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Llama Olimpica

Es un símbolo de los Juegos Olímpicos. Conmemora el robo del


fuego de los dioses por parte de Prometeo y su posterior entrega
a la humanidad. Sus orígenes se remontan a la antigua Grecia,
donde se mantenía un fuego ardiendo en las sedes de
celebración de los Juegos Olímpicos Antiguos. El fuego fue
reintroducido en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928 y
desde entonces ha sido parte fundamental de los Juegos
Olímpicos Modernos.
El fuego siempre ha jugado un papel muy importante en la vida
del hombre. Su lugar en las creencias de la mayoría de los grupos
étnicos es una prueba de ello. En el caso de los antiguos griegos,
se explica la presencia del fuego en la tierra con el mito
de Prometeo. Aunque existen diversas versiones del mito de
Prometeo, las consecuencias y su destino son muy similares. A
Prometeo, titán hijo de Jápeto y Clímene, le fue encargado junto
a su hermano Epimeteo la distribución de las «facultades y dones
de todas las criaturas».

Vio a todos los animales armoniosamente equipados


y al hombre, en cambio, desnudo, sin calzado, sin
abrigo e inerme. [...] Ante la imposibilidad de
encontrar un medio de salvación para el hombre,
Prometeo roba a Hefesto y a Atenea la sabiduría de
las artes junto con el fuego [...] y se la ofrece, así,
como regalo al hombre.[10]
Protágoras de Platón

En castigo, Zeus ordenó que Prometeo fuera encadenado en lo


alto del Caúcaso, donde un águila le devoraría el hígado que se
regeneraría de nuevo al día siguiente Finalmente, un día Heracles
—en algunas versiones Hefesto— lo libera. El mito de Prometeo
«representa el eterno antagonismo entre los dioses y los
hombres».El acto del robo del fuego de los dioses, hace de «éste
algo más que un instrumento» que ayude a combatir el frío y
a cocinar los alimentos, es la «base creadora de toda cultura y
progreso técnico».

La tradición de la llama olímpica proviene de los Juegos


Olímpicos Antiguos. En la antigua Grecia, una llama eterna era
colocada frente a los principales templos Una situación similar
sucedía dentro de los límites de Olimpia, sede de las
competiciones, en el santuario dedicado a Hestia o en los
templos de Zeus y Hera donde también se realizaban sacrificios
de animales en su honor.
Sin embargo, dado que el fuego era parte de la adoración de los
dioses, existía la necesidad de que fuera puro. Por esta razón, los
antiguos griegos empleaban un skaphia, un «ancestro del espejo
parabólico». Este artefacto concentraba los rayos solares,
provocando un intenso calor; al colocarse una antorcha en el
centro del skaphia se encendía el fuego sagrado.[8][17] Aunque
el recorrido de la antorcha olímpica no tiene un precedente
antiguo, en Atenas se realizaba un evento similar
denominado lampadedromía —carreras de antorchas—
realizado en honor a ciertos dioses.
En cierto modo, la tradición del recorrido también se inspira en
la tregua olímpica, cuando mensajeros abandonaban Elis para
anunciar a otras ciudades-estado la fecha exacta de las
competiciones, además de establecer la ekecheiria —tregua
sagrada— en la que las ciudades-estado tenían la obligación de
detener las operaciones bélicas un mes antes y durante el
período de los Juegos Olímpicos para que atletas y espectadores
pudieran viajar con «relativa seguridad».[18][17][19][20]
Protocolo
De acuerdo a la Carta Olímpica, la llama olímpica «es una llama
encendida en Olimpia bajo la autoridad del COI» y una antorcha
olímpica es una antorcha portátil aprobada por el comité y cuya
función es la combustión de la llama. Además establece que los
comités organizadores serán los encargados de trasladar la llama
al estadio olímpico. El último recorrido de la antorcha y el
encendido del pebetero son elementos protocolarios
obligatorios de las ceremonias de apertura de los Juegos
Olímpicos tanto de verano como de invierno. Al igual que el
apagado del pebetero que, además de ser el último evento
protocolario, es el que marca el fin definitivo de los Juegos
Olímpicos.
En memoria de los Juegos Olímpicos Antiguos,
en Olimpia, Grecia, meses antes de la celebración de los Juegos
Olímpicos se organiza una ceremonia donde la llama olímpica es
encendida y con ello comienza el recorrido de la antorcha que
finaliza con el encendido del pebetero olímpico durante
la ceremonia de apertura La ceremonia se lleva a cabo frente a
las ruinas del Templo de Hera y es realizada
por sacerdotisas de Hestia —actrices griegas que portan
vestimentas de estilo griego antiguo. Mientras que en la
antigüedad se utilizaban los skaphia, actualmente se emplea el
espejo parabólico, con similares características, para la ignición
de la llama. La llama olímpica únicamente puede ser encendida
por medio de rayos solares.
Tras la ignición de la llama, esta es colocada en una urna para
luego ser transportada al estadio antiguo, donde es entregada al
primer portador. A partir de allí, la antorcha olímpica comienza
su recorrido —diseñado especialmente por cada Comité
Organizador— hasta finalizar con el encendido del pebetero. La
elección de Olimpia como punto de partida hace hincapié en la
relación existente entre los Juegos Olímpicos Antiguos y los
Modernos, además de que subraya la conexión entre ambos.
Como medida de precaución, días antes de la ceremonia se
enciende una llama según el método tradicional. Así, si no hay
sol el día de la ceremonia, la antorcha se enciende con la llama
que se mantiene en lámparas de seguridad.

