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ORACIÓN

Padre de bondad, tú que sacas los demonios de las almas, tú que eres bondad
infinita, cura el alma de….., líbrala del mal, líbrala de la ira del malvado, líbrala
del poder de los abismos, líbrala del pecado carnal, líbrala de ofenderos, y,
siendo que yo, en su nombre te amo, en tu nombre la bendigo, limpiándola
del maleficio, sanando su espíritu, para que, limpia de todo mal, crea en ti,
viva para ti y llegue a tu presencia dando ejemplo de vida mientras esté en la
tierra, después parta hacia ti y se recoja en tu regazo. Amén.

Matrimonio

Hija mía, debes regalar la imagen pues no es mentira. Con esta imagen entra la luz
en los hogares y yo les daré la gracia en cada lugar que me veneren. Les diré unas
palabras porque no sólo ellos necesitan las palabras de Cristo, sino todos los
hombres.

Amados hijos míos, pronto abrazaréis el sacramento del Matrimonio. Este


sacramento os unirá en mí y recibiréis la gracia santificante para poder pasar las
penas y alegrías de la vida unidos siempre en amor y unidos a vuestro Dios que os
bendice con amor.

Hijos míos, la vida es dura. Los hombres que libremente optan por vivirla al lado
de la mujer amada y deciden vivir bajo el sacramento, han decidido una vida larga
y eterna, pues el sacramento es eterno, como todo lo que sale de la mano de Dios.
No sabéis el paso que vais a dar pues es un paso grande. Formaréis una familia
cristiana y os comprometéis a vivir el uno para el otro hasta el final de vuestras
vidas delante de Dios. Es un compromiso que adquirís con vosotros mismos y con
vuestro Padre celestial el cual os bendice y os llenará de bendiciones siempre para
que llevéis las penas y alegrías juntos en unión con Dios.

A ti, futura esposa, te digo. No te doy marido para obedecer, te doy esposo para
caminar cogida de su brazo, para que te puedas apoyar y sostener cuando las
preocupaciones te desborden, para mirarte en su mirada y descubrir que es tu carne,
porque seréis una sola carne y por ello lo habrás de respetar y amar.

A ti, futuro esposo, te digo: Coge la mano de tu esposa, llévala a tu corazón,


abrígala y socórrela. Amparándola te amparas a ti mismo, porque de su mano
comerás y de su vientre saldrá tu descendencia. Siendo así nunca la amarás
bastante. La protegerás lo suficiente y, siendo que tú serás la cabeza familiar, darás
ejemplo de entereza. Sabrás tener y dar consuelo a los tuyos. Tendrás caridad con
tu familia y respeto. Mas para todo ello deberás acercarte a la fuente de los dones
pidiendo ayuda al que tiene y posee todo bien, que es Dios, y Él te ayudará.

Ahora no tengáis miedo. Sólo amor y en ese amor, amar a vuestro Dios y a vuestro
prójimo. (11 - 7 - 1999)

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y por la Sangre redentora
de Cristo Crucificado concédele, Padre, la sanación.

1) Oración de la luz
Que la luz de Dios me envuelva por todas partes para que nada ni nadie pueda
hacerme daño y la voluntad del Padre se haga en mí. Que la misericordia de
Cristo crucificado caiga sobre todos nosotros. Amen.

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