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Conferencia 20º: La vida sexual de los seres humanos

Eje: ¿Qué puede averiguarse de la vida sexual del niño?

 Líbido  es la fuerza en la cual se exterioriza la pulsión sexual.


 Apuntalamiento  las primeras mociones de la sexualidad aparencen en el lactante
apuntaladas en otras funciones importantes para la vida. El mamar del pecho
materno pasa a ser el punto de partida de toda la vida sexual. El pecho materno es el
primer objeto de la pulsión sexual. Luego, es resignado por el lactante en la
actividad del chupeteo, y sustituido por una parte del cuerpo propio. Esto le permite
independizarse del mundo exterior en cuanto a la ganancia de placer, y además le
suma excitación a una segunda zona del cuerpo.
 Chupeteo y ganancia de placer  el principal interés del lactante está dirigido a la
recepción de alimento. Quiere repetir la acción de la recepción del alimento sin
pedir que se le vuelva a dar éste, por lo tanto, no está bajo la impulsión del hambre,
sino que decimos que chupetea, y el hecho de que con esta acción se adormezca,
demuestra que esta actividad le produce satisfacción. Entonces, el lactante ejecuta
acciones cuyo único propósito es la ganancia de placer. Primero vivencia este placer
a raíz de la recepción del alimento, pero pronto aprende a separarlo de esa condición
 La ganancia de placer esta dada por la excitación de la zona de la boca y los labios
que se comportan como una zona erógena. El placer alcanzado por el chupeteo se
designa como sexual.
 Caracteres decisivos de la sexualidad infantil  se apuntala en la satisfacción de
las grandes satisfacciones orgánicas, se comporta de manera autoerótica (busca y
encuentra sus objetos en el cuerpo propio)

Conferencia 21º: Desarrollo libidinal y organizaciones sexuales

Eje: Vínculo de la pulsión con el objeto. Se empieza a problematizar la cuestión del


objeto.
La función libidinal no aparece como algo acabado, sino que recorre una serie de fases
sucesivas. El punto de viraje de este desarrollo es la subordinación de todas las
pulsiones parciales bajo el primado de los genitales y el sometimiento de la sexualidad a
la reproducción. Antes de ello, hay una vida sexual descompaginada, una práctica
autónoma de las diversas pulsiones parciales que aspiran a un placer de órgano.
Existencia de organizaciones pregenitales  fase oral, fase sádico-anal.
El primer objeto de los componentes sexuales de la pulsión oral es el pecho materno,
luego el objeto se abandona y se reemplaza por un lugar del cuerpo propio (pulsión oral
autoerótica).
Dos metas en el resto del desarrollo:
 Abandonar el autoerotismo, permutar el objeto situado en el cuerpo propio por un
objeto ajeno.
 Unificar los diferentes objetos de las pulsiones singulares y sustituirlos por un
objeto único. Esto se puede lograr cuando dicho objeto único es un cuerpo total,
parecido al propio.
 Cuando en la infancia, antes del período de latencia, el proceso ha alcanzado un
cierto cierre, el objeto hallado resulta ser casi idéntico al primer objeto de la pulsión
placentera oral ganada por apuntalamiento. Es, sino el pecho materno, al menos la
madre (primer objeto de amor). Hablamos de amor “cuando traemos a primer
plano el aspecto anímico de las aspiraciones sexuales” pero no se debe olvidar es

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que en la base del amor se encuentran los requerimientos pulsionales de caracter
corporal o “sensual”. Para la época en que la madre deviene objeto de amor, el niño
ya ha empezado el trabajo psíquico de la represión.

Conferencia 22º: Algunas perspectivas sobre el desarrollo y la regresión

Ejes: La función libidinal, la fijación y la regresión.

Es posible, respecto de cada aspiración sexual separada, que partes de ella queden
retrasadas en estadíos anteriores del desarrollo, por más que otras puedan haber
alcanzado la meta única.
Un demora así de una aspiración parcial en una etapa anterior debe llamarse fijación.
En un desarrollo como éste, las partes que han avanzado pueden revertir, en un
movimiento de retroceso, hasta una de esas etapas anteriores; a esto lo llamamos
regresión. La fijación no es independiente de la regresión. Mientras más fuertes sean
las fijaciones en la vía evolutiva, tanto más la función esquivará las dificultades externas
mediante una regresión hasta aquellas fijaciones. Esto se opone a la movilidad de la
líbido (indeterminada en cuanto a sus objetos y susceptible de cambiarlos)
Conflicto patógeno  se libra entere las pulsiones yoicas y las pulsiones sexuales.
 Las pulsiones de autoconservación son mas fácilmente educables, “aprenden
temprano a plegarse al apremio de la vida”.
 Las pulsiones sexuales no conocen ningún apremio del objeto; se apuntalan
parasitariamente en otras funciones corporales y se satisfacen autoeróticamente en el
cuerpo propio.

Conferencia 23º: Los caminos de la formación de síntoma

Conflicto psíquico entre la sexualidad y el yo. Los síntomas son una formación de
compromiso que reconocilian ambas partes, y funcionan como una satisfacción
sustitutiva.
La líbido insatisfecha, rechazada por la realidad, se ve obligada a buscar otros caminos
para su satisfacción. Si, a pesar de que la líbido está dispuesta a aceptar otro objeto en
lugar del denegado, la realidad permanece inexorable, se verá finalmente precisada a
emprender el camino de la regresión y satisfacerse dentro de una de las organizaciones
u objetos ya superados. En este camino, la líbido será cautivada por la fijación que ha
dejado tras si en esos lugares del desarrollo.
La líbido encuentra las fijaciones que le hacen falta para quebrantar las represiones en
las prácticas y las vivencias de la sexualidad infantil.
La importancia de éste período es doble: en primer lugar, en él se manifestaron por
primera vez las orientaciones pulsionales innatas y, a su vez, por medio de las
influencias externas se activaron otras pulsiones.
Estas vivencias infantiles no son siempre verdaderas. En la muchos casos, se revelan
como fantasías del enfermo. Entonces, los síntomas pueden ser: o bien figuraciones de
vivencias que realmente se tuvieron y que pudieron influir en la fijación de la líbido; o
bien una figuración de las fantasías del enfermo.
Estas fantasías encuentran su fuente en las pulsiones, y el hecho de que en todos lso
casos tengan idéntico contenido, lleva a que se condieren un patrimonio filogenético
(“fantasías primordiales”). Los objetos y orientaciones de la líbido no se resignan por
completo, sino que son retenidos en las representaciones de las fantasías. Entonces, la

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líbido no tiene más que volver a estas fantasías para encontrar el camino hacia la
fijación reprimida.
La predisposición para la fijación de la líbido, que se tomaba con un factor
constitucional, queda ahora descompuseta en dos factores: la disposición heredada y la
predisposición adquirida en la primera infancia.
Constitución sexual
(vivenciar + Vivenciar Infantil
prehistórico)
Predisposición para la Vivenciar accidental
fijación libidinal + traumático (del adulto)

NEUROSIS

Cinco conferencias sobre psicoanálisis

Mediante el análisis, se llega a la conclusión de que las mociones de deseo reprimidas


de la infancia son las que prestan su poder al a formación del síntoma, sin lo cual la
reacción ante los traumas posteriores hubiese sido normal. Estas mociones se califican
como sexuales.
El niño trae estas pulsiones desde el comienzo, y a través del desarrollo en etapas surge
la sexualidad normal del adulto. Esta pulsión puede descomponerse en muchos
elementos que provienen de diversas fuentes, y es independiente de la función de
reproducción. Obedece a la ganancia de placer sexual.
En esta primera fase, la satisfacción se halla en el cuerpo propio y se prescinde de un
objeto ajeno  autoerotismo

Esta vida sexual infantil expermienta una síntesis y una organización:


 Las pulsiones singulares se subordinan al imperio genital y a la función de la
reproducción.
 Se produce la elección del objeto, las pulsiones sexuales quieren sastisfacerse en la
persona amada.

