguos, supuestamente fue escrita en el siglo I
y describe a Jesús como el 'maestro' de sus seguidores
pero no menciona su origen divino. Ni siquiera mencio-
na que fuera crucificado, una de las piedras angulares de
la fe cristiana.
"La Epístola de Santiago trata de las enseñanzas de
Jesús y no de enseñanzas sobre él. Santiago transmite lo
que ha recibido de su hermano", asegura Tabor. "No
menciona la crucifixión de Cristo, no menciona la san-
gre de Jesús, no menciona el perdón de los pecados por
creer en Dios, nada de eso", añade.
Uno de los libros cristiano más antiguos, la 'Ense-
ñanza del Señor a las naciones por medio de los doce
apóstoles' (o 'Didaché'), escrita en los tiempos en que
toda la familia de Jesús estaba viva, recomienda seguir
las enseñanzas más que a la persona en sí. El 'Didaché'
tampoco contiene ninguna mención al nacimiento virgi-
nal ni a la resurrección, y presenta a Jesús como un sier-
vo de Dios. Sin embargo, en sus primeros días la Iglesia
desarrolló otra narración de Jesucristo, asegura el cientí-
fico.

310
Una carta de Judas de la Biblia muestra que las per-
sonas que conocían a Jesús estaban cada vez más cansa-
das de que sus seguidores difundieran mensajes sobre su
divinidad, según Tabor. "Está muy preocupado y habla
con un pequeño grupo que le escuchaba. Creo que en
realidad Judas dice que no escuchen todas esas cosas
nuevas y que luchen duramente por la fe original que se
les entregó".

311
312
JESÚS CAMBIABA DE FORMA Y
EDAD A SU ANTOJO. ASÍ LO
DESCRIBE LOS EVANGELIOS
APÓCRIFOS.

Gracias a una traducción realizada por Roelof Van


den Broek, de la Universidad de Ultrecht, en los Países
Bajos, y publicado en el libro “Pseudo-Cyril of Jerusa-
lén On the Life and the Passion of Christ: A Coptic

313
Apocryphon”, hoy tenemos la información de un anti-
guo evangelio copto, escrito por San Cirilo de Jerusa-
lén, un teólogo que vivió durante el siglo IV de nuestra
era y narra, en este antiguo texto, parte de la historia de
la crucifixión de Jesús con giros argumentales apócrifos.
Este texto egipcio de 1.200 años de antigüedad, el
cual ha sido descifrado recientemente, describe a Jesús
como un ser con capacidad de cambiar de forma como
si fuera un mutante. No deja sorprender que tan rápido
como la historia acaparó la atención de los principales
sitios informativos de todo el planeta, haya desaparecido
y apenas haya sido mencionado desde entonces. ¿Por
qué el estudio y la investigación en torno a este texto
cayó en el olvido? ¿Por qué no ha habido prácticamente
ningún debate académico sobre el tema?
El antiguo texto explica por qué específicamente
Judas usó un beso para traicionar a Jesús. Según la bi-
blia canónica, el apóstol Judas traiciona a Jesús a cam-
bio de dinero mediante el uso de un beso que lo identifi-
cará y, posteriormente, le detendrá. Este evangelio apó-
crifo explica que la razón Judas usó un beso, específi-
camente, es porque Jesús tenía la habilidad de cambiar
de forma.
Entonces los judíos le preguntaron a Judas: ¿Cómo
vamos a arrestarlo (a Jesús), porque él no tiene una
sola forma, con sus cambios de apariencia, a veces es
rojiza, a veces es de color blanco, a veces es de color
rojo, a veces es de color trigo, a veces es pálida como
los ascetas, a veces él es un joven, a veces un anciano…
Esto lleva a Judas para sugerir el uso de un beso
como un medio para identificarlo. Si Judas había hubie-

314
ra dado a los que fueron a arrestarle una descripción,
Jesús podría haber cambiado la forma. Besando a Jesús,
Judas señala exactamente quién es.

315
316
PARTE 4

CONSPIRACIÓN Y TEORÍAS
SOBRE LA MUERTE
Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

317
318
JUDAS NO TRAICIONÓ A JESÚS,
SINO QUE LO OBEDECIÓ. ESO
DICE SU EVANGELIO

Todo lo que sabemos acerca de la historia de Judas


Iscariote, el hombre que supuestamente traicionó a Jesús
con un beso en la mejilla que dio lugar en última instan-
cia a su crucifixión. Pero ¿cuánta gente sabe que hay un
antiguo y auténtico Evangelio de Judas que ha sido cen-

319
surado y suprimido porque afirma que estaba en reali-
dad siguiendo las órdenes de Jesús?
Se trata de un manuscrito del siglo III o IV después
de Cristo, que fue restaurado y traducido del copto
(idioma antiguo de los egipcios, que se conserva en la
liturgia de los cristianos de este país), según informaron
especialistas en la Biblia. Entre los teólogos se desató
inmediatamente una polémica sobre el significado del
documento.
Los expertos estiman que se trata del mayor descu-
brimiento sobre la época del primer cristianismo.

LA VOLUNTAD DE JESÚS

Según el manuscrito, Jesús pidió a su discípulo Ju-


das entregarlo a los romanos, para cumplir con la volun-
tad de Dios. Este encargo hace ver al mayor villano de
la Biblia bajo una perspectiva completamente nueva, se
indicó.
El código, un texto antiguo escrito en copto, fue
descubierto en los años 70 en Egipto y terminó final-
mente en manos de la fundación suiza Maecenas.
La National Geographic Society financió en los úl-
timos cinco años la restauración y traducción del docu-
mento desde el copto. Todos los exámenes científicos
han confirmado la autenticidad del manuscrito, redacta-
do entre 220 y 340 después de Cristo, se informó.
Según los textos del Nuevo Testamento, Jesús mu-
rió en la cruz luego de que el apóstol Judas lo vendiera
en el jardín de Getsemaní por 30 monedas de plata a los
romanos que ocupaban la región.

320
En el "Evangelio de Judas", la traición se convierte
en un hecho glorioso: Judas es el único que comprende
el mensaje de Jesús. Jesús inicia a Judas en todos los
secretos, y le encarga realizar para él un último encargo.
Los investigadores que tradujeron el texto interpretan
que Judas llevó a Jesús a la muerte, pero que le hizo así
un último favor.

LA POLÉMICA DESATADA ENTRE LOS TEÓLO-


GOS.

Según el especialista alemán Gregor Wurst, quien


participó en la restauración y traducción del manuscrito,
el autor del "Evangelio de Judas" pretendía provocar:
"Buscaba el desafío con otro en la discusión acerca de la
verdadera historia de Jesús".
En tanto, el historiador holandés Hans van Oort se-
ñaló que el texto era auténtico. Oort, profesor de la Uni-
versidad de Radboud, en Nimega, dijo al diario
"Trouw", que Judas ya no puede ser visto más como un
traidor a partir de estas nuevas evidencias.
Oort dijo que ya había leído el texto, y que la obra
probaba que Judas fue incluso uno de los seguidores
más fieles de Jesús.
"Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de
hombre del que estoy revestido", dijo Jesús al apóstol.
"Judas liberó a Jesús al entregarlo", dijo Oort. La
palabra griega utilizada para "entregar" se traduce siem-
pre como "traicionar". "Si se lee el Evangelio de Judas,
se entiende que esto ya no es sostenible”

321
322
¿PODRÍA SER JUDAS POR LO
CONTRARIO UN SICARIO QUE
MATÓ A MÁS PERSONAS ADE-
MÁS DE JESÚS?

Exactamente cuánto la Biblia se interesa con la his-


toria real ha sido materia de debate por mucho tiempo y
sigue siendo un asunto polémico sin respuestas fáciles.
Aun así, echar un vistazo a esa intersección no deja de

323
ser interesante. Por ejemplo, Judas Iscariote pudo ser
miembro de una antigua orden de sicarios.
Los nombres de los 12 apóstoles eran tan comunes
en sus días como lo son hoy. Judas era el hijo de Simón
Iscariote, lo que ha llevado a algunos a confundirlo con
el Simón apóstol —renombrado por Jesús: Pedro (Mr
3:16)—.
El que el nombre de Judas sea acompañado por ‘Is-
cariote’ es de suma importancia. Iscariote no es solo un
apellido, o el nombre de un ‘clan’, sino que marca a su
portador como un sicario. Este nombre proviene de
la sica, puñal o daga pequeña, fácilmente ocultable en
los pliegues de la toga o bajo la capa. Literalmen-
te sicarius significa ‘hombre-daga’.
El término sicarius se aplicó, por analogía empleada
por los invasores romanos, a los defensores judíos (o a
los insurrectos) que procuraron expulsar a los romanos y
a sus partidarios de Judea.
El historiador Flavio Josefo, quien vivió en la pri-
mera mitad del siglo primero después de Cristo, escribió
acerca de las tácticas sicarias. «Vistiendo largas togas y
portando pequeñas dagas llamadas ‘sicas’, ellos espera-
ban hasta que un oficial romano caminara entre la multi-
tud para escabullirse, acercarse y apuñalar al oficial,
para luego perderse entre la gente y esconder el arma
utilizada para el asesinato».
Esta orden , símbolo de la resistencia a la ocupa-
ción, era muy exitosa en instalar el terror entre la pobla-
ción gobernante. Incluso fueron tras los colaboradores
locales que trabajaban para el régimen romano. Sin em-
bargo, de acuerdo a los historiadores, no estuvieron en

324
se cenit hasta el año 70 d.C. Por lo tanto, si el Judas bí-
blico representó un personaje histórico real, la noción
que fuera un Iscariote se mantiene en las sombras de la
teoría.
Muchos eruditos apuntan a que el principal proble-
ma de ubicar a Judas como miembro de los sicarios es
que para entonces (principios de la década de los 30′s)
no existía dicho movimiento como tal. Este grupo se
formaría en la década de los 50′s o 60′s en periodos de
Félix y Albinus. El probable origen de la etimología
vendría del hebreo ‫תוירק־שיא‬, Κ-Qrîyôth, ‘hombre de
Kerioth’, que es el nombre un pueblo de Judea.
El aceptar a Judas como un sicario, aún si solo se
trata de una figura literaria, le da cierto tinte político a
su traición sobre el nazareno. No solo estaría traicio-
nando a su amigo, sino también a su gente y reforzando
la autoridad romana. Por el contrario, otros —y siempre
manteniéndonos en el campo teórico— sostienen que
Jesús habría decepcionado a Judas en su papel de Me-
sías guerrero que se levantaría en armas y expulsaría a
los romanos, y que esto lo habría llevado a traicionarlo
para provocar alguna reacción violenta.
En el año 2006, una lectura menos agresiva y más
positiva de Judas vio la luz cuando se publicó la traduc-
ción del Evangelio de Judas, un texto gnóstico que data
posiblemente del siglo II. Según este texto, el propio
Jesucristo pidió a Judas que lo traicionara y éste cum-
plió la orden como supremo acto de obediencia. Enton-
ces… ¿fue Judas en realidad una «víctima» de Jesús?

325
326
¿FUE JESÚS CRUCIFICADO POR
OTRO MOTIVO? HISTORIADO-
RES PRESENTAN OTRA VERSIÓN.

Jesús pudo haber sido crucificado porque sus segui-


dores llevaban armas y violaban las leyes del Imperio
romano, según un análisis académico de los libros del
Nuevo Testamento realizado por la Universidad de Ya-
le.

