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Sue Johnson Abrazame fuerte ‘Traduccidn de Victria Sime Perales EDICIONES URANO Argentina - Chile - Ci Estados Unidos - México - Pe ia - Espasa iraguay - Venezuela Abrazame fuerte books4pocket “ial origin: Hold MeTight Copyright © 208 by Sis Johason 0 dela race: Vcr Sid Perle (0.2000 by Elones Urine SAL Ards 12. pra 08036 Brena sreediconesano com ‘webookstpode com 1 edison booktpocke bi 2012 Impree por Novoprin SA Energi) Sot Andes de a Bare (Barons) Foracomposctn: books tpocket, IsaN-o7e-s4as139-31-7 Deposit epi 8.905321 Chai Bisse SElopoco ine sade cee Mao th En Love: Senge: Misc ‘onary nos de Cesar Cab 9 ‘bade portal Steer epoaabom penindeleo de A New Ph 0 he ‘Neral (55) por Remend Cares era os este de Gre Fre en td recht Cada grocer nein in Slates op be mene nls hs ee cepa ca ol in apr cq ees prem sroa $elmstmans torte stead de ones mons eer eames Imps en Epa Prined Spi A mis clientes y a mis compaiferos, que me han ayudado entender el amor. Ami pareja, John, ya mis hijos, Tim, Emma y Sarah, que me han ensefiada a sentirlo y « dart, Dance me to your beauty with a burning violin Dance me through the panic ull I'm gathered safely in Life me like an olive Branch and be Dance me to the end of love homeward dove Leonard Cohen (Hozme bailar hasta tu belleze con wn violin en lamas Ha hasta que pueda refugiarme en él bailar a través del miedo Sé la paloma que me leve a casa como una rama de olivo Ayiidame a bailar hasta el final del amor) Indice Introduccién, PRIMERA PARTE Elamor isto bajo una nueva luz ELamor:un enfogue revolucionatio {Adénde 2a ido a parar el amor? ‘Cuanda se prodace el desencucntro. Capacidad de resccién emocional el secreto del amor eterno., SEGUNDA PARTE Siete conversaciones transformadoras Conversacién 1, Reconover los adislogos malditos» Conversacin 2. Mdentificar los puntos flacos, Conversacién 3. Revivir los momentos crticos Conversadin 4. Abrizame fuerte: compromiso y encuentro. Conversacién 5, Pendonar las ofensas Conversseiin 6. Crear un vinculo a través del sexo y el conacto. 3 25 8 57 87 125 153 176 205 1-229 Conversacién 7. Mantener vivo el amor. ‘TERCERA PARTE Elpoder de « nde os traumas: el poder del amor. nzame fuerte La supera Laconexin definitiva: el amor como frontera final “Agradecimientos. Glosario, Bibliograt 253 285 307 325 329 337 Introduccién, Siempre me han fascinado las relaciones humanas, Mi padre tenia un pub en Inglaterra, donde me crié, y pasé mucho tiempo observando a la gente: cémo se conocia charlaba, be- bia, presum,beilab, flreaba. Sin embargo, cuando era jo- ven, me fijeba sobre todo en mis padres. Contemplaba impo- tente cémo destrufan su matrimonio y a sf mismos pese a que por loque yo sabia, se amaban de verdad. En sus ltimos dias de vide, mii podre szungue llevaban separados mis de veinte afos n loraba la pérdida de mii madre, A consecuencia de todo el dolor que habia presenciado en. ‘tsa, juré que nunca me casaria, Saqué la conclusién de que cel amor remntico era una ilusin y una trampa. Estaba me- jor sola, ami aire. A pesar de todo, como suele paser, un sme enameré y me casé, Por mucho que me resist, el amor scab6 por arrastrarme, {Qué era aquella emocidn tan misteriosa como poderosa aque habia destrozado a mis padres, habia complicado mi pro- pia vida ypareca sr la principal fuente tantode dcha como de sufrimiento para la mayorta de la gente? jHabia en medio de aquellaberinto un camino hacia el amor duradero? EL gran interés que sentia por el sentimiento amoros0 y los vinculos afectivos me lev hasta la psiologia. Durante B smi formacién,estudié ls descripciones que poets y cientii- ‘os hacian del amor. Di clases a nifos traumatizados por fal- ted afecto, Ayudéa muchos adultos que trataban de superar el fin de una relacin. Trabajé con familias cuyos miembros, aunque se querian, parecian incapaces tanto de vivir juntos ‘como separados. El amor seguia siendo un gran misterio. Mis tarde, a punto de doctorarme en asesoramiento psi coldgico por la Universidad de British Columbia, en Vancou- ver empocé a trabajar con parejas. Me hipnotizs en seguida Ia intensidad de sus dsputas, cémo hablaban de su relacion cn términos de vida 0 muerte Se me dabe bien asesorar a familias oa individuos aisla- dos, pero los problemas de pareja me superaban. Para colmo, ni los libros que constantemente consultabs ni los méto- dos que me habian enseRado me servian de mucho. Las pare- jas que acudian a mi consulta no tenian ningin interés en analizar su infancia; no querian ser razonables ni aprender & negociar ni, desde luego, estaban dispuestasa aprender téni- «as de discusin ELamor por lo que parecia, era todo menos negociable. Es imposible pactar la compasin ola unin, porque lo que ests en juego no son cuestiones intelectuales sino reacciones emocionales. Al final, decid que de momento, me limitaia acompatiar alas parejas en su proceso y tratarfade aprender Jomés posible sobre sus ritmos emocionales y pauas de con- ducta.Entretanto, grababa las sesiones y las escuchaba una y CObservando @ los enamorados, mo gritaban, se hacian reproches,discusian o se bloqueaban, empecé a comprender que las relaciones se van definiendo a partir de momentos cemocionales clave, tanto postivos como negativos, Con ayt- da de mi director de tesis, Les Greenberg, fui desarrollando ‘una nueva terapia de pareja asada en es0s instanteseriticos. La denominemos Terapia Centrada en las Emociones, TCE, para abreviar Pusimos en marcha un proyecto de investigacién con va- rias parejas divididas en grupos, aplcando un procedimiento distin a cada uno. Con el primero, utilizamos una version provisional de la TCE: con el segundo, una terapia cogeitiva, basada en técnicas de negociacién y de comunicacin, y, con el tereero, ning tratamiento en absoluto. Los resultados ‘obtendos con el grupo de la TCE fueron excelente, signifi- ‘ativamente mejores que los del grupo de a terapia cognit va y que los del grupo de referencia. Las parejas diseu ‘menos, se senefan mas unidasy se declaraban més satisfechas de su elacién. Gracias alos buenos resultados de aquel estuc dio, me promocionaron y logré un puesto académico en It Universidad de Otawa, donde, con el paso de los aos iefa realizando investigaciones eon todo tipo de parejas tanto en sesiores de psicoterapia como en centros de educacin u hos- pitales clnicos. Para mi sorpresa, los resultados siempre eran magn ficos. Pesea todo, yo segue sin entender por qué las parejas que Duscaban ayuda parecfan siempre inmersas en un drama ‘emocional Si el amor era un laberinto, yo no acertaba a dar «on el centro. Tenia miles de preguntas. De dénde procedia toda aquella furia que enfrentaba a muerte a un matrimo- aio? 2A qué venia tanto interés por arrancarle al otro una respuesta? ;Por qué funcionaba la TCE y eémo podiamos ejortla? 6 ‘Un dia charlando con un colega en un bal tipo de lugar donde empecé a descubrr la importancia de la conexién,ex- perimenté una de ess epifanias de las que todos hemos oido hablar. Por fn, se hizo la luz. Micolega y yo discut bre la idea, muy difundida entre pscoterapeutas, de que una relacin sana de pareja es, en el fondo, una transaccién, Bus- «amos el maximo beneficio al minimo coste posible se suele decir ‘Yo comenté que, por lo que habia visto en mis sesiones de pareja, habia mucho més en juego. «Muy bien», respondié mi colega, «si las relaciones amorosas no son transacciones, {qué son?» En aquel momento, me of decir a mi misma con indiferencia: «Ah, pues vinculos emocionales. Surgen de la necesdad innata de pertenencia en un contexto de seguridad Son relaciones de apego, iguales a las de madre e hijo tal como las describis John Bowlby (psiquiatea briténico). Entre adultos pasa lo mismo» Dejé la discusi6n a medias. De repente, habia comprendi- do la logica perfecta de tanta queja y tanta pasin. Por fin sa- bia lo que buscaban las parejas que acudian a mi consulta y ‘mo la TCE transformabe la relacién. El amor roméntico surge de la necesidad de apego, del ansia de nal, Estamos programados para encontrar alguien de quien depender, un ser amado que nos ofrezca conexién y apoyo ‘en un marco de seguridad. Crei haber descubierto, o edescubierto, en qué consistia el amor, eémo podiamos recuperarlo y retenerlo. En cuanto abordé la cuestin en el contexto del apego, entendé mucho mejor el drama al que se enfrentan las parejas con proble- ‘mas. También contemplé mi propio matrimonio desde una perspectva dstinta, mucho més precise. Ls dficultades con. Ja persona amada desencadenan emociones que forman par= te de nuestro programa de supervivenca,fruto de millones de afios de evolucin. No hay forma humana de evitarlas, En conseciencia, tanto la terapia como los programas educativos para parejas habian obviado algo fundamental: una perspec- tivacienifica del amor. ‘inembargo, cuando ietenté publicar mis conclusiones, la mayoria de mis colegas se opuso. Para empezar, alegaban, un adulto debe ser capaz de controlar sus emociones, En reali- dad, prose audlece de un exceso de emorivided. La emocién debe supe- n, la mayoria de matrimonios con problemas rarse, no consentirse ni exacerbarse. Pero lo mas importante de tode, argiifan, es que los adultos sanos son autosuficien- 1es, Solos individuos disfuncionales necesitan alos de co dependen de ellos. Existen eérminos para ese tipo de perso- nas: codependlientes, fusionados, indferenciados... En otra palabres, eran un desastre.;Las rupturas matrimoniales se deben presisamente, a que los cényuiges dependen demasia do el uno del otro! Por eso los terapeutas, decian mis colegas, deben Foren: tar la independencia. Todo aquello empezaba a recordarme a los consejos que daba el doctor Spock sobre los recién naci- dos, Decia que si coges en brazos a los bebés cuando lloran haras de ellos adultos inseguros. Por desgra ‘Spock se equivocaba de pleno con los lactantes. Tanto como mis colegas con los adultos. Labase dela TCE es muy sencilla: nada de téeicas de dis- usin eficaz ni de analizarainfancia ni de hacer grandes ges- el doctor tos roménticos o experimentar nuevas postures en la cama, v Basta con admitir que dependes emacionalmente de tu pareja igual que un nifo depende del cuidado, el consuelo y la pro- teccién de su madre. El apego adulto quizé se base més en la reciprocidad y menos en el contacto fisico, pero el origen de lanecesidad emocional esla misma, La TCEbusea crear y forta- leer la vinculacién afectiva entre dos personas a partir de los momentos clave que forjan una relacién amorosa adulea: la apertura, la sintoniaafectivay la capacidad de reaccién emo- ional. Hoy dia, este enfoque ha revolucionado la terapia de pa- ej Estudios rigurosos levados a cabo durante los «limos ‘quince ais han demostrado que de un 70 a un 75 por ciento dels parejas que sigue la trapiacentradaen ls emociones suupera los problemas y es feliz en su relacin. Al parece, los resultados perdaran en el tiempo, incluso entre aquellas pare jas con alto riesgo de divorcio, Por todo ello, la Asociacién ‘Americana de Psicologia la ha reconocido como un trata- rmiento clinico de eficacia empiricamente demostrada. En Estados Unidos hay miles de terapeutas titulados en ‘TCE, y otros tantos en Europa, Inglaterra, Australia y Nueva, Zelanda. Se ensefa en China, Taiwan y Corea. Més reciente- ‘mente, organizaciones tan importantes como el ejécito esta- dounidense, el canadiense o el cuerpo de bomberos de Nueva ‘Yorkhan solicitado mi colaboracin para que ayude a aquellos de sus miembros y parejas que atraviesansituaciones dificil. ‘La TCE goza de una aceptacisn cada vez mayor y la api cacidn clinica ha popularizado su enfoque. Cada vez con mas insistencia, me han solctado una versin sencilla y ac ble, una que la gente normal y corriente pueda comprender para aplicarla por si misma, La tenéis en las manos. La obra Abrézame fuerte esté pensada para todo tipo de parejas, jvenes, ancianas,casadas, prometidas, de hecho, fli- 5 infelices, heterosexuales, gays; en resumen, para cual- ‘qaiera que anele un amor para toda la vida. Serd tla mu- jeres y hombres, a gente de toda cultura y condicién; en suma, todas las personas de este planeta que compartan una amisma necesidad de vinculacin afectiva. No va diigida, sin cenbargo, a individuos inmersos en una relacién violenta 0 busiva nia aquellos que padecen una adiccin grave 0 mi tienen relaciones extramatrimoniales de larga duracién, En ‘todos esos casos tun psicoterapeuta ser el mejor recurso. He dividido ef libro en tres partes. La primera responde la tema pregunta de qué es el amor. Expica por qué tantas ve- ces nos puede el desencuentro y perdemos el amor por mu x0 que alberguemos las mejores intenciones oanalicemos la in con perspectivae intuicion. También documenta y sintetiza la gran explosién de investigaciones surgidas re~ centemente en torno a las relaciones amorosas. Como dice Howard Markman del Centro de Estudios Matrimoniales y Familiares de la Universidad de Denver: «Jams como ahora habfa sido tan necesaria la terapia de pare. Pr fin estamos construyendo una ciencia de la relacign amorosa. Estamos confeccionindo la guia para entender «Smo palabras y actos reflejan losimiedos y necesidades més arraigados,ala vez que creano destruyen los vinculos més pre= «iados. Este libro abre todo un mundo de posibilidades a las personas que aman: ofrece un nuevo enfogue para amar y amar bien. La segunda parte es la vers agiizada dele TCE. par- tirde siete frases que captan los momentos eriticos de una re- » lacién amorosa, aprenderés a reenfocar esos instantes clave para crear un vinculo seguro y duradero. Adem cada apar- tadoinclaye casos reales, asf como una seccién de puesta en prfctica para que apliques la TCE en tus relacones. La terera parte ensefa 8 utilizar la fuerza del caro. El amor posee una inmensacapacidad para sanar las rida que inflige la vida, por dolorosas que sean, y también intensifica nuestra sensacin de pertenencia al mundo. La sensibilidad a las necesidades ajenas constituye a mi entender Ia base de tuna sociedad realmente compasiva y ci Para orientar mejor al lector. al final dl libro se incluye tun glosario con los términos més importantes. Si he podido desarollar la TCE ha sido gracias a todas las parejas que han recursidoa mia lo largo de los aio, He usa- liza, do sus historias con libertad, cambiando los nombres y algu- ros detalles para proteger su intimidad. Todas ellas son com- binaciones de varios casos distintos y estén simplificadas para reflejar realidades de indole general que he ido extea- yendo a partir de miles de casos, Espero que os ensefen tan- tocomo a mi; este libro surge del deseo de transmitir mis co- Empecé a dedicarme a la terapia de pareja a princpios de la década de 1980, Veinticinco aos después, para mi sorpresa, todavia me emociono como el primer dia cuando recibo en ri consulta dos personas dispuesta a emprendler el viaje ‘Adin hoy doy saltos de alegria cuando ambos comprenden, de repente, qué sentimientos mueven al otto y se arviesgan acercarse. Tanto esfuerzo y determinacién me inspiran a dia- io, y mantienen vi rnundo, El drama del encuentro el desencuentro nos afecta &to- dos. Ahora, por fin, podemos abordarlo con conocimiento de ‘use, Espero que este libro os ayude a hacer de vuestrarela- ‘mi propia sensacién de pertenencia al villosa aventura en comin. El periplo que na~ san estas piginas ha sido exactamente eso para mi El amor es tan bueno como dicen», escribis Erica Jong, Vale la pena luchar por él, ser valiente, arriesgarlo todo. Forque, si no arriesgas nada, corres un peligro at No podria estar mis de acuerdo, mayor PRIMERA PARTE El amor visto bajo una nueva luz ELamor: un enfoque revolucionario . La deseripién de mi madre, camarera inglesa, ea igual de acertada, aunque an poco mis cine: «cinco minutos de diversin» Hoy dia no podemos seguir definiendo el amor como una fuerza extrafa mis alls de nuestra comprensién. No n0s lo ‘podemos permit Para bien o para mal, en el siglo xx! las re- laciones amorosas tienen un lugar primordial en la vida Por una parte, el aislatniento socal va en aumento. Elee- critor Robert Putnam sefiala en su libro Sélo en ta bolera que sufrimos una pétdida preoeupante del denominado «capital sociale {téemino acufado en 1916 por un educador de Virgi- nia pare rferirsea la ayuda, consuelo y compatierismo cons tantes que se ofrecian los vecinos en otra época). Casi nadie cuenta ya con una comunidad en la que apoyarse, ni tiene cerca a su familia de origen 0 sus amigos de infanca,Tra- bajamos cada vez més horas, recrremos largas distancias @ diario; ls oportunidades de hacer amigos intimos escasean. ‘Las parejas que acuden a mi consulta viven casi siempre cen una comunidad de dos. En una encuestallevads a cabo en 2006 por la Fundacién Nacional de Ciencia de Estados Uni- dos, la mayorfa de entrevistadosafirmé que su crculo de con- fianza estaba disminuyendo y muchos decan no contar con nadie en absoluto, Como dice el poeta irlandés John O’Do- rohue vuna soledad inmensa y plimbea se cicne como un invierno helado sobre el ser humano Es lgico que, en momentos ast, slicitemos de a passa la conexién emocional y la sensaci6n de pertenencia que a mi abuela,por poner un ejemplo, le proporcionaba todo un pue- blo, Por ota parte la cultura popular ensala sstemsticamen- te el amor roméntico, Peliculas y series de televisign nos bombardean a diario con imagenes de parejas en leno ro- ‘ance, como si fuera la primera y tnicafinalidad de toda re- lacién. Diaries, revista y televisionesinforman sin descanso dela tia conguista del ctor ola celebridad de turno. A ne- dic le extrafaré que la méxima prioridad en Estados Unidos y Canada segiin una encuesta reciente, sea conseguir una rela- cin do pareja satisfatoria, por delante del éxito financicro 0 Ia realzaci profesional y personal Anve semejante situaién, parece vital entender qué es el amor, mo conseguirlo y hacerlo perdurar. Por fortuna, des- de hace dos décadas ha empezado a emerger un enfogue re- volucionario que abre nuevas y emocionantes perspectivas al respect, Por fin sabemos que el amor es la cspide dela evolu- cin, el més apremiante mecanismo de supervivencia de la especie humana. ¥ no porque nos obligue a reproducimos. iPodemos aparcamos muy bien sin amor! Nos impulsa a crear vineulos emocionales con personas que llegar a set nuestro recint intimo de seguridad ane las tormenta de la vida, Elamor es un baluart disefiado para protegernos de los alibajosexistonciales Por eso, a necesidad de vinculacion afectiva —poder mi- rar alguien a os ojos y decirle cabrézame fuerte»— viene programada en los genes yen el cuerpo. Es tan bsca para la vida, la salud y Ia flicidad como la comida, el abrigo 0 el sexo. Para gozar de bienestar mental yfisico —para sobrevi- vir— necesitamos relaciones de apego. Una nueva teoria sobre el apego Si nos ponemas # busca deseubrimos que los primers indi- ciosteéricos sobre la verdadera natualeza del amor se re- rmontan muy ates, En 1760, un obispo espaol deca en una carta a sus superiares de Roma que los nifios erados en orfa- natos, por bien cuidados y alimentados que estuvieran, mu chas vers emorian de tristeza», All por la década de 1990 y 1940, Jos hufans,privados de contacto fisico y emocional fallecian a pusiados en las salas hospitalarias de Norteaméri- , «simbié- tico» incluso ce- rebralesala vez que bloquean las hormonas del estes, como cortisol Hemos recorrido un largo camino para comprender la fan- cin del amor y su importancia. En 1939, las mujeres otorga- bban al amor el quinto lugar en Ia jerargufa de factores que dleterminaban su elecién de pareja En 1990, este factor ha- bia ascendido al primer puesto entre las mujeres, y también entre los hombres. Los estudiantes universtarios afirman hoy dia que st méxima expectativa respeco al matrimonio la . ELamor no es la guinda del pastel de la vida sino una ne- cesidad bisica, tanto como el agua o el oxigeno, Cuando lo ‘comprendemos y lo aceptamos, nos euesta menos desentra- far el origen de los problemas de relacién. jAdénde ha ido a parar el amor? Cuando se produce el desencuentro ««Nurca somos tan vulnerables como cuando amamos.» Sigmund Freud «Lo que pasa es que Sally no entiende de dinero», atirma Jay. i. No deja que yo ime haga cargo.» Sally estalla: «$i, claro. El problema soy yo, «Es muy emotiva y le cueste confiar en como de ostumbre. {Como sii supieras administrate! Por tucalpa nos compramos aquel estpid coche que tanto que- rias, Un exche que ai necesitaros ni nos podemos permit. De todas formas at te da igual lo que yo opine. Para t yo 10 cuentoen absolutos Cris os ecruel,rigido y un padre negligentes, le acs Jane. «Los nifos necesita euidados, sabes? Require aen- clones ademas de érdenes.» Elmira hacia otro lado, Habla en tono pausido de la importanca de la dsciplina y acus Jane de no poner limites. Siguen dscutiendo, Al final ella se tapa Jn cara con las manos y gime: «Ya note conozco, Me pareces un extrafia». De nuevo, Chris apart la mirada Nat y Carre guardan un silencio obcecado hasta gue Ca- rie se desrumba y cuenta llorando lo horrorizada y traicio- nada que la hace sentir la aventuta de Nat. Ete om demain s agotado, se explica por enésima vex: «Te he dicho mil veces por qué suecedié. He sido sincero. :Y, por Dios, pas6 hace dos aos! ;Pertenece al pasado! ;No es hora ya de que lo superes y me perdones?s «;Tii no tienes ni idea de To que significa ser sincerol, le grita Carre. Después, su tono baja hasta un susurro: «Yo no te importo,no te afecta mi dolor. Slo quie- res que todo vuelvaa ser como antes Ella se echa a ora, él lava la mirada en el suelo. Siempre pregunto a las parejas cul consideran el proble- sma bisico desu reac ¥y qué solucién proponen, Ellas se ppinchan un poco primero y después empiezan a dar ideas. Sally dice que Jay lo quiere controlar todo; der a ejercer el poder de forma més equitativa. Chris sugiere lene que apren- aque Jane y él tienen personalidades opuestas; es imposible ponerse de acuerda en el modo de educar. Tal vee un experto er eucacidn infant los pudiera ay das, Nat estd convenci- dode que Carrie arastraalgiin tipo de complejo. Quizé si vi sitaran a un terapeuta sexual volverian a disfrutar en le Estas parejas se esfuerzan al miximo por discernir los ‘motives de su malestar, pero estin obviando el niicleo del problema. Sus razones,dirfan muchos terapeutas, slo son la punta del iceberg, la parte tangible de un gran nude de fon= do, Entonces qué conflicto se oculta tras esos sintomas? Si consultésemos a distintos expertos, muchos coincidi- fan en que estas parejas estén atrapadas en luchas de poder muy destructivas 0 en pautas de discusién negativas, y que necesitan aprender a negociar y mejorar sus técnicas de co- Sin embargo, tampoco ellos habrian legado mas alld dela superficie “ Hiabria que seguir buceando para dar con el problema bis co: todos eos matrimonios han perdido el contacto emocio- ral Ya no se sientenseguros en su relain. Tanto las parejas ‘como los terapeutassuelen obviar quela mayoria de dscusio- nes ene fondo, no son sino protests de separacién, Bajo tan to masta, las dos personas eatin dicendo: ;Puedo contar contigo, depender de ti? {Ess disponible? {Respondenés ceando te necesit, vendrés cuando te ame? [Te importo? {Me vaoras me aceptas? ;Meneecsits confiasen mi? Laie, ad llamadas de socorro las critica, las exigencias son en real aun ser querido, destinadas a conmoverlo, a recuperar el acce- so emocinaly a reestablecer la sensacién de pertenencia. El panico primigenio La teoria del apego nos ensefa que la persona amada es nues- tro refugio en Ia vide. Cuando se vuelve emocionalmente inaceesile, nos sentimos como abendonados a laintemperie, solos e indefensos. Nos asaltan todo tipo de emociones nega tivas: ire, tristeza, dolor y, por encima de todo, miedo, una re- accion ligica si tenemos en cuenta que el miedo es nuestro sistema de alarma: se dispara cuando la supervivencia esti menazada, Peder el contacto afetivo altera nuestra sensa~ cin de eguridad. En la amigdala o «centro del miedo», como la denominé el neurocientifico Joseph LeDoux, del Centro a ‘York, svenan las sizenas. Esta zona en forma de almendrasi- Investigacién Neuronal de la Universidad de Nueva tuada er el cerebro medio desencadena una reaccién automa tica, Nopensamos: setimos y actuamos. En une discusién de pareja, todos sentimos miedo en al- ‘guna medida. No obstante, sel vinculo es seguro; slo expe- rimentamos una angustia momenténea. Cuando comprende- mos que la amenaza no es real, 0 que nuestra pareja nos tranquilizaré si se lo pedimos, el miedo se disipa con facilidad En cambio, si estamos unidos al otro por un lzo fri 0 no muy fuerte, nos inunda lo que el neurocientfico Jeak Pank- sepp, de la Universidad del Estado de Washingron, denomina el epainio primigenio». En ese caso, reaccionamos de dos for- mas distintas: bien con exigencias, en un intento de arran- caral otroconsuelo y seguridad, o bien tento por protegernos. Sea cual sea la forma de expresarlo, éndonos, en un in- com esas reacciones estamos diciendo: «Hazme caso. Quédate conmigo, Te necesitos. O: «No voy a dejar que me hagas dali. Sino reacciono, conservaré el control» Las estrategias para afroncar la ansiedad de separacin son Inconscientes y suelen funcionay al menos de momento, Sin embargo, cuando una pareja con problemas recurre a ellas una y otra vez, entra en un ciclo vicoso que los aleja mas y mis Cada vez con mayor frecuencia, protagonizan episodios en los {que ninguno se siente a salvo, se ponen ala defensiva y acaban suponiendo lo peor del otro y dela relacién, Si amamos al otro, gpor qué no ofmos su llamada de soco- ro y reaccionamos oon cariio? Porque la mayor parte del tiempo no estamos en sintonia, Inmersos cada cual en sus propios fantasmas,ignoramos el lenguaje del apego y falla- ‘mos ala hora de enviar mensajes claros sobre nuestras nece- sidades o sobre lo mucho que el otzo-n0s importa. A veces, ha- blamos con rodeos porque no estamos seguros de qué queremos en realidad. Otras,enviamos mensajes teiidos de rabia y frustracén porque la relacién no nos inspira confian- 2a.Al final cabamos exigiendo més que pidiend, lo que sue- Te-desembocar en luchas de poder; desde luego, no en carci En ocasiones quitamosimportanca a nuestra neesidad nati- zal de vinculeién afectiva centréndonos en aspectos parcales, por ejemplo el sexo. Mediante menssjescamuflados y dstor- sionados, evtamos exponer demasiado nuestros anhelos més snvimos, sin daenos cuenta de que con esa actitud se lo pone- ‘mos muy dif a oro. Los «didlogos malditos» Cuanto més tiempo leva distanciada una pareja, més dafi- nos se vuelven su desencuentros, Los investigadores hen identifiado distintas pautas nocivas y las han denominado de formas diversas. Yo he puesto nombre a tres, que conside- 10108 «didlogos maldtos» bisicos:cquién tiene la culpa» ela polca dela protesta> y «lucha o huyes. Hablaré de els con detalleen la Conversacién 1 Lams frecuentes, con mucho, ela polea dela protesta». En esta dinémice, un miembro de la pareja se vuelve crtico y agresivo mientras que el otro esta distantey ala defensva. El psicélogo John Gottman, de la Universidad de Washington, cen Seatle, ha descubierto que las parejas que se instalan en cate patrén de comportamiento al principio del matrimonio tienen més de un 80 por ciento de probabilidades de divor- - pedalistas lo llaman «velar por los suyos». Quiza porque por su sangre circula més oxitocina, la hormona del amor las _mujeres buscan apoyo en otras personas euando el vineulo de pareja se resiente Segiin un famoso estudio realizado por Ted Huston, de la Universidad de Texas, los problemas matrimoniales no se de- ‘ben a un ineremento en losniveles de conflict, sino al dis- st rminucin del earifioy de la respuesta afectiva. En ese senti- do, la ausencia de reaccién emocional y no lacantidad de dis- mes constituiré el mejor indicador de las posbilidades de ruptura matrimonial en un plazo de cinco afos. El fraca- s0 de un matrimonio empieza con una disminucin progre- siva de comunicacin y respuesta afectva. El conflicto apa- rece més tarde ‘Alenamorarnos, caminamos juntos por la cuerda floja. Si soplan los vientos de la duda y nos aferramos con fuerza el uno al o220 0 nos separamos de golpe para salvaguardarnos, la cuerda se halancearé con més fuerza y es posible que per: ddamos el equilibrio. Para seguir en lo alto, ebemos sineroni- z2ar los movimientos respondienda a las emociones del otro. Cuando sintonizamos, nos hacemos de contrapeso el uno al ‘otto: estamos en equilbrio emocional s Capacidad de reaccién emocional: el secreto del amor eterno “El corazin se marchiea cuando ‘otro corazén no responde.» earl 5. Buck ‘Tim y Sarah acuden a mi consulta, Tim no entiende bien qué hace all. Slo sabe, usin terible Ella lo acuea de haberla ignorado en una fee que Sarah y él han tenido wna dis ta y lo amenaza con llevars loe nfs eirse a vivircon su hermana, no lo comprende. EL matrimonio fenciona, Sa- rah tiene une aciod cinmadura» y «pide demasiado». No sabe cuanto lo presionan en su trabajo y pretende que todo sea siempre eosery cantar, Tim se da media vuelta y mira por la vertana con expresién de estar pensando: «jQué le voy a hacer sino quiere entrar en razén? ‘La queja de Tim saca@ Sarah de su mutismo desesperado. firma, co acritud, que Tim no es tan inteligente como cree En realida, ledice,quees «un cretno sin ninguna cpacidad de comunicacin».A continuacinabrumadaporlatrsteza,mut= mura en voz tan baja que apenas la oigo que Tim es «fri como clhiclo» y que la ha dejadotirada cuando ella estaba y stristev, Cuando estamos triste, nos aislamos y lloramos, de modo que Hugh habia empezado a lrar la pérdida de s matrimonio. Como es natural, cuanto més se cerraba 41, més supliaba ella que la dejar entrar Las quejae de Jamie desencadenaban el silencio desconsolado del marido que, a sa ver, provocaba furibundas demandas en la esposa ra un circulo vicioso. Estaban atrapados. Cuando las dindmicas cireulares pierden fuerza, siempre aparecen emociones menos agresivas, como tristeza, miedo 0 o vergiienza, Hablar de tales sentimientos, quizé por prime- a,vez,y comprender hasta qué punto se aduefiaben de ellos ayud6 a Jamie y a Hugh a sentirse a salvo juntos. Jamie no parecia tan peligrosa cuando se atrevia a decinle a Hugh lo sola que se sentia, Por fin, comprendieron que nadie tenia la culpa, Su manera de comunicarse cambi y las escenas de re- criminacién y distanciamiento disminuyeron. Al compart su emocines més arraigadas pudieron contemplarse desde tuna perspective dstnta, Jamie reconocié: «Nunca habia lle- ‘gado a ver todo el cuadro. Sélo advertia que él se habia di tanciado, Pensé que yo ya no le importaba. Ahora comprendo {que estaba eludiendo mis ataquese intentando tranguilzar- ‘me. Cuando me desespero entro a matar. No sé reaccionar de Por fin estabamos avanzando, Las parejas se tataban ‘om mas consderocin, El dolor y la rabia no parecian tain tensos. Al analizarlas més fondo, observé que las pautas negativas se desencadenaban siempre en el mismo momen- to; cuando node los componentes trataba de llegar al otro y no podia establecer un contacto emocional seguro. En aquel momento, se instalaban en el «didlogo maldito». Pero ‘en cuanto ambos se descubrian victimas de la pauca y, al compartir sus emociones més profundas, se abrian al ot, l conflict perdfa virulencia y se sentian més unidos, are- i estupendo. 