No todos los componentes pulsionales participan de esta síntesis. Antes de la pubertad


y bajo el influjo de la educación, se reprimen ciertas pulsiones y se establecen poderes
anímicos como el asco, la vergüenza y la moral, que funcionarán a futuro como
“diques” que llevarán la necesidad sexual por los caminos normales.

Con respecto a la elección el objeto, al principio deriva de su necesidad de asistencia, y


recae primero en todas las personas de su crianza para luego ser relegada en sus
progenitores. Se toma a uno o ambos miembros de la pareja parental como objeto de
sus deseos eróticos. El padre prefiere por regla general a la niña y la madre al varón. El
hijo varón desea reemplazar al padre y la niña a la madre. Estos vínculos despiertan no
sólo sentimientos tiernos, sino también hostiles. Esto esta destinado a una pronta
represión, pero sigue ejerciendo un efecto intenso y duradero desde lo inconciente. El
deseo infantil al que se le opone la barrera del incesto, con todas sus ramificaciones
constituye el complejo nuclear de todas las neurosis.

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Pulsiones y destinos de pulsión

Diferencias entre pulsión e instinto

Estímulo Pulsión
 Proviene del exterior  Proviene del interior del cuerpo
 Opera de un solo golpe  Fuerza constante
 Se le puede escapar por medio de una  No es posible huír de ella
acción acorde al fin.

Esfuerzo (Drang)  factor motor, la suma de la fuerza o medida de exigencia de


trabajo que ella representa. Es una propiedad universal de las pulsiones, toda pulsión es
un fragmento de actividad.
Meta (Ziel)  es en todos los casos la satisfacción (siempre parcial), que solo puede
alcanzarse cancelando el estado de estimulación en la fuente de la pulsión. Esta meta
permanece invariable, los caminos que llevan a ella pueden ser diversos. Existencia de
pulsiones de meta inhibida  avanzan un trecho en el sentido de la satisfacción
pulsional, luego experimentan una inhibición o una desviación.
Objeto (Objekt)  aquello en que o por lo cual la pulsión puede alcanzar su meta. No
está enlazado originariamente con la pulsión, sino que se lo coordina solo a
consecuencia de su aptitud para posibilitar la satisfacción. Este objeto tiene valor de
condición para la pulsión, lleva a que la pulsión se sostenga el movimiento circular. La
pulsión “rodea” al objeto, no se satisface en el objeto. Le hace falta el objeto para
satisfacerse, aunque no se satisface en él.
Un lazo particularmente íntimo de la pulsión con el objeto se acusa como fijación de
aquella.
Fuente (Quelle)  proceso somático interior a un órgano o parte del cuerpo, cuyo
estímulo es representado en la vida anímica por la pulsión.

La pulsión reprimida nunca cesa de aspirar a su satisfacción plena, que consistiría en la


repetición de una vivencia primaria de satisfacción; todas las formaciones sustitutivas y
reactivas, y todas las sublimaciones son insuficientes para cancelar su tensión acuciante,
y la diferencia entre el placer de satisfacción hallado y el pretendido engendra el factor
pulsionante, que no admite aferrarse a ninguna de las situaciones establecidas.

División entre pulsiones yoicas y de autoconservación  Esta división surge del


psicoanálisis, del estudio de las psiconeurosis. En ellas se obtuvo la conclusión de que
la raíz de estas afecciones estaba dada por un conflicto entre los reclamos de la
sexualidad y los del yo.

Dualismo pulsional (en estos textos)

1914: Pulsiones y destinos de pulsión: Puls. Yoicas o de autoc./ Puls sexuales


1910: Perturbaciones psicógenas de la visión...: Puls. Yoicas/ pulsiones sexuales
1914 Introducción del narcisismo: Libido del yo / Libido de Objeto (seudo-dualismo).

Características de las pulsiones sexuales:

 Numerosas, brontan de múltiples fuentes orgánicas

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 Al comienzo actúan de manera independiente unas de otras, luego se reúnen en una
síntesis
 La meta es el logro del placer de órgano.
 Sólo luego de haber alzancado una síntesis, entran al servicio de la función de
reproducción
 Al principio estan apuntaladas den las pulsiones de autoconservación, también en el
hallazgo del objeto siguen los caminos que les indican las pulsiones yoicas.

Destinos de la pulsión

 La represión.
 La sublimación.
 La vuelta hacia la persona propia.
 El trastorno hacia lo contrario.

Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis

Hasta ahora, se veía a los síntomas histéricos como efectos persistentes de traumas
psíquicos (“factor accidental”), cuyo afecto no pudo ser abreaccionado, facilitándose
éste una via anormal en la inervación corporal. Por la aplicación del método catártico,
se rastrean cada vez más lejos estos traumas psíquicos, y al final se llegaba a vivencias
que pertenecían a la infancia del enfermo y guardaban relación con su vida sexual.

Tesis  la histeria es la expresión de un comportamiento particular de la función


sexual del individuo, este comportamiento esta marcado por las influencias y
vivencias recibidas en la infancia.

Fantasías  Freud no puede distinguir entre los “espejismos mnémicos” de los


histéricos acerca de su infancia y las huellas de los hechos reales. Se toma a la fantasía
como un intento de defenderse del recuerdo de la propia práctica sexual. Esta práctica
sexual infantil marca la dirección que seguirá la vida sexual tras la madurez.

Síntoma histérico  no es más un retoño de los recuerdos reprimidos de las vivencias


sexuales infantiles. Entre los síntomas y las impresiones infantiles, se van a intercalar
fantasías de los enfermos producidas en los años de la pubertad. Éstas se van a
construir a partir de los recuerdos infantiles, rebasándolos.

Trauma sexual infantil  Infantilismo de la sexualidad

Se deja de lado el “factor accidental” hasta ahora se había querido resolver el


problemas de la elección de la neurosis por las particularidades de las vivencias
sexuales infantiles y la conducta ante las mismas (pasivas en la histeria, activas en la
neurosis obsesiva). Se reafirma los constitucional, aquello dado por la composición de
la pulsión.

En personas “normales” se encuentran las mismas escenas infantiles que en los


neuróticos, la seducción juega en ellas idéntico papel.
Entonces, no importan las excitaciones sexuales que un individuo hubiera
experimentado en su infancia, sino su reacción frente a estas vivencias, si había
respondido o no con la represión a estas impresiones.

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El individuo neurótico genésicamente maduro trae desde su infancia una cuota de
represión sexual, que se exterioriza ante los reclamos de la vida real. La enfermedad se
contrae por el conflicto entre la libido (pulsión sexual) y la represión sexual, el
síntoma es una formación de compromiso entre ellas.

