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Similitudes y diferencias entre el descubrimiento arqueológico de Egipto y de

Mesopotamia.

Descubrimiento arqueológico de Egipto

Descubrimiento arqueológico de Mesopotamia

Apenas quedaban huellas de los imperios pretéritos del Tigris y el Éufrates,


tanto en aspectos culturales, civilizatorios y arqueológicos; lo que hace el
hallazgo arqueológico de Mesopotamia el más grande hasta su tiempo. «Aquí
no había pirámides ni obeliscos como en Egipto».

El único punto de partida de los investigadores eran sólo algunas frases de la


Biblia y ciertas columnas desadaptadas de la llanura de polvo entre los ríos
que las circundaba. «Acaso también algunos trozos de arcilla que se podían
encontrar por allí cubiertos con signos cuneiformes extraños y que, sin
embargo, se consideraban sin significado alguno, ya que, según la
explicación de un observador primitivo, parecía como si en ellos «hubieran
pisado los pájaros cuando el barro estaba todavía húmedo»».

«Aram-nacharaim, Asiria entre ríos. Así se llamaba en el Antiguo Testamento


al país de los dos ríos. […] Nosotros conocemos aquel país con la
denominación de Mesopotamia, que en griego quiere decir lo mismo: entre
ríos. Hoy día se llama Irak, y Bagdad es su capital.»

Botta, Kinneir, C. J. Rich, Ainsworth fueron quienes prestaron atención a las


colinas de Mesopotamia pensando que podría haber ruinas debajo de ellas.
Botta emprendió la labor más motivado por la curiosidad y una esperanza
vaga que por una hipótesis preconcebida dentro de un plan determinado.
Luego de preguntar infructuosamente a los lugareños por el origen de sus
objetos antiguos y la arcilla cuneiforma que figuraba en sus establos decidíó
cavar en Kuyunjik, y aunque en ese lugar sí habían restos arqueológicos…
Botta cavó en vano.

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