327
Los libros bíblicos de Marcos y Lucas afirman que
al menos uno de los seguidores de Jesús llevaba una
espada cuando el Mesías fue arrestado poco después de
la Última Cena, en el momento de la fiesta judía de la
Pascua, según Dale Martin, profesor de estudios religio-
sos en la Universidad de Yale citado por el semanario
“Newsweek”.
Ese discípulo, Simón Pedro, incluso utilizó su espa-
da para cortar la oreja de uno de los que arrestaron a
Jesús, según el Evangelio de Juan. Es casi seguro que
este comportamiento militante no habría sido tolerado
por los romanos, liderados por el prefecto Poncio Pilato.
Según Martin, este aspecto de la historia de Jesús mues-
tra que el hombre de Nazaret no era tan pacifista.
"Poseer ni que fuera una daga era motivo de arresto
en Roma, con lo cual si los seguidores de Jesús estaban
armados había razones suficientes para crucificarle",
dice Martin, cuyo análisis fue publicado este mes en la
revista 'Journal for the Study of the New Testament'
(revista para el estudio del Nuevo Testamento).
Los primeros seguidores de Jesús y quizás el propio
Jesús se encontraron inevitablemente en conflicto con
el terrorismo estatal del Imperio romano, donde los ro-
manos aplicaba la violencia de manera aleatoria contra
las poblaciones conquistadas, matando a decenas de
miles de personas mediante la crucifixión", dice Hal
Taussig, experto del Seminario Unido de Teología en
Nueva York.
El estudio de Martin le ha valido muchas críticas
por parte de la sociedad científica.

328
Literalmente él dice que este aspecto de la historia
de Jesús, en los evangelios, ha recibido muy poca aten-
ción, pero por sí sola podría explicar la ejecución de
Jesús y también muestra que el hombre de Nazaret no
era pacifista como por lo general se muestra. Los libros
bíblicos de Marcos y Lucas dicen que al menos uno (y,
probablemente, dos o más) de los seguidores de Jesús
llevaban una espada cuando Jesús fue arrestado poco
después de la Última Cena, en el momento de la fiesta
judía de la Pascua.
Por ejemplo, los documentos históricos muestran
que era ilegal caminar armado en Roma y en otras
ciudades romanas en ese tiempo.
Aunque no hay registros legales que sobrevivan
de Jerusalén, es lógico pensar, basado en el conoci-
miento de la historia de Roma, que los gobernantes de la
región habrían desaprobado el porte de espadas, y sobre
todo, no habrían tolerado una banda armada de Ju-
díos que vagaba por la ciudad durante la Pascua, un fes-
tival a menudo turbulento.
Harold Attridge, ex decano de la Escuela de Divini-
dad de Yale, que no participó en el estudio, dice que
este análisis es sólido y que “probablemente los roma-
nos habrían sido severos en contra de alguien visto co-
mo una amenaza política,” como casi seguro podría ha-
ber sido el caso con Jesús.

329
330
¿SOBREVIVIÓ JESÚS A LA CRUCI-
FIXIÓN? EL SECRETO DE RENNES
LE CHÂTEAU, EL LINAJE DE JESÚS
Y MARÍA MAGDALENA.

¿Qué pasaría si Jesús hubiera sobrevivido a la cruci-


fixión? ¿Sería esto una blasfemia pura o hay una razón
detrás de este supuesto? Hay evidencia en los evange-
lios mismos, que dicen que Cristo pudo haber sobrevi-

331
vido la crucifixión y que la crucifixión, para decirlo sin
rodeos, fue un “fraude”.
El escritor e investigador Michael Baigent, autor de
la Sagrada Sangre – Santo Grial (Holy Blood-Holy
Grail), y otros estudiosos creen que los evangelios son
sospechosas a la teoría de la supervivencia de Cristo. Él
dice que sus teorías no tienen la intención de ofender,
pero hay que mantener una clara distinción entre
el Jesús de la historia y el Jesús de la teología, a pesar
de que el Jesús de la teología se basa en
el Jesús histórico.
Sólo se puede encontrar la figura del Jesús de la his-
toria hurgando en varios documentos históricos, uno de
los cuales es el Nuevo Testamento.
En la teoría de la supervivencia de Jesús, hay una
serie de pistas que ayudan a apoyar esto, pero hay dos
pistas principales que son las más fuertes.
 La primera está en la propia crucifixión. Cuando
una persona era crucificada no moría rápidamente, sino
más bien era una lenta y dolorosa muerte, mórbida que
hubiera tomado dos o tres días, posiblemente incluso
una semana. Jesús murió supuestamente en el plazo de
dos a tres horas. José de Arimethea fue donde Pilatos a
pedir el cuerpo de Jesús, que era contrario a la ley ro-
mana, de todos modos, y cuando Pilatos oyó
que Jesús ya estaba muerto, estaba tan sorprendido al
oír que Jesús había muerto tan rápidamente que envió a
un centurión comprobar.
 La segunda rareza es que la crucifixión tuvo lu-
gar en lo que parecía ser un jardín privado y una tumba
propiedad de José de Arimethea. La importancia de esta

332
observación es que si hubo alguna fraudulencia asociada
con la crucifixión, entonces el público podría ser man-
tenido alejado, en un jardín privado, y Jesús podría ser
quitado, revivido, cuidado y ministrado en privado.
Si Jesús no murió en la cruz habría sido obligado a
huir de la Tierra Santa.
Si las autoridades hubieran descubierto
que Jesús todavía estaba vivo, habría sido nuevamente
sancionado. Entonces, ¿dónde se habrá ido?
¡Los parientes consanguíneos de Jesús pudieran to-
davía vivir entre nosotros!
Rennes le Château se encuentra al pie de las monta-
ñas en el sur de Francia (en el área del Languedoc. Este
pequeño pueblo está en el centro de un ciclón religioso e
histórico. La historia comienza con un joven sacerdote
parroquial con el nombre de Bérenger Saunière.
Bérenger Saunière fue asignado primero a Rennes le
Château en 1885, a la edad de 33 años. Comenzó las
renovaciones de la iglesia y encontró una pieza sospe-
chosa santificada en el altar, cuando fue separada. Den-
tro de la pieza santa encontró cuatro pergaminos, que
comenzaron el misterio.
Dos de los pergaminos estaban escritos en código
que él no pudo descifrar.
Saunière llevó los pergaminos a París para buscar
ayuda de expertos en códigos militares y sistemas de
cifrado. Se cree que él encontró la clave para abrir el
misterio de los documentos. También se cree que al-
guien le dio dinero a Saunière para saber qué informa-
ción fue obtenida en los pergaminos, o tal vez para que
los secretos de Rennes le Château se mantuvieran lejos

333
del público. Cuando Bérenger Saunière fue a su casa, él
comenzó una renovación total de la iglesia. Encontró
nuevos detalles en las ilustraciones de la iglesia, que él
creyó que eran pistas a la información contenida en los
pergaminos.
¿Es posible que los documentos codificados le reve-
laron a Bérenger Saunière que Cristo había sobrevivido
a la crucifixión?
En una representación en catorce etapas de la cruz
(imagen de arriba), que son normalmente el cuerpo
de Cristosiendo llevando a la tumba, Saunière mostró
que la luna ya se había levantado en el cielo, con lo
que la Pascua ya había comenzado.
Ningún judío se ocuparía de un cuerpo muerto des-
pués del inicio de la Pascua.
Saunière estaba mostrando, ya sea que:
a. El cuerpo no estaba muerto
b. Estaban sacando el cuerpo de la tumba y no me-
tiéndolo
Después de la renovación de la iglesia, Saunière to-
davía tenía algo de dinero sobrante, por lo que continuó
en Rennes le Château y construyó una casa, jardín y una
torre que él llamó en honor a María Magda-
la (Magdalena).
La figura de María Magdalena pudiera resultar cla-
ve para las leyendas históricas, que María Magdalena
viajó al sur de Francia, además de que algunos eruditos
creen que pudo haber sido la esposa de Jesús.
Una serie de documentos hablaron de las relaciones
entre María Magdalena y Jesús, que sólo podrían ser
descritas como cercanas. Por ejemplo, fue atestiguado

334
de que Jesús la besaba a menudo en los labios hasta el
punto que los otros discípulos se quejaron, tal vez se
sintieron celos. Jesús fue un maestro religioso. Era muy
inusual que un maestro religioso judío fuera soltero, de
hecho, un mandamiento de Dios era que fueran fecun-
dos y que se multiplicaran.
Se planteó la cuestión, ¿que podría ser tan importan-
te acerca de esta relación que podría causar tal misterio?
Michael Baigent cree que aquí convergen dos histo-
rias.
¿Podría el Santo Grial, el legendario tesoro ilusorio
y mito ser la clave para desentrañar este misterio? Pare-
ce no estar relacionado con Jesús y María, pero pudiera
ser la pista más importante de todas. El Santo Grial fue
pensado como el cáliz del que Cristo bebió en la última
cena, y que pudiera haber contenido su sangre después
de la crucifixión.
¿Podría el Santo Grial tener otro significado? Un
sentido oculto en las palabras francesas del Santo Grial:
SAN GREAL = SANTO GRIAL, SI SE ROMPE
DE MANERA DIFERENTE A
SANG REAL = SANGRE REAL, EL LINAJE
REAL (LA LÍNEA DE SANGRE REAL)
Durante la investigación se encontró pruebas histó-
ricas de que la línea de David, la línea de sangre de Je-
sús, existió en Europa durante la Edad Media. Según
Bérenger Saunière, cuando el caballero encuentra el
Grial, no encuentra el cáliz de oro, sino que la prueba de
que Jesús sobrevivió a la crucifixión.
En 1917, cuando Saunière estaba muriendo, pidió a
un sacerdote para que escuchara sus confesiones. Cuan-

335
do el sacerdote lo hizo, huyó de la habitación en estado
de shock, nunca volviendo a sonreír. Tal vez Saunière le
impartió a él un secreto, un secreto que ha sido suprimi-
do durante 2.000 años.
Un secreto de que Jesús había sobrevivido a la cru-
cifixión. Un secreto que Jesús tuvo una relación con
María Magdalena, una relación que produjo los hijos. Y
que estos hijos se dirigieron a Francia, donde el linaje
de Cristo, la línea de sangre de la línea real de David, de
hecho, continúa hasta nuestros días.
La pericia de Saunière, con su no explicado acceso
a una fabulosa fortuna y su repercusión en la tranquila
vida aldeana de Rennes-le-Château, venían a confirmar
las viejas historias sobre tesoros. De hecho los campesi-
nos de la región tenían una explicación bien sencilla
sobre la fortuna del párroco. Ningún enigma que desci-
frar: el nuevo cura se habría tropezado con una fuente
de riqueza escondida por los antepasados. Pero el caso
fue que mientras vivió, Saunière guardó silencio absolu-
to sobre el origen de sus fondos y se negó obstinada-
mente a revelar el secreto. Las especulaciones intermi-
nables a que dio lugar tal actitud se multiplicaron des-
pués del súbito fallecimiento de aquél. ¿Cómo pudo lle-
varse a cabo el rápido enriquecimiento de Saunière?
¿De dónde provenía el dinero? ¿Qué contenían los mis-
teriosos pergaminos?. ¿Tenían algo que ver con el mis-
terioso secreto de los Cátaros, por el cual prefirieron ser
quemados, muchos siglos atrás, en esta misma región?
¿Descubrió Saunière el tesoro escondido de los Templa-
rios? Nunca lo reveló, pero dejó muchas pistas a su al-
rededor. Especialmente en su iglesia.

336
Después del descubrimiento de los pergaminos y
durante varios años Saunière se dedicó a restaurar la
iglesia añadiéndole decoraciones y detalles, figuras es-
trafalarias y tallas estrambóticas. Cualquier católico que
entre en el lugar y desee persignarse encontrará que la
pila del agua bendita está sustentada por un personaje
bien conocido, aunque desde luego el que menos espe-
raría encontrar en tal lugar, “el diablo en persona”. Por
otro lado las estaciones del vía crucis, muy llamativas y
desproporcionadas de tamaño difieren de los grabados
de los vía crucis normales. Y por si esto fuera poco hizo
colocar en el dintel de la puerta la siguiente inscripción
“Terribilis est locus iste” Este lugar es terrible.
Saunière halló cuatro o cinco pergaminos en unos
tubos de madera sellados. Dos de ellos contenían genea-
logías relacionadas con la dinastía merovingia, los otros
hablan de pasajes evangélicos. Uno se refiere a cómo
iba Jesús con sus discípulos en sábado por unos sem-
brados, y ellos cortaron algunas espigas y las comieron.