Normal  represión de ciertas pulsiones parciales y ciertos componentes de las


disposiciones constitucionales infantiles, y subordinación de los restantes bajo el
primado genital (reproducción)
Perversión  desarrollo hiperpotente de alguna de estas pulsiones parciales.
Neurosis  represión excesiva de las aspiraciones libidinosas.

Entonces:

Infantilismo y sexualidad  se mantienen


Influjos accidentales  se pasa a los factores constitucionales
Defensa  ahora “represión sexual orgánica”

Los síntomas figuran la práctica sexual de los enfermos  Son figuraciones


convertidas de fantasías que tienen por contenido una situación sexual. La pulsión
sexual reprimida se satisface en los síntomas.

Tres ensayos de una teoría sexual

Primer ensayo:

La pulsión sexual se comporta como la única fuerza energética constante de las


neurosis, en ella van a estar sostenidos los síntomas.
Los síntomas neuróticos se van a basar, por una parte, en la exigencia de las pulsiones
libidinales y, por otra, en el veto del yo en la reacción contra aquellas.
LIBIDO  YO
En el caso de las neurosis, hay dos condiciones contrapuestas:
1.- Pulsión sexual hiperpotente (“hipertrofia”).
2.- Cuota de represión sexual que rebasa la normal. Siempre hay una cuota de
represión, pero en las neurosis hay un exceso.
Entonces entre el esforzar de la pulsión y la acción contrarrestante de la desautorización
sexual se va a situar el recurso de la enfermedad, que no soluciona el conflicto sino que
actúa como un intento de escapar de él, mudando las aspiraciones libidinosas en
síntomas.
En el caso de la perversión  en este caso, se reprime “de menos”. No todas las
pulsiones parciales se someten al imperio de la zona genital, si una de aquellas
permanece independiente, puede sustituir la meta sexual por la suya propia.

“... Neurosis son el negativo de la perversión...”

Definición de Pulsión :

 Es el representante psíquico de una fuente de estímulos intrasomática en continuo


fluir.
 Es uno de los conceptos del deslinde de lo anímico respecto de lo corporal.

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 Es una medida de exigencia de trabajo para la vida anímica.
 Son PARCIALES por definición. (completar)
 Lo que las va a diferenciar a unas y a otras es la relación con sus fuentes y con sus
metas.

Segundo ensayo:

Amnesia Infantil:

Alude a la particular amnseia que en la mayoria de los seres humanos cubre los
primeros años de su infancia.
Esas impresiones que hemos olvidado dejaro, no obstante, las más profundas huellas en
nuestra vida anímica y pasaron a ser determinantes para todo nuestro desarrollo
posterior. Es una amnesia semejante a la que se observa en los neuróticos, dada por la
represión.
Esta amnesia infantil, que oculta los comienzos de la vida sexual del individuo, es la
culpable de que no se haya otorgado valor al período infantil en el desarrollo de la vida
sexual.

Exteriorizaciones de la sexualidad infantil:

En el niño, la pulsión sexual se despierta mediante los cuidados provistos por el otro.
La exigencia pulsional y la respuesta frente a ella van recortando un cuerpo erógeno.

 Autoerotismo: esta práctica sexual es autoerótica, la pulsión no está dirigida a otra


persona, sino que se satisface en el cuerpo propio. Se busca un placer vivenciado y
ahora recordado.
 Apuntalamiento: las primeras mociones de la sexualidad aparencen en el lactante
apuntaladas en otras funciones importantes para la vida. El mamar del pecho
materno pasa a ser el punto de partida de toda la vida sexual. El pecho materno es el
primer objeto de la pulsión sexual. Luego, es resignado por el lactante en la
actividad del chupeteo, y sustituido por una parte del cuerpo propio. Esto le
permite independizarse del mundo exterior en cuanto a la ganancia de placer, y
además le suma excitación a una segunda zona del cuerpo.
 Ejemplo “el chupeteo”  contacto o succión con la boca repetido rítmicamente,
que no tiene como fin la nutrición. Esto lleva al adormecimiento o a una reacción
motriz similar a un orgasmo.

El quehacer sexual se apuntala primero en una de las funciones que sirven para la
conservación de la vida, y sólo más tarde se independiza de ella.

Vida sexual infantil  autoerótica, sus pulsiones parciales aspiran a conseguir


placer cada una por su cuenta. El punto de llegada lo constituye la vida sexual del
adulto, placer al servicio de la reproducción, en que las pulsiones parciales se ponen
bajo el primado genital.

Meta sexual infantil:

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La meta sexual de la pulsión infantil consiste en producir la satisfacción mediante la
estimulación apropiada de la zona erógena que se ha escogido. Esta satisfacción debe
haberse vivenciado antes y se crea la necesidad de repetirla.

Investigación sexual infantil:

 Pulsión de saber: recae sobre los problemas sexuales, y tal vez es despertada por
éstos.
 De dónde vienen los niños? Se conciben por haber comido algo determinado y se
dan a luz por el intestino.
 Supuesto de que todos los seres humanos poseen idéntico genital (masculino) El
niño supone que todas las personas poseen un genital como el suyo y se aferra a esta
convicción (la abandona luego de lucha interna, complejo de castración).
 La niña no tiene rechazo por el genital del varón, lo reconoce y es presa de la
envidia del pene, que culmina en el deseo de ser una varón.
 ¿En qué consiste el comercio sexual o el “estar casado”? Se relaciona con alguna
relación de comunidad proporcionada por las funciones de la micción o defecación.
 Su fracaso  se ignora el papel del semen fecundante y de la abertura sexual
femenina, esfuerzos del pequeño infructuosos.
 Importancia implica un primer paso hacia la orientación autónoma en el mundo
y establece un extrañamiento del niño con respecto a las personas de su entorno.

Fases del desarrollo de la organización sexual:

Organizaciones pregenitales: zonas genitales todavía no han alcanzado papel


hegemónico.
 Oral: no hay diferenciación de opuestos. La actividad sexual no se ha separado de
la nutrición Mismo objeto en las dos actividades. La meta sexual consiste en la
incoporación del objeto. Ej. Chupeteo.
 Sádico-Anal: organización de la líbido bajo la primacía de la zona erógena anal. Es
la primera fase en la que se constituye una polaridad activo - pasivo. La actividad es
producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura del cuerpo. El
órgano de la meta sexual pasiva se constituye ante todo en la mucosa erógena del
intestino. Sus objetos no coinciden.
 Fálica (esta fase la introduce en “La organización genital infantil”): hay una
unificación de las pulsiones parciales bajo el primado de los órganos genitales pero,
a diferencia de la organización genital del adulto, el niño/niña no reconoce en esta
fase más que un sólo genital, el masculino y la oposición de los sexos equivale a la
oposición genital masculino-castrado.

