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Quemaduras

¿Qué es una quemadura?


Las quemaduras son un tipo específico de lesión de los tejidos blandos. Se presentan cuando
el organismo recibe más energía (calórica, química o eléctrica) de la que puede absorber sin
lesionarse.
Una quemadura grave puede poner en peligro la vida y requiere atención médica inmediata.
La gravedad de la quemadura depende de la temperatura del medio que la causó y la duración
de la exposición. Principalmente son lesiones de la piel, pero a veces afectan a otros órganos
como pulmones, corazón, riñones, etc.
La severidad de las quemaduras está determinada por estos cinco factores:
 Profundidad de la quemadura: 1°, 2º y 3° grado.
 Extensión de la quemadura: Porcentaje del área del cuerpo afectado.
 Afección de regiones críticas: Manos, pies, cara y genitales.
 Edad del paciente: Menor de 2 años o muy anciano.
 Estado general de salud de la persona.
Causas. ¿Qué lo produce y cómo se produce?
Agentes físicos
 Sólidos calientes: Planchas, estufas.
 Líquidos hirvientes: Agua, aceite, café, etc.
 Frío: Exposición a muy bajas temperaturas ambientales, hielo local sin protección
intermedia, sprays de frío mal utilizados.
 Fuego: Directamente las llamas o sus residuos sólidos.
Agentes químicos
 Gasolina y en general derivados del petróleo.
 Acidos: Clorhídrico, sulfúrico etc.
 Álcalis: Soda cáustica, cal o carburo.
Agentes eléctricos
 Descargas eléctricas a diferentes voltajes: Cables, aparatos eléctricos, enchufes sin
protección, relámpagos.
 Agentes radioactivos: Rayos solares, rayos X, rayos infrarrojos, radiaciones
ionizantes.
Manifestaciones clínicas. Clasificación de las quemaduras
Las quemaduras pueden ser de primer, segundo o tercer grado según las capas de piel y la
profundidad de los tejidos lesionados.
Se considera de primer grado a la quemadura que lesiona la capa más superficial de la piel.
Es la quemadura generalmente causada por una exposición excesiva al sol. Los síntomas son:
Enrojecimiento de la piel o eritema, piel seca, dolor intenso y quemante, inflamación discreta
e hipersensibilidad de la zona afectada.
Las quemaduras de segundo grado son aquellas en que las capas superficial e intermedia de
la piel están lesionadas. El síntoma característico es la aparición de ampollas. Hay dolor intenso
e inflamación del área inflamada.
En las quemaduras de tercer grado están afectadas todas las capas de la piel y los tejidos
subyacentes como músculos, nervios, tendones y vasos sanguíneos pudiendo llegar hasta el
hueso. Este tipo de quemadura se produce por contacto prolongado con fuego, electricidad o
elementos cáusticos. El aspecto de la piel es en estos casos acartonado, completamente seco
y no hay dolor debido a la destrucción de las terminaciones nerviosas. Requiere siempre
asistencia médica precoz, aunque la lesión no sea muy extensa.
Al margen de esta clasificación se consideran quemaduras graves todas aquellas que:
 Dificultan la respiración.
 Las que se localizan en la cabeza, cuello, manos, pies o genitales.
 Las que afectan a niños de menos de 2 años o a ancianos.
 Todas las que incluyen lesiones de tercer grado.
 Las que afectan a más del 15 % de superficie corporal.
 Aquellas que van asociadas a traumatismos importantes.
 Toda quemadura grave puede ser mortal, por ello requiere atención médica lo antes
posible.
Tratamiento. ¿Cómo se soluciona?
En primer lugar hay que tranquilizar a la víctima y a sus familiares. Valorar el tipo de
quemadura y su gravedad. Hay que enfriar el área quemada durante varios minutos. Se puede
hacer aplicando una solución salina fisiológica o agua fría (no helada) sobre la lesión. No se
debe usar hielo para enfriar la zona quemada, ni aplicar pomadas o ungüentos porque éstas
pueden interferir la valoración posterior y el tratamiento médico. Cubrir el área quemada con
un apósito o una compresa húmeda en solución salina fisiológica o agua fría limpia y sujetar
con un vendaje para evitar la contaminación de la lesión.
Si se presenta en manos o pies coloque gasa entre los dedos antes de colocar la venda. Si el
afectado está consciente y refiere dolor se debe administrar un analgésico y abundantes
líquidos (si es posible suero oral, para reponer las pérdidas de agua y electrolitos). En todo
caso se trasladará al paciente a un centro asistencial. Cuando las quemaduras son de
gravedad, la víctima está inconsciente, no respira y no tiene pulso hay que iniciar
inmediatamente la reanimación cardiopulmonar y buscar urgentemente ayuda médica.
Ya en el centro médico se llevará a cabo el tratamiento general con analgesia y sedación si es
preciso, canalización de una vía venosa para el aporte necesario de líquidos y electrólitos y el
tratamiento local de la quemadura que consistirá en el lavado, rasurado de las zonas pilosas
(con pelo), secado con compresas estériles y resección quirúrgica de ampollas y tejidos
necróticos. Una vez realizado todo esto se decidirá que tipo de cura se aplica, una cura
expuesta o bien oclusiva.
Durante las primeras 72 horas es preciso controlar las constantes vitales (pulso, tensión
arterial, temperatura, función respiratoria), el balance hídrico (los ingresos de líquidos y la
diuresis) y realizar algunas pruebas complementarias como hematocrito (glóbulos rojos),
proteinograma (proteínas), ionograma (iones), radiografía de tórax y electrocardiograma.
Pronóstico y complicaciones
El pronóstico de las quemaduras depende de la ubicación, del grado de las mismas, de la
extensión de superficie corporal afectada y de la existencia o no de factores agravantes como
la edad, traumatismos asociados y enfermedades concomitantes como diabetes, insuficiencia
renal, SIDA u otras enfermedades inmunosupresoras (que disminuyen las defensas). La
complicación más frecuente de las quemaduras son las infecciones localizadas o generalizadas.

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