Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.”
Romanos 12:5,(NVI)
Necesitamos saber cómo tener una relación con Dios y cómo tener una relación
con los demás. A la mayoría de ustedes, quizás sus padres no les enseñaron cómo tener
buenas relaciones. Quizás ni ellos lo hayan sabido. Cada problema relacional se reduce a una
de las cuatro actitudes negativas.
Cuando tú comienzas una relación, trabajas duramente para ser noble y generoso.
Los hombres acostumbran decir: “Por favor, tú primero pero al pasar el tiempo, el
egoísmo comienza a socavar la relación. ¿Ponemos más energía en construir una
relación que en mantenerla? ¡Eso hacemos! Todos sabemos que el egoísmo destruye
una relación. Entonces ¿Por qué no podemos ser más generosos? Hay un par de
razones:
A) La naturaleza humana es ser egoísta. Yo no pienso en ti la mayor parte del
tiempo. Pienso en mis necesidades, mis intereses, mis heridas, cómo me
veo, cómo me siento, quién me ha lastimado. Y tú no piensas en mí. Tú
piensas en ti mismo más que en nadie. Piensas en ti mismo todo el tiempo. Es
natural ser egoísta. Resulta interesante que mucha gente pregunte: “Si hay un Dios, ¿por
qué hay tanta maldad en el mundo?” Esa no es una pregunta difícil de responder.
Hay maldad en el mundo porque todos somos egoístas. Cuando yo quiero lo
que quiero y tú quieres lo que quieres, hay conflicto, guerras y toda clase de problemas.
Por eso hay maldad en el mundo. Lo importante es: ¿Por qué existe el bien? Hay una
sola razón por la que existe el bien en el mundo: debido a Dios. Sin Dios, no habría
bondad en el mundo. Porque por naturaleza, tú y yo no somos altruistas.
Charles Darwin lo hubiera llamado ´La supervivencia del más fuerte´. No sólo
somos naturalmente egoístas, sino que
B) Nuestra cultura alimenta a estar centrado en uno mismo. Cada comercial
nos orienta hacia ello. [“Hazlo a tu manera”, “Todo gira alrededor de ti”,
“Tengo que pensar en lo que es mejor para mí”, “Obedécele a tu sed”] Los
expertos en Mercadeo saben que esto vende, lo único que tienen que hacer es apelar al
“yo”. Si el egoísmo destruye las relaciones, ¿qué las construye?
LA GENEROSIDAD CONSTRUYE RELACIONES.
¿Qué significa la generosidad? Significa que yo pienso menos en mí mismo y
pienso un poco más en ti. Eso es ser generoso. Es no verme a mí mismo como el centro
del universo. Una persona generosa piensa en los demás.
“Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el de los otros.”
Filipenses 2:4
Me gusta mucho la Nueva Versión Internacional, que dice, “Al orgullo le sigue la
destrucción; a la altanería, el fracaso”. ¿Alguna vez has fracasado rotundamente? Eso
muestra cuán grande es tu ego. El orgullo no permite que nos disculpemos y eso destruye las
relaciones porque nos herimos unos a otros. El orgullo destruye las relaciones ¿Cuál es el
antídoto?
“Vivan en Armonía”. Eso es lo que Dios quiere en las relaciones. Él no está buscando
queseamos unánimes, donde todos seamos los mismos; Él quiere armonía donde
todos somos diferentes, pero nos complementamos unos a otros. Ser diferentes unos de
otros es lo que nos hace especiales. Y esto es importante.
En las relaciones, tememos estar expuestos. Tenemos miedo de que alguien vaya a
descubrir cómo somos en realidad. Eso nos asusta. Y nos escondemos nosotros mismos,
porque no queremos que la gente sepa cómo somos en realidad. Si retrocedemos hasta
Adán, él dijo:
“y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí”. Génesis 3:10.