Tercer ensayo: La metamorfosis de la pubertad

En la pubertad se afirma el primado de las zonas genitales, desde el lado psíquico se


consuma el hallazgo del objeto de amor.
Al principio, la pulsión tiene un objeto fuera del cuerpo propio: el pecho materno.
Después, la pulsión pasa a ser autoerótica, y solo después de superado el período de
latencia se reestablece la relación originaria.
A lo largo de todo el período de latencia, el niño aprende a amar a otras personas que
remedian su desvalimiento y satisfacen sus necesidades. Este trato con la persona que

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lo cuida es una fuente continua de excitación y satisfacción sexuales a partir de las
zonas erógenas.
En la madurez, lo más inmediato para el niño sería escoger como objetos sexuales
justamente a las personas a quienes desde su infnacia ama. Pero en virtud del
diferimiento de la maduración sexual, se ha erigido la barrera del incesto, por lo que no
puede elegir como objeto a las personas amadas de la niñez.
La mocion sexual del niño está destinada a sus progenitores, diferenciada ya por la
atracción al sexo opuesto: la del varón hacia su madre y la de la niña hacia el padre.

- No se logra reestablecer la relación originaria. Hay una discordancia.


- Obstáculo: aún no ha resuelto el problema de las dos series de objetos: de la pulsión y
de amor.

Fragmento de un análisis de un caso de histeria (“Dora”)

Ataques de tos nerviosa y afonía total. Los tratamientos médicos no habían


funcionado.
Aquí conviene traer a la memoria la pregunta tantas veces planteada: ¿Son los síntomas
de la histeria de origen psíquico o somático? Hasta donde yo alcanzo a verlo, todo
síntoma histérico requiere de la contribución de las dos partes. No puede producirse sin
cierta solicitación somática brindada por un proceso normal o patológico en el interior
de un órgano del cuerpo, o relativo a ese órgano. Pero no se produce más que una sola
vez –y está en el carácter del síntoma histérico la capacidad de repetirse- si no posee un
significado psíquico, un sentido. El síntoma histérico no trae consigo ese sentido, sino
que le es prestado, es soltado con él, por así decir, y en cada caso puede ser diverso de
acuerdo con la naturaleza de los pensamientos sofocados que pugnan por expresarse.
Para al terapia los síntomas se solucionan en la medida en que se explora su
intencionalidad.
En todas las psiconeurosis los procesos psíquicos son durante un buen trecho los
mismos, y sólo después entra en cuenta la “solicitación somática” que procura a los
procesos psíquicos inconcientes una salida hacia lo corporal.
Dora tenía en vista un fin que esperaba alcanzar mediante su enfermedad: hacer que el
padre se alejara de la señora K, con la que suponía mantenía una relación. Quizás
esperaba alcanzarlo causando espantando al padre o despertando su compasión. Yo
estaba plenamente convencido de que habría sanado enseguida si el padre le hubiera
declarado que sacrificaba a la señora K. en bien de su salud.
Como las acusaciones contra el padre se repetían con fatigante monotonía, y al hacerlas
ella tosía continuamente, tuve que pensar que ese síntoma podía tener un significado
referido al padre. Según una regla que yo había podido corroborar una y otra vez, que
por lo menos uno de los significados de un síntoma corresponde a la figuración de
una fantasía sexual.
Muy pronto se presentó la oportunidad de atribuir a la tos nerviosa una interpretación de
esa clase, por una situación sexual fantaseada. Cuando insistió otra vez en que la señora
K. sólo amaba al papá porque era “un hombre de recursos” yo noté que tras esa frase
se ocultaba su contraria; el padre era “un hombre sin recursos”, osea, que el padre no
tenía recursos como hombre, que era impotente. Le expuse a contradicción en que caía
cuando, por un lado, insistía en que la relación con la señora K. era un vulgar asunto
amoroso y, por el otro, aseveraba que el padre era impotente. Su respuesta fue que ella
bien sabía que hay más de una manera de satisfacción sexual. Cuando le pregunté si se

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refería al uso de otros órganos que los genitales para el comercio sexual, me dijo que sí;
y yo pude proseguir: sin duda pensaba justamente en aquellas partes del cuerpo que
en ella se encontraban en estado de irritación (boca y garganta) Con su tos
espasmódica, que, como es común, respondía al estímulo de un cosquilleo en su
garganta, ella se representaba una situación de satisfacción sexual entre las dos
personas cuyo vínculo amoroso la ocupaba tan de continuo.

Las menos chocantes entre las llamadas perversiones sexuales gozan de la más amplia
difusión en nuestra población. No es asombroso, pues, que nuestra histérica de
diecinueve años tuviera conocimiento de la existencia de esa clase de comercio sexual
(la succión del miembro viril), hubiera desarrollado una fantasía inconciente de esa
índole y la expresara a través de la sensación de estímulo en la garganta y tos. Un
hecho notable proporcionaba en ella la precondición somática para la creación
autónoma de una fantasía que coincide, por otra parte, con el obrar de los perversos.
Recordaba muy bien que en su infancia había sido una “chupeteadora”; el padre se
acordaba de haberle quitado esa costumbre, mantenida por ella hasta su cuarto o
quinto año de vida.

Nota sobre el concepto de Inconciente

Descriptivo  icc pensamientos latentes.


Dinámico  icc pensamientos latentes y eficientes que se mantienen alejados de la
ccia.
Sistemático  sistema que se da a conocer por el signo distintivo de ser inconcientes
los procesos singulares que lo componen.

Representación  puede estar presente en la conciencia, desaparecer y reaflorar desde


el recuerdo. En el intervalo, la representación estuvo presente, pero latente en cuanto a
conciencia.
Concientes  representaciónes que están presentes en nuestra conciencia y de las que
nosotros nos percatamos.
Inconcientes  representaciones latentes, de las que no nos percatamos, a pesar de lo
cual estamos dispuestos a admitir sus existencia sobre la base de otros indicios y
pruebas. (uso descriptivo)

Ejemplo  persona en estado de hipnosis, el médico le impone la orden de ejecutar


una acción. Cuando despierta y a la hora indicada por el médico, efectúa la acción
requerida.
La idea de la acción devino objeto de la conciencia en un momento determinado, de
manera eficiente, fue transferida a la acción tan pronto como la conciencia se percató de
su presencia. El estímulo real era la orden del médico, la cual devino eficiente a pesar
de no ser acogida en la conciencia, por lo que fue a la vez eficiente e inconciente.

La vida anímica del paciente histérico rebosa de estos pensamientos eficientes pero
inconcientes, y de ellos provienen todos los síntomas. Por ej. En el caso del vómito, la
idea icc de estar embarazado no se representa en la conciencia, solamente puede hacerse
presente por medio del procedimiento psicoanalítico.

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Llamamos entonces preconcientes a los pensamientos latentes del primer grupo, y
reservamos el término inconciente para el segundo grupo, estudiados en las neurosis

Concepción dinámica  “inconciente” no sólo designa pensamientos latentes en


general sino, en particular, pensamientos con un cierto carácter dinámico, aquellos que a
pesar de su intensidad y su acción eficiente se mantienen alejados de la conciencia.
Entonces, tenemos un preconciente eficiente, que sin dificultad pasa a la conciencia, y
un inconciente eficiente, que permanece inconciente y parece estar cortado de la
conciencia.
El pensamiento inconciente es excluido de la conciencia por unas fuerzas que se
contraponen a su aceptación, mientras que no estorban a otros pensamientos, los
preconcientes.
Todos acto psíquico comienza como inconcientes, y puede permanecer como tal o
avanzar a la conciencia, según si tropieza o no con una resistencia. La diferencia entre
actividad pcc e icc no es primaria, sino que se establece después de que se establece la
defensa.
Las leyes de la actividad anímica que rigen el inconciente se distinguen en amplia
medida de las que rigen la actividad conciente. El inconciente es el sistema que se da a
conocer por el signo distintivo de ser inconcientes los procesos singulares que lo
componen.