Uno de los pergaminos descubiertos en la Iglesia de


Rennes-le-Château

337
El otro cuenta la cena en Betania con Lázaro resuci-
tado de entre los muertos, durante la cual María Magda-
lena ungió los pies de Jesús. La versión oficial de los
pergaminos está exhibida a la vista del público en las
paredes del museo Saunière en Rennes-le-Château.
Desde que las copias de los pergaminos fueron pu-
blicados – los originales permanecen ocultos – se ha
intentado descifrarlos a partir de variadas aproximacio-
nes. El Enigma Sagrado es posiblemente la obra más
leída sobre el tema y en ella, como en estudios posterio-
res, se enfatiza que el tesoro encontrado en el interior de
la iglesia de María Magdalena, fue de naturaleza espiri-
tual. Un secreto preservado a través de milenios, una
herejía que atenta contra los fundamentos de la Iglesia y
que perturba a todo cristiano comprometido: El cuerpo
de Jesús permanece enterrado en un lugar cercano a
Rennes-le-Château. Una versión señala que se exilió
después de sobrevivir a la crucifixión mientras otra se
inclina a que su cuerpo fue traído momificado por los
templarios, y ambas que tuvo descendencia de su unión
con María Magdalena. Y que su línea genealógica llega
hasta hoy día. Si esto fuese cierto las leyendas sobre el
Santo Grial adquirirían nuevos significados.
Mucho se ha escrito sobre el misterio de los Cátaros
y Rennes-le-Château. Hoy sabemos que la fortuna de
Saunière provenía de las donaciones de nobles y de so-
ciedades secretas vinculadas al secreto. Un secreto que
indiferentemente sea verdad o mentira, atrae a numero-
sos visitantes con ánimo de encontrar algo que quizás
por su simplicidad permanece oculto a sus miradas pero
abierto a sus corazones. Cierto o falso, verdad o menti-

338
ra, forma parte de la historia de Rennes-le-Château. Al-
go que muy pronto todos podremos ver.

LAS CLAVES DEL MISTERIO

En la entrada de la iglesia, el Reverendo Saunière


hizo colocar las siguientes inscripciones: “Mi casa se
llamará casa de oración” y “Terribilis est locus iste” –
Este lugar es terrible – La referencia bíblica completa
es:
“Mi casa será llamada casa de oración, pero voso-
tros la habéis convertido en cueva de ladrones” (Mateo
21,13). Este lugar es terrible, es la casa de Dios y la
puerta de los cielos (Génesis, 28,17)
El trabajo de reconstrucción de la entrada terminó
en 1897 y costó el equivalente de 3.500.000 francos ac-
tuales.

En el suelo de la iglesia está dibujado un tablero de


ajedrez de 64 cuadrados orientado hacia los cuatro pun-
tos cardinales.
Justo en la entrada se encuentra la estatua del diablo
Asmoideo, sosteniendo la pila de agua bendita y sobre

339
ella existe un grupo escultórico de cuatro ángeles donde
puede leerse la frase que Constantino había visto en el
cielo: “Con este signo le vencerás”, que por supuesto
está bajo la señal de la cruz.

Pero la frase real de Constantino era sólo: “Con este


signo vencerás”. Este añadido -le- al original ha alimen-
tado muchas polémicas.

Un dato significativo es que todas las estatuas en la


iglesia miran hacia el suelo.
Analicemos la imagen de la página siguiente:
– En el lado derecho del altar la Virgen está soste-
niendo un niño.
– En el izquierdo San José está sosteniendo otro
niño.
Los dos niños a ambos lados del altar sugieren la
idea de que Jesús tenía otro hermano o que uno es efec-

340
tivamente Jesús y el otro su hijo y que, según la leyenda
del Grial, su descendencia escapó de la masacre de
Montsegur.

En la iglesia de Rennes-le-Château algunas estacio-


nes del Vía Crucis usan elementos e incluso escenas que
difieren de las habituales, lo cual se interpreta como
nuevas claves del misterio dejadas por Saunière.
Son lápidas muy llamativas, de tamaño despropor-
cionado con relación a las dimensiones no demasiado
grandes del templo, y tal como han señalado algunos
autores, difieren de los vía crucis habituales en detalles
tales – imposibles de ignorar por un sacerdote – que
indican una voluntaria intención críptica. Incluso, todo
el Vía crucis está orientado en dirección contraria a la
habitual.

341
Esta no es precisamente la imagen de Jesús resuci-
tado elevándose sobre el sepulcro. En cambio vemos a
unos personajes que al amparo de la noche transportan
el cuerpo sangrante de Jesús. -Obsérvese la herida en el
lado izquierdo del cuerpo- Esta imagen suele interpre-
tarse como lo que pudo suceder después de un simulado
entierro: Algunas personas se llevan el cuerpo aún vivo
de Jesús.
Usted está viendo la diferencia entre el Jesús de la
teología y el Jesús de la historia.
El Jesús de la teología es un Dios, el Jesús de la his-
toria es un hombre como todos los demás hombres.

342
¿JESÚS HUYÓ A JAPÓN Y MURIÓ
ALLÍ CON 106 AÑOS?

Existe una pequeña comunidad japonesa que propo-


ne como alternativa una historia completamente diferen-
te.
Algunos investigadores japoneses opinan que la his-
toria de Jesucristo es diferente del relato comúnmente
aceptado. Esta versión alternativa de la vida de Jesús

343
cayó en el olvido hasta 1935, cuando Kiyomaro
Takeuchi (Takenouchi) descubrió supuestamente un
antiguo documento en la prefectura de Ibaraki (Japón).
El texto de este manuscrito daba a conocer un relato
asombroso en el que se afirmaba que Jesucristo fue en-
terrado en la localidad japonesa de Herai, perteneciente
a la prefectura de Aomori.
No solo eso, sino que en el documento además se
puede leer que Jesús fue enterrado en Herai junto con su
hermano. El texto parecía realmente auténtico, y no ha-
bía razón para dudar de que se tratara de un original. No
obstante, el gobierno japonés decidió vetarlo y mante-
nerlo en secreto. Se convirtió en parte de la colección
del museo de Tokio, bombardeado durante la Segunda
Guerra Mundial. Todos los archivos del museo queda-
ron destruidos por las bombas; sin embargo, la familia
Takeuchi había realizado copias de este antiguo texto
antes de informar a las autoridades de su descubrimien-
to. Estas copias abrieron la puerta a una antigua y olvi-
dada leyenda japonesa.

Copia del documento expuesta en Shingo (Japón).

344
UNA TUMBA LEGENDARIA

Una de las copias de este documento se encuentra


en la actualidad expuesta en un pequeño museo de la
localidad de Shingo (conocida tradicionalmente como
Herai), cerca de la famosa “Tumba de Jesús.” El análisis
del texto demostró que había sido escrito originalmente
en antiguo japonés. En la actualidad no hay demasiada
gente que conozca este tipo de escritura como para leer-
lo con facilidad, y este hecho hace casi imposible falsi-
ficar un manuscrito de este tipo.
Por otro lado, la primera investigación lingüística
demostró que el topónimo tradicional “Herai” no perte-
nece a la lengua japonesa, sino que es sorprendentemen-
te similar a la palabra “Hebrai”, que significa “hebreo”.
En la antigua lengua hebrea la palabra “Herai” se ase-
meja a la expresión “una montaña”.

"Tumba de Cristo" (Shingo, Aomori, Japón).

345
Según la descripción que figura junto a la tumba:
Cuando Jesucristo tenía 21 años, vino a Japón y
buscó la sabiduría de la divinidad durante 12 años. Vol-
vió a Judea a la edad de 33 y se entregó a su misión. Sin
embargo, en aquel tiempo las gentes de Judea no acepta-
ron la doctrina de Jesús. En lugar de eso le apresaron e
intentaron crucificarle. Su hermano menor Isukiri, ca-
sualmente ocupó su lugar y murió en la cruz. Cristo que
escapó a la crucifixión, soportó los avatares de la trave-
sía y volvió de nuevo a Japón. Se instaló justo aquí, en
la aldea conocida como Herai, y murió a la edad de 106
años. En este lugar santo se ha heregido un túmulo fune-
rario a la derecha dedicado a Cristo y una tumba a la
izquierda dedicada a Isukiri.

OTRA VERSIÓN DE LA HISTORIA

Se conoce otra versión de este relato por el libro La


profecía de Thiaoouba, escrito por Michel Desmarquet,
quien intentó descubrir la realidad de la historia de Jesús
en Japón. Según la versión descrita por Desmarquet,
Jesús abandonó su hogar a los 14 años y llegó a Japón
con 50 años. Allí se casó y tuvo tres hijas. Supuesta-
mente enseñó sus normas acerca de cómo vivir, pero
parece que en el transcurso de sus viajes a lo largo de
Asia sus enseñanzas se volvieron más globales de lo que
habían sido hasta entonces. Ya en Japón, vivió en Herai
unos 45 años y murió cuando tenía cerca de 100 años.
La versión japonesa de la vida de Jesús nos cuenta que

346
su hermano era dos años más joven que él. Parece ser
que fueron enterrados en el mismo lugar.
Los arqueólogos han buscado pruebas de la presen-
cia de un enterramiento en la supuesta Tumba de Cristo
de Shingo, como huesos, dientes u objetos. Por desgra-
cia, no han descubierto nada parecido hasta ahora. El
monumento se encuentra en un monte y debe su forma
al terreno. En la actualidad también hay en la tumba
cruces y otros símbolos típicamente cristianos.
La prueba más interesante que confirma la extraña
conexión entre las lenguas japonesa y hebrea es una an-
tigua canción que es conocida en Herai desde hace
2.000 años. Esta canción incluye en su letra la frase:
“Nanya Do Yara Nanya Do Nasareno Nanya Do Yara”,
que significa “¿Qué es esto? ¿Qué está pasando? ¿Qué
vais a hacer?”
Según el Dr. Tom J. Chalko, si se repiten muchas
veces, estas palabras tienen un significado diferente. La
frase de la canción citada anteriormente, traducida del
hebreo, significaría “Soy YO, Joshua, el niño dado por
Jehová (Yah).” El investigador cree que esta frase se
asemeja al hebreo que conocemos de los textos escritos
en vida de Jesús.

¿VIAJÓ REALMENTE JESÚS A JAPÓN?

Parece improbable que Jesús consiguiera escapar a


la crucifixión y huyera del Próximo Oriente. Pero de
haber sido así, quizás habría elegido el mismo destino
que María Magdalena. En ese caso habría viajado al sur
de Francia y vivido allí con su familia.

347
¿Por qué razón habría viajado Jesucristo a Japón?
En Asia se conocen unas cuantas historias más acerca
de un hombre sabio llegado del Próximo Oriente que
viajó hacia el este. Fue visto en la India, Nepal e incluso
China. En la región de Cachemira, aún se venera en
nuestros días otra tumba de un sabio llamado Jesús. Es
casi imposible que tantas historias de tan distantes re-
giones de Asia no tengan razón de ser. Especialmente
cuando se reconoce que durante muchos siglos el cris-
tianismo no fue una religión demasiado popular en Asia.

Mártires cristianos de Nagasaki (Japón), siglo


XVII.

348
No obstante, podría habérsenos escapado algún de-
talle oculto en esta historia. Es posible que uno de los
discípulos de Jesús, quizás incluso uno de sus apóstoles,
viajara a Asia. Llegados a este punto, debemos recordar
que en la antigüedad la palabra “hermano” podía utili-
zarse cuando dos hombres eran parientes, pero también
si existía un estrecho vínculo entre ellos, si eran grandes
amigos por ejemplo.
¿Fueron estos viajeros simplemente seguidores de
Cristo que querían dar a conocer el mensaje de su Maes-
tro? ¿Es posible que fueran fugitivos huidos de su país
tras la ejecución de Jesús para no correr su mismo des-
tino? Quizás nunca lleguemos a conocer la respuesta a
estas preguntas…

349
350
LA TUMBA DE MARÍA ESTÁ VA-
CÍA ¿DÓNDE FUE ENTERRADA
ENTONCES?

