Pacem in terris (Juan XXIII, 1963)

Es la última de las 8 encíclicas escritas por el papa XXIII la cual fue publicada 53 días

antes de que este muriera en 1963 justo un jueves santo.

Mientras Juan XXXIII era pontífice la tranquilidad del mundo fue alterada con

situaciones como la guerra fría, la crisis de los misiles de cuba, y la guerra de Vietnam además

de la construcción del muro de Berlín por lo cual surge esta encíclica.

Jugo un importante papel en la crisis de los misiles ya que, el Concilio Vaticano II seguía

avanzando y tres días después del llamamiento de Kennedy a la nación, el 25 de octubre, el papa

Juan XXIII pedía a las dos potencias que no permanecieran sordas ante la angustia de la

Humanidad.

Las cosas empezaron a encarrilarse al día siguiente, 26 de octubre, cuando ambos países

pactaron una solución diplomática para reducir la tensión que agitaba el mapamundi.

La encíclica “pacem in terris” es una encíclica hecha para defender la dignidad humana y

por otro lado hablar del desprendimiento de la religión con el área científica porque en el párrafo

2 se ve una clara aceptación del bien que la ciencia puede tener en el ser humano.

Más adelante el Papa explica como el ser humano tiene por naturaleza derechos y deberes

universales e inviolables, es decir que deben ser respetados al máximo y no se puede renunciar a

ellos, además que luego nos indica que estos derechos provienen de la dignidad humana y que es

esta la que nos da un verdadero valor ante Dios.

Luego se extiende unos 16 párrafos hablando de los derechos que se deberían considerar

fundamentales para que al ser humano se le garantice una vida digna.

 Estos planteamientos sobre los derechos y deberes solo son una introducción ya que el

Papa más adelante empieza a criticar muchos eventos sociales que suceden a diario, injusticias y

antivalores que no deberían estar presentes porque la realidad ahora es diferente, el desarrollo

económico ha avanzado, la mujer tiene posición publica y se habla de que todos somos iguales

por lo cual estas injusticias no deberían presentarse más.

Lo que quiere el Papa con esta encíclica es aconsejar, tomando la fe como método de

iluminación, y expresar como deberían estar ordenada las relaciones civiles, políticas e

internacionales, hacia quien deben estar orientadas y como han de basarse los derechos y deberes

del ser humano.

Uno de los puntos principales que critica el Papa en esta encíclica es a los gobernantes, y

le invita a utilizar el poder para el bien de su nación, evitando el uso de la violencia. Y les

recuerda que su autoridad debe estar unida a Dios para que sea de la forma más humanizada

posible. Critica la discriminación racial explicando como esta no tiene lugar en las relaciones

internacionales.

Propone que la solución a los problemas actuales es que los encargados de la autoridad

han de velar por el bien común basándose en un régimen moral en el que todas las leyes sean

iluminadas por la razón y la moralidad de Dios.

Las relaciones internacionales deben estar basadas en la libertad, ninguna nación deberá

oprimir a otra injustamente, ni deberá interponerse ante otros.

En prácticamente cada cultura de todo el mundo, la religión de una cultura específica

comenzó con un concepto de un Dios creador masculino que vive en los cielos. Él brindaba una

ley moral mediante la cual las personas entraban en una relación con Él, por lo cual la teoría que
más se acerca a la explicación correcta del origen de la religión en el ser humano es la del

monoteísmo original ya antes descrito, básicamente ese es el origen la creencia en una entidad

superior de la cual se desglosan las instrucciones de cómo vivir, entenderlo y como a través de

estas instrucciones podemos tener acceso a él, y como el quebrantamiento de estas instrucciones

nos aíslan de Dios.

De este Papa no se conocen polémica excepto la de su canonización, la cual fue declarada

en la misma ceremonia que la de Juan Pablo II, dirigida por el Papa Francisco, la polémica en

esta situación fue en gran medida por el hecho de que es conocido ya que para la santificación se

deben tener al menos dos milagros comprobables y el Papa Juan XXIII solo contaba con uno, y

el Papa Francisco dispenso un segundo milagro para poderlo canonizar ya que convoco al

Concilio Vaticano II, que abrió la iglesia al mundo para modernizarla, una persona simple y con

buen humor.

El otro aspecto de esta polémica es que su canonización se dio junto con la de Juan Pablo

II quien influyo a que el comunismo se viniera abajo, y tuvo gran cantidad de escándalos de

abusos sexuales que mancharon su legado.

Actividad de reflexión

A los estudiantes se les mostraran dos pinturas, se les contara una historia de la cual

deben ser partícipes y al final deben escoger una de las dos, y se les dará una reflexión sobre la

paz y su relación con las pinturas y su decisión para entrar al tema central de la encíclica.