La represión

Representante psíquico de la pulsión  representación o grupo de representaciones


investidas desde la pulsión con un determinado monto de energía psíquica.

Represión:

 Es algo intermedio entre el juicio adverso y la huída.


 Su condición es que la meta pulsional depare displacer en lugar de placer. La
satisfacción de la pulsión sometida a la represión sería, sin duda, posible y
siempre placentera en si misma, pero sería inconciliable con otras exigencias y
designios, razón por la cual produciría placer en un lugar y displacer en otro.
 Este mecanismo no está presente desde el origen, no antes de que se haya
establecido una separación entre actividad conciente y actividad inconciente.
 Su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de
ella.

Represión primaria: necesidad lógica, opera todo el tiempo, es estructural y fundante


del aparato psíquico. Modo en que la represión se fija en el aparato psíquico, es una
marca, no una representación.

 Al representante psíquico de la pulsión se le deniega la admisión en lo conciente.


 Se establece una fijación de este representante en el aparato psíquico.
 Es una marca, no tiene contenido, inaugura la cadena asociativa pero no entra
dentro de ella.
 A partir de ese momento, la agencia representante permanece inmutable, y la
pulsión sigue ligada a ella.
 Funciona como un “polo de atracción” para la represión secundaria.
 Gasto permanente de energía.

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Represión secundaria:

 Recae sobre retoños psíquicos del representante reprimido de la pulsión o sobre


otros itinerarios de pensamiento que puedan entrar en vínculo asociativo con
ella.
 A causa de este vínculo, tales representaciones experimentan el mismo destino
que lo reprimido primordial.
 Existe una atracción de lo reprimido primordial sobre todo aquello con lo cual
puede ponerse en conexión, y a la vez una repulsión desde lo conciente sobre lo
que ha de reprimirse. Atracción y repulsión cooperan, existe algo reprimido
desde antes presto a recoger lo repelido por lo conciente.

La represión secundaria posee 2 características:


Individual  se reprime representante por representante, cada representación puede
tener un destino distinto.
Móvil  la represión no es estática, no se reprime de una vez y para siempre, sino que
lo reprimido puede volver. Existe un gasto de fuerza constante, Lo reprimido ejerce una
presión continua en dirección a lo conciente, a raíz de lo cual el equilibrio tiene que
mantenerse por medio de una contrapresión incesante.

Representante psíquico de la pulsión  se descompone en dos partes


 Representación
Su destino ante la represión  desaparecer de lo conciente (si alguna vez lo fue) o
seguir coartada de la conciencia si estaba en vías de devenir conciente.
 Algo que representa a la pulsión y puede tener un destino diverso ante la
represión, diferente al de la representación. Lo llamamos “monto de afecto”.
Hay 3 destinos para este monto de afecto:
Histeria de Conversión  el afecto ha desaparecido, ha sido suprimido o sofocado.
Como formación sustitutiva (síntoma), se encuentra una inervación hipertensa, sensorial
o motriz, ya sea como excitación o como inhibición.
Neurosis Obsesiva  al principio el contenido de la representación es rechazado y se
hace desaparecer el afecto. Como formación sustitutiva hallamos una alteración del yo
(escrúpulos de la conciencia, formación reactiva). Lo reprimido consigue retornar: el
afecto desaparecido se muda en angustia social (“afecto coloreado”), y la representación
rechazada se reemplaza por medio de un sustituto por desplazamiento. De acuerdo a la
representación obsesiva, el afecto se tiño de distinta manera.
Fobia  el monto de afecto se torna en angustia , la fobia es un intento de huida,
destinado a evitar el desprendimiento de angustia.

Lo inconciente (cap. 2 – 4 – 5 – 7 )

Capitulo 2:

Lo inconciente abarca, por un lado, actos que son apenas latentes, inconcientes por un
tiempo, y por otro lado, procesos como los reprimidos.

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Un acto psíquico en general atraviesa por dos fases de estado, entre las cuales opera
como selector una suerte de exámen. En la primera fase, es inconciente y pertenece al
sistema Icc, si a raíz del exámen es rechazado por la censura, se le deniega el paso a la
segunda fase y se le llama <<reprimido>>, de lo contrario, entra en la segunda fase y
pasa a ser Cc-Pcc (susceptible de conciencia). El sistema Pcc participa de las
propiedades del sistema Cc, y la censura rigurosa se encuentra en el paso del Icc al Pcc-
Cc.
Pasaje de lo inconciente a lo conciente (de la representación)  2 respuestas
Tópica la fase Cc de la representación significa una transcripción nueva de ella,
situada en otro lugar. Transcripciones diversas y separadas (en el sentido tópico) de un
mismo contenido.
Funcional  cambio de estado en el mismo material y localidad

Capítulos 4 y 7:

La represión es un proceso que se cumple sobro representaciones en la frontera de los


sistemas icc y pcc. Su mecanismo es la sustracción de investidura.
La represión secundaria sustrae la investidura preconciente de la representación,
dejando en ella la investidura inconciente.

Investidura Pcc Al reprimir, sustraigo la


Representación investidura pcc.
preconciente
Inv. Icc
Momentáneamente, deja de lado el supuesto tópico y se inclina por el supuesto
funcional, el paso de icc a prcc acontecería por una mudanza de investiduras.
Este proceso de sustracción de investidura no basta. Por una parte, la representacion
que sigue investida o que es provista de investidura desde el icc haría intentos
renovados por penetrar en el icc, valida de su investidura. En tal caso, la sustracción
tendría que repetirse interminablemente en ella. En el caso de R1, esta presente una
representación icc que nunca recibió investidura del pcc (ya que nunca fue ni sera pcc),
por lo que ésta no puede serle sustraida.
Se necesita un proceso que en el caso de R2 mantenga la represión, y en el caso de R1
cuide de su producción y permanencia.
Supone entonces una contrainvestidura mediante la cual el sistema pcc se protege contra
el asedio de la representación icc.
R1  mecanismo  contrainvestidura, gasto permanente de energía que mantiene
fijado el representante. En este caso, la inscripción misma vale como contrainvestidura,
ya que nunca ha recibido investidura pcc y, por lo tanto, no puede sustraérsele.
R2  la investidura pcc sustraída a la representación se aplica a la contrainvestidura.
(ej. Signorelli-Botticcelli)
Representación cosa  investidura icc, huella mnémica
de las cosas.
Representación objeto
pcc
Representación palabra  investidura pcc

Entonces, el paso del pcc al icc no es ni tópico ni funcional, sino que la representación
conciente abarca rep-cosa+rep-palabra, y la representación icc, rep-cosa solamente.

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En el sistema icc se encuentran las investiduras de cosa de los objetos, que son las
investiduras de objeto primeras y genuinas. El sistema pcc nace cuando esa rep-cosa es
sobreinvestida por las rep-palabra que les corresponden.
Entonces, en la represión, lo que se le rehúsa a las representaciones rechazadas es su
traducción en palaras, o sea, quitarle la investidura pcc.

