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En 1218 S. Pedro Nolasco, tutor de Jaime I de Aragón, funda la orden de Nuestra Señora de la
Merced. La Virgen se le había aparecido rogándole que fundase una orden dedicada a la redención
de los cautivos. Esta aparición se festejaría en pinturas tales como las de Alonso del Arco (fig. 1) en
la que la Virgen muestra su deseo de que los mercedarios vistan de blanco en honor de su pureza
inmaculada
Para consolidar el apoyo teológico de la doctrina, Pedro II promulga en 1369 un privilegio real que
alienta la enseñanza del lulianismo, y, en 1393, Juan I crea en el palacio real una escuela lulianista.
Los lulianistas, defensores ardientes de la Inmaculada Concepción, contaban con el apoyo de los
reyes de Aragón.
Tanto es así, que cuando el inquisidor dominico Aymerich los atacó, Juan I no dudó en desterrarlo.
Con el aliento real, la Cofradía de la Inmaculada Concepción de Barcelona escribió en 1414 al
Emperador Segismundo pidiéndole que defendiese la doctrina. Requerimiento que se repitió al año
siguiente, así como en 1425 y 1431 y en el que solicitaban un mandato para que la devoción a la
Inmaculada Concepción se extendiese a todo el imperio. Cada petición incluía un nuevo tratamiento
de la doctrinas. El culto a la Inmaculada está particularmente bien documentado en Barcelona
debido a la actividad real aragonesa en su favor. La devoción se extendió simultáneamente por toda
la península. Un estudio de un amplio número de textos litúrgicos medievales nos muestra que la
fiesta de la Inmaculada Concepción se guardaba en el siglo XIII, incrementó su popularidad en el
XIV y se difundió ampliamente por toda España durante el siglo X.
El apoyo real y eclesiástico corrieron paralelos. A finales del siglo XIV, la doctrina de la Inmaculada
Concepción era generalmente aceptada no sólo por los franciscanos, sino también por importantes
teólogos tales como Jean Gerson. Alcanzó mayor difusión en el Concilio de 1431 en el que
destacaron las fervientes intervenciones de los españoles: atacaron la doctrina los dominicos Juan
de Torquemada y Juan de Montenegro en tanto que la defendió Juan de Segovia. Armadas por su
larga práctica en la defensa, terminaron por imponerse las fuerzas inmaculistas y, en 1439, el
Concilio proclamó oficialmente la doctrina.
Su desarrollo en España fue esencialmente un fenómeno del siglo XV que se fundamentó, sin
embargo, en adaptaciones de las representaciones marianas medievales a las creencias de los
patrones inmaculistas. Varias de las representaciones de la Inmaculada Concepción se basan en
fuentes narrativas. Otras dependen de inscripciones explicativas realizadas a este efecto
En el siglo XVI se revitalizará este fervor con numerosas cofradías constituidas bajo la advocación
de la Pura y Limpia Concepción de María, hermandades dedicadas a las labores caritativas y la
asistencia social.
Desde 1644, la Fiesta de la Inmaculada Concepción fue “fiesta de guardar” en todos los reinos de su
Majestad Católica; desde 1708, por orden del Papa Clemente XI se declaró “fiesta de guardar” en
toda la Iglesia Católica.
España celebra a la Inmaculada como patrona y protectora desde 1644, siendo el 8 de diciembre día
festivo de carácter nacional.
Los Colegios Oficiales de Farmacéuticos y las Facultades de Farmacia la tienen también como
patrona.
Origen
Para comenzar esta fiesta tiene su origen en Oriente en el S. VIII y en Occidente en el S. IX.
El Papa Sixto IV hizo que pudiese celebrar esta fiesta de la Inmaculada Concepción en Roma, ya
que antes no se hacía por disputas religiosas. Este personaje hizo que se celebrara por primera vez
en el año 1476.
Alejando VI en 1661 declaró que al celebrar esta fiesta no solo se veneraba su santificacion, sino
que además su pureza como virgen, inmune del pecado original.