20 n0? Pore visto, no. amie me dio: «Nos levarnos mejor ydis- catimos menos pero, en el fondo, nada ha cambiado. Si dj ‘mos la terapia, volveremos a empezar. Lo sé». Otros me di jeron lo mismo, .Cual era el problema? Escuchando las gra- baciones de las distincas sesiones, adverti que los sentimien- tos mis arraigados, como la tristeza 0 el puro «terror», como Jo llamaba un cliente, no habian desaparecido El problema seguia abi. Emacién provede de la palabra latina emovere, mover. DDecimos que las emociones nos conmueven, nos sentimos «onmovidos cuando nuestros seresquetidos revelan sus sen- timientos ocultos. Para volver a sentirse unidos, ambos riembros dea vierans @ nuevas respuestasafectivas. Tenfan que aprender a xreja debian dejar que sus emociones los «mo- ariesgarse, a mostrar sus espectos mis vulnerable, aquellos que aprendieron a ocultar mediante los «didlogos maldits». Vi gue cuantomés expresaban ol miedo a la pérdida yal sole- dad, menos les costaba hablar desu deseo de conexién y caro. Las evelaciones de uno «movin» al otro a reaccionar con ter- uray. asu vez loayudaban aexpresar sus propias necesidades ¥ micdos; como dos personas que, de epente, 2 miran alos «jos desnudas pero confiadas,y se acercan mutuamente Eran instantes sorprendentes y dramnticos que modifice- ban por completo la relacin y ponian en marcha una espial positive de amor y conexién. Las parejas me decian que mo- -mentos asi les eambiaban Ia vida. No s6lo dejaban ates los «didlogos malditos, sino que ingresaban en un nuevo tipo de respuesta afectiva, basada en la seguridad y la unin. A partis de ese momento, su historia de amor se transformaba 1 podian decidir en un ambiente de cooperacin, cSmo cuidar Ia relacin y salvaguardar la recién adguirida intimidad. No obstante, yo seguia sin comprender dénde radicaba el poder de aquellos instantes, Fascinada por mis hallazgos,convenei a mi director de te~ sis, Les Greenberg, de que sometiéramos el enfoque, al que a bautiog con el nombre de Terapia Centrada en las Emociones ‘TCE, a ana investigacin. Nos proponiamas comprobar si le dice Sarah a Tim. «Cuando lohaces, mi padre me viene a la memoria. Después de dejarnos, me lamabs por telé- a fono para decirme que me queria y que pronto vendria a bus- ‘arme, pero nunca se presentaba. Yo lo esperaba... y un di ‘omprendi que era una tonta por pensar que yo le importa. “Mientras tespero, me invade esa misma sensacin.» Alexpre- sar sus sentimientosde esperanza y decepcién en lugar deenfa- darve con l, Sarah ayuda a su marido a ponerse en su lugar & comprender lo que est en juego para ella. la escucha y em- piezan a conectaren un nivel afectivo més profundo. En un tercer ddlogo, eregreso a un momento critico», la pareja reproduce agin episodio en que la dinémica cataque- evasion» se apoderé de Ta relacin, pero reparando en los rmovimientos que hizo cada cual y las emociones que sine ron. Asi vuelven conscientes de Ja inereia de su ritual, {Cémo funciona? Samant: Estébarnos ta inmessos en esa dindmica de la plc Antes de saberla silo me ofa a mi misma amenazando con smarcharme, Pero esta ver, na parte de mi deci: «Qué es- toy haciendo? ;Qué estamos haciendo? Ya estamos atrapa dos otra vez». Ahora comprendo que la necesidad urgente de hacer reacconaral otro es parte del amor. No tengo que sen- tirme mal por elo, Pero es que a veces me pongo fariosa por antiipado. Aquel dia estaba preocupada, Pensaba que Tim ‘baa falta a su promesa de pasa fuer el fin de semana, y cl asunto se me fue de las manos. Entonces me di cuenta: «ES- pera un momento, Ya estamos otra ver, Vamos a tranguili- ‘zarnos». A esas altaras él ye habia salido de la habitacion [Se vuelve hacia Tim] Sala buscarte y te die: «Oye, yaes- ‘amos otra vez instlados en la pola, Me siento abandonada, como si no fueras a cumplir tu promesa». [Sone] n ‘Tne Tienes razéin, Ya me hebia encerzado en mi mismo. Me habia reno, Pero en alguna parte de mi mente, recordé lo aque habianos hablado en la sesi6n. Y euendo viniste a bus- carme, me sent’ avid. Después pude decite que queria pasar el fin de semana contigo, Rompimos la espiral y nos acercamos el uno al otro, nos tranguilizamos mutuamente ‘Me ayudé recordar que habias dicho que temias que te deja- ra colgada y no cogiese el fin de semana libre. Esté vez no lo interpreté como un reprache sobre lo mucho que siempre te decepcion» ‘Saratt:Nunea habia pensado que teafectaran tanto nuestras peleas. En realidad, pensaba que no te importaban en absolu- to, asf que lo reconazco, me desesperaba, me ponia frenética No podta hacerte reaccionar, Tampoco me ayuulé que i y tu familia me dijeseis que debia madurar y resolver las cosas nis sola, por mi misma, Me hizo sentir a ‘Tine [Se acerca a ella] Ya lo sé. Ahora lo entiendo, Siempre legabamos al mismo punto: vi triste y soa, y yo sintiéndo- me como un cretino. No acertaba a comprender qué nos pa- saba, y cutnto més me esforeaba por quitarle importanca, peor se ponian las cosas Sue dice que es normal, que suce- dea menudo. Supongo que nunca hemos hablado mucho de ruestras necesidades afectivas, de lo que esperamos del Sawant Este stual que nos arrasra es el problems, aunque 16en lode acercarte, seas como un vajero espacial. [Ella son- sie. lasiente indole la razén y sone también] ‘Ahora, Tim y Sarah pueden actuar como hacen las pare- js unides por un vinculo seguro: resonociendo y aceptando Js necesidades mutuas de apego. Cuentan con un recintoin- timo de seguridad al que acudir para iiciar un nuevo dislo- go que refuerce asin més su lazo afectivo. El propésto de estos tres primeros dislogos es recorter 8 la invers la escalada de tensim y preparar a le pareja para los siguientes, que forjan y fortalecen el vinculo, El cuatto dislogo, «abrazame fuerter, es el que de verdad transforma la relacin al impulsar alos miembros a ser més accesiles, més reactivos a las emociones del otro y a dese- rrollar un compromiso profundo. Los tres slkimos, cuando se sient incapaz de complaerla En tele situaciones termina por encerrarse en sf mismo, pero ya no quiere seguir haciéndolo. Ahora afade: «Sin embargo, no sé cémo acerearme a ti. Ni siquiera estoy seguro de saber que significa. No puedo hacerlo, salvo en la cama>. Pese a todo, como las reacciones de apego estén progra- smadas boldgicamente, cuando le pregunto a Tim emo le de- muestra a su hijita cudnto la quiere, su rostro se ilumina «Able susurro y la abrazo, sobre todo por la noche, antes de dormir, apunta. cY cuando me sonrie ala vuelta del trabe- jo, le expreso de distintas manerascunto me alegro de ver- la. Le gusta que la bese en la mela y le diga que es el tes0- ro de i vida juego con ella, me dedico por entero aelia en s0s momentos especiales.» En ese instante, abre los ojos de par en par; sabe lo que voy a deci. . Sue- Te aparecer cuando Ia epolea de la protesta» lleva un tiempo insalada en Ja relacién y Los miembros de a pareja se sienten tan impotentes que empieza a guardarse para s{sus emocio- nes y necesidades, Con su acttuddistanciada ratan de evar cl dalory a desesperain. Volviendo ala metiora del bile, seria como si ambos hubieran renunciado a la danza y se hu biesen sentado Es a dindmica mais pligeosa de todas Enalgiin momento dela relacién amoros, todos caemos cn uns w otra dindmica simila. En certs casos, sera un epi- sovio breve, aunque peligroso en una relacién segura por lo dems En otros, cuando el vincul es precario, se convierten cen la norma yal cabo de un tiempo, el menor ademn nega- tivo desencadena un «dislogo maldito». Al final, las putas rnegaivas e hallan tan insaladas en la relacin y se mani- fiestan tana menudo que destruyen el vinculo por completo xy sabotean cualquier intento de reconciliacién Sélo conocemos dos maneras de salvaguardar la unin cuando nos sentimos inseguros o ignorades. Una forma es » cevitar el compromiso: acallar las emociones, encerrarse en tuno mismo y negar la necesided de apego. Otra es prestar atencién a la angusta y esforzarse por provocar una reacciSn enel otro, La estrategia que adoptemos en los momentos de desco- nexion —exigir y hacer reproches oalejarnos y encerrarnas en nosotros mismos— dependers en parte del temperamen- to, pero sobre tod de las leciones que hayamos aprendido cen relaciones fundamentals tanto del pasado como del pre- sente, Ademés, como cada relacién nos ensefa algo nuevo, no siempre adoptamos la misma, Fodemos tender al reproche en tuna relaciin y a la evasin en la otra De no haber sido por mi intervencin Jim y Pars hubie- ran ido saltando de un «dislogo maldito» a otro. Hundidos, agotados y desesperanzados habrian acabado por volver al edidlogo> que eonocen mijox Seyuramente habrian eunelui- ‘do que el otro no tiene arreglo, jucio que habria enturbiado fururos episodios y habria minado la confianza mutua. Cada vez que no atinamos a recuperar la conexidn, la relaciin se dcbilita. En esos casos, hay que empezar por rebajar Ia ten- sin. Jim y Pam proponen que yo defina el problema. Se e- fieren, claro, a atribuir la responsabilidad al oro. El respiro dura s6lo treinta segundos; en seguida se lanzan de nuevo a buscar equién tiene la culpa» Didlogo maldito 1: Quién tiene la culpa Ete tipo de reaccién tiene como finalided la autoprotecién pero desemboca en el tague mutuo la acusaién ola ineri~ 90 minacién. Aparece cuando nos sentimos heridos o vulnera- bles y ceemos haber perdido el control. La seguridad emo- sional dssparece, Cuando tenemos miodo, cualquier arma es ‘buena para protegersey, en esos caso, recurimos a proyectar ‘um ha. de negaivided sobre nuestra pareja para poder contem- plarla desde su peor angulo, La estrategia puede ser fruto de tara o una maniobrapreventiva, EL dislogo equign tiene la culpa» podria llamarse también chas sido tiv. Cuando estamos acorralados y el pinico nos atenaza, tendemos a quedarnos cn lo evidente: veo y siento lo que ti me haces ami, no el efecto de mis actos en ti. Enlu- gar de contemplar el conjunto del baile, nos fijamos en «esa ‘vez quett me has pisadoo. Al poco tiempo la pauta funciona porsi sola (Cuando una dindmica destructiva se a instalado en la re- lacisn, ba espes ws la buscas y reacionamos a instante cuando reemos verla venizalgo que no hace sino ristalizar~ Ja. Come dice Pam: «a i siquera sé qué va primero. Cuan- do noto su despreco, yo ya tengo la pstola a punto. i lo mejor aprieto el gallo y ln siguera me ha atacado'» Sies- tamos en guard, atentos a cualquier seal de pelige, la di- ndmica se converte en un ellen si sala, Nunca estamos tranquil en compafia del otro y desde luego no hay cone- -xi6n ni confianza posible. La franja de posbles respuestas se cestrecha y la relacin se va marchitando. Tim lo explie as: «Yano sé que pensar de esta relaién. estoy bloqueado o muerto de rabia. Creo que he perdido el contacte con mis sentimientos. Mi mundo emocional se ha ‘vuelto mas pequoi, més limitado, Estoy demasiado ocupado protegiéndome>. Es la reaccién tipica de los hombres, Mu hos, cuando les pregunto en las primeras sesiones: «Qué cestéssintiendo ahora, al ver Iorar a tu mujer?» se limitan a contestar «No lo sé. Cuando atacamos o contrastacamos, dejamos Jos sentimientos a un lado, pero, por desgacia, al cabo de un tiempo ya no podemos encontarls. sino eon- tamos con las emaciones para orientarnos por el trritorio del amor a pareja ve a a deriva Larelacin nos parece cada ver mis insatisfactoraeinse- gua; el efnyuge una persona hostile inmadara. As lo ex- pres Jim: y después me eché a reir porque no podria haber pensado tuna definicidn mejor Sin embargo, cuando las pautas nega- tivasHegan a enreizay se instala en la relacién un poderoso bucle con capacidad de autorregeneracién. Cuanto més me peligroso me pareces, més espero tu agresion xycon més violencia me defiendo. Es un ciculo vieioso. Para forjar un vinculo de auténtica confianza y seguridad, se debe cortar la dindmica por lo sano. El secreto est atacas ti, nocer que no hay, necesariamente, un culpable. El villano de 2 esta pelicula es la propia pauta; sus victimas, os miembros. de la pareja Volvamos ala historia de Jim y Pam y veamos cémo pue- den dejar ats la dindmica s6lo es el primer paso. Hiay que indagar en otros aspectos que dificultan la relacin. Pero antes propongo que pongiis en préctica algunos de ejer- PUESTA EN PRACTICA Las reflexiones planteadas continuacién te ayudarin a ‘dentifiar eSmo t6 y tu pareja conteibuis a quedar atrapados cn La modalidad slucho para ganar», Puedes meditaras, e3= ccibirlas, leerlas en vor alta y, por supuesto, comentarlas con tu pareja ‘A totios se nos da bien echar la culpa a los dems. Yaen el Jardin del Edén, Adin culpé a Eva ella culpé a Adin y los dos le dijeron a Dios: «Yo no tengo la culpa, El otro me ha incita- dor. {fesor, comentaba lo poco que cuesta hacer escribir alos nifios ecientemente, Frank MeCourt, en su libro El pro- siles pides que redacten una nota de excusa explicando por ‘qué no han hecho los deberes; son incresblemente creativos a ls hora de culpar a los demés de su propia desidia. Asi que, para empezar trata de recordar un incidente sin importancia del que td fuiste responsable, sin lugar a dudas. Por ejemplo, «fui a cenara casa de un amigo, y cuando llevé la fuente de sopa ala mesa se me.cayéal sueloen la cocina, ‘Ahora recuerda qué hiciste en aquella situacién y diseu- re cuatro excusas distintas que podtias haber inventado para calpar a oto. («jNadie me dijo que la fuente pesaratanto!») ‘Averigua qué tal se te da, Imagina tres respuestas dstintas, todas negitivas, que tu amigo podria haber dado. ;Qué ha- ‘ria pasado? Os habriasinstlado en un circulo vicioso? ‘Ahora trata de recordar un incidente parecido con tu pa- reja. {Qui hiciste para «ganar» la discusién y demostrar tu cusaste? Qué armas sueles utilizar cuando tesientes acorralado/a? inocencia? {De qué Puedes describir, a grandes rasgos, en qué tipo de bucle quedastes atrapados,criticas y etiquetas incluidas? ;Cémo empezastes definiendo al otro? {Qué armas usasteis para herir ydesalificar? ;Gané alguien? (Seguramente no.) {Qué sucei6 después de la dinémiea «quén tiene la cul pav? {Cémo te sentiste contigo mismo/a, con tu pareja, con el vinculoenere ambos? ;Hablasteis para consolaros mutua mente? Sino, imo alrontastes la pérdida de seguridad en Ja relacién? ;Qué habria pasedo si hubieras dicho: «Noses mos descalifcando matuamente para echare la culpa al otro. si mis daio, Pongamos fin a este circulo vicioso y hablemos sin buscar culpables»? 10 dejamos llevar por esta dinimica, slo nos haremos Dislogo maldito 2: la «polea de la protesta» Es la dininin mie frecuente y tentdora de una reli. Las invesignioneslevadas« cabo por el piclogo John Gottman, de la Universidad de Washington, en Seale, de- rmuestran que muchas de ls parejas que ingresan en esta outa principio del matrimonio no legan al quint aniver- ” sari, Otras se quedan instaladas en ela indefinidamente. Su capacidad de perdurar en el tiempo se debe a que os pasos de Ja epolea de la protesta» tienden a crear un bucleestable, en el que cada movimiento se retroalimenta, Uno de los dos se acerca con talante agresivo, el otro retrocede y vuelta a em ‘ezar También se perpetia porque las emociones y necesda~ des que se exconden tras esta dinémica son las mis podero- sas del mundo, Las relaciones de apego son los nics lazos de la Tierra en los que cualquier respuesta es preferible @ ninguna. Estamos programados para protestar cuando el ser amado no responde y Ie fnalided de la polea es precisamente a: hacer reaccionar al otro conseguir una respuesta que nos devuelva la conexién y nos tranquilice Sin embargo alas parejas les cuesta identificar lx para, A diferencia dl ciclo mis evidente xataque-ataquer que he- sos titulado xquién tiene la culpas, la mis util. Uno de los dos exig, se queja de forma activa de la separacin el otro se aleja,protestando pasivamente por la crftica implicit. Las parejas insatisechas, que echan en falta setiales de apego en el otro, a menudo se quejan de sinterfe- rencias» en la comunicacin o de una «tension constante>. polca de la protesta. Pregunto a Mia y a Ken, una joven pareja que ha acudido «mi consulta: «jDénde radiea el problema, en su opinién? ‘Me han dicho que se aman y que desean estar juntos. Llevan seis fos casados. Qué les gust ‘Veemos cfmo funciona cambiar de a relacién?> Mia, pequefia y morena, de mirada intense, vuelve la vis- tahacia su marido, Ken, un hombre alto y guapo que guarda silencio, al parecer hipnotizado por la alforbra que tiene a los pies lla hace un mohin y suspira. Después me mira, fala con un gesto a su marido y sisea: «Ah tiene el proble- 1ma, lo tiene ai delante, Nunca dice nada jy ya estoy hartal Su slenciome saca de mis easillas, Todo el peso de la relaién. ecae en ri Yo lo hago todo y ms. Y si yo no... Deja caer las manos con un gesto de resignacin, Ken deja esegpar un suspiro y mira la pared, Me gusta cuando la polea estan cil de identifica Con so una imagen, conozco la posicén de cada cual en 1a dinémica del conficto. Mia aporrea la puerts, protestanda por su sewacién de aislamiento, pero Ken la mantiene bien ‘cerrado Ella me cuenta que ha dejado a Ken dos veces, pero, ante las siplicas de é,devidié volver: El dice no entender Io que pasa; s sent impotente Al parecer ha aabado por pen- sar que bien él tiene la culpa —quizé nunca debiécasarae— ‘bien o problema se debe a que Mia y él no acaban de enca- Jar Sea como sea, no cee que srva de macho acd als se siones Ya han probado otras terapias de parca Les pregunt si se pelean pero, por lo que dice Ken, cas nunca martienen lo que se dice una discusin. No estén ins- talados ena dinémica de «qui tiene la culpa». Sin embar~ 0,4 veees cuando Mia amenaza con marcharse él se imita a contestar:«Estupendo>. Al parecer, en e508 momentos $¢ slente fatal. Ademés, dice, Miawata de ser emi entrenadora personal, Al decitlo, hace una mucea y sexe Para la mayoria de parejas hay un episodio paradigmati- co un inidente que capta la naturaleza esencial de su vineu- Jo. Si cl episodio es positivo, lo recuerdan en los aniversarios, enilos momentos especiales. Si es negativo, le dan vuelta y és wuelts para averiguar qué dice de su relacién. Ahora, Min y Ken me cuentan un episodio importante: Kin: Me esfuerzo mucho par complacerla. Quiero que sea fe- lizconmigo, pero no lo consigo. Aquel dia, aced ai a bailar con ella porque le apetecia mucho, Pero cuando llegamos, toro se estrope. Mia: {Se estroped porque no bailabas! Primero no querias sali ala pista y cuando lo hcist te quedaste alli plantado. Sue: {Y qué hizo usted, Mia? Mia: Lo cogiy loayudé a moverse.Intentabs enseftarlea bai- lar Kent [Haciendo un gesto negativo con lacabeza,] En realidad te agachaste y te pusiste a moverme las piernas, Ast que me hare y salf de a pista ‘Mia: Si no lo hubiera hecho, ti ni te habrias movido. Toda la relacin es as. $i yo no me ecupo, no haces nada, [Se vuelve hacia mt, No participa. ‘SUE: Entonces, eso es lo que no funciona entre ustedes, y no sélo en la pista de bile. Usted se empefa en hacer reacsionar a Ken y él se queda tan quieto y silencioso que apenas sabe que esté ahi. La pauta en la que estin instalados jles hace sentir desmoralizados e inseguros respecto al otro? ‘Mir: Ya lo creo. Ni oigo fo que dice. Siempre est’ murmu- rando, El otro dia intenté que hablara més claro y al final dejé de hablar. Ken: Ya sé que a veces murmuro, Pero aquel diate pusiste a gritarjusamente cuando fbamos en coche por la eutop {Estoy a vlante yw me ests pidiendo que habe cada vez és alto! ‘SUE: Mia, es como si usted se hubiera convertido en la ins~ tructora de baile. Le dice a Ken cémo tiene que moverse, ‘émo debe hablar. Tal vez lo haga por miedo a que se dstan- ? Po KeN: Creo que tengo miedo de actuar. Haga lo que haga, e3- tard mal. Asi que procuro no hacer nada. Me retio ami con- che Mir: Yentonees yo me siento muy sola Intentosacarlode st smatismo por cualquier medio. ‘Sue: Muy bien. La dindmica esté clara, Uno se bloques, se siente paralizado, se encierra en s{ mismo y el otro, que se sionte excluido, lo hostiga para hacerlo resccionar, ‘Mia: Es una situacién muy triste para los dos. Cémo pode~ ‘mos ponerle fin? ‘Sue: Bueno, ya hemos avanzado mucho. Hoy por hoy, para ustedes dos tales movimientos zon tan autométicos como Ia respitacin. Ni siguiera son conscientes de que lot hacen ero sepan que esta pauta es como un campo de minas en Ia relacdn. Ya nose sienten seguros cuando estén juntos. Si yo fuera Ken habla murmurando por miedo a meter la pata Si fuera Mia, presionaria a Ken todo lo que pudiera, porque en mi fuero interno le estariasuplicando: «Sécame a bala. ‘Ackreate a mis Mas: Es asf como me siento, Eso intento, acercarme a él. Pero reconozco que estoy resentida. Me siento frustrada, Ken: Entonoes, jes completamente normal lo que nos pasa? 2No significa que, sencillamente, no estamos hechos el uno para el oto? 12 SUE: Clare que no. Muchos nos instalamos en exa dindmica cuando noencontramos la manera de sentirmos seguros y co- nectados en pareja, Tal como yo lo veo, Ken, usted estan im portante yara Mia que ella no puede soportar que se dstan- cen. Pero usted se bloquea porque teme fallarle @ su esposa, disgustarla y daar més la relacin. Ese principio que reza «cuando dudes, ni hagas ni digas nada» es un consejo malisi- smo para una pareja. La cuestiOn es: :podrén ayudarse mu twamentea detener la espiral? Sabrn darse cuenta de cuin= do se instalan en ella y colaborar para reconstruir su re- lacion? Ken: lo mejor sf En las siguientes sesiones, Ken y Mia reanudan Ia polea tuna y otrs vez, Descubren que 34 spiral come ellos la lla~ rman, surge cuando el apego se ve amenazado. En todos los ma~ trimonios hay diferencias, pero cuando los une un vinculo 22gut0, los episodios finalizan pronto e incluso sirven para reforzar I relacin; no tienen importancia, Por ejemplo, en un matrimonio Feliz, Mia seguiriaprotes- tando sierpre que notaracierta desconexién, pero con menos intense. Al estar més segurade vinculo que laune asuma- Fido, se expresaria con més suavidad y claridad, Ken, por su parte, seritmés receptivo y eaccionara mejor asus protests. No se tomaria la angustia ola decepcién de su esposs como tana sentencia de muerte para él como marido o para la rela- ‘in sino como una sefal de que ella lo necesita En una relacin insegura, sin embargo, la pole dela pro- testa se aera y se hace més intensa, Acaba causando tantos 1s, cestragos que la pareja es incapaz de resolver sus problemas ¢ incluso de comunicarse. Cada ver més, a ansiedad de separa- «in impregna la relacin. Hay que saber sin embargo, que ninguna rlacén estdel todo inmersa en semejante din ca destructiva, Sigue habiendo momentos de conexi6n, pero noon la frecuencia © la fuera sufciente para paliar el dafio provocado por la epolca de a protesta», Puce darsetambié que el tipo de cercania no sea la que uno de ambos desea Por ejemplo, los hombres con tendenca a aslarse buscan in- timidad en la cama, pero las relaciones sexuales no colman las necesidades de conexién de la mayoria de mujeres, Durante afos los rerapeutas han interpretado esta pauta, exréneamente, como luchas de poder intentado modificar- In ensefiando a las parejas estrategias de resolucién de con- ficas, algo tan intel como pretender eurar una neumonia viral con un patelo, Estaban pasando por alto que la dind- ‘mica, en realidad, refleja un problema de apego. Las dificul- tades, mis que de conflicto 0 de control, son de distancia cemocional, Ken no se eevades —que es como la bibliogra- fia sobre el tema denomina su pasi casuales la rabia y la agresividad que su actitud provoea en idad— porque si ni son Mia, Por lo visto, los primates tienden a reaccionar con agre- sividad cuando el individuo del que dependen se comporta ‘como si no existieran, Las eras, tanto humanas como de pri- mate, suelen atacar a una madre pasiva en un intento deses- pperado por llamar su atencién. Si la madre no reacciona, se sienten perdidas,indefensas y «mortalmente>aisladas El ejemplo de «polca de la protesta» que acabamos de ofrecer es silo uno entre tantos. No todas las personas que se distancian o estén a la defensiva experimencan un bloquea ‘como el ée Ken. Es0 si, tanto los individuos que tienden presionar como los que suelen aislarse usan algunas expre- siones carncteristicas para describir sus experies repasarlas:tal ver reconozcas en ellas algunas de tus frases y actitudes. Vamos Las personas que tienden a actuar como Mia se suelen ex presar dela siguiente forma: “Tengo el coraabn destrozado. Me pasar el da lloran- do, A veces me siento mori con esta rlacién.» « ‘+ «Me hace sentir que no estoy ala altura, Como marido soy un fracaso y e50 me paraliza.» ‘+ eMeencierro en mimismo y espero a que ella se tran= quilice Procuro que haya paz, no echar més lefia al fuogo. Es mi manera de cuidar la relacén: no echar és lei al Fuego.» 106 + Me afslo;sélo asf estoy a salvo, Intento que sus co- _mentarios no me afecten. Estoy en el banguillo de los acusados y ella ese jez.» ‘© «Creo que yo no cuento en esta relacién, Me siento fuera de lugar asi que me refugioen el ordenador, en el trabojen mis aficiones. En el trabajo soy alguien. No creo ser nadie especial para ella.» + Yo no le importo, En su lista de priridades, ocupo el “lsimo lugar, despues de los nif, la casa y su familia ‘Diablos, hasta el perro le importa més que yo! S6lo soy el que tra el dinero a casa. Y acabo sintiéndome vaci, Nunca se sabe sel amor sigue ah no.» ‘+ «Creo que no necesito alos dems tanto como ella, Di- amos que ao soy tan dependiente, Me han ensefado aque sélo lor débiles dependen del oto los inmadures, ssi que procuro arreglar lac cosas a mi manera, Cuando se pone asi, desaparezco.» + aNo sé de qué habla, Estamos bien, Pasa en todos los iatrimonios, a relacién cambia, el amor se transforma en amistad. De todas formas, no sé a qué se refiere cuando habla de estar “cerea”.» + datento tomar medidas concretas para resolver los problemas. Arreglarlos:Trato de encontrar soluciones factibles, pro no funciona Ella no quiere eo. No sé lo que quiere.» ‘Tras tales afirmaciones se ocultan tam én problemas de apego: sentirse impotente e inseguro,incapaz de actuar;ne- gar las emociones negativas y bloquearse; considerarse un fracaso como pareja o sentirse fuera de lugar sentir juzga- 10 do o rechazado por el otro; negar los problemas de la rlacién yylas necesdades de apego; hacer cualquier cosa por evitar la ira y Ia desaprobacién de la pareja; abordar los problemas mediante estrategias racionales para no efrontar las cuestio- nes emocionales, Cuando las personas como Ken describen su comporta- ‘miento, utlizan los siguientes términos:alejars,bloquearse, cofuscarse, rechazar los sentimientos, esconderse, retiar- se, racionalizar yarreglar las cosas, Para referitsea sus sen- ‘iments, suelen hablar de depresién, blogueco, vaco y ens¢- cin de impotenca ofracaso. Sus parejas, por lo general, sélo ven falta de reatividad emocional HL género debe ser teido en cuenta, aunque los roles va- rian dependiendo de las culturas y de las parejas. En nuestra sociedad, las mujeres tienden a euidar més de la relacién ‘Cuando el matrimonio se distancia, se dat Weta ates que los hombres y suclen estar mis en contacto con sus necesida- des de apego, por eso asumen més a menudo el rol de la espo- sa cargante yculpablizadora. A los hombres, pore contrac, se les ha ensefiado a negar sus necesidades emocionales y también a ocuparse de los problemas prctcos, por eso ticn= den a adoptar el rol del que no se implica. Si yote pido contacto emocional y ti, en lugar de respon- derme, buseas la solucién racional aun problema, yoo expe- rimentaré, en términos de apego, como falta de respuesta Por exo los asistentes sociales acostumbran a decir que las personas neces ayuda cindirectay, es decit cuidados y re- accién emocional de sus parejas més que conseo. Los hom- bres alegan muchas veces que no saben dar una respuesta afeciva;Pero af saben! Lo hacen en un context de segui- 108 dad, por lo general con los nits. Es triste la stuacién de un hombre que se esfuerza en ofrecer consejos y soluciones as ‘esposa sin comprender que ela, en realidad, le estépidiendo compromiso emocional. Pra su compafera la inica sokucibn cs que él se comprometa Nuestra cultura inculea a hombres y mujeres por igual tuna serie de creenctas que nos preipitan ala dinimica de la «polca», Paticularmente destructiva es la idea de que un adulto sano y maduro no necesita contacto emocional y no tiene derecho a peditlo, Los clientes me dicen coses como: «No le puedo decir que me siento como una nifia y necesito aque me rodee con sus brazos, No soy una nia» 0 «{Cémo voy a decrle que quiero ir en primer lugat, aunque slo sea de ver en cuando? Nunca he pedido nada parecdo. No ten ‘go derecho», Si no podemos expresar y aceptar nucstras ne~ sesidades de apego, jams enviaremos mensaje claros« los dlemés cuando no las estén cubriendo. Cuesta menos deci: «jPor qué estis tan callado? No tienes nada que decirme?