La Martiniana

Letra: Andrés Henestrosa

Son istmeño

Niña, cuando yo muera, No me llores no, no me llores, no,

no llores sobre mi tumba, porque si lloras yo peno,
canta sones alegres, mamá, en cambio, si tú me cantas
cántame la sandunga. yo siempre vivo, yo nunca muero.

Niña, cuando yo muera, En cambio, si tú me cantas

no llores sobre mi tumba,
canta sones alegres, mamá,
cántame la sandunga.
No me llores no, no me llores, no,
porque si lloras yo peno,
en cambio, si tú me cantas
yo siempre vivo, yo nunca muero.
En cambio, si tú me cantas
yo siempre vivo, yo nunca muero.
yo siempre vivo, yo nunca muero.
Si quieres que no te olvide,
si quieres que te recuerde,
canta sones alegres, mamá,
música que no muere.
Si quieres que no te olvide,
si quieres que te recuerde,
canta sones alegres, mamá,
música que no muere.

Lucero de la mañana, No me llores no, no me llores, no,

el rey de todos los sones, porque si lloras yo peno,
canta a Martiniana ¡ay mamá!, en cambio, si tú me cantas
que alegre los corazones. yo siempre vivo, yo nunca muero.

Lucero de la mañana, En cambio, si tú me cantas

el rey de todos los sones, yo siempre vivo, yo nunca muero.
canta a Martiniana ¡ay mamá!,
que alegre los corazones.

NOTA
para el
profesor

• En esta pieza se representan sentimientos y conceptos que se com-

plementan, como la muerte y la celebración de la vida.
• Resultará muy interesante reflexionar con los alumnos acerca de las
maneras en que ellos se explican la muerte para, posteriormente, li-
gar estas reflexiones con las tradiciones mexicanas que la celebran.

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Son istmeño
Letra: Andrés Henestrosa  Arreglo: Enrique Jiménez

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