Capítulo 5:

 El núcleo del icc se compone por representantes de pulsión que quieren


descargar su investidura (mociones de deseo). Estas mociones están
coordinadas entre sí.
 Dentro de éste sistema no existe negación, duda, ni certeza.
 Existen contenidos investidos con mayor y menor intensidad, hay movilidad de
la investidura por condensación y desplazamiento.
 Se rige por medio del proceso secundario.
 Sus procesos son atemporales, no están arreglados de acuerdo al tiempo ni se
modifican por el transcurso de éste.
 No existe miramiento por la realidad, los procesos icc se manejan con el
principio del placer. Su destino depende de la fuerza que posean y de que
cumplan los requisitos de la regulación placer-displacer.
 Los procesos inconcientes solo son observables bajo las condiciones del soñar y
del análisis, momento en que los procesos pcc son llevados hacia atrás, a un
estadío anterior, por obra de la regresión. Por si solos, son insusceptibles de
existencia, ya que el Pcc esta superpuesto al Icc, quien posee el acceso a la
conciencia y a la motilidad.

En el caso del pcc:

 Principio de realidad
 Desplazamientos y condensaciones excluídos o muy limitados
 Capacidad de comercio entre los contenidos de las representaciones
 Ordenamiento temporal
 Introducción de la censura
 Memoria conciente, distinta de las huellas mnémicas

Tótem y tabú (cap. 4, puntos 5 y 6)

Freud, tomándolo de Darwin, habla de una horda primordial, en la cual existe un padre
violento y celoso, que conserva a todas las mujeres para él, y expulsa a sus hijos varones
cuando crecen. Los hijos admiran al padre de la horda por su poder, al par que lo odian
ya que él tiene todo lo que ellos desean. Un día, los hijos exiliados, se reúnen y matan al
padre (hacen juntos lo que uno solo no hubiera podido), y luego lo devoran,
incorporando cada uno una parte de su poder, identificándose con él. Tras matarlo y
devorarlo, al mantener una actitud ambivalente hacia él, se abren paso las mociones
tiernas avasalladas entretanto, y así nace la conciencia de culpa. Posteriormente, el clan
de hermanos, sustituye al padre por un animal totémico, al cual, en ocasiones solemnes,
lo matan entre todos, lo devoran, lo lloran y luego festejan. Este banquete totémico,
sería la repetición y celebración recordatoria de aquella hazaña criminal. Ahora bien, el
padre muerto se volvió más potente de lo que fuera en vida ya que, lo que antes él había

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impedido con su existencia, ahora ellos mismos se lo prohibieron en la situación
psíquica de "obediencia de efecto retardado"; calmaron su sentimiento de culpa frente a
lo hecho con la prohibición de matar al sustituto paterno (el tótem), permitiéndolo
únicamente cuando lo adquirido en virtud de esa hazaña (la apropiación de las
cualidades del padre) amenazara desaparecer a consecuencia de los cambiantes influjos
de la vida. El otro tabú que se impusieron, fue el del incesto; ya que, si antes todos ellos
se habían reunido a matar al padre, ahora ellos eran rivales entre sí respecto de las
mujeres del clan. Cada uno hubiera querido tenerlas a todas para sí, como el padre, y en
la lucha de todos contra todos se hubiera ido a pique la nueva organización. Así nació la
exogamia, y salvaron la organización que los había hecho fuertes. Posteriormente, la
prohibición de matar al animal totémico, se extiende a la de matar a miembros del clan.
La ambivalencia adherida al complejo paterno se continúa en el totemismo.

El creador literario y el fantaseo

Analogia del niño con el poeta. El niño al jugar se comporta como el poeta, crea un
mundo propio. Lo opuesto a ese mundo es la realidad efectiva. El niño diferencia bien
su realidad de ese mundo de juego, y apuntala sus objetos y situaciones imaginadas en
esta realidad. Ese apuntalamiento diferencia su jugar del fantasear.
El poeta también crea un mundo de fantasía, al que dota de un gran monto de afecto, y
al que separa de la realidad efectiva. Muchas de las cosas que de ser reales no
depararían goce, pueden depararlo en la fantasía, asi como muchas excitaciones penosas
pueden convertirse en fuente de placer para los espectadores.
El adulto, en apariencia, renuncia a la ganancia de placer que extraía del juego. Pero en
verdad, no renuncia al placer, sino que permuta una cosa por otra: en vez de jugar, ahora
fantasea.
Este fantasear es difícilmente observable, ya que el adulto se avergüenza de sus
fantasías y las esconde de los otros.
En el caso del niño, el juego está dirigido por el deseo de ser grande, y no tiene razones
para esconder ese deseo. En el caso del adulto, se espera que no juegue ni fantase, sino
que actúe en el mundo real. Su fantasear lo avergüenza por infantil y por no permitido,
dado los deseos que lo generan.
Sabemos de estas fantasías por los neuróticos, quienes se ven forzados a confesarlas en
pos de una cura. El dichoso nunca fantasea, únicamente el insatisfecho. Estos deseos
insatisfechos son las fuerzas pulsionales de las fantasías, y cada fantasía es un
cumplimiento de deseo, una rectificación de la realidad. Las fantasías hiperpotentes o
muy prolíferas crean las condiciones para la caída en una neurosis o una psicosis.
3 tiempos en la fantasía:
 Una impresión actual y presente fue capaz de despertar los grandes deseos de la
persona.
 Desde ahi, se remonta al recuerdo de una vivencia anterior, infantil, en que aquel
deseo se cumplía.
 Crea una situación referida al futuro, que se figura como el cumplimiento de este
deseo. El jugar que se continúa en las fantasías hace presente ese tiempo pasado,
“van impresas las huellas de su origen”.
El adulto oculta sus fantasías y, si las comunicase, nos escandalizaríamos. En cambio,
en el caso del poeta, al jugar sus juegos ante el público hace sentir al mismo un elevado
placer. El poeta atempera este sueño diurno con variaciones y encubrimientos y nos
soborna con una ganancia de placer que posibilita el desprendimiento de un placer

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mayor, proveniente de fuentes psíquicas situadas a mayor profundidad que llamamos
prima de incentivación o placer previo. A nivel de las fantasías como del crear poético
muchas situaciones penosas pueden convertirse en fuente de placer.

Teorías sexuales infantiles

Cada una de estas teorías tiene algo de correcto y acertado, que se explica por los
componentes de la pulsión sexual, que ya están presentes dentro del organismo infantil.
Estos supuestos, entonces, no nacen del albedrío psíquico, sino de las objetivas
necesidades de la constitución psicosexual. De aquí que estas teorías son típicas en
todos los niños.

Su primer enigma  ¿De dónde vienen los hijos?