> que abc el corazén y pediele al otro que responda a nuestro anhelo de carifo. No sélo los enamorados se instalan en la polea de la pro- testa, También padres e hijos, hermanos y hermanas, eual- 4uier persona tnida a otra por Iazos afectivos. A menudo nos ‘uesta menos identifcarlacon los hermanos 0 con los hijos «que con la pareja. 2Sers porque en esos casos la fragilidad de uno es menos evidente? ;Por qué cuando rio mi hijo ado- leseente por lega tarde, si él empieza a suspirare ignora mis aquejas pierdo los papeles hasta tal punto que, pese al fuerte vineulo amoroso que nos une, no puedo evitar meterme con 1? Muy sencill: de repente, me llega un mensaje eargado de conmotaciones de apego. Mira al cielo, Me habla en un tono de superioridad. Yo interpreto que mi inquietud y mis co- ‘mentarios no le importan. Para é, soy inrelevante. Ast que ‘eacciono a mi vez y lo critico. El retrocede y vuelve a desde- firme. La «polea de la protestay esta servida. Sin embargo, cuando identifico la misica, procure hacerme aun ldo ein vitar a mi hijo a mirar el baile: exa para eluchar por Ia relacién», no para hacerlo dscutirs Para disfrutar de una relacié aceptar la ansiedad de separacion y ser capaces de poner fin a n sana, debemosreconocer y Ia epolea dela protestas. Tenemos que renunciar a as estra- tegjas que hemos venido empleando para afrontar los mo= mentos de desconexiin callejones sn salida que aumentan la distancia ala vez que destruyen la confianza y la seguri- dad, Sélo as lograremos que el vinculo amoroso crezcay se console. PUESTA EN PRACTICA {Te suena la historia de Ken y Mia? ;Reconoces aspectos de ea dindmica en tu relacién? ;Recwerdas la ultima vez que ti Yy1U pareja os instaasteis en la xpolea de la protesta»? 2Eres ‘eapaz de mirar desde el prisma del apego y vislambrar céma se perfila, mas allé de los motivos concretos de la disputa, la ansiedad de separacién? Por ejemplo, sabre qué estabaisdis- cutiendo en realidad? ;Sobre la conveniencia o no de reparar la casa de campo o sobre Ia seguridad de vuestro vinculo? (Quizas el que ha perdido la discusin se sienta exactamente asi perdido, Tal vez uno de los dos estuviera expresando su necesidad de mayor intimidad o buscaba que el otro le reafir- rmase la estabi lad de la relacién, pero la conversacién vers6 sobre temas prictios En tu relacin actual, qué sueles hacer cuando te sientes desconectado/a 0 inseguro/a? Intenta pensar si, al ler Ins historias de este capitulo, thas identificado con alguien. Tra- ‘ade recordar también la iltima discusin o episodio doloro- 40 que has protagonizado. Imagina que eres un observador smparcial. ;Cémo desribiris la dindmica y tu actuaciin en ella? Protestas o te aslas? [Te parece que critica atu pare Ja eintentas cambiarla? jO acaso te encierras en ti mismo/a para no entrar en temas peliagudos que puedan poner de ma- aifiesto fragilidad en la relacién? Todos, en una u otra oca~ si6n, adoptamos ambas posturas, La clave es la flexibilidad, asf como ser capaz de con plar las propia reaeciones y el impacto que tienen en ls de- inés. Te animo a que seas valien cu postura habitual, [a que adoptas antes de tener tiempo para pensar. a e a eaccin que tearrastra a una dindmica te fijes bien eidentifiques de desconexién con la persona amada. Las posturas pueden ser distineasen cada relacién. Por ahora, sin embargo, piensa solo en tu vinculo més significativo y en cémo respondes a «a persona cuando se plantean duds y cuestiones relaciona~ das con el apego La evasion suele ser la actitud més dificil de identifica, onda are- sobre todo para la persona que la adopta. Quiz plegarte en ti mismo/a para recuperar la tranquilidad. Puede ser una estrategia muy stil, a menos que la ejecutes de ma- era automiéticay te cueste cada ver més abrir el eorazén y reaccionara las necesidades de tu pareja. En ese aso, la auto proteccin no hace sino desencadenar la epolca de la protes- ta>, Cuando tu pareja te necesit, se sentirérechazada,sban- donada y exeluid. 2Se te ocurre sien algsin momento especifico de la rela- «i6n te ha sido stil esconder la cabeza? ;Queé pasé después? A menudo recurrimos a esa estrategia para que la pelea no vaya més y ponga en peligro el vinculo. Ahora puedes pensar si alguna ver la actitud de encerrarteen ti mismo/a ha perjudi- cado la relacén? ;Qué ocurrié después, cémo te sentiste y cémo afecté ala dinémica de pareja? ‘Si te sientes cGmodo/e, intenta comentar con tu pareja tus respuestas a algunas de las preguntas. Os instaldis a ve- ces en a dindmica dela «polea»? Intentad concretar qué mo- vimientos hace cada uno. ;Podéis captar emo la pauta se re- troalimenta? Describidla de forma muy sencilla rellenando los espacios en blanco de la siguiente frase con una palabra Cuanto yo més timis enone yomés ‘yasi hasta elinfinito. onedle un nombre la pauta y comentad, en la medida de lo posible, cémo mina la sensacién de seguridad en vues- tra relacin, Ha cambiado la misica emocional entre voso- ros? Por ejemplo, Todd dice que su recurso més habitual para acercarse a su pareja esol sexo, Se siente mucho mis seguro de si mismo en la cama que hablando de sentimentos con st ‘esposa. £1 describe asf su papel habitual en la . Sélo oigo un silencio sepuleral. Volviendo ala metéfora de la danza, seria ‘como si ambos estuvieran sentados. Da la sensacidn de que no hay nada en juego, ainguno de los dos parece implicado en la dindmica, salvo por la tensin que se respira en el am- biene yl intenso delor que reflejan sus rostos. Los teéricos dicen que por mucho que intentemos reprimir las emocio- nes, siguen ahi. Como ya advirti6 Freud, se filtran por cada poro della piel. Lo que veo en realidad son dos personas pa- rapetadas tras una actitad de autodefensa y negacin. Se han instalado en la autoproteccién y actian como si no sintie- ran ni necesitaran nada Fs la pauta de edetente y huye> a menudo una evolucin de la Ia rabia y aceptar que el matrimonio es asf. Dedujo que su marido ya no Ia consideraba lo bastante atractiva ni interesante para prestarle atencién. Al ofr eso, Terry habla con tristeza del fuerte vinculo que une a su esposa con sus dos hijos, y dice aque tiene la sensacién de haber perdido a Carol, Es una ma- dre pero no una exposa. Se pregunta sino serd él demasiado serio o introvertido para estar con una mujer El verdadero problema de la dindmica «detente y huye> ‘std en la desesperanza que laimpregna. Amos han decidi- do quel problema radica en of miemos en sus defecios in natos. Frente a esta sensacin la reacién natural es escon- derse, ocular un yo indigno deamor. Recordemos que, segin Bowlby, una de las cuestiones lave del apego es eémo usa- mos la mirada del otro para construir la propia imagen. Qué ‘otra informacién podria ser mas relevante en la configura~ cin diaria de nuestro yo? Nuestros seres queridos son el es pejo en ol que nos miramos. ‘Cuanto mis aslados e impotentes se sienten Carol y Terry, is se esconden del oto, Las muestras elementales de apego, como el contacto visual prolongado y las caicas,habituales en las relaciones patero filales y entre enamorados, han ido disminuyendo hasta desparecer. Durante las sesiones, Terry y Carol no mantienen contacto visual y comentan que llevan mucho tiempo sin hacersecaricias espontineas. Al ser ambos na ‘uy intelectual, han racionalizado su falta de contact int smoy niegan, al menos la mayor part del tempo, el dolor que cexgerimentan por no sentirse deseados por el otro. Ambos ha- ‘lan de sintomas de depresién,y es verdad que la depresin es tuna consecuencia natural. de la ruptura del vinculo. Con el tiempo, la distancia entre ambos ha aumentado y cada vex es parece mas arriesgado acercarse al otro Carol y Terry descr- ben lo topos, los movimientos y los sentimientos que sue- Jenafectara las parejas instaladas en la xpolca de la protest», sél> que con més dudas sobre su capacidad para ser amados. Ese recelo os paral y «congela» la queja que, por lo general, se expresa ante el dstanciamiento ‘Cuando empezamos a indagar en el pasado, ambos reco nocen haberse criado en familias racionales, donde la di tancia emocional era la norma, Cuando se sentian solos, ten- dan a oe en af uismios a la vex que negaban ou ne- ‘esidad de contacto emocional. La historia de cada cual con sus seres queridos configura las relaciones posteriores. En mementos de desconexién, cuando el vinculo con la perso- rnaamada nos parece frégil, tendemos a adoptar, por inercia, Ia estraegia que util smos en Ia infancia, las técticas que nos ayudaron a mantener una minima unin con nuestros padres Sinos invaden emociones «incmodas», de esas que ros avisan de que el vineulo peligr, la reaccién automética ces watar de acallarla y refugiarnos en la légica y en activi- dades de distraccién, Cuando la desconexién se apodera de Ia pareja, la necesidad de evitar ese tipo de emociones sera unin en si misma. Como dice Terry: «Si mantengo la cal- ‘ma, no hablaremos de sentimientos. No quiero abrir la caja de Pandora» 19 ‘Ala hora de afrontar emociones y necesidades, este tipo de técticas funciona por defect; las adoptamos de forma tan ‘automitica que no las consideramos una elecién. Sin em- bargo, si advertimos que nos instalan en dindmicas destrue- tivas con la persona amada, podemos cambiarlas. No son as- pectos innatos de nuestra personalidad ni necesitamos afios de terapia para modificarlas. Terry habla de su padze, un hhombre mayor y agresivo, y de su madre, una figura impor- tante de a politica Se queda en blanco cuando le pregunto si alguna vez se sinti unio a su madre. Dice que sélo reeuer~ dda haberla visto por televisin. No tuvo més remedio que aprender a tolerar la distancia y obviar su necesidad de con- suelo y contacto. Aprendis bien la leecin, pero aquella estra- tegia de supervivencia infantil es desastrosa para su matri- rmonio, Carol tambin admite que se empezé a «marchitar» ‘cuando ctaponé» su necesidad de contacto intimidad. ‘Como en los otros casos, una vez que Terry y Carol acep- tan que sus propios movimientos los aislan mutuamente, re- cuperan la esperanza y empiezan a revelar sus sentimientos, Carol admite que ha acabado por y que ha sle- vantado un muro entre Terry y ella par paar su sensacién de rechazo. Confiesa que se voles en ls nos buscando col- rmar su ansia de caro intimidad. Terey se decarasorpren~ dido ante aquella revelacién y comenta To mucho que sigue deseando a su esposa. As, ambos van descubriendo el efecto 4que provocan en el otro y comprenden que siguen siendo im- portantes para su pareja, Tras unas cuanta tentativase igual rtimero de peleas, Carol me die al fn: «Ambos nos sentimos ris seguros, Las discusiones son duras, pero las prefero al vacio glacial, a silencio sepulcral de antes, Terry observa «Creo que podemos superar el circu vcioso en el que esta- mos inmersos. Nos herimos mutuamente, nos asustamor'y nos aislamos del otro. Pero no tenemos por qué hacerlo». Los nuevos comienzos llegan cuando aceptamos que al privarnos del amor que tanto necesitamos, hemos caido en nuestra pro- pia tampa, Los lazos duraderos se forjan a parti del momen- to que decidimos poner fin alas dinémicas de desconexién, la danza de la angustia. PUESTA EN PRACTICA, {Te suena de algo la pauta de «detente y huyes? Si es {donde aprendiste a negar tus necesidades de conexi6n emo- clonal? ;Quién te ensed sents mas solo/a” (Ie atreverias a comentar las respuestas hacerlo? zEn qué momentos te a estas preguntas con tu pareja? Arriesgarsea entablar este tipo de conversacién es como tomar un antidoto contra la es- casa capacidad de reaccén emocional o conta la tendeneia obviar la necesidad de apego. ;Cémo erees que te podria ayudar tu pareja a expresarte? ‘Podtias comentar con tu pareja qué ademanes desenca- denan la dinémica del distanciamiento? Puede ser algo tan insignificante como que el otro levante la vista al cielo en al- atin momento, ,Podriasidentificar también de qué manera exactaalejas a tu pareja de tio haces que parezca peligroso cualeuier intento de acercamiento? 2Qu6 te dices ati mismo/a cuando te aislas para justificar tuacitud y convencerte de que serfa mejor no acercart «tu pareja? Pucden ser ideas preconcebidas sobre el amor y sobre am Jo que es apropiado en una relacién amorose, prejuicios in- ccaleados por la familia e incluso por la propia cultura. {Te atreves a comentarel tema con tw pareja? {Por qué no haces tna lista de todo lo que te has perdido poreulpa de esta dindmica? Es fil hacerse una idea de lo que significa la conexin afectiva pensando en emo nos sentimos ‘undo nos enamorames de alguien y estamos dispuestos a corrercuslquier riesgo por estar a su lado. Sin duda recuerdas aquellos momentos al igual que tus esperanzas y ankelos del, principio. ;Hasta qué punto difieren de tu situacién actual? Como ejercicio final de este capitulo, trata de identificar cust de las tres dinémicas —equién tiene la culpa», la «polca de la protestax 0 adetente y huyer— amenaza en mayor medida tu relacién amorose actual, Recuerda que los motivos de as discusiones (ya sea el horario de los mics, la vida sexual o la carrera profesional) no cuentan, La verdadera causa radica siempre en la estabilidad y la seguridad dl vinculo que te une tu pareja, Hablamos de accesibilidad, capacidad de reascién afectiva y compromise emocional. Intenta resumir Ja pauta| que amenaza tu relacin lenando los espacios en blanco de las siguientes frases, Después, conviértelas en un pirrafo que describa tu dindmica de parej. ‘Cuando siento que nuestra unién no es segura. Rellena el hueco con la situacin que desencadena ls ‘melodia dela desconexién, por ejemplo, cuando dices que es- tds demasiado cansadola para mantener relaciones y lleva ‘mos semanas sin hacer el amor, cuando nos peleamos por mi {forma de ejercer la paternidad, cuando llevamos semanas in hablarnos. No valen frases larges, muy generaleso abs- tractas ni reproches disfrazados, asi que no esta permitido escribir algo como cuando te pones impertinente, como de cexstumbre. Eso seria hacer trampas.Sé concreto/e y especifi- ol. Yo suelo Lo hago para afrontar senti nientos eriticos y buscar una manera de cambiar la di- mic scoge una palabra de accin, un verbo, por ejemplo: quejar- re, regailarte, analizarte ignorarte, marcharme. Lo hago con Ia esperanza de__. Escribe el rnotivo que te arrasta a la dindmica, por ejemplo: citar el conflicto w obligarte a reaccionar Cuando esta pauta se prolonga, me siento . Heneifica una emocin. Las mis frecuentes son: frustadola, enfadadola, insensibilizadala,vacola 0 confusola. Entonces, me digo que Resume tus peo res temores respecto a la relacién, por ejemplo: No te impor- ta, no te importa la relaci6n, no soy capaz de complacerte. ‘Tal como yo percibo el circulo vicioso que, cada vex més 4 menudo, nos impide conectar de forma segura, cuan- do reacciono tal como he descrito antes, t pareces _ Escoge una palabra de accién, un verbo, por ejemplo: encervarte en ti mismofa, obligarme a m Cuanto yo mis témis . Entonces el dolor y la soledad se apoderan de nosotros. ta parcjay tia Inserta verbos que describan cémo contri Ia dindeica, Quizé podriamos establecer una seital para avisarnos smutuamente de que a dindmica se esté desencadenando. La podemos llamar __ Observar fa pauta es el primer paso para que dejemos atras el circulo En cuanto seas capaz de identifica las dinmicas negativas y advertr emo os arrasran, estarés lsto/a para aprender a romperlas La siguiente conversacisn explora en profundidad las arrolladoras emociones que alimentan ese tipo de pautas, sobre todo Ia ansiedad de separacién, m Conversacién 2 Identificar los puntos flacos «Las interrupciones en los mecanismos de apego son peligrosos... como una eérea arafiada, la ruptura de una relacién produce un dolor insoportable.» Thomas Les Fari Amino y Richard Lennon, ‘Una teoria general del amar Cr el amy, cudos somos vulnerables; no hay forma de evi- tarlo. La relacién con las personas que amamos nos expone «enel plano emocional, por es0 a veces nos hacen dao con pa labras o actos descuidados, Aunque duela, la herida suele ser superficial y transitoria, Sin embargo, cast todos tenemos ‘uns zona especialmente sensible —un punto flaco en la piel emocional— suave al tacto, que enrojece fécilmente y sus- ceptible de un intenso dolor. Cuanda ese punto flaco se re- sient toda Ia relacin corre peligro. Perdemos el equlibrio cemmocional y nos instalamos en los «dislogos malditos». {Qué es exactamente un punto flaco? Yo lo defino como tuna hipersensibilidad originada por el descuido, el abando- noo el desdén hacia una necesidad de apego en algiin mo- ‘mento de la historia personal o de la relacién actual, situa- «in que provoca lo que yo llamo las «2 Ds: desposeido o des 2s defiado en el plano emocional, Las 2D som puntos flacos en potencia de todos los enamorados. Dicha sensibilidad suele proceder de rlaciones dolorosas ‘on personas sgnificativas de nuestra pasado, sobre todo los padres, que nos dan Ia pauta para las relaciones amorosas los hermanos w otros miembros de la familia, por supuest, las parejas antiguas y actuales. Por ejemplo, hace poco, can- ‘do mi mar John se qued6 dormido mientras le hablaba, puse el grito en el cielo, Estaba cansado y habia dormido oro, pero me record6 a un antigua novio, que se quedaba dlormido cada vez que yo intentaba entablar una conversa- «im sera, Dormitar era una forma na muy sutil de aislarse y Alesconectar de a relacin. quella experiencia me voli hi persensible al respect; para mi, el sueRo repentina indica abandono emacional Frangois, un cualquier indicio de que su espos, Nicole, pueda no desearle iente mio, se pone muy susceptible ante ‘estar interesada en otro hombre. En su primer matrimonio, su esposa le fue abiertamente infiel en muchas ocasiones, Ahora, el painico le ciega ada vez que Nicole sonriea algtin amigo famoso por sus conquistas en una festa o cuando no est en casa y no sabe adénde ha ido. Linda se queja de lo mal que se siente euando su marido, Jonathan, no le dice que, esté guapa o que ha hecho un buen trabajo. «Es como si me invadiera una oleada de angusti, y empiezo a hacere reproches 0 a meterme contigo», le dic. Linda atribuye a su madre el origen de su hipersensbilidad: «Se negaba a hacerme cumplidos o a slabarme por nada y siempre me decia que no era guapa. Una ver me dijo que ella ‘rein que las personas, si las halagabas, se esforzaban menos. us ‘Ansiaba su reconocimiento y le guardaba rencor por negi melo, Supengo que ahora necesito lo mismo de ti, asf que cuando me arreglo y te pregunto qué tal estoy, me duele ‘que me ignores. Sabes que necesito tus halagos, pero me los niegas.Porlo menos, yo lo percibo asf. No puedo ser objtiva al respecto, me hace sufri demasiado». Aunque las personas suelen tener muchos puntos flacos, hay uno qte se suele llevar Ia palma a la hora de desencade nar dinémicas de pareja negativas. Steve se siente morit cuando su esposa, Mary, dice que le gustaria mantener rela- cones mis menudo, Una peticin asf se podria interpretar de manera muy positiva, pero él la vive como un misiltele- dirigido que hace pedazos su confianza sexual; su amigdala srita «ahi viene y l se hunde. Ante a peticién de Mary, se encierra ens{ mismo y ladoja fuera. «Me siento como si vol- Viera estar easade con mi primera esposa. No paraba de de- ‘irme cusinso a decepcionaba y me angustiaba mucho estar a la altura, sobre todo en la cama. Un recuerdo de lainfancia pone en evdencia también su punto flaco. Steve era el chico nis bajo de la clase, y su padre, delante de sus hermanos, le deca constantemente: «jHablo con Steve o con Stephanie?» ‘Aquella experiencia le hizo sentir que «no era lo bastante Los puntos flacos, sin embargo, no siempre proceden de antiguas heridas; pueden surgren una elaci actual, inclu so en una habitualmente feliz, si nos sentimos despseidos 0 Aesdefiados en el plano emocional. A veces se manifiestan durante lar grandes crisis © transciones —como el naci- miento de tn hijo, tna enfermedad ola pérdida dl empleo— cuando tenemos una gran necesidad de apoyo y nolo recibi- para ninguna mujer a ‘mos. También puede ponerse en evidencia cuando uno de los ‘componentes demuestra una indiferencia crénica; semejante actitud provoca un dolor abrumador que impregna incluso los aspectos mis ‘aceidn afectiva por parte del ser amado deja en carne viva los puntos flacos de nuestra piel emocional insignificantes dela relacin. La falta de re Jeff y Milly tenian una relacién magnifica hasta que el mejor amigo de él fue ascendido a un puesto para el que Jeff habia trabajado mucho. Cuando sucedi6,cayé en una depre- sin. En lugar de darle consuelo y tranquilizatlo, Milly le dijo que «se dejara de pamplinas». Han superado la crisis y la conexién se ha restablecdo, pero desde aquella experiencia él se siente incapaz de afrontar la angustia. Ante sus estallidos de rabia, en apariencia irracionales, cada vez que considera ue Milly no lo esté apoyando, sts mujer guarda silencio y sionte fracasada como espoca. Ee fel adivinar lo quc suede A continuacién:¢ instalan en un «dislogo malditos. Helen se hundi6 cuando un psicoterapeuta la culpé del problema con la bebi de su hijo adolescente. Durante la se- sin de evaluacién, Sam, por lo dems un buen esposo, apo- ‘¥6 el punto de vista del terapeuta, Mas tarde, cuando Helen le dijo cuinto le habia dolido su postura, Sam persistié en su actitud, lo que provoes amargas dscusiones, Para proteger la relaciGn, Helen decdis olvidar aquellaofensa «sin importan- ia» y concentrarseen todo lo bueno de su matrimonio. Cre- yé haberlo conseguido. [No obstante, cuesta tanto reprimir la emociones signifi cativas que intentarlo puede envenenar toda la relacén. La hrerida de Helen esté empezando a supurar La toma con Sam cada vez que hace un comentario sobre ell, y éte,inseguro, ns hha optado por el silencio, Aun asi se pelean por cualquier cosa. E] acs a ou esposa de estar volvindose tan paranoica como su madre, ella se sient cada ver més sola y perdi Los puntos flacos de Jeff y Helen esta al rojo vivo, pero no se dan cuenta. Por raro que parezcs, a muchos nos pasa Tomismo.A menudo ni siquiera sabemos que los tenemos. Sélo somos conscientes de sus efectos secundarios: turba- , Las herdas mutuas en sus puntos flacos han acabado por instalarlos en la epola de la protesa> Motivos parecidosarrastraron a Brenda yaTomaotrode Jos edidlogos malditos»: «detente y huye>. Brenda estéobse- sionada con su recién nacido, Tom intenta por todos los me- dios que le haga caso y, una noche, su mujer estalla,Estéhar- tade sus exigencias dice, lamandolo «obsezo sexual» y «paté- tico>. Tom no puede dar eréit. Pese a su atractivo,suele ser bastante timido e inseguro con las mujeres y necesita sentir- se deseado por Brenda. Por fn, toma represslas: «Muy bien. Es evidente que ya no ests enamorada de mi y que nuestra historia, estos iti ‘mos afos, ha sido un fraude. No necesito que me abraces. No necesito estar contigo. Voy a salir a bailar, y xi pucdes dedi- carte a cuidar al bebé>, Deja indicios por toda la casa de que estd eoqueteando con una chia dela clases de baile. Brenda, aque se considera una mujer del montén, siempre se habia preguntado por qué Tom, siendo tan strativo y brillanee, la scogi6a ella. Ahora, aterrorzada ante la acttud desu mar dbo, se refugia ain més en el bebs. Apenas hablan. Por prote- ‘ger sus puntos flacos sabotean Ia capacidad de reaccién emo~ ‘ional que tanto anhelan Para poner fina esas dindmicas destructivas no basta con identificar y poner limites alos «didlogos maldtos» (véase ‘Conversaciéa 1), sino que tambign debemos localizar y for- talecer esos puntos flacos, y ayudar @ nuestra pareja a hacer 130. lo mismo. A las personas que han crecdo al amparo de una relaciin segura y amorosa les costaré menos que sus heridas cicatricen, Tienen pocos puntos flacos y no tan artaigados. Una vez que han comprendido lo que subyace a sus desen- ‘cuent-os con el ser amado, son mis capaces de ponerles fin y-curar las heridas Para otros, sin embargo, traumatizados © abandonados por las personas que amaban o de quienes dependian, el pro- ‘eso 6 largo arduo. Sus puntos flaca son tan extensos y se ‘encuentran tan a flor de piel que aoveder a sus propios mie~ dos yconfiaren el apoye de la pareja les parece un reto enor~ ime. Kal, superviviente de abusos diversos y vererano del jit, dice: «Yo say un punto flaco andante. Ansio apoyo y consvelo, pero muchas veces, cuando mi dama me conmueve de verdad, no sé si me ha hecho una caricia w otra herida Ain asi, no somos prisioneros del pasado. Fodemos cam- biar para mejor. Una reciente investigaciin de la psicdloga Joanre Davila de la Universidad Estatal de Nueva York, con firma lo que he observado en mis sesiones: con ayuda de un ényuge carifiozo, es posible poner fin incluso al suftimiento ‘més arraigado, Podemos conseguir una sensaciGn bisica de seguridad si contamos con una pareja sensible a muestras ne cesidides que nos ayude a affontar los sentimientosdoloro- 4208, Eamor es capaz de transformarnos. Cémo saber si estas ante un punto flaco Dos sefales nos advierten de que nos enfrentamos a un pun- to flaco, ya sea propio o ajeno. La primera, un giro radial en an el tomo emocional dela converseeién, Hace un momento tt pareja ti estabais bromeando tranguilamente, pero de re- pente uno de los dos adopta‘un tono disgustado u ofendio, 0, por el contraro, reservado o gid, Se produce un dese- uli, como si las replas del juego hubiesen cambiado de repente y nade te hubiera sudo. La persona ofendida em- pieza a enviar seales distntas y el oto tata de interpretar l cambio, Como dice Ted: «Vamos en coche hablando de cualquier cosa y de repentenoto un fio glacial Ella se queda ‘irando por la ventanilla con los labios aptetados,taciturna, como si deseara que yo no existese. A que viene eso?» La segunda, cuando la rebecin a una supuestaafrenta es desproporcionada, Marla cuenta: «Por lo general, hacemos el amor el viernes por la noche, as{ que Pierre me estaba espe- rando, pero lamé mi hermana, que estaba disgustada, y me puse a charlarcon ella. Supongo que estuve unos quince mi- ‘nutos al teléfono. EI bajé hecho una furia y empezamosadis- . La alarma puede saltar, por ejem- plo, al notar un deje critico en el tono de vor del otro 0 si nesta pareja hace caso omiso @ una peticin de caro. Ma~ rie le dice a su marido Eric: «SE que intentas ser carifioso y te lo agradezco, Demuestras interés por mis problemas. Todo vva sobre ruedas hasta que dices “mira” con el tono que em- plearias con una niffa que no entiende nada. Noto como si ime clivaran una aguja. Me doy perfecta cuenta de que te exaspero, Me consideras tonta, y me duclen, Eric estéestu- pefacto. Creia que discutian porque @ ella le parecia mal todo lo que él deta 2. Elcuerpo reacciona. La gente lo describe de formas distin- tas: «se me encoge el estmago y empiezo a hablar en tono agudos o «me quedo fro ¢inmévils.A veces el kinieo modo = de averiguar cémo nos sentimos es prestar atencin a las sensaciones. Las emociones fuertes movilizan nuestro cuer- po, lo ponen en actitud de supervivencia & la velocidad del rayo, Ademés, cada emocién provoca tna reaccin distnta ‘Cuando estamos asustados, el flujo sanguineo aumenta en las pieras;cuendo nos enfadamos, en las manos 3. Elintelecto,loalizado detrs de la frente, en el crtex pre- frontal, reaciona con més lentitud. En ese momento sintoni- za con el cerebro emocional, la amigdal, y se pone a buscar el sentido de lo que esti pasando. Sucede cuando comprobamas si es correcta la percepcin iniialy disceznimos el sentido de Ja seal respecoa la seguridad dl vinculo. Los peores temores de Carte se confirman justo en ese instante: «Cuando parece que vamos a hacer el amor y me dices que esti cansado, me altero muchisimo. Tengo la sensacién de que no me deseas, de {que no soy ms que una amiga, de que no soy especial para to. Su marido, Derek, contesta: «;No puede er que slo esté can sado?» Carrie responde: «No cuando llevas toda la noche co- ‘queteando conmigo y creando todo tipo de expectativas. Si no vasa responder allas, necesito un poco de ayuda para digerit~ Jo No quiero tragarme yo sola el enfado». 