Los instrumentos de cuerda con arco pertenecen a la familia del violín.

Tienen cuatro
cuerdas, a excepción del contrabajo, que puede usar cinco en algunos casos. Las cuerdas
se afinan por quintas en violín (Mi-La-Re-Sol), viola (La-Re-Sol-Do) y violonchelo
(La-Re-Sol-Do) y por cuartas en el contrabajo (Sol-Re-La-Mi-[Do]), pues debido a su
gran tamaño, los intervalos necesitan de una amplitud mayor en la mano izquierda.

El sonido se produce por la fricción del arco sobre la cuerda, y abarca una considerable
variedad de golpes de arco: detaché, spiccato, portato, ricochet y un largo etcétera.
También se pueden producir sonidos con los dedos (pizzicato). Las técnicas
contemporáneas amplían estas posibilidades, aunque no se van a tratar aquí.

Otros instrumentos de cuerda con arco son la viola da gamba, violón*, o los
tradicionales rabeles, etc.

El arpa es un instrumento con una larga historia pero su forma actual, de doble
movimiento, se desarrolló a partir del s.XVIII. Su extensión abarca seis octavas, y
cuenta con una cuerda por cada nota, formando una escala diatónica. Los pedales
permiten subir o bajar un semitono a cada una de las notas (lo hacen en todas las
octavas simultáneamente), de modo que el arpa es en su forma moderna un instrumento
cromático.

La guitarra es un instrumento muy popular que ha experimentado un importante

renacimiento en el s.XX. La afinación de sus seis cuerdas no es equidistante (Mi-Si-Sol-
Re-La-Mi), al igual que ocurría con el laúd. Su repertorio es amplio, y, a diferencia de
los instrumentos de arco, posee trastes en el mástil.

La mandolina tiene ocho cuerdas, afinadas por pares (Mi-La-Re-Sol). Es un instrumento

popular, al igual que el banjo, de cinco cuerdas, el ukelele, etc.

La cítara entraría también en esta categoría. Su uso se remonta a la Antigüedad, pero en

su versión moderna, desarrollada en el s.XIX posee cinco cuerdas melódicas y
veinticuatro de acompañamiento, afinadas según las necesidades del repertorio.

El clave y el piano son los instrumentos más representativos de entre los cordófonos que
poseen un mecanismo para hacer sonar las cuerdas. Punteadas por unas uñas de cuero o
golpeadas por macillos.