Al demandar una respuesta a los padres o personas encargadas de su crianza, el niño
recibe una evasiva, una reprimenda, o una respuesta de corte mitológico.
A partir de este primer engaño, los niños alimentan su desconfianza hacia los adultos, y
forman la idea de “algo” prohibido que los adultos desean mantenerles en secreto, razón
por la cual realizan sus posteriores investigaciones en secreto.
1er Conflicto Psíquico  las opiniones por las que sienten predilección pulsional, pero
que no son correctas para los mayores  las opiniones que sustenta la autoridad, pero
que a ellos no le son gratas. De aqui puede desenvolverse una escisión psíquica: la
opinión que conlleva ser “bueno” y cesar la reflexión, deviene conciente; la otra deviene
sofocada, inconciente.  complejo nuclear de las neurosis.
Esta primer teoría se anuda al no conocimiento de la diferencia de los sexos. Se le
atribuye a todos los seres humanos, aún a las mujeres, un pene.
En el caso del varón, existe una incapacidad de representarse a una persona parecida al
yo sin el pene, dada la importancia que éste órgano, ya en la infancia, tiene para él. A la
vista de una niña, supone que el genital es pequeño y que crecerá con el tiempo.
En el caso de la niña, muestra un gran interés por el genital masculino, que luego se
tranforma en envidia, y se siente perjudicada al no poseer un pene.
Al no conocer la vagina, el niño supone que los niños son evacuados como un
excremento (teoría de la cloaca). De aquí se anuda también la teoría de que los hijos se
conciben por comer algo determinado.
Otra de las teorías infantiles es la concepción sádica del coito. Se ofrece a los niños
cuando son testigos del comercio sexual entre sus padres. Aquí ven algo que una parte
fuerte le hace a la más débil con violencia (pasivo-activo).

 No responden al libre albedrío psíquico. Su relación a la constitución pulsional.


 Tienen como soporte la no existencia de la diferencia de los sexos.
 Su fracaso  complejo nuclear para las neurosis.

Pies (zapatos) abochornados.

Una joven paciente se ofende porque un joven con quien se topa en las cercanía de la
casa de su médico le echó una mirada despectiva a sus zapatos. Ella creía que el joven
era hijo del médico, y lo subroga a su hermano. Sobreviene en ella el recuerdo de que a
los cinco años solía acompañar a su hermano al baño, dónde lo miraba orinar. Presa de
la envidia, un día intentó imitarlo, y se mojó los zapatos, lo que provocó la burla de su

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hermano. Esta experiencia comandó su posterior conducta: cuando algo no le salía bien
de primer momento, nunca lo hacía de nuevo.

El pequeño Hans

Niño de cuatro años, que no ha recibido sofocación de sus padres durante su desarrollo.
Muesta interés por la parte de su cuerpo a la que denomina “hace-pipi”. Pregunta a su
madre si ella tiene uno, a lo que ésta responde afirmativamente. Al ver ordeñar una
vaca, exclama “de su hace-pipi sale leche”. Luego, categoriza “un perro tiene hace pipi,
un sillón no”. Ante la vista de su hermanita pequela “su hace-pipi es pequeño, cuando
crezca se agrandará”. No ha sido amedrentado ni tiene conciencia de culpa, por lo que
da a conocer sin recelo sus procesos de pensamiento.

Introducción del Narcisismo

Capítulo I

Narcisismo: un individuo da al cuerpo propio un trato parecido al que daría al cuerpo


de un objeto sexual, hasta que gracias a estos manejos alcanza la satisfacción plena.
Primero pensado como una perversión, luego pensado como un momento normal en el
desarrollo (narcisismo primario).
Resignación de vínculo con la realidad  introversión de la líbido.
Histérico y Neurótico Obsesivo: No cancelan el vínculo erótico con los objetos y las
cosas, sino que lo conservan en la fantasía. Han sustituido los objetos reales por objetos
imaginarios de su recuerdo o los han mezclado con éstos, por un lado, y por otro han
renunciado a emprender las acciones motrices que les permitirían conseguir sus fines en
esos objetos.
Esquizofrenia: delirio de grandeza, retiro de la líbido de las personas y cosas del
mundo exterior, pero sin sustituirlas por otras en la fantasía.
Destino de esta líbido (esquizofrenia) es conducida al yo, de ahí surge el narcisismo.
El delirio de grandeza es la amplificación de un estado ya existente, por lo que
definismos el narcisismo que nace por replegamiento de investiduras de objeto, como
narcisismo secundario.
Existe una originaria investidura libidinal del yo, cedida después a los objetos.
Amebas  pueden emitir seudópodos y luego recogerlos formando de nuevo un
glóbulo. Los seudópodos serían el envío de la líbido a los objetos, mientras la masa
principal de la líbido puede permanecer en el interior del yo. En condiciones normales,
la líbido yoica se traspone sin impedimentos en líbido de objeto y puede volver al yo.

Relación narcisismo/autoerotismo: no esta presente desde el comienzo en el individuo


una unidad comparable al yo, sino que éste tiene que ser desarrollado. Las pulsiones
autoeróticas son iniciales, primordiales, por tanto, algo tiene que agregarse al
autoerotismo, una nueva acción psíquica para que el narcisismo se constituya.
1ro  autoerotismo  estado primordial, siempre permanece un resto autoerótico que
no se cede a los objetos.
2do narcisismo  se forma el yo gracias a una nueva acción psíquica.
3ro  elección del objeto
Separación entre líbido yoica y líbido del objeto  prolongación de un primer
supuesto que dividió pulsiones sexuales y pulsiones yoicas, reflejan la función doble

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del individuo. Individuo tiene una existencia doble, es fin para si mismo y la vez
eslabón en una cadena.
Primer dualismo pulsional: pulsiones de autoconservación  pulsiones sexuales
Segundo dualismo pulsional: líbido del yo  líbido de objeto
Tercer dualismo pulsional: pulsión de vida  pulsión de muerte

Capítulo II

Influencia de la enfermedad orgánica sobre la distribución de la líbido.

Enfermedad orgánica: retira su interés por todas las cosas del mundo exterior que no se
relacionan con su sufrimiento, y retira de sus objetos de amor el interés libidinal.
Retira sobre su yo sus investiduras libidinales para volver a enviarlas después de
curarse.
Estado de dormir: retiro de las posiciones libidinales sobre la persona propia, sobre el
exclusivo deseo de dormir.
Hipocondría: retira el interés y la líbido de los objetos del mundo exterior y los
concentra sobre el órgano que le atarea.
Vida amorosa:

Vías para elección del objeto:

Apuntalamiento: las primeras satisfacciones sexuales autoeróticas son vivenciadas a


remolque de funciones vitales que sirven a la autoconservación. Las pulsiones sexuales
se apuntalan al principio en la satisfacción de las pulsiones yoicas, y sólo más tarde se
separan de ellas. Las personas encargadas del cuidado del niño devienen los primeros
objetos sexuales. (más característica en el hombre)
Narcisista: aquellas personas en las que el desarrollo libidinal experimentó una
perturbación, no eligen su posterior objeto de amor según el modelo de la madre, sino
según el de su persona propia.