4. Nos vemos obligados a hacer un movimiento determinado, hacia muestra pareja en direccién opuesta oen contra, Tenemos programado el impulso de actuar ante cualquier emocién, La ira nos empajaaluchar. La vergienaa,a escondernos, El miedo rnoshace huir, quedarnos quietoso,en casos extremos atacat.La tristeza nos obliga a llorar y a marcharnos, Al describir las pe- leas con su esposa, Ana dice: «Sélo quiero echar a corner Necesit lejarme. En cuanto Jair asoma a su rostro, desapa- exeo- Dice que lo ignoro, pero esque los pes me wan solos en ‘unto oigo sus reproches. No puedo quedarme a escuchar» ‘Todo sucede en una milésima de segundo. Charles Dar~ ‘win fascinado por el poder de ls emociones y su papel en la lucha por supervivencia, quiso comprobar hasta qué pun- to podia controlarlas, En el 200 de Londres, se plantaba ante un terrario que albergeba una gigantesca vibora e intenta- ba una y otra vez no retroceder cuando ésta hacia amagos de atacarle, Nunca lo consigui6, Su cuerpo siempre reacciona- ba ante el miedo por mucho que su mente conscient le di- jera que no corria peligro. La misma historia puede llevarse al terreno delas elacio- nes. En un momento de ternura, mi compaiiero hace de re- pente un comentario cftico. Noto que mi cuerpo se paraliza He tardado menos de dos centésimas de segundo en sent el dolor y emprender la retizada (es més o menos el tiempo que, segin estiman los cienifios, tardamos en registrar Ia expre= sin de un rostro) La ternura del momento se ha esfumado, Las emociones nos dicen Jo que de verdad importa, Como ‘una brijula interna, nos orientan y nos dirigen. PUESTA EN PRACTICA Cémo identificar tus puntos flacos Recuerdas sien algin momento concreto de tu relacién ac tual has perdido de repente el equilibrio si un ligero ademén 135 o falta de respuesta ha amenazado tu sensacin de seguridad en pareja o site has sentido arrastrado/a a una reac de las que desembocan en un «dislogo malditon? Quizd tengas pre- sente alin instante en que te descubiste de repente muy enfadadolao sibitamente indiferente. Vayamos mis all de esas reaeciones supericiales, hasta las emociones més pro= fundas, y analicemos el episodio. + {Qué estaba pasando en la relacién? {Cul fue la seal ne- cn tla sensacion de di sgatva, el intercuptor que dpa tancia emocional? ,Cémo te senias una milésima de se- agundo antes de enfadarteo antes de desentenderte? {Qué dijo hizo evactamente tu pareja para provocar dcha reac- Por ejemplo, Anne, una joven estudiante de meticina ‘yur evaba pocus meses viviendo con Patrick, un abogado, dice: «Sucedi6 el jueves por la tarde. No hubo forma de arteglarlo. Nos pasamos varios das enfadados. Todo empe- 26 cuando le estaba hablando a Patrick de mis estudios, de Jo mucho que me estaba esforzando. Al final, me puse como loca. Me inundé esa rabia incontrolable que forma parte de nuesera dinimica. Veamos, Recuerdo que empez6 a levantar la voz, empleando exe tono distante, como de conferenciante, que adopta. Y después dijo que, si me obse- sionaba tanto, no podia ayudarme. Esa vor dispara todas mis alarmas, Convierte cualquier desacuerdo en una espe- sie de crisis, + Recuerda algin episodio en que cu pareja tacara uno de tus puntos flacos, @Cémo reaccions tu cuerpo? Tal vez te sen~ tiste disgregado/a, indferente, acalorado/a, sin aliento, ‘on un peso en el pecho, muy pequeio/a, vaco/a,temblo- +0s0/a, loroso/a, helado/a,en lamas, Hacerte consciente de tucuerpo te ayuda a nombrar la experiencia? ‘Anne dice: «Me pongo may nerviosa, Reacciono como tun gato en pleno patatis, Patrick dia que me vuelvo loca, 1 sélo ve eso, pero yo por dentro noto como un temblor, como si estuviera asustada». + 2Qué interpreta tu cerebro al respocto? {Qué te dices a ti smismo/a cuando sucede? Anne comenta: «Me digo para mis adenteos: “Me esti enjuiciando” y me enfado con él, Pero no es exactamente asi porque lo que siento se parece mas a: “No esté a mi lado. Tengo que enfrentarme a esto yo sola. No se molest rien apoyarme.” Y es escalotriante.» + 1Qué hiciste en aquella ocasiin? {Cémo pasaste a la ac- ‘Anne prosigue: «Bueno, le grit le dije que era un ea- nalla por no ayudarme y que se podia ial infierno, De to- das formas, yo no lo necesitaba, Después me pasé varios dias enfadada con él, Cuando me pongo asi es como sit ¢gara veneno, Tengo la sensacién de que con esta reaccién vito afrontar mis mas profundos sentimientos. Al final, ‘hore habla en un tono ain més bajo, y se vuelve hacia su pareja. «Si no me enfado, soy vulnerable. Ahora mismo ime sicato frgil y triste. No me atrevo ni a mirarte. Estoy pensande que todo esto seabaré por aburrrte. Tu verdadero amor est trabsjo.Intento aceptalo, pero tanto miedo y de- solaci6n tan acabado por amargarme.» Se pasa la mano por la cara y, de repente, aparece una ira desafiante donde ances habia tristeza y fragildad. «No s€ por qué hacemos terapi. Quizis estariamos mejor separados.» {Zas! La emocin he dado un vueeo. Es dificil demorarse enlas prfundidades del mundo emocional. Pero Vineent reac- coma de maravilla, Advierte que James se estéesforzando y lo ayuda, «Me estésdiciendo que bajo tu frustracion te sientes frigl y twist Y quieres saber si hay algo que me importa més aque mi trabajo, Esté bien. No se me da bien hablar de mis ne- cesidades estoy aprendiendo, Pero te aseguro que, si vuelves a decir que estariamos mejor separados, me daré un ataque, Pre- fiero mil veces estar contigo, por muy desgraciado que pueda ser si es que ati te parece bien.» James se echaa ret ‘Van por el buen camino. Estin aprendiendo a hacer de sus puntos flacos un motive de conexién y no de distancia- PUESTA EN PRACTICA Tratad de recordar sien algtin momento os sentisteis vulne- rables heridos y si la reaccin del otro os ayudé a acerearos {Qué foe, en concreto, lo que cambié las cosas? ‘Acontinuacin pensad en un episodio reciente que os ale- {6 y0s instal en un edilogo maldito>, En aquella situa, ‘quién subid la temperatura emocional y quign la baj6 para cludirsentimientos dolorosos? Pensad sendas frases que des- criban cémo sucle cada uno afrontar la sensacion de fragil- dad que lo invade en los momentos dificies y comentadlo, Por ejemplo: Me quedo de piedra o helado, me preparo para contraatacar, echo a correr y me escondo, $i, por lo generate relacionas asi con tu pareja, segura- _mente es porque te parecié la inica opcién viable en relacio- nes anteriores, ;Cémo te ayudé aquella estrategia a man- tener intacta la relacién més importante de tu vide? Por cjemplo, la maniobra sirvi6 para llamar Ia atencién de un ser querido, para no sentirt tan rechazado/a o ignorado? Enel episodio que has recordado, te aferraste alas emo- ciones superficial einmediataso fuiste capaz de explorarlas y expresar sentimientos més arraigados? Dil a tu pareja, en ‘una escala del uno al diez, cuinto te euesta hablar de los sen- timientos que te hacen sentir vulnerable. Qué sensacin tie nes al comentarlos ahora? Puede tu parcja ayudarte e pro- fundizar 14s en ellos? No lo olvides, todos vamos en el mismo barso emocional, cometemos los mismos errores y tratamos de dar sentido a nuestra vida sentimental sobre la marcha, lo mejor que podemos A recosdar el episodio que os llevé a un punto muerto como pareja, puede cada cual identifcar qué indicio en con- cxeto le hizo perder el equilibrio emocional y lo precipts a tuna espiral de inseguridad? Intenta expresérselo a tu pareja como un hecho, sn echale la culpa. Anne dice: «Fue ver que mientras yo llorab, ti guardabas silencio», Patrick contesta «Veia el sufrimiento en la expresién de tu rostro. Me sentia fatal por dentro pero nunca sé qué hacer en esa stuaciones Los puntos flacos se manifiestan de muchas formas di tintas.Ineenta usar las palabras y las frases propuestas a continuaciin para descrbirle a eu pareja la sensacién de fra- gilded que te asaleé durante aquel episodio, Si te cuesta de- :masiado, puedes rodear las palabras con un ciculo y mos- as acu pareja Em aguella ocasién, si me atengo a mis emociones mas vulnerables, me sent: solola, ignoradola e insignificante, frustrado/a e impotente, en guardia, incémodola, asus- tadola, heridola, desesperanzado/a, intimidadola, ame- nazadola, aterrorizadola, rechazado/a, como si yo no im- portara, ignoradofa, fuera de lugar, excluido/a, confundi- ola y perlido/a, molestola, avergonzadola, vactoa, aténi- tola, tris abandonadola, decepcionadola, aisladota, defraudadola, paralizadola, abrumadola, pequeiiolao infe- rior despreciadola, frégil, preocupadola, {Te atreves a hablarle de esa sensacisn at pareja? Site ‘cuesta demasiado por chore, puedes comentarle qué sera, se- sn 1 lo peor que podria pasar si se lo eevelases. Intenta de- cirle atu pareja Cuando me planteo confesarte qué sentimientos me ha- cen sentir més vulnerable, no me atrevo. esque lo hiciera Puedes preguntarlea tu pareja qué sensacién tiene cuan- do le hablas de esto? (Te ayuda a semtct lo bastante segu rola como para comentale estas impresiones? ;Qusé efecto sents que provoca este tipo de conversaién en la relaién? ‘Pods pensar juntos una nueva versi de aguelepiso- dio dif con el que hemos empezado el eercici, una que inclya vuestros movimiento bisieos en la dinémica (por ejemplo, me encerré en mi mismmo/a y me scab), y nom- brat los sentimientossuperficiles que os asaltaron de mane raevidente (por ejemplo, me sent ineémoda/a y nervosa ‘como si me hubieran pllado en fata, slo wn poco moles- toa)? ‘Mis movimientos basicos en la dinémica fueron + y me senti Ahora podemos i un poco més lejos. Trata de discernir 4 indicio en concreto desats las fuertes emociones que has clegido de la lista anterior. Pod sor el tono de vor de tu pa- rej. Después, afade los sentimientos que has seleccionado ala lista Cuando oi/vi___-_, me senti Intentad cefiros a un lenguaje sencillo y concreto. Las pa~ Iubras o las definiciones ambiguas pueden hacer confusa la Sn. Si os quediis atascados, comentadlo, tatad de retroceder al citimo punto sobre el que no teniais dudas y volved « empezar. ‘A continuacién, und todos los elementos Cuando nos instalamos en nuestra dindmica y yo {utiliza un verbo, por ejemplo, te presiono}, me siento (emocisn superficial). El resor- te emocional que desencadena en mila sensacién de des- conexién es ver/sentir/oir (la senal ue dispara la ansiedad de separacién). En un nivel mas profundo, me siento {Qué habéis aprendido de los puntos flacos del otro? Re cordad que si os rozdis mutuamente esas zonas sensibles es sélo porque os queréi For mucho euidado que pongiis ambos, es imposible estar siempre en sintoni. Las sefiles se pasan por alto a menudo, y la fragilidad,fruto del apego, ocupard en un momento tt aroun papel central. El secreto es darse cuenta y afrontar los ast puntos flacos sin instalarnos en pautasdestructivas. En el si= guiente capitulo, aprenderéis mas sobre cémo trabajar los sentimientos de apego para poder recorrer ala inversa las di= nénicas negatives que nos arrastran. Conversacién 3 Revivir los momentos criticos «Lo importante es saber rectificar aunque sélo sea para volver a intentatlo.» Deborah Blue, Love at Goon Park Tia Doris, una mujer voluminosa de pelo oxigenado y vello et la barbilla, vertia ron sobre un enorme pudin de Navidad “También discutia con mi mas que achispado tio Sid. Se volvi6 hcia él y dio: «Alguien esta cogiendo una mona. De las que acaban mi Estis medio borracho y te juro que no pienso «quedarme sin Navidades blaness.Tenemos que discutie? Yo la tomaré contigo y ti te defenders si puedes. Ambos nos sentiremos mal entonees./Tenemos que pasar por e30 0 po- demos volver a empezar?» Tio Sid asinté solemnemente y smurmuré con suavidad: , dice. Cuando te pedi que hicieras las tareas de la cas, te pusiste desagradablee irritable, No tengo por qué aguantar eo.» y at. ‘Tengo derecho aque se me euides, declara Claire beligeran- te «y's no eres capa de hacerlo, me las arreglaé sin tv. La victoria sin embargo, era amarga, porque en realidad no es eso Io que quiere. Peter contesta con vor pausada; «jNo podemos dejarla de una ver? En esta guerra, los dos salimos perdiendo, Por primera ver se a referido a un «nosotros» Claire suspira. Cambia de acttud y de tono: «Si, dice con expresin pensativa, Siempre Hlegamos a este punto. Es an callej6n sin sala. Ambos queremos tener razén, asi que se- sguimos discutiendo hasta acabar exhaustos = 2, Reconacer los propios movimientos. Care se queja de aque Peter la ignora, de que no trataba entender su postura cuando estalla el confi. Examinan los movimientos de cada cual. ll reflexiona:eLo primero que hice fue quejarme yy enfadarme contigo. {Qué hiciste ti» «Quise defender sme y teatagué a mi vez», contesta él. Claire prosigue: «En- tonces te mandé a a porza y segui acusindote, En realidad cstaba protestando por tu indiferencia», Peter, ahora més tranguilo, se arriesga a brome. «Te has saltado una pate Entonces me amenazaste,jrecuerdas?, con eso de que te las podiesarreplar sin mis, Claire sonrie. unto hacen un breve resumen de sus mo- vimientos, Claire lo manda a la porra mientras Peter se muestra imperturbable Ell grita més y lo amenaza. Ella da por imposible e intentaescapar. Peter se echa a ret: «La pie- dra impenetrable y la mandana. Vaya par. Bueno, reconvco aque hablar con una pera debe de ser frutrante». Claire le sigue y reconoce que su furia y su talantecrtio probable- mente empujen a su marido a ponerse ala defensiva y om tribuyan a que despassecierze en s{ mismo, Ambos conc den en que cuesta mucho ser sincero. 3. Reconocer los propios sentimientos. Claire, ahora, es paz de hablar de lo que siente en lugar de, como ella dice, sarremeter contra Peter y ponerle un enorme cartel de cal- pable>, Reflexiona: eReacciono asi porque estoy disgustada. Una parte de mi quiere dectte: “Muy bien si tan dificil es vi- vir conmigo, te vas a enterar, No vas a pasar de mi." Pero por dentro estoy destrozada, {Sabes lo que quiero decir?» Peter rmurmura: «Ya lo creo, Conozco muy bien la sensacin». Ha- ‘lar como Claire de las cemociones superficales» de la ira y ls confusin, es un buen punto de partida para hacerse acce- sible a la persona amada. veces, utilizar el lenguaje de las «partes» ayuda a hacer ese tipo de confesiones. Faciita el ca- mino para reconoceraspectos de nosotros mismos de los que no nos sentimos orgullosos y también para expresar senti- :mientos ambiguos eter podria decir «Sina pare de mino siente nada, Me pasa siempre que nos ponemos a discuir Pero creo que otra parte de mi también esté destrazaday 4. Hacerse cargo de emo influyes en los sentimientos de ta pareja. Tenemos que reconocer que nuestras estrategias para afrontar emaciones desequilibran a nuestra pargja y le pro- vocan una ansiedad de separacién atin mas intense, Como es- tamos unidos, mis sentimientos, de forma natural, influinan en los tuyos. No obstante, advertr el impacto de las propias emociones en el otro puede ser muy dificil cuando nos ciegan las nuestras, sobre todo si Hevamos puestas las lentes del miedo. Durante la discusidn que estamos analizando, todo sucede tan rapido y Claire esté tan perturbada que no se da cuenta de que tanto su tono como la frase ano lo aguento» tocan el punto flaco de Peter y lo llevan a ponerse a a defen- siva. En realidad, le estédiciendo que si él se comporta asf es porn defecto de personalidad. Fs un canalla! Peter tampoco advierte en su momento queeel comentario sobre la cexperta en limpieza» desencadena en Claire una avalancha de amenazas, tanto que acaba dicéndole Io bien ‘que se las puede arreglar sin él, Para controlar los «dislogos ‘malditos» y no herirse en puntos vulnerables, ambos deben aceptar que arrastran al otro @ una espiral negativa y contri- 158 bbuyen activamente a su propio melestar. Ahora Peter puede hacerlo.Dice: «Cuando nos peleamos, primero me defiendo y despues dejo de hablar Eso a ti te saea de quicio, verdad? ‘Tienes I sensacién de que no puedes contar conmigo. Me cencierroen mi mismo, No sé qué otra cosa hacer Sélo € que no quiero seguir viéndote tan enfadada>. 5. Preguntar al otro por sus emociones profundas. Durante la pelea y l distanciamiento posterior, Peter y Claire estin demasiado ocupados como para sintonizarcon las emociones profunchs del otro y reconocer que estén tocando sus puntos flacos. Sin embargo, cuando contemplan el conjunto de la ‘imagen y se tranquilzan en lugar de estar pendientes de sus propios miedos y de pensar lo peor sobre su paej, pueden ernpeza a interesarse por los setimientos subyacentes, En &e momento, Peter se vuelve hacia su esposa y dice: «Cuando discos, no puedo dejar de pensar que vasa de~ jarme, Sin embargo, no te pones asi sdlo porque estés enfa- «dada verdad? Debajo de toda esa rabia hay dolor, 20? Aho- ralo endiendo, $é que tu punto flac esl abandono el miedo 4 que te dejen. No quiero hacerte dato. Supongo que tev como sna jefa despéica emperiada en demostrar mi inut dad como esposos. Cuando Clate le pregunta por sus sent- smientossuavizados durante la discusGn, es capaz de hacer introspeccién y deseubrir que la frase «no lo aguanto» de- sencadena su miedo al fracas. Y Chire, reordando a ses bles afide: Tens la sensacin de que, hicieras lo que hicie- ses, metas a deospeionar Y en momentos afte sentes tan sobre los aspectos volnera- mal que s6lo quieres desaparecer del mapa». Peter asiente 159 Para legara este momento, es de gran utilidad que la pareja haya hablado con frangueza de sus puntos flacos en conversa- cones anteriores. Noobstante, aceptaren qué medida tus ac- tos influyen en el comportamiento del otro y demostrarinte- és en suis aspectos vulnerables también ayuda, 6. Expresar las propias emociones profundas los sentimentos suavizados. Aungue cueste verbalizar las emociones profun- das, a veces de tristeza y vergienca pero més a menudo de an- siedad de separacin, pues puede ser lo mas dificil, es también . Sugiero que la di- nmia que estoy presenciando tal vez sea una pequefa va- riante de la habitual en la que ella se mantione al margen y A inenta hacer reecionara su esposa para recuperar el con- trol Asicaten Sa, un elocuente abogado corporatvo con el pelo algo risen las sienes, inca una perorata sobre lo poco atendido «ques sient en su matrimonio. No ele brindaningin afc to, niatencin, ni sexo, Noe le escucha Est farioso, yt ne derecho aestatlo, Kerrie mira al clo, raza las piemas y empieza a sacar el pie, enfundado en un zapato rojo de t- «én ato, con gesto nerviogo, Les seilo que, en este mismo instante, estoy presencando la dindmica en directo. El esté enfadado y pide atencin mientras que ella le envia seiales de ero puedes obligarmes Kerrie rompe la tensin con una careajada al reconocer su propa estratepia. Sal comenta que la pocaeapacdad de em pe de su mujer se debe a la educacién recibida, y da unos 18 cuantos consejos para reencauzarla, Ela, como es natural, sélo capta que su marido la hace responsable del problema y aque debe trabejar para superar us defects. La tensign vuel- CCharlamos un poco del amor y del apego, Les digo que la actitud de Sal se debe a que estamos programados para reac- cionar con agresividad cuando nos sentimos rechazados, y que respuesta de Kerrie es una estrategia para tranquili- zarse y no poner en peligeo Ia relacién, El mensaje bisico, «no tenéis problemas es que las personas somos asi», parece de gran ayuda, La pauta «me vas a escuchar/no puedes obligarme: lleva instalada en la pareja desde el principio del matrimonio, pero cempeors cuando Kerrie se puso a trabajar como agente in- mobil iy ahora se daen todas las discusiones,desencuen- ‘ros y roces cotidianos Enel plano intelectual, comprenden gue la dindmica gobiema su rlacén, y que ambos haa act- baud por ser, como dice Sal, victimas de esta expiral emocio- nal enloquecidas No obstante,slta al vista que Kerrie contempla a Sala través de un estrecho prisma de desconfianza. Ene fondo, no comprende el impacto que su actitud distanteejerce sobre él aqut y ahora, y imo esa distancia lo arasta al citclo vicio- 0. No acaba de entender emo, sin pretenderlo, desencadena la respuesta agresiva de su marido, En un momento de la conversacién, ella se vuelve hacia Sal y le dice con brusquedad: «;Asi que por eso te pones tan pesado? Tenemos una necesidad innata de conexién y yo puedo parecer bastante fria a veces, es mi modo de ser. Pero he sido una buena esposa, jo no?> Mirando al suelo, Sal ‘asiente con solemnidad, , Alidentifcar la lave emocional de a discus, est hil- ‘vanando la historia del apego el tema que subysce ala tama del momento. Prosigue: «Queria tu opinién sobre el vestido, 0. pero ti seguias enfadado por otra cass, verdad? Bueno, haa sucedito mil vees. Nos lo sabemos de memoria. Pode mos superaelo yas No me ressto a sefilarles que lo estan haciendo en este preciso inctont. Han considerado la pauta de manera global en lugar de centrarse en hechos cneretos y limitase a rs- ponder a os movimientos negativos del otro. Kerry abora se Jemma ain ms en territoro seguro. Se inlina hacia Sel «Bueno, supongo que ain estoy aprendiendo aiden arts puntos fhcos. Ensiendo que te pareciera fa la otra noche Estaba agptada. No me atrevia decirtelo. Sabia que querias star conmigo. Creo que me asustaba tu reacién, as que me protegis «que una de esas veces que hemos comentado?», pre- sgunta Sal azde ésas en que erees que nada salvo una sesin aamorosa de dos horas me complaceisy te sient tan presion nada queeres incapaz de responder a mis demandas?» La reaccién me sorprende, Cuando los ediélogos maldi- tos» pierden intensidad se abre el espacio ala curiosidad, el accesoa l realidad del otro. Sal no slo trata de discerir sus propios sentimientos, se pone en el lugar de su esposa y bra- Kerry, visiblemente conmovida por las palabras de su es- oso, se inclina hacia delante y se quita los zapatos rojos de tain, sus ezapatos de batalla», como ela lo llama. Con ese calzado anuncia al mundo que es una persona fuerte a la ue se debe tener en cuenta, «Si, senti presin. Y supon- go que me encerré en mi misma, Pero ahora sabemos que te aterrorizs esa reecién, jn? Asi que me insistes y yo me ale- jo atin mis, As va la cosa.» an. En mi consulta suena una nueva melodia. La pareja con- templa la danza e identifica sus pasos en ella, No sélo es0, sino que ambos comprenden eémo arrastran al otro a la di- némiea, Aunque, saben hasta qué punto el eirculdvicioso los instala a ambos en la soledad y el miedo? Les comento: €Y es muy duro para ambos. Acaban sintiéndose muy s0- los». «Sir, dice Sal, cy entonces me retro a ese lugar triste y aterrador supongo. Mas 0 menos es0 intentaba decir cuando estaba enfadado: spor qué pide mi opinisn, si lo que digo no le importa? Cuando me invade esa sensacién...r Inmovil sguarda silencio. Le invade esa sensacibn porque se asusta, porque duda de-ser importante pars Kerrie», sealo yo. «Nos sucede a to- dos, Ese miedo forma parte del amor. No obstante, cuesta mucho reconocerloy asimilarlo, es més facil enfurecerse.» Kerrie, ahora muy pendiente de su mario, dice en voe baja, como si todo cobrara sentido al fin: «Y entonces el miedo te lleva a ese lugar oscuro...» «Si, contesta Sal. «Me vuelvo Toco intentando afrontaro, controlarlo, Me pongo furiso.» ‘Cuando eso sucede, Sal, su ira desencadena, a su ver, los rmiedos de Kerrie», seielo, Kerrie asiente. «Entonces me en- tra la angustia de que nunca podiré complacer a este hombre No soy lo bastante para él Lo absurdo de todo estoes que me gusta acurrucarme con él en el sof, Me gusta cdmo hacemos clamor. ¥nos arrastramos mutuamente a este estipid bai- le para acabar hechos polvo.» Les seialo que, hasta el momento, aaben de eaprurar € inmovilizar al demonio del dislogo maldito. Han afrontado sus miedos de manera distinta, bajo un prisma que disminu- nm ye la ansiedad en lugar de exacerbarla Sal tiene otra cosa i= portante que deci Parece mis seguro, como si psara terreno amis firme «Estamos aprendiendo a afrontar esto. Si sae bemoscéizo nos enganchamos, aprendemos a ver cules son nuestos puntos flacosy por qué nos duelen..., bueno, quiz podarnos incluso estar...» Hace una pausa pera busca las pa labras exacas. «Bueno, atin més unidos.» Acaba de hablar y sonrie. Kerrie re y le coge la mano. 2Que hemos visto hacer a Sal ya Kerrie en estas imas conversaciones? ‘+ Hanafrontado de otra manera los pasos de su dindmi- ldesarrollo de la pauta im situ y a encauzar su relacién, + Han reconocido su responsabilidad en la dindémica ‘Han comprendido oSmo sus propios movimientos de- ca negativa; han empezado a observa sencidenan Ja ansiedad de separacién del otro, nacida de tna necesidad primigenia y universal de apego. Asi comienzan a comprender Ia increfble influencia que poseen sobre su pareja. ‘+ Estén asimilando, expresando y compartiendo el dolor ante el rechazo y el miedo al abandono que mueven la indica Todo lo dicho significa que poseen la cpacided de deses- calar el conflict, y es ms cada vez que lo hacen crean una base de seguridad ala que acudir para afronta ls emociones profundas que forman parte del amor. “Ahorasque has visto eémo funciona el proceso de desesca- lada, ha legado la hora de aplicarl atu propia relacdn, i PUESTA EN PRACTICA 1. Escoge con tu pareje un episodio breve e incémada (pero que no resulte demasiado dolorose) de la relacin, uno que haya tenido lugar hace dos o eres semanas, y haced una des- cripcién sencilla de lo sucedido de la forma més objetiva sible. Se supone que ambos coincidiréis en la descripcin. ‘Ahora redactad en forma de secuencia las pasos que cada tuno disteis en el incidente. ;Cémo se relacionan tus propios ‘movimientos con los de tu pareja y cuales motivaron Jos su- yos? Comparad las notas de embos ¢ intentad redactar una versidn conjunta. Procurad que sea sencilla y también des- criptiva 2. Afiadid los sentimientos que experimentasteis y imo cada cual contribuy6 a desencadenar la respuesta emocional del otro. Compartid las respuestas e intentad legar a un acuerdo, Ahora trata de averiguar qué pudo sentir, en un ni- vel més profundo, tu pareja. Hazle preguntas. La curiosidad te ofrecerd tna informacién muy valioss. Sia tu pareja le cuesta acceder a sus sentimientos mas ocultos intenta adivi- narlos a partir de sus puntos flacos. Confirma o revisa con él ella esos sentimientos. 3. Utilzando la informacién que acabéis de obtener, tratad de describir juntos qué os habriais dicho después del episodio si hubieras sido capaces de permanecer unidos y completad- lo de la manera en que os hubiera hecho sentir a salvo. ;Qué sensacién habriastenido? Cima os habriais sentido respec- toal otro ya la relacién? 4, Realizad las tres prcticas anteriores con un episodio mis dolorosa atin sin resolver. Si te quedas atascado/ imitate @ ‘asumir que certas partes del eerccio son dificil para t. Si ‘tu para se le hace muy duro, pregintale cémo podrias ayudarl, A voces basta un poco de apoyo para ser caper. 