Recorrido

La sede, como lo establece el Contrato de Ciudad Sede del


Comité Olímpico Internacional, tiene la obligación de realizar un
recorrido de la antorcha olímpica, cuya ruta deberá ser aceptada
por el COI. Comúnmente, el recorrido consta de dos secciones:
1. De Olimpia a Atenas:
La ignición de la llama en Olimpia es organizada por
el Comité Olímpico Helénico, que además se encarga de
transportar la llama de Olimpia a Atenas, específicamente
al antiguo estadio Panathinaikó.[43]
2. De Atenas a la ciudad sede:

Transporte

Tradicionalmente, los recorridos olímpicos fueron realizados a


pie principalmente por atletas; con el paso de los años también
han sido incluidos niños, ancianos y personas con diversas
discapacidades. Sin embargo, debido a razones prácticas y a las
particularidades de las regiones por las que debe pasar la
antorcha, ha sido necesario emplear medios de transporte cada
vez más diversificados El 13 de febrero de 1952 —Oslo 1952— se
encendió la antorcha olímpica —primera vez para unos Juegos
Olímpicos de Invierno— en la localidad noruega de Morgedal.
Esta fue la primera vez que la llama olímpica viajaba en nieve y
fue transportada completamente en esquíes. En este aspecto,
durante el recorrido de Calgary 1988, la llama viajó a Inuvik en
el círculo polar ártico, en relevos realizados en motonieve y Ski-
Doo. Tiempo después, en Vancouver 2010, la antorcha olímpica
visitó el asentamiento humano permanentemente habitado más
septentrional de la Tierra: Alert.[69]
La llama viajó en barco por primera vez durante el recorrido
de Londres 1948, donde abordó el HMS Whitesand Bay —
de Corfú a Italia— y más tarde el HMS Bicester para atravesar
el canal de la Mancha con dirección a Dover. 20 años más tarde
en México 1968, la llama fue llevada a bordo
del destructor mexicano Durango desde San Salvador hasta la
costa de Veracruz, allí fue llevada a tierra por diecisiete
nadadores, en relevos de aproximadamente 850 metros. Una
situación similar se vivió ese mismo año, en Grenoble 1968,
cuando un buzo, sosteniendo la llama fuera del agua, la llevó a
través del puerto de Marsella.
Más tarde, para Barcelona 1992, viajó en
la fragata Cataluña para el trayecto entre Grecia y España,
llegando a Ampurias, la puerta de entrada de la civilización
griega a la península ibérica. Para Sídney 2000, la antorcha viajó
a través de la Gran Barrera de Coral, sin embargo, en esta
ocasión viajó bajo el agua. En Agincourt Reef, Wendy Craig
Duncan, una bióloga marina, llevó la llama bajo el agua por 2
minutos y 40 segundos. En este caso, la llama ardió a
2000°C provocando una presión suficiente para mantener el
fuego a salvo del agua y garantizando así una llama brillante
fácilmente visible para los fotógrafos submarinos. Seis años
después, la llama olímpica cruzó el Gran Canal en una góndola y,
en los siguientes Juegos Olímpicos de Invierno, fue transportada
por surfistas.
El primer viaje en avión lo realizó durante el recorrido de Helsinki
1952 El 25 de junio, la llama fue encendida en Olimpia, al día
siguiente fue transportada a Atenas. Alrededor de las 9:30 horas
abordó un avión del Scandinavian Airlines System. A las 14:00
horas llegó a Múnich donde permaneció 45 minutos, para luego
realizar una escala en Düsseldorf, y finalmente aterrizar
en Aalborg a las 20:45 horas.[80] Para este viaje, el Protectorado
del Sarre donó una lámpara de seguridad en la que viajó la llama.
Más tarde, el Concorde le permitió viajar más rápido que el
sonido durante su travesía de Atenas a París para los Juegos
Olímpicos de Albertville 1992.
Durante el relevo realizado para los Juegos Olímpicos de
Montreal 1976, el 15 de julio en la ciudad de Atenas la llama
olímpica fue colocada en un sensor que la transformó en
«partículas ionizadas», por medio de impulsos electrónicos
codificados se transmitieron instantáneamente a Ottawa vía
satélite, para después ser decodificados y por medio de un rayo
láser re-encender la llama original. Sería durante el relevo de los
primeros Juegos Olímpicos celebrados en un periodo menor a
la olimpiada —Lillehammer 1994— cuando se llevó a cabo la
transferencia de la llama entre dos paracaidistas.[89][90]
Posteriormente en Atlanta 1996, Sídney 2000 y Sochi 2014 la
antorcha —más no la llama— fue llevada al espacio en manos
de astronautas.[91][92][93][94]
Gracias a las restrictivas leyes de cuarentena australian las
pruebas hípicas de los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 se
realizaron en Estocolmo. Celebrando este hecho, los relevistas
que llevaron la antorcha de Kastrup a Estocolmo hicieron el
recorrido completo a caballo. El caballo continuó jugando un
importante papel en el recorrido, por lo que en Atlanta 1996
el Pony Express fue parte importante del recorrido. La E n Sídney
2000, los caballos fueron remplazados por camellos durante el
paso de la llama por la Cable Beach Además de formas
espectaculares de transportarla, algunas veces también se buscó
rememorar momentos históricos importantes del país sede, por
ejemplo, en Atlanta, se transportó en canoas a través del río
Mississippi y, más tarde, en un vagón de la Union Pacific.

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