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Pequeña Minería y Artesanal
Pequeña Minería y Artesanal
¿Cómo
romper esta
cadena?
Es difícil de
ordenar pues
están los
intereses que
mantienen la
informalidad.
Hay que
luchar,
separar lo
correcto de lo
incorrecto y
abrir el camino del proceso de formalización.
Se dice que deforesta la selva y contamina los suelos y el agua por el uso
de insumos sin criterio técnico. Se le acusa de afectar en lo económico
porque no aprovecha racionalmente los yacimientos, trabajan por la
coyuntura, sin dar largo plazo a la mina y no contribuye a la región
pagando impuestos.
Esa es la visión que se vende al público de la minería artesanal, pero no
se ve que detrás de eso hay gente que necesita trabajar.
De lo poco correcto dicho en una entrevista, son más o menos unas 175
mil personas ocupadas, pero no sabemos en realidad su número. Se habla
de 400 ó 500 mil, y si le sumamos la actividad colateral puede pasar el
medio millón de personas. Es una población que mueve la economía de la
zona, incluso porque necesita insumos y talleres para su maquinaria.
¿En Puno?
Sí hay, pero es una zona que no esta ligada directamente al oro, sino a
zonas cocaleras. Hay provincias como Sandia donde se siembra coca, hay
cientos de centros de acopio para el Estado. La coca es parte de su
desarrollo y su costumbre, que sea mal utilizada, no me consta. Hay
oficinas del Estado que allí compran coca.
Entonces hay que tratar que estos titulares desarrollen una actividad
minera propia o compartan esa concesión y permitan, previo convenio,
un contrato de explotación.
¿Y cuál es la sanción?
No hay una sanción directa. Solo la paralización.
¿No pierde el denuncio?
No. Actualmente solo hay dos causales conocidas de pérdida de la
caducidad: por el no pago del derecho a vigencia de dos años
consecutivos, y cuando al término de 10 años no cumpla con acreditar
esa producción minera. (Según el DS 1040 ó 1051, se da prórroga de
cinco años pagando multa, para acreditar la producción mínima). Es
decir, paga sus multas por no acreditar producción mínima, sigue
pagando su derecho de vigencia y mantiene la concesión.
Evaluamos cómo modificar esta norma para lograr una actividad propia
o que permita que se formalicen otros, sin afectar el marco legal de
otros estratos mineros.
¿Y establece la sanción?
No, pero sería en un proceso judicial con el órgano competente.
¿Qué regiones?
Cajamarca y Puno. Por ejemplo, en la cuenca Ramis cuando se habla de
mineros artesanales a nivel de subsistencia no es correcto, porque tienen
maquinaria valorizada en medio millón de dólares, un cargador, un
volquete, o una retroexcavadora, con los que disturban los terrenos sin
remediarlos y depredan el ambiente.
Cuando actuamos, ciertas asociaciones reclamaron como si
maltratáramos a pobre gente indefensa, cuando son grupos económicos
fortalecidos que saben del daño que hacen y trabajan por coyuntura de
precios altos. Mientras más rápido depreden más rápido ganan, sin
preocuparse por el futuro.
El DS 005 establecía que aquel que compraba mineral tenía que abrir un
registro de comercializador o productor, para anotar la procedencia del
mineral. Pedía conocer la concesión minera, a quién se lo compraba, el
peso, la ley y todos los datos para su supervisión y evaluación por la
autoridad minera competente y luego cruzar información con la Sunat.
Ese documento podía ser fiscalizable, para empezar a trabajar una norma
de comercialización.
Esto se fue extendiendo hacia el sur, hasta Nazca, Ica, hasta el norte, y
por el sur llegó a las provincias de Caravelí y partes altas de Arequipa y
San Juan de Lucanas en la provincia de Ayacucho limítrofe con la costa.
¿En Piura?
En septiembre terminó el estudio en Piura y nos servirá para identificar a
los actores en esa zona y aplicar la formalización.
¿Cómo lo resolverán?
El proyecto Gama que operaba en Puno, solicitó a las partes: el titular
minero y los mineros informales, que se abra una mesa de diálogo para
la formalización. Nos invitaron como observadores y facilitadores y
acompañamos este proceso durante un año, hasta llegar a un acuerdo.
Juntamos a la comunidad de Upina, mineros de Ituata, de Ayapata e
informales agrupados en diferentes asociaciones, y el titular minero dueño
de una de las concesiones mineras.
La empresa dijo que les vendería el 56 por ciento de sus acciones a todas
las asociaciones agrupadas en personas jurídicas, se agruparon en tres.
Se hizo la transferencia de las acciones y formaron una nueva sociedad,
el convenio se firmó y fue el comienzo de la formalización, pero eso generó
malestar en la gente que no quiere la formalización y generaron el caos.
Tenemos una oficina allí con tres ingenieros, la DREM se incorporó con
una oficina dentro de nuestras instalaciones. La policía también cumplió
con su compromiso de poner un contingente numeroso para resguardar
la zona.