5, Sisupieras que, mediante este sistema, puedes quitar hie~ 110 alos conflictos o modificar los desencuentros, eambiaria tu postura respecto a la relacién? Coméntalo con tu pareja. Gracias a Jo aprendido en estas tres conversaciones, ahora eres capaz de desescalar conilctos, y eso es magnifico. No obstants, para disfrutar de una relacién amorosa sélida y sana, ne basta con poner limites a las pautas destructivas que _generan ansiedad de separacién ni con escuchar las protestas del otro aceptarlas, sino que también se debe crear una co- rmunicarién positiva que favorezea la apertura, la capacidad de resccién emocional y el compromiso mutuo. Lo vas a aprender en las siguientes conversaciones a5 Conversacién 4 Abrézame fuerte: compromiso y encuentro «Cuando alguien te quiere, promuncia tu nombre dde manera distnta, Sabes que tu nombre cst asalvo en sus labios» Billy, de cuatro asos defnicisn del amor publicada en Internet La imagen del amor que nos ofrecen las peliculas de Holly- wood es bastante acerta dos personas se miran fijamentea los ojos av wan despacio hacia los brazos del otro y empie= 7zan a moverse juntas en perfect sincronia. Sabemos al ins- tante que esas dos personas se importan, que estén unidas, ‘Sin embargo, tales instantes cas siempre indican que la pa- reja estéen los inicios del romance. Rara vez se utlizan para ‘mostrar un estadio més avanzado del amor. Ahi Hollywood se equivoca, porque los momentos de capacidad de reaccién emocional e Intenso compromiso afectivo son bisieos a lo largo de toda la relacin. De hecho, consttuyen el sllo dis- tintivo de las parejas felices y seguras. ‘Cuando nos enamoramos, tndemos a sintonizar de for- ‘ma natural y esponténes con el otro. Somos hiperconscientes de su presencia, sensibles hasta extremos indecibes ala mas os sninima accién y palabra del ser amado, a cada expresion 0 sentimiento. Con el tiempo, sin embargo, nos volvemos me- ‘nos atentoy, mis autocomplacientes, a veees incluso dejados, con la pareja, Nuestras antenas emocionalespierden poten- ia, 0 quiz las seiles del otro se debiliten, culo seguro y sostenerlo en el tiem- ntoniacon el seramado tan fer- Para construir un vi po, debemos aleanzar uns te como al principio. ¢Cémo se consigue? Creando delibera- damente momentos de compromiso y conexién. En esta ‘conversaciin, dans el primer paso hacia la creacin de tales instants; las conversaciones posteriores te ensefiaran a re- forzar el vinculo de forma deliberada, para que puedas crear tus propios emomentos hollywoodienses» a voluntad, La conversacén cabrizame fuerte» ayuda a consolidar la sensacién de seguridad que tu parca y i habgis empezado a construr través de la conversaciones 1,2 y 3, con las que aprendistes, por una parte, @ poner limite a las pautasdes- tructivas en las dinmicas de pareja y, por ota, a reconocer al ‘menos uno de los seatimientos ms profundos que se mani- fiestan en los ciclos negativos o en los momentos de desen centro, La conexién consciente y una capacidad de reaccién ‘eimacional eficaz son dificiles de lograr si no se cuenta con tuna base de seguridad. En esta conversacién, aprenderés a generar pautas postivas de acercamiento y respuesta al ser mado. En uma, aprenderés a hablar el lenguaje del apego. Considralo as: si las conversaciones 1, 2 3 se pueden comparar con an paseo juntos por el parque, la 40s com bai- lar un tango. Te levard a un nuevo nivel de compromiso cemocional Toda las sesiones anteriores son una preparacién para éta, las posteriores se artculan a partir de la eapaci- dad de la pareja para superarla, «Abrizame fuertes es el me- jor puente para salvar el espacio entre dos soledades. Dejar a un lado nuestros mecanismos de defensa y reco- noce las nevesidades mis profundas puede resultar duro, in- cluso doloroso, Por qué correr el riesgo? Muy sencilla: ino nos abrimos al ou y le dejamos ver nuestras necesdades de apego las posibilidades de que las satisfaga son minimas. Para que el mensaje legue a su destino, tenemos que enviar una sefal alta y clara, Si por lo general, los demés nos han ofresido un recinto «de seguridad y confianza y el vinculo que nos une al ser ama- do es estable, cuesta menos mantener el equilibrio emocio- ral, conecta con Ios entimientos mas profundos cuando nos sentimos vulnerables y expresar la necesdad de apego que forma parte de nuestro ser. En cambio, si no estamos seguros dela relacin se hace dfiil compartir los anheloso arviesgar- sea revelar la propa fagilided. En este timo cso, algunos tratan de controlar las emociones a toda costa, ocultaeas, en Jugar de pedir lo que necestan. Otros niegan inchs que ten~ gan emociones y necesidades. Pero siguen ahtde todas formas. Como el asesino de la pelicula Er carne viva, perverso pero ‘muy intuitivo, que le murmura ¢ Meg Ryan, la protagonista que evita toda proximidad: «Lo ansfas tanto que te duele> La Conversaciin 4 est dvidida en dos partes. La primera Lo que més temo—requiere que explores y elabores tods- via mas los sentimientos profundos que vislumbraste en conversaciones anteriores. En aquellas, descendiste unos cuantos pisos para acceder a tu mundo emocional ocult. Si quieres descubrir tus prioridedes en el terreno del apego, tendrés que bajar hasta el s6tano. [a segunda parte —Lo que més necesito de ti—es crucial, la piedra angular de la TCE. Requiere expresar con franque- 12a y coherencia las propias necesidades,einvitar ala pareja a logo caracterizado por la accesibilida, la capacidad de reaccién emocional y el compromiso, es decit,a una conver= sacidn ARC. Una pareja con problemas Charlie yKioko son una joven parejade inmigrantesproceden- te deunaculturaastca en la quel hombre esl cabeza defa- ria y lnexpresin emaxional ast mal vist. Kioko toma anti epresives, ques medio le reeets porque se puso hist condo rechazavon su soliitud para estudiar en la univers. Charlie gar ayudar tats de aconsjarl, pero, bisicamente, sélole dia lo poco preparada que estab para los estudos que habia escrgido, Como era de esperar, no fue de gran ayuda. En ese punte se encuentran cuando acuden a verme. Chatie y Kioko identifican con f smalditos: él no se implica emocionalmente y la abruma con lidad sus «didlogos discurso: plagados de hacer y se sientecastigada cuan- do Charlie la ignora. Intenta explicarle « su marido: «Me siento inferior, una nulidad, y apareces ti para hacerte car- 0 de Ia situ ue deberias hacer es estoy esto otro”. Y me enfado conti- 40. Tus consejos me degradan, Me siento humillada y fu- riosa. Pero entonces vienes con mas reglas para que no me diciendo: “St, claro que eres inferior, lo cenfurezca, Y estoy sola. Desconsoladav. Reconoce que su ‘marido le parece sincrefble» en muchos aspectos: es res- ponsable, concienszudo y lla lo respeta mucho. No obstan- te las discusiones y la distancia fisica y emocional la estén «volviendo loca. Creo que lo Hlamais perder la cabeza. Cada ver estoy mis deprimida» A Charlie, imero uno en su campo, la medicina, le ha costado mucho digerit el malestar de Kyoko. Su idea del amor eta proteger a su esposa de los ) y por fin em pieza a explorar sus propias emociones y motivaciones («Me siento abrumado, asf que le doy consejos formulas para que deje de estar tan enfadada>), Kyoko ve més claro cémo presionaa su pareja para hacer vale su opinion y evitar que Charlie se aleje deel. Recono- 10 ce cuinto le duele la acttud de su marido y termina dicien- do que se siente adescartada» desde que han dejado de ha- cer el amo: Las palabras cabrumada> y sdescartada» pa- recen resonar en la consulta. Al final de la sesién, Char lie concuye: «Supongo que mis consejos y mi posturainte- lectual han perjudicado a Kyoko, la han hecho sentirse como una nia, Tratar de que prescinda de sus sentimientos no hace sino empeorar las cosas». Ella st vez, dice com prender que el desapego la racionalizacion de Charlie son un mecanismo para defenderse del malestar que siente al verla tan hundida ‘A continuacin, pasan a «reconstruir un momento criti- co». El episodio ruvo lugar un dia que Charlie estaba de vii- ta en casa de un amigo y Kyoko, ue se senia sola lo lams por teléfono. Aunque él nots, por el tono de vor, su desaso- sieg, le cg, dicendo que estaba ocupado y que tenia que Aejarla, Sir embargo, cuando reeonstruyen el incident, con- siguen decentraiar lo sucedido. Kyoko cuenta que habia es- tado pensando en Jos problemas de ambos y siti la sibita necesidad de llaarlo para que la tranquilizara. Charlie ex- plica que al distinguir la emocién en la vor desu espos, se habia puesto enervioso» y hubie huido de la explosin que veiaaveciarse, Kyoko resonde que ce pone scomo loca» cuando Chari se distancia y dice comprender que la acitud della lo sbrumey lo desconcierte. Los dos se sienten mejor al reconocer que a veces eperden el rumbo» de su matrimo- rio y eitalan en la queja matua Ha llegado el momento de que Chatlie y Kyoko avancen hasta Ia Conversacién 4 y se arriesguen a expresar sus mis profundasnecesidades. Lo que més temo Esta parte de la conversacién tiene como objetivo obtener tuna perspectiva mas clara de las emociones. Le pregunto a ‘Chealie eémo podria ayudar Kyoko @ recuperar el vinealo ‘que los uniaen el pasado. «Bueno, no me pondria tan nervio~ s0 ni la sermonearia tanto si ella dejara de estallar ada dos or tres», contesta, Leinvito a hablar de sf mismo y de sus sentimientos, Me dice que no esti seguro de por dénde empezar. La palabra «sentimientosy le resulta cajenay. No obstante, comprende, yy sonrie al decile, que quizé tenga cierta «l6gica» tratar de escuchar los sentimientos y expresarlos. Se vuelve hacia Kyoko y le dice que la considera mas predecible, mis «segu- ra, desde que sabe que, cuando le ofrece conse, se siente rechazada y castigada,Pese a todo, no sabe cimo acceder a sus propios sentimientos ocultos, Le pregunto cémo se las arreglaba para identificar sus emociones en los ejerccios anteriores. ;Por dénde empeza- ba? Es un hombre muy inteligente y me responde algo que los terapeutas tardan afios en aprender Dice: «Ah, primero averiguo lo que me bloguea, fo que mie impide centrarme en mis sentimientos. Me concentro en el instante en que expe- rimento un rechazo y biceo en mi pensamiento buscando formulas». Asiento, y Kyoko trata de ayudarle: cDebe de ser como cuando estudio inglés. Silos sentimientos son coma tuna lengua extranjera para ti, es normal que te sientas incé- modo, Siempre procaramos apartarnios de lo que no cono- ‘emos. Lo desconocido da miedo», Charlie se echa a reir y le dice a su esposa: «Tienes razén, Rechazo mis sentimientos 482 porque para mi son un terrtorioextraio, No los contro, Me resulta mis facil decirte lo que tienes que hacer» Se vuelve hacia mi y hace una segunda reflexin: «En nuestras mejores conversaciones, me ayudé recurrir a lo 4que usted llama “manillas” y meditar sobre elas Las ma- nillas son imagenes, palabras y frases descriptivas que abren la puerta a nuestros sentimientos més ocutos, a la realidad emocional. Kyoko y yo le recordamos a Charli ‘gunas de las manillas que ha utilizado para describir sus re in», eabrumado>, «nervioso», acciones: «ne rompe el cor cextrafio» y «al borde de la huida>, Charlie asiente con la cabeza pero parece inseguro. «Me cuesta detenerme en esas sensacioness, susurra, «ncluso preguntarme sobre ellas, Prestar atencidn a las sefiales que desencadenan pensa- rmientos sentimientos en mi. No sé adénde me levarin Me siento més seguro si me limito @ pensar, pero quiza no baste en este caso.» Asieno, y le pregunto qué manillate- ne en mente en este momento. Contesa en voz baja: «Bue- no, es evidene. Me repiego en mi mismo cuando no puedo soportaredesasosego, la sensacin de tener un mal pre- sentimiento> Kyoko y yo retrocedemos un poco. «jQué tiene que ver ‘una idea tan abstracta como “un mal presentimiento” con lo que estamos hablando?s, me pregunto en vor alta. Entonces Kyoko interviene Ha aprendido, de conversaciones anterio- tes, a desentrafar las expresiones abstracts de su marido para queno saboteen la sesi6n. Se ineina hacia delante y pre sgunta: «Charlie es como si tuvieras que distanciarte de tus emocionesy de las mias porque te provocan angusta?» El clava la mirada en el suelo y asiente despacio. Suspira «Sélo quiezo tenerlo todo bajo control, por eso me angus- tio, Me abruma que Kyoko esté tan disgustada conmigo y me siento perdido, No sé que hacer» Llegados a este punto, siem- pre intento acceder a la raiz del miedo, asi que hubiera pre- jguntado: «,¥ cuél es su peor temor, Charlie? ;Qué es lo peor {que podrfa pasar?» Pero no me hace falta preguntar Prosigue por iniciativa propia: «La palabra “destrozado” me viene a la cabeza una y otra vers dice. «Si me quedo escuchando lo mal ‘que se siente Kyoko, me quedaré destrozado, Perderé el con trol. La explosin nos matara>. Charlie acaba de hacer grandes revelaciones. Tenemos ‘que sacar partido de este momento, de modo que intent, pieza a pieza, ayudarle a desentrafirlo, Siempre es mejor empezar por identifica la emocin. Le pregunto: «En ese caso, Charlie, la emocin bisica ‘que me parece identificar es el miedo, ;Tengo razén?> Asicate con ademn solemne: «Lo noto justo aqui, dice y se da unas palmadas en el pecho. «Pero ,qué le dice ese mie~ do? ;Cusles son é0s “y si.” tan terrbles? ;Teme acaso que si no permanece impasible ella pierda ain mis el con trol? {Le asusta, tal vez, pensar que su mujer busca algo que usted no puede darle? {Qué si reconoce lo mucho que ella sufre no seré el esposo perfecto que deberia ser y la perde- 14 del todo?» Charlie asiente enérgicamente «Si, tiene ra~ z26n en todo. En todo. Me he esforzado mucho, pero ningu- no de mis recursos sirve. Cuanto més intento que entre en xaz6n, més empeora todo, Me siento impotente. Muy impo- tente, Soy bueno en todo lo que hago. Sigo las reglas al pie dela letra Pero en este caso...» Abre las manos con un ges- to de derrota {Quién n0 lo daria todo por un par de reglas infalibles para amar y ser amado? Pero el amor se basa en la improvisa- ‘én y Charlie ha cerrado las puertas a su mejor guia, sus emociones y las de su espost. Le pregunto: «Ahora que est concentrado en su sensa- hasta alguna versin de , Charlie parece incémodo y murmura clo siento» entre dientes. Reconoce que no siempre acaba de comprender custo sufte ella en esas ocasiones. ‘Ryoko aprietael boton del ascensor emocionaly descien- de alguncs pisos mas. Empieza diciendo: «Me entrstece mu~ cho que ya-no seamos capaces de estar juntos, Charlie asiente con Ia cabeza y contesta: «No deberias estar triste, porque estamos trabajando en nuestra relaciGm>, Se coge los brazos,niega con la cabeza y contin: «Voy a tratar de com- prender tu dolor. jCudl ha sido el peor momento, ! peor sen~ timiento para ti?» Es muy buena pregunta y al formularla, ‘Charlie ayuda a Kyoto a llegar al fondo de la cuestidn, Sin enbargo, Kyoko no puede responder. Guarda silencio Y grandes lagrimas ruedan por sus mejilas. Charlie le da unas palmadas en la roila, «Cuando te digo que ests loca es s6lo porgue me asusta que haya malestar entre nosotros», susurra. Ella le dice: eLos peores momentos fueron cuando ‘me colgaste el teléfono y, después, cuando dijiste que te i Me dijiste que no estaba siendo razonable...» Su marido, shora muy preocupado, contest: «No sé cémoarreglar eso. .Qué pedo hacer, pregunta volviéndo- se hacia mt. cP ara arreglaslo, Kyoko necesita sentir que esté gut, 2 sulado>,respondo. «Deke hacrle saber que leimpor- ta su dolor» El abe los ojos de paren par con inereduldad la prosgue: «Si estoy triste, asustadso enfadada contigo, te encierrasen ti mismo, No me egasuelas, Ahora tampoco ha~ cemos el amor, ni me abrazas. Cuando més te necesito, més Icjos eves tu desaprobacién. Te das la vuelta y medessortas No soy la mujer que quieres». ‘Sehace duro oira Kyoko expresar su sensacin de rechazo y de abandono, No es deextraiar que a veces pierda el equlibrio vse quejeosumeenadepresién. Sin embargo ahoraesdlaray precisa: «Me mata que prescindss de mi, quete aferresa ts re- sglas, Nunca habia estado tan sole», En este momento, lo mira directamente. «Charlie, cuando te necesito, no estis ahi no es- tés conmigo, y yo me muero de miedo. Loentiendes?» lle toma las manos y se las apriea.Asiente una y otra vex: «Si i sf. En voz muy baa, le die: Kioko le pregunta: dino te sientes cuando te digo estas cosas? El niega con la cabeza: «Es como si me hubiera esforzado mucho para que no nos desvigramos del camino y no hubiera visto el atajo que tenfamos aqui mismo». Sonrie con dulzura, «Me siento bien, Asi esté mejor, Puedo conseguirlo, Lo conseguiré si es- tay contign» ‘Tanto Charlie como Kyoko han sintonizado con sus nece~ sidades primigeni yy pueden enviar sefales coherentes al otro para que las satisfaga. Han conseguido lo que hacen las parejas unis por un vineulo seguro. Al conocer sus propias cemociones y confiar en ells sin dejarse vencer por los mie- dos, se han hecho més fuerte, como individuos y como pare- ja Cuando lo consiguen, las parejas arreglan las diferencias mis ficilmente y crean un vinculo amoroso y entiquecedor CChaclie y Kyoko no sélo han ganado en accesibilidad, ca- se han Aesarrollado como personas. Kyoko parece més asertiva y Charlie mis flexible. Ahora que saben cmo invita tuna conversaciin ARC, pueden ayudarse mutuamente acre- pacidad de reaccién afectiva y compromiso, tambi cer en el plano personal 1% [Echemos un vistazo a los momentos clave dela conversacin - y que te propones ser sensible a sus necesidades. ‘A continuacidn, puedes plantearte cimo empezar a respon- der a ells Comented juntos cual de las otras dos historias —la de David y Diane o la de Phillipe y T vosotros Cuando hayéis finalizado la conversaciin «abrézame fuentes, eseribid las frases ms importantes que haya pro- rnunciado cada uno, Si la pareja es heterosexual, es probable que el micmbro femenino tenga mas facilided para hacer el itha— resuena més en ejetcici. Muchos estudios demuestran que las mujeres rete nen mejor y de forma mas vivida que los hombres los scom- tecimientos emocionales Por Io visto, se debe a una diteren- cia fisiol6gica del cerebro, no al nivel de implicacién en la relacin Si es nevesario, ls mujeres pueden ayudar tn poco a los hombres. Las frases clave os ayudarin a ver con mayor claridad ‘vuestros dramas internos y externos, al tiempo que os servi- rn de guia en futuras conversaciones. La conversacién «abrizame fuerte> contribuye muy vvamente@ la creacién de vinculo. Proporciona un entidoto para momentos de desencuentro y ciclos negatives, la vez que ayvda a afrontar la vida como un equipo. Pero, por enci- sma de todo, cada vez que compartés un instante de resonan- cia emosional, vuestra unién se fortalecers. El poder de estas on conversaciones para transformar la relacin ha quedado de- ‘mostrado, Por lo dems, eneuentros as ejercen un gran im- pacto en muchos ots aspectos de la pareja, como veréis en Jos capitulos siguientes. Conversaci6n 5 Perdonar las ofensas «El perdén nos parece a todos una idea maravillosa, hasta que tenemos algo que perdonar» CS Lewis Conrad y su esposa, Helen, estén inmersos en la conversa cin cabrézame fuerte> y la emocién vibra en el ambiente «Deja que te abraces, Le ruega Conrad. «Dime lo que necesi- tas Helen se vuelve hacia él y sonrie, a panto de responder 1 lademanda, De repente, su sonrise se esfuma y mire al sue~ lo, En tono distante, dice: «Yo estaba ab, sentada en las es leras,y te dij: « médico cree que es eso. Céncer de pecho, Lleve esperndolo toda la vida, sabiendo que ibaa pasar. Mi madre murié de efncer de pecho. Mi abuela también. Y aho- ra meha tocadoa mis. ‘Aopta un tono distinto, como perplejo. «Ti apenas me rozaster, Se toca el hombro, como si atin notara el contacto. ¥ dite: “Animate. Por qué te asustas antes de tiempo si atin no lo sabes seguro? Tranguilzate, ya pensaremos qué hacer mis adelante”. Subiste a tu despacho y cerraste la per Tardaste mucho rato en bajar: Me dejast sla, agoni- zando en ls ecaleras.» En ese momento su voz vuelve a cambiar y me informa, con una alegriaforzada, de que ella y Conrad han hecho mu- chos progresos en la terapiay que ya no tienen las tertiles peleas que los llevaron a mi consulta. En realidad, la cosas van tan bien que no hay mucho més que hablar, Conrad pa- rece desconcertado por lo que acaba de pasa: La conversacién de as escaleras se remonta a mis de tres aos, y las sospe- has del doctor resultaron infundadas: Helen no tenia cincer de pecho, Por miedo a crear problemas, se apresura a confir- mar el comentario de su esposa de que la terapia funciona de maravilla y que no hay nada mas que analiza Pequeiios incidentes, graves secuelas He presenciado estas desconexiones sGbitas en unis oat nes. Una pareja esté haciendo grandes progresos,fluyen los sentimientos de termura y, de repent... ;patapam! Uno de los dos saca a colacén un incidente, a veces nimio en apa- rienci y, de un momento a otro, la consulta parece quedarse sin oxigeno. Todas las dues experanzas se trocan en gélida desesperacin. {Como es posible que un episodio banal tenga un poder tan arrollador? Muy sencillo, porque no es banal en absolu- to. All menos para‘uno de los miembros de la pareja, se trata de un incidente de extrema gravedad. En largas décadas de investigaciin y terapia, he descu- bierto que algunos sucesos provocan un dolor intenso, ma- yor que cuando nos rozan un punto flacoo chieren nuestros sentimientos».Causan una herida tan profunda que nuestro 20s mundo se hace pedazos, Son los traumas de relacion, Segiin cl diccionario, un trauma es una herida que nos hunde en el riedo y la imporencia, y destruye cualquier presuncidn de «que somos capaces de preven y controlar los hechos, ‘Segin Judith Herman, profesora de psiquiatsi en la Har- vard Medical School, la gravedad de una herida traunética sumenta cuando supone «una violacén de los lazos huma- nos. De hecho, no hay mayor trauma que el hecho de que aquellos con quienes contamos que nos apoyarin y protege- sn nos hieran, Helen y Conrad se han encontrado cara a cara con un. trauma de relacién. Aunque el episodio de la esalera, que su- cedié hace tres afios, sigue tan presente que destruye toda posibilidad de que Helen se acerque a su esposo. En realidad, desde aquel episodio ella ha estado ircitable y recelosa, ahora rememorande el incdene, ahora en un estady de leary y tislamicnto, Estar en guardia eonstantemente, tener flashes recarrentes y la evitacin consttuyen los indicadoresclini- cos de estrés postraumético, Cuando Helen trat6 de expresar sus sensaciones, Conrad le quits importanci, lo que aumen- tel malestar de su esposa. Por eso shora, cuando su marido le pide que se arriesgue a abrirse a6 ella evoca de inmedia- tan vulnerable, Laalarma se dispara y Helen decide no volver a exponerse. Yo lo lama toaquel momento en que se sin el momento «nunca mis», No es de extraiar que la conver- sacidn eabrizame fuerte» legase a un punto muerto. La fale de apoyo emocional por parte del ser amado en un momento de amenaza puede contaminar toda a relacién, cobservan los investigadores Jeff Simpson, de la Universidad de Minnesota y Steven Rholes, de la Universidad A&M de aw. ‘Texas, Puede eclipse cientos de acontecimientos positives y borrar de un plumazo la sensacién de seguridad en una rela- ci6n. Si tales incdentes tienen tanta importancia es porque mplican una respuesta negativa a las preguntas eternas en relacin al apego: «zEstards ahi cuando més te necesite? Te afecta mi sufrimiento?> Cuando necesitamos con urgencia el apoyo del ser amado no cabon ni el relativism ni la ambigiedad. Se pass la pruc= ba 0 no se pase, Instantes asi hacen pedazos todo lo que ha- jamos dado por sentado sobre el amor y la confianza depo- sitada en el otro. Al mismo tiempo, desencadenan una serie de problemas en la relacén o acaban de deteriora un vincu- lo frill de por si. Mientras la pareja no afronte y resuelva sus temas pendientes, no habré lugar ni para la apertura ab- soluta ni para el compromiso emociona Cuando mis colegasy yo empezamos a repasr las cntas de las conversaciones cabrazame fuerte», pensébamos que Ins tnicasofensas capaces de destrozar una relacin eran las traiciones. Sélo que la palabra ctracién» no acababa de en- cajar con lo que deseribian los afectados al tratar de esclare- cer sudolor. cHemos pasado momentos muy difiiles en la relacién, Ie dice Francine a Joseph, quien ha tenido una era de trabajo. «Puedo aceptar ‘que, cuando nacieron los mellizos, te sintieras abandonado y aventura con una comps sexualmente frustrado, y que entonces conocieras a est mu- jet Incluso puedo comprender que la relacién surgiese sin que ninguno de los dos lo planease. Lo que me ducle no es la aventura en sf, sino tu actitud cuando me lo contaste todo, Pienso en ello una y otra vez. Me viste destrozada, por los suelos,y cuando peor estaba, zqué haces ti? Culparme a mi de tu aventura. Me rectas una lista de todos mis defectos y empiezas a imaginar cémo te habria ido la vida sin mi Fue como si yo ni siquieraestuviese ali. No me tuvste en cuen- ‘1 para nada. Es eso lo que no puedo superar: Si me hubieras querido alguna vez, nunca me habrias hecho algo asf.» En otras palabras la angustia de Francine se debe a alga més que la infideidad o la deslealtad, Tras estudiarlo con deteni- nent he acabado por concluir que aunque la persona herida- da suele lamentar la traci, lo que mas le duel es el abando- no, Sus quejas acostumbran a ser distintas versiones de «2Cémo padiste dejarme solo en un momenta de vida o muer- 12+ Porlo general, las personas experimentan traumas de rela dn en momentos de intenso estrés emocional, cuando mayo- res so las necesidades de apego: el nacimiento de un hijo, un ahortola muerte del padre o la madre, la sibita pédida de em- leo la diagnosis y el tratamiento de una enfermedad grave, Alautor del dafio no lo mueve la mals intencidn o una sensibilidad consciente. En realidad, suele tener la mejor de has intenciones. En la mayorfa de casos, no sabe sintonizar com las necesidades de apego de su pareja ni ofrecer el con- suelo de su presencia emocional. Otros estin ocupados en afrontar su propia angustia, Como Sam, abatido, le dice ast mujer: «Cuando vi toda aguella sangre, me asus. Nisiquie- rapensé que ibamos a perder al bebé. Crei que te estabas mu- viendo, que iba a perderte, asf que decd actua. Te dejé sola en ct asiento de ats dl taxi y me senté junto al conductor para indicarle eSmo legar al hospital. No comprendi lo que nece- sitabas de mip. “Muchas personas deciden ignorar este tipo de heridas 0 tratan de enterrarlas, Io que es un grave error. Los desen- = cuentros cotidianos se superan ficilmentey los «puntos fla- cos» pueden desaparecer (si los edislogos malditos» no los ‘agravan), pero los traumas sin resolver nunea sanan por sf solos Laimpotencia y el miedo que generan son casi indele- bes; despiertan nuestro instinto de supervivencia Y en tér- sninos de supervivencia, es més intligente recelar para des- cubrir después que el peligro no existia que confiar y encontrarse con que los miedos eran fundados. Asi, la des- confianza frenaré la voluntad de arresgarse @ un compromi- 0 emocional mayor. Ademés, los traumas evolucionan peor. Cuanto més exige Helen una disculpa de Conrad por haberladejado trada en las escaleras, mis raconaliza él su reaccin para quitarle importancia, postura que no hace sino confirma: la sensacin de soledad de ella y alimentar su ita, ‘Algunas veces, as personas consiguen compartimentar sus ‘traumas, pero semejanteacitud enfrala relaciGn y distancia a la pareja, Ademds el dique slo funciona durante un tempo. Los sentimientos heridos ierumpirén cuando las necesidades de apego slten a un primer plano. Larry. un alto ejecutivo, le- vaba ios desatendiendo a su expose, Susan. Cuando se ret, empezéa chacerlela corte». La relacién deambos mejor6, pero Ralph repara ahora en el dolor desu espo- +, Se acerca para tomarle la mano y consolarla Tanto Mary como Ralph demostraron gran valor y deter rminacién a la hora de desentrafa el incdente hasta que sa trascendenca se hizo palpable. En ocasiones, silo explorando tun episodio con la pareja legamos comprender qué lo hace tan doloroso. También sucede que cxesta mucho revelar la verdadere causa del sufrimiento precisamente a la persona que te lo ha provocado, No obstant, el dolor sentido cuando lo relacionamos con la ansiedad de separacién ya necesidad de apego. Seis pasos hacia el perdén Qué pasos hay que seguir en la conversacién «perdonar las ofensas»? 1. La persona dafiada debe expresar el dolor de la forma més franca y sencilla posible, algo que no siempre es fei. Impli- 26 . Mientras habla, mira a Ted a los ojos. El también estésufriendo, y le dice: No quiero que te sienta asi y no puedo soportar que pensaras en rendirte. Rendirte porque yo no podtia consolar- te. Eshorribles 4. El autor de la herida se hace responsable del dolor causado 1y manifesta remordimientos, La expresién de arrepentimien- to no puede adoptar la forma de una disculpa impersonal ni hhacerse «la defensiva. Decir: «Mira, lo siento, vale?» en tono) frio no significa contricién, lo indiferencia hacia el dolor del otro, Si queremos que se nos crea, tenemos que escuchar y comprometernos con el sufrimiento de nuestra pareja como se cexpresa en el paso 3. Tenemas que demostrarle que su dolor nos afecta, Cuando Ted se vuelve hacia Vera y le habla, la tris tezay el remordimiento se traslucen tanto en su rostro como en su tono de vor, Le dice: «Te he fallado, verdad? No estaba ahi cuando me necesitabes. Lo siento mucho, Vera. Esta- ba abrumado y te dejéenfrentarte sola a tu enemigo. Me cues~ ‘ta mucho admitirlo, No quiero pensar que soy de 60s la clase de marido que deja en la estaceda a su mujer. Pero lo hice. Tie- nes todo el derecho a enfadarte. Nunca habia pensado que mi apoyo fuera tan importante para ti, pero sé que has sufrido aque titubeé y no hice nada, Intentaré hacerlo mejor Si ti me dase La disculpa de Ted conmueve a Vera. Por qué estan efec- tiva? Primero, su talante deja traslucir cémo se siente y mucho, No estaba seguro de qué hacer, «unto le importa el dolor de su expose. Segundo, legitima, cexplictamente,el dolor yla rabiade ella. Tercero se hace res- ponsable dl eto quel hirié. Cuato, se avergienza. Le dice «su espose que también se ha defraudado asi mismo, Quin- to, le asegera que a partir de ahora estar junto a ell Claro que nos hallamos ante una disculpa estelar. A mi ime cost6 tes intentos decisle ami hij, una vez que hert pro fandamente sus sentimientos, la mitad de lo que Ted incluye ena suya. Esta no s6lo es un acto de contricisn, sino también una invitadén al reencuentro 5. Ahora puede tener lugar una conversacién sabrizame fuerte», centrada en la herida de apogo. La persons herida identifica lo que hoy por hoy necesita para superar el tr rma, A consinuacién pide explicitamente que se dé respues- 1.8 esa necesidad, es decir, que su pareja reaccione de ma~ neta distne coma lo hizo en el episodio original. Asi se crige una nueva sensacién de conexién emocional que ac- tuaré como antidoto contra el terrible sislamiento que la tu consuelo y tu apoyo, Necesitaba tu contacto. ¥ los sigo necesitandoy, le dice Vera «Ted. cLas sensaciones de miedo eimpotencia no ‘me han abindonado. Cuando pienso que el céncer puede re- aparece, incluso cuando siento que nos dstanciamos, nece- sito que me tranquilices.» Ted responde: «Quiero que sien- tas que puedes contar conmigo y que note fallaré. Haré lo que sea nesesario. No se me da muy bien adivinar qué sien~ ten los ders, pero estoy aprendiendo, No quiero que estés sola, ni assstada». Esta es una conversaciin curative, una converseciin ARC. fofensa ha provocado. «Enconces, necesita 6, La pareja construye ahora un nuevo relato que incluye el episodio doloroso qué sucedi6 mo miné la confinza dela jy céan desencadené ls «didlogos malts». Y lo que xin es més importante: este nuevo relat describe también ‘émo las dos personas afrontaron el trauma juntas y empe- zaron a superarlo. Es como tejer otra vez los hilos para fabri- car un nuevo tapiz. Ahora pueden decidir en equipo cémo ayudarse mutuamente, aprender del otro, ccatrizar la herida yy evitar daiosfuturos. Para acabar de cerrar le herida tal vez haya que instaurarrtuales que tranqulicen a la persona he- rida. Por ejemplo, sila ofensa es una aventura, la pareja pue~ de acordar que todo contacto con el antiguo amante se le di- 1 de inmediato al otro, 0 que el autor del dao lamaré dlrante el dia para decir por dénde anda. En cierto momento de esta conversacin, Ted le di todo esto es que me fue més fi 2 su esposa: «Lo absurdo de i consolar atu hermana pr cisamente porque no me importa tanto como té: Nome preo- cupa meter a pata con ella. Entiendo que, después de algo as no volvierasrecurira mi, como cuando temiste que el cin- cet hubiera reaparecido. Ahora me doy eventa de hasta qué punto nos hemos ido distanciando. Soy consciente de que hay aque ser muy valinte para revivir todo aquello aqui, eonmi- 2. Sé que lo intentaste otras veces y yo note ayudé, ;ver- dad? Me enviabas sees de angustiay yo s6lo pensaba que estabas haciendo un drama, Me siento bien hablando de esto contigo en verde sumirme ene doors, Vera,asu ve, le dice a Ted: «Me gusta la idea de sacar una bandera que diga: “Ne~ cesito que me abraces fuerte, Ted”, Me hace sentir que te e5- fuerzas por sintonizar con mis emociones y por asegurarte de que no vuelva a pasar nada parecidos, Ted y Vera han recorrido todos los pasos con suavidad, pero a otras parejas les cuesta mucho més. Silos «dislogos ‘malditos son crénicos y la confianza y le seguridad han al- canzado niveles minimos, la conversacién «perdonar las ‘ofensas» se debe repetir varias veces, igual que cuando la pareja ha experimentado milkiples episodios trauméticos. Sin embargo, incluso en esos casos suele haber una herida ‘que destaca por encima del resto y, una vez que estdsanada, las otras se debilitan, como un castillo de naipes que se de- rumba Por otra parte, certosepisodios, como las aventuras amo- ross, complican el proceso dl perdén, porque el dao incide en diverse aspectos, Noobstante, también en esos casos se~ le haber un momento partcularmente significatvo. ;Recor- dis a Francia y a Joseph? Fue la manera que tuvo él de re- velarle su infidelidad lo que la hizo pedazos. La aventura, no obstante, haba sido breve, Las aventuras de larga duracién entrafian muche més dificultad. El engafio intencionado @ largo plazodestruye laimagen que tenemos de nuestra pare- ja como alguien accesible y digno de confianza. De repente nos sentimos incapaces de definir nuestra propia realidad; ya no sabemos lo que es «verdad. Tal como les decimos @ rnuestroshijos: «Es mejor no fiarse de los desconocidos. Nun- «case sabe lo que van hacer Las ofensas se pueden perdonar, pero munca se borran del tod. En el mejor de los casos, quedarin integradas en los re- Jatos de apego de la pareja como prueba de que es posible renovar el vineulo y recuperar la unin m PUESTA EN PRACTICA 1. El primer paso para sanar una herida de apego es recono- cerlay expresarle, Piensa en un momento del pasado en que alguien importante para ti, pero no tu prej, te hizo daio. EL ‘trauma puede ser uno de los descritosen este capitulo u otro ‘menos significtivo. ;Cusl fue el principal desencadenante del dolor? {Un comentario, un acto en particular la falta de respuesta por parte del otro? En el episodio que acabamos de deseribis, Vera die que, para ella, lo mis doloroso fue des- cubrir que en momentos de angustia Ted podis consolar alos demés pero no @ lla. Pensando en tu propia experiencia, ja qué inquietante conclusién llegaste sobre aquella persona importante? Por ejemplo, zpensaste que le traas sn cuidado yy que podria abandonarte? {Qué gesto suyo hubieras necesi- tado después de que te hiciera dano? Si te cuesta expresarlo con palabras, intenta imaginar cul habrfa sido, para ta re accin ideal. {Qué maniobras de proteccién levaste @ cabo? Por ejemplo, gcambiaste de tema 0 saliste de la habitacisn? 