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“Jesús le increpó y el

Año 1 Número: 33
demonio salió de él, y
Tono: 1
quedó sano el joven desde
25 de Agosto de 2019 aquel momento… Esta clase
con nada puede ser
10mo Domingo después de Pentecostés
Sinaxario: arrojada sino con la oración
Santos mártires Fotio, Aniceto y y el ayuno”.
los con ellos martirizados

Parece ser que la expulsión del demonio


Santos Aniceto y Focio de Bitinia: del epiléptico, en el relato del Evangelio
Padecieron bajo la persecución de hoy, es una piedra fundamental para
de Diocleciano y algunas versio-
nes les hacen hermanos, otras tío
revelar la profundidad de la fe o su caren-
y sobrino. Poco se conoce de cia. Jesús mostró su insatisfacción, y
ellos, salvo escuetas Actas. Según
estas, fueron apresados por ser
explicó que la imposibilidad de expulsar a
cristianos y estuvieron en prisión los demonios se debe a la “falta de fe”.
tres años, condenados a trabajos También llamó a aque-
en ocasiones, y en otras
padeciendo aislamiento, sin que lla generación “perversa e incrédula”. Tal
nadie se ocupara de juzgarles. Al fe que Jesús reprendió es incapaz de
cabo de estos tres años y pasan-
do el emperador por Bitinia, resolver los asuntos de la fe y sus
Nicomedia, se le quiso ofrecer un problemas, tanto físicos como espiritua-
espectáculo de juicio y condena
de cristianos y se les sacó de la
les. Tal fe no satisface a Jesús, ni respon-
cárcel. Fueron metidos en agua de a las necesidades del ser humano,
hirviendo, pero los santos salieron
de ella invictos. Luego se les
tampoco a sus cuestionamientos, y no
metió en un horno encendido, puede ayudarlo. La pregunta que nos
pero no padecieron hasta que hacemos en este texto y que Jesús
ellos mismos suplicaron a Dios
que les llevara a su reino, y expresa en duros términos es: ¿Cuál es
expiraron. Entonces muchos que la verdad de la fe, no la que conocemos
vieron tan prodigio, gritaron
"¡también somos cristianos!" y nosotros como generación incrédula, sino la que conoce Jesús?
todos fueron decapitados. La comparación de Jesús entre el grano de mostaza (la magnitud de la fe) y las
montañas (la magnitud de las obras) revela una verdad profunda y la naturaleza de
la fe de la cual habla el Señor. Si tuviéramos la fe del tamaño de un grano de mosta-
za, podríamos hacer obras de la magnitud de las montañas.
“El grano de mostaza” representa el tamaño de lo que podemos ofrecer, mientras
que “las montañas” representan el tamaño de lo que el Señor puede realizar. La
primera imagen se refiere a nuestra debilidad, mientras que la segunda se refiere a
lo que Su Gracia hará en nosotros. La fe que Jesús quiere es la que se funda en la fe
en la obra del Señor en nosotros. Es tal lo que el Apóstol Pablo le pidió al Señor que
Santoral Semanal sacara el aguijón que tenía en la carne, y a lo cual el Señor le respondió: “Te basta mi
Santo mártir Hipólito gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad” (II Co 9:12). La verdadera fe es
26 la fe que la Gracia del Señor actúa en nosotros, aun teniendo una fe y un anhelo que
igualen a un grano de mostaza. La fe, pues, no es sólo una mera creencia, sino la fe
Santo Profeta Miqueas en la persona de Jesucristo. ¡Tal fe es la fe de Pablo al decir que todo lo puede, pero
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en Cristo que lo fortalece (Cf. Fil 4:13)! En fin, la fe es unirse al Señor y poner en Él
nuestra esperanza.
Dormición de la Santí-
sima Madre de Dios 28 “La fe perversa” es creer en uno mismo o en creencias. Esta fe es inoperante y no
satisface las necesidades humanas para la vida. La fe viva sabe que Dios es quien
cumple todo y que “sin Él, nada podemos hacer” (Jn 15:5). La verdadera fe reconoce
Mandylion. S.Eustacio II,Arz.
Serbia V.Román;V.Rafael de 29 que somos seres humanos débiles, pero también creyentes fuertes. Somos, según
Banato las palabras del Apóstol Pablo, “un vaso para honra y otro para deshonra” (Rom
9:21). El ser humano es una vaso para honra cuando es “templo del Espíritu Santo” (I
Santo mártir Patroclo;
Santo mártir Mirón
30 Co 6:19), mientras que es un vaso para la deshonra cuando carece de la Gracia. El
ser humano se distingue entre todos los seres vivientes porque es el único que pue-
de recibir la gracia divina, dirigirse al Eterno y cambiar en la fe en Él, puesto que “el
Santo mártir Floro;
Venerable Juan de Rila
31 justo por la fe vivirá” (Rom 1:17). La singularidad del ser humano consiste en que él
puede “recibir” la gracia que viene de lo alto, por medio de su fe. La fe,
aun siendo como un grano de mostaza, es el canal que capta la frecuencia del
Espíritu que obra en nosotros las cosas buenas.