Capítulo III

Desde el comienzo no está presente en el sujeto una unidad equiparable al yo, y dado
que las pulsiones autoeróticas son inciales y primordiales, una nueva “acción psíquica”
tiene que añadirse al autoerotismo para que el narcisismo se constituya, la aparición del
yo.
Tenemos sabido que mociones pulsionales libidinosas sucumben al destino de la
represión cuando entran en conflicto con las representaciones culturales y éticas del
individuo. La represión, hemos dicho, parte del yo; podríamos precisar: del respeto del
yo por sí mismo.
Uno ha erigido en el interior de sí un ideal por el cual mide su yo actual. La formación
de ideal sería, de parte del yo, la condición de la represión.
Y sobre ese yo ideal recae ahora el amor de sí mismo de que en la infancia gozó el yo
real. El narcisismo aparece desplazado a este nuevo yo ideal que, como el infantil, se
encuentra en posesión de todas las perfecciones valiosas. Lo que él proyecta frente a sí
como su ideal es el sustituto del narcisismo perdido de su infancia, en la que él fue su
propio ideal.
El desarrollo del yo consiste en un distanciamiento respecto del narcisismo primario y
engendra una intensa aspiración a recobrarlo. Este distanciamiento acontece por medio

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del desplazamiento de la libido a un ideal del yo impuesto desde fuera: la satisfacción
se obtiene mediante el cumplimiento de este ideal.
La incitación para formar el ideal de yo parte de la influencia crítica de los padres, las
“voces”, lo visto y oído, resto de percepciones.
Tras este ideal de yo se esconde la identificación, la cual es la más temprana
exterorización de una ligazón afectiva con otra persona, anterior a cualquier elección de
objeto. En el varón se muestran dos lazos diversos: por un lado, una directa investidura
sexual de objeto con la madre y, por el otro, una identificación con el padre, tomándolo
como modelo. Estos lazos confluyen en la formación del complejo de Edipo.
La identificación es ambivalente, puede darse vuelta hacia la expresión de ternura o
hacia el deseo de eliminación. Se comporta como un retoño de la primera fase oral, en
la que el objeto anhelado se incorpora por devoración y asi se aniquila como tal.
Identificación  elección de objeto.

Conferencia 26º: La teoría de la libido y el narcisismo

Repetidas veces nos hemos ocupado de la separación entre pulsiones yoicas y sexuales.
Primero, la represión nos mostró que ambas pueden entrar en oposición recíproca, y
entonces las pulsiones sexuales son formalmente sometidas y obligadas a procurarse
satisfacción por rodeos regresivos, luego de lo cual su indomabilidad las resarce de su
derrota.
Las pulsiones sexuales se enlazan con el estado afectivo de la angustia mucho más
íntimamente que las pulsiones yoicas. La insatisfacción de las dos pulsiones de
autoconservación, nunca tiene por consecuencia su vuelco en angustia, mientras que al
trasposición de libido insatisfecha en angustia se cuenta, según vimos, entre los
fenómenos mejor conocidos y observados con frecuencia.
La sexualidad es, en efecto, la única función del organismo vivo que rebasa al individuo
y procura su enlace con la especie. El individuo, en una perspectiva biológica no es más
que un episodio dentro de una serie de generaciones.
Neurosis de transferencia  las pulsiones sexuales entran en pugna con las de
autoconservación; una posición del yo, en cuanto individuo autónomo, entra en
conflicto con la otra, en cuanto miembro de una serie de generaciones.
A las investiduras energéticas que el yo dirigía a los objetos de sus aspiraciones
sexuales las llamamos “libido”; a todas las otras, que son enviadas por las pulsiones
yoicas, las llamamos “interés”.
El carácter principal de la dementia praecox (incluida entre las psicosis) consiste en que
en ella falta la investidura libidinal de los objetos. ¿Qué ocurrió como la libido de los
dementes extrañada de los objetos? Es revertida al yo, y esta reversión reflexiva es la
fuente del delirio de grandeza de la dementia praecox.
La libido que hallamos adherida a los objetos, y que es expresión del afán de ganar una
satisfacción por su intermedio, puede también abandonarlos y, en lugar de ocuparlos a
ellos, ocupar al yo. El nombre para esta colocación de la libido es narcisismo, en ella el
individuo da al cuerpo propio el mismo trato que a un objeto sexual ajeno.
De la historia del desarrollo de la libido de objeto, tendríamos que recordar que muchas
pulsiones sexuales se satisfacen de manera autoerótica, y que esta capacidad para el
autoerotismo es la base que permite el retraso de la sexualidad en le proceso de educarse
en el principio de realidad. Por tanto, el autoerotismo era la práctica sexual del estadío
narcisista de colocación de la libido.

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Acerca de la relación entre libido yoica y libido de objeto nos formamos una
representación que puedo ilustrarles mediante un símil extraído de la zoología.
Amebas  estos seres emiten prolongaciones, llamadas pseudópodos, por las que hacen
correr su sustancia corporal. Pero pueden recoger esas prolongaciones y volver a su
forma original. Comparamos la emisión de estas prolongaciones con el envío de libido a
los objetos mientras la masa principal de la libido puede permanecer en el interior del
yo, y suponemos que en condiciones normales la libido yoica se traspone sin
impedimentos en libido de objeto, y esta puede recogerse de nuevo en el interior del yo.

El distingo entre libido e interés nos fue impuesto por la intelección del conflicto del
cual nacen las neurosis de transferencia. El supuesto de que la libido de objeto puede
trasponerse en libido yoica, y que por tanto es preciso tener en cuenta una libido yoica,
se nos presentó como el único que puede solucionar el enigma de las llamadas neurosis
narcisistas y dar razón de las semejanzas y diferencias con la histeria y con las
obsesiones.
Es verdad que el recogimiento de la libido de objeto en el interior del yo no es
directamente patógeno; se lo emprende cada vez que se va a dormir, para volver a
deshacerlo al despertar. Muy diverso es el caso cuando un determinado proceso, muy
violento, es el que obliga a quitar la libido de los objetos. La libido, convertida en
narcisista, no puede entonces hallar el camino de regreso hacia los objetos, y es este
obstáculo a su movilidad el que pasa a ser patógeno.
Las neurosis narcisistas son apenas abordables con la técnica que nos ha servido en el
caso de las neurosis de transferencia. También en las neurosis de transferencia
tropezamos con barreras parecidas que oponía la resistencia, pero pudimos desmontarlas
pieza por pieza. En las neurosis narcisistas la resistencia es insuperable.
En el interior del yo existe realmente una instancia que de continuo observa, critica y
compara, y que de tal modo se contrapone a la otra parte del yo. Siente en el interior de
su yo el reinado de una instancia que mide su yo actual y cada una de sus actividades
con un yo ideal, que él mismo se ha creado en el curso de su desarrollo. A la instancia
de observación de sí la conocemos como el censor yoico, la conciencia moral; es la
misma que por las noches ejerce la censura sobre los sueño, y de la que parten las
represiones de las mociones de deseo no permitidas. Y cuando, en el caso del delirio de
observación, ella se descompone, nos revela que proviene de las influencias de los
padres, los educadores y el medio social, de la identificación con algunas de estas
personas modelo.
No me asombraría que la facultad de producir el efecto patógeno resultara ser
realmente un privilegio de las pulsiones libidinosas, de manera que la teoría de la
libido pudiera festejar su triunfo en toda la línea, desde las más simples neurosis
actuales hasta la más grave alineación psicótica del individuo. Es un rasgo
característico de la libido el de resistirse a ser subordinada a la realidad del mundo.
Pero considero muy probable que las pulsiones yoicas sean arrastradas
secundariamente por las incitaciones patógenas de la libido, y forzadas a una
perturbación de su funcionamiento.

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