20 te pusisteagresivo/a y exigiste una explicacién? Pregiintatea ti mismo/a: sent que se me privaba de apo- yo? 2Qué se negaban mi miedo 0 mi dolor? {Me sentiaban- donada/o? ¢Me senti devaluado/a? ;Consideré de repente a ‘sa persona una amenaza, como si se estuviera aprovechando demi ome hubiera traicionado? Una vez que hayas desentrafiado cémo te sentiste al ex perimentar aquel dolor en wn momento del pasado, intenta «omentarlo con tu pareja. Marcy le cuenta a su compafera, ja abi roto su compromiso porque se habfa dado cuenta de que era Amy, emo reaccioné su madre al saber que st lesbiane. «Lo recuerdo perfectamente>, dice Marcy. «Mi ma- dre y yo estsbamos en la cocina, Se lo die casi en susurros, dello asustada que estaba, Ell se volvig hacia mcon una mic ada glial y me dio: “Voy a fingir que nunca has dicho eso. No quiero saberlo, Allé 8, como quieras vivie tu estpida vida’. Me senti como si me hubieran dado un putietazo en el estmago. Creo que experiment las dos D, pero por encima de todo me senti rebajada, Me marché, En aquel momento tomé una decisén sobre mi relacin con ella: nunca volver 1 contarle nada personal. Ella no queria saber guign era yo, asi que levanté un dique y puse a buen reeaudo mis senti- ‘mientos. Supongo que deseaba de todo corsz6n que me acep- tara y me consolara porgue, por aquel entonces, me sena muy perdida, Pero renuncié. En realidad, durante mucho tiempo no dejé que nadie se acecara lo bastante como para hacerme dafo. 2, Reflexiona sobre lo mucho o poco que tecuesta disculpar- te, aun de cosas sin importancia. Orérgate una puntuacién del 1 el 10 en esta capacidad. El 10 significa que demuestras bbuene predisposicin a reconocer que tienes defectos y co- rmetes errores, ;Recuerdas si alguna ver has expresado tu arrepentimiento con alguna de las frases siguientes? * La disculpa para salir del paso: «Si, bueno, lo siento. {Qué hay para cenar?> + Ladisculpa dela minima responsabilidad: el origen de tu reaccién. Piensa que al hacerlo, stds contribuyendo a que tus reacciones sean mas predecibles para tu pareja Intenta que se sientalo bastante segura como para revolar sus aspectos més vulnerables;asfcom- prenderisel verdadero alcance que el dafiotuvo paraellaen tér~ sminos de apego. 7, Si fuiste i quien hiri6 al oto, zeres eapaz de comprender ‘shora cémo se sintié, hacerte responsable dl dati inligido y—el quid de la euestién— disculparte? Cuesta mucho bi cetla. Requiere walaradmitir que nos hemos decepcionado a nosotros mismos y humildad para aceptar que hemos actua~ do con insensibilidad o indiferencia. A veces no somos capa- ces de disculparnos hasta que nos dejamos conmover por el dolor y los miedos dela persona amada. Si somos expaces de hacerlo con sinceridad, estamos ofreciéndole un inmenso re galo a nuestro ser querid. 8. Si fuistet quien sufi el dato, eres paz de acepar la dlsculpa? De ser as, habéisiniciado una nueva tayecoria, con margen para que resurja la confianza y vols a crecer juntos, Siempre que recuerdes aquellaherida, buscaris el apoyo de tu pareja sabiendo que te va a responder con sensi- bildad. Ella a su vee, podréofrecerte el amor que se hizo pe- dazos causa de aque episodio. 26 9. Para terminay, resume esta conversaci6n junto con tu pa 1eja narrando, con brevedad, el episodio doloroso, las conse «ueneias que tuvo para vuestra rlaciGn y emo juntos lo ha ‘is superado y os habéis propuesto que no vuelva a suceder. ‘Sino eres capaz de poner en préctia estos ejercicios tra ta de decile atu pareja lo rata y dificil que te parece la con- versaci6n del perdn. Otra manera de empezar es ponerse de acuerdo sobre una herida que nunca acabé de cicatrizar y es- cribir, en unas cuantas frases, cémo seria wuestra conversa «én si fueraissiguiendo los pasos descritos con anterioridad, A-continuaciin,hablad de ello, Comprender el aleance de las heridasinfligidas al sensimien- to de apego y saber que, de ser necesario, es posible perdo- narlas y pedir perdén por ellas te proporciona una inmenss capacidad de crear un vincula sélido y duradero. No existen as relaciones a prueba de dolor pero si aprendemos a perdo- aary a ser perdonados bailaremos con mas ligereza, sin mie dora que 4 nos escape tn pisotsn de vez en cuando. a Conversacién 6 Crear un vinculo a través del sexo y el contacto «Perdemos el tiempo buscando al amante perfecto cen lugar de crear un amor perfecto.» Tom Robbins Durante la luna de mie, a pasién impregna la relacién. El deseo asomna a cada palabra, cada suivada, cada carcia, Cs el sistema que se ha ingeniado la navuraleza para emparejarnos Sin embargo, superados los ardoresinicales, qué gar ocu- pa el sexo en una relacién? Ademés de precipitarnos a ella, puede ayudarnos a permanecer juntos? La respuesta es un cuntundente sf. En realidad, una buena relacién sexual eon- tribuye a construir el vinculo afectivo. La pasi6n del enamo- rumiento inicial es s6lo un entrante. El plato fuerte seri el sexo en una relacién amorosa a largo plazo. ‘Sin embargo, no solemos considerar el sexo en estos tér rminos. Nuestea cultura al igual que muchos guris de la re laciones, nos he ensefiado a considerar la pasién una sense iin pasajera més que una enengia duradera. Se nos dice que cldeseo sexual, por muy ardoroso que sea al principio, acaba por decaer, igual que una relacién amorosa, por prometedora que parezca, desembocara sin remedio en una prosaica amis- tad. An peor, hemos aprendido a considerar el sexo un fin en sf mismo, El objetivo es sacir el deseo i es posible con un fran orgasmo de por medio, Enfatizamos Ia mecfnica del sexo, las posturas las téenicasy ls juguetes que pueden au- rmentar el éxtasis fisico, Creemos que el sexo consiste en la brisqueda del placer inmediato. En realidad, un vineulo seguro y una sexualidad satisfec- toria van de la mano; se apoyan y se amplian mutuamente. La conexién emocional proporciona un sexo fantéstco, y el buen sexo forja un vinculo afectivo més profundo. Cuando los miembros de la pareja son accesibles, eaccionan afecti~ vamente y estin comprometidos en el plano emocional, el sexo se convierte en un juego fntimo, una aventura segura Las parejas seguras se sienten libres de renlrse a la sensa- «in en los brazos del otro, confian en su pareja, exploran y colman sus necesidades sexusles a a vez que comparten sus alegrias,athelos y aspectos vulnerables més profundos. En £08 casos, la expresién ehacer el amor» cobra un sentido pleno, {Hasta qué punto es importante un sexo satisfactorio « la hora de consolidar una relacién amorvsa? El buen sexo, por lo visto, es importante pero no primordial pata una relacién feliz, Los educadores sexuales Barry y Emily McCarthy, dela Universidad Americana de Washington, llevaron a cabo tna investigacin al respecto. Los eényuges satisfechos, conclu- yyeron, atribuyen s6lo de un 15 a un 20 por ciento de su feli- 230 cidad a una buena vida sexual, mientras que las parejas infe- Hices achacan de un 50 aun 70 por eiento de su malestar a los problemas exuales. 2Por qué las personas insatisfechas en su matrimonio dan tanta importancia al sexo? Porque suele sero primero que se resiente cuando fala la relacin. Sin embargo, el verdadero problema no radica en el sexo. Hay que pensar en los proble- ‘as sexua'es como una versiGn, en términos de relacién del «canario de la mina>. En realidad, cuando empieza la i cultades er la cama, el vinculo de la pareja ya est resentido: han perdido I confianza en el otto, lo que, a su vex, contri= bye a una falta de deseo y, en consecuencia, a un sexo me~ 1s satisfa-torio; cada vez hacen menos el amor y se sienten mas heridcs con lo que se debilit ional... y asf hasta el infinto. En resumidas cuentas: si el vinculo no-es seguro, el sexo no funciona y si el sexo no fun- xin més laconexi6n emo- ciona,no hay vincula Esicilde entender, Como dice Harry Hazlow en su bro Aprende e amar los primates se distinguen de otros anima- Jes por practicar un acto sexual cara a cara durante el cual «exponen sbiertament as supericies més vulnerabes de a ‘cuerpo en posturas comprometidas>.Dicho de otxo modo: no ‘estamos programados para excitarnos y estar en guardia al mismo ter. La seguridad de laconexién emocional define la relacin tanto en lacama como fuera de ela. Seg lo eSmodos y se- sguros que nos sintarnos con muestra necesidad dl otro, per= seguiremo: uno u otro objetivo en la cama. Yo distingo tres tipos deseo: El sexo preinto, el sexo consuelo y el sexo sin- El sexo precinto Hl sexo precinto tiene el objetivo de reducir a tension sexual, conseguir el orgasm y sentrse bien con respecto a las pro- pias habildades sexules. Lo practcan aquellos que no han aprendidoaconfiar en lotro y no desean abrir el corazin, 0 ‘quienes carecen de seguridad con su pareja, Se centra en la Sensacién y en los resultados. E]vinclo queda en un segan- do plano. Este tipo de sexo impersonal es t6xico para una re- lacién amorosa.E] otro se sienteutlizado,reducida ala con- dics de objeto en vee de valorado como persona Kyle, el amante de Marie esti delante cuando ella me dice: «Para soy una muvieca hinchable. Nustras elaciones sola. «Su- ‘on tan vacias... Me hacen sentir terriblemen pongo que tienes rxzfin», reconace Kyle, «pero antes funcio- rnaban mejor. Desde que empezamos a discutit, he dejado de creer en la relacin. Ya no siento nada, y el sexo se vuelve ‘meeinico. Tato de considerarte “una mujer entre tantas", asi me siento més seguco, Al menos, el sexo se me da bien. La intimidad me cuesta més, ite veo como "Marie" y pienso en nuestros problemas, empiezo a preocuparme. Ast que prefie- +o considerarte en el plano sexual. Me hace sentir mejor, al menos unos instantes». Kyle se asla emocionalmente por- aque no sabe afrontar la intimidad, pero otras personas, sobre todo si han sido traicionadas en el pasado, mantienen la dis- tancia afectiva porcostumbre o por elecci6n, Segin la inves- tigacién Ilevada a cabo por el psicdlogo Jeff Simpson, de la Universidad de Minnesota, dichas personas prefieren aque- las relaciones sexuales cuyos objetivos son el placer y el or- _gasmo. Son més proclives a tener relaciones cortas, a ment do de s6lo una noche, y rechazan cualquier acto que pueda inducir al compromiso, como las carcias mutuas y los besos. Lacsrella del porno Ron Jeremy, que podria considerarse el paradigme del buen amante, defiende lintercambio de pare- jas para evtareltedio sexual, pero con lacondicidn de que no haya «ninguna carci en absoluto» de por medio. Con esta actitud,secierra a puerta al autémtico erotismo: la conexin ‘emacional. Sin embargo, el verdadero mito de la pericia se xual 65, qué duda cabe, James Bond. En cuatro décadas, ha ‘compartido cama con toda una caterva de mujeres, siempre enemigas en potencia y poco de fia. Sélo una vez se enamo- 1a, es deci, se implica emocional y sexualmente de manera simultinea. (Bond se casa con esa mujer que, de forma muy conveniente, muere asesinada el mismo dia de la boda.) Los hambres tienden més al sexo precinto que las muje~ res, Tal ver se deba a la tetosterona, responsable del deseo se- xual, 0 quad se trate de un mero condicionamiento cultural los hombres se les enseiia, desde una edad muy temprana, aque un exceso de emacién es de llorones. Como no saben nde est el Kite, a menudo las evitan del todo, Claro que también se podria explicar por una tendencia natural, Al- {guien dijo una vez: elos hombres son como los microondas y Jas mujeres, fogones lentos». Un hombre puede pasar de la cexcitacién al orgesmo en pocos segundos y sin apenas comu- nicacién, Las. mujeres.tardan més en excitarse, y les cuesta ns centearse so en la sensacin, Necesitan que el plan sico y el emocional estén coordinados, Para gozar del sexo, srequieren comunicacin y contact. Entre hombres y mujeres por igual, la falta de compromi- 0 sentimental cierra la puerta ala dimensin més rica de la sexuaidad. La gente joven que pone distancia emocional en su rlaciones,opina Omi Gillath, psislogo de la Universi dad de Kansas al ver tenga mis parejas, pero no disfruta de los demas, El sexo a conto plazo promete muchas emociones, tanto del sexo coma aquellos que aceptan le cerca pero la pasién es pasajera. La experiencia se limita a una tini- ca dimensién, y equiere la novedad constante en forma de téenicasdistintas y nuevas parejas. El juego tiene un nombre: sensaciones; cuantas mis, mejor Sexo consuelo EL sexo consuelo seria aquel al que recurrimos cuando bus- camos la confirmacién de que somos vidos y deseables el acto sexual es s6lo una excusa. Se practia con el objeto de aliviae la ansiedad de separacidn. El grado de compromiso es mayor que en el sexo precinto, pero la emocisn que go- bierna el encuentro sexual es la ansiedad. La investgacién de Gillath demuestra que cuanto mas dependemos de los ddemés, mas preferimos las carcias y el afecto al acto en s Mandy me dice: «El sexo con Frank no esté mal pero, para ser sincera, lo que busco en realidad es que me abrace y me achuche. ¥ tranquilidad. Como si el sexo fuera una prueba ¥siél me desea, estoy a salvo, Bueno, tampoco me gustaria aque nunca se excitara. Me lo tomaria como algo personal» Cuando el sexo se pratica como ansiolitico no puede ser real- mente erdtico. ELsexo consuelo puede contribuiraestabilizar la relacion durante wn tiempo, pero también puede fomentar la apari- 2 ci6n de puntos flacos y dinamicas negativas. Cuando algo fa- Ila en el deseo mutuo al instante aparecen el dolor y la des- confianza, Si este tipo de sexo es la norma en una relacién, las persones pueden quedar enganchadas a un esfuerzo ob- sesivo por complacer al otro o volverse tan exigentes que acaben por apagar el deseo sexual. Cuando la funcién de la iimidad reja peligr, En ese sentido, Cory le dice a su mujer, Aman~ 1 es taponar la ansiedad de separacién, la da: «Bueno, ,y qué tiene de malo hacer el amor a menudo? Seguro que mucha gente tiene relaciones mafiana y noche. Y _muchas mujeres tienen dos o tres orgasmos cada vezw, Aman- da me mim y ambas percibimos cansancio y consternacibn cn la expresin de la otra. Cory se da cuenta y aparta la vis- ta, Parece triste y dereotado, «Ya, bueno, en realidad no esta- mos hablando de sexo, -verded?s, dice. «Sélo hay un mo- mento en que estoy seguro de que me quieres, seguro de verdad... Cuando te tengo entre mis brazos hacemos el amor y noto que teexcitas y me respondes con el cuerpo. En tonces sé que me amas y me deseas, Si lo pienso bien, soy consciente de que te presiono demasiado. Cuanto mas insis- to, menos te apetece. La verdad es que me obsesione la idea de perderte. Desde que el afo pasado nos separamos, estoy aterrorizado,y hacer el amor me tranguiliza.» Amanda acer- «2a silla yo rodea con los brazos. Cory se deja envolver en su abrazo unos instantes y después dice, en tono maravillado: «jEh, me ests abrazando! {No he perdido puntos, dciéndo- te esto?» Amanda lo besa en la mejilla. Cuando Cory com- prende que puede establecer contacto intimo y hallar eon- suelo en un abrazo, su relacién con Amanda cambia a mejor, al igual que su vida sexual, El sexo consuelo es frecuente entre parejas instaladas en Jos edislogos malditos, cuando un contacto regular seguro y reconfortante —an vineulo sélido de apego— brilla por su ausencia, «En la cams, nos sentfamos realmente unidos», se lacién de diez tos com Nan se esta ha- lamenta Alec, cay ciendo pedazos. «Pero ahora nunca quiere hacer el amor Siempre me siento rechazado. A veces me pongo furioso, y me ducle mucho pensar las pocas ganas que tiene de hacer el amor conmigo. Dice que la presiono demasiado y se haido a dormir al cuarto de invtados. En realidad, el sexo es lo de ‘menos, porque ya ni siquiera nos tocamos» Cuando una pareja me dice que ya no son capaces de in- tercambiar muestras cotidianas de afecto, me inguieto Cuando me dicen que ya no hacen el amor, me preocupo, Pero cuando me dicen que ya no se tocan, sé que tienen pro- blomas graves. Los dos metros cuadrados de piel que Hevamos a cuestas cn la edad adulta son el Srgano de sensibilidad més grande aque poseemos, Las carcasy los gestos de termura asi como las emociones que provocan, constituyen la ruta por exeelen- cia alas relaciones amorosas La necesdad de contacto fisico responde a dos impulsos fundamentaes: el sexo y el deseo de sex sostenidos y reconocidos por un otro especial. Como la di- funta antropéloga Ashley Montagu observ6 en su libro El contacto humano, la sensacién de piel contra piel es el en- guaje del sexo y también del apego. Las carcias excitan, pero también tranquilizan y consuelan Desde que llegamos al mundo hasta el final de nuestros dias, el contacto es vital para nuestre supervivencia, firma Tiffany Field, psiedloga del desarrollo en la Universidad de el Massachusetts. Ela sostiene que los estadounidenses se cuen- tan entre les personas menos tities del mundo y que pade- con un cansia de caricias». Al parecer, la falta de abrazos y «contacto ena nifezimpide el normal crecimiento del cerebro y obstaculica el desarrollo de la inteligencia emocional, es de- «it la facultad de organizar las emociones. ‘Los hombres, por lo visto tienen mis tendencia a padecer esta ansia Ce contacto Field sefala que, desde el nacimiento, secoge a los nitios en brazos por periodos de tiempo mis bre- ves que aks nifias, De adultos, los hombres parecen reaccio- nar menosal contacto afectuoso que las mujeres pero, juz- ‘ga por los que yo he tratado, lo necesitan tanto como ella. Los hombres no piden que se les abrace, tl vez por condicio~ rnamiento cultural (los hombres de verdad no dan abrazos) 0 por falta decapacidad (no saben imo pedirlo),Pienso en ello «ada vez que mis clientas se quejan de que los hombres estin ‘obsesionados con el sexo. Yo también lo estaria, les digo si a «cama fuerael nico lugar, aparte del campo de Fitbol, donde sme toearano me sbrazaran. , objeta Marjorie. «A lo mejores lo Xinico que sf pedis, replica él. No podemos encauzar todas nuestras necesidades de con- tactofisico y emocional en el dormitorio, Cuando lo intenta- ‘mos la vide sexual se desineegra por nuestras exigencas La mejor receta para disfrutar de un buen sexo es crear ‘una rlacin estable entre ds personas que han aprendido a = conectar mediante conversaciones ARC y un contacto afec- tuoso. Incluso los terapeutas coinciden en que la base de una relacin sexual sana es «gozar sin presiones». Por este moti- vo, a menudo les sugiero.a las parejas que se abstengan de hacer ef amor durante algunas semanas. Como el coito esté probibido, nadie se pone nervioso ni se siente devepcionsdo y ‘en cambio se pueden concentrar en explorar las sensaciones que ofrece el sentido de tacto. Acostumbrarse a pedir caricins yy termura al otro enriquece el 1culo de pareja; adems,co- ‘ocer el cuerpo del compafiero més intimamente, qué lo ex- ita y qué lo complace se convierte en una parte muy impor- tante de una conexién «sélo por ti, sélo contigo» en pareja. Sexo sincrénico Elsexo sincrénico se produce cuando la capacidad de reaccién y ln apertura emocionales la conexién amorosa y la explora- cin erética coinciden en un mismo contacto. En teoria, las relaciones sexusles deberian ser siempre as, un sexo que ol- sma, satisfac y conecta a tune un vineulo seguro, la intimidad fisica conserva toda la pasion y la creatividad del principio, ya la vee incluye ele- rmentos nuevos. Unas veces la pereja'es todo ternura e ino- pareja. Cuando a dos personas Iss ‘cencia teas, locuray pasién. Pueder hacer del orgasmo un ‘objetivo o deslizarse despaco en direccién a ese lugar situa do, como dice el poeta Leonard Cohen; «a mil besos de pro- fandidad> He usado ye la palabra esinerdnicos en la Conversacion 4 para describ la armonia emocional de una pareja. Amplio ‘aqui su sentido para incluir también la armonia fisca.Por su parte el psiquiatra Dan Stern, de la Cornell Medical School, haba de sincronia cuando observa que dos personas unidas por un vinculo seguro estén en sinton‘s,perciben el estado interior delottoy reaccionan a los dstintos grados de excita- «én de su pareja igual que una madre con su redién nacido. EL nio abte los ojos y grta encantado; la madre le hace un mimo y le responde en tono agudo también. La personaama- da vuelve h cabeza y suspra: la pareja sonrie le acacia el costado a sitmo del suspiro, La sineronia proporciona «una sensaciGn implicita de compenetracién profunday y consti- tuye la esencia dela conexién: emocional, sia y sexual. Sin sincronia fsica no existe seguridad afetiva, y ala inversa La eapacidad de reaceiin emocional fuera del dormitorio también event. Las parejas bien compenetradas se etreven a cexpresar sus deseos e inseguridades en el terreno sexual sin rmiodo a ser rechazados. Todos temeres eno dara tall» en Ia cama, «Mirames, dice Carie, «Tengo pecas por todas par- tes, zDénde se ha visto una modelo con pecas por todo el ‘cuerpo? Las odio. Y cuando pienso en ellas, me entran ganas de pagar la luz.» Su marido, Andy, sonrie: , dice, Laura suspiray, orando, asente con un movimiento de la ‘cabeza. «Si, dems, cuando hacemos el amor, no estoy rela~ jada. Es verdad que me siento deseada. Al menos en ese mo~ ‘mento. Sé que trabajas mucho y que estés muy cansado, pero tengo la sensacién de que te da igual silo hacemos 0 no. Para ‘i no es importante. A veces creo que si yo no empezase, nuestra vida sexual se esfumaria. tino harias nada por re- cuperarla. Cuando lo pienso, siento raba, asi que me digo: “May bien, pues yo no pienso empezar. Que se vaya a in- fierno” Pero el dolor sigue aqui» Se leva la mano al cora- zn. Bill se acerca y se la toma. Le pregunto: «joes todo, Laura? El dolor suele aparecer cuando esta- mos tristesenfadados y asustados. Tene la sensacién de que a Bill no le importa demasiado hacer el amor con usted. Es0 e> todo o hay mas?» Ella asiente y contin: «Si no me acerco ti para pedirte que hagames el amor, me atenaza ol sufrimiento. Ys lo hago...» Le fala la vor y aprieta los labios. «Me cuesta smuchisimo pedirtelo. No deberia ser tan diffi porque nues- tro matrimonio funciona y yo soy una persona bastante segu- 1, pero en realidad me horroriza tenet que llegar a eso. Es como saltar desde un precipcio. Nunca antes hebia tendo que hacerlo. Y cuando me sonries con dulzura diciendo que estas cansado y te das media vuelta para dormiz, me quiero mort. Finjo que no me afecta, pero lo paso fatal cada vez que te lo tengo que pedi» Bill murmura: «No lo sabia «Qué le dicen todos e305 sentimientos sabre lo que ne- cesita de Bill2s, le pregunto a Laura Ella le dice: «Suponge quenecesito saber que para ti es importante nuestra vida se- xual. Que sigues implicado, Que atin me deseas. Quisiera contar con un tiempo para nosotros dos, saber que pones por: Adelante nuestra intimidad, aunque sélo sea de vezen cuando. Neresito que me demuestres, como antes, que sigues siendo imi hombre». La respuesta de Bill no se hace esperar. Le dice que esté tan agotado que, casi todo el tiempo, tiene la sensa- cin de andar sonémbulo, pero que la ama y que durante el dia a menudo la recuerda con deseo. «No me habia dado ccna de que te costaba tanto tomar la iniciativa, Lo siento mucho», dice. «Me da miedo empezar y después no mante- net la ereciin de puro cansancio, por eso rehiso a menos aque esté seguro de ser capaz.» Ambos se echan a reir al re- conlar que les ha sucedido unas cuantas veces han termi- nado abrazados, con escaso contacto enético pero un gran sertimiento de unisn, quella conversacién bast para que Billy Laura pudieran volver a llevar su vida sexual a una zona segura de juego y contacto. Al mismo tiempo, actus de estimulo. Sugeri que idearan un escenario sensual al que recurtir cuando el atto no estuvieragarantizado, Bll colabor6 con su esposa en ese sen- tida y empezé a proponer que hicieran el amor més a menu- do, También tuvo més cuidado de expresar lo mucho que agradecia el riesgo que cori lla cuando tomabs la inicativa demas Ie dij, expliitamente, que necesitaba saber que ella Toamaba y que jamais evi la cercania oe contacto sexual con Le reiteré que la queria la deseaba Bill y Laura empezaron también a prestar més atencin a imidad sexual. Hay que limpiar yredeco- rat las habitaciones de vez en cuando, y eso incluye el dormi- sus momentos d a torio, Leyeron juntos algunos libros erticos y hablaron, por primera yezen muchos afos de lo que podian hacer para ex<- taralotr y gozar de un sexo més satisfactorio, Me dijeron que su vida sexual haba mejorado al igual que su relacin Como les dije en la dltima ses, las téenicas sexuales sélo garantizan algiin que otzo escalafrio, no el auténtico es- tremecimiento. Posefan el mejor manual de todos: la capaci- dad de crear vinculo, de sintonizar con el otro y actuar en sineronia sexual. PUESTA EN PRACTICA Por tu cuenta Has ledo un comentario 0 una afirmacin en este capitulo que te haya hecho pensar en tu propia vida sexual? Qué has sentido al respecto? Escribelo, Qué te dice este sentimiento —bien una sensacidn fisica, bien una emocién evident, como la rabia— sobre tu propia vida sexual? ‘Cuando estés en la cama con tu pareja, suelessentirtese- sguro/a.en el terreno emocional y unido/a aélo lla? Qué re ayuda a sentirte asi? Cuando.noes asi, jcémo podria ayudar- teu pare? ZA qué estilo sexual tiendes: precnto,consuelo o siners- nico? En cualquier relacin se manifiestan los tres en una ‘otra ocasin, pero si tends al sexo precinto 0 al sexo con- suelo, debes reflexionar sobre la precariedad de la relacién ‘Piensa qué expectativas tienes en una relaiG sexual yd las cuatro més importantes, Reflexions con cuidado la res- puesta. A veces no son las primeras que nos vienen a la cabe- ue 12a. Muchos clientes me dicen que su expectativa principal es ser abrazados y acarciados con ternura después del acto se- xual, pero que nunea han expresado ese deseo asus amantes ‘Crees que tu pareja te toa y te abraza lo suficente? Una sola catcia puede expresarconexién, consuelo y deseo. 