Inocencio XII la categorizó como fiesta en 1693 e incluso llegó a todos los reinos. Pio IX definió el
dogma en 1854, la misa que hoy en día celebramos es la misma que el promulgó. La consideran
como máximo rango litúrgico a la categoría de solemnidad.
En Jerez
En el S. XIV podemos encontrar memorias sobre esta fiesta, cuya celebración se hacía en la
Parroquia del Salvador, La colegial de Jerez. Asistían los
personajes dicha importancia como el clero, el cabildo
(ayuntamiento).
Después había un procesión que se dirigía hasta la iglesia de
San Francisco donde allí se hacía una misa con que duraba
hasta las 13:00 pm.
Fray Luis de Carvajal en el año 1536 funda la Cofradía de la
Concepción, franciscano y guardián del convento de San
Francisco de Jerez. Este personaje inició la construcción de la
capilla de la hermandad que el mismo fundó y, que
actualmente sigue hoy día. En esta capilla siguen venerando
las imágenes de esta hermandad que tiene por nombre
“Hermandad de las Cinco llagas”.En este momento la iglesia
en la liturgia sustituye el termino Santificación, para expresar
la concepción de la propia María.
También encontramos que en el año de 1600 se celebraron en
honor de la Inmaculada unos juegos de “toros y cañas” en la plaza del Arenal, y que en 1610 por
acuerdo de la ciudad se organizó una procesión, así como una octava en la que se turnaron en coro,
púlpito y altar las hermandades y el cabildo eclesiástico, teniendo lugar esta celebración religiosa en
el Real Convento de San Francisco.
Don Alonso Caballero donó fondos para que se hiciera esta capilla, para la imagen que preside:
Inmaculada Concepción. En el mismo año acordó la ciudad, por iniciativa del caballero Miguel
Fernández de Villavicencio, hacer voto en defensa de la Pureza Inmaculada de María, lo que se hizo
efectivo en día 8 de ese mismo mes y año ante el escribano Luis de Utrera y Arenas. defendiendo el
glorioso privilegio de María, concebida sin mancha de pecado alguno. Dicho juramento fue hecho
por los miembros de los cabildos civil y eclesiástico, hermandades, caballeros y nobles de la ciudad
poniendo su mano derecha sobre el libro de los evangelios. Este voto fue renovado el 21 de julio de
1653 en la Colegial, y el 11 de septiembre de ese mismo año en Santo Domingo. Lo podemos
encontrar en las actas capitulares.
“Adornada con luces en sus naves. Veíase decorada con sus cuatro costados con cuatro
magníficos frontales de plata maciza la antigua planta del templete que constituye el altar mayor.
Y en los cuatro ángulos de dicha plataforma lucían caprichosos adornos de seda celeste y plata
que servían de unión los frontales. Sobre ello un cuadrado abierto por sus cuatro frentes con arcos
y guirnaldas de terciopelo de grana y oro. En las ochavadas esquinas se alzaban sobre pedestales,
columnas, imágenes, alumbradas con multitud de luces que se hallaban con multitud de luces...En
el centro del primer cuerpo se hallaban las andas de plata que posee la iglesia de la Colegial y
dentro de ellas la hermosa custodia. Por los cuatro lados del altar podían ver indistintamente los
fieles de la sagrada hostia, en que se adoraban la real presencia de Jesucristo en la Sagrada
Eucaristía. Componíase en el segundo cuerpo un gran pedestal, sobre el que se basaba un hermoso
y elegante dosel de raso blanco y celeste, adornado con franjas, flecos y borlas de oro, bajo la cual
se hallaba una preciosísima efigie María de la Inmaculada. Multitud de jarrones con flores,
candelabros de plata y arañas completaban el adorno de aquel monumento que no fue trazado
conforme a las reglas severas del arte, sino en consonancia con los gusto y caprichos del pueblo
creyente”.