Pbro. Esteban Díaz. Telf.: (5) 3034772; 310- 2087384.- Calle 99 Nro. 47-38. Apto. 3-B. Edificio Loorissa. Barrio
Villa Santos. Email: dinigial@gmail.com; - Facebook: @ortodoxosenbarranquilla
www.iglesiaortodoxa.com.co
Tropario de la Resurrección, Tono I: Cuando la piedra fue sellada por los judíos * y los soldados vigilaban
Tu Cuerpo inmaculado, * resucitaste al tercer día, oh Salvador, * y diste la vida al mundo. * Por lo tanto
las potestades de los cielos Te claman, oh Vivificador: * Gloria a Tu Resurrección, oh Cristo. * Gloria a Tu
Reino. * Gloria a Tu dispensación, oh Único Amante de la humanidad

Tropario del Templo (San Basilio de Ostrog) Tono IV: Desde tu juventud te has entregado por completo al
Señor, permaneciendo en oración, esfuerzos y ayunos, ¡oh, padre teóforo! Has sido para tu rebaño ima-
gen de virtudes. Por esto, viendo Dios tu bendita disposición, te coloca como pastor y buen obispo de su
Iglesia. Y luego de tu dormición, conservó incorrupto tu santo cuerpo, ¡oh, San Basilio! Por eso, teniendo
cercanía a Cristo Dios, ruega que salve nuestras almas.

Contaquio de la Resurrección, Tono I: Resucitaste de la tumba en gloria como Dios, * y resucitaste al


mundo junto contigo, * y la naturaleza de los mortales Te alabó como Dios, * y la muerte se desvaneció,
* y Adán exulta, oh Soberano, * y Eva ahora redimida de las cadenas * se regocija, clamando: * Tú eres
El que concedes la resurrección a todos, oh Cristo.

Contaquio de la Theotokos, Tono VI: Oh Protección de cristianos sin deshonra, * oh inalterable Mediación
ante el Creador, * no desprecies las voces de súplicas pecaminosas, * mas adelántate, oh Bondadosa, *
al socorro de nosotros que fielmente Te clamamos: * Apresúrate a la intercesión * y date prisa a la
súplica, * Tú que siempre proteges, oh Theotokos, a los que Te honran.

Lector: El Proquímeno: ¡Que tu miseri-


cordia sea sobre nosotros, Señor,
conforme a nuestra esperanza en Ti! Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!

¡Alégrense, oh justos, en el Señor! Lector: Él es el que magnifica la salvación de Su


rey y hace misericordia a Su ungido, a David y
Lector: Lectura de la Primera Epístola su simiente por la eternidad (Sal 17: 50).
del Santo Apóstol Pablo a los
Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Corintios: I Corintios 4:9-16
Lector: Bienaventurado el varón que teme al
Hermanos: Pienso que a nosotros, los apóstoles, Señor, querrá Sus mandamientos sobremanera
Dios nos ha asignado el último lugar, como (Sal. 111:1).
condenados a muerte, puestos a modo de Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya! Evangelio Mateo 17:14-22
espectáculo para el mundo, los ángeles y los
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre que, arrodillán-
hombres. Nosotros, necios por amor a Cristo;
dose ante Él, le dijo: «Señor, ten piedad de mi hijo que es
ustedes, sabios en Cristo. Débiles nosotros; mas epiléptico y sufre demasiado, pues muchas veces cae en el
ustedes, fuertes. Ustedes honrados; mas nosotros, fuego y muchas en el agua. Se lo he presentado a tus discípu-
despreciados. Hasta el presente, pasamos los, pero ellos no han podido curarlo.» Jesús respondió: «¡Oh
hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con
ustedes? ¿Hasta cuándo habré de soportarlos? ¡Tráiganmelo
andamos errantes. Nos fatigamos trabajando
acá!» Jesús le increpó y el demonio salió de él, y quedó sano el
con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos.
joven desde aquel momento. Entonces los discípulos se
Si nos persiguen, lo soportamos. Si nos difaman, acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: «¿Por qué nosotros
rogamos. Hemos venido a ser, hasta ahora, no pudimos expulsarlo?» Les respondió: «Por su poca fe,
como la escoria del mundo y el desecho de porque en verdad les digo, que si tienen fe como un grano de
todos. No les escribo estas cosas para avergon- mostaza, dirán a este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se
desplazará, y nada les será imposible. Esta clase con nada
zarlos, sino más bien para amonestarlos como a
puede ser arrojada sino con la oración y el ayuno.» Yendo un
mis hijos queridos. Pues aunque hayan tenido
día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser
miríadas de pedagogos en Cristo, no han tenido entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y al tercer
muchos padres: pues yo los engendré en Cristo día resucitará.»
Jesús, por medio del Evangelio. Les ruego, pues, Gloria a tí Señor, Gloria a ti…
que sean mis imitadores.

El ser humano alcanza la perfección sólo cuando lleva el honor de su misión; y quien
lleva sobre sus hombros dicha misión con fe, la Gracia lo sostiene y el Señor guía sus
pasos. Entonces, esta persona se vuelve un medio divino, una luz en el mundo, y un
grano de mostaza que mueve montañas. La fuerza de este grano no proviene de sí
mismo, sino de la fe que está en él. La persona creyente es una mano de Dios que
opera en el mundo que necesita un grano de mostaza que pueda atraer el poder
de la gracia divina hacia el mundo sediento. El creyente es aquel que exclama
con el Apóstol Pablo en cada momento: “Porque no nos ha dado Dios un espíritu de
temor, sino de poder, y de amor, y de templanza” (II Tim 1:7), es decir el espíritu del
Hijo quien realiza todo por nosotros, mientras que Le entregamos ofrendas iguales en
tamaño a un grano de mostaza para que Él pueda realizar por nosotros obras iguales
en tamaño a montañas. Amén. (Homilía de Monseñor Pablo Yazigi, Arzobispo de Alepo)

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