7A ve cs te gustaria que te tocaran y te abrazaran mis? ;Cudndo? Si escribieras una Breve Guia pera el amante de 'y pusieras tu nombre en el espacio en blanco, que diria? Las instrucciones bisicas pueden incluir Jas respuestas a las siguientes preguntas: qué te ayuda a abrirte més, tanto en el sentido fisico como en ef emocional, a lahora de hacer el amor? {Qué te excita mas antes y du rant el ato sexual? ;Cusino tiempo esperas que dure el jue g0 evioy el coitoen si? Cul es tu postura favorita? ;Pre- fieres ir al grano o demorarte? {Cual es la mejor manera de estimularte para que aleances el més profundo nivel de com- promiso al hacer el amor? ;Se lo puedes pedir atu pareja? Para ti, que es lo més satisfactorio del sexo? (Puede que no sa el orgasmo, ni siquiera el coito) En qué momentos te sientesinseguro/a o incdmodo/a durante el ato sexual? ZEn + qué momentos te sientes mis unido/a atu pareja? Si puedes comentarle a eu pareja las repuestas a estas pre- gunias, perfecto. Si no, quizé puedas empezar por decile lo mucho que te cuesta hablar de estos temas. Con tu pareja 20s podéis poner de acuerdo sobre qué porcentaje de en- ‘cuentros deberian ser realmente fantésticas? Recordad que, sogrin las encuestas, de un 15 a un 20 por ciento de los en- ‘cuentros sexuales son considerados un fracaso al menos por 7 tuno de los participantes, {Qué eredis que deberfais hacer como pareja cuando el sexo no funciona en el plano fisico? {Qué hacéis cuando el sexo no funciona en el plano emocio- nal? ,Cémo te podria ayudar tu pareja en estos casos? In- ‘ventad juntos una escena tal como la veriais en la gran pan- wall Jugad al juego de la perfeccin. Empieza asi Si yo fuera perfectofa en la cama, podria/haria sy entonces tt te sentivias mis Sis sents seguros, eveladle al otro al menos cuatro de vvoestras respuestas, A continuacién decile una cosa en la due, para vosotros sea perfecto/a en la cama y fuera de ela Trt de reuurdas cada cual por su cuenta, uno de vue tros encuentros sexuales mas satisfactoris, Relatédselo a la pareja con el maximo detalle. Decios el uno al otro lo que ha- béis aprendido de esas historias. Pensa en que situaciones se manifesta el sexo en Ia rela ctén, Puede ser por diversi, pa tensiones, para escapar del estrés ola tristeza, para vivir un romance y olvidar al resto del mundo, como aventurs erie, ‘star mis unidos iberar para experimentar la unién, para arder de pasién, Te sientes seguro/a con tu amante en todos estos contextos? ,Oé res- go te gustaria corer en la cama? Puedes hablrle atu com- paerofa de ese riesgo y explicate qué eacin te ayudaria si Jas cosas fueran malo si fueran bien? ‘Siempre habiamos credo que el sexo salvaje y las relaciones cestables eran conceptos contradictoris. Ahora sabemos, en cambio, que la seguridad en la relacién es un excelente afro- disiacy capaz de propiciar encuentros inesperados. También saberos que la capacidad de reaceién emocional y el compro- miso en la unin sexual fortalecen el vinculo afectivo. La préxima y dltima conversacién ahonds todavia més en cémo insuflr al amor una vibrante emocién, Conversacién 7 Mantener vivo el amor Si alguien se aburre en su matt ces que no le presta atencién.» El mari de una compari «40s duis cuenta de ls incretbles cambios que ha experi- sentad» vuestrarelacin?», pregunco a una de mis parejas ans encantadoras al final de una sesin muy postive, Inez peliroj Hamativay apasionada, contesa: «Si, pero jcSmo podemes retener este sentimiento? Mi hermana, la muy bruja, me dice: "Crees que Fernand y 1 habs reeneontra- do el amor, pero el matrimonio se basa en la rutina. Tene ua fecha de caducidad, como la leche. Dentro de seis meses volverés a estar gual. El amor nose puede retener. Es asi y punto” Me aerroriza ofr eso No volveremos aestar dentro de nada peleindonos y sintiéndonos solos?» Lastsién acaba agus, pero al redatar mis notas dos voces cempiecan a discutiren mi cabeza, Una citaalfil6sofogriego i de aplcar al amor ne dig, Sino, jae en la antidad de re- caidas que sufren las parejas tras una terapia. Quizé la her~ ‘mana ds Inez est siendo realist, La otra vor, sin embargo, ro: «Todo fluye, nada permanece>. Claro, eso se pue- ES «ita a.un poeta chino del siglo xx, Su Tung-p'o: «Afio tras fio, recuerdo aquella noche de Tuna que pasamos juntos, a sola entre las colinas de pinos retorcidos». Quizd los mo- rmentos de verdadero apego tengan el poder de mantener ‘unida a Ja pareja alo largo del tiempo, En realidad, nuestras Investigaciones han demostrado que las parejas tienden a conservar la satisfaccidn y la felicidad aleanzadas en las se siones de TCE, por muy estresantes que sean sus vidas En ese momento, doy con la respuesta a la pregunta de Inez y en la sesin siguiente le digo: «Tado se mueve, todo «cambia, pero en las relaciones amorosas no hay lugar pata decir “es asi y punto”. Por fin hemos aprendido a crear y a sostener el amor. El futuro de wuestrarelcién depende de Fernando y de t. Si no la euidéis de manera consciente, es probable que desandéis cl camino, Sin embargo, cl amor es un lenguaie y, como tal cuanto més lo hablas, mejor fluye yy con més facilided, ino lo practcas, en cambio, empiezas a perderlo», Las conversaciones ARC son el lenguaje del amor. Afian- zan el recin imo de seguridad que constituye la relacin y mutre la capacidad de ser flexible, de explora de mante- ner vivo el vineulo y hacerlo creer La Conversacién 7 es una guia para proyecar el amor hacia el faruro. Los pasos que segue incuyers ‘+ Recapitular y reflexionar sobre los aspectoscriticos de la relacin, aquellos que provocan inseguridad y preci- pitan a In pareja alos edidlogos malditos», En el cami- no, encontraréis desvi 1s ¥ atajos que os conduciran a tuna conexién segura, * Celebrar los momentos positivos, grandes y pequefios, Para ello hay que empezar por considerar qué momen- tos del dia a dia fomentan la apertura, la capacidad de reaccin emocional, la seguridad de ser para el otro un. ‘estimalo positivo, En segundo lugar se debe identificar qué momentos clave de la historia reciente de la rela- cidn intensficaron el amor. + Planearrieuales para los momentos cotidianos de sepa- raci6a y reunién que pongan de relieve el reconoci- de vuestro vinculo, asf como el apoyo mutuo y la corexién, Estos rituals sirven para cuidar de la rela- idn en un mundo eaético y lleno de distracciones ‘Colatorar en la identificacin de los conflicts de apego ‘que s2 manifiesten en desencuentros y discusiones re curreates, y planear juntos cémo quitar hierro a esas cuestiones para creat, de forma deliberada, seguridad ‘emoconal y confianza. Al hacerlo, podeéis resolver los problemas sin que incerfira la asiedad de sepracién. Yo lallamo la estratogia de «la seguridad primero». En un ecntexto de tranquilidad emocional, cualquiera de los des puede plantear un problema con calms, sn acti- tudes agresivas, y el otro se puede comprometer en la Ascusin, aunque no esté de acuerdo con el punto de vista expresado + Crear una historia de Ia relacién basada en los reen- ‘cuentros Este tipo de relato deseribird cémo ambos ha- ‘bis construdo y seguisconstruyendo el vineulo amo- oso. Aynda a tener en cuenta qué mecanismos instalan la distancia y el conflico en la relacine incluye las es- ‘trategas que habéis aprendido para salvar los obstécu 255 Jos, rencontraros y perdonar las ofensas. Es la historia de cio os enamordis una y otra ver. ‘ Inventar una historia de amor futura, El relato resume cémo querriais que fuera vuestro vinculo dentro de cinco 0 diez afos y cémo 08 podria ayudar el otro a hacer esa imagen realidad. La Conversacin 7 se basa en la idea de que el amor es un proceso continuo de bisqueda y pérdida de conexién emo- ional, as{ como de reconquista. El vinculo amoroso es algo vivo. Si no le prestamos atencién, tiende a disiparse. En un mundo que se mueve cada vez més répido y nos exige hacer malabarismos con infinidad de ocupaciones, estar presente aqui y ahora es todo un reto, tanto como tener en cuenta Ja necesidad de vinculo de ambos. Esta conversacin final exige qe experimentes el amor de forma consciente. ‘Veamos cémo funciona en la préctca Desvios de las zonas criticas Inez y Fernando no tienen dificultades para identificar los pequerios momentos de criss, levan aos bailando la epolea dela protesta», pautaalimentada por los excesos con el aleo- hhol de Fernando y las exageradas amenazas de Inez, salpica- das de flirteos con c er vengativo, En esta conversacién, Inez se arreage a decirle a Fernando: «Cuando te quedas ca- lado y te apartas de mi, me pongo histérica. Quisiera poder 1s prestarme aten- cin?” Te pareceria bien que te dijera algo asi? Me ayudaria decicte: “Oye, Fernando, por favor, pod mucho. No creo que la ensiedad me sacara de mis casillas si contara con ese recurso». Fernando, a su vez, le dice a Inez aque le gustaria que se limitara a decirle que estéenfadada con 41 le aclarara qué la ha molestado exactamente, en vez de darle uliméeams. Ambos coinciden en que e3e tipo de atajos| les ayudaria a mantener el equilibrio emocional y a no insta- larse en di ‘Otea pareja, Christine y Darren, han estado al borde del divorcio por una infidelidad de dl. «Creo que las cosas estin micas destructivas, ‘mejorando» le dice ella, para ella. Lo recuerda cada di Nadie olvid los momentos en que el amor se pone de ‘manifiesto, Fs0s instentes ARC nos acompaiian para siem- pre, es importante comentarlos, Kay le dice @ Don: «Para imi, aquella noche que me dijste eudnto signifcaba para ti que te romara Ja mano fue fundamental para superar nues- tras diferencias. Eso después de euarenta y cinco afios casa dos. Ti siempre me latiendes,y supongo que yo a veces res- pondo y a veces no. Cuando me revelaste lo mucho que te importaba mi reacién, que par ti sigificaba que estibamos juntos, que podiamos hacer cualquier cosa, me senti eonmo~ vid, De repene, te vi como a alguien necesitado de afect, de mi afeeto,y no como un tipo dominante que quiere hacer las cosas a su modo. En una sesién con otra pareja, al comentar el efecto de- vvastador que la depresin ha ejercido sobre Lawrence, és le dice a Nancy, su esposa: «Nunca lo habria conseguido sin ti Por mucho que me encerrara en mi mismo, ti siempre esta- bas a mi lado, Aguel joy le dieron el empleo a otro, volvi a casa sintiéndome el mayor fracasado del mundo. ;Recuerdas lo que hiciste?» [Nancy niga con la cabeza. «Me besaste y jist: "Ti eres mi chico, Pase lo que pase. Lo superaremos. Te quiero, caballe- 10". Nunca lo olvidaré. Ain hoy me sirve de ayuda cuando fas cosas van mal y dudo de ‘A veces as parejas, incluso en pleno «dislogo maldito», tienen gestos de empatia que me dejan sin aiento, Los animo qe acu a una entrevista de traba- 298. 4 aferrarses esos momentos como ¢ una lie en Ia oscuridad de su relacdin. Maxine, que siempre esté molesta com Rick por sus esilenciosy, de repent, en voz. muy baja, le dice: «Creo que te entiendo, Pareces muy tranguilo pero estés asustado. gues siendo aque! nif solitario dela foto que te- nemos encima de la chimenea. El chico més soltaio del mundo. Nunca has perteneidoa ninguna pare. ahora que «estisconm go la mujer mas charlatana del mundo, tsientes abrumado, asi que te encierras en ti misma e intentas tan auilizarte. Es muy triste. Ahi dentro sigues estando muy solo». Rick recuedaaquel instante como el da que, por prix mera vez, lguien lo vio como era supo que su esposs, por mucho quese enfadaracon él lo amaba Mancenee vivo el amor consist, en gran medida, en reco- noceres08 momentos trascendentesy colocaros en un lugar donde ambos podamos verlos, como hacemos con ls foto- agrafias de bs buenos momentos. Nos recuerdan lo preciosa ‘que es nuestra relacién, cun especial el sentimiento que nos une. Nos ayudan a repararen lo fil que es transforma el mundo del otro con I fuerza del cari. Planear rituales para los momentos de separacién y de reencuentro Los ritualesconstituyen wna parte fundamental de la sensa- dn de persenencia. Son ceremonias recurrentes y delibera- das que identifican un momento especial. Los rtos nos vin- cculan, emo:ional y fisicamente, ala vez que nos ayudan a tomar concencia, de forma positiva, del momento presente, La religidn recurre a ls rituales desde siempre. Recuerdo tun célebre estudio que llev6 a cabo el psicdlogo Alfred Toma- tis con un grupo de monjes con depresin clinica. Tras mu- hos exdmenes los investigadores concluyeron que la depre- sid se debia a que habfan abandonado la ceremonia diaria de reunirse a entonar cantos gregorianos. Habian perdido la sensacién de comunidad y el consuelo de cantar en armonia Crear entre todos une miisiea hermosa constituia una mane- rade celebrar su vinculo y compartir su dicha. Pera todos los primates, Ia separacin y el reencuentro «on momentos criticos en términos de apego. Cuando nues- tos hijos son pequefos, lo tenemos presente por intuicin. Los besamos para despedirnos de ellos y los abrazammos y les demos la bienvenida cuando vuelven a nosotros. Por qué no tomarte la molesta de dar importancia a la relaci6n amorosa mediante gestos parecidos? Los pequefios rituales que entra~ fan el mensaje «tt me importas» llevados a cabo de manera regular tienen gran influencia en la solder y la sensacion de seguridad de una reacisn. 'A veces alas personas les cuesta mucho identifica sus ri- tos de separaciin y reencuentro. Joel se queda en blanco ‘cuando le pido que identifique qué ceremonias comparte con, su esposa, Emma. Me dice: ,interrumpe Nicole. «Yo estaba muy agobiada y empect a meterme contigo por todo. Enton- ‘ces nos instalamos en esa dinémica de la polea: “Nicole ata Bert hace muti por el foro” hasta que acabamos viendo s6lo lo horrible que era el otro, Por fin, nos dimos cuenta de que la relacin estaba en peligro y nos esforzamos mucho en ex presar nuestro dolor y nuestras necesidades. Comprendimos {que ambos nos sentiamos solos y desesperados.» Bert retoma la historia: «Creo que lo que mas nos ayud6 fue comprender que no éramos tan distintos, después de todo. Sélo expressbamos el malestar de formas opuestas. Yo tenia que entender que, cuando me distanciaba, Nicole se sentia vulnerable y asustada. Cuando se atrevi6 a decirmelo, tuve sentimientos hacia ella que jamés habia experimenta- dor. Nicole le sonrie a su marido y afiade: «Para mi, el mo- mento lave fue cuando dijiste que estabas harto de ofrme to- dos los defectos que te encontraba y que pensabas que debias aceptar que yo ya no te queria, Me horroricé Por fin, encon- ‘ramos la manera de expresar nuestros puntos flacos, de acercarnos. Cuando recordamos lo sucedido la noche que na~ 6 la pequefa, me ayudaste a superar ol resentimiento. Ad~ mitiste que no le plantaste cara a aquel médlco como debias. rade volver a confi en ts. Bert se vuelve a mirarme y se echa a refe «Supongo que Fue importante para pparecemos muy eutocomplacientes, pero es que me siento como si hubiera llevado a cabo una proeza. He recuperado a si esposa, Hemos encontrado ls manera de volver a estar tunidos y me gusta hablar de emo lologramos. Me hace sen~ tir seguro. Albert ya Nicole no les hizo falta mucha ayuda para hil vanar ol relato. A veces, sin embargo las parejas necestan ayuda para articular los distintos elementos dela historia. Si ces vuestro caso, sugiero que trabajéisjuntosa partir de ls si- sguientes propuestas + Tres adjetivos o imagenes que describan vuestrarela- cién cuando las dindmicas negativas se habian insta- lado en ella. Por ejemplo: agotada, un calle si sali- da, un campo de minas. + Dos verhos que describan el papel de cade cual en la d- ‘mica y imo pudisteis cambiar la pauta. Por ejemplo: “ote presionaba, ti me ignorabas Pero aprendimos a hablar de lo asustades que estibames y a acercarnos smutuamente # Un momento clave en el que visteis al otro bajo una aueva luz, sentisteis algo distintoy fuisteiscapaces de acerearos. Por ejemplo: Recuerdo que salf un sébado ora tarde y al volver, te encontrélorando, La expre- sién de tu rostro me conmovid, Al comprender el al- cance de tu tristeza, me acergué y te die que querta solver a tenerte cerca Tuvimos que ayudarnos muta mente a conseguir 4 Tres ajetivos, emociones imégenes que deseriban ‘uestrarelain en este momento, Por ejemplo: diverti- da satisfactora,deliciosa, una bendicion ir dela mano. 1 + Algo que hagdis para mantener vivo el vinculo con el otro. Por ejemplo: Abrazarnos antes de ira dormir, be- sarnos al despertar. Marion y Steve, que han conseguido convert su tor- ‘mentosa relacin en un refugio intimo de seguridad y con- fianza, lo cuentan de la siguiente manera: «Nuestra relacién, tensa solitariay, dice Marion. «Steve presionabs, lln- maba ala puerta; yo me escondia, Ambos pensibamos que el ‘otro tenia un problema. Pero el dia que empezamos a hablar de divotcio, nos dimos cuenta de que a ambos nos aterraba perder al oto. Y decidimos hablar de nuestros sentimientos, corter el riesgo de confiar en el otto.» Steve interviene: «Recordar mo todo empezé a mejorar cs muy geatificante, Para mi, el momento cave fue cuando Marion se eché a lorar y me dijo que munca se habia consi- derado lo bastante guapa, inteligente o sexy para mi, y que Jamentaba mucho que me siniera tan solo. Que queria abrir- se y estar conmigo, pero tenia miedo, Jamés me habia seeti- do tan cerea de ella, Nunca habia comprendido cémo se sen tia en realidad. Que no buscaba herirme con su actitud dis- tante.Ytampoco me habia planteado lo mucho que la afecta- ban miseries lo insignifcante que se sentia» Preganto: «ZY qué me dice de usted, Marion? :Recuerda «en qué momento sintis algo dstinto yempezs a contemplar & Steve bajo una nueva perspectiva?» «Ya lo creo, contesta, Una noche le dije ue ya no podia seguir soportando su pre- sign. De repent, se qued6 muy triste. Me djo:"Bueno, pefie- roverteenfadada que indiferente, Al menos, sess furiosa, sé que te importo”.¥ loentend. Ahora, cuando empiezo a dudar diciendo que slo el suiciio pondria fin a su dolor. Un ultimétum desesperado que, por desgraca, la ha distan- siado ain mis de su marido, El no suele implicarse en la re= lacin, pero esta vez, intimidado, se ha encerrado ens nism. Jane reconoce que siempre se est quejando y coincide ‘conmigo en que lo hace para protestar por su distanciamien- to. El objeta que vuelve tan tarde a casa para defenderse del acoso de su mujer. Esta joven pareja era feliz hasta hace dos aos, cuando Jane abrié la puerta a un joven que results ser un ladrén despiadado. La apuiialé con tanta brutalidad que extuvo a punto de desangrarse. Ha pasado varios meses cenel hospital y ahora padece dolores rénicos. Eé piensa que sit esposa ya deberia haberlo superado, peo las pesaillas de cll van de mal en peor tanto que amenaza con quitase la vida ‘Comentamos la dinéenica negativay les digo que las ame- nazas de Janeen realidad, son sGplicas a su marido para que Ja ayude a sali del pozo. Las secuelas del trauma asoman a sus ples pero Ed nolo admite, Me dice: «Bueno, es cierto que todo ha cambiado desde la agresién, pero no entien- do qué tiene eso que ver con nuestrasdiscusiones constantes. ‘Como hace un momento, Se ha puesto como loca s6lo porque he dejado el mévil desconectado un par de horas mientras ju- ‘tba al golf. Y ahora amenaza con hacerse dao. No puedo Exhala un gran suspiro y Jane se pone a lore Jane no le ha contado a Ed los detalles del episodio, nile ha dicho que atin Ia asaltan imagenes del incidente. Tiene la ‘sensacién de que él a culpa por haber dejado entrar a un des- ‘conocido De repente, recuerdo un detalle de u relat inicial, algo sobre un teléfono. ¢Esperen un momento», digo. élen realidad. Paulin, a su vez, le dice: «Yo grio y te pre~ siono porgue no puedo llegar a ti Es horrible. Te quiero, con cicatrices y todo». . Del dolor se puede extraer fuerza y una mayor sensaciin de pertenenca,.. si aprendemos a usar el poder del amor. , escrbi6 el francés Pierre Teilhard de Chardin, poeta y mistco, Ese efuegor no ser el que quema y aterroriza, sino el que nos da luz y calor. Un amor capaz de cambiar no s6lo las relaciones de pareja, sino ef mundo al completo La conexién definitiva: el amor como frontera final «<2 la vida te dio lo que le pedis? Si £Y quélle pedias? Llamarme a mi mismo bienamado, sentirme amado en la Tierra.» Raymond Corser Aprender a sostener los vinculos afectives es una tarea ur gente, La pertenencia amorosa proporcions una red de int ‘iad fable que nos ayuda a afrontar la vida y avivirla bien. Eslo que da sentido a a existencia. En ef lecho de muerte, la smuyoria valoraremos por encima de todo la calidad del vineu- Joon las personas que amamos. Por intuicién, hemos comprendido que quienes captan los principios del apego tienen una vida mejor Aun asi, nuestra cultura nos anima a competi més que a ecercarnos. Aunque millones de afi de evolucién nos han programado para bus- car incansablemente conexién y sensacién de pertenencia, nos empefiamos en creer que I salud mental radica en no ne- cesitar a los demés. En una época como la nuestra,en la que el ansia incansable de riqueza personal y de conseguir el mixi- mo a un coste ménimo amenazan el sentido de comunidad, cesta idea es peligrosa Estamos construyendo una cultura de la separacién que acta contra nuestra mismisima biologia. Sabemos, como sostienen Thomas Lewis y los conutore del libro Una feoria general del amor, que si calimentamos y vestimos a un re- «én nacido pero lo privamos de contacto emocional, moriri» ‘Sin embargo, nos han ensefado a creer que de adultos somos stints, ;Cémo heros legndo aes0? En su libro Odysseus in America, que aborda los trau- mas de guerra, el psiquiatra Jonathan Shay nos recuerda {que hay dos universales humanos: uno, que nacems inde- fensos y dependientes;el otro, que somos mortals y lo sabe- de afrontar esta vulnerabilidad es sos, Latinica manera acercarnos a otro. Después, seguros y fortalecdos, podemos salir al mundo, Sein la teoria del apego la necesidad de conexidn emo- cional con los dems es absoluta. Estudios sobre psicologia del desarrollo realizados con madres ¢hijos, trabajos sobre vvinculacién adultae investigaciones de neurociencia moder- na confirman que slo cuando disfruramos de relaciones muy préximas podemos considerarnos de verdad indepen- dlientes. No somos planetas separados que giran unos alrede- dor de otros. ‘Tal dependencia sana constituye la esenca del amor ro- méntico. Los cuerpos de los amantes forman un «dio neu- ronal». Uno envia sefales que alteran fos niveles hormonales, 1a funcin cardiovascular, fos ritmos eorporales e incluso el sistema inmunol6gico del otro Cuando hay contacto amoro- so, la oxitocina, hormona del amor, inunda el organismo y son proporcione la tranquilidad de que todo va bien en el mundo. Nuestros cuerpos estin diseiados para est tipo de vinculo, Incluso la identidad forma una especie de dio con la de aquellos que estén més cerca. Las relaciones amoroses ex- panden la idea del propio yoy la confianza en uno mismo. Ti no estarias leyendo este libro si yo no hubiera encontrado la manera de conectar con la fe de mi marido en que podia es- cribirl,y si mi capacidad de ereer en sus palabras de aiento no me hubiera empujado a escribir: Las personas a las que anamos nos llegan realmente al corazén y a la mente y, al hacerlo, nos transforman, La calidad del amor que recibimos inseribe también las teadencias fururas Jef Simpson, dela Universidad de Min- rnesota afirma que basta con evalua la seguridad del vinculo de un ni de dos afios con su mare a partir de la situacion exafia para predeci Ia competencia social de ese nifio en prmaria y lo unido que estaré asus amigos en la adolescen- cia, Una relaisn segura con la madre y la intensidad de las primeras amistades predicen asimismo la calidad de las rele- cienes amorosas de un individuo a los veinticineo aos. So- mos la historia de nucstras rlaciones. 2Cémo funciona el amor? Para conseguir una conexién emocional duradera, tenemos us ser capaces de sintonizar con nuestros anhelos y necesi- dades mas profundos, y convertirlos en sedales claras que ayaden al otro a resecionar. Debemos aprender a recibir armor y a corresponderlo. Por encima de todo, tenemos que a aceptar que ol apego esté progr inético, en verde hacerlo posible por ignorarlo, En a mayo- ado en nuestro cédigo ge- rin de relaciones, la necesidad de apego y la andiedad de sepa- racin son prioridades que, en a sombra, gobiernan nuestros actos. Es hora de reconocer esas prioridades y adoptar un pa pel activo en la creacin de un vineulo que con tanta urgen- Para forjar el amos, debemos abrir el corazdn y tener pacidad de reaccin, tanto emocional como fisica, Los esta dios que han llevado a cabo Bill Mason y Sally Mendoza, de Ja Universidad de California, con monos ttf nos ayudan aen- tender mejor las implicaciones del amor Las hembrascuidan de sus criss, pero no les ofrecen contacto emocional. No as tocan ni la accalan. El cuidador es el macho, que asume un 80 por ciento de las funciones de ria. Este, recinto de seguri- dad y de coneain, leva a seria consigo. A los pequctios ti tis no parece importarles que la madre desaparezca dela fa- rilia por un tiempo, pero cuando los aisan del padre, sus niveles de cortisol la hormona del estrés, se disparan. En mi consult, las parejas emocionalmente distanciadas sme suelen decir: «Hago de todo para demostrarle que me im- porta, Corto el césped,traigo a casa un buen sueldo,resuelvo problemas y no me voy de juerga. 2Por qué, al final, todo es0 rho cuenta y a mi mujer slo le preocupa si-hablamos o no de ‘uestras emociones 0 si soy caifioso?» Yo les digo: «Porque asi estamos hechos, Necesitamos que alguien nos preste ver~ dadera atencién, que nos abrace fuerte, que seacerque mucho «nosotros de vez en cuando y tenga gestos que nos conmue~ ‘van. Necesitamos sentirnos unidos al otro y usted tambign lo necesita Lo ha olvidado?» La sensacidn de conexién destila dulzura, elabrazoes inmensamentetranguilizadory stislac- trio tanto para el que lo da como para el que lo reibe. A la rmayoria nos encanta coger @ un bebé en brazos. Te sientes de maravila, igual ue cuando abrazas ala persona armada No obseante, acaso la historia termina en el vineuloy el apego? El amor adulto implica también sexualidad y cuida- dos EL apego es la base el andamio sobre el cual se eigen los ‘otros elementos, Las interconexiones resultan evidentes, La sexualidad acanza su méximo apogeo cuando existe un vin- culo seguro, y el riesgo tan importante para el eroismo, no surge de una novedad constante y superficial, sino de la ea- pacidad de abrir el corazdn a a persona amada en cada mo- “También los cuidados y el apoyo prictin se marifiestan de forma natural ewando nos sentimos unidos. «Cuando amat>,eccribié Ernest Hemingway, «deseas hacer cosas por cl otro. Deseassacrificarte por el otro. Deseas servir» Las in- vestigaciones nos dicen que las parejas estables reaccionan mejor alas necesidades mutuas de cuidado. Rose y Bill, una pareja de universtarios, se peleaban por todo, perosobre todo por el vinculo afectivo y el apoyo prdc- tic Inclso al final de ls terapia, después de haber hecho progresosconsderables, se porien a discutir porque él no lle ‘va anotado el niimero del peditra en su movil, eunque ella seo ha palido, Sil nif se pone enfermo, ella no podré usar cl telefono de su marido para llamar al médico. Por fin en- cuentran la manera de dejar arés la diseusin. «Cuando no encuentro el nimero, me asustor, le dice Rose a Bill. «Ne- cezsite queme escuches cuando te pida cosas as.» En esta ea sin, Bll le ofrece apoyo. «Te escucho», le dice. «Es como si a ime dijera, "eres mi respldo?” Necesitas apoyarte en mi para esas cosas. Y eres una madre estupenda. He grabado el ‘ndmero en mimévil y he ordenado la agenda del tayo pa que no vuelva a pasa. jNecesitas alguna otra cosa?» En una sesiGn posterior, Rose le dice a Bill que ya no le molesta dar alos nifios por las tardes cuando al tiene que estud [Ahora que s siente més unida a6, disfruc levndole café ‘y preguatandole qué tlle van las cases, Cuando forjamos ‘un vinculo estable con el otro, nuestra atencion se libera, tanto que podemos prestar una ayuda més eficaza la perso a amada En una relacin roméntica, el apego, la sexualidady ef apoyo forman wn todo, Los miembros de la pareja crean un bucle positive de unin, capacidad de reaccién emocional ‘euidado y deseo. En su primera s lara con ademén solemne que ha cortratal « un sbogado n conmigo, Charlie de especializado en dvorcios. Ahora, pocos meses después, nos dice a su mujer, Sharon, yam «Estamos mucho mas nidos. "No creo que nunca lo hayamos estado tanto. Ya no me pongo tan celoso, tan tenso. Confio en ela. Si necesito ayuda cuan- do me aatan las dudas ze lo dig, y ella ari puede re- currira mi, Funcionamos mejor en la cama. El sexo es mucho nis fl. Creo que ambos nos sentimos deseados y nos ate ‘vemos pedir lo que queremos. Cuando me siento tan cerca de ella, me gusta cuidarla. Me gusta aliviarle el dolor dees palda. Fu‘ a comprarle un almohadén de aos y ella me est ayudando a dear de fumar. Ha nacido una rlacén cotal- mente nuever. No obstante, conseguir que el amor funcione implica también aceptar que e debe trabajar sobre la marcha, Justo cuando todo va bien juno de los dos cambia! La novelista Ur- sula Le Guin nos recuerda que el amor «no permanece in- smévil como una piedra, Se debe preparar como el pan, volver a amasarla dejarlo reposar de nuevor. La intencién de la ‘TCE es, precisamente, mostrar emo funciona el proceso. ‘Tras veinteafios de investigacién, hemos ayudado a mu- chos tipos distintos de pareja a xpreparars su amor, recién casados y matrimonios de toda la vida, gays y heterosexua- les, persones feces eindividuos angustiados, gente trade nal y gente poco convencional, académicos y trabajadores, reticentes y entusiastas, Hemos descubierto que la TCE no sélo contribuye a regenerar una relacin; también erea rela ciones que nos sanan. Las parejas deprimidas y angustiadas pueden obtener enormes beneficios al experimentar el spo~ yo afective de una relacién segura Si tuviera que resumir lo que he aprendido de todas esas parejas, dria lo siguiente © Sent 10s Ia necesidad imperiosa de que los dems res- pondan a nuestra llamada, + ET hanbre emocional es una realidad... Sentirse aban- donado o desatendido en el terreno sentinsental desen ‘adena dolor fisico, emocionaly pénico. + Hay pocas formas de afrontar el dolor cuando la nece- sidadde pertenencia no esti satsfecha + El verdadero amor nos premia con equlibrio emocio- nal, tranquilided y alegria. El enamoramiento senti- mental es la recompensa de los bobos. + No enste la ejocucin perfeca en el terreno del sexo y cl amor. Obsesionarse con la perfeccién conduce a un callején sn salida, Lo que importa es la presencia emo- sional En las relaciones no hay une relacin de causa y efecto i lineas recta, slo los crculos que trazan los miem~ bros de la pareja. Nos arrastramos mutuamente a bu- cles y espirales de encuentro y desencuentro. Siescuchamos y nos guiamos por las emociones, sabre- sos exactamente lo que necesitamos. De vez en cuando, a todos se nos dispara el resorte del ‘nico. Perdemos el equilbrio y adoptamos posturas de control ansioso, logueo o evitacin. El secretoradica en no instalarse en esas dinsmieas, porque atu pareja cos- tard demesiado comunicarse en ess cireunstancis ‘Aunque los momentos clave de vinculacén afectiva, cuando una persona abre su corazén a otra y ésta re pponde, requieren valor son mégicos y transforman la relacin Perdonar las ofensas es exencial, pero sélo sucederé cuando ambos se