La Virgen María es una de las mujeres más famosas


del mundo antiguo. Las enseñanzas de su Hijo supera-
ron en importancia a la historia de su vida, pero su bio-
grafía constituye una de las leyendas más grandiosas
sobre el amor de una madre. En nuestros días, resulta

351
muy difícil encontrar piezas arqueológicas que hayan
podido tener relación con la Madre Virgen, pero existe
un lugar que según la tradición siempre ha estado vincu-
lado a ella.

Hay una tumba al pie del Monte de los Olivos, en el


Valle de Cedrón de la ciudad de Jerusalén, en la que
cuenta la tradición que fue enterrada María. Existen por
lo menos dos versiones de la historia de su vida en rela-
ción con esta tumba: una procede de la propia Biblia, y
la segunda del antiguo libro judío Toledot Yeshu . Aun-
que se observan algunas diferencias entre estos dos tex-
tos, ambos afirman que María (o Miriam) era la madre
de Yeshua, más conocido como Jesucristo.

¿REALIDAD O FICCIÓN?

Según las leyendas, María murió por causas natura-


les. Como está escrito en la Dormición de la Theotokos,
falleció de igual forma que si se hubiera quedado dor-
mida. Se desconoce qué edad tenía cuando murió. Sin

352
embargo, según algunos textos, su cuerpo fue resucita-
do, y al igual que su Hijo, al tercer día subió a los Cielos
en cuerpo y alma. Según se dice, se descubrió que su
tumba estaba vacía tres días después de su funeral.

Icono de la Dormición de la Theotokos (Virgen Ma-


ría), Iglesia de la Dormición (Tumba de María), Jerusa-
lén. ( Public Domain )

La Enciclopedia Católica asegura que los textos más


antiguos que hablan de María sugieren que su vida aca-
bó en Jerusalén:
Las obras apócrifas de los siglos II d.c al IV d.c son
todas favorables a la tradición de Jerusalén. Según los
actos de San Juan, escritos seguramente por Prócoro
entre los años 160 d.c y 170 d.c., aunque atribuidos tra-
dicionalmente a Lucio Carino, el evangelista viajó a

353
Éfeso acompañado únicamente por Prócoro y a una
edad muy avanzada, es decir, después de la muerte de
María.(…) Las dos cartas B Inatii Missa S. Joanni, es-
critas hacia el año 370 d.c., demuestran que la virgen
bendita pasó el resto de sus días en Jerusalén. Por otro
lado, la carta de Dionisio areopagita al obispo Tito (363
d.c), el libro Joannis de Dormitione Mariae (entre los
siglos III d.c y IV d.c), y el tratado de Transitu B. M.
Virginis (SIV d.c) sitúan su tumba en Getsemaní (…).
Nunca ha existido ninguna tradición que vincule la
muerte y el enterramiento de María con la ciudad de
Éfeso.
Muchos aún dudan que esta tumba realmente perte-
neciera a la Virgen María. En el siglo V d. C., Cirilo de
Escitópolis escribe en Euthymiaca Historia que el empe-
rador Marciano y su esposa Pulqueria solicitaron el en-
vío de las reliquias (los restos) de la Virgen María. El
Patriarca de Jerusalén, Juvenal, contestó que no quedaba
reliquia alguna, y que el cuerpo de María dejó la tumba
tres días después de su funeral.

Altar en la Tumba de la Virgen María, Jerusalén. (


CC BY SA 2.0 )

354
LA TUMBA DE MARÍA.

Desde los principios del cristianismo, la supuesta


tumba de María ha sido considerada un lugar sagrado.
Fue excavada en el año 1972 por Bellarmino Bagatti,
arqueólogo y fraile franciscano. Bagatti creía que se
trataba de un antiguo cementerio datado en el siglo I d.
C., y que podía albergar varios enterramientos de impor-
tantes personajes bíblicos.
El equipo de investigadores exploró las tres cámaras
funerarias, por lo que Bagatti dedujo que la tumba debía
ser la que fuentes cristianas mencionan como la famosa
tumba de María. En el siglo V d. C., había una pequeña
iglesia cerca de la tumba, pero fue destruida en el año
614 por los persas.
A pesar de todo, continuó siendo considerada un lu-
gar sagrado durante la dominación musulmana. Los mu-
sulmanes creían que era el lugar en el que se encontraba
enterrada la madre del profeta Isa (Jesús). En el año
1130, cuando los cruzados llegaron a Jerusalén, recons-
truyeron la iglesia y la cedieron a la Orden Benedictina.

355
356
¿ES LA SÁBANA SANTA, LA PRUEBA
IRREFUTABLE QUE DEMUESTRA LA
RESURRECCIÓN DE JESÚS?

(Aquí iría una Imagen de la sábana santa a tamaño


completo en alta resolución)

El Sudario de Turín —también conocido como la


Síndone, la Sábana Santa o el Santo Sudario— es una
tela de lino que muestra la imagen de un hombre que
presenta marcas y traumas físicos propios de una cruci-

357
fixión. Se encuentra ubicado en la capilla real de la ca-
tedral de San Juan Bautista, en Turín (Italia).
El sudario mide 436 cm × 113 cm. Los orígenes del
sudario y su figura son objeto de debate entre científi-
cos, teólogos, historiadores e investigadores. Algunos
sostienen que el sudario es la tela que se colocó sobre el
cuerpo de Jesucristo en el momento de su entierro, y
que el rostro que aparece es el suyo. Otros afirman que
este objeto fue creado en la Edad Media. La Iglesia ca-
tólica no ha manifestado oficialmente su aceptación o
rechazo hacia el sudario, pero en 1958 el papa Pío XII
autorizó la imagen en relación con la devoción católica
hacia la Santa Faz de Jesús. En 1988 la Santa Sede auto-
rizó la datación por carbono-14 de la sábana, que se
realizó en tres laboratorios diferentes, y los tres labora-
torios dataron la tela entre los siglos XIII y XIV (1260-
1390).
La imagen de la sábana se puede apreciar más cla-
ramente en negativo, debidamente contrastado, que en
el color sepia original. La imagen en negativo fue con-
templada por primera vez en la noche del 28 de mayo de
1898, en el reverso de la placa fotográfica del fotógrafo
amateur Secondo Pia, que estaba autorizado para foto-
grafiarla mientras se exhibía en la catedral de Turín.

ESTUDIOS OFICIALMENTE AUTORIZADOS

Con el permiso de Humberto de Saboya, dueño de


la reliquia en aquella fecha, fue nombrada una comisión
de estudio en 1973. Esta comisión, básicamente seme-
jante a otra que se había limitado a examinar la tela

358
en1969, incluía serólogos forenses, anatomistas, radió-
logos, historiadores, físicos, etc. Los resultados de la
investigación fueron cautelosos; aunque no favorables a
la autenticidad en algunos casos, no la excluía de mane-
ra concluyente.
En 1978 se llevó a cabo un estudio detallado por un
grupo de científicos estadounidenses llamado Shroud of
Turin Research Project (STURP), financiado por la
Holy Shroud Guild, una organización religiosa dedicada
a la promoción de la reliquia. No encontraron pruebas
fiables para afirmar que se trataba de una falsificación, y
consideraron que la aparición de la imagen era todo «un
misterio».
En 1988 se efectuó una prueba de datación por ra-
diocarbono con pequeños fragmentos del sudario. Los
laboratorios de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich,
la Universidad de Oxford y la Universidad de Arizona
determinaron que la Sábana Santa data de la Edad Me-
dia, entre 1260 y 1390 (±10 años). Los resultados fue-
ron publicados en la revista científica Nature. Dicha
datación se corresponde cronológicamente con la prime-
ra aparición histórica documentada, lo que fortalece una
explicación científicamente coherente en la que la crea-
ción de la pieza se habría producido en los años inme-
diatamente anteriores a esta primera exhibición pública
de1357.
Entre junio y julio de 2002 un equipo de expertos
bajo la dirección de Mechthild Flury-Lemberg, conser-
vadora del Museo histórico de Berna (Suiza), realizó
una tarea de restauración del lienzo, que se acompañó
del escaneo, espectrometrías, microfotografías, etc., y el

359
lienzo fue guardado en una teca especialmente diseñada
en condiciones óptimas para su conservación, que, al
parecer, estaba amenazada desde hacía años. En estos
trabajos se levantó por primera vez el forro posterior
que cubría la tela.
Pese a que se pensó que la datación de 1988 podía
dejar zanjada la cuestión, ni éste ni los trabajos subsi-
guientes han acallado la polémica entre los defensores y
los detractores de la autenticidad del lienzo en el ámbito
de lo que algunos denominan como “sindonología” (es-
tudios sobre la síndone -del griego σινδών sindon, mor-
taja, la palabra utilizada en el Evangelio de Marcos para
referirse al tipo de tela que José de Arimatea compró
para usarla de sábana mortuoria-). Aspectos de estas
polémicas como los antecedentes históricos del lienzo,
la formación de la imagen, la naturaleza del tejido, la
datación, etc., se recogerán a continuación.

HISTORIA
POSIBLE HISTORIA ANTERIOR AL SIGLO XIV:
LA IMAGEN DE EDESA

Aunque existen relatos de diferentes imágenes mi-


lagrosas de Cristo, tanto de cuerpo entero como sola-
mente el rostro, no se ha podido conectar con certeza
ninguno de ellos con la tela que actualmente reside en la
catedral de Turín.
Se cuenta que la Imagen de Edesa (también llamada
Mandylion) contenía la imagen del rostro de Cristo, y
existen noticias fiables de su existencia desde el siglo
VI. Algunos ven una correlación entre el Sudario de

360
Turín y la Imagen de Edesa. Ninguna leyenda relativa a
la imagen lleva a pensar que contuviera la imagen de un
Jesús malherido, sino que mencionan que la imagen fue
transmitida a la tela por el propio Jesús. Suele describir-
se como una mera representación del rostro de Jesús, no
del cuerpo entero. Los defensores de la teoría de que la
imagen de Edesa y el sudario son el mismo objeto, lide-
rados por Ian Wilson, creen que siempre estuvo plegado
de manera que sólo mostraba la cara.
Las antiguas Leyendas de Abgaro sitúan el lienzo
en la ciudad de Edesa (650 km al norte de Jerusalén),
durante el reinado del rey Abgaro V (en el siglo I). El
antiguo historiador Eusebio(325) habla de esa leyenda,
refiriendo a la “Imagen de Edesa”, y relata que cuando
el lienzo con la imagen fue llevado al rey por el discípu-
lo Tadeo, el rey fue curado de su lepra. Evagrio(590) se
refiere al lienzo como “acheiropoieta” -no hecho por
manos humanas-. Los Actos del Santo Apóstol Tadeo
(siglo VI) hablan de la “tetradiplon” (tela doblada en
cuatro). San Juan Damasceno, durante los debates ico-
noclastas del siglo VIII, llamó al Sudario como “hima-
tión” o larga-tela. Los griegos bizantinos continúan ha-
blando de la acheiropoieta (imagen no hecha por manos
humanas) y del “Mandylion” – o pequeña toalla. Algu-
nos defensores de la autenticidad del Sudario defienden
que este era el Mandylion doblado en cuatro partes.
Se citan tres muestras principales de evidencia para
identificarla con el sudario. Juan de Damasco menciona
la imagen en su obra anti-iconoclasta Sobre las imáge-
nes santas, describiéndola como una «cinta» o tela

361
oblonga, en lugar de un cuadrado, como sostienen otras
notificaciones de la tela de Edesa.
Con motivo del traslado de la sábana a Constanti-
nopla en 944, Gregorio Refrendario, arcediano de la
Hagia Sophia (Constantinopla), dio un sermón sobre el
mismo. Dicho sermón se perdió, pero volvió a aparecer
en los archivos del Vaticano, y en 2004 fue traducido al
inglés por Mark Guscin. El sermón, según la controver-
tida traducción de Guscin, que se basaba en la de An-
dré-Marie Dubarle y otros, diría que la tela de Edesa
contenía una referencia a la herida del costado, lo que
sugiere que la imagen representaría el cuerpo entero de
Jesús. Sin embargo, esta traducción fue abandonada in-
cluso por su autor. En la Biblioteca del Vaticano y en la
Universidad de Leiden aparecieron otros documentos
antiguos. En uno de ellos, el Códice Vossianus Latinus
Q69 del siglo X, en la que figura una mención de un
testigo del siglo VIII sobre una tela que recibió el rey
Abgar con la imagen de Cristo en la que: «[Non tantum]
faciei figuram sed totius corporis figuram cernere po-
teris» («No sólo podrás ver la imagen/figura de la cara,
sino también la imagen/figura del cuerpo entero»).
Otros autores, como Antonio Lombatti y Andrea
Nicolotti, han rechazado la idea de que el Mandylion
pudiera ser el lienzo de Turín. Ellos señalan que hay
diferencias cruciales entre uno y otro (fundamentalmen-
te que el Mandylon retrata a un hombre vivo, con los
ojos abiertos -cf. ilustración adjunta al texto-), las des-
cripciones del Mandylion siempre se refieren a un ros-
tro, nunca se ha descrito la tela como una sábana y los
que hablan de un sudario lo diferencian del Mandylion

362
como dos objetos diferentes. La hipótesis de un lienzo
doblado les parece “fantástica”. Nicolotti sugiere que
ciertas diferencias en los textos respecto al origen y
forma del lienzo podrían deberse a que se habla de oídas
o se están contemplando copias diversas que existieron
en la época. El método de trabajo de los partidarios de la
identificación ha sido criticado seriamente por Nicolotti,
que considera que trabajan con frases descontextualiza-
das. En la misma línea, en L’Image D’Édesse, Romain
et Constantin, Bernard Flusin juzga que los métodos de
trabajo de Guscin son académicamente inválidos.