En estas líneas extraídas expresamente de este libro, curiosamente se trata de una arquitectura
efímera puesto que más adelante en el texto afirmaba que el tercer día, 1 de mayo, se desmontaría el
mismo. Nos describe dos cuerpos adornado y, en el que podemos ver como estaba la sagrada
eucaristía.
No he encontrado grabado para poder ilustrar con imágenes esta descripción, pero más adelante nos
relata que las columnas de la colegial se encuentran vestidas con colgaduras de terciopelo carmesí.
Las capillas se encuentran adornadas también con tapices y flores.
Entre las alegrías de la celebración en la calle los balcones quedan adornados con telas y luminarias
colgaban en la noche. Había instrumentos, cuyos músicos con sus dedos tocaban una hermosa
melodía.
El relato continúa:
“También se hallaba adornado con sencillez y elegancia en su parte esterior el hermoso templo, en
cuyas azoteas y en cuya empinada torre, así como en el reducto, y en la escalinata construida
delante de la fachada principal por el declive del terreno, ondeaban multitud de banderas,
formando una magnífica perspectiva. Aquellas banderas en que alternaban el azul y el blanco con
el rojo y amarillo, y cada una de cuyas astas se hallaba coronada por una cruz; aquella multitud de
cruces en que remataban los palos de tantas: banderas, plantadas aquí y allá en los alrededores y
en las altas paredes del templo...Cuando murmuraban vuestros labios una oración, raudales de
religiosa armonía venían á embelesar vuestros espíritus.
Comenzaron el primer dia los sagrados oficios, llevando á la Divina Magestad en procesión por
los ángulos del templo, con asistencia de innumerables fieles con hachas encendidas, y al compás
de una brillante orquesta que acompañaba el magnífico Te-Beum' cantado por armoniosas voces.
Celebróse luego con la mayor pompa el Santo Sacrificio, y á la tarde hubo vísperas solemnes, á
que concurrieron multitud de fiedles. La misma sublime fiesta tuvo lugar al siguiente y al tercero
dia; concluyéndose la última tarde del; memorable triduo con: otra brillantísima procesión, á qué1
desistió un inmenso gentío para acompañar con luces á la Magestad Divina.”
Jerez tiene una gran devoción a la Inmaculada concepción y lo encontremos en muchas de sus
hermandades de la propia ciudad como la hermandad de viñas de Jerez.
La fiesta se hizo popular y he podido encontrar fotografías de como en los colegios religiosos
también se celebraba esta fiesta. Todo esto demuestra que en 1670 fue la primera ciudad en
considerar y en demostrar su fidelidad a la inmaculada concepción, su limpieza y su pureza y, así lo
corroboró su cabildo Municipal. Lo podemos ver en las actas capitulares (antes mencionado).
Actualmente se sigue renovando los votos después de cada misa. En cada templo, se celebra una
misa en honor a ella. Hay un procesión en la que trasladan a la virgen Inmaculada, llamada del
Sagrado Corazón, de la Catedral a las 17:30 pm completando un itinerario: Reducto Alto, C/ Aire,
C/ Cruces, Plaza Domecq, C/ José Luis Díez, Plz. Plateros, C/ S. Cristóbal, Alameda del Banco, C/
Larga, Alameda Cristina, C/ Porvera, C/ Lealas, Santa Ana, Marianistas, Plaza de las Marinas, C/
Tomás García Figueras, C/ Doctor Fleming, C/ Dr. Arruga, C/ Dr. Marañón, C/ Sancho Dávila, C/
Velázquez, Avda. Ángel Mayo, Avda. María Auxiliadora, Avda. Carrascal con un acompañamiento
musical.
Bibliografía:
http://www.lalineacofrade.com/wordpress/hermandades/inmaculada/
http://jerezintramuros.blogspot.com/2010/12/el-dogma-que-jerez-juro.html
http://www.juntadeandalucia.es/cultura/archivos_html/sites/default/contenidos/archivos/ahpcadiz/do
cumentos/DM0417.pdf
http://periodistacofrade.blogspot.com/2018/12/inmaculada-2018-concepcion-coronada-de.html