hagan cargo de su dolor y sean cons- cientes de que su pareja lo comprende y lo comparte ‘Una pasin duradera es del todo posible en el amor El ardor pasajero del enamoramiento slo constituye cl preludio; cuando estamos en sintonia, suena la sinfo- ‘ia del vinculo amoroso, La negligencia mata el amor. La conexién requiere atencin, Conocer tus necesidades afectivas y respon der a las de tu pareja os mantendré unidos chaste que la muerte os separe> “Todos ls clichés acerca del amor —Ias personas que se saben amadas son més libres, més vitales y més fuer tes— contienen més verdad de la que jamés hubiéra ‘mos imaginado, Aun siendo consciente de todo lo expuest hasta aqui, me veo obligada a repasar la lecién cada ver que sufro‘un de- sencuentro con un ser amado. Durante una milésimna de se- sgurdo, me sigoenfrentando al dilema de siempre: echare la culpa trata de controlaro,rechazarlo, vengarme, encerrar~ meen mi misma, exeluitlo 0, por el contraro,respirar hondo ¥ simtonizar con mis emociones y las de mi ser guetido, ariesgarme, abrir el coraz6n,confiar en 8 abrazaro, Un circulo mas amplio (Cuando a la pareja le une un vincilo fuerte y seguro, no sélo aunenta su sentimiento de unin. El circulo de sensibilidad afectiva se expande como las ondas que provoca una piedra arrojada a un lago. Compartir una relacién amorosa aumen- tad earifo y la compasién por el préjimo. Cuando no tene- mos que preoeuparnos por la seguridad de nuestra velacién, poseemos de manera natural, més energia para ocuparnos de los demas. Contemplamos al otro desde una perspectiva més positiva y estamos dispuestos a implicarnos en el terreno cemocional, Sentirse amado y seguro hace a las personas més amabls y tolerances. Los psicdlogos Phil Shaver y Mario Mikulincer demues- ‘ran en sus investigaciones que el mero hecho de rememorar insiantes en que uno se sinti6 cuidado reduce al momento la hroailidad hacia los extrafos, aunque sea por poco tiempo. Esta idea coincide con el método de meditacién budista que busca aumentar la compasién pensando en alguien que nos ama. La periodista cientifica Sharon Begley en su libro sobre budismo y neurocienca, recuerda que, como cuenta el Dalai Lama, los tibetanos en peligro gritan «madre» para sentirse reconfortados. {Una exclamacin que resulta, como minimo, tan til como soltar un taco! Amor en la pareja, amor en la familia Sabemos, desde hace décadas, que la felicidad de una familia ‘asa por la felicidad de los padres. Cuando estamos estresa- dos y discutimos con el cényuge, la tensién salpia alos ni- foe. Eeti claro, mae allé de toda duds, que el conflicto entre progenitores es perjudicial para los hijos. Para empezar, la disciphina se resiente; el nerviosismo nos lleva a mostrarnos ds severas e inconsecuentes. Peto ottos aspectos salen per- judicados también, i somos infelices en la relacin de pare- ja, a menudo perdemos el equilibrio emocional, nos cuesta ‘més actuar de coraz6n y sintonizar eon los mis pequetios. Al ro estar accesibles para ellos los nifios no encuentran en n0- sotros el sustento afectivo y la guia que necesitan. Alice me dice: «Me estoy convirtiendo en una persona irritable y se- ‘vera. Los problemas con Frank me agotan tanto que no ten- 0 energia para los nifios El otro dia, cuando el pequefio se ceché a llorar porque le daba miedo ir al colegio, le grité. Me “Me he convertido en una bruja, y Frank esta cada ver. mis distante, Tenemos que resolver esto, por el bien de toda la familias as dscusiones matrimoniales frecuentes suelen prover car problemas emocionales y de comportamiento en los ni- fo ineluida la depresin. El conflict sin embargo, no es el Anko factor que afecta a los nis. La distancia emocional entre progenitores a menudo les lleva también a alejarse de sus hijos La psicdloga Melissa Sturge-Apple, dela Universi- dad de Rochester, confirma que esa tendencia se cumple so- bre todo entre los hombres. Fn sus investigaciones ha desc bie-to que cuando los maridos se distancian de sus esposs, se vuelven inaceesibles para sus hijos. Si pensamos en términos postivos, cuando estamos bien vinculados a nuestra pareja nos cuesta mends ser buenos pa dres y proporcionar un recto iatimo de seguridad y con fianza @ nuesttoshijs. Los nos aprenden formas posiivas deafrontar sus emociones y comunicarse con los demés. Hay innumerables prucbas cientificas de que os nitios vinculados ‘on éxito son mas competentes en el terreno social y mis ca- paces de superar el estrés La idea de que uno de os mejores regalos que les puedes hacer a tus hijs es forjar una relacién stable y amorosa con tu pareja noes un tépico en absolut, sino un hecho cientifico. Los terapeutas llevan aiios diciéndonos que, si no hemos disfrutado de amor y seguridad en lainfancia y queremos ser buenos padres, debemos buscar ayuda y superar los proble- smas de la nifiez. No obstante, la experiencia me dice que, aun slacrastramos grandes dficultades emocionales del pasado y ‘no tenemos intencién de visitar a ningyin psicoterapeuta,Ile- ‘garemosa ser buenos padres si trabajamos por mejorar nues- {10 matrimonio, La psicéloga Deborah Cohn, de la Universi- dad de Virginia, esté de acuerdo. Descubrié que las madres ‘on esiedad y dificultades para acerearse alos dems, actua- ban de forma positiva y carifiosa con sus hijo si se casaban com un hombre sensible, eapsz de proporcionarles un vinca- lo seguro, Cuando nos amamos bien, nos ayudamos mutua- mente a ser buenos padres: ‘dems, sila conexién emocional est presente en tus re- laciones, transmitinis esa cualidad no sélo a tus hijos, sino también a sus futuras parejas. El psicslogo Rand Conger y sus colegas de la Universidad del Estado de Towa estudiaron a 193 familias con hijos adolescentes durante un periodo de cuatro aos, y descubrieron que el grado de afecto y apoyo centee sus padres y la calidad de la funcin paterna podia pre~ decir c6mo se relacionarian en el terreno sentimental al ca- bo de cinco afos. Los hijos de los padres mis atentos y cat fiosos eran a su vez mas atentos y carifiosos con sus parejas sgozaban de relaciones mis felices. Cuando arnamos bien a la persona que esti a nuestro lado, ofrecemos un buen modelo gue imitar Ta salud de los lazos afectivos no sélo es una opcién per- sonal, sino también un bien social, Mejorar las relaciones redunda en beneficio de la familia, y las buenas familias contribuyen a crear comunidades mejores y metas ‘compro- Sociedad El amor familiar constituye la base de la sociedad humane. ‘Como escribié el poeta Roberto Sosa: «Benditos sean los que aman, porque suyo es el grano de arena que sostiene econ a8 eae tro de los mares, El ereulo cada vez més extenso de com- promiso y capacidad de reaccién emocional del que hablaba- ‘mos en el apartado anterior no termina en nuestros ma alle- ‘gados, ni siquiera en las familias que llegar a formar. Se sigte expandiendo, contribuye a crear comunidades més im- plicdas y, en dlkimo término, un mundo mejor, més com- prometido, Comprender céimo funciona el amor y por qué lo necesi ‘amos tanto es primordial para construir una sociedad que dé respuesta a nuestro ankelo de conexién y refleje lo mejor de nuestra naturaleza. El ser humano ansia el contacto con ls ems esté programado para ello. Tendemos a vincular- ros importan, pero después, una vez eprendide la leccin, podemos acerearnos a ‘nos {ntimamente con aquellos que mi los demas: amigos, compatieros,tribu. Cuando estamos en pax, ofrecemos apoyo y carfioa otras personas porque com- pprendemos que son idénticos @ nosotros, humanos y vuln es. En realidad, isfrutemos del sentimiento de comuni- dad que nos invade al salir de nuestro pequefio mundo y entrar a formar parte de un todo Cec en una pequefa ciudad inglesa, nada opulent, poco después dela Segunda Guerra Mundial, un lugar donde esi se yodia palpar con certeza que todos debfamos arrimer el hhombro para sobrevivir El pueblo entero acuda al pub: el sa- cendote, el comodoro, el vendedor de periics, el juez, el mélico, el oficinista, el ama de asa y la prosttuta, Los ancanos pasaban la tarde en un rincén jugando a cartas y discatiendo de politica. A los vagabundos que iban de pueblo cen pueblo se les ofrecie refugio, una cerveza y un enorme plew de huevos con tocino que les preparaba mi madre antes 319 de que reandaran su camino, Los soldados que sbrumados por los recuerdos de Ia guerra se derrumbaban pasaban una slita interior donde se ls csolaba Los afligidoscon- taban siempre con un abrazo, un whisky y tal vez una can- cién alegre y desafiada al piano, cortesia de mi abuela Coino es ligico también habia discusiones y disensién,pre- jicioe y rueldad,pero,en skim término,reinabalasensa~ cin de que estabamos todos en el mismo barco. Sabiamos ‘que nos necestsbames. Ademds, cas siempre, al menos un par de nosotros lograba demostrarcompasién Senttse undo a alguien, sentir que estés com alguien va ligado al sentimiento por esa persona. La empati y la com- asin por los dems se pueden aprender en la Biblia el Co en las ensefancas de Buda, pero pienso que, primero ddebemos haberlas sentido en el terno abrazo de un progeni- toro de un ser amado, Después tal ver podamos transmitir- las de forma deliberada, en circulos cada vez més grandes, al resto del mundo. En calidad, tanto poetas como profeas llevan siglos di- cienlo que todo iria mejor si nos améramos los unos « los otros. No slo ex, sno que estamos ablgados a ello. El men- saje, sn embargo, ansmitido en forma dereglas morales © ideas abstractas, no parece tener mucho efecto. Para com prender st alcance, tenemos que estar eomprometidos en el plano emocional, sentir una conexién personal con otro set hhumano, Slo entoncespodremossinconizar con el dolor y Ia tristeza ajenos como si fueran propos ‘Como otras muchss personas, suelo hacer donativos para ayudar alas vitimas de terremotosu otras catéstrofes. No abstante, cuesta mucho vincularse al sufrimiento de una m0 Se smulitud sin osteo. A mime es mas fil y mucho més satis- factorio dar algo de dinero al mes als familias de dos nias india que estén inscritas junto con sus padres de acogida ‘en a ONG Plan Canads. Las he visto en foto. Conozco sus nomiresy el de sus pueblos, comprado una cabra y que a otra dispone de agua corriente é que una de las familias ha por primera vez. Sueio con ira vsitarlas y me siento unida 4 esas madres de aspecto estoico que posan junto a las en las fotos que me llegan por correo cada pocos meses. La tecnologia ayuda a crear vinculos haciendo posible que al- sguien como yo, desde la otra parte del mundo, contribuya a su cuidado, Hace tres afios, en un pintoreseo pueblo situado a las afue-as de Ortawa, a orillas de un hermoso rio, surgié una organizacién llamada las Abuelitas de Wakefield, La puso en marcha una sola persona, Rose Letwaba, una enfermera su- dafricana que daba una charla en la iglesia los domingos por la mufiana, Un dia conté que, en un suburbio de Johannes burgo, las abuelas criaban a sus nietos, huérfanos a causa del SIDA, en una pobreza tan acuciante que guardaban bajo lla- ve les cepillos de dientes, de lo valiosos que eran. Un grupo de abuelas de Wakefield se reunié y decidieron que cada una contactara con una abuelita sudafricana para ayudar econd- micamente ala familia. En estos momentos existen 150 gra- pos ede abuela a abuela» en Canada y Estados Unidos. 4H libro Tres tazas de té, del alpinista y enferemero Greg Mortenson, es la historia real de alguien que asus el com- promiso de pasar de la compasién a la accién. En 1993, tras tuna escalada falda al K2, Mortenson se perdié en las mon- tafias de Pakistin, Exhausto y desorientado, fue a pararal pe a quetio poblado de Korphe, donde los aldeanos no sso fe sal- vvaron la vida, sino que acabaron trabando una amistad muy especial con él. Haji Ali el jefe de Ta ada, le expos que, en Korphe, «la primera vez que tomas el té con alguien eres un ‘extrafo, La segunda ver, un invitado. Y la tercera eres de la familia» ‘Asi, Mortenson encont all una familia. Su compromi- so se hizo mis fuerte por el recuerdo de su hermana peque- fia, Christa, que haba muerto tras una larga contienda con- tra Ia eplepsia y euyo rostro creia ver en las caras de los nifios de Korphe.Tgual que Christa lichaban por su supervi- vencia, Cuando quiso vistar la escuela, lo Hevaron a un des- campado donde ochentay dos nifos, arroillados en la testa helada, escribian las tablas de maltiplicar rascando el suelo ‘con palos, La escuela ni tenia edifici, ni tampoco maestro la rayor parte del tiempo, porque el poblado no se podin pre rmitirpagarle el sueldo de un délaral dia. «Se me rompié el corazéns, dice Mortenson, Se valvié a mirar a Haji Ali y Ie dijo: eHaré construir una escuela, lo prometo».A lo lazgo de los siguientes doce aos, Mortenson. yy su Instituto de Asia Central erigieron més de cincuenta ¥ tnco colegios en las montafas de Pakistan y Afganistén, nuchos para nies. E autor dice que por el eoste de un solo isl se podrian construr cientos de eseuelas. La suya es una guerra distinta, una lucha contra la eterna separacién entre nosotros y ellos» que contribuye al extremismo. La reac- cid de Mortenson constitaye un claro ejemplo del poder de la compasién y la vinculacign afectva ste tipo de historias me hacen albergar la esperanza de que si aprendemos més sobre el amor y lo limentamos en 2 pareja y en familia, reuniremos el coraje y la empatiasufi- cientes para empezar a cambiar el mundo, La escrtora Judith ‘Camptell sugiere: «Cuando el corazsin te habl, toma buena nota». Todas estas historias fueron posibles gracias a personas capaces de abrir el corazén y reaccionar a sufrimiento de los demas, Dmuestran el poder dela capacidad de reaccién emo- «ional y el compromiso personal para transformar el mundo a mejor. El concepto del amor ofrecido en este libro coincide con Iaideadel esritor y monje trapense Thomas Merton, quien crefa cue la compasin, en sltimo término, debia estar ba- sada en «una aguda conciencia de la interdependencia entre tovdos los seres vivos, que forman parte unos de otros y estén plenamente involucrados», Me temo, pues, que si nuestiaexpecie quiere sobrevivir en este Frégil planeta azul, tendremos que superar la iusign de la separacién y acepear que, enel fondo, dependemos absolutamente los unos de los otros. Nuestras relaciones mi imas constituyen el me- jor ejemplo. (Cuesta mucho encontrar un final para un libro como éste ‘Allo largo de estas paginas, he descrito la nueva ciencia del amor y cémo ésta nos puede ayudar a crear un vinculo segu- ro y duradero, No obstante, el misterio nunca se desvelaré del toco, Cuanto mis descubrimas, més conscientes somos de ‘cudnto nos queda por aprender. Como dijo el poeta estadou- idence E.E. Cummings: «Siempre una bella respuesta que plantear otra hermosa pregunta». 2 Agradecimientos, En primer lugar, me gustaria expresar mi agradecimiento a todas as parejas con las que he tenido el honor de trabajar «lo largo de los iltimos veintcincoafios. Me habéisfascina do, eauivado y edueado. En el drama de separacin y reen cuentro que constituye una sesin de terapia en parcja, he cexploralo con vosorros la realidad de lo que significa amas, tener roto el corazén y encontrar un camino hacia un con: tacto profundo y enriquecedor En segundo lugat, quisiera dar las gracias a mis queridos compaieros del Instituto de Ottawa de Pareja y Familia y al Centro internacional para la Excelencia en TCE, sobre todo a la doctera Alison Lee y a Gail Palmer. Sin ella, ni el Lnstita- to ni el Centro existirian; con ella, he podido crear una fa mila profesional También me gustaria agradecer a mis maravillososalum- nos de la Facultad de Psicologia de la Universidad de Ortawa su pasén y compromiso a a hora de lanzarse a los Estudios de Resultados y Proceso de Cambio en la Terapia de Pareja Hemos analizado miles de sesiones juntos, Gracias a mis compaieros de la Escuela de Psicologia de la Universidad de Ottawa que han colaborado conmigo y me han apoyado, sobre todo a la doctora Valerie Whiffen. Tam- a5 bin a los colegas que ensefian TCE conmigo y han escogido ceste enfoque para ayudar a pareja de todo el mundo, inclui- dos el doctor Scote Woolley dela Universidad Alliant de San Diego, el doctor Jim Furrow, el doctor Brent Bradley, el doc- tor Martin North, Doug Tilley, la doctora Veronica Kallos, ‘Yolanda von Fockauf, la doctora Leanne Camptell, la docto- ra Judy Makinen y Ting Liu, que tradujo e libro fundamen tal sobre TCE al chino, Un reconocimiento especial al dactor Les Greenberg, que formulé la primera version de la TCE. ‘conmigo en la Universidad de British Columbia, ‘Unmagradecimiento muy especial para mis colegas de psico- Joga social, sobre todo al doctor Phil Shaver, al doctor Mario Mikulincery a todos los pioneros que han aplicado la teoria del apegoa las relaciones adultas y han tolerado la presencia de una alocda psicéloga entre ells. Durante los timos quince afios han relizad infnidad de studios de investigacin ein teresantes reflexiones ideas que he incorporado @ las terapias de pareja y he uilizado para ayudar a mejorar sus vidas. Doy Ins gracias también ami querido colega John Gottman por to- dos los debates que hemos mantenido y por prestarme aiento y reafirmarme alo largo de los afios. ‘Quisiera dar las gracias también Tracy Beh, ri editora de Little Brown, por su incansable entusiasmo einquebranta- ble confianza en este proyecto y en ia mi agente, Miriam ‘Altshuler, por su absoluta profesionalidad y experta orienta- ci6n; y a la editora freelance Anastasia Toufexis, por trabajar con borradores provisionales yevitar que el corrector ruviera ue hacerlo mismo. ‘Debo dar las gracias a mis tres hijos Tim, Emma y Sarah, por soportar mi obsesién con este libro y a todos los amigos cde Owtawa que han credo en mi. Aunque he tendo la in- crete suerte de encontrar mi voeacién, como investigadora, profssora, escrtora y terapeuta, mi verdadero aprendizaje del amor y las relaciones ha tenido gar, por supuesto,en mi progia familie. Por encima de todo, doy ls gracias a mi in- ‘rele compaiiero, John Palmer Douglas ti refugiointitno, smi tase de seguridad, mi inspiracin Glosario 2 D:érmino utilizado para referiae ados aspectos delicados de toda 1 desposeio del vinculo o haber carecido de sustento emocio- icidn © puntos flacos: la sensacién de haber sido sal y la sensacin de haber sido desderiado o rechazado como persona digna de amor. Ambos provocan sentimientos de s0- edad y vulnerabilidad en la edad adulta, ARC: Actonimo de una conversacién que enfoca de manera Positiva la cuestin «;Puedo contar contigo?» La teoriay las investigaciones sobre el apego nos dicen que la Accesibilidad ‘emocional (;Puedo acercarme ati? {Me prestarss atenci6n?), la Reactividad afectiva (;Puedo confiar en que te importan mis sentimientos y responderis a ellos?) y el Compromiso (aMe valoraras, seré tu priorida, seguirds a mi lado?) c terizan las interacciones entre dos personas unidas por un vinculo seguro, Alarma de apego: Cualquier sea, ya sea una sensacin in- tera, una persona amada o una situacién que pone en alerta nuestro sistema de apego y desencadena emociones relacio- nadas con éte 0 nos hace reparar en que necesitamos a los dems La sensacin sibita de que la pareja no se preocupa 2 por uno, un comentario desdefoso 6 una situacén amena- zante lleva una persona a plantears sila persona amada es accesible y sensible asus necesidades. “Amigdala: Zona en forma de almendrasituada en el cerebro medio que se asocia a las reacciones emocionales inmediatas, sobre todo al procesamiento del miedo. Al parece, tiene un papel crucial en las reacciones del tipo «pelea-o-huyer. Cuando tras un sobresaltologras evitar que un coche teatro- pelle la amigdala te a salvado la vida, Codependiente: Término aplicado a la persona que contri- paye, a menudo inconscientemente, ala conducta disfuncio- nal de un ser amado, Por ejemplo, la pareja de un alcohélico seria codependiente cuando le dice gue deje de beber pero no afronta el problema en toda su magnitud. La dependencia de esa persona en la relacién hace que no sea capaz de enfren- tarse al alcohélic. ‘Consuelo por contacto: Expresin acufada pore investi dor Harry Harlow para describ la resccién de Tas eras de chimpancé al contacto fisico con una madre - «16. En sus estos, ls manos busaban el consuelo por con- tact por delante dl alimento. Concluyé que entre os prima- tes este ipo de consueloconstituye una necesidad primaria. Conversacién: En este libro, se refiere al intento deliberado de establecer una comunicacién con la pareja que contribuya 1 que le relacin evolucione. Las siete conversaciones trans- formadoras no s6lo te dicen de qué hablar, también te ense~ fan a inte-actuar, Cortisol: ‘Jormona fundamental en los procesos de ests, li- berada porlas glindulas de adrenalina para movilizarel cuerpo, sobre rodola amigdala, en casos de emergencia. Lascriticas hs- tiles de los dems disparan ls nivel de cortisol Sse produce constantemente 0 en exceso, puede daiar el organismo, sobre todo el cori y el sistema inmunolgico. También hay pruc- bas de que destruye neuronas del hipocampo, o que data la ‘memoria yl aprendizajeeimpide una correcta discriminacién de las sefales de peligro. Por ejemplo, sabemos que lascales os- curas a alts horas de la noche son potencialmente peligroses, pero bajo en estrés prolongado podemos acabar pensando que todas la ales a cualquier hora del dia entrafan peligro, Dependencia efectiva: Sensacidn de seguridad en el terreno del apego que nos permite sintonizar con nuestra necesided de los ders y ser capaces de pedir apoyo y consuelo con ‘tranquilidad. Este estado fomenta la conexién, nos ayuda afrontar el estrés y nos empuja a explorar el mundo. Dilogos malditos: Las tres pautas de relacién en forma de bude que se retroalimenta y hace cada vee mis difcll la co- nexi6n emocional segura. Las pautas son: «Quién esl culpa- bles, basaca en la critica y la ineriminacin mutuas; «La pol- cade a protesta», en la que uno de los miembros dela pareja se queja dela falta de conexin emocional segura y el otro se defiende y retrocede (también conocida como el clo vexi- _gencia-evasidns) y «Deténte y huyes, en laque ambos se de- fienden retrocediendo, Emocién: Del término latino emovere, mover. La emocion es _un proceso fisioldgjco que nos orienta en los momentos dave ‘y nos impulsa a actuar Consist en la percepciGn instantinca de que algo es importante, seguida de una reaccén corporal, ‘un esfuerzo por comprender el sentido de la larma y el pasoa la acid, Las emociones, que se expresan sobre todo en la vor yy enel rostro, envian asu ver répidas seals a los demés. En teste libro se habla de emocién y sentimiento indistintamente Figura de apegos Una persona a la que amamos o a la que nos une un vineulo afecivo y que consideramos, en potencia, recinto de seguridad y fuente de consuelo.Por lo general se- sin el padre o la made, nn hermano, la pareja o un amigo de toda la vida. En el terreno espiritual, Dios puede ser también tuna figura de apego. Fusign: Cercania extrema que inopide fancionar de manera automa. Enel pasado, a fala de independencia y no la fl- tade conexin segura y postive se consideraba el nile del problema en las familias conflictivas o en las relaciones de pareja La madurez se definia como la capacidd de separarse de los demas de se objetivo, de controlar as emaciones y 80 permitir que ls personas amadas tuvieran tanta influencia cn as propias decsiones. Herida de apego: Sensacién de traicin y/o abandono en un ‘momento clave que, de no ser tratada y sanada, socava lacon- cs fianza y la sonexin y desencadena dolor e inseguridad en la relacién. Indiferenciado: Concepto utilizado en terapia familiar para indicar que una persona no distingue entre los sentimientos y cl pensamiento raconal y que tiende a ser reactiva en la rela- cién en lugar de tomar las decisiones pors misma Ello implica «que a autoestima de esa persona depende demasiado de los de- sis Si un terpeuta cree que el problema de una pareja reside cla falta de diferenciacén, ayudar. a marcar unos limites da rosentre los miembros ya tomar decisiones independientes. ‘Manillas: Imagenes, palabras o frases descriptivas que ayu~ ddan a una persona a conectar con sus sentimientos mas pro- fundos, Cusndo encontramos nuestras manillas las podemos ‘usar para abrir la puerta y explorar nuestro mundo interno. Neuronas espejo: Células nerviosas que, por empatia, se acti- vvan en la misma zona del cerebro que las neuronas de la per- sonaa la que estamos observando. Segiin parece, son la base f= silgica de los procesos de imitacién y de nuestra capacidad para partcpar en las acciones de los demés. Esas neuronas nos ayudan a conocer las intenciones de la otras personas y a co- ‘nectar con los sentimientos ajenos. Captamos la mente del ‘otro; esonémos con su estado, Los cientifics creen que cuan- ‘to més activado est el sistema de neuronas espejo de una per- ona, més fuerte es su capacidad de empatia, Oxitocina: El neurotransmisor mas asociado con el vinculo centre madte e hijo y entre partenaires exuales, También co- nocida como «la hormona del amor; le oxitocina se sinteti- za en la regién del hipotélamo y slo la tienen los mamife- ros. Su ppel es muy importante durante la crianza (ayuda a product leche), el parto (hace que el tero se contraiga) y el forgasmo. Por lo visto, también fomenta el contacto intimo y la filiacién con figuras de apego, asi como interacciones so- ciales positivas en general, Cuanto mayores son nuestros ni- vveles de oxitocina, mas nos apetece relacionarnos y compro~ rmeternos con los demés, Al parecer, la oxitocina inhibe las conductas agresivas y defensivas, También inhibe la produc- ‘én de hormonas del estrés, como el cortisol El roce de lapel, las carcias y el caifio aumentan la fabricacon de oxitocina Panico primigeni peracin de una figuea clave de apego. Ese painico nos impol- | sentimiento que sucle provoear la se- sa llamar, acercarnos y buscar el contacto de la persona que ‘nos proporciona protecciin y sensacin de seguridad. El te6- rico de las emociones Jaak Panksepp, que acusi6 el término, considera el péinico pritaigenio un sistema cerebral especi- fico de la ansiedad, especialmente desarrollado en los ma~ iiferos. Se efiere aél como un «cédigo neurol6gico ances~ tral» que impulsa al cerebro a fabricar hormonas del estrés como el cortisol ante una separacién y hormonas tranquili- zadores como la oxitocina cuando volvemos a estar junto al ser amado. Protesta de apegot Reaccién a lo que se percibe como una separacién dela figura de apego. A menudo es la primera re- accién a una desconexién emocional o fisica. La protesta tic- ne el abjetivo de provocar malestar en la figura de apego y obliga a responder. Viene asociada por lo general a la ira ya angus, Resonandia: Término que en fisica describe la vibracin de cmpatia simpitica que se produce entre dos elementos y que Jos leva a sineronizar sus sefales y a equipararritmos y re= sonancias,produciendo una reaccin prolongada. En las rela~ cones, hablamos de resonancia cuando estamos en sintonia «on el otto en el aspectofisioligico; entonces, los estados ‘emocionales convergen también. Al estar en la misma longi- tad de onca, compartimos,lteralmente, la experiencia de los demas. La esonanca sla causa de que la emocin se apode- re de las multitudes; por ejemplo, en las bodas, cuando se pronuncian los votos y los novios salen juntos: 0 en el fane- ral de un soldado, cuando la corneta toca el iltimo adi Seguridad adquirida: Fa idea de que las expectativasy las reacciones en relacén al apego pueden ser revisadas a medi- da que acquitimos experiencia en las relaciones. Aunque acrastremos una historia personal negativa, por ejemplo, con nuestros padres, demos cadguirit» la sensacin de seguri- dad en la relacién con ayuda de un compafiero/a amoroso/a Situaci6n extrafa: El oflebre experimento que llevaron cabo Mary Ainsworth y John Bowlby para estudiar el apego entre madres ¥ nifis de pecho. Consistia en separar al nifio de la mad:e en un entorno desconocido, que puciera provo- car insegurided en el pequefio, y coificar las dstintas reac- cones emocionales al regreso de la madre. 3, Simbiosis: Para ls psicologi, estado en el que una persona esti mental y emacionalmentefusionada con otra, Ants, pot cjemplo, se crefa que el bebé se experimentaba a sf mismo como parte del cuerpo de la madre. Crecer se eonsideraba principalmente el proceso por el cual una persona se volvia independiente y auténoma, La incapacidad de separarse po- dia desembocar en enfermedad mental. Por ejemplo, la es- aquizofrenia se consideraba el resultado de estar fundido en ss forma parte de Ia escuela de pensamiento que cree que «la dependenciay la simbiosis, normalmente con la madre. La cercania son peligrosas para la salud mental». Teorias mas re- cientes cuestionan la valider de esta idea, ‘Sineroniat Estado de sintonia y capacidad de reaccién emo- ional mutuas. ‘Vasopresina: Hormona producida en el cerebro relacionada con la oxitocina y que produce efectos similares. Segin las Investigaciones realizadas con coyotes machos, la vasopresi- na aumenta durante la excitacin y la oxitocina durante la eyaculacién, Esta hormona parece desencadenar la preferen- cia por una pareja en particular y una tendencia a defenderla con agresividad de otros pretendientes. También parece fo- ‘mentar un cuidado paterno més intenso. Para mis informacién sobre TCE, ira wwweftoa sag Bibliografia GENERAL Blue, Deborah. Love at Goon Park: Harry Harlow and the Science of Affection. Berkley Books, 2002. Coontz, Stephanie, Marriage, a History: From Obedience to Intima:y or How Love Conguered Marriage. Viking, Press, 2005. (Historia del matrimonio. Gedisa, 2006.) Ekman, Paul. Emotions Kevealed. Henry Holt, 2003, (;Qué dice ese gesto? 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