Posible ilustración del Sudario en el Códice Pray

Imagen del Códice Pray, manuscrito húngaro pro-


veniente de 1192-1195, donde supuestamente aparece
representado el sudario.

363
En la Biblioteca Nacional de Budapest se encuentra
el Códice Pray, el texto más antiguo que sobrevive en
húngaro. Fue escrito entre los años 1192 y 1195 (65
años antes de la más antigua fecha determinada por el
carbono-14 de 1988) bajo el reinado de Bela III de
Hungría, criado en Constantinopla. Según algunos auto-
res, una de sus ilustraciones muestra preparaciones para
la sepultura de Cristo. Dicha ilustración incluiría una
mortaja con el mismo tejido de patrón de espiga como el
Sudario, más cuatro agujeros de quemadura cercanos a
uno de los bordes. Los agujeros forman una “L”.
Para estos autores lo llamativo es que ese extraño
patrón de agujeros se encuentra en el Sudario de Turín.
Son agujeros de quemaduras, posiblemente causados
por un atizador o brasas de incienso. Según los registros
el sudario era conservado en la capital del Imperio bi-
zantino, y exhibido todos los viernes, acontecimiento
con el que Bela III pudo haber estado muy familiarizado
en su estadía en Constantinopla, y, eventualmente, des-
pués fue tomado el patrón del manto para elaborar el
Códice Pray.
Gian Marco Rinaldi mantiene, por el contrario, que
lo que se dice que es el sudario es en realidad la tapa del
sarcófago adornada con trazos quebrados y que los re-
dondeles que aparecen en la ilustración no son quema-
duras sino ornamentos, como aparecen en la cubeta del
sarcófago (junto con cruces) y en los vestidos de los
personajes. Mantiene que la iconografía de la ilustración
del Códice Pray es consistente con la de las “Santas Mu-
jeres” de la época. También la imagen del embalsama-
miento de Jesús es similar a otras del período. Daniel

364
Scavone afirma que la iconografía de Jesús en la tumba,
desnudo y con las manos cruzadas en el pubis aparece
en forma de “lamentatio” o “threnos” en el Imperio bi-
zantino hacia 1100. Charles Freeman, por su parte, hace
notar que la posición del cuerpo en el Códice Pray era
habitual en los enterramientos medievales y señala unas
cuantas diferencias entre él y el hombre del sudario de
Turín.
En 1203, un cruzado llamado Robert de Clari asegu-
ra haber visto en la iglesia de Santa María de las Blan-
quernas de Constantinopla una tela con la imagen de
Jesús: «Donde estaba el sudario en el que nuestro Señor
fue envuelto, y que cada viernes se alzaba bien alto para
que uno pudiera ver en él la figura de nuestro Señor».
La cita tiene importancia porque es el primer testimonio
que se conoce de un sudario con imagen. Pero, al mismo
tiempo, también menciona el Mandylion que se encon-
traba en el palacio de Bucoleón, lo que hace difícil la
identificación de las dos imágenes.
En 1205, tras la cuarta cruzada, Teodoro Angelos
(sobrino de uno de los tres emperadores bizantinos que
fueron depuestos) envió la siguiente misiva al papa
Inocencio III, protestando por el ataque a la capital. Sa-
cado del documento, con fecha de 1º de agosto de 1205:
Los venecianos se repartieron los tesoros de oro,
plata y marfil, mientras que los franceses hicieron lo
mismo con las reliquias de los santos y, lo más sagrado
de todo, el lino en el que nuestro Señor Jesucristo fue
envuelto tras su muerte y antes de su resurrección. Sa-
bemos que esos saqueadores han guardado los objetos

365
sagrados en Venecia, Francia, y otros lugares, estando el
sagrado lino en Atenas.
Códice Chartularium Culisanense, fol. CXXVI (co-
pia), Librería Nacional de Palermo)
Desde el siglo XIII, la Imagen de Edesa se halla en
paradero desconocido, salvo que se trate del Sudario de
Turín. Un estudio de la historiadora italiana Barbara
Frale afirma que el sudario fue custodiado por los Caba-
lleros Templarios desde el saqueo de Constantinopla
hasta la disolución de la orden en 1312. En su libro Los
templarios y la Síndone de Cristo, Frale relata que en
1287 un joven de buena familia llamado Arnaut Sabba-
tier ingresó a la Orden de los Caballeros Templarios y
luego de ser admitido fue invitado a besar tres veces los
pies de la imagen del Santo Sudario. La tesis de Frale ha
sido discutida por varios autores que no aceptan la iden-
tificación del Sudario de Turín con la imagen de la que
habla Sabbatier. Entre otras cosas, aducen que los tem-
plarios fueron condenados por besar la imagen de un
demonio llamado “Bafomet” y no por hacerlo con una
imagen que claramente representa a Cristo en la tumba
con los signos de la pasión. Además, se puede citar en
su contra la descalificación del propio Wilson, a quien
la historiadora italiana tomaba como referencia.

SIGLO XIV

La historia documentada de la tela ahora guardada


en Turín como tal empieza en 1357, cuando la viuda del
caballero francés Geoffroy de Charny la expuso en una
iglesia en Lirey (diócesis de Troyes, Francia). Los escu-

366
dos de armas del caballero y su viuda pueden verse en el
Museo Cluny de París, en un medallón peregrino que
también muestra una imagen del sudario de Turín.
A lo largo del siglo XIV, el sudario fue expuesto
públicamente a menudo, aunque no de forma continua,
puesto que el obispo de Troyes (Henri de Poitiers) había
prohibido venerar la imagen. A los treinta y dos años de
este pronunciamiento, la imagen volvió a exponerse, y
el rey Carlos VI de Francia ordenó retirarla de la iglesia
de Lirey, citando la impropiedad de la imagen. Los co-
misionados fueron incapaces de llevar a cabo la orden.
En 1389, el obispo Pierre d’Arcis denunció en una
carta al papa de Aviñón que la imagen era un fraude,
indicando que ya había sido denunciada anteriormente
por su predecesor Henri de Poitiers, al que le extrañaba
que no fuera mencionada en ningún Evangelio.
Según d’Arcis, «Un examen riguroso descubrió
eventualmente cómo la imagen había sido astutamente
pintada, siendo la verdad corroborada por el propio pin-
tor, esto es, que fue producto de la mano del hombre y
no fue forjada ni se formó milagrosamente». En la carta
no se nombra al artista.
La carta de d’Arcis menciona también el esfuerzo
del obispo Henri por eliminar la veneración, pero que la
tela fue rápidamente escondida «unos 35 años», lo que
concuerda con los detalles históricos antes menciona-
dos. La carta ofrece una descripción precisa de la sába-
na:
«Tras dibujar con audaz maña la imagen a doble ca-
ra de un hombre, es decir, vista frontal y dorsal, declaró
falsamente y pretendió que se trataba del sudario en el

367
que nuestro salvador Jesucristo fue envuelto en el sepul-
cro, y sobre el que la figura completa de nuestro salva-
dor ha permanecido por ello impresa junto a las heridas
que portaba».
Pese a las declaraciones del obispo d’Arcis, Cle-
mente VII, primer antipapa del Gran Cisma de Occiden-
te, prescribió indulgencias a los que peregrinaran al su-
dario, por lo que la veneración continuó. Sin embargo,
se debía proclamar en voz alta: «este no es el verdadero
sudario de nuestro Señor, sino una pintura o cuadro rea-
lizado a semejanza o representación del sudario». Asi-
mismo, se le prohibió a Pierre d’Arcis oponerse a la ex-
hibición de la reliquia.

SIGLO XV

En 1418, tras casarse con la nieta de Charny, Hum-


berto de Villersexel (conde de la Roche, señor de Saint-
Hippolyte-sur-Doubs) trasladó la sábana a su castillo en
Montigny-Montfort (Francia), para protegerlo de las
bandas de malhechores. Posteriormente, fue llevada a
Saint-Hippolyte-sur-Doubs. Tras la muerte de Humber-
to, los canónigos de Lirey llevaron a la viuda a los tri-
bunales para forzarla a retornar la tela, pero el parla-
mento de Dôle y la corte de Besançon otorgaron la tela
a la viuda, que la presentó en varias exposiciones, noto-
riamente en Lieja y en Ginebra. Debido a las dudas que
se suscitaron durante la exhibición de Lieja, el obispo de
esta ciudad, Jean de Heinsberg, creó una comisión de
encuesta que, tras examinar el lienzo y las bulas en po-
der de Margarita de Charny, la propietaria, dictaminaron

368
que el sudario no era auténtico y la figura estaba pinta-
da.
La viuda vendió la imagen en 1453 a cambio de un
castillo en Varambon (Francia). El nuevo propietario,
Luis de Saboya, la guardó en su capital, Chambéry, en
la recién construida Capilla Santa, que el papa Pablo II
erigió a continuación a mayor honra de una iglesia cole-
gial. En 1464, el duque acordó pagar una tasa anual a
los canónigos de Lirey a cambio de que dejaran de re-
clamar la propiedad de la tela. A partir de 1471, la sába-
na se desplazó por varias ciudades de Europa, residien-
do brevemente en Vercelli, Turín, Ivrea, Susa, Cham-
béry, Avigliana, Rívoli y Pinerolo. Por esos días, dos
sacristanes de la Capilla Santa describieron que el suda-
rio estaba guardado en un relicario «envuelto en una
cortina de seda roja, y guardada en una caja cubierta de
terciopelo carmesí, decorada con clavos bañados en pla-
ta, y cerrada con llave de oro».

En 1506 el papa Julio II, consciente de la venera-


ción pública del Sudario, establece el 4 de mayo “Ineu-
co Crucis”, solemne día de veneración y oficio de la
reliquia. A partir de aquí se inicia la tradición de repli-
car la Sagrada Tela. De hecho se conocen varias copias
alrededor del mundo.