Eso es lo que realmente les asusta ¡Tememos estar expuestos! a ser rechazados. Este,
posiblemente sea el miedo más grande en los seres humanos. Todos hemos sido rechazados
en algún momento y sabemos cuánto duele. Por eso, le tenemos miedo y nos cerramos y
decimos: “Nunca dejaré que nadie me lastime otra vez”, y construimos murallas.
Pídele a Dios el valor para arriesgarte de nuevo, para abrirte, para ser vulnerable. Les hablaré
a los varones por un momento, porque nosotros los hombres, somos de lo peor.
Como varones, somos muy precavidos. No dejamos que nuestros sentimientos
salgan a la luz. No dejamos que la gente sepa lo que realmente pensamos y sentimos.
Consigue una persona con quien puedas compartir; alguien al que le puedas decir quién
realmente eres tú. Es posible que tengas un secreto, o dos, que no le hayas dicho
a nadie. Escúchame: necesitas decírselos a alguien. No tienes que compartirlo
con todo el mundo, pero sí necesitas decírselo a alguien. Se supone que No
debas vivir con secretos guardados. Si vives con miedo, no estás viviendo de verdad.
SOLUCIÓN: EL AMOR CONSTRUYE RELACIONES.
“el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo,
así que no ha sido perfeccionado en el amor”
1 Juan 4:18 (NVI).
¿De qué manera el amor echa fuera el temor? El amor hace que no te focalices en ti
mismo, sino en los demás. Esa es la diferencia. Si me paro aquí a pensar qué es lo
que piensan de mi corte de cabello, seguro tendría por qué preocuparme.
Todos nos equivocamos. Todos cometemos errores. Todos pecamos. Eso significa: “yo no soy
perfecto, no califico al estándar de Dios, debido a que todos somos imperfectos, en
esta vida vas a lastimar a otra gente y otra gente te va a lastimar a ti, consciente o
inconscientemente. ¡Tú vas a ser lastimado en esta vida! Eso es un hecho. Cuando tú has sido
lastimado, necesitas de otras personas, que piensen fríamente y con sabiduría. Cuéntale el
problema a tu grupo pequeño, ellos te ayudarán a ver las cosas con más calma y serenidad. Tú
necesitas de otras personas.
“No dejen que nadie se aleje del amor de Dios. Tampoco permitan que nadie cause problemas
en el grupo, porque eso les haría daño; ¡sería como una planta amarga que los envenenaría!”
Por lo tanto, cuando alguien esté causando problemas dentro de un grupo, reúnete con los
involucrados y ayúdales a evitar que se resientan entre sí. De esa manera creceremos.
Cuando tú te des cuenta de que hay un choque de personalidades en tu grupo pequeño, no
pretendas que no está sucediendo. No te quedes callado. Enfréntalo inmediatamente.
De esa manera creceremos. Nunca se avanza partiendo de la deshonestidad; solo se
crece a partir de la honestidad.
La verdad es que la gente a la que más amamos, la que más nos preocupa, son las personas
con las que más nos resentimos; por ejemplo, padres u otros seres queridos.
Aquellos a quienes más queremos amar, son con quienes más nos resentimos. El
antídoto contra el resentimiento es el perdón.
EL PERDÓN CONSTRUYE RELACIONES.
Si vas a tener un matrimonio a largo plazo, que dure toda la vida, necesitarás dosis masivas de
perdón. Por favor, lea este versículo en voz alta conmigo
“…de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro.
Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.”
Colosenses 3:13, (NVI)
Hay tres razones por las qué debemos perdonar a los demás:
Primero, el resentimiento no funciona. Cuando te aferras a un rencor, te estás
lastimando a ti mismo con tu ira. Así que perdonas por tu propio beneficio, porque el
resentimiento sólo te daña.
Segundo, tú has sido perdonado por Dios.
Tercero, como tú vas a necesitar de más perdón en el futuro, es mejor que se lo ofrezcas a
los demás.