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TITULO: LA PARALISIS ESPIRITUAL

Marcos 2:1-12
TEMA: EVANGELISMO

I. INTRODUCCIÓN

Este milagro tuvo lugar en Capernaum, el texto nos dice que estaba en casa, muchos de los
comentaristas dicen que muy posiblemente era la casa de Pedro. Allí en Capernaum Jesús hizo muchos
milagros que admiraron, pero no convirtieron a la gente. Capernaum tuvo la oportunidad de presenciar
tantos milagros que debieron llevarlos a aceptar a Jesús como el mesías prometido, tristemente lo
rechazaron rotundamente (Mateo 11:20,23).

Pero allí en el seno de una ciudad tan endurecida, había un pequeño grupo de cuatro hombres muy
diferentes a los demás, ¿Cómo se llamaban estos hombres? Aunque la Biblia no lo menciona nosotros
les pondremos nombres; les llamaremos simpatía (compasión), cooperación (colaboración), fe
(confianza) y perseverancia.

II. DESARROLLO

A) Simpatía (compasión)
Al escuchar que Jesús estaba en Capernaum se corrió la voz por todo el lugar, entonces se juntó mucha
gente, eran demasiados, a tal punto que ya no cabían en la casa, por lo tanto, muchos tenían que
permanecer afuera. Muchos de los que se habían congregado solo estaban allí para presenciar un
milagro, otros por curiosidad y algunos pocos sinceros.
Uno de los hombres de la ciudad también escucho que Jesús se encontraba en casa, a este hombre lo
llamaremos simpatía o compasión. A diferencia de todos los demás El no salió corriendo hasta donde
estaba Jesús, antes de eso recordó que tenía un amigo que necesitaba de Jesús, pero debido a su
incapacidad no podía llegar hasta Él. En su corazón sintió compasión por su amigo, compasión en griego
significa literalmente “sentir en las entrañas” un dolor inmenso por el sufriente o desvalido, un dolor
intenso que no te permite estar tranquilo hasta que haces algo para ayudar a la persona que está en
necesidad. Este hombre vio la necesidad y actuó, pero descubrió que para llevar a su amigo a Jesús el
solo no lo podría hacer por lo tanto busco la ayuda de otro amigo que le pondremos por nombre
cooperación o colaboración.

B) Cooperación o colaboración

Un solo hombre no habría podido llevar al paralitico a Jesús. La cooperación es un medio eficaz para
traer a una persona a los pies del Salvador. El trabajo de llevar almas a Cristo no es la obra de un solo
hombre, es una labor que nos corresponde a todos, pues todos somos colaboradores juntamente con
Cristo (1 Corintios 3:10). Simpatía se dio cuenta que necesitaba de cooperación para llevar al paralitico a
Jesús, pero una vez que encontró a cooperación entendió que ambos necesitaban de fe para poder
llevar a cabo su misión de llevar a su amigo a Jesús.

C) Fe o confianza

Se necesita de fe en el poder de Dios para que el milagro de la sanidad del paralitico se llevara a cabo.
Cuando traemos almas necesitadas a Cristo debemos creer que Él es poderoso para obrar el milagro de
la transformación. Estos amigos pronto se dieron cuenta que para llegar hasta donde estaba Jesús
necesitaban de perseverancia para vencer los obstáculos que enfrentarían a causa de la multitud que se
agolpaba en la casa de Pedro. Traer personas a Jesús no siempre es fácil, enfrentaremos dificultades y
desanimo, pero necesitamos perseverar y nunca olvidar que esta labor no es nuestra sino de Dios.

D) Perseverancia

A pesar de las dificultades que enfrentaron para llegar hasta donde estaba Jesús por causa de la
multitud que se amotinaba dentro y fuera de la casa, no desistieron, buscaron la manera no tan
aconsejable tal vez, pero en su intento de llevar a este hombre a Jesús no les importo lo que podía decir
la gente ni las consecuencias que enfrentarían por sus acciones, ignoraron los prejuicios y los
paradigmas, subieron al techo de la casa e hicieron un hoyo y por allí bajaron al paralitico hasta donde
se encontraba Jesús.

III. CONCLUSION

La parálisis inmoviliza toda acción física, el pecado paraliza toda acción o actividad espiritual, este
hombre era paralitico, pero su mayor necesidad era la de sanidad espiritual.

Cuántos de nosotros hemos visto a nuestro alrededor personas que sufren porque en su corazón no hay
esperanza, viven una vida alejada de Jesús, no han bebido del agua ni se han alimentado del pan de vida.
Están muriendo de hambre y sed espiritual sin esperanza y sin Cristo. Nosotros podemos y debemos
llevar a esas personas a Jesús, son paralíticos espirituales que no pueden ir a Jesús y muchas veces no se
dan cuenta de su necesidad y por tal motivo no se acercan a aquel que los puede ayudar y les puede dar
vida y vida en abundancia.

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