369
SIGLO XVI A NUESTROS DÍAS

En 1532, el sudario resultó dañado en un incendio


en la capilla donde se guardaba. Una gota de plata fun-
dida del relicario le dejó una marca dispuesta simétri-
camente entre las diversas capas de la tela doblada. Las
monjas clarisas trataron de reparar el daño con parches.
El sudario volvió de nuevo a su actual residencia en Tu-
rín en 1578.
El estudio científico sobre el lienzo comenzó en
1898 durante la ostensión del sudario con motivo de la
boda de Víctor Manuel III. Un abogado italiano llamado
Segundo Pía pidió permiso para realizar una serie de
fotografías a la reliquia, petición que se aprobó no sin
reticencias desde el obispado de Turín. Cuando Pía re-
veló las fotografías, se dio cuenta de que los negativos
eran en realidad “positivos”, lo que convierte a la Sába-
na en algo semejante a un negativo fotográfico.
Fue propiedad de la Casa de Saboya hasta 1983,
cuando se otorgó a la Santa Sede. En 1988, la Santa Se-
de permitió pasar la prueba del Carbono 14 a la reliquia,
para lo que se retiró un trozo pequeño de una esquina
del sudario, que fue dividido y enviado a los laborato-
rios. Otro incendio, probablemente provocado, amenazó
al sudario en 1997, pero un bombero fue capaz de sacar-
lo de su mostrador y prevenir desgracias mayores, tras
atravesar con un martillo las capas de cristal que lo pro-
tegían. La Santa Sede restauró el sudario en 2002. Se
retiró la cubierta de la sábana y treinta parches. Esto
permitió fotografiar y escanear el reverso de la tela, que
estaba oculta a la vista.

370
La última ostensión o exhibición pública del sudario
fue durante el Jubileo del año 2000. Y el papa Benedic-
to XVI autorizó una exposición para el año 2010, ha-
biéndose realizado entre el 10 de abril y el 23 de mayo
2010.

CARACTERÍSTICAS DE LA IMAGEN

 Existe un acuerdo casi unánime en algunas de las


características de la imagen:

371
 Presenta los colores invertidos respecto de una
imagen óptica habitual. Por eso ha sido comparada a
veces con un negativo, aunque algunas de sus partes (el
cabello, por ej.) escapan a la norma.
 Se puede observar sólo a cierta distancia.
 Es de color amarillo pardo en el cuerpo y rojo en
las manchas de sangre.
 La pigmentación de la imagen corporal no afecta
más que a la superficie de las fibras, mientras que los
regueros de sangre traspasan la tela.
 Los contornos de la imagen son imprecisos.
 La imagen dorsal es unos centímetros más ancha
y más larga que la frontal.
 Entre la imagen anterior y la posterior hay una
separación que ha sido estimada entre 12 y 18 cm.
 La pigmentación es más intensa en el rostro que
en el cuerpo.

Diversos estudiosos de la imagen han considerado


teorías sobre la imagen que han sido discutidas. Por
ejemplo, John Jackson (director STURP y Turin Shroud
Center of Colorado), incluye entre ellas las causas de la
coloración de las fibras o la naturaleza de la sangre, Mo-
ran y Fanti aluden a la tridimensionalidad, etc.

RASTROS DE SEPULTURA JUDÍA

En junio del 2002 Mechthild Flury-Lemberg (Cf.


supra,) encargada de la restauración del lienzo, encontró
un patrón particular de cosido en la costura de uno de

372
los lados largos del Sudario (llamado “orillo”). Ese pa-
trón de cosido es muy similar a los fragmentos de tela
encontrados en las tumbas de la fortaleza judía de Ma-
sada (el palacio de invierno del rey Herodes). Las telas
de Masada son aproximadamente de los años 40 a. C.
al73 d. C.. Antonio Lombatti afirma, por el contrario,
que ni los tejidos de Masada son como los del lienzo de
Turín ni el único sudario completo de la época de Jesús
que se conoce, el de Akeldama, es como el Lienzo de
Turín.
En 1978 Sam Pellicori (ingeniero en óptica) notó la
presencia de partículas de suciedad en la nariz así como
en la rodilla izquierda y el talón; se ha identificado que
esta suciedad es aragonita travertina. [Esto puede deber-
se a que las Cuevas-Tumbas estaban hechas dentro de
los lados de las colinas de piedra caliza].[cita requeri-
da]Asimismo, la presencia de carbonato de calcio (pol-
vo de piedra caliza) en el Sudario fue notada por la Dra.
Eugenia Nitowski (arqueóloga de Utah) en sus estudios
de las cuevas-tumbas de Jerusalén. El profesor Giovanni
Riggi notó ácaros de sepultura. Trazos de áloe y mirra
también han sido encontrados en el Lienzo. Todos estos
son congruentes con las costumbres de sepultura judía
en la antigüedad.

TEORÍAS SOBRE LA FORMACIÓN DE LA IMA-


GEN .

Se han sugerido diferentes explicaciones a la crea-


ción de la imagen, tanto naturales como sobrenaturales.

373
FORMACIÓN MILAGROSA

Varios creyentes consideran la imagen como un


efecto secundario de la resurrección de Jesús, sugiriendo
efectos seminaturales que pudieron haber sido parte del
proceso. Afirman que puesto que la lógica obliga a des-
cartar todas las hipótesis, hay que pensar en un hecho
sobrenatural único para una imagen única: la Resurrec-
ción de Jesús. Ya que no hay explicación científica al
hecho de que la imagen sea tan detallada y la intensidad
guarde relación con la distancia, y que sólo afecte a las
fibrillas superficiales individualmente. A todo esto hay
que añadir la existencia de todo el conjunto de datos que
aporta la sábana que obligan a pensar que el hombre de
la sábana es Jesús: antigüedad, tipo de heridas, etc. Es-
tas teorías son inverificables y pueden darse como ex-
plicación a cualquier anomalía que vaya contra la auten-
ticidad del sudario, así que desde un punto de vista cien-
tífico no son una explicación válida. El destacado sin-
donólogo Raymond Rogers, pensaba que este tipo de
razonamiento era una falacia non sequitur, puesto que
del hecho de que la ciencia ignore algo no se infiere ne-
cesariamente el milagro. Se ha sugerid que el sudario
colapsó a través del cuerpo glorificado de Jesús o de su
deslocalización y que la imagen se pudiera haber for-
mado por contacto directo al caer la sábana, dando así
una imagen de detalle, y que por ser distinta la duración
de este contacto en función de la distancia, habría una
intensidad variable. Quienes apoyan esta teoría señalan
ciertas impresiones de dientes y huesos al estilo de los
rayos x. Otros sugieren que la radiación provocada por

374
el evento milagroso pudo haber grabado a fuego la ima-
gen en la tela.

TEORÍAS CIENTÍFICAS SOBRE LA FORMACIÓN


DE LA IMAGEN, CAPA DE HIDRATOS DE CAR-
BONO.

Una teoría científica que no descarta la relación del


sudario con Jesús, implica a los gases que escapan de un
cadáver en las primeras fases de descomposición. Las
fibras de celulosa que componen la tela están revestidas
por una fina capa de fécula, con fragmentos de almidón,
azúcares y otras impurezas. Esta finísima capa (180 a
600 nm) fue descubierta al utilizar un microscopio de
contraste fasado. La imagen muestra su parte más fina,
la que carga con el color, mientras que la prenda subya-
cente está sin colorido. La capa de hidratos de carbono
sería en esencia incolora salvo en algunos sitios donde
un cambio químico le ha otorgado un color pajizo. La
reacción implicada es similar a la que tiene lugar al ca-
lentar el azúcar para producir caramelo.
R. N. Rogers y A. Arnoldi proponen esta explica-
ción natural en un artículo que no descarta una invoca-
ción sobrenatural ni una intensificación de un proceso
natural. Según ellos, los aminoácidos del cuerpo hu-
mano reaccionan pronto con la capa de hidratos de car-
bono, antes de que los líquidos producto de la descom-
posición manchen o dañen la tela. Los gases de los
cuerpos muertos son extremadamente reactivos quími-
camente y al cabo de un par de horas, en entornos como
los sepulcros, el cuerpo empieza a producir aminos más

375
fuertes en sus tejidos, como pudriscina y cadaverina.
Esto provocaría el color observado en la capa de hidra-
tos de carbono, pero crea preguntas sobre por qué ambas
vistas de la imagen son tan fotorrealísticas y por qué no
fueron destruidas por posteriores productos de la des-
composición (una pregunta obvia si hubo resurrección,
o si se retiró el cuerpo de la tela en el momento requeri-
do).

AUTO-OXIDACIÓN

Christopher Knight y Robert Lomas (1997) sostie-


nen que la imagen de la sábana es la de Jacques de Mo-
lay, último Gran Maestro de la Orden de Caballeros
Templarios, arrestado por herejía en el Templo de París
por el rey Felipe IV de Francia el 13 de octubre de
1307. De Molay fue torturado bajo los auspicios de Wi-
lliam Imbert (inquisidor en jefe de Francia). Sus brazos
y piernas fueron claveteados, posiblemente a una gran
puerta de madera. Tras la tortura, según Knight y Lo-
mas, De Molay fue postrado en una cama blanda, sobre
un trozo de tela; se pasó lo que sobraba de la tela sobre
su cabeza para cubrir su cuerpo y se le abandonó unas
30 horas, en estado de coma. El que usaran un sudario
se explica porque el Templo de París guardaba sudarios
para usos ceremoniales.
De Molay sobrevivió a la tortura, pero fue llevado a
la hoguera el 19 de marzo de 1314 junto a Geoffroy de
Charney, preceptor templario de Normandía. Jean de
Charney, su nieto, murió en la batalla de Poitiers. Tras
su muerte, su viuda, Jeanne de Vergy, se halló en pose-

376
sión del sudario y lo tuvo expuesto en una iglesia de
Lirey.
Knight y Lomas basan sus hallazgos en parte en las
pruebas del carbono 14 de 1988 y en la investigación de
Mills en 1995 acerca de una reacción química llamada
auto-oxidación, y argumentan que su teoría concuerda
con los datos conocidos sobre la creación de la tela y de
los resultados de la datación por radiocarbono.

REPRODUCCIÓN FOTOGRÁFICA
¿PODRÍA HABER SIDO LA SÁBANA SANTA HE-
CHA POR DAVINCI IMPRIMIENDO SU ROSTRO
EN ÉL?

La artista estadounidense Lillian Schwartz, consul-


tora gráfica en la Escuela de Artes Visuales de Nueva
York, quien se hizo conocida en la década de 1980
cuando comparó el rostro de Mona Lisa con un autorre-
trato de Leonardo da Vinci, sugirió luego la existencia
de dimensiones similares en el rostro del hombre del

377
Sudario y en el del mismo autorretrato del célebre-
polímata florentino.
Entre los métodos propuestos por los partidarios de
la creación de la imagen en la Edad Media, hay quien no
duda en considerar al sudario como la primera fotogra-
fía del mundo, atribuyendo su autoría a Leonardo da
Vinci. Según ellos, la imagen habría sido producida con
la ayuda de una linterna mágica, un dispositivo de pro-
yección simple y compuestos de plata sensibles a la luz
aplicados sobre la tela. Esta teoría se apoya en el pare-
cido que algunos encuentran entre el famoso autorretra-
to de Leonardo y la imagen del sudario, pese a que Leo-
nardo nació varios siglos después de la primera apari-
ción documentada de la sábana, si se considera que la
sábana de Turín es la misma que la de Edesa, cosa que
algunos expertos dudan.
Los principales defensores de esta teoría son Lillian
Schwartz (consultora gráfica de la School of Visual Arts
en Nueva York, quien se hizo conocida en la década de
1980 por pretender que la Mona Lisa era un autorretrato
de Leonardo), Lynn Picknett (investigadora), Nicholas
Allen (profesor en Historia del Arte de la Nelson Man-
dela Metropolitan University en Sudáfrica, quien sostie-
ne que la prueba de que el sudario fuese una fotografía
de Da Vinci sería que se encontraran rastros de sulfato
de plata en el sudario) y Larissa Tracy (profesora de la
Longwood University en Virginia). Todos ellos afirman
que Leonardo tenía todos los conocimientos necesarios
en anatomía y los materiales para fabricar una primitiva
cámara oscura como para fabricar un sudario falso que

378
reemplazaría a la falsa reliquia de mala calidad que es-
taba en posesión de la familia Saboya desde 1453.

PINTURA

En 1979 Walter McCrone, un miembro del equipo


STURP, concluyó que la imagen estaba compuesta por
partículas de pigmentos. Las fibras disponibles para el
estudio de las manchas fueron aquellas que quedaron
pegadas a una treintena de cintas adhesivas que se apli-
caron a secciones diferentes de la tela en el año 1978
por el STURP. Según McCrone, los pigmentos son una
mezcla de témperas rojo ocre y bermellón. Su grupo de
óptica electrónica publicó en cinco artículos los resulta-
dos de estos estudios en revistas revisadas por científi-
cos. Tras conocer la noticia, STURP le retiró las mues-
tras y le reemplazaron por otros científicos. En palabras
de McCrone, le «expulsaron» de STURP. McCrone fue
uno de los mayores defensores de la teoría de que el
Sudario es falso. Raymond Rogers, químico de Los
Álamos National Laboratory, University of California,
poseedor durante un cuarto de siglo de las 32 muestras
de la Sábana Santa, no pudo corroborar (observando con
un microscopio de luz polarizada similar al que había
utilizado McCrone) los hallazgos de pigmento de óxido
de hierro sobre esas mismas muestras. Tampoco pudo
hacerlo el experto Joe Kohlbeck de la Hércules Corp. al
que Rogers solicitó colaboración.
Otros análisis microscópicos de las fibras parecen
indicar que la imagen se limita estrictamente a la capa
de hidratos de carbono, sin capas adicionales de pig-

379
mentos a la vista. Los partidarios de la autenticidad del
sudario replican que ninguna técnica conocida de pintu-
ra a mano puede aplicar un pigmento con semejante ni-
vel de control sobre una superficie de fibras nanométri-
cas. Sin embargo, las hipótesis de algunos autores críti-
cos, como Nickell o Garlaschelli, no suponen que la
imagen fuera pintada tal como la conocemos. Ellos
piensan que lo que vemos son restos o una marca de una
pintura original que, según testigos de la época, aparecía
entonces como “pintada hoy mismo”.

MÁSCARA SOLAR (TEORÍA DE LA SOMBRA)

En marzo de 2005, Nathan Wilson, profesor del


Nuevo Instituto de San Andrés, hizo público en un ar-
tículo de la revista Libros y Cultura que había fabricado
un símil de la imagen de la sábana exponiendo lino ne-
gro al sol durante diez días, bajo una lámina de cristal
sobre la que se había pintado una máscara del positivo.
Su método, aunque rudo y preliminar, atrajo, sin embar-
go, la atención de varios sindologistas, especialmente de
Raymond Rogers, del equipo STURP original, y del Dr.
Antonio Lombatti, fundador de la revista Approfondi-
mento Sindone. El método de Wilson destaca porque no
requiere conjeturas sobre técnicas medievales descono-
cidas y por ser compatible con las afirmaciones de que
no hay pigmentos en la tela. No obstante, el experimen-
to no se ha repetido, y las imágenes deben pasar todavía
por análisis químicos y microscópicos. Surgen también
dilemas sobre la disponibilidad de un cristal medieval lo
bastante grande para crear la imagen, el coste desmesu-

380
rado que tendría y la compatibilidad del método con la
afirmación de Fanti de que la imagen original es de do-
ble cara.

ANÁLISIS DEL SUDARIO

Escultura que representa fielmente al hombre que fue


cubierto con la síndone
¿Es Jesús de Nazaret?

ANÁLISIS HISTÓRICO DE MATERIALES

Gran parte de la investigación reciente se ha centra-


do en las marcas de agua y quemaduras. Las quemadu-
ras más grandes provienen claramente del incendio de
1532 (hay otras menores en forma de L que debieron
originarse en algún momento anterior), y se supone lo
mismo para las marcas de agua.
Sin embargo, en 2002, Aldo Guerreschi y Michele
Salcito presentaron un escrito en París durante el IV

381
Simposio Científico Internacional, opinando que mu-
chas de esas marcas debían de ser más antiguas, porque
las simetrías se corresponden más con el plegado que se
requiere para guardar la tela en una jarra de barro (como
las muestras de tela en Qumram) que para hacerlo en el
relicario que la hospedó en 1532.
Según la experta restauradora de textiles Mechthild
Flury-Lemberg hay un zurcido en la sábana idéntico a
un tejido del siglo primero, que era exclusivo de la for-
taleza de Masada junto al Mar Muerto. Su patrón de
hilado, un entretejido 3:1, es el propio del diseño sirio
de la época, según la apreciación de Gilbert Raes, del
Instituto Ghent de Tecnología Textil en Bélgica. Flury-
Lemberg expuso que «la tela de lino del Sudario de Tu-
rín no exhibe técnicas de tejido ni costuras que contra-
digan su origen como producto de gran calidad de los
obreros textiles del siglo primero».
Estas afirmaciones son contradichas por el trabajo
de Orit Shamir. Según Shamir, son varias las diferencias
fundamentales entre el tejido del sudario de Turín y los
de Palestina en el siglo I (analiza más de 1500). Ni el
tipo de hilado (torsión en Z), ni el material, ni la densi-
dad del entramado (demasiado denso), ni el formato de
tejido del lino (3:1), son propios de las telas del siglo I
en Palestina. Además, pese a lo que afirmó Flury-
Lemberg, los hilos que se utilizaron para coser la franja
lateral del Sudario de Turín pueden encontrarse en pe-
riodos distintos de la época romana. No hay ningún teji-
do de la época que contenga algodón. Shamir también
descarta que la tela haya sido importada desde otros te-
rritorios.

382
ESTUDIO FORENSE MÉDICO Y BIOLÓGICO
DETALLES DE LA TÉCNICA DE LA CRUCIFIXIÓN

Los partidarios de la autenticidad del sudario sostie-


nen que es improbable que un falsificador medieval es-
tuviera al tanto de algunos detalles técnicos de un méto-
do de ejecución abandonado casi por completo desde
hacía siglos. La perforación de las muñecas en vez de
las palmas va en contra de la iconografía tradicional
cristiana, sobre todo la medieval, pero el Dr. Pierre Bar-
bet creyó que los condenados a la cruz eran clavados
habitualmente por las muñecas como en la imagen del
Sudario de Turín, y esto no era algo de común conoci-
miento en la Edad Media. Respecto a la posición de los
clavos existe una polémica en torno al único esqueleto
de un crucificado que se ha encontrado.
El arqueólogo Nicu Haas pensó haber encontrado
rastros de clavos entre el húmero y radio, pero una revi-
sión posterior de Zias y Sekeles afirmó que los indicios
eran insuficientes y mantuvo la hipótesis de cuerdas en
las manos, en lugar de clavos.84
La teoría del Dr. Pierre Barbet fue criticada por el
Dr. Frederick Zugibe, y por el arqueólogo Joe Zias. El
primero demostró que es imposible que un clavo pasara
por el espacio Destot, como pretendía el Dr. Barbet. Y
Zias advierte de que los crucificados en el Imperio Ro-
mano no pendían de las muñecas, sino que, para alargar
la agonía, se les colocaba un soporte (“sedile” y otros).

383
MANCHAS DE SANGRE

En la sábana se localizan varias manchas rojizas que


asemejan sangre. El químico Walter McCrone (ver arri-
ba) las identificó como meros pigmentos e informó de
que ninguno de sus exámenes de las muestras encontró
presencia de sangre.
La tonalidad de rojo de estas supuestas manchas de
sangre plantea serias dudas. Normalmente, las manchas
de sangre se decoloran en relativamente poco tiempo
hasta adquirir en su totalidad un tono parduzco, mien-
tras que las del sudario abarcan del rojo puro al marrón
habitual. Los defensores del sudario manifiestan que las
manchas no provinieron de heridas abiertas, sino del
líquido exudado por coágulos, aunque eso no resuelve el
problema del color. En casos de traumas graves (como
el del hombre del sudario), este líquido estaría compues-
to por bilirrubina y hemoglobina oxidada, la cual per-
manecería por siempre roja. Adler y John Heller afirma-
ron haber hallado bilirrubina y albúmina en las man-
chas. Sin embargo, se desconoce si las manchas se pro-
dujeron al mismo tiempo que la imagen, que tanto Adler
como Heller atribuyen al envejecimiento prematuro del
lino.
Los análisis de Adler y Heller han sido criticados
por John F. Fischer. Este analista forense critica la vali-
dez de los análisis de sangre que hicieron Adler y Heller
porque no son específicos y pueden dar positivos falsos
y la hipótesis de coloración por bilirrubina, ya que no ha
sido demostrada empíricamente.

384
Respecto a la posición de los regueros de sangre
Garlaschelli y Borrini han presentado un estudio según
el que las manchas no pueden proceder ni de un hombre
crucificado ni de un cadáver colocado en posición supi-
na.

GRANOS DE POLEN

Los investigadores de la Universidad Hebrea de Je-


rusalén informaron de la presencia de granos de polen
en las muestras, pertenecientes a especies primaverales
de Palestina. No obstante, los investigadores Avinoam
Danin y Uri Baruch trabajaron con muestras provistas
por Max Frei, un criminólogo retirado de la policía sui-
za. Una revisión independiente descubrió que, de las 26
cintas adhesivas usadas para tomar muestras, 25 apenas
contenían restos de polen y casi todos se encontraban en
una sola cinta, lo que podría ser un indicio de manipula-
ción o, al menos, de contaminación. Posteriormente, el
Prof. Danin retiró su apoyo a las identificaciones de pó-
lenes hechas por Frei.
Danin y Baruch también detectaron siluetas de dis-
tintas flores en la tela. Basándose en las especies identi-
ficadas, han sugerido que deben provenir del entorno de
Jerusalén, en los meses de marzo o abril. En el área
frontal, la que correspondería a la corona de espinas,
hallaron vestigios de Gundelia tournefortii, que en el
área de Jerusalén es exclusiva de este periodo del año.
Este análisis está basado en la interpretación de varios
patrones en el sudario como plantas particulares. Aun-
que los escépticos aducen que, debido a lo confuso de

385
las imágenes disponibles, no es posible decantarse
inequívocamente por una especie concreta de planta.
Gaetano Ciccone, analizando los muchos puntos os-
curos del trabajo de Frei, la utilización de fotos ajenas
como propias, la imposibilidad de ciertas afirmaciones,
etc., concluye que en sus estudios hay algo más que in-
competencia o superficialidad. Igualmente crítico, aun-
que menos drástico en las conclusiones, es Vaughn
Bryant, en su recensión del libro de Danin et allia. Este
autor extiende su escepticismo a los trabajos de Danin y
Baruch, que encuentra insuficientemente fundamenta-
dos.

PROCESAMIENTO DIGITAL DE LA IMAGEN

Varios estudiosos han aportado multitud de nuevos


detalles al utilizar técnicas de procesamiento digital so-
bre la imagen.
En 1978, el STURP (Shroud of Turin Research Pro-
ject: proyecto para la investigación del sudario de Turín)
investigó la Sábana Santa. En 1981 publicó su informe
final, en el cual se dice: «No hay métodos químicos o
físicos conocidos capaces de dar cuenta de la totalidad
de la imagen […]. La respuesta a la cuestión de cómo se
produjo la imagen o qué produjo la imagen es ahora,
como en el pasado, un misterio».
En 1981 el padre Francis L. Filas aseguró haber de-
tectado imágenes de monedas en los dos ojos. Según su
estudio, la derecha pertenecería a una moneda de cobre
romana realizada en Jerusalén entre los años 29 a. C. y
30 d. C., mientras que la izquierda asemeja una moneda

386
de lituus del reinado de Tiberio. En el siglo I fue cos-
tumbre poner monedas al cerrar los ojos a los muertos,
razón que explicaría la presencia de las monedas. Algún
error ortográfico de las monedas se ha encontrado en
varios ejemplares no ligados con la sábana. Su teoría fue
debatida por Antonio Lombatti y Alan Whanger en
“Doubts Concerning the Coins Over the Eyes”.Gian
Marco Rinaldi publicó en el boletín de CICAP una críti-
ca detallada con abundante material gráfico. Rinaldi
afirma que la costumbre de poner monedas en los ojos
no era hebrea y menos poner monedas imperiales en un
cadáver de un judío religioso. También compara las fo-
tografías que usó Filas con otras de mayor resolución,
en las que desaparece la imagen del leptón.
En 1979, Piero Ugolotti dijo haber hallado caracte-
res griegos y latinos próximos a la cara, que fueron es-
tudiados posteriormente en 1997 por André Marion y su
alumna Anne Laure Courage, del Institut d’Optique
Théorique et Appliquée d’Orsay (Instituto de Óptica
Teórica y Aplicada de Orsay).
En el lado derecho encontraron las letras ΨΣ ΚΙΑ,
que ellos interpretaron como ΟΨ—ops ‘cara’ + ΣΚΙΑ—
skia ‘sombra’, aunque no aparece la primera letra. El
problema de esta interpretación es que es gramatical-
mente incorrecta, pues en griego «cara» debería apare-
cer en genitivo. A la izquierda hallaron las letras in ne-
ce(parte tal vez de in necem ibis, ‘irás a la muerte’), y
ΝΝΑΖΑΡΕΝΝΟΣ— nnazarennos (una forma penosa de
escribir ‘nazareno’). Los científicos detectaron otras
muchas «inscripciones», pero según Mark Guscin, so-
lamente una de ellas podría estar escrita en griego o la-

387
tín: ΗΣΟΥ que es el genitivo de «Jesús», a falta de la
primera letra.
Sus oponentes rechazan frontalmente estas afirma-
ciones, por estar los textos plagados de errores ortográ-
ficos. Guscin concuerda con ellos en que estos detalles
se han extraído de interpretaciones claramente subjeti-
vas, muy al estilo de un test de Rorschach.

ANÁLISIS ARTÍSTICO

Hay muchas similitudes entre la imagen de la sába-


na y las representaciones pictóricas tradicionales de Je-
sús. Aquí se muestra el mosaico de Cristo Pantocrátor
de la iglesia de Daphni, en Atenas.
La imagen del lienzo de Turín presenta rasgos del
arte bizantino y gótico que han sido reconocidos por
diversos autores. Paul Vignon señaló más de una docena
de coincidencias en el rostro, que incluyen detalles que,
según él, se podían ver en la mayoría de las representa-
ciones bizantinas de Cristo. Dan Scavone señala como
la imagen de Turín es similar a las lamentaciones del
siglo XII. Basándose en estas semejanzas, mantienen
estos autores que el arte bizantino habría formado sus
cánones de representación del rostro humano en la imi-
tación del lienzo de Turín. Esto sería una prueba de su
existencia anterior al siglo VI.
Noemí Gabrielli, experta que examinó la tela en
1973, la consideraba una obra de un artesano renacentis-
ta. Ella creyó observar en la imagen técnicas similares al
sfumato de Leonardo Da Vinci, sin llegar a atribuirle la
tela personalmente. Sobre esta base lanzó la hipótesis de

388
que la tela original pudiera haber sido sustituida a fina-
les del siglo XV, idea que fue recogida por Lynn Pick-
nett y Clive Prince para atribuir la imagen al propio
Leonardo, del que sería un autorretrato.
Otros autores, como Denis Dutton, o Gregory S.
Paul, encuentran la relación más bien con el gótico que
con el arte bizantino. Para estos autores, la posibilidad
de que el arte haya imitado una figura desconocida en la
Antigüedad es prácticamente nula. Más bien consideran
las semejanzas como una prueba contraria a la autenti-
cidad, siendo el artista que hizo el sudario el que siguió
modelos artísticos de su época. William S. A. Dale, ex-
perto de la National Gallery of Otawa, señala el extraor-
dinario parecido del lienzo de Turín con el Epitaphios
serbio de Milutin Uros (1300 aprox.), lo que, a su juicio
fecharía el primero a partir de finales del siglo XIII.
Ciertas desproporciones anatómicas, que no son
compatibles con una representación realista de un cuer-
po humano, han sido señaladas como prueba de que la
imagen de Turín es una obra iconográficamente asimi-
lable al arte bizantino o bizantinizante. Por ejemplo, la
longitud desmesurada de los dedos.
La posición de los clavos en las manos ha suscitado
una polémica en relación con su plausibilidad artística
que puede verse en el apartado Detalles de la técnica de
crucifixión.

Después de muchísimos análisis científicos a lo lar-


go de la historia no existe una prueba definitiva para
demostrar que el personaje de la sábana Santa sea Jesús

389
y no tenemos suficientes avances en la actualidad para
saber de qué forma se quedó plasmada esa imagen.
Ni siquiera podemos saber si es de un ser humano
real por lo que usted tiene la última palabra Sea o no sea
él, la Sábana Santa es uno de los mayores misterios re-
lacionados con Jesús en la actualidad

Como último tema a abarcar en este libro y a modo


de reflexión hemos añadido una información que, aun-
que no tenga que ver directamente con la vida de Jesús,
es muy interesante para que quede claro que el final de
la religión católica, como el de todas las religiones anti-
guas ya olvidadas, está cerca y con ella el de todas sus
enseñanzas , personajes etc. …Veamos..

390
4200 RELIGIONES Y 30000 DIO-
SES A LO LARGO DE LA HISTO-
RIA. ¿Y CREES QUE LA TUYA ES
VERDADERA?

Algunos especialistas predicen la desaparición de


las religiones en muchos países, como ya ha ocurrido a
lo largo de la historia con posiblemente miles de dog-

391
mas que se esfumaron tras provocar guerras, leyes y la
sumisión de sus creyentes
Si usted cree ciegamente en alguna de las 4.200 re-
ligiones que existen en el mundo, seguramente su fe
merezca un hueco en uno de esos 4.200 cielos que habi-
tualmente se contradicen unos a otros. Durante mile-
nios, millones de personas han creído en dioses que hoy
ni siquiera se recuerdan. Los humanos les rezaron, les
erigieron templos e incluso mataron por ellos, pero hoy
aquellos seres todopoderosos no existen. Tampoco exis-
tían entonces, pero ahora no existen ni en la memoria
colectiva. Son religiones extinguidas.
Un paseo por la mayor colección privada de manus-
critos del mundo, con casi 14.000 piezas que se remon-
tan a los 5.000 años de antigüedad, podría hacer temblar
las convicciones de cualquier persona religiosa. Es la
colección Schøyen, acumulada en Oslo por el empresa-
rio noruego Martin Schøyen. En uno de sus manuscri-
tos, una tablilla de arcilla de hace 4.400 años, aparece
una recopilación de dioses sumerios: Enlil, Ninlil, Enki,
Nergal, Hendursanga, Inanna-Zabalam, Ninebgal, Inan-
na, Utu, Nanna. Lo fueron todo. Se legisló en su nom-
bre. Sus historias, como las de todos los dioses, eran la
Verdad revelada coma por coma y punto por punto. Y
hoy no son nada.
La sumeria, florecida en lo que hoy es Irak, no es la
única religión extinguida representada en la colección
Schøyen. También aparecen amuletos dedicados a Enki,
el dios del agua dulce en el que creían los asirios hace
2.800 años; papiros egipcios dedicados a Osiris hace
más de 3.000 años, espejos de bronce con inscripciones

392
dedicadas a dioses etruscos y rituales contra la migraña
practicados por los sacerdotes babilónicos hace 4.000
años.

DOGMAS PREHISTÓRICOS

Son cinco religiones extinguidas sin salir de la co-


lección del empresario noruego, pero el número total de
dogmas y evangelios desaparecidos es incalculable. En
realidad, ni siquiera se sabe con certeza cuántas creen-
cias diferentes siguen vivas. “Se puede afirmar con se-
guridad que nadie sabe con exactitud cuántas religiones
hay, aunque la mejor estimación es 4.200”, señala el
filósofo estadounidense Kenneth Shouler en su libro
The Everything World’s Religions Book. Es la misma
cifra que ofreceAdherents.com, una página web especia-
lizada en acumular datos de religiones actuales. Otros
cientos habrían desaparecido, o incluso miles, si tene-
mos en cuenta que muchos paleo-antropólogos sostie-
nen que otras especies humanas, como los neandertales,
tuvieron creencias religiosas cientos de miles de años
antes que la nuestra. De aquellas especies quedan hue-
sos fósiles. De sus religiones, ni eso.
El profesor estadounidense Daniel Abram saltó a los
medios de comunicación en 2011, cuando su equipo
vaticinó mediante modelos matemáticos la desaparición
de las religiones a medio plazo en los nueve países que
estudiaron. Eran Australia, Austria, Canadá, la Repúbli-
ca Checa, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Nueva Ze-
landa y Suiza, países en los que los censos disponían de
datos de afiliación religiosa en el último siglo.

393
La tesis de Abram, de la Universidad Northwestern,
y sus colegas era sencilla y ya la habían aplicado para
calcular el ritmo de desaparición de idiomas minorita-
rios. Los científicos parten de la base de que un grupo
social con muchos miembros es más atractivo para un
ciudadano, y de que un grupo social tiene un estatus y
una utilidad. Por ejemplo, argumentaban, en Perú puede
ser más útil y tener un estatus superior hablar español
que quechua. Lo mismo estaría ocurriendo con las reli-
giones en los países ricos, en los que las iglesias se va-
cían. Un Eurobarómetro de 2010 mostraba que el 51%
de los europeos cree en un dios, otro 26% cree en algu-
na clase de “espíritu o fuerza vital” y un 20% es ateo. El
ateísmo es mayor en Francia (40%), República Checa
(37%) y Suecia (34%), pero sigue siendo residual en
países como Grecia (4%) y Rumanía (1%).
Debería ser posible obtener una estimación aproxi-
mada del orden de magnitud de cuántas religiones se
han extinguido a lo largo de la historia. El problema es
que incluso esa estimación sería subjetiva, porque no
hay una manera aceptada mundialmente para determinar
si dos sistemas tienen suficientes elementos en común
como para constituir una sola religión”
“Se parece bastante a intentar contar el número de
especies que han vivido en algún momento en el plane-
ta, pero es incluso más complicado”.
El filósofo estadounidense Daniel Dennett propugna
la investigación científica de las religiones e intenta
predecir su futuro. En una de sus hipótesis más radica-
les, el fenómeno religioso ya agoniza. “En este escena-
rio, aunque puede haber algunas manifestaciones de

394
resurgimiento locales y temporales, o incluso algunas
catástrofes violentas, las grandes religiones del mundo
pronto se extinguirían, como lo hacen cientos de reli-
giones menores que se desvanecen antes de que los an-
tropólogos puedan siquiera registrarlas”, reflexiona
Dennett, codirector del Centro de Estudios Cognitivos
de la Universidad de Tufts (EEUU). En ese escenario
extremo, “nuestros nietos vivirán la transformación de
la Ciudad del Vaticano en el Museo Europeo del Catoli-
cismo Romano, y la de La Meca en El Mágico Reino de
Alá de Walt Disney”.

Una vez visto como el ser humano ha manipulado


todas las religiones a lo largo de la historia, amoldándo-
las a sus dogmas y sabiendo el número infinito de estas
que han existido, se han olvidado o simplemente han
sido recicladas, nuestro equipo tiene bastante claro que
la existencia de un Dios superior no tiene nada que ver
con cualquier enseñanza terrestre. Que las religiones
solo son la forma que tiene una cultura de intentar en-
tender lo que hasta día de hoy no tiene explicación ra-
cional para ellos a la vez que una forma de manipular al
pueblo y doblegarlo. Pero claro...esto es una opinión
personal y cada individuo tiene la última palabra y tiene
que seguir sus instintos para poder conocer su verdad
que no tiene por qué ser la de otros.

Hemos visto la totalidad de las teorías ocultas sobre


la vida de Jesús, documentadas de una u otra forma e
igual de importantes que las “oficiales”, solo que al-
guien en algún momento decidió que no eran válidas.

395
Con todas las cartas sobre la mesa tanto creyentes
como no creyentes pueden tomar sus propias conclusio-
nes pero hay una cosa que se puede afirmar rotunda-
mente:

SIN IMPORTAR SI EXISTIÓ O NO la figura de


Jesús ha cambiado el curso de la historia radical-
mente a millones de personas en nuestro planeta por
lo que no nos equivocamos si decimos que es EL
PERSONAJE MÁS IMPORTANTE DE LA HU-
MANIDAD

396
Este libro fue impreso